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Opinión

Guillermo D. Olmo

El 11 de septiembre de 1945 un avión estadounidense despegaba de Caracas con un pasajero muy especial a bordo.

Se trataba de Diógenes Escalante, respetado diplomático que durante las últimas semanas había sido considerado el favorito para convertirse en el nuevo presidente de Venezuela.

Era el elegido, el hombre del que muchos esperaban que lograra cambiar la historia de militarismo, intolerancia y atraso que, según la mayoría de historiadores, había marcado hasta entonces el devenir del país.

Pero Escalante perdió el juicio en el momento más inoportuno, cuando estaba a punto de alcanzar la presidencia con el insólito consenso de las diferentes fuerzas políticas del momento.

Su candidatura nunca llegó a formalizarse.

Aquel 11 de septiembre se marchó para no volver jamás. Como su razón.

Con él, volaron también las esperanzas para la verdadera democratización de un país, en el que según Maye Primera, periodista que lo biografió hace algunos años, "no había libertades políticas".

"Desde la Guerra de la Independencia, Venezuela había estado siempre gobernada por militares", dice Primera, que cree que Escalante encarnó "la esperanza de tener por primera vez un gobierno civil que se había iniciado tras la muerte de Juan Vicente Gómez".

Gómez, general hacendado del Táchira, una región ganadera fronteriza con Colombia, había gobernado el país de manera autoritaria desde 1908 hasta su fallecimiento en 1935.

Su estilo había marcado hasta entonces la política en el país sudamericano y asentado el predominio del Ejército en el Estado.

En su novela El pasajero de Truman, en la que recrea la vida del presidente frustrado, el escritor Francisco Suniaga lo caracteriza como "el héroe que iba a remediar los males que veníamos arrastrando desde los tiempos de la colonia".

Sin embargo, "sucumbió ante una enfermedad infame".

¿Quién era Diógenes Escalante?

El político en el que unas y otras facciones habían confiado para ocupar la jefatura del Estado tenía poco parecido con presidentes anteriores.

"Era una figura progresista, que representaba al mundo moderno y que venía a modernizar al país", asegura Suniaga en conversación con BBC Mundo.

Formado en Suiza, miembro de la reducidísima élite que en aquel tiempo podía completar estudios universitarios en Venezuela, Escalante había ocupado distintos puestos diplomáticos en Europa, entre ellos destinos en Alemania y Reino Unido.

Además había sido representante de Venezuela ante la Sociedad de Naciones, antecedente de las Naciones Unidas.

Casado con una mujer de una familia mantuana, como se conoce en Venezuela a las que tradicionalmente han dominado la política local, Escalante tenía dos hijos y era conocido por su perfil intelectual.

Cuando le propusieron lanzar su candidatura para presidir el país llevaba ya algún tiempo como embajador en Washington.

Allí había trabado amistad con Harry S. Truman, que con el tiempo se convertiría en presidente de Estados Unidos y que resultaría clave para explicar por qué Escalante terminó sus días en ese país.

¿Por qué eligieron a Escalante?

Aunque esta vez se daba por hecho que lo conseguiría, no era la primera vez que Escalante sonaba para presidente de Venezuela.

Varios autores indican que Juan Vicente Gómez ya había pensado en él para la máxima magistratura.

En 1940, cuenta Suniaga, el entonces mandatario Eleazar López Contreras quería designarlo como su sucesor, "pero los generales le impusieron un militar".

En 1945 todas las piezas del rompecabezas encajaron por fin.

El entonces presidente, el también militar Isaías Medina Angarita, propuso a Escalante como su sucesor en la jefatura del Estado, una propuesta que pronto ganó adhesiones a lo largo y ancho del convulsionado espectro político venezolano.

Medina Angarita lo conocía bien y le agrada además que Escalante era de Táchira, como él.

Al contar con el beneplácito del gubernamental Partido Democrático Venezolano, que controlaba todas las instituciones, se da por hecho que el Congreso daría luz verde a la candidatura de Escalante, que después debería ser refrendada por una votación popular.

Escalante concitaba un apoyo tan amplio por varias razones.

Suniaga asegura que, con Escalante, "Medina Angarita se aseguraba que hubiera un presidente sin poder y que él seguiría reteniéndolo todo".

Aunque en aquel entonces ya no bastaba el apoyo del Ejército.

Una nueva fuerza llamada Acción Democrática (AD), de orientación socialdemócrata, había ido ganando fuerza y ejerciendo cada vez más presión a favor de una apertura política.

Escalante también le sirvió entonces al emergente líder de AD, Rómulo Betancourt.

Según Suniaga, "para Betancourt era una buena opción de transición que en dos años desaparecería y en ese tiempo AD podría seguir creciendo".

Convencido de que esta vez sí lograría la presidencia, Escalante aceptó y viajó de Washington a Venezuela para prepararse para su cita con la historia.

No son pocos los problemas que habría de superar.

En primer lugar, después de tantos años fuera, comprobó que muchos en su país no sabían quién era.

Y también la ardua tarea que tenía por delante si quería hacer realidad sus propósitos de renovación nacional.

"Pese a las reformas parciales que había llevado a cabo López Contreras, Venezuela era tras Juan Vicente Gómez un sistema feudal; a su muerte en 1935 tenía menos escuelas que en 1875", asegura Suniaga.

Maye Primera describe la Venezuela de entonces como "un país rural y afectado por el paludismo, que aún no había entrado en la modernidad".

Según relató tiempo después Hugo Orozco, que fue mano derecha de Escalante en aquellas jornadas críticas, el futuro presidente se había propuesto romper con todos esos lastres del pasado.

"Escalante se percató de que el país no se estaba beneficiando de los ingresos del petróleo. Su gran proyecto era nacionalizar la industria petrolera e invertir sus recursos en la modernización de Venezuela", afirma Primera.

No será hasta el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979) cuando se tomara esa decisión, que, para Primera, supuso "la creación del estado moderno en Venezuela".

Escalante quiso, pero no pudo.

¿Que salió mal?

De acuerdo con el relato de Orozco y de sus biógrafos, Escalante había empezado a dar muestras de demencia tiempo antes de viajar a Venezuela para aceptar la presidencia.

Pero los acontecimientos se precipitaron entonces.

Escalante comenzó a actuar erráticamente y a echar en falta pertenencias que en realidad seguían donde él las había dejado.

Al principio, Orozco logró mantener en privado los cada vez más frecuentes desvaríos del candidato, con la esperanza de que se tratara solo de una crisis pasajera.

Pero la situación se hizo insostenible el 3 de septiembre, cuando Escalante faltó a una cita con el gobierno en pleno a la que le había convocado Medina Angarita en el palacio presidencial porque estaba convencido de que alguien le había robado sus camisas.

Orozco, que le acompañaba en su estancia en el Hotel Ávila de Caracas, comprendió desolado que Escalante había perdido la razón y no podía de ninguna manera convertirse en el nuevo presidente.

En poco tiempo, una comisión médica designada al efecto llegó a la misma conclusión y Escalante fue definitivamente descartado.

La noticia causó conmoción en el gobierno y en todo el país.

Suniaga explica que "nunca hubo un diagnóstico claro", porque "la psiquiatría entonces no existía en Venezuela".

¿Fue la presión? ¿Sufría Escalante quizá alguna enfermedad degenerativa?

Muchas enfermedades neurológicas diagnosticadas con frecuencia en la actualidad no eran habitualmente identificadas por la medicina de entonces.

Miembros de su familia llegaron a sugerir que Escalante había sido envenenado, pero Suniaga lo descarta.

"Orozco me dijo que había mostrado síntomas ya antes de regresar a Venezuela".

Sea como sea, Escalante se marchó para siempre rumbo a Estados Unidos a bordo del avión enviado por su viejo amigo Truman.

Ya en Estados Unidos, fue sometido a un tratamiento de electrochoque en un hospital militar, que, según relata Suniaga, "le hizo más mal que bien".

Poco más de un mes después, el 18 de octubre de 1945, roto el inusual consenso forjado en torno a Escalante, Venezuela sufrió un nuevo golpe de Estado, esta vez impulsado por sectores del Ejército y de Acción Democrática.

El gobierno de Medina Angarita cayó.

Toda esperanza de entendimiento y estabilidad institucional se evaporó.

Para Primera, "la locura de Escalante supuso una oportunidad perdida de que Venezuela alcanzara rápidamente la democracia".

Suniaga piensa, en cambio, que "era poco lo que Escalante hubiera podido hacer desde la presidencia. La política venezolana era y es aún hoy muy caníbal".

Escalante no volvió a aparecer públicamente y nunca regresó a su país.

Murió muchos años después, en 1964, en Miami.

Para entonces, los libros de Historia de Venezuela acumulaban más insurrecciones y gobiernos militares.

Para Suniaga es una frase que atribuye a su amigo el intelectual Gumersindo Rodríguez la que mejor la resume: "En Venezuela los que nacen para ser presidentes se vuelven locos, y los locos llegan a ser presidentes".

@BBCgolo

14 de septiembre 2019

BBC News

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49574390

 7 min


El sicario de finales del Siglo XIX, Pascual Raposo, comisionado para impedir que los volúmenes de la primera edición de la Encyplopédie francesa ingresen a España, duda frente a la valiente actitud de los dos académicos hispanos, dispuestos a defender con sus vidas la invalorable colección: “-¿son tan valiosos estos libros para morir por ellos?”. La respuesta le sorprende más aún. “—No es por ellos, sino por lo que tienen dentro “, “-Vaya… ¿Y de que se trata?” “-- De la Razón. Lo que hará que un día no existan hombres como usted “(“Hombres Buenos”, novela, Arturo Pérez Reverte)

La Nomenclatura oficialista ha decidido a elevar su apuesta por el oscurantismo, utilizando la Sala Constitucional del TSJ contra la UCV, en su vano intento por someter la Academia a los designios de quienes han hecho del ama nescire (amor a la ignorancia), propósito de fe revolucionaria. Molesta a los custodios del oscurantismo la existencia de las Universidades como ámbitos para que las personas asuman, sin limitaciones distinta al talento, el derecho al Sapere aude,( atrévete a pensar), que proviene de la Academia ateniense, a la cual el gran Platón proclamaba, en su condición de rector de los Simposios, como lugar para el coloquio reflexivo y el libre intercambio de opiniones.

Así, los antiguos griegos otorgaron sustancia a la Razón para que la Lógica deductiva estimulara la pasión por el conocimiento, libido sciente. Luego las Academias se reproducirían por el mundo con la honrosa misión de proteger y divulgar los haberes literarios, artísticos y científicos.

En ese trascurrir, precedidas por los aportes de las civilizaciones griegas, latina y árabe, las Universidades se constituirán en el espacio del salto cuántico de la humanidad, para liberarse de mitos, supersticiones y dogmas, y emanciparse de la tutela de altares y palacios, y crear las condiciones para hacer converger la reflexión científica, el libre discernimiento y la autonomía del pensamiento. El espíritu científico y humanístico se hizo portador de la civilidad, el progreso y la soberanía intelectual. Para ello fue imprescindible disponer de Libertad y Autonomía.

La Universidad de Boloña, fue la primera institución de esa naturaleza en el mundo occidental, creada en el año 1088. En uno de los tantos homenajes recibidos se llegó a concluir en que: “La universidad es el recinto donde se elaboró el ideario político y cultural que transformó a Europa”. “La universidad es la institución a través de la cual se recoge y se transmite la cultura de “Occidente”

Al respecto es importante destacar lo siguiente. La universidad de Boloña nació laica y autónoma frente al Poder de la iglesia y del Poder político, por iniciativa de un grupo estudiantes, universitates, que establecieron acuerdos con quienes serían profesores, collegium doctorum, ambas asociaciones obtuvieron para la Universidad estatutos propios, sello, estructura administrativa autónoma, curricula fijos y procedimientos para obtención de grados.

En 1810 el barón Wilhelm Von Humboldt sostendría criterios parecidos para fundar la Universidad de Berlín “Para esta educación es la libertad la primordial y la más imprescindible de las condiciones. (...) Precisamente aquella, que surge de la unión de la diversidad, es el bien más alto que da la sociedad y esa diversidad se pierde con certeza en el mismo grado en el que el Estado se entromete alumnos y profesores, debían permanecer libres de exigencias y limitaciones por parte del Estado”.

Volvamos a Boloña. En 1158, el Emperador Federico Barbarossa promulgó la “Constitutio Habita”: que preservaba a los estudiantes y profesores de represalias y declaraba a la Universidad independiente y autónoma por derivación. En sus recintos el derecho adquirió la condición de Ciencia Jurídica como disciplina diferenciada, y se establecieron los principios para el Estado de Derecho, con los procedimientos para proteger a los ciudadanos de la arbitrariedad del Poder, y consagraron la independencia de los Jueces

A propósito, en el currículo de la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, que contravino la Constitución y suspendió arbitrariamente artículos de la Ley de Universidades referidos al claustro universitario y las normas para elegir a las Autoridades Universitarias, aparece una pasantía en la Universidad de Boloña, donde la joven estudiante de postgrado que le correspondió ser, pudo apreciar que el respeto a las leyes y la preservación de la Academia frente al poder es causa irrenunciable de siglos, para orgullo de sus egresados.

Por ello, ahora, en una suerte de auto exorcismo, la imaginamos huyendo de sí misma, procurando borrar el pasado que le atormenta, destruyendo fotografías donde aparece en el hermoso Archiginnasio y la sala de lectura (Stabat Mater), joya arquitectónica de la vetusta y noble Universitá di Bologna. Allí se reunió el primer claustro del mundo occidental integrado por scolaribus y professoribus, el mismo que pretende destruir en la UCV.

Igual suerte deben correr las gráficas del cuadro del Emperador Barbarrosa quien, a pesar de su régimen despótico, decidió proteger la Casa que podía crear un mundo iluminado (mundus illuminatur), en lenguaje ucevistas la Casa que Vence la Sombra. Quizás le preocupe la eventual condena de sus compañeros de estudios, tanto italianos como de otros países, con los cuales tuvo el privilegio de ser parte de un linaje de alumnos formados por profesores, cultivadores excelsos del derecho como fundamento de una Sociedad democrática, en el Alma Mater donde otros estudiantes junto a sus profesores, hace casi mil años, decidieron que no recibirían ordenes arbitrarias contrarias al ambiente académico y especialmente aquellas que afectaran su autonomía y soberanía intelectual.

Ahora, en recorrido inverso, la magistrada obsequiosa con la Nomenclatura oficialista, pretende sustituir el espíritu libre, científico y humanístico de la Academia por el dogma político al cual sirve, para acentuar más aún la convivencia forzada de los demócratas venezolanos con al absolutismo del siglo XXI, porque la existencia de la Universidad libre y autónoma es una agravio, un denuesto contra quienes habitan la caverna del oscurantismo y un auspicio para quienes luchan por una sociedad donde las conciencias no se subordinen a ideas absolutas ni los magistrados se transformen en comisarios del Poder. Le temen al juicio de una Institución donde predomina la fuerza de la Razón confirmada por 3 siglos de existencia.

Impermeables al desaliento. Siempre en defensa de la UCV

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Es su verdadero nombre y es un misterio el lugar de su nacimiento, lo que se sabe a ciencia cierta, por pruebas de ADN realizadas al cadáver momificado de Josif Stalin, es que es efectivamente hijo suyo (el parecido es evidentísimo). Claro que usted, acucioso lector, se estará preguntando, cómo puede ser hijo del llamado “padrecito” por los soviéticos, si éste pasó a mejor vida en 1953, y el otro nació 1962. La respuesta es muy sencilla y compleja a la vez, como una matrioska.

En los últimos años de su vida, Stalin concibió un ambicioso proyecto de expansión del modelo soviético por todo el mundo, con especial interés en promoverlo en los países más atrasados. Al contrario de Marx, que pensaba que el socialismo venía luego del desarrollo del capitalismo, Stalin concebía la tesis -enteramente suscrita por el régimen de Venezuela- de que mientras peor, mejor.

El proyecto se adelantaba a su tiempo porque incluía ideas como la clonación, la fecundación in vitro y la utilización -en vez de células madre- “células padrecito” para literalmente, fabricar un clon de su madre.

Para tal fin, el médico personal del líder soviético, el Dr. Mirón Vovsi, asesinado luego por una purga (las purgas en la URSS siempre fueron muy peligrosas, si pican una rata y luego la rata pica al humano, se produce la peste que acaba con mucha gente). El caso es que, antes de ser purgado, Vovsi tomó diversas muestras del ADN de el líder de la URSS, también del esculapio mitocondrial y por supuesto de su semen, en este último caso con el auxilio de la renombrada enfermera Kira Argounova. Encargado del departamento de reproducción asistida de la universidad Patricio Lumumba o Morochito Hernández (no recuerdo muy bien cuál), Mirón guardó las muestras en una cápsula de peltre de origen colombiano en un sótano congelado en Gorky Park, que queda saliendo del Kremlin a mano derecha como quien va hacia el río Moscova por el llamado paseo de Catalina la grande.

Allí, la simiente del hijo de Yekaterina Gueladze, permaneció oculta durante muchos años, quedando en el olvido. Cuando Stalin Fue denunciado en el XX congreso del PCUS, Nikita desconocía la existencia del sótano oculto, cuya entrada quedó cubierta de hiedra (hedera canariensis). Ahora bien: ¿Qué sucedió entre ese momento al nacimiento de Nikolai? y ¿cómo llegó el material genético al laboratorio de la universidad de La Habana? Material que sería descongelado y utilizado para la fecundación de un óvulo donado por La Pasionaria durante su estancia en la URSS y que había llegado a Cuba, años antes, a bordo de un barco chino, como regalo de Mao al Comandante.

La explicación es sencilla: en 1960 el hijo mayor de Fidel Castro, con mucho esfuerzo, consiguió una beca para estudiar física y matemáticas en el Instituto de Energía Atómica de Moscú. Trotando una mañana por Gorky Park, Fidel Castro Díaz Balart, descubrió en una puerta oxidada un cartel que ponía: “Центральный Парк Культуры и Отдыха”, así como lo oyen (es decir, como lo leen) Fidelito, quedó estupefacto ante lo que decía el cartel, especialmente porque no entendía nada de ruso, sin embargo, no pudo contener la curiosidad científica y se adentro en el oscuro pasillo que conducía a unas escaleras que descendían a un laboratorio lleno de frascos, frasquitos y frascasos que se agolpaban en aquel reducido espacio congelado en el tiempo. Entre ellos, encontró algo que llamó su atención: la cápsula de peltre con una etiqueta que ponía “Stalin” y “sólo para fines procreativos” entre paréntesis.

Fidelito guardó el hallazgo en el congelador de su residencia estudiantil y en su siguiente viaje a Cuba para la celebración de la Semana Santa, se lo entregó a su padre.

El resto de la historia es conocida, Fidel tuvo muchos planes para apoderarse de Venezuela, lo que no se sabía es que uno de ellos fue el de crear una especie de clon del “padrecito” para controlar a Venezuela, cuando las condiciones fuesen propicias.

El resultado está a la vista. No solo es el parecido físico, también sus acciones políticas se asemejan. Es evidente que lo lleva en los genes. Fidel trató de mantener en secreto su proyecto “el stalin tropical”.

Sin embargo, el entonces director de la KGB, Vladimir Putin tuvo conocimiento del plan y ahora exige la parte que a Rusia le toca en el reparto del país, porque si su nación puso la materia prima, también tiene –según él– derecho a la materia prima venezolana. Es lo que hace hoy como zar de todas las rusias, incluida la venezolana.

Quizá ahora entienda el lector por qué hay soldados rusos vistiendo uniformes del ejército venezolano

@laureanomar

https://talcualdigital.com/index.php/2019/09/11/nikolai-madurotov-por-la...

 3 min


Helle Jeppesen

Mundialmente, más personas viven en países oprimidos que en democracias, y persiste la exclusión y subparticipación de grupos como los inmigrantes y las mujeres. Pero nuevos movimientos democráticos ofrecen esperanza.

Las democracias están cada vez más bajo presión en todo el mundo. Así lo indica el índice de democracia de la empresa británica de análisis Economist Intelligence Unit (EIU), por ejemplo, que se publicó a principios de este año. Según el estudio, menos del 5 por ciento de la población mundial vive en uno de los 20 países del mundo que el índice clasifica como "democracia plena".

"Si los gobiernos no implementan las políticas que los votantes quieren y los votantes pierden la confianza en la democracia, entonces tenemos un problema", dice Fiona Mackie, de la EIU.

En muchos países, cada vez más partidos políticos tradicionales pierden apoyo popular. Además, grupos sociales como los inmigrantes o los jóvenes no tienen derecho a voto y no están representados en los parlamentos.

"Si vemos quién se sienta en los parlamentos, vemos un fuerte desequilibrio. Ahí hay sobre todo académicos o personas que pueden darse el lujo de involucrarse políticamente", apunta Norma Tiedemann, politóloga y candidata de doctorado de la Universidad de Kassel.

Caída de la participación

Muchos votantes ya no sufragan si sienten que su voz no tiene influencia de todos modos. Esto se vio, por ejemplo, en las elecciones municipales de Moscú, en las que la participación fue inferior al 22 por ciento.

En las recientes elecciones estatales alemanas en Brandeburgo y Sajonia, más del 60 por ciento de los votantes acudieron a las urnas. Sin embargo, muchos encuestadores consideran como señal de protesta que el partido populista de derecha AfD fuera la segunda facción más votada en los dos estados federados.

También hay diferencias sociales en el comportamiento de votación. "La mayoría de los estudios sobre la participación electoral en las últimas décadas muestran que las personas con ingresos más bajos y educación formal más baja acuden menos a votar", explica Tiedemann.

El voto no es para todos

¿A quién se le permite votar? En la mayoría de los países, la edad mínima para votar en las elecciones parlamentarias es de 18 o 20 años. En Brasil, Ecuador, Nicaragua, Argentina y Cuba, el derecho a voto comienza a los 16. En Seychelles, Timor Oriental y Sudán a los 17. También hay leyes especiales, como en Serbia y Montenegro, donde los trabajadores pueden votar desde los 16 años; y en Indonesia, país donde todas las personas que están casadas tienen derecho a votar.

En la mayoría de los países del mundo, los inmigrantes están excluidos de las elecciones nacionales si no tienen la nacionalidad. Solo en Chile, Uruguay, Nueva Zelanda y Malawi los extranjeros con residencia permanente en el país pueden elegir el parlamento.

Los ciudadanos de la Unión Europea (UE) de otros países pueden participar en elecciones municipales y europeas en Alemania, pero los que no pertenecen a la UE no tienen derecho a voto. Esto significa que alrededor de ocho millones de personas sin ciudadanía alemana no pueden votar.

Las mujeres están también en desventaja. Desde que Arabia Saudita introdujo el sufragio femenino en 2015, más de un siglo de lucha por el voto de las mujeres ha llegado a su fin. Pero en los parlamentos de todo el mundo, las mujeres todavía están subrepresentadas, hasta el punto que una proporción de participación de 20 por ciento puede ser considerada un éxito.

"La participación de las mujeres es muy baja", apunta Mackie sobre los últimos hallazgos del índice de democracia de la EIU. "Pero el número en sí mismo no cuenta toda la historia, tiene que ser también una participación significativa. Por ejemplo, vemos una alta proporción de mujeres en Ruanda, pero el Parlamento allí no tiene mucho poder".

Nuevos movimientos democráticos

Pero Tiedemann también ve esperanza. "En España, en particular, después de las protestas masivas contra la crisis que tuvo consecuencias sociales devastadoras, la gente unió fuerzas, buscó antiguas tradiciones de organización local y las volvió a poner en práctica", cuenta.

A escala local, han surgido nuevas alianzas ancladas en las ciudades que buscan promover la democratización de las instituciones democráticas desde abajo. Según Tiedemann, existe una iniciativa en Croacia para crear un banco "ético", que decide democráticamente qué proyectos locales deben ser apoyados, por ejemplo, la creación de una empresa. Hay muchos ejemplos de este tipo a escala internacional.

Mackie confirma que el compromiso político de los ciudadanos está creciendo en todo el mundo, una de las pocas tendencias positivas en el índice de democracia de este año. "No se trata solo de participación electoral, sino también del interés en los mensajes políticos, en el compromiso político y de que las personas tomen en serio la política y la democracia".

13.09.2019

DW

https://www.dw.com/es/debe-renovarse-la-democracia/a-50423425

 3 min


Ana Pais

Se suele decir que Alexander von Humboldt "redescubrió" América o incluso hay quienes directamente le llaman el "segundo Colón".

Es que el viaje que este naturalista alemán hizo por lo que hoy son Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Cuba, México y Estados Unidos entre 1799 y 1804 tuvo profundas influencias en el continente.

El paralelismo entre ambos parte de una extensa lista de coincidencias, dijo a BBC Mundo la historiadora de la ciencia Laura Dassow Walls.

Diarios y libros han repetido una y otra vez que "tanto Colón como Humboldt partieron hacia el Nuevo Mundo desde España, ambos lideraron viajes de descubrimiento, navegaron con el permiso de la corona española y desembarcaron en el mismo lugar", contó Walls, aclarando que este último dato no es cierto.

Pero según la docente de la Universidad de Notre Dame en Indiana (EE.UU.) y autora del libro The Passage to Cosmos ("El paso al cosmos") sobre Humboldt, estos hombres también están unidos por las diferencias.

"En pocas palabras, Colón, viajando con un ejército, descubrió riquezas materiales que llevaron a la servidumbre; Humboldt, viajando solo con un acompañante, el botanista francés Aime Bonpland, descubrió una riqueza de conocimiento que llevó a la liberación".

En este sentido, hay quienes prefieren catalogar al alemán como "el descubridor científico de América".

La mejor prueba de su profundo legado 250 años después de su nacimiento está en su nombre: Humboldt es la persona del mundo con más lugares, accidentes geográficos, plantas y animales en su honor.

Solo en América Latina tiene una corriente que baña las costas de Perú y Chile, un pico en Venezuela, una sierra en México, una comuna en Argentina, un río en Brasil y una bahía en Colombia, entre otros.

Ha dado nombre a una especie de pingüinos y otra de calamares gigantes, a un cráter en la Luna y un asteroide. Incluso el estado de Nevada estuvo a punto de llamarse Humboldt.

La llegada del alemán a América, tres siglos después que Colón, volvió a cambiar el destino del continente y el eje de poder mundial.

La herencia millonaria

Humboldt nació el 14 de septiembre de 1769 en Berlín, en el seno de una adinerada familia aristocrática cercana al rey Federico el Grande de Prusia.

"Cuando su madre murió, él tenía unos 25 años y heredó una fortuna", le dijo a la BBC Andrea Wulf, autora de la premiada biografía sobre el naturalista titulada The Invention of Nature ("La invención de la naturaleza").

"Lo gastó casi todo en la exploración de cinco años por América Latina", agregó. "Eso le dio una libertad inaudita, lo cual creo que es muy importante cuando analizamos cómo luego escribió sobre ello".

Pero antes de viajar, debió pedir permiso al rey Carlos IV para viajar a territorios que entonces eran colonias españolas.

"Los ilustrados monarcas borbones querían hacer resurgir la economía de sus colonias y modernizar la administración", escribió Leila Gómez, directora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Colorado (EE.UU.), en un ensayo publicado este año.

Por eso, agregó, la corona decidió nombrar a Humboldt como "inspector de minas del Nuevo Mundo", permitiendo la casi inédita excepción de dejar a un extranjero entrar en las colonias españolas.

Para Gómez, esta renuencia de la corona de admitir extranjeros explica por qué "el conocimiento de buena parte de la naturaleza del continente permanecía como un misterio fuera de España".

Pero Walls recogió en su libro un segundo motivo: para Europa, la propia existencia de América, con su rica naturaleza y cultura, constituía un desafío a sus valores, creencias y tradiciones.

El "anticonquistador"

En palabras de Walls, el trabajo de Humboldt en América fue el de un "anticonquistador".

A pesar de su título de inspector de minas, no tomó oro y plata, sino notas y medidas astronómicas. También se llevó más de 6.000 muestras geológicas y botánicas, fósiles e ilustraciones hechas por él mismo.

"Entre sus hazañas y descubrimientos más destacados están el haber escalado el Chimborazo, el monte más elevado del mundo —según se creía en la época—, el haber descubierto la comunicación entre el Orinoco y el Amazonas y el haber inventado las líneas isotérmicas y las isobaras", escribió Gómez.

Durante tres décadas se dedicó a narrar su viaje "en 32 volúmenes que comprendían la botánica, zoología, geología, astronomía, meteorología, relaciones públicas, economía, geografía de los países americanos visitados".

Su obra fue tan influyente que el naturalista británico Charles Darwin llegó a decir que, de no haber leído a Humboldt, jamás hubiese abordado el Beagle.

No obstante, para Gómez el mérito principal del alemán "radica en haber realizado su viaje en una de las épocas más especiales para la historia de la Occidente, en la antesala de las independencias latinoamericanas".

Diplomacia y ciencia

De acuerdo con Walls, Humboldt fue, en cierto sentido, un diplomático: "Veía al conocimiento como una forma de diplomacia, más que una forma de poder o control".

En él la ciencia y la política fueron indivisibles.

Walls explicó: "Humboldt era un profundo y muy vocal admirador de (George) Washington, (Thomas) Jefferson y (James) Madison", considerados padres fundadores de EE.UU.

Durante su viaje por América Latina, pero especialmente en Venezuela, "Humboldt mantuvo conversaciones sobre el movimiento de independencia y ayudó a difundir los ideales estadounidenses de libertad e igualdad", dijo la historiadora de la ciencia.

Humboldt incluso se reunió en varias oportunidades con Simón Bolívar, quien reconoció la influencia del naturalista en sus aspiraciones libertadoras.

De hecho, Bolívar directamente le llamó "el descubridor del Nuevo Mundo".

"Mientras que Colón fue la causa de que naciones enteras fueran reducidas a la servidumbre, Humboldt allanó el camino para las revoluciones que dieron la independencia a las naciones de Sudamérica", contó Walls.

Humboldt, que decía ser "mitad americano", contó la docente, "amaba Sudamérica y allí se sentía como en casa", un lugar que consideraba "el más hermoso del mundo" por su enorme diversidad tanto natural como cultural".

Él creía que al abrir los ojos a Europa sobre esta riqueza, "encontraría soluciones a la guerra, opresión y la abominación de la esclavitud".

Su constante militancia contra el imperialismo europeo y la esclavitud, le ganaría enemigos en la corte de Berlín, la corona española y el gobierno de Napoleón Bonaparte.

Padre de la ecología

Según Mary Louise Pratt, investigadora retirada de la Universidad de Nueva York, la "audacia discursiva" de Humboldt buscó no solo reinventar el imaginario europeo sobre América, sino "el planeta en sí".

Por eso Wulf en su libro le llama "el inventor de la naturaleza": creó la noción de que la Tierra es un organismo vivo, un tejido donde todo está interconectado, "desde el insecto más pequeño hasta el árbol más alto".

"Ello muestra lo vulnerable de la naturaleza, pues si se tira de hilo, el tapiz entero puede desmadejarse", dijo.

En aquel entonces Humboldt ya había visto que esta naturaleza vista como "una red de vida", estaba en peligro por las acciones humanas, convirtiéndolo en el "padre olvidado de la ecología", opinó Wulf.

Incluso fue el primero en advertir sobre los vínculos entre la deforestación y los cambios catastróficos en el medio ambiente, convirtiéndolo en precursor del cambio climático.

Para Walls, "en una época atormentada por la ansiedad de la conquista y destrucción imperiales, Humboldt fue un Colón del Iluminismo, una figura de redención y esperanza".

@_anapais

BBC News Mundo

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49566167

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Joseba Elola

El desembarco de las redes 5G viene acompañado de promesas de velocidades de descarga inusitadas, de entornos de máquinas que se comunican entre sí, de coches autónomos que, por fin, podrán circular, de intervenciones quirúrgicas a distancia. Las compañías tecnológicas anuncian el advenimiento de la enésima next big thing, el enésimo gran acontecimiento que lo cambiará todo (y gracias al cual, de paso, nos colocarán nuevos productos). Con su llegada, prometen, se abrirán por fin las puertas a nuevos mundos de realidad aumentada y virtual. Pero hay que tener presente la cara B del 5G: en un planeta hiperconectado, las posibilidades de que seamos hackeados, espiados y controlados por empresas y Gobiernos se multiplicarán.

Gloria, gloria, gloria al 5G, maná de la nueva era a punto de nacer. El entusiasmo por el advenimiento de las nuevas autopistas de la comunicación por las que circularán nuestros datos vuelve a retozarse en epítetos superlativos. Si atendemos a los cánticos de tecnológicas, operadoras y demás agentes del mercado, el 5G es the next big thing, el nuevo gran acontecimiento, el enésimo game changer, la clave que lo cambiará todo; conceptos periódicamente agitados para colocarnos nuevos productos.

El 5G desembarca envuelto en campañas de marketing y comunicación que anuncian un mundo hiperconectado de cirujanos que operarán, desde la distancia y en tiempo real, mediante un robot, a pacientes de otro continente; de granjas inteligentes en las que se siembre, riegue y coseche con eficiencia gracias al procesamiento de datos del suelo y el clima, y de coches autónomos compartiendo información al milisegundo que nos avisarán de que hay una placa de hielo tras la curva. No faltan voces que alertan de que nos encontramos ante un nuevo hype, un fenómeno hinchado que además esconde derivadas inquietantes.

"Predecir es muy difícil, sobre todo el futuro", espeta con sorna el experto Xavier Alamán. "Pero yo creo que de aquí a 10 años desaparecerán los teléfonos móviles"

Por lo pronto, el culebrón que rodea a este nuevo imán tecnológico no ha empezado mal: mandatarios con pinta de ogros enfrascados en una guerra comercial tras la que late la lucha por la supremacía mundial; promesas de velocidad, aromas de latencia y, por si faltaban ingredientes, perspectivas francamente favorables para todo el que quiera ser hacker en la nueva era. Bienvenidos a un mundo hiperconectado y ultravulnerable.

Nuestros móviles descargarán más rápido. Nos bajaremos películas en un segundo. El tiempo que transcurrirá entre que enviamos un mensaje y este llega —la latencia— será de un milisegundo —ahora oscila entre los 40 milisegundos y una décima de segundo—, por debajo del tiempo de respuesta de un ser humano. El 5G, quinta generación de telefonía móvil, permitirá desarrollar sistemas que harán que nuestro coche frene si el de delante lo hace. Y serán miles, pronto un millón, el número de dispositivos —móviles, aparatos, sensores— que puedan conectarse por metro cuadrado sin que ello afecte a la cobertura. Todo esto en el futuro: las redes comerciales desplegadas hoy en países como España son un 5G que aún se apoya en las redes 4G. La quinta generación de móvil, a pleno rendimiento, llegará, como pronto, a partir de 2021.

La información viajará por bandas de alta frecuencia, habrá antenas por doquier —farolas, mobiliario urbano— y por las nuevas autopistas de la información circularán ingentes cantidades de datos. Eso permitirá ver a gente jugando a videojuegos como Fortnite, League of Legends o Call of Duty, que hoy día solo ofrecen buen resultado con la conexión de casa, en el móvil; fábricas inteligentes con todas las máquinas de la producción conectadas y compartiendo información, y algún día no muy lejano, drones sustituyendo a los riders (mensajeros) en los repartos a domicilio.

Atender mejor y más rápidamente a los heridos en un accidente o cualquier otra emergencia también será más eficaz gracias al 5G. Pongamos por caso un accidente en el puerto de Valencia. Los servicios de emergencia podrán enviar un dron que emita imágenes en tiempo real que permitan calibrar la situación. Si es un atentado o si es un accidente. Los semáforos conectados se pondrán en verde para dar paso a las ambulancias. La furgoneta policial, al llegar al lugar de los hechos, podrá desplegar su propia red 5G si la zona ha perdido cobertura (el llamado network slicing, asignando comunicaciones de calidad en un lugar específico en cuestión de segundos). “El tiempo de reacción es un elemento crítico para salvar vidas”, enfatiza Jaime Ruiz Alonso, ingeniero de telecomunicaciones e investigador de Nokia Bell Labs.

Ruiz Alonso sabe de lo que habla. Hace dos años vivió en carne propia un incendio en la sierra de Gata, en Extremadura. Estaba en la localidad de Villamiel. Desde allí vio cómo se quemaban robles y pinares ante el empuje despiadado del fuego. Comprobó lo que es atender una emergencia con las comunicaciones caídas, sin drones que permitan obtener información sin exponer vidas de bomberos. Desde su equipo de innovación en Nokia, este palentino de 49 años se puso a trabajar en protocolos de telefonía para recuperar comunicaciones en casos de emergencia. Desarrolló un modelo con el 4G, pero explica que todo será más fácil con la siguiente generación de móvil. “Cuando esté desplegado el 5G, habrá protocolos para saber dónde están los usuarios y comprobar si se hallan atrapados en medio del bosque entre las llamas”, cuenta.

La combinación de 5G e inteligencia artificial, se supone, es la puerta de entrada al largamente cacareado Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Caminaremos por la calle de una ciudad inteligente con unas gafas o unos auriculares que nos dirán el nombre de esa persona con la que nos acabamos de encontrar y del cual preferimos acordarnos. La oportuna y valiosa información aparecerá sobreimpresionada sobre la realidad gracias a las gafas o nos será susurrada al oído. “Pasaremos a vivir en la realidad mixta” —también llamada realidad aumentada—, vaticina Xavier Alamán, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad Autónoma de Madrid. Estaremos esperando al bus con nuestras gafas, pero podremos ver por dónde va y si se está aproximando a nuestra calle. “Predecir es muy difícil, sobre todo el futuro”, espeta con sorna Alamán, parafraseando esa cita atribuida al físico Niels Bohr, “pero yo creo que de aquí a 10 años desaparecerán los móviles”.

Alamán, cordobés de 57 años, demuestra ser un entusiasta de las Microsoft HoloLens, unas gafas-visera parecidas a las de esquí que nos permiten interactuar con proyecciones de gráficos en 3D. Aportarán información a, por ejemplo, un mecánico, que podrá ver gráficos del interior del motor flotando en el aire mientras repara un automóvil. En un futuro no muy lejano, las gafas nos permitirán desplegar sobre la realidad (el vagón del tren) una pantalla de cine virtual en la que veremos la película (a escala muy superior a la de las actuales tabletas) mientras en un lateral leeremos los whatsapps o equivalentes. “Si todos dan el salto a ese tipo de dispositivo, el mundo cambiará más de lo que lo ha hecho con el teléfono móvil”, augura Alamán. La gente vivirá en un entorno que mezcla la realidad con lo virtual. La fiebre que se despertó hace tres años en el parque del Retiro con la caza de figuras virtuales de Pokémon GO es un simple aperitivo de lo que viene. Las velocidades y latencias del 5G (y el 6G, sobre el que ya se trabaja) son clave para este tipo de desarrollos.

Tras las gafas llegarán las lentillas. Y los tiempos de ir por la calle con la cabeza gacha mirando la pantalla del móvil serán historia.

"Preocuparse de la vulnerabilidad de nuestras redes no tiene sentido porque ya son vulnerables. La NSA tiene una manera de monitorizarlas", asegura el analista Evgeny Morozov

La prestigiosa revista tecnológica Wired se aventuraba a anticipar de manera enfática, en el número del pasado marzo, el mundo que viene. Lo bautizaba como mirrorworld, el mundo espejo. Una plataforma tecnológica que replicará cada cosa del mundo real para ofrecernos su derivada virtual. Con los dispositivos de realidad aumentada, el cirujano verá una réplica en 3D de nuestro hígado mientras lo opera y contemplaremos con las gafas cómo era en los años treinta del pasado siglo, cuando fue bombardeado, el monumento que tenemos delante de nuestras narices.

El futuro que se abre en el mundo de los wearables, las tecnologías ponibles, gafas, relojes, auriculares, es algo por lo que apuestan muchas marcas, entre ellas Samsung. El gigante tecnológico coreano presentó su estrategia 5G el pasado mes de junio en un viaje de prensa a Corea —al que invitó a El País Semanal, junto a un selecto grupo de medios nacionales e internacionales—. Seúl, de hecho, es una de esas ciudades en las que se está cocinando el futuro de las telecomunicaciones. Y Corea es uno de los cuatro países que lideran la carrera del 5G, por detrás de Estados Unidos y China y junto a Japón, según un estudio de la consultora Analysys Mason.

La capital coreana es una ciudad de rascacielos y atascos por la que la gente transita en coches con los cristales tintados. De día, sus habitantes huyen del bochorno y la mala calidad del aire refugiándose en centros comerciales climatizados en los que dan lustre a la tarjeta de crédito. En su libro Problemas en el paraíso, el filósofo esloveno Slavoj Zizek la describía como epítome de un capitalismo tecnológico llevado al absurdo: trabajar hasta la extenuación para consumir como si no hubiera un mañana.

El despliegue del 5G está allí muy avanzado y se nota: el móvil va rápido. Se registran velocidades de hasta 820 megabits por segundo, el triple que con una conexión estándar en Madrid, con caídas a 400 en algunas zonas, según las pruebas realizadas por varios periodistas europeos. En esta ciudad avanzada, la sexta más poderosa del mundo según la revista Forbes, recibía DJ Koh, presidente y consejero delegado de Samsung Electronics, a la prensa europea en un hotel de lujo. Allí aseguró que los dispositivos inteligentes serán pronto más importantes que los propios teléfonos.

“Las infraestructuras 5G serán el motor y la fuerza de la cuarta revolución industrial”, sostiene Koh, ejecutivo de 57 años que procede de una familia pobre y que hizo un largo camino hacia la cima formándose, durante unos años, en el Reino Unido. La combinación de 5G e inteligencia artificial, asegura, lo va a cambiar todo. “El Internet de las cosas es lo que conectará a individuos, casas, fábricas, oficinas, ciudades y naciones. Y el automóvil conectará todos estos elementos”. En su opinión, en los próximos tres o cuatro años veremos cambios de mayor impacto que en la última década.

Los cuarteles generales de Samsung están en Sewon, a 80 kilómetros de Seúl. A ese espacio de torres de vértigo y largas avenidas vacías —excepto a la hora (más bien la media hora) de la comida— se llega por una autopista con las mismas señalizaciones verdes de las highways norteamericanas. Aquí la gente, como no podía ser de otro modo, también se entrega a las visionarias doctrinas de Stajánov, artífice intelectual de las jornadas sin límites. Los empleados (30.000 en la base central, 320.000 en todo el mundo) tienen en Sewon todo lo que uno necesita para echar el día y no pasar por casa más que para dormir: las inevitables mesas de pimpón, el club de yudo, salas para desarrollar los más variados hobbies, la piscina para ir a hacer unos largos…

En uno de sus edificios cuentan con una réplica de la casa del Internet de las cosas, un hogar que se gobierna con el móvil. El aire acondicionado se acciona desde el coche, antes de llegar a casa, con una orden de voz. La puerta se abre cuando detecta nuestro teléfono. Al llegar a la nevera, tenemos en ella una pantalla desde la que pinchamos música, consultamos el pronóstico del tiempo o vemos las fotos del día (esto ya es una realidad). En el salón, en un televisor de 98 pulgadas, se proyectarán imágenes de quién llama a la puerta o de las cámaras de seguridad exteriores, además de las de canales y plataformas, claro.

Samsung afirma haber vendido un millón de teléfonos 5G en Corea en los primeros 87 días tras su lanzamiento. Ya ha desplegado redes de 5G en seis ciudades. En dos o tres años, aseguran, habrán cubierto todo el país.

España, por su parte, no está a esos niveles en el desarrollo del 5G, pero no va tan mal. Cuenta con un despliegue de fibra óptica [infraestructura sobre la que se extienden las redes 5G] superior al del Reino Unido, Francia y Alemania juntos, según explica en su blanca oficina el secretario de Estado de Agenda Digital, Francisco Polo. A escala europea, es uno de los tres Estados miembros de la UE que más ensayos de funcionamiento han llevado a cabo, según los informes del Observatorio 5G europeo. “Mi esperanza es que el 5G nos dé una nueva oportunidad”, declara Polo. “Si el despliegue de infraestructuras determinara el avance tecnológico de los países, España ya sería una potencia mundial”.

La quinta generación de telefonía móvil tendrá un impacto económico de 12 billones de dólares para 2035, según la consultora IHS Markit. Muchos actores del sector hablan de una nueva fase de reindustrialización, de una revolución industrial.

El desarrollo de esta nueva tecnología a escala planetaria sufrió un serio varapalo el pasado 16 mes de mayo cuando el presidente Trump firmaba una orden ejecutiva prohibiendo la venta de bienes y servicios a la compañía china Huawei, primer proveedor mundial de redes 5G.

Estamos en el momento del despliegue de infraestructuras, de firma de contratos, y en Estados Unidos preocupa que las vías por las que circularán ingentes cantidades de datos, y de las que dependerán infraestructuras críticas, estén en manos del enemigo. Tras el veto latía la acusación, sin pruebas, de que la tecnología china contiene “puertas traseras”, agujeros propicios para el espionaje. “Nunca han proporcionado evidencias ni hechos, ni ha habido un proceso judicial”, asegura en los cuarteles generales de la firma china en Madrid Tony Jin Yong, consejero delegado de Huawei. “Vetar a una empresa privada que tiene relaciones comerciales con compañías norteamericanas es realmente estúpido. Y muy cortoplacista”.

Huawei tiene presencia en 170 países y ha suscrito ya 50 contratos con operadores de todo el planeta, según los datos que facilita la compañía. Fueron los primeros, enfatizan, en poner a disposición de sus clientes una red 5G completa de extremo a extremo —solo tiene un puñado de rivales como proveedores de redes: Nokia (Finlandia), Ericsson (Suecia), Samsung (Corea), DoCoMo (Japón) y ZTE (China)—. Se están desplegando por el mundo ofreciendo precios muy competitivos. Y todo ello contribuye a que Jin Yong estime que Huawei está siendo usado en la guerra comercial entre EE UU y China. “Si no puedo competir contigo y superarte, te veto”, dice Yong, molesto. “Es una lógica ridícula. Y están utilizando su poder como nación contra Huawei, una compañía privada”.

La marca acusó una caída del 30% en las ventas de móviles en España en la primera semana tras la crisis desencadenada por Trump.

El analista e investigador bielorruso Evgeny Morozov, autor de la reciente e incisiva colección de ensayos Capitalismo Big Tech, va más allá en su análisis de la crisis: “Cualquier país razonable puede apreciar que EE UU está dispuesto a utilizar herramientas de extorsión para ganar alguna ventaja en las negociaciones comerciales”, dice en conversación telefónica desde el sur de Italia. Morozov no descarta la existencia de puertas traseras en equipamientos de Huawei, pero añade: “La probabilidad de que los dispositivos y accesorios que llegan de EE UU tengan agujeros y puertas traseras es aún más alta. Los estadounidenses han estado escuchando nuestros teléfonos durante años y este es un escándalo que Europa aún tiene que abordar. Técnicamente hablando, preocuparse de la vulnerabilidad de nuestras redes no tiene sentido porque ya son vulnerables: está claro que la NSA [agencia de inteligencia estadounidense] tiene una manera de monitorizarlas”.

El futuro, en cualquier caso, se presenta más vulnerable. Aunque los expertos aseguran que las redes 5G son a priori más seguras que sus predecesoras, la mera multiplicación de millones de antenas y el crecimiento exponencial de los dispositivos conectados en el IoT ofrecerán nuevas y suculentas oportunidades para el hackeo. “Cuanta más tecnología utilizamos, más vulnerables somos”, afirma el experto en seguridad informática David Barroso; “cuanto mayor es la exposición, peor”.

Barroso, fundador de CounterCraft, empresa de contrainteligencia digital que elabora un producto dirigido a Gobiernos y grandes compañías para poner trampas a los atacantes, asegura que el peligro vendrá por las brechas de seguridad de dispositivos que la industria pondrá en venta sin las medidas de seguridad necesarias. Algo que, dice, ya ocurre: cada nuevo dispositivo conectado (coches, frigoríficos, webcams instaladas en casa, asistentes personales) tiene una tarjeta SIM; a veces los fabricantes instalan contraseñas fáciles para que los administradores accedan a ellos sin complicaciones: estamos expuestos.

Si alguien consigue acceder a los mandos de un coche autónomo, hacer que parezca un accidente será más fácil. No hablemos de los mandos de un avión.

El coordinador europeo de lucha antiterrorista Gilles de Kerchove emitió el pasado mes de junio un informe en el que alertaba del riesgo de emergencia de nuevas formas de terrorismo mucho más letales a raíz del despliegue de las redes 5G y de los avances en inteligencia artificial. Las computadoras cuánticas podrán descifrar datos encriptados; los aparatos interconectados podrán ser manipulados a distancia y volverse contra nosotros, y la biología sintética permitirá recrear virus fuera de los laboratorios, según señala en su informe. Europa quiere una política de ciberseguridad común.

La polémica sobre todas las vulnerabilidades de las redes despierta además el debate de si poner infraestructuras críticas en manos privadas, sea cual sea su procedencia, es una buena idea.

Las prevenciones ante el desarrollo del 5G no se frenan ahí. Hay voces que se alzan contra algo que, dicen, ahondará la brecha digital, que conectará todavía más a los ya conectados. Peter Bloom, fundador de Rhizomatica, asociación civil que despliega redes alternativas para abastecer a lugares remotos o aislados, sostiene en una colección de ensayos que el problema del 5G es que no está centrado en los humanos, sino en las máquinas. Son ellas las que se comunican entre sí, no nosotros. “Cuando la gente ya no es el foco intrínseco del sistema de comunicación”, escribe, “entonces algo fundamental ha cambiado en la naturaleza de la Red”.

Cuanta más tecnología usamos, más problemas resolvemos, sí, y también más creamos. La hiperconectividad viene cargada de facilidad de acceso, rapidez, agilidad en las comunicaciones, nuevas comodidades. Pero cuantos más dispositivos haya y más información compartamos por el éter, más vulnerables seremos y más posibilidades habrá de que nos vigilen, de que nos espíen y, por tanto, de ser manipulados. 

El País

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 15 min


El colapso del madurismo militarista, se abraza a la guerra rodeándose de la guerrilla desertora del proceso de paz y comandada por Iván Márquez pretendiendo hacer política mediante la fuerza y el empleo de la amenaza armada en el costado nor-sur occidental. Pretende equivocadamente el madurismo militarista tapar la miseria exponencial del venezolano, la depauperización social con su enorme pobreza de sociedad ahuecada y la calamidad político social que hoy ahoga al venezolano. El colapso del régimen se maximiza y profundiza como consecuencia de la creciente angustia de muchos venezolanos, más la presión internacional que aboga por el restablecimiento de la ecuación democrática, a la cual se oponen un militarismo regresivo, cobarde e inmoral, que cree igualmente como Nicolás Maduro que la guerra… puede desplazar a la política.

La irracionalidad en unos supuestos ejercicios militares en el costado nor-sur occidental con el fin de generar distracción, diversión y posible ocupación del territorio nacional por parte de la segunda guerrilla de Marquetalia, muestra la gravedad del régimen al abandonar la política y crear un peligro inminente empleando las bocas de fuego. El régimen chavista militarizado anclado en ideas retrogradas desconoce la Constitución, orilla la Geopolítica y muestra su ignorancia total sobre el empleo y/o uso de la Estrategia en América Latina. La decisión del régimen acompañado por un acobardado e irresponsable cuerpo armado coloca a Venezuela como República, en un grave desfiladero y peligroso empleo de hombres de armas, en un supuesto ejercicio de acción militar.

El régimen está desesperado y de manera irresponsable con una maniobra de distracción intenta desviar la atención con el empleo del cuerpo armado que sirve a un interés político ideológico y proporciona a los medios de comunicación el planteamiento de una grave la preocupación de muchos Estados, por un pretendido ejercicio militar. Acción realizada por efectivos armados que pudieran efectuar “fuego real” en una tarea de adiestramiento, de mandos y fuerzas que ejemplificarían manejo de materiales de guerra para una confrontación. Pero los irresponsables de esa acción se olvidaron de dos elementos fundamentales en la guerra: la inteligencia estratégica y la logística. Elementos críticos determinantes y medulares para intentar… una guerra.

La guerra como una actividad con fines políticos requiere de la inteligencia estratégica y de combate, más logística y el cuerpo armado que ha venido funcionando como Partido Político en Armas, carece de ambas, razón por la cual la finta hasta ahora ejecutada ha servido para distraer a la opinión pública y para incrementar los medios de comunicación que dibujan ya el fracaso del régimen. Régimen que esta boqueando frente a una sociedad que no le reconoce y graves problemas que tienen que ser resuelto por la vía política a los cuales le han dado la espalda un grupo de fanáticos e irresponsables, que todavía se imaginan que pueden seguir vendiendo como sistema político al castromadurismo, desgracia y vergüenza para la historia política, económica y social con su impacto en América Latina.

La guerra es un acto tan peligroso y serio que requiere de genio, racionalidad y coraje elementos todos ausentes en este grupo de improvisados irresponsables causantes de la regresión política, económica y moral en la República en pleno siglo XXI. La desgracia de la guerra de este grupo de improvisados se le ha convertido en morisqueta y esto se verifica cuando la respuesta de los gobiernos de Colombia y América latina no es otra cosa más que la ausencia critica y desprecio de la opinión de la mayoría de venezolanos que se burlan de las fintas seudo-militares.

El régimen en su desespero, atribulado ha podido verificar que su supuesta movilización no ha provocado a nadie, lo que sí ha hecho es ratificarle al mundo y a los venezolanos que el territorio venezolano es ya asiento de la segunda Marquetalia, razones suficientemente delicadas para que se enjuicie a este régimen por parte de la comunidad internacional y para que el TIAR como pacto del Hemisferio Occidental pueda activar la Legítima Defensa Colectiva entendida como una función protectora por parte de todos los Estados del continente americano frente a la conducta demencial e irresponsable de Nicolás Maduro y Padrino López.

La Legítima Defensa Colectiva como acción de los miembros del TIAR ofrecen una función reparadora a la ciudadanía venezolana y una función protectora al 87% de los venezolanos que rechaza al régimen autocrático, militarista, primitivo, que irresponsablemente en una supuesta finta armada crea la más desesperante situación de toda una sociedad. El régimen ya habrá comprobado que no fue capaz de usar la táctica y como consecuencia no tendrá ningún logro ni objetivo e igualmente verificara que no posee la logística para lograr la provisión de los medios físicos para las fuerzas organizadas que pudieran ejercer un poder militar.

Fracasaron quienes creían que podrían emplear la guerra para hacer política. Igualmente ha verificado el Hemisferio Occidental quienes son capaces de crear violencia y riesgo por pretender mantenerse en el poder cuando son rechazados por una sociedad que anhela la democracia. La Treta del Ejercicio Militar igualmente deberá servir para que aquel sector de la oposición responsable por conducir democráticamente la República entiendan que están obligados e impuestos por la historia, por la sociedad y por el bien de la República a operar como una masa crítica y a orientar por la vía de la Transición Política un país que ya se encuentra en condición de desespero. Desespero que a lo mejor se fundamenta en un -régimen que cree con la guerra se puede hacer política- y unos operadores políticos responsables por la democracia que no han entendido lo que es la democracia.

La finta de la supuesta guerra del régimen extrema ,que afecta el Ambiente Político Real Violento a Venezuela y en especial a quienes sufren una sociedad ahuecada y una calamidad político social: la ciudadanía. El régimen ya no tiene ninguna posibilidad distinta que la de entregar el poder político que no le corresponde porque hace tiempo perdió la legitimidad de origen y despues de esta acción dolosa y primitiva, pudiera tener una situación política regional comprometida ya que le TIAR muestra como respuesta la posibilidad de una Legítima Defensa Colectiva con una función reparadora, es decir, la vuelta la democracia.

Es original,

Director de CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 13 de septiembre de 2019

 5 min