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Opinión

Cuando intempestivamente anunció la retirada de las tropas norteamericanas instaladas en el norte de Siria (6.10.2019) no pocos imaginaron que el anuncio correspondía con eso que los periodistas llaman, excentricidades de Trump. No obstante, los pocos que siguen con atención la política internacional de los EE UU han aprendido que el presidente no es tan disparatado como a el mismo le gusta aparecer. De una manera u otra -lo hemos consignado en otros artículos- hay una línea Trump, una que se diferencia radicalmente de la de su predecesor Obama. En términos simples: mientras este último era intervencionista, Trump es un consumado aislacionista. Visto así el problema, no habría ninguna novedad en el frente.

Intervencionismo y aislacionismo han sido las dos líneas que han marcado la historia de los EE UU desde mediados del siglo XlX hasta nuestros días. Trump no es una excepción a la regla pues se encuentra en estricta continuidad con la historia de su país en donde el intervencionismo y el aislacionismo han coexistido de modo alternado.

Trump es, si se quiere, un aislacionista radical. Tanto como lo fueron los padres de la patria: Payne, Washington, Jefferson. En la simple fórmula de este último, la política internacional de los EE UU debería basarse en “paz, comercio y amistad honesta con todas las naciones, sin forjar alianzas con ninguna”. Incluso la Doctrina Monroe (1823) considerada por muchos como abiertamente intervencionista fue con relación a las potencias europeas, aislacionista. En las palabras de James Monroe: “En las guerras entre europeos, en asuntos que solo les conciernen a ellos, nunca hemos participado, porque no corresponde a nuestra política. Solo cuando nuestros derechos se vean dañados, o seriamente amenazados, será cuando nos resentiremos de nuestras heridas y haremos los preparativos para nuestra defensa”. Trump, al retirar las tropas de Siria dijo más o menos lo mismo, solo que de un modo menos elegante. Trump al fin es Trump.

El intervencionismo norteamericano es un neto producto de las conflagraciones bélicas a cuyas dos guerras mundiales EE UU acudió “con retardo”, recién a partir del momento en que sintió su soberanía nacional amenazada, viéndose obligado a romper el cordón aislacionista. A esa tradición, enraizada en los últimos confines de la historia norteamericana, pertenece Trump. Sus declaraciones emitidas al justificar el retiro de las tropas norteamericanas de Siria parecen venir desde lo más hondo del siglo XlX. Citemos: “Turquía, Europa, Siria, Irán, Irak, Rusia y los kurdos deben resolver la situación” ….“es hora de salir de ridículas guerras sin fin” ….. “solo lucharemos en nuestro propio beneficio” …. Frases que aun siendo despectivas, se ajustan plenamente al espíritu norteamericano de ayer y de hoy. Eso significa: EE UU está dispuesto a luchar militarmente solo bajo tres condiciones: que la lucha reporte beneficios inmediatos, que sea en defensa de los intereses de la nación, y si está amenazada la supervivencia de sus más íntimos aliados internacionales.

¿Qué los kurdos fueron aliados de los EE UU en la lucha en contra del terrorismo del IS? Claro que sí, pero esa fue, a los ojos de Trump, una simple alianza táctica y por añadidura -si se tiene en cuenta que IS nunca amenazó directamente a la soberanía de USA - no muy útil. ¿Qué con la retirada de las tropas Turquía avasallará al pueblo kurdo? Eso a Trump parece no importarle demasiado.

Como muchos empresarios-políticos comparte Trump una tesis darwinista: el mundo pertenece a los fuertes. En términos geo-políticos, a los estados bien constituidos, no a grupos tribales ni a naciones sin estado ni a estados sin naciones. Para Trump los kurdos son, para emplear la expresión hegeliana, “pueblos sin historia”. En cierto modo, los “pieles rojas” del Oriente Medio. “Maravillosos guerreros” los elogió el mismo Trump, pero – eso es lo que quiso decir - no una nación en forma como Turquía y Siria. Entonces que ellas arreglen sus problemas con los kurdos, ya sea en sus territorios, ya sea entre sí. Pero ese no puede ser un problema para los EE UU.

De tal manera, cuando avisó telefónicamente a Erdogan que abandonaba Siria, el autócrata turco entendió de inmediato que Trump lo invitaba cordialmente a ocupar el norte de Siria. ¿Cómo se explica entonces que Trump hubiera reaccionado en contra de Erdogan apenas tuvo noticias de la nueva guerra? ¿Teatro? Sí: teatro. Por una parte Trump intentó calmar a la oposición en sus propias filas, sobre todo a quienes le enrostraban su falta de lealtad con el pueblo kurdo. Por otra, aliviar la presión ejercida por la opinión pública mundial. Como es su costumbre, amenazó a Erdogan con sanciones. Pero todos sabemos para qué sirven las sanciones que impone Trump. Aparte de empeorar la calidad de la vida de los habitantes de las naciones sancionadas, para nada más.

¿No previó el equipo de Trump que el tirano al-Asad no iba a permitir que sus rivales turcos se pasearan en el norte de Siria como perro por su casa? Probablemente lo previó, y tal vez su objetivo premeditado es que Siria y Turquía se enfrenten entre sí para que resuelvan “el problema kurdo”. O que dialoguen o que se maten. Ese no es problema de Trump.

¿Pero no sabe Trump que Erdogan y al-Asad son aliados de Putin y por lo mismo este, ni corto ni perezoso, iba a tratar de mediar entre ambos ampliando su radio de acción en el mundo islámico? Por supuesto que lo sabe, y tal vez es lo que quiere: que la destartalada Rusia se desgaste en guerras territoriales sin fin y que Putin cumpla de una vez por todas su absurdo sueño de restituir el imperio de los zares.

Al fin y al cabo EE UU ya no es ni desea ser un imperio territorial como intentó serlo a comienzos y mediados del siglo XX. Su área de dominación está en otras partes: en el mundo de las finanzas, en el comercio, en la digitalización de la vida, en las galaxias. Si los EE UU todavía son un imperio, lo son en un sentido extraterritorial, supraespacial e incluso, virtual. Por eso a Trump las “guerras tribales” del siglo XlX lo tienen sin cuidado. En ellas no gastará ni un solo dólar ni en ellas morirá un solo marine. Su propósito no es redimir al mundo a lo Wilson, a lo Carter, a lo Bush, a lo Obama. El suyo es aislacionismo puro y duro, en el más clásico estilo de Jefferson y Monroe. Pero ay si alguno osa amenazar a EE UU y de rebote a Israel. Al-Asad, Rahoní, Erdogan y Putin están notificados y, por cierto, no lo intentarán. Probablemente eso ya está conversado entre Trump y Putin. De este modo Putin, quien sabe jugar muy bien al ajedrez entre los cadáveres, pasará a ser objetivamente una especie de alto comisionado informal de las Naciones Unidas en el mundo islámico. Por obra y gracia de Trump. La política internacional es cínica y Trump es un maestro del cinismo internacional. Putin también. Probablemente ninguno ha leído a Maquiavelo. Pero ambos son maquiavélicos hasta en los huesos.

Por ahora el gran vencedor de las sangrientas jornadas escenificadas por Erdogan en el norte de Siria, ha sido Putin. No terminaban de firmar los kurdos y el régimen sirio un acuerdo de acción común, cuando Putin declaró, por intermedio de su enviado Alexander Larentiev: “Rusia no permitirá un enfrentamiento entre Siria y Turquía” (15.10.2019) Más claro no pudo ser: “aquí el que manda soy yo”, quiso decir. Su propósito no es por supuesto pacifista. Las suyas son declaraciones que anticipan su mega-proyecto histórico, a saber: construir una duradera alianza entre el putinismo y el islamismo. Un nuevo eje del mal, habría dicho Bush hijo. Trump no lo dice: sus ambiciones, según su partitura, se encuentran más allá del bien y del mal.

En este momento la alianza entre Siria, Irán y Rusia es hecho consumado. Atraer a Turquía sería, a no dudar, un golpe mortal para la NATO. Erdogan deberá entonces elegir. O forma parte de un nuevo conglomerado geopolítico islámico con hegemonía rusa, o se conforma con ser una punta de lanza militar de occidente en el mundo islámico. Naturalmente, Erdogan se siente muy atraído por la primera alternativa. Solo dos factores lo impiden: su dependencia económica con respecto a Europa y los destacamentos políticos pro-occidentales (socialdemócratas y liberales) que han tomado fuerza al interior de las principales ciudades turcas.

Consignemos: hay dos grandes perdedores en el conflicto desatado por Trump: antes que nada los kurdos a quienes nadie ayudará en su tragedia. Los EE UU no quieren y Europa no puede. El segundo perdedor será la propia Europa. Sus gobiernos contemplan perplejos como Putin gana terreno frente a sus puertas mientras EE UU a través de Trump ha decidido abandonar a Europa a su suerte.

Europa se verá cada vez más obligada a recurrir a sus propias fuerzas. Pero ¿las tiene? Y si las tiene ¿está decidida a usarlas?

PS. 17. 10. 2019: Como era de esperarse, Erdogan y Trump (Pence) acordaron un armisticio. Armisticio no significa paz sino suspensión temporal de la guerra. Los kurdos de las “Unidades de Protección Popular“ (YPG) tienen cinco días para retirar sus tropas de la frontera. El control de la zona de seguridad será ejercido por Turquía (algo así como un perro cuidando salchichas). Ambos mandatarios pueden darse por contentos. Probablemente a Turquía le serán levantadas restricciones económicas. Después Trump dejará librados a los kurdos a su suerte. En los futuros litigios el árbitro será Putin. Al fin y al cabo él representa a la única potencia no islámica con presencia militar en la región. Aparentemente sin jugar, Putin fue el ganador de la partida de ajedrez. El número de vidas humanas que este juego ha costado no ha sido, ni probablemente será, dado a conocer. “Ha sido un gran día” - comentó Trump en Twitter.

Octubre 19, 2019

Polis

https://polisfmires.blogspot.com/2019/10/fernando-mires-jugando-ajedrez-...(POLIS)

 7 min


​José E. Rodríguez Rojas

Las últimas décadas han constituido un escenario de debate y confrontación, donde líderes sin ideas han terminado por bloquear las iniciativas que se han planteado para reducir la dependencia de la renta petrolera. Uno de los más relevantes ha sido Hugo Chávez, quien asciende al poder con un libreto escrito por Luis Miquilena; luego del 2002 rompe con Miquilena y abraza el socialismo del siglo XXI, que obedece a una agenda para prolongarse en el poder, cuyos detalles lo elaboran los cubanos. No es una agenda para el desarrollo, por el contrario, nos embarcó en una ruta que al final condujo a la debacle económica y social que atravesamos. El chavismo al igual que su líder es un movimiento sin ideas, lleno de retórica, la cual es una mampara que ha buscado ocultar los propósitos reales de sus líderes.

Manejar un Estado es un asunto complejo, por ello los líderes políticos que aspiran a dirigir el mismo deben tener una formación básica que les permita formular planes económicos para enfrentar los retos que plantea la globalización a los Estados modernos. Así lo entendieron los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México y enviaron a sus jóvenes presidenciables a formarse en las mejores universidades de los Estados Unidos en gerencia y economía. Un miembro de esta generación fue Carlos Salinas de Gortari quien llegó a presidente de México a inicios de la década de 1990. En su administración se discutió y aprobó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), mediante el cual México estrechó sus nexos con la economía de los Estados Unidos e impulsó al país petrolero a disminuir su dependencia de la producción de crudo y tomar la ruta al desarrollo que la convertiría en la onceava economía mundial (Rodríguez Rojas, José. E.2019. La exitosa ruta de México hacia un país no dependiente del petróleo. Digalo Ahi, n° 7, julio 23).

Una de las limitantes de nuestro país es que una parte de la elite política venezolana ha estado constituida por políticos lampiños de ideas, que han bloqueado las iniciativas que se han tratado de implementar para disminuir la dependencia de la renta petrolera. Ese fue el caso de los comisarios políticos de AD en la llamada “cuarta república” quienes torpedearon la propuesta de reformas económicas planteada por Carlos Andrés Pérez en su segundo gobierno. La propuesta del equipo de CAP incluía un conjunto de reformas dirigidas a incrementar la competitividad de la economía venezolana e impulsar las exportaciones no petroleras. Pero incluía también reformas orientada a fortalecer la democracia venezolana y disminuir la dependencia del poder ejecutivo central. Entre ellas figuró la elección directa de alcaldes y gobernadores. Como lo plantea la periodista Mirtha Rivero en su libro la Rebelión de los Náufragos, esta propuesta arruinó el negocio de los secretarios generales de AD, que en el viejo sistema tenían aseguradas las gobernaciones en cada región y con ello el acceso a los recursos públicos provenientes de la renta petrolera. De allí su reacción negativa a las reformas planteadas por CAP en su segundo gobierno.

Otro miembro de esta especie fue Hugo Chávez, el fundador del movimiento que lleva su nombre. Chávez andaba como un alma errante, después de salir de prisión, deambulando de pueblo en pueblo, denunciando a la democracia venezolana como corrupta y pregonando la abstención, a la espera de que dicho discurso alentara otro golpe de estado.. De este peregrinaje lo sacó Luis Miquilena quien lo convenció de participar en las elecciones y elaboró la agenda del movimiento que ambos lideraron. El proyecto de Miquilena hacía énfasis en consolidar la democracia venezolana y los elementos que le son característicos, como la separación de poderes, el fortalecimiento de las instituciones que garantizan el ejercicio de los derechos civiles, como la libertad de expresión; así como el control de la corrupción un tema que obsesionaba al veterano político izquierdista. El tema de la pobreza y las desigualdades no aparecía como un tema prioritario. Un planteamiento que cualquier persona sensata suscribiría.

Con esta agenda. Miquilena y Chávez convencen a buena parte de la élite del país de acompañarlos en su aventura. Una vez que ganaron las elecciones, Chávez y Miquilena lo que hicieron fue prolongar la Agenda Venezuela colocando en el ministerio de economía a un competente economista Felipe Pérez Martí, quien se encargaría de los detalles del programa económico. Pérez Martí continuó la agenda antiinflacionaria de Teodoro Petkoff conocida como la Agenda Venezuela que retomaba en términos gruesos las reformas económicas impulsadas por CAP previamente. El Banco Central continuó controlando la masa de dinero y el dólar siguió desplazándose en una banda como lo había hecho previamente. La inflacion continuó sus ruta descendente y la capacidad adquisitiva de los trabajadores y la clase media mejoró. La pobreza no aparecía como un tema prioritario.

A partir de la crisis del 2002 Chávez da un giro de 180 grados y abraza el socialismo del siglo XXI, asumiendo una agenda inspirada en la Cuba de los Castros. La relación con Miquilena se rompe cuando éste le advierte de la corrupción en su familia y discrepa de la ruta socialista. Miquilena, un experimentado revolucionario de izquierda, trata de convencerlo de que el ideario cubano no funciona, ni siquiera en Cuba, y busca la colaboración de Fidel Castro para convencer a Chávez de su desatino. Sin embargo el anciano dictador lo que hace, según Miquilena, es utilizar el enorme ego y vanidad de Chávez, lo halaga y lo continúa manipulando para continuar parasitando las arcas públicas venezolanas.

Se conforma la alianza con los cubanos y estos escriben el libreto de la nueva ruta para permanecer en el poder sin control institucional alguno: poíitica del terror contra la disidencia, control de las instituciones, estatización de la economía y manipulación de los pobres, a través de los programas sociales. En su alianza Chávez aspira beneficiarse de la aureola de Fidel Castro en América Latina y aprender del maestro como prolongarse indefinidamente en el poder sin contrapesos institucionales, como lo afirma Enrique Krauze en su obra “El poder y el delirio”. Un proyecto contrario al de Miquilena quien lo critica abiertamente. El nuevo libreto no es una agenda hacia el desarrollo pues, los cubanos carecen del capital humano para elaborar una agenda de esta naturaleza. El nuevo ideario nos embarca en la ruta hacia la debacle económica y social que atravesamos.

El extraordinario incremento de los precios del petróleo proyecta a Chávez como un líder regional, basado en el billete y los maletines que lo contenían. En un viaje a un congreso de mi especialidad celebrado en Quito, en el año 2007, un editor de una revista académica me comentó: °si no hubiera sido por los precios del petróleo, Chávez hubiera sido un personaje intrascendente en la historia reciente de América Latina y de Venezuela”.

La agenda adoptada por Chávez, diseñada por los cubanos, no es una agenda de desarrollo, al contrario contiene dos elementos que lo impiden. Por un lado la relación conflictiva que plantea con los Estados Unidos, y por otro el permanente hostigamiento hacia la iniciativa privada. Va en línea totalmente opuesta a la orientación liberal de las agendas que se han implementado en los paises mas exitosos de América Latina. La agenda busca como propósito prioritario eternizarse en el poder a través de un mayor control de la sociedad por el Estado y una sistemática política del terror, para anular la disidencia interna. Como una mampara se desarrolla una retórica revolucionaria donde las palabras pierden su contenido, donde las ideas son sustituidas por una retórica vacía y hueca que trata de esconder el propósito real de los que se esconden tras de ella. El chavismo tiene varios retos como movimiento político, uno de ellos es sustituir esta retórica por ideas que permitan conformar una agenda de desarrollo; personalmente no creemos que pueda hacerlo pues el peso muerto de su liderazgo fundacional lo impide.

Profesor UCV

 6 min


El ciudadano venezolano ha perdido la capacidad de asombro frente ante tanta torpeza y cinismo de un desgobierno, cuya principal función protectora ha olvidado para sistemáticamente confundir, engañar y desviar el sistema político venezolano en los últimos siete años. El hiato del desgobierno Nicolás Maduro-Padrino López hace sombras alrededor de la nada, de la ideologización, anarquizando al ciudadano que le cuesta subsistir frente a la Calamidad Político Social del socialismo marxista, que todavía ha impactado a quienes de manera valiente y heroica demostramos que la geografía y la historia de Venezuela tiene que girar en torno a la democracia.

Los dos grandes actores del régimen, confundidos y confundiendo, salieron del Ambiente Político Real Violento que llamaba a la guerra para perseguir y encarcelar a venezolanos demócratas, así arribar al Ambiente Político Real Confuso en el cual la torpeza y la irresponsabilidad del régimen muestran inestabilidad, incertidumbre y desorden social cercanos a la violencia ciudadana. El régimen maximiza el empleo de los medios de comunicación, las soluciones policiales o parapoliciales para generar miedo, descontrol y angustia en una sociedad, que no encuentra sendero cierto en el espacio en el cual se desenvuelve la ciudadanía.

Nicolás Maduro y Padrino López muestran un gobierno impositivo, adireccionado, donde no hay ciencia ni política, pero hay control y mando militarista por la vía de un Estado Policial, que ampara bandas y grupos armados distantes de la ley, que tienen como objeto cercar y paralizar al ciudadano repúblico. Un ciudadano repúblico que frente a la arbitrariedad, a la persecución policial y a la invasión masiva de mensajes sin sentido, ha dicho que lo que requiere el venezolano es libertad, crecer en organizaciones políticas, defender su iglesia, las universidades, el derecho a vivir y, sobretodo, la aspiración a la reconstrucción de Venezuela como democracia.

El régimen subestima la permanente tensión en la cual viven los venezolanos, además se muestra provocador a tal extremo, que envuelven, desconectan y crecen los mitos politiqueros distantes de la ética y de la política. Confusión, miedo, dolor generalizado, calvario económico, sociedad casi paralizada, sin signo monetario, sin bandera nacional, sin estamento militar: máxima confusión… pero frente a ello ha desarrollado la ciudadanía una máxima capacidad de respuesta de la ciudadanía.

La ciudadanía crece en participación, aún dentro del ambiente perverso militarista y primitivo, donde surgen hombres y mujeres llenos de virtud, de talento y valentía republicana. Estos tres elementos extraordinarios recuerdan a la barbarie militarista-marxista, el derecho al suelo que tenemos los venezolanos, el derecho que tenemos al gentilicio de esta sociedad y permite el encadenamiento de hombres y mujeres virtuosos que por la vía de la Participación Política Contendiente podrán bloquear o reducir la perversión de un cuerpo político-militar, que no entiende la universalidad del ciudadano, que no puede comprender el derecho del venezolano demócrata y, además, la convicción que Venezuela democrática está en la vía de su reconstrucción.

Venezuela será reconstruida mediante la Participación Política Contendiente que, amparada en la desobediencia civil, como esencia del planteamiento democrático juntará Republica con ciudadanía, talento con virtud democrática para terminar valientemente haciendo de Venezuela una República y olvidándose de la comarca desgraciada que comenzó desde el golpe de Estado del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Los repúblicos somos todos los venezolanos que creemos firmemente que la ciudadanía es una nueva estirpe, ¡Sí! somos los criollos que creemos en la nación, somos el pueblo que tiene espíritu de pueblo, que cree en el hecho físico y en la perpetua transmisión que Venezuela no tiene propietarios, ni siquiera de aquellos quienes disfrazados de solados irrespetan la historia de los grandes héroes de la independencia, y de los ejemplares demócratas que derrotaron políticamente y militarmente a la guerrilla castrocomunista en los 70’s, que ahora tratan de revivir barbaros y malucos que no entienden de política.

La ciudadanía republicana está presente, crece, se ampara en el derecho civil, en los derechos del hombre y, sobre todo, en el gentilicio de una raza extraordinaria que cree en la disciplina, en la ciudadanía capacitaría y en el talento político de quienes hoy, como una gran asamblea democrática, entienden al ciudadano-pueblo en la universalidad de los ciudadanos. Todos los ciudadanos atados a la democracia de opinión, que tiene su máxima y categórica expresión en el derecho de disentir y en la capacidad de votar, distante de la violencia para reponer la ecuación democrática donde el individuo este por encima de la comunidad y el Estado.

¡Los repúblicos ciudadanos! no estamos acorralados ni siquiera por la persecuciones de vándalos, débiles mentales que repiten de manera automática las consignas que fueron a buscar unos golpistas a Cuba, que hoy es la expresión más desgraciada y dolorosa del hemisferio occidental, que muestra como trofeo una desgraciada revolución socialista, inhumana, retrograda, vergüenza del siglo XXI, donde la sociedad liquida obligará a la racionalidad democrática como lo persigue el ciudadano demócrata venezolano.

Es original,

Director CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 15 de octubre de 2019

 4 min


Maxim Ross

¿Qué?

Crear un lugar común de encuentro, reflexión y acción de la sociedad civil organizada de Venezuela. Un lugar de encuentro presencial o virtual para coordinar o articular posiciones sobre sus problemas comunes y sus necesidades generales. Sería un “ámbito de interacciones estructurado en torno a una red de asociaciones y organizaciones posibles gracias al libre acuerdo de todos los participantes, con el fin de alcanzar conjuntamente la satisfacción de determinados intereses y la resolución consensual de posibles conflictos de acción.”[2].

¿Por qué?

El desarrollo de la situación política, económica y social venezolanas, caracterizada especialmente por el extremo estatismo, el centralismo y presidencialismo y el deterioro de la economía y la vida social ha reducido considerablemente el rol y la influencia de su sociedad civil, por lo que es necesario considerar opciones de organización que rescaten su capacidad de influir e incidir en los más importantes asuntos públicos.

La existencia de un conjunto de temas comunes a las distintas organizaciones civiles, externos a sus intereses legítimos exige soluciones más allá de ellos, lo cual define un espectro de problemas y necesidades que incumben a todas. Siendo que la solución de la mayoría de esos problemas y necesidades, tanto en el campo político, como en el económico y social han sido depositadas en el Estado y, prácticamente delegadas todas a los partidos políticos, la sociedad civil debe reclamar una representación y una participación efectiva en el tratamiento de ellos.

¿Para qué?

Para identificar esos problemas y esas necesidades y ponernos de acuerdo sobre temas fundamentales que coloquen a Venezuela en una ruta política, institucional, económica y social que tenga garantías y mecanismos de sostenibilidad. Para elaborar y presentar proyectos de Acuerdos al resto del país, a los poderes públicos, a los partidos políticos y a la Comunidad internacional interesada en Venezuela.

[1] En conjunto con el Dr. Juan Garrido. Centro de Estudios de Integración Nacional. (CEINA)Universidad Monte Ávila.

[2] Sociedad civil: una concepción radical. DOMINGO GARCÍA MARZÁ. En: RECERCA, REVISTA DE PENSAMENT I ANÀLISI, NÚM. 8. 2008. ISSN: 1130-6149 - pp. 27-46

 1 min


Cayetano López

¿Es posible realizar reformas que mejoren el futuro de una sociedad cuando esta es profundamente desigual? Porque las reformas afectarán a unos sectores más que a otros y habrá perjudicados, al menos a corto plazo, normalmente los más débiles, que se resistirán con buenas razones a esas reformas. Veamos algunos ejemplos.

Uno de los motivos, quizá el más importante, de la reciente revuelta de los más desfavorecidos de Ecuador contra su Gobierno, ha sido la supresión de los subsidios a los combustibles para automoción, es decir, un aumento de su precio. Algo que evoca las manifestaciones de los chalecos amarillos en Francia, cuyo primer objetivo fue oponerse a la implantación de un impuesto sobre el diésel, con un resultado similar: su encarecimiento. En ambos casos, la justificación de las movilizaciones es que esos cambios inciden sobre todo en los sectores más pobres de la población, no porque no se apliquen a todos sino porque en una sociedad desigual unos tienen medios sobrados para afrontar los cambios, y otros no.

Pero la lucha contra el cambio climático requiere que se tomen medidas para disminuir el uso de los combustibles fósiles. Se trata de una de las más evidentes. Y todas, los impuestos verdes, las propuestas de la OCDE o la UE de tasas sobre emisiones, los obstáculos para utilizar el coche privado en las ciudades, la transición al coche eléctrico, etcétera, tendrán efectos distintos sobre distintos sectores sociales en función de los recursos económicos que posean. Puede afirmarse con un alto grado de certidumbre que los movilizados en Francia o Ecuador, o los enemigos de los parquímetros en Madrid, por ejemplo, están a favor de la lucha contra el cambio climático y, seguramente, participarían en movilizaciones para exigir a los Gobiernos medidas más contundentes en este campo.

Los recursos a disposición de las personas varían según la clase social en la que el azar nos ha colocado

Pero cualquier medida concebible tendrá consecuencias y estas afectarán más a quienes menos tienen. Cualquier persona con una cierta sensibilidad social estará de acuerdo en que eso comporta una forma de injusticia, lo que implica que deberán buscarse mecanismos de compensación que las reduzcan. Pero aun así, el hecho es que siempre habrá quienes puedan acomodarse sin problemas debido a los recursos que poseen y otros a quienes cualquier restricción les supondrá una dificultad. ¿Es que no es posible actuar, en este caso contra el cambio climático, en una sociedad desigual, es decir, en cualquier sociedad actual?

Sin duda, habrá quien no tenga escrúpulo alguno en que una parte importante de la población resulte dañada por una medida considerada imprescindible. Y habrá quien considere que la lucha contra el cambio climático se ventila con acciones sobre un grupo minoritario de ricos y poderosos, quedando el grueso de la población al margen de las reformas necesarias. La razón, sobre todo, me impide estar de acuerdo con los segundos: cualquier medida eficaz afectará necesariamente al conjunto de la población, ya sea directamente o indirectamente a través de cargas a empresas que repercutirán en los precios; no olvidemos que el fin último de estas medidas es reducir y encarecer el uso de la energía o de los productos que requieren energía para su manufactura. Pero el deseo de vivir en una sociedad más justa me impide estar de acuerdo con los primeros. Hay que tomar medidas, a veces drásticas, pero siempre sin olvidar el impacto sobre los más débiles.

Otro ejemplo del mundo de la educación apunta en el mismo sentido. Siendo rector de una universidad pública intenté promover medidas para incrementar el rigor académico de la institución. Pero cualquier medida en este sentido afectaría siempre más a los estudiantes de procedencia humilde que a los otros. Y aunque se arbitraran procedimientos de ayuda, por ejemplo becas basadas en la renta familiar, siempre aparecerá la desigualdad. Cualquier exigencia de rendimiento académico asociado a las becas puede interpretarse como discriminatorio respecto de quienes no las necesitan y pueden permitirse no cumplir dicha exigencia. Cualquier norma de permanencia en la Universidad introduciría de nuevo la discriminación. Los más pudientes tendrían medios suplementarios a su disposición para alcanzar el rendimiento exigido, profesores, academias, libros o un ambiente familiar propicio, y en último caso la opción de elegir una universidad privada. Y todo eso es verdad y es imposible de paliar por completo porque vivimos en una sociedad desigual en la que los recursos a disposición de las personas varían enormemente según la clase social en la que el azar nos ha colocado.

Por muchas medidas compensatorias que se tomen siempre habrá unos con menos defensas que otros

En el límite, cualquier reforma tendente a luchar contra el cambio climático, o a elevar el nivel educativo del sistema de enseñanza, entre multitud de ejemplos en otros campos, sería incompatible con la justicia social a menos que se erradicara previamente la desigualdad de nuestras sociedades humanas. Una lucha que es seguramente la tarea más urgente y necesaria de cualquier Gobierno con sensibilidad social. Pero cuya culminación no llegará pronto, ni siquiera sabemos si llegará alguna vez. Mientras tanto, hay problemas que nos acucian, y a los que debemos enfrentarnos en el contexto de sociedades injustas que reparten las cargas de forma muy desigual.

Es posible razonar en el sentido de apoyar únicamente medidas que vayan en el sentido de disminuir la desigualdad a corto plazo, dejando todo lo demás en suspenso debido a las contraindicaciones a que me he referido antes. Aun así, creo que no podemos dejar de intentar mejorar aspectos que signifiquen un progreso global, al tiempo que proseguimos la lucha contra la desigualdad. Ahora bien, en las sociedades democráticas la opinión pública tiene una influencia decisiva sobre las políticas que se ejecutan: la gente no elegirá a quienes defiendan posiciones claramente enfrentadas al criterio mayoritario en asuntos que afecten a todos. Por lo tanto, es preciso lograr un consenso sobre problemas respecto de los cuales hay que actuar con urgencia aun sabiendo que esas actuaciones repercutirán de forma diferente sobre los distintos sectores sociales. Y, por muchas medidas compensatorias que se tomen, y desde luego se deben tomar, siempre habrá unos que tengan menos defensas que otros. Porque vivimos en una sociedad desigual. Pero no podemos permitirnos dejar de actuar.

17 de octubre de 2019

El País

https://elpais.com/elpais/2019/10/16/opinion/1571228135_360549.html

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Mario Bonucci Rossini

Estas propuestas surgen de una Universidad de provincia, con un fuerte impacto regional, con 234 años de historia y con presencia en lugares destacados en los rankings nacionales e internacionales. Estas propuestas sido aprobadas por nuestro Consejo Universitario y por una Asamblea multitudinaria celebrada recientemente.

Existen múltiples problemas que afectan nuestras actividades fundamentales: investigación, docencia y extensión, así como también las administrativas que son el soporte indispensable de estas actividades básicas. Un ejemplo de estos problemas es la ausencia de planes, a nivel nacional, de financiamiento de la investigación y dotación de bibliotecas. Así como estás hay un sinfín que se relacionan con las actividades básicas descritas y con los actores que hacen posible la educación universitaria. Son prioridades para nuestro sector universitario.

Pero, existen urgencias, que también son prioridades, en las que la Asamblea Nacional juega y jugará un rol preponderante. Ellas son:

A. SENTENCIA DEL TSJ 0324

1. Que la AN y los partidos políticos fijen postura nacional frente a este nuevo intento de violar la autonomía universitaria, con una decisión abiertamente política más que jurídica.

2. Visto que la Sala Constitucional, al reglamentar un proceso eleccionario en una medida cautelar no solicitada, usurpa funciones de la AN en materia legislativa, solicitamos se corrija esta infracción y se declare nulidad de la sentencia o se reglamente su nulidad.

3. Habidas cuentas que la Ley Orgánica de Educación, que fue aprobada en una madrugada de agosto de 2009, incumpliendo lo establecido en la Constitución Nacional para la creación de leyes, además que viola preceptos sustantivos de la Constitución como el establecido en el artículo 109, solicitamos a la AN, con la urgencia del caso la derogatoria de esta Ley Orgánica.

4. Es necesario sentar las bases de la dignificación del resto de las Universidades, en las que las autoridades son nombradas a dedo. En este sentido solicitamos la creación de una ley o dispositivo legislativo que reglamente y ordene las elecciones en esas Universidades, de manera que en todas las Universidades del país se desarrollen procesos democráticos de renovación de autoridades, y que tal renovación esté relacionada con el un currículo académico de calidad.

5. Habidas cuentas que los dos representantes de la AN ante el Consejo Nacional de Universidades tienen el lapso vencido (fueron nombrados en diciembre de 2015) solicitamos a la AN el nombramiento inmediato de estos dos nuevos representantes.

6. Habidas cuentas del carácter moral que se impulsa desde la AN, solicitamos se exhorte al Ministro de Educación Universitaria, y a la Secretaría Permanente del Consejo Nacional de Universidades (CNU) que se hagan, de inmediato, las elecciones de los representantes profesorales y estudiantiles ante el CNU. Hay representantes profesorales que tienen más de 16 años en el cargo. Dos representantes estudiantiles se graduaron hace años, y el que queda debe tener más de 10 años en el ejercicio del cargo. El ejemplo debería iniciar por casa.

B. EL TEMA SALARIAL Y LA PROTECCION SOCIO-ECONOMICA DE PROFESORES, EMPLEADOS Y OBREROS.

Nuestros salarios ya no merecen el calificativo de salario, sino de asignación, que es muy inferior a los dos dólares diarios que definen a la pobreza según organismos internacionales. Esta asignación es muestra del hambre, pobreza y miseria a la que tienen sometida a nuestra comunidad universitaria. Es necesario que la AN impulse mecanismos que permitan rectificar esta situación que conduce inexorablemente a nuestros trabajadores a una situación similar a la esclavitud.

C. LA GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA. EL MALTRATO A LOS ESTUDIANTES

El Ministerio de Educación Universitaria prácticamente ha eliminado todos los servicios que se brindaban a nuestros estudiantes y que materializan la gratuidad de la enseñanza. En los Núcleos distinto del de Mérida no hay servicio de comedor desde enero de este año. En el Núcleo Mérida el servicio es epiléptico, infrecuente y vegetariano. Prácticamente no existen rutas de transporte estudiantil. Desde hace mucho tiempo no existe protección de salud a los estudiantes (antes se hacía a través de FAMES). En fin, nuestros estudiantes deben acudir al sector privado para cualquier servicio puesto que el Ministerio no suministra el presupuesto requerido. Hasta la fotocopia que imprime el docente para una evaluación debe ser pagada por el estudiante, porque el docente ni siquiera tiene proyectores operativos. Esto permite decir que el Ministerio ha “privatizado la educación universitaria”, trayendo esto como consecuencia un incremento de la deserción estudiantil. Mérida está dejando de ser la Ciudad Universitaria que conocíamos. En vista de esta lamentable situación solicitamos a la AN se dicten los correctivos necesarios, llegando al extremos de implementar un sistema de beca nacional que permita al estudiante afrontar los gastos; propuesta que guarda relación con la declaratoria de “emergencia humanitaria compleja” que ha decretado nuestro Consejo Universitario para la institución, en fecha no muy reciente.

D. PRESUPUESTO UNIVERSITARIO

Para la ejecución de las actividades fundamentales se requiere de un presupuesto justo. Como ejemplo del “maltrato presupuestario”, para el año 2020 nos han asignado el 2,54% del presupuesto requerido, es decir, prácticamente nada. Asignaron a nuestra Universidad 159 millardos de bolívares y requerimos 6.277 millardos. En este sentido es necesaria la creación de una Ley de Financiamiento del Sector Universitario para no depender de caprichos ni de una atadura ideológica contraria a la pluralidad contenida en la Autonomía que nos define y que está plasmada en el artículo 109 constitucional. Mientras se elabore esta Ley pedimos a la AN las gestiones necesarias para financiamiento de fuentes distintas a las del Ministerio de Educación Universitaria, gestiones enmarcadas en la declaración de emergencia humanitaria compleja señalada.

Saludos atentos,

Rector de la ULA

Mérida, septiembre 2019

 4 min


Con voz propia

Antonio Arnaldo Pasquali Greco, calificado padre de estudios de comunicación, cumplió su ciclo vital y dejó, aparte de acreditada obra, recomendación ineludible, al menos para debate: cerrar escuelas de comunicación y refundarlas.

Ingresó a Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela en 1950, a dos años de arribado de Italia (nació en Rovato, Brescia). Adquirida la licenciatura en 1955, año en el cual adquiere nacionalidad venezolana, se va a Paris a realizar su doctorado en La Sorbona y en prestigiosas universidades de Cambridge, Oxford y Florencia.

Pero la comunicación social fue su pasión.

“Me enamoré a fondo del tema; di el salto del pensamiento moral al comunicacional. En 1951, trabajé en Grabados Nacionales, de codo a codo con Gabriel García Márquez, él en la revista Momento y yo en Venezuela Deportiva. Sergio Antillano, un señor de la prensa, me transmitió un fuerte y educado amor por el periodismo”.

Mientras culminaba el bachillerato en Liceo Andrés Bello hacía de corrector de pruebas en periódico copeyano El Gráfico y participó en publicación del vocero El Espiral.

Con Juan Nuño, Eduardo Vásquez, Ernesto Mayz Vallenilla, Germán Carrera, Alberto Rosales, Pedro Duno y Federico Riú, editó en los años 60 la revista Crítica Contemporánea.

En la UCV fundó los Estudios de Teoría de la Comunicación. “Tuve el deseo de estudiar por completo la problemática comunicacional”.

¿Qué pasará con la carrera de comunicación social?

“Mi visión es que podrán entrar sólo gente con un título universitario que tengan el interés de querer comunicar lo que ellos saben será una especialización”. Lo planteó en entrevista al periodista Albinson Linares en entrevista para internet de Prodavinci, Julio 2014, aunque advirtió que ya tenía diez años diciéndolo.

Asesor y consultor internacional fue en materia de comunicación y medios.

Escritor prolífico, su obra “Comunicación y Cultura de Masas” (1963) ha sido referencia para generaciones de comunicadores sociales.

Para 1973 es miembro ejecutivo del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) y coordina el proyecto RATELVE, creando la plataforma política para un verdadero servicio de radio y televisión públicas.

Al jubilarse de la UCV, es llamado a trabajar a la UNESCO donde será nombrado Subdirector General del Sector Comunicaciones, el cargo más alto del sistema de Naciones Unidas nunca antes alcanzado por un venezolano. Como Director General Adjunto del Sector Comunicación y como Coordinador Regional para América Latina y el Caribe, participó en grandes debates sobre la definición y aprobación de un Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación.

“Durante un cuarto de siglo fui titular de la cátedra de Filosofía Moral y, simultáneamente, fundador de Estudios de Teoría de la Comunicación en la Escuela de Comunicación Social. Creé además el Centro Audiovisual del Ministerio de Educación. Agradezco a la UCV la realización de un sueño: creación del primer Instituto latinoamericano de Investigaciones de la Comunicación (Ininco)”.

“Pregonó un tercer polo comunicacional, un verdadero Servicio Radiotelevisivo Público. Por eso me han odiado tanto gobiernos como empresarios de medios, con acusaciones y amenazas, incluso de muerte cuando el Proyecto RATELVE en 1974”.

La Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social ha perdido cuenta de escuelas que tenemos. Se acercan a 600, casi todas conceptualmente viejas, donde no se enseña nada de historia nacional, regional y mundial de las comunicaciones.

Al MARGEN

Telesur, se quejó de la decisión del Gobierno ecuatoriano de sacar del aire la señal del canal. Como si nada, ignora la clausura y vetos a RCTV, CNN, CNNE, NTN24 y BBC.

jordanalberto 18@ yahoo.com

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