Pasar al contenido principal

Opinión

Misión de Observación Electoral de la UE en la República Bolivariana de Venezuela

RESUMEN Y RECOMENDACIONES PRIORITARIAS

  • La Unión Europea desplegó una misión de observación electoral (MOE UE) del 14 de octubre al 5 de diciembre para observar las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre de 2021 y evaluar el grado de cumplimiento de las leyes nacionales y los compromisos internacionales de Venezuela en materia electoral. La misión, encabezada por la Jefa de Misión y miembro del Parlamento Europeo Isabel Santos, de Portugal, contó con 134 observadores el día de las elecciones y fue la primera misión de observación internacional que cubrió los 23 estados y el Distrito Capital de Venezuela. Las elecciones del 21 de noviembre fueron las primeras elecciones nacionales a las que concurrió la mayoría de los partidos de la oposición desde 2015. Se consideraron como un posible primer paso hacia un amplio acuerdo político sobre las condiciones necesarias para llevar a cabo unas elecciones democráticas aceptadas por todas las partes y avanzar en la reinstitucionalización del país.
  • La MOE UE observó deficiencias estructurales que deberían abordarse en futuras elecciones, como la falta de seguridad jurídica, que provocó la inhabilitación arbitraria de candidatos y la repetición de las elecciones en el estado de Barinas, la entrega de los símbolos y de la tarjeta electoral de partidos a facciones internas minoritarias, el amplio uso de recursos del Estado en la campaña y el acceso desigual de los candidatos a los medios de comunicación. La MOE UE también concluyó que hubo mejores condiciones electorales en comparación con elecciones pasadas, como una administración electoral más equilibrada, la realización de varias auditorías en diferentes etapas del proceso electoral, que habían sido recomendadas por la MOE UE de 2006, y una actualización más amplia del registro electoral.
  • El marco legal electoral cumple con la mayoría de los principios internacionales básicos para elecciones. Venezuela ha firmado y ratificado todos los tratados internacionales y regionales pertinentes sobre derechos civiles y políticos. Sin embargo, algunas leyes de medios de comunicación y, sobre todo, la falta de independencia judicial y el irrespeto al Estado de Derecho comprometen la igualdad de condiciones y la imparcialidad y transparencia de las elecciones. El Tribunal Supremo de Justicia, en sentencias muy controvertidas, entregó el control de la identidad del partido y el uso de sus símbolos a facciones minoritarias disidentes que los habían reclamado. Además, la suspensión arbitraria del derecho de candidatos de oposición a presentarse a las elecciones mediante un procedimiento administrativo y sin notificación, puso en peligro el proceso de mejora de las condiciones electorales del país iniciado con las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre.
  • El actual consejo directivo del Consejo Nacional Electoral (CNE), nombrado en mayo de 2021, ha sido descrito con frecuencia por interlocutores de la MOE UE y comentaristas políticos como el más equilibrado de los últimos 20 años. Los interlocutores de la MOE UE lo consideraron la medida más importante para recuperar la confianza en el CNE después de que los partidos de oposición no participaran en las tres elecciones nacionales anteriores desde 2015. Si bien los tres rectores cercanos al gobierno tuvieron el control de los órganos ejecutivos del CNE, el Consejo logró mejorar las condiciones técnicas de las elecciones a través del diálogo interno, y los dos rectores vinculados a la oposición y a la sociedad civil no ocultaron sus votos disidentes en temas en los que no se pudo llegar a un consenso, como la inhabilitación o renuncia de candidatos.
  • El CNE llevó a cabo la mayoría de sus actividades de manera eficiente y de acuerdo con el cronograma publicado el 28 de junio. Una de las medidas de transparencia más importantes implementadas por el CNE fue la realización de 16 auditorías de diferentes etapas del proceso electoral. Una auditoría exhaustiva del sistema automatizado de votación realizada por expertos académicos concluyó que el sistema garantizaba la integridad del voto, a pesar de la extendida creencia popular de que el secreto del voto no está resguardado. Un simulacro realizado en octubre de 2021 fue evaluado como exitoso por observadores nacionales, quienes, sin embargo, criticaron actividades partidistas concurrentes, así como el uso de recursos del Estado, en su mayoría por parte del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Las capacitaciones de miembros de mesa, tanto virtuales como presenciales, fueron superficiales y demasiado breves. Además, los esfuerzos de educación cívica y electoral fueron insuficientes, especialmente en lo que respecta a la opción de votar por diferentes candidaturas en las cuatro elecciones del 21 de noviembre.
  • El CNE llevó a cabo una campaña de actualización del registro electoral entre el 1 de junio y el 15 de julio, durante un periodo más largo y con más agentes que en elecciones pasadas. Sin embargo, la información proporcionada a los votantes fue escasa y en muchos casos los agentes del CNE mostraron un comportamiento partidista. Además, según organizaciones nacionales de observación, el 12 por ciento de los puestos observados se encontraban en zonas controladas por el partido en el poder, mientras que el 14 por ciento no se instalaron en el lugar anunciado oficialmente. El CNE estima que el subregistro asciende a unas 745.000 personas, pero la sociedad civil sitúa esta cifra entre dos y tres millones. Además, casi seis millones de venezolanos han emigrado, según cifras del ACNUR basadas en datos oficiales, pero sólo hay 108.000 votantes registrados en el extranjero.
  • El CNE inscribió 42 partidos nacionales y 64 regionales para participar en las elecciones del 21 de noviembre, así como seis organizaciones indígenas nacionales y 24 regionales para participar en las elecciones indígenas del 26 de noviembre. La inscripción de candidatos comprendió tres fases entre el 9 de agosto y el 11 de noviembre. Los cambios realizados en la última fase, que comenzó el 27 de septiembre, no se reflejaron en la boleta. La posibilidad de cambiar candidatos hasta 10 días antes del día de las elecciones benefició a los partidos políticos, pero afectó negativamente al derecho de los votantes a emitir un voto informado, ya que los cambios no se reflejaron en la boleta.
  • El rechazo de candidaturas a través de un proceso administrativo, sin notificación ni motivación explícita, basado en decisiones de la Contraloría General (CG) consideradas como políticamente motivadas, afectó a 15 candidatos del Partido Comunista de Venezuela y al candidato de la Mesa de la Unidad Democrática Freddy Superlano, que poco antes de la decisión de la CG había sido determinado ganador de la gobernación de Barinas por el CNE. Estas decisiones contradicen el artículo 42 de la Constitución, que establece que sólo una sentencia firme puede suspender el ejercicio de los derechos políticos, así como los principios internacionales para elecciones democráticas.
  • La campaña electoral comenzó mucho antes de la fecha oficial del 28 de octubre, a pesar de estar prohibida por el Reglamento General de la Ley Orgánica de Procesos Electorales.

La campaña fue en general tranquila y pacífica. Los candidatos del partido gobernante se beneficiaron de una amplia red de activistas y del extendido uso de los recursos del Estado, incluido el transporte público y la distribución de bienes y servicios. Los observadores de la MOE UE reportaron indicios de que se presionaba o pagaba a la gente para que asistiera a los actos del partido, mientras que la libertad de movimiento de la oposición se vio limitada por la falta de recursos financieros y materiales, incluido el racionamiento de combustible. El acceso a los medios de comunicación tradicionales y sociales también fue más difícil para los partidos de la oposición. El CNE no sancionó las infracciones de las normas de campaña ni el uso de recursos del Estado, a pesar del despliegue de 2.000 fiscales. El control de los fondos de los partidos políticos sigue siendo una importante laguna del sistema electoral venezolano.

  • Los medios de comunicación de masas en Venezuela sufren duras limitaciones técnicas y financieras. Además, algunos medios de comunicación optan por no proporcionar información para evitar problemas políticos. Los interlocutores de la MOE UE reportaron autocensura en 21 estados, y el cambio de la línea editorial de algunos medios de comunicación como resultado de presiones políticas en 13 estados. La agencia estatal reguladora de los medios de comunicación, CONATEL, puede sancionar directamente a los medios de comunicación, e incluso retirarles las licencias de emisión, sin necesidad de hacer una verificación judicial de la infracción. El monitoreo de medios de comunicación de la MOE UE mostró que los medios nacionales tuvieron un fuerte sesgo a favor del partido gobernante, que recibió la mayor parte de la cobertura televisiva y radiofónica, especialmente en las emisoras estatales Venezolana de Televisión y Radio Nacional de Venezuela. La propaganda electoral cumplió con los límites diarios establecidos por la ley. La MOE UE no identificó ninguna emisión obligatoria de mensajes gubernamentales (cadenas).
  • La importancia de internet como canal de comunicación ha aumentado en Venezuela tras la pérdida de confianza en los medios tradicionales. Los intentos del gobierno por influir en los medios en línea incluyen el bloqueo de páginas web, campañas de desprestigio contra periodistas y operaciones propagandísticas. Aunque el CNE estableció la obligación de respetar la ley electoral también en internet, no hubo sanciones por violaciones ni límites al gasto en medios digitales. La Ley contra el Odio de 2017 empujó a periodistas y candidatos a la autocensura en línea. El uso de fondos públicos por parte del gobierno para promover sus narrativas a través de Twitter fue ampliamente documentado. El monitoreo de redes sociales de la MOE UE también concluyó que las páginas de Facebook de funcionarios del gobierno, incluyendo el presidente Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional, ministros y varios gobernadores en funciones, y en mucha menor medida algunos funcionarios de la oposición, fueron utilizadas para promover la campaña de los candidatos y los mensajes de sus partidos.
  • El marco legal electoral venezolano garantiza la igualdad de derechos y la plena participación política de mujeres, grupos indígenas y personas con discapacidad. A pesar de ello, las mujeres se enfrentan a retos económicos y sociales a la hora de presentarse a las elecciones. Una directiva del CNE consiguió una proporción del 49,44 por ciento de candidatas en las elecciones del 21 de noviembre, pero las mujeres sólo representan el 19 por ciento y el 9 por ciento de los alcaldes y gobernadores elegidos, respectivamente. Como no existe un registro específico de votantes indígenas, el CNE implementó una elección en dos etapas para elegir a los representantes indígenas: una en julio y agosto para elegir a 4.334 delegados, que luego eligieron a los representantes indígenas a los concejos municipales y consejos legislativos de los estados el 26 de noviembre. La elección indígena fue criticada por ser opaca en sus procedimientos y por ser una elección de segundo grado que no respeta los derechos constitucionales al sufragio directo y secreto. En cuanto al voto de las personas con discapacidad, el CNE creó una comisión dedicada a elaborar directrices y materiales de educación al votante, pero eso no dio resultados satisfactorios debido al endeble esfuerzo de comunicación.
  • El reglamento del CNE de 2020 para la observación electoral restringe las actividades de los observadores al exigirles que sus planes de despliegue y sus informes sean aprobados previamente por el CNE. El CNE acreditó a seis organizaciones de observadores nacionales y a más de 300 observadores internacionales. Los observadores nacionales no reportaron ninguna limitación en cuanto a la libertad de movimiento o de expresión, ya que no se aplicaron los requisitos del CNE, pero el día de las elecciones algunos observadores no pudieron acceder a algunos centros de votación en tres de las 24 entidades estatales. El CNE y la UE firmaron un Acuerdo Administrativo, y el CNE aprobó una resolución para encajar las actividades de observación de la UE en el marco legal existente. Dicha resolución fue criticada por la sociedad civil como un doble estándar para la observación nacional e internacional.
  • La jornada electoral se caracterizó por retrasos en la apertura y el cierre de los centros de votación, la ausencia de los miembros de mesa originalmente seleccionados y capacitados por el CNE, la coacción generalizada a los votantes y el abuso del voto asistido. Los partidos políticos, sobre todo el PSUV, pero también, en menor escala, los partidos de oposición, establecieron puntos de control de asistencia de votantes. La jornada electoral fue en general tranquila, pero se vio ensombrecida por incidentes violentos, especialmente en el Zulia, donde un votante fue abatido mientras esperaba en la cola para votar.

La MOE UE 2021 ofrece 23 recomendaciones para mejorar futuros procesos electorales. Las 7 recomendaciones prioritarias que se enumeran a continuación están relacionadas con las principales deficiencias estructurales puestas de manifiesto en las conclusiones de la misión:

  1. Reforzar la separación de poderes y la confianza en la independencia del TSJ con la aprobación de una nueva Ley de la Carrera Judicial y una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, para alinearlas con las garantías constitucionales que aseguran una selección de jueces transparente, apolítica y basada en el mérito, evitando la invasión de las competencias del poder electoral.
  2. Suprimir la prerrogativa de la Contraloría General de despojar a ciudadanos de su derecho fundamental a presentarse a las elecciones mediante un procedimiento administrativo y sin notificación oportuna, lo que repercute negativamente en el derecho a la defensa.
  3. Llevar a cabo una campaña de educación al votante que aumente la confianza en la integridad y el secreto del voto electrónico, y muestre a los votantes cómo votar por diferentes opciones políticas en elecciones simultáneas.
  4. Reforzar las facultades sancionadoras del CNE mediante la introducción de un sistema de control y sanciones, que vayan desde la amonestación hasta la imposición de penas progresivas, especialmente en lo que se refiere al uso de recursos del Estado en campaña.
  5. Equilibrar la cobertura de los medios de comunicación estatales durante las campañas electorales, en línea con la Ley Orgánica de Procesos Electorales y las buenas prácticas internacionales.
  6. Derogar la Ley contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia para promover la libertad de expresión y evitar la autocensura.
  7. Hacer más esfuerzos para informar a los ciudadanos sobre su selección como miembros de mesa con el fin de aumentar la presencia de miembros de mesa capacitados y acreditados, considerando una combinación de medidas de incentivos y sanciones.

Leer informe en : https://eeas.europa.eu/sites/default/files/eu_eom_ven_2021_fr_es.pdf

 11 min


Vanessa Davies y José Gregorio Yépez

Phil Gunson aprendió a comer arepas y saber que los maracuchos son distintos a los larenses y a los orientales. Conoce el país. Conoce a sus políticos y a la forma de hacerla en estas latitudes.

Siendo el analista senior de Crisis Group se anima conversar con Contrapunto.com del más reciente informe que han elaborado sobre la situación venezolana.

Llega puntual a la redacción. No puede esconder su origen británico, pero no pide té, compartimos un café negro cosechado en el país y conversamos de lo humano, lo divino y lo profano. De música y de músicos en el país.

Nos avisan que el estudio está listo. Cumplimos el protocolo antes de comenzar, se encienden las luces y comienza #Contrespuntos.

-¿Nuestra convivencia depende de Rusia, Estados Unidos, Cuba, Canadá, Noruega?

-Sí y no. La convivencia de los venezolanos depende de los venezolanos en primerísimo lugar. Como siempre decimos, esta crisis, este conflicto político, como lo quieran llamar, que ya tiene como dos décadas rodando depende, en primer lugar, de que los venezolanos se pongan de acuerdo, no solo sobre cómo quieren que sea su país, sino qué clase de reglas de convivencia se van dar. Eso es lo más importante. Lo que estamos diciendo en este informe es que es muy difícil que ese acuerdo llegue a buen término, que sea un acuerdo sostenible, sustentable y viable, si los actores externos que tienen intereses en Venezuela, que son muchos y muy variados, no se ponen de acuerdo de alguna manera o, por lo menos, decidan no interferir.

-Deben ponerse de acuerdo entre ellos. ¿Nosotros somos mirones de palo?

-Sería lo ideal. Lo que vemos es que en algunos casos es muy difícil, dado que estamos hablando en un momento de mucha tensión geopolítica por la crisis en Ucrania. Las relaciones entre Occidente y Rusia, en particular, están en un punto muy, muy bajo. Es decir, que es muy difícil, es casi imposible esperar que a corto o mediano plazo un acuerdo global se dé. Tienen muchas otras cosas que quedan y en qué ocuparse.

-¿Y entonces?

-Lo que decimos es que esta una realidad que no podemos negar. No podemos ser ingenuos y pensar qué el mundo de pronto se va a poner de acuerdo y la situación en Venezuela se va a resolver de la noche a la mañana. Pero dicho eso sí podemos señalar por donde podría haber una ruta a la convivencia, no sólo aquí en Venezuela sino entre los actores que tienen intereses en Venezuela; sean económicos, financieros y de otro tipo..

-¿Cuál es esa ruta que ustedes proponen?

-Creo que primero pasa por tratar de ver dónde coinciden los intereses de los distintos actores.

-De los internacionales y de los locales.

-Vamos a dejar al lado los locales por un momento. En términos de peso geopolítico primero que nada Rusia y China. Hay actores menores en tamaño y en poderío, pero que también tienen influencia, Cuba es más que evidente. Turquía, Irán también están están ahí. Cada uno de estos con intereses diferentes, pero a ninguno yo creo que en el fondo le sirve la situación actual.

-¿A los aliados de Maduro no les sirve la situación que Maduro genera?

-No les sirve porque en primer lugar por la situación de la economía venezolana y por lo tanto los intereses comerciales, por ejemplo, en el petróleo y el gas venezolano están hasta cierto punto en suspenso, por el propio colapso de la economía real.

-Y del otro otro lado.. ¿cómo ve el papel de Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá que pesan en el concierto geopolítico?

-A ellos no les conviene esta situación y están trabajando mucho más activamente para cambiarla, pero de pronto, sobre todo en el caso de Estados Unidos y algunos de sus aliados en la región, con esperanzas demasiado maximalistas.

-¿A qué se refiere?

-Hace tres años, con la pretensión de la oposición de crear una especie de gobierno paralelo en Venezuela se planteaba una situación en qué Estados Unidos y sus aliados estaban diciendo que la única solución aquí es que Maduro se vaya. “Cuando Maduro se vaya todo esto se va a arreglar”. Nunca pensamos que eso fuese una visión realista de la situación. Primero porque Maduro no se iba a ir, ni siquiera bajo la presión de las sanciones. Eso se ha demostrado con el tiempo. Por otra parte, porque el error fundamental en eso es que hay que ver la necesaria transición en Venezuela. Digo necesaria porque a nadie le interesa, nadie le sirve la situación como está. Está esa transición no puede ser un evento. Una transición es por definición un proceso. Todo eso estaba fundamentado en la idea de que iba a haber un evento que iba a romper todo. Nada de eso ocurrió.

-Eso no sucedió, pero tampoco pareciera haber empezado un proceso de transición… ¿o sí?

-Yo creo que sí.

Y… ¿Dónde está? Lo que se ve es un estancamiento entre los factores tanto internos como externos. Biden pareciera que tendría que esperar a la mitad de su periodo para poder ceder. Si lo hace ahora su costo político interno sería muy duro.

-La transición la ha empezado el propio Maduro. Maduro está en un proceso de transición. Pero no es la transición que buscaba y que busca la oposición y sus aliados.

-Es la transición de Maduro. La transición a lo Maduro.

-Si vemos los ejemplos históricos de las transiciones políticas en el mundo, casi siempre, esas transiciones son llevadas a cabo por los gobiernos que ya están en el poder o por elementos de esos gobiernos. Es muy difícil que la ruptura sea la vía más factible a una transición

-Hacia dónde va esa transición que en su opinión ya está ejecutándose.

-En buena medida creo que es una transición económica. Eso sí se ha visto, yo creo que está reconocido por todo el mundo. El gobierno de Maduro cada vez más se aleja más del tipo de política económica que llevaba a cabo Hugo Chávez, y aunque les cuesta decirlo por el estatus que tiene Hugo Chávez en el movimiento, yo creo que está a la vista.

Al decir esto, Phil Gunson hace una pequeña pausa para aclarar el alcance de su afirmación: “Otra cosa es que eso sea cierto, que tenga posibilidades de mantenerse o de ser exitoso, en el sentido de producir una recuperación de la economía”.

-¿Y la transición política? ¿Se está dando? ¿Hacia dónde?

-Se está dando también, pero controlada por el Gobierno. El Gobierno, de alguna manera manda señales de transición política cuando permite que la oposición tenga su gente en el Consejo Nacional Electoral y cuando termina reconociendo, por ejemplo, el resultado en el estado Barinas. Son cosas reversibles. No son necesariamente hechos cumplidos sobre los cuales se puede construir una transición política, pero son señales de que hay alguna posibilidad de apertura siempre y cuando la oposición deje a un lado su pretensión de maximalista.

-Usted hablaba del tema económico y las señales. Pareciera que hay un pulseo entre pragmáticos y dogmáticos en el Gobierno. Abren con medidas económicas que fomentan el crédito, pero también proponen un impuesto que parece un retroceso a ese a ese cambio económico del que usted está hablando.

-Eso es muy cierto. Creo que los términos que utilizas son los correctos. El problema no es ideológico en el fondo. No es ideología, son intereses distintos que hay entre grupos que cohabitan, por decirlo así, dentro del movimiento chavista y estos no están necesariamente bien identificados. Creo que hace falta un estudio mucho más a fondo de qué es lo que pasa adentro, pero creo que sí es evidente que Maduro se está imponiendo en este momento sobre diferentes facciones dentro del chavismo y que lo que pretende Maduro tiende mucho más hacia el pragmatismo que hacia la parte más radical o más ideológica.

-Esa transición… ¿cómo debe ser acompañada, entendida o asumida por estos factores internacionales?

-Habría que dividir siempre a los factores internacionales principalmente en aliados y adversarios. Aunque está el caso, por ejemplo, de la Unión Europea.

-Ustedes la ven como neutral.

-Lo presentamos de ambas maneras. Por simplicidad colocamos a la Unión Europea como adversario de Maduro, está en esa categoría. Pero al mismo tiempo la Unión Europea ha tratado de jugar un papel más moderado, por ejemplo mandando, a contrapelo de muchos muchos en la propia Unión Europea -sobre todo en el parlamento europeo- observadores electorales, una cosa que a los radicales no les pareció porque supuestamente se iba a legitimar a Maduro.

-¿Qué esperaría Crisis Group de los aliados de Maduro para acompañar esa transición? De los adversarios de Maduro qué esperaría para aupar esa transición.

-Que esa transición que pretende hacer el gobierno nos lleve a un consenso mayor. Está bien que Maduro necesita el consenso dentro del chavismo, pero Venezuela necesita que ese consenso abarque un sector mucho más amplio de la sociedad. Esto pasa porque la oposición entienda que es participando que se va a poder influenciar en este proceso, no apartándose y arrojando piedras.

-¿Participando en todos procesos?

-Hay una gran controversia en este momento sobre si participar o no en el proceso de reforma del Tribunal Supremo de Justicia. Eso es muy controvertido, incluso entre sectores más moderados de la oposición, porque ven que el Gobierno no busca con esta reforma satisfacer demandas de neutralidad con la reforma del Tribunal Supremo, sino que pretende mantener el control político abriendo un poquito las compuertas, como hizo con el Consejo Nacional Electoral, para que haya una participación de factores de la oposición.

-¿Tendrían que participar? ¿Tendrían que estar allí?

-Yo creo que sí. Por lo menos en el sentido de empujar para que esa apertura se amplíe un poquito más. Aceptando que son pasos chiquitos reversibles y que no se puede entrar ingenuamente pensando que el Gobierno no tenga sus propios intereses.

-Pareciera que el diálogo o la negociación está estancada, o eso es lo que se aparenta, porque siempre se conversa por debajo. ¿Qué interés puede tener el Gobierno de ampliar el tema de la negociación? ¿Qué interés puede tener la oposición también de seguir en la negociación? Pareciera que a los dos les conviene no tener un acuerdo.

-Depende si estamos hablando, en el caso de la oposición en particular de los líderes políticos del G4, de la Plataforma Unitaria por ejemplo, o si lo ampliamos a otros factores no gubernamentales y factores la sociedad civil. Algunos en el liderazgo opositor parecen estar cómodos con el statu quo, le sirve.

-Y al Gobierno le sirve.

-Al gobierno le sirve hasta cierto punto. Yo tengo mucho temor que Venezuela se cubanice en ese sentido. Que terminemos con una situación política y económica absolutamente estancada durante décadas porque a algunos les conviene utilizar la polarización como arma política para mantenerse.

Gunson se detiene para hacer énfasis en un tema que considera debe recibir una atención especial, porque traba las posibilidades de abrir caminos de entendimiento en la crisis venezolana.

“Me preocupa lo que está pasando en el caso la política del sur de Florida con los cubanoamericanos que están adoptando el caso venezolano y afectando a su vez la posibilidad de que Estados Unidos modifique su posición”.

-¿Existe la posibilidad de que los aliados de la oposición o los adversarios de Maduro puedan ejercer alguna influencia sobre los factores opositores para abrir el juego?

-Sí. Existe la posibilidad, la cosa es que lo hagan. Lo que estamos tratando de decir es que seamos más pragmáticos, reconozcamos que nadie va a conseguir sus demandas máximas y tratemos de ver por dónde podría haber un proceso de reforma y de transición donde todo el mundo tenga cabida, o casi todo el mundo, siempre va a haber quienes se autoexcluyan.

-Por eso la participación de la que habla. Meterse en cada rendija.

-Sí. Pero la otra cosa tiene mucho más que ver con una situación interna que con una situación internacional. Creo que es esencial que haya una renovación de la política venezolana desde las bases.

-¿Liderazgo? ¿Planteamientos?

-Eso pasa necesariamente por la renovación de los liderazgos, pero yo creo que empieza en la base. Se empieza con la reconexión de los factores políticos, ¡todos! Desde el chavismo hasta los opositores más radicales y reconectar con su base. Renovar y rejuvenecer un movimiento que parece estar desvinculado a las necesidades de la gente.

-¿Los resultados en las alcaldías no es una demostración de eso? Las bases están empezando a pasarle por encima a las dirigencias nacionales, una renovación desde la base.

-Yo sé que en conversaciones con políticos de distintos niveles del lado opositor de la ecuación que desde las alcaldías y desde las gobernaciones, que están ahora en manos de la oposición, se empieza a decir: “nosotros tenemos más legitimidad que ustedes que no recibieron votos desde el 2015. Ahora nosotros sí somos producto de un proceso democrático y nuestras voces son más legítimas incluso que los suyas.

-Volvemos al ámbito internacional. Le preguntamos, en primer lugar, por un nuevo grupo liderado por Estados Unidos, otro conjunto de países en la Unión Europea, Grupo de Contacto, Grupo de Alto Nivel. ¿Qué tanto puede incidir para tratar de acercar posiciones entre gobiernos y oposiciones?

-Por un lado hace un par de días hubo una reunión de Estados Unidos, Canadá, Europa, países latinoamericanos sobre esto y produjeron una declaración que, si bien no rompe totalmente con esta situación de estancamiento, incluyen cosas interesantes: Reconocen que puede no haber elecciones presidenciales hasta el 2024, así que es interesante. Vuelven a omitir la frase “gobierno interino”, que creo que también es importante en este contexto. Yo tengo ciertas esperanzas de lo que está pasando en la región. Creo que la situación en la región políticamente está cambiando para bien. El Grupo de Lima, que había adoptado una postura bastante radical, con vocerías como la de Colombia, que siempre ha mantenido con el Gobierno de Duque con una posición de mucha confrontación, esa situación regional, ese panorama regional se está modificando. Tenemos la llegada de Boric en Chile.

-Eso puede a una resolución del conflicto venezolano? ¿La salida de Maduro en términos democráticos?

-Potencialmente.

-¿Usted no ve la salida de Maduro del poder nunca?

Gunson se ríe. Y luego suelta esta respuesta: “No sabemos ni siquiera si va a ser candidato en el 2024, pareciera, pero tenemos absoluta certeza y siempre se pueden dar sorpresas. Pero volviendo a la región yo creo que el gran problema en este momento, a pesar de estos brotes de pragmatismo diría que se están empezando a dar. Es que no hay un espacio en la región que sirva para reunir esas cosas. La OEA no sirve porque se alineó con las voces más radicales de la oposición. ¿La Celac? Quizás menos. Nos es un foro donde realmente puede haber un movimiento interesante de concertación de los intereses de los países de la región. Pero no sólo en el caso de Venezuela. Hay muchas cosas que están sucediendo en la región y hace falta de ese espacio.

-¿Hay que crearlo?

-Hay que crearlo… ¿pero como hacerlo? Se intentó con el Grupo de Lima y no fue fructífero ese intento. Habría que ver si hay interés. Por ejemplo, si vuelve Lula al poder en Brasil. Quizás con una postura un poquito más distante del gobierno de Maduro, que la que tuvo con Chávez.

-Usted no ve la salida de Maduro.

-Por el momento está ahí. Hay hay que reconocer la situación actual. De nada sirve seguir presentando la situación como si Maduro fuera, como decía Estados Unidos en tiempos de Trump, el antiguo régimen venezolano. (Ríe) Eso nunca fue cierto y de alguna manera ha habido una consolidación.

-Entonces el único espacio que existe es el de México. Está allí, en el aire.

-Ahí esta la importancia de volver México, pero ahí también hay problemas. De nada serviría volver a sentarse en la mesa si no hay propuestas concretas para avanzar. Si antes no hay de alguna manera un acercamiento entre los dos lados, que como decían antes esos contactos se siguen dando. Hay conversaciones entre oposición y gobierno, pero para volver a México yo siento que es necesario que los dos lados tengan una ruta potencial trazada, no necesariamente acuerdos concretos pero alguna idea de por dónde se va a ir. Eso en este momento no o veo.

-¿Ve el escenario una guerra Colombia-Venezuela por la alineación de Colombia con la OTAN y la de Venezuela con Rusia por el conflicto en Ucrania?

-No. En realidad la situación de la frontera es muy volátil por la presencia de muchos actores. Hay mucha confusión entre actores armados, pero los dos gobiernos, a pesar de la belicosidad de la retórica, no creo que les interese un conflicto abierto.

21 de febrero 2022

Contrapunto

https://contrapunto.com/nacional/politica/phil-gunson-maduro-esta-en-un-...

 13 min


Eddie A. Ramírez S.

En el partido que usurpa el gobierno no hay dirigentes, sino perritos falderos de un mandón. Con sumisión aceptan que “jefe es jefe, aunque tenga cochochos”. Obedecen mientras puedan enriquecerse o recibir dádivas. En el caso de la oposición democrática sucede el otro extremo. Hay muchos que quieren dirigir, pero pocos están dispuestos a ser dirigidos; esta situación propicia que esté de moda hablar y discutir sobre la necesidad de legitimar a nuestra dirigencia. Suena atractivo y conveniente. Como casi siempre, el qué está claro. Las interrogantes son el cómo se hará el proceso, si esa legitimación sacará a relucir nuevas caras, si los actuales aceptarán medirse y, sobre todo, si eso es lo que esperan los ciudadanos de a pie.

Dejemos de lado el cómo, problema operativo que por alguna vía se podrá resolver; quizá el punto más complejo es identificar quiénes serían los electores dentro de cada partido. ¿Se presentarán algunos candidatos nuevos? En caso positivo, ¿podrán imponerse a la mayor o menor maquinaria de los dirigentes tradicionales? La historia de nuestros partidos políticos del siglo XX y lo que va del XXI es que la confrontación de liderazgos no se produce dentro de cada partido, sino que los disidentes montan tienda aparte, a pesar de que las diferencias son solo personales y no ideológicos. Así, se separaron de Acción Democrática, Ramos Giménez para formar el partido PRIN; Prieto constituyó el MEP; Rosales, Un Nuevo Tiempo y Ledezma, Alianza Bravo Pueblo. El MIR fue el único caso de diferencias ideológicas.

Caldera abandonó su partido Copei cuando perdió liderazgo, fundando Convergencia. Primero Justicia fue la reacción contra los partidos tradicionales, pero al poco tiempo Leopoldo se separó y creó Voluntad Popular. De Un Nuevo Tiempo se separó Delsa Solórzano para fundar Encuentro Ciudadano. El MAS se desintegró por jugar al oportunismo. URD murió de inanición. Vanguardia Popular se dividió. Causa R persiste en el estado Bolívar y Proyecto Venezuela, en Carabobo. Como las diferencias no son ideológicas, algunos dirigentes pasan por varios partidos. Por si fuera poco, el régimen compró a seudodirigentes de AD, Copei, Primero Justicia y Voluntad Popular. Además, abundan los partidos de maletín, como el de Fermín y otros, para venderse al mejor postor.

La democracia se está debilitando en muchos países y falló en el nuestro porque no formamos buenos ciudadanos y porque no aceptamos nuestros errores. La dirigencia debe reconocer que la causa no fue el discurso de Caldera el 4F, el sobreseimiento de Chávez, las advertencias de Uslar y del grupo de Notables, la injusta defenestración de Carlos Andrés, ni la campaña de varios medios de comunicación. Los vientos de fronda se formaron mucho antes. Es tiempo de rectificar.

Lo anterior explica en parte la decepción del electorado con los dirigentes. Desde luego que hay unos más aceptados que otros, pero el porcentaje que tienen es bajo. El presidente Guaidó es quien tiene mayor aprobación, porque sigue siendo una esperanza por el apoyo internacional. Lo desgastó el ataque de los mismos opositores, al reclamarle que no cumplió la promesa de poner fin a la usurpación, lo cual no está en sus manos, ni en la de ninguno. Solo una unidad bien entendida, con objetivos y metas definidas, puede crear condiciones favorables para sacar a Maduro.

No podemos decir que es malo intentar esa legitimación de la dirigencia de los partidos, pero el resultado será más de lo mismo. La gente está consciente de que la generación espontánea no existe, por lo que clama por una Mesa de Unidad como la que se constituyó con Ramón Guillermo Aveledo como coordinador. En algún momento habrá elección presidencial. Ojalá anticipada. Sin embargo, nos guste o no, salvo algún imponderable deseado, lo único seguro es que habrá una en el 2024. ¿Nos preparamos para cualquiera de los dos casos o dejamos correr el tiempo, para decidir a última hora? ¿Seguirán algunos con la prédica sin base de que cuando hemos ganado es porque el régimen nos regaló el resultado o que no se debe ir a la elección porque el actual inquilino de Miraflores no es presidente?

Ir a una elección con un solo candidato no es garantía de triunfo. Es necesario ofrecer al electorado una plataforma unitaria que dure varios períodos presidenciales. Además, una organización bien engrasada que garantice testigos en todas las Mesas electorales y que nuestros testigos dispongan de todas las actas. Lo ideal sería presentar un candidato independiente que no esté quemado, por lo que los actuales dirigentes deberían posponer sus legítimas ambiciones. Este candidato independiente, ojalá sin paso por la administración pública, haría más difícil la inhabilitación por parte del régimen ¿Complicado? Sí, pero es lo apropiado.

¿Que el 2024 está muy lejos y que la crisis amerita una solución a muy corto plazo? Cierto, ojalá se presentara una situación que obligue a Maduro a renunciar o aceptar una elección adelantada. También es posible que la Corte Penal Internacional acelere sus procesos, así como que la Fuerza Armada decida exigir el respeto a la Constitución. Mientras tanto utilicemos lo único que está a nuestra disposición, que es crear plataforma unitaria y votar masivamente, aun a sabiendas que el régimen intentará arrebatar.

Como (había) en botica:

El aislamiento social como castigo a los corruptos y violadores de los derechos humanos es una herramienta poderosa que tenemos los ciudadanos. Adolfo Salgueiro y Román Duque Corredor han dado un buen ejemplo al renunciar al Consejo Académico del Politics Center Academy de la Florida Global University, de la que es parte la Universidad Bicentenaria de Aragua, por el vergonzoso doctorado honoris causa otorgado a Freddy Bernal. Sus autoridades Basilio Sánchez Aranguren, Manuel Piñate, Gustavo Sánchez y Edilia Papa. Los cinco deben tener doctorado en “Indignis Causa”.

Chelique Sarabia, gran compositor y demócrata. Américo Martín, político intelectualmente honesto que luchó por una mejor Venezuela. Nuestro pésame a Nancy Hernández.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

22/02/22

 4 min


María Soledad Tapia

Editorial

Venezuela ha sufrido un cambio masivo de estatus. Considerada una nación próspera con las reservas comprobadas de combustibles fósiles más grandes del mundo, y clasificada como un país de ingresos medios-altos, ha ocurrido que la disminución de la producción de petróleo, de la disponibilidad de combustible y erradas decisiones macroeconómicas han afectado e irrumpido en todos los sectores de la economía. Una gran proporción de la población tenía fácil acceso a alimentos, a los servicios de salud, agua potable, saneamiento, gas doméstico, electricidad, combustible y transporte, pero la disminución de la producción de alimentos, de los ingresos reales y el deterioro las condiciones de vida han generado desnutrición, inseguridad alimentaria, y complejas estrategias de supervivencia. Todo ello ha dado lugar a un espacio humanitario.

En 2019, este espacio se amplió mediante la instalación de la arquitectura de coordinación humanitaria internacional de la ONU. Bajo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), se establecieron un equipo de país y ocho grupos temáticos o clusters: seguridad alimentaria/medios de vida; agua/saneamiento/higiene; educación; nutrición; salud; protección; vivienda/energía/artículos no alimentarios y logística. OCHA indica que la situación humanitaria no ha sido abatida luego de seis años consecutivos de contracción económica, inflación/hiperinflación, tensiones políticas/sociales/institucionales, la pandemia de COVID-19 y sanciones internacionales.

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las personas continúan saliendo del país para escapar de la violencia, la inseguridad y las amenazas, así como de la falta de alimentos, medicamentos y servicios esenciales, y se ha convertido en una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo, con más de 5.9 millones buscando mejores condiciones en otros lugares.

La prevalencia de la desnutrición (PoU, por sus siglas en inglés) se ha multiplicado casi por cuatro: del 6.4 % en 2012-2014 al 21.2 % en 2016-2018 (Figura 1). Durante el mismo período de recesión, la inflación reportada alcanzó alrededor de 10 millones por ciento y el crecimiento del PIB real empeoró, pasando de un 3.9 por ciento negativo en 2014 a un 25 por ciento negativo estimado en 2018 (FAO, FIDA, UNICEF, PMA y OMS, 2019). La Figura 1 muestra un aumento sostenido de PoU desde 2009. Esto parecería refutar, o al menos no corroborar, las afirmaciones oficiales que atribuyen el PoU a las sanciones vigentes desde 2017.

Figura 1: Prevalencia de desnutrición. República Bolivariana de Venezuela (2009-2018 en trienios). Adaptado de FAO, FIDA, UNICEF, PMA y OMS (2019). Las estimaciones de 2018 en los promedios de tres años de 2016-2018 son valores proyectados.

En 2019, el Programa Mundial de Alimentos estimó que el 7.9 % de la población (2.3 millones) padecía inseguridad alimentaria grave y el 24.4 % (7 millones), inseguridad alimentaria moderada. Uno de cada tres venezolanos (32.3%) tenía inseguridad alimentaria y necesitaba asistencia.

Analizar la seguridad alimentaria y nutricional (SAN) en Venezuela es una tarea ardua debido a la falta de información oficial. Por lo tanto, la comunidad científica y académica, las ONG y los consultores se han comprometido a recopilar información sobre la SAN. Este es el caso de este Tópico de Investigación.

Se publican diez artículos en el siguiente orden:

El artículo de Rodríguez García sobre Food Security in Venezuela: From Policies to Facts, (“Seguridad alimentaria en Venezuela: de las políticas a los hechos”) utiliza la experiencia venezolana para llamar la atención sobre el hecho de que decretar muchas leyes y reglamentos relacionados con la alimentación y la nutrición no es suficiente para garantizar el derecho a la alimentación.

Moreno-Pizani en Water Management in Agricultural Production, the Economy, and Venezuelan Society “Gestión del agua en la producción agropecuaria, la economía y la sociedad venezolana”) analiza el mal manejo del agua como recurso fundamental para la producción, la economía y la sociedad. A pesar de los abundantes recursos hídricos, graves problemas afectan el sistema venezolano de producción de alimentos (infraestructura de riego, baja disponibilidad de agua en los procesos productivos y disminución de la generación de energía eléctrica)

Hernández et al., en Dismantling of Institutionalization and State Policies as Guarantors of Food Security in Venezuela: Food Safety Implications, (“Desmantelamiento de la institucionalización y políticas estatales como garantes de la seguridad alimentaria en Venezuela: Implicaciones en la inocuidad alimentaria”), utilizan el caso venezolano para ilustrar cómo se puede socavar la infraestructura de seguridad e inocuidad alimentaria de un país laboriosamente establecida a lo largo de un siglo y desmantelado en un número desproporcionadamente corto de años.

Assessment of Malnutrition and Intestinal Parasites in the Context of Crisis-Hit Venezuela: A Policy Case Study (“Evaluación de la malnutrición y parásitos intestinales en el contexto de una Venezuela golpeada por la crisis: Un estudio de caso de política”) por Mejías-Carpio et al., utiliza un enfoque racional de las recomendaciones internacionales para países en crisis, aplicándolas al alarmante resurgimiento de parásitos intestinales relacionados con la pobreza y la anemia que están agravando la salud y el estado nutricional de la niñez venezolana.

Herrera-Cuenca et al., en Challenges in Food Security, Nutritional, and Social Public Policies for Venezuela: Rethinking the Future, (“Desafíos en las políticas públicas de seguridad alimentaria, nutricional y social para Venezuela: Repensando el futuro”), intentan conceptualizar un modelo de política pública que analice los indicadores sociales, nutricionales y de seguridad alimentaria actuales.

Raffalli y Villalobos en Recent Patterns of Stunting and Wasting in Venezuelan Children: Programming Implications for a Protracted Crisis “Patrones recientes de retraso del crecimiento y emaciación en niños venezolanos: Implicaciones programáticas para una crisis prolongada”), muestran cómo la crisis humanitaria prolongada ha impactado significativamente el crecimiento infantil, con base en la evaluación de los patrones de emaciación y retraso en el crecimiento y su concurrencia entre grupos vulnerables de niños a través de registros antropométricos captados por Cáritas Venezuela.

En Ethics and Democracy in Access to Food. The Venezuelan Case, (“Etica y democracia en el acceso a la alimentación. El caso venezolano”), Marrero-Castro e Iciarte-García discuten la dimensión ética del derecho a la alimentación bajo las premisas del premio Nobel Amartya Sen que equiparan democracias funcionales y seguridad alimentaria, demostrando la relación hasta el caso venezolano.

Hernández y Camardiel en Association Between Socioeconomic Status, Food Security, and Dietary Diversity Among Sociology Students at the Central University of Venezuela, (“Asociación entre estatus socioeconómico, seguridad alimentaria y diversidad dietética entre estudiantes de Sociología de la Universidad Central de Venezuela”), encontraron que los estudiantes de Sociología que tienen inseguridad alimentaria tienen cuatro veces más probabilidades de tener una dieta pobre, variada/monótona.

Pico y Bernal abordan la crisis migratoria en Food and Nutrition Insecurity in Venezuelan Migrant Families in Bogotá, Colombia, (“Inseguridad alimentaria y nutricional en familias de migrantes venezolanos en Bogotá, Colombia”), analizando los cambios en el acceso, disponibilidad y consumo de alimentos en migrantes venezolanos que llegan a Colombia como primer destino.

Finalmente, Marys y Rosales en Plant Disease Diagnostic Capabilities in Venezuela: Implications for Food Security, (“Capacidades de diagnóstico de enfermedades de las plantas en Venezuela: Implicaciones para la seguridad alimentaria”), discuten cómo los crecientes problemas en el diagnóstico, monitoreo y manejo de enfermedades de las plantas en el país afectan la seguridad alimentaria nacional (p.ej. huanglongbing que devasta nuestra industria de cítricos).

Este Tópico de Investigación representa una oportunidad extraordinaria para exponer la situación de Venezuela, considerada única en un país fuera de guerra. Utiliza análisis basados ​​en la ciencia para explorar cómo los sistemas alimentarios pueden verse afectados por múltiples factores y ayudar a establecer un marco para abordar los problemas que enfrenta Venezuela actualmente, pero que, además, otros países pueden enfrentar en el futuro. Expresamos nuestro enorme agradecimiento a Frontiers, por su apoyo.

Maria S. Tapia, Gioconda San-Blas, Carlos Machado-Allison, Andrés Carmona y Maritza Landaeta-Jiménez

https://miradorsalud.com/seguridad-e-inocuidad-alimentaria-en-venezuela-...

Este editorial y los artículos mencionados en el mismo pueden ser consultados (en inglés) en: https://www.frontiersin.org/research-topics/12017/food-security-and-food...

 6 min


Maxim Ross

Es mucho lo que se ha escrito sobre el tema de cómo superar la pobreza, aunque parezca que todavía la humanidad no consigue la fórmula para abatirla en los planos nacional e internacional. Desde el punto de vista de las mediciones existen versiones encontradas acerca de si se ha avanzado lo suficiente como para decir que el objetivo se ha logrado. El Banco Mundial ha sido abanderado en esta lucha[1] y en la defensa de que mucho terreno se ha caminado, pero aún se escriben artículos y opiniones que dicen lo contrario [2] La pandemia agravó el problema porque, obviamente, las poblaciones y países más vulnerables sufrieron con mayor rigor su paso por sus vidas. Al momento de escribir esta breve nota puede decirse que estamos en la mitad del trayecto y que el COVID diluyó bastante los avances obtenidos. Intento recapitular a ver si, ayuda.

La experiencia: ¿Qué nos dice?

Diría, en principio que el asunto tiene dos caras. Por un lado, la visión micro, esto es la de los individuos que están en dicha situación, dentro de la cual están dos versiones, la de quienes no se perciben como pobres (hay mucha literatura sobre ella), no se definen como tales y no requieren medidas ni políticas que les alivie y, la otra, de quienes si se adhieren al concepto y exigen un tratamiento del tema, pero en ambos casos subsiste la idea de que se trata más de intentos de superación personal que no demandan acciones de mayor orden. De otro lado está la visión macroeconómica y social, en la que privan las conocidas mediciones de nivel de ingreso y de necesidades básicas insatisfechas, en las que los grandes números muestran avances y retrocesos. La experiencia nos dice que, si se desean obtener resultados importantes y cambios de signo relevantes ambos tratamientos son necesarios.

El crecimiento económico reduce la pobreza.

Una primera constatación nos las ofrecen las mediciones, en especial las del Banco Mundial, institución que un momento dado afirmaba que estábamos frente a un mundo de “clase media”. Quiere decir que había verificado que los niveles de pobreza habían disminuido radicalmente en la década de los noventa y los 2000, con especial énfasis en cómo se había reducido de manera dramática en los países emblemáticos que fueron China y la India, cuyo peso en el índice era muy significativo y donde un crecimiento económico acelerado parecía empujar el índice hacia arriba. Es la era de la globalización y de la creación de una inmensa capacidad productiva en esos países lo que explica el fenómeno, pero luego se produce la crisis de los años 2008/09 revirtiendo los éxitos logrados, lo que pareciera decir que algo tienen que ver altos niveles de producción con menos pobreza, con el hecho de una transformación hacia el capitalismo de aquellos países, cuestión que se ha extendido a mas regiones del mundo, por ejemplo Vietnam, Laos y algunos países africanos que se han ido por ese modelo. Argumento que la ecuación crecimiento económico, creación de capacidades productivas y senda capitalista algo tienen que ver con la solución del problema, pero sabemos que eso no basta: requerimos de un enfoque más micro, más cercano al individuo.

¡El Individuo cuenta!: El aporte de Amartya Sen.[3]

Probablemente uno de los más acabados enfoques del tema, este del economista Sen lo considero digno de atención e interés, no solo porque ofrece una perspectiva ambivalente del problema, pues acepta que se requieren políticas macroeconómica para enfrentar la pobreza, pero a ello añade una visión que, si bien se concentra en la persona, en los individuos, los relaciona de tal manera que, ellos en libertad, tienen la potestad de escoger opciones de desarrollo y superación de sus precarios estadios económicos y sociales. El expediente que utiliza, a mi juicio sobresaliente, vincula el tema de hacerlo en libertad, esto es no depender de actuaciones gubernamentales coercitivas o restrictivas, con el tema de la asociatividad. Dice: es cierto, los individuos solos no pueden e invoca el innovador concepto de la Agencia. El individuo de “paciente”, debe pasar a ser “agente” de su propio destino. La combinación que sugiere, entre buenas políticas macroeconómica, el enfoque en el individuo, la asociatividad dio frutos relevantes en los casos que estudio, en especial en la India.

Parece, pues, que hay ideas y enfoques que pueden hacer más ricos a los pobres y podemos concluir, a manera de invitación y proposición, en que estas notas inspiren a las nuevas generaciones políticas venezolanas, aquellos que, quizás, algún día nos regresen a la normalidad de un país próspero y democrático.

[1] En los últimos años esta institución ha estado, prácticamente, focalizada en esa lucha.

[2] Poor Economics: A Radical Rethinking of the Way to Fight Global Poverty. Banerjee, A & Duflo, E MIT. Public Affairs, 2011

[3] Desarrollo y Libertad. Sen, A. Editorial Planeta, 2000

 3 min


Américo Martín

Te llaman por teléfono

– ¿De parte de quién?

– No se identificó.

Estoy en mi casa, en la quinta Mares. Maquinalmente tomo el auricular y una voz seca, cortante, me pregunta:

¿Usted conoce a Eduardo Angarita?

Agarraron a Frank, pensé. ¿Cómo debo contestar? Opto por demostrar indiferencia y me las doy de chistoso. Lo que me sale, lo sé bien, de cómico no tiene nada pero por ahí me voy

¿Angarita? ¡Claro que la conozco! La tomo y me gusta.

Deliberadamente he trastocado el nombre de Angarita por el de Kantarita, el yogurt de moda con el nombre de “leche acidófila”. El tipo me cuelga con brusquedad.

La Seguridad Nacional tiene el número de mi casa. Seguramente los espías lo tomaron de la libreta telefónica de mi amigo preso. Frank, obviamente no ha dicho nada comprometedor sobre mí, de otro modo no me llamarían, me capturarían por sorpresa.

Entre la clandestinidad y la prisión

Hay por lo menos dos asuntos de estos trajines de la política que nos enloquecen un poco sin darnos cuenta: la clandestinidad y la prisión. La primera la viví con acento muy especial desde 1953 hasta 1958; el trastorno mental de la segunda lo descubriré en la década de los años 1960, cuando me convierta en preso estable de una democracia.

La clandestinidad despierta fantasmas dormidos. Estamos en el asueto de diciembre. El incidente de Eduardo Angarita me lleva a una absurda conclusión: al comenzar las clases en enero me esperará la consabida comisión de la Seguridad Nacional en la puerta del liceo. Únicamente le transmito mis inquietudes a mi amigo Omar Zamora, quien sin necesidad de clandestinidad o cárcel es más loco que yo. Le parece totalmente válida mi conjetura.

Decido empezar a prepararme para las preguntas del interrogatorio policial y me dispongo a afrontar la tortura, que doy por descontada. Ni siquiera he pensado en enconcharme. A mis 15 años no se me ocurre cómo funciona eso aunque teóricamente lo recomiende a mis compañeros.

Llega enero, voy a clase, no pasa nada ese ni ningún otro día. No sé si aprendí la lección. No pude comprobarlo porque lógicamente nunca se me presentó una situación imposible como la inventada esa vez por mi febril imaginación.

Entre el desastre de la Constituyente de 1952 y fines de 1957 la dictadura sienta sus reales en Venezuela. Reducida por los golpes materiales, la resistencia se repliega y va cayendo en la pasividad y la resignación. Es un mar de tranquilidad inalterable. Viejos adecos y comunistas deambulan como sombras rumiando pérdidas. Basculando de la preocupación a la esperanza, mi tío Luis Estaba, adeco ya sin oficio partidista, ha descubierto no sé cómo mi condición de militante clandestino. Soy el hijo de su hermana y le angustia el peligro al que me expongo con tan ingenua tranquilidad. Pero le entusiasma saber que la llama de la resistencia no se ha extinguido ni se reduce a viejos militantes errantes. Ahí hay unos jóvenes ejerciendo o intentando hacerlo el papel de relevos. Lo veo salir de su casa de El Conde, en el este 12 y él me ve en dirección al puente de San Agustín, rumbo al cine Alameda.

– Ven acá que quiero preguntarte algo

– Hola tío, ¿qué hay?

– ¿Ustedes se reúnen? me arroja como si fuera una piedra. ¿La juventud del partido se está reuniendo?

Necesita recibir noticias optimistas para elevar el ánimo. No pudo encontrar nadie mejor que optimistas irredentos como uno.

Claro, por supuesto. Nos reunimos regularmente y en total secreto. Nos estamos reconstruyendo. Todavía no es el momento de pasar a la ofensiva, le advierto ensayando el lenguaje de las estrategias y las tácticas, ya aprendido en mi actividad de novato.

Esa es la tónica dominante en la pax romana impuesta por la dictadura. Pero como no todo puede quedar en aguas submarinas constituimos grupos culturales cuyas actividades sean toleradas, con el fin de movernos en el plano legal así sea en forma indirecta

En 1953 conozco por primera vez una cárcel por dentro. Salimos del liceo y caminamos amigablemente hacia el parque Carabobo los comunistas Vincencio González, Jesús David Garmendia y Luis Álvarez Domínguez, y los adecos Romulito y yo. Al llegar al parque nos rodean varios espías. Somos trasladados a la Seguridad Nacional, cuya sede estaba todavía en El Paraíso. Observo una virgen en la sala de entrada, pero no es La Coromoto. Nos sientan sin presionarnos demasiado. Un señor llama:

Romulito, pasa para acá

– Mi nombre no es Romulito. Me llamo Rómulo Henríquez Navarrete.

– Ven acá

Suponemos que nos irán llamando. Luis portaba en sus bolsillos propaganda de su partido. Como pudo, se desprendió de ella y la introdujo bajo el asiento del carro donde habíamos sido trasladados a la Seguridad Nacional. Esperamos quizá dos o tres horas. Han seguido hablando con Romulito. Se nos acerca un agente de pelo cano llamado Luis Torres, y uno a uno nos va preguntando:

– ¿Cuántos años tienes?

– Dieciséis, dicen mis compañeros, quince, remato yo

El canoso nos mira con conmiseración

¡Qué bolas las de ustedes! ¡En lugar de ponerse a estudiar….!

Inesperadamente aparece Romulito. Alguien lo había mencionado o su nombre aparecería en una agenda inapropiada, lo cierto es que no lo acusaron de nada. Fue una simple exploración sin consecuencias. Ninguno ha sido registrado en el archivo policial y puedo regresar a mi casa sin que mis padres llegaran a sospechar lo que me había ocurrido.

Pienso en la buena suerte de Luis Álvarez. Cuando den con los papeles que escondió en el carro de la Seguridad no podrán relacionarlos con nosotros precisamente porque no tuvieron la previsión de levantarnos las fichas de rutina y de dejar constancia del incidente. La burocracia, siempre tan oportuna, preferiría botar los papeles al cesto para no trabajar de más.

Este es el último artículo de Américo Martín. Extrañaremos su pluma, siempre consecuente con esta, su casa editora. Paz a su alma.

Américo Martín era abogado y escritor.

 4 min


David Bittan Obadia

Señor AMLO, su majestad el rey Felipe VI, Rey al que admiro, respeto y conozco, no puede dar respuestas a planteamientos impertinentes; quizás usted no entienda, como se bate el cobre en países civilizados, y obviamente mucho menos en la casa Real Española.

Usted lleva un tiempo teniéndole muchas ganas a España, claro con su vecino no se mete por razones obvias, mas bien le coquetea y en exceso.

Señor presidente, no lo tildo de ignorante, pero su abierto desconocimiento sobre la conquista y el Imperio Español, simplemente lo limita mucho y le anima a emitir declaraciones lamentables en su show matutino. Por cierto sus resultados de gestión son desastrosos; y como refiere la prensa de su país: “hay una desgraciada realidad y un intento permanente de esconderla“.

Estoy convencido que la manipulación mediática le ha dado resultados en un grupo importante de personas, ese mismo, a los que no vale la pena sacar de la miseria pues ya no le votarían.

Señor AMLO, el imperio español controló y mantuvo en armonía por casi 400 años a más de 20 millones de km2, que integró en una unidad política, a pesar de los pueblos heterogéneos; usted en su pequeño ecosistema no ha logrado la tranquilidad tan anhelada, y son al día de hoy los grandes campeones de la violencia el narcotráfico y la corrupción.
La historia de España, con sombras y luces ha cambiado el mundo para bien, “el imperio español, existió, y no hay vergüenza posible”.
Los españoles con la primera globalización, llevaron a su país la civilización judeo-española y el idioma fue un verdadero milagro para la cultura humana, logrando también la maravilla del mestizaje. España igualmente exportó su sistema judicial y las universidades. Donde estuvieron los españoles, todavía hay descendientes indígenas, sin embargo cuéntele a su gente la historia del pueblo Inde o Aapaches, ¿usted sabe que fueron los mexicanos y norteamericanos los que los exterminaron?
¿Sabía usted que, indios mestizos o españoles eran considerados como súbditos de Felipe IV, sin importar su lugar de nacimiento?; sus antepasados señor presidente formaron parte de ese imperio, no reniegue de ello, los españoles no le reprochan que algún familiar de su línea directa tomara la iniciativa de seducir a los compañeros de Colón, por ejemplo y de pronto el daño se causó a la inversa.
Usted intenta contar la historia a su manera, pero si los españoles no hubiesen conquistado, quizás su familia estaría todavía en el tema de caza, pesca y recolección y creyendo en brujos y chamanes. Solo puede construir futuro quien conoce la historia.
Ser humorista es un tema serio, México tiene notables profesionales que el mundo admira, pero dar risa es otro tema, lástima por el noble gentilicio de ese país.
Como dicen los humoristas serios de España: si le hubieran hecho caso a sus consejos al empezar la pandemia “la misma habría acabado hace un año y la humanidad un ratito antes”.
Deje a España quieta, su majestad no puede contestarle, por razones obvias, pero yo me encargaré de que le lleguen estas líneas y desde aquí imagino su sonrisa; yo si grito a los cuatro vientos: ¡Viva España y Viva el Rey!

davidbittanobadia@gmail.com

Twitter: @davidbittano

 2 min