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Opinión

Dicen que Hitler, una vez consciente de su derrota eminente al arribar las tropas soviéticas a las puertas de Berlín, empezó a despotricar contra el pueblo germano, acusándolo de no haber estado a la altura de sus designios. “Bien hecho, ¡ahora que se jodan!” pudiera haber proferido en alemán. En la película, “La caída”, se recogen estos arrebatos del Führer, desesperado en su bunker.

Traigo a colación esta locura, porque pareciera repetirse en la feroz represión desatada por el usurpador contra los habitantes de los barrios populares desde la semana pasada. Van más de 30 asesinatos y 800 detenidos, entre éstos algunos menores de edad. Evidencia, una vez más, el desprecio “revolucionario” por la vida de la gente humilde, mientras discursea clamando ser sus defensores. Como la gigantesca movilización nacional del 23 de enero y las protestas en barrios y pueblos del interior no dejan dudas acerca del repudio popular en su contra, los fascistas arremeten salvajemente en su contra. Los pobres serían unos ingratos, culpables de la derrota de esa impostura que insiste en llamarse “revolución”. “Bien hecho, ¡ahora los vamos a joder!”, resumiría la desesperación de la mafia en el poder.

Desde hace años vengo insistiendo que la “solución para los pobres” que instrumentó el Chávez redentor a través de las misiones era, en realidad, “una pobre solución”. Incluso una misión tan loable como Barrio Adentro, que ofrecía atención médica primaria en barrios populares y pueblos del interior, nació, a propósito, desconectada de la red de ambulatorios y hospitales públicos, y despreciando la oferta de participación de las universidades nacionales que forman excelentes médicos. Chávez le interesaba construir una institucionalidad paralela que él podía controlar totalmente --incluso cuando se trataba de enfrentar un problema tan delicado como la salud--, no resolver, de verdad, los problemas de la gente. Pues la permanencia de problemas, es decir, su no solución, es lo que lo hacía a él y su “revolución”, imprescindibles. Que lo pobres merecen lo mismo que los demás --convertidos, de paso, también en pobres por las políticas destructivas cruelmente aplicadas por Maduro--, un trabajo digno, bien remunerado y unos servicios públicos con cobertura y calidad, nunca estuvo en su agenda.

Estudié en el Liceo Andrés Bello en los años ’60. En esa época no había colegio privado que se le equiparara. El Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria era centro de referencia para el Caribe, al que acudían pacientes necesitados de naciones cercanas. ¡El Seguro Social, aunque el lector le cueste creerlo, funcionaba! Muchos entes públicos operaban con mística y disposición de atender al público.

Ciertamente, esa calidad se vino abajo durante los años posteriores de la democracia bipartidista adeco-copeyana. Una vergüenza injustificable para un país petrolero y expresión del deterioro político y social que le abrió las puertas a Chávez para llegar al poder. Pero, a diferencia de la desidia del bipartidismo tardío, la “revolución bolivariana” nunca se propuso hacer lo que adecos y copeyanos dejaron de hacer: asegurar servicios de calidad para todos. Su intención siempre fue otra: instrumentalizar a los pobres con dádivas y programas de reparto, para “legitimar” su consolidación en el poder. Con el petróleo a $100 por barril, semejante estafa funcionó bastante bien. Hoy, con las arcas desvalijadas por él y por sus compinches, Maduro pretendía que, con los CLAPs, su legitimidad ante los humildes seguiría intacta.

Pero ahora que el pueblo se les rebeló abiertamente --“no quiero bono, ni quiero CLAP, lo que quiero es que Maduro se vaya”-- desata contra ellos sus brigadas de exterminio, las FAES. Contrario a lo que dicta la mitología, a los pobres nunca se les vio como sujetos revolucionarios; fueron siempre objetos, una utilería indispensable para toda puesta en escena fascio-comunista. Ahora que ya no les sirven para ese papel: ¡plomo con ellos!

Economista, profesor de la UCV.

humgarl@gmail.com

 3 min


Seguramente, en muchos países la actividad deportiva estuvo rodeada de romanticismo, hasta que el profesionalismo de los atletas, su consideración del deporte como una profesión y un medio de vida, eliminó esa sensación de placer, de diversión de la actividad deportiva, por la responsabilidad de tener que competir con el fin de generar dividendos para una franquicia a la cual “pertenece”.

En el caso de Venezuela, he sido testigo del deporte desde los años cincuenta del siglo pasado, ya que nací en el año 1943 y comencé a interesarme por el deporte organizado en mi adolescencia. Desde muy pequeño disfrutaba jugar “pelota” de goma en las calles de Maracay, ciudad a la cual llegamos desde Lagunillas del Zulia en nuestro tránsito hacia el centro del país. Allí viví hasta los 9 años de edad y luego nos mudamos a Caracas donde seguí con mis juegos infantiles pero también jugando pelota de goma, y al llegar a la adolescencia, a jugar caimaneras en la inmensidad de terrenos pedregosos que había en la Urbanización Carlos Delgado Chalbaud (Coche).

A partir de 1958 realicé mis primeros pasos en el baloncesto y este deporte me cautivó, dedicándole la mayor parte de mi tiempo a las enseñanzas de Celestino Aellos en las estrategias de este deporte. Participábamos, entre otros, en competencias Inter Liceistas, Inter Parques del Consejo Venezolano del Niño, campeonatos distritales y atendiendo algunas invitaciones de intercambio deportivo. Así fuimos madurando en el equipo Los Cedros, categoría juvenil, con Freddy Guerra, Luis Herrera, Ricardo Sanguino, Marcos Mata, Pedro García y otros, marcando una época en Caracas al ganar prácticamente todos los campeonatos en los que logramos participar.

En 1960, me fui de nuevo a Maracay a estudiar en la Facultad de Agronomía de la UCV, y por supuesto, comencé a participar en los Juegos Inter Facultades en baloncesto y volibol. Pero lo mejor fue que pasé a integrar el equipo de la Universidad Central que participaba en los campeonatos estadales de baloncesto, haciendo equipo con Pedro “Camagüey” Espinosa, Rafael “Puro Estilo” Romero, Rodolfo Ramírez, Anibal Pino, Alí Vals y otros. Allí enfrentamos las otras divisas tradicionales de Aragua que eran Escuela de Aviación Militar, Fuerza Aérea de Venezuela y Real Calicanto. Entre los adversarios recuerdo a Carlos Herrera y por supuesto a Clifford Fenton Johnson, alias “Mauricio”. Por aquella época, finales de los cincuenta y comienzo de los sesenta, Aragua fue el equipo más ganador en los torneos nacionales con cinco triunfos, y con una gran rivalidad con el equipo del estado Carabobo, que contaba entre sus filas a grandes de este deporte como Arcadio Silva, Gustavo López y más adelante Tulio Sánchez y otros. ¡Cómo disfrutábamos aquellos encuentros en la Maestranza César Girón, con plaza llena y la disputa acalorada entre las barras de Aragua y Carabobo!

Los integrantes de la selección aragüeña de baloncesto eran unos héroes regionales, y hasta cierto punto nacionales, cuando muchos de ellos pasaban a formar parte de la selección nacional para competencias internacionales. Especialmente Camagüey, Puro Estilo y Mauricio Johnson, con el tiempo se convirtieron en íconos de la Ciudad Jardín, Maracay. Hoy, estos tres deportistas y otros integrantes de aquel equipo de la era romántica del deporte en Venezuela, se han marchado a otra dimensión, pero nos han dejado cientos de recuerdos y un ejemplo de una vida donde compartieron los sudores en las canchas con los estudios en las aulas universitarias o en otras actividades profesionales, dedicada además en algunos casos, a la enseñanza deportiva y a la dirección técnica en equipos que hoy compiten en la Liga de Basquetbol Profesional.

A comienzos de la década de los setenta inicia actividades la Liga Especial de Baloncesto, con visos de profesionalismo, y con la incorporación de jugadores extranjeros. Esta liga, ha sido muy importante para el crecimiento del nivel de juego en el baloncesto nacional, ha permitido que muchos jóvenes venezolanos lo hayan tomado como su profesión para satisfacer sus necesidades económicas y ha permitido, que en ocasiones, nuestra selección nacional haya llegado a obtener triunfos insospechados, hasta competir en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales.

Sin embargo, esta liga que agrupa a los equipos profesionales de baloncesto, las irregularidades de los Juegos Nacionales de Mayores y Juveniles, de los Juegos Inter Liceistas, de los Juegos Inter Facultades, de los Juegos Nacionales Universitarios y de otros niveles de competencia que se han eliminado con el tiempo, han contribuido al fin del romanticismo deportivo del siglo XX.

Enero de 2019.

 3 min


Jesús Elorza G.

Placenteramente sentado en el cómodo sofá de una de las suites del céntrico hotel capitalino, se encontraba Mister Hair, a la espera de la llegada de su invitado. A la hora fijada, hizo su entrada Mister Why-dó, ataviado con un suéter cuya capucha dejaba entrever una gorra de béisbol.

-¿Por qué vienes tan abrigado preguntó el anfitrión?

Es que la habitación está muy fría.

-Quieres que apague el aire acondicionado.

No, déjalo así, que estoy bien abrigado.

-Bueno, entremos en materia. Te invité a esta reunión, dijo Mister Hair, para conversar un poco sobre la visión que tu tienes sobre la situación del país y las posibles salidas para superar la crisis.

Te agradezco que me hayas invitado. Para serte franco, voy a resumirte lo que hemos considerado “La Hoja de Ruta Democrática” para salir de la grave crisis social, política y económica que hoy vivimos. En ese sentido, hemos establecido tres puntos fundamentales: 1) Cese de la Usurpación, 2) Gobierno de Transición y 3) Elecciones Libres.

-Eso ya lo sé, dijo sin inmutarse Mister Hair. Pero debo decirte, con respecto al nuevo periodo presidencial, que no podíamos quedarnos de brazos cruzados frente al avance de la oposición a la que tú perteneces y que si no hacíamos elecciones adelantadas y ayudadas por nuestras amigas en el organismo electoral la derrota estaba cantada. Nuestro candidato, para ese momento tenía un rechazo, según las encuestas, de más del 70%. Además, se aferraba al coroto, diciendo a cada momento que era el sucesor designado por el Comandante…..y seguía delegándome a un segundo plano. Ahora, las encuestas no han mejorado un carajo, por el contrario, han empeorado y el rechazo ya supera el 90%. Ni que llamemos a María podemos ganar en una elección.

Mister Why-dó, no podía creer lo que estaba escuchando. Mejor dicho, estaba asombrado por quien las decía. Y se atrevió a preguntarle ¿Acaso estas saltando la talanquera?

-No vale, yo sigo defendiendo “rodilla en tierra” los postulados de nuestro comandante. Pero, considero que en manos de su equivocado sucesor se perdió la república socialista del siglo XXI…..Y en consecuencia yo debo proteger mis intereses.

¿¿¿???? No entiendo lo que me quieres decir …. explícate mejor.

-Bueno, déjame decirte, que me llamó poderosamente la atención tú propuesta de Ley de Amnistía y en base a ella quería hacerte el siguiente planteamiento para ver si llegamos a un acuerdo.

Echa pa’ fuera, dijo mister Why-dó sin salir de su asombro.

-Con voz temblorosa, mister Hair, comenzó su explicación: Esteee, esteee, estoy dispuesto a acogerme a esa ley. Pero, con las siguientes condiciones:

Primero, deben garantizarme que hablaran con Trump, para que sean inmediatamente suspendidas las acusaciones que el Departamento de Justicia y la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) hacen sobre mi persona. Me tienen en su lista negra de conformidad con la Orden Ejecutiva (E.O.) 13692, por estar involucrado en "tráfico de drogas, lavado de dinero, malversación de fondos y otras actividades corruptas.

Segundo, solicito también que cesen las investigaciones por delitos de corrupción contra mi esposa, mi hermano y mis primos.

Tercero, que las autoridades norteamericanas dejen tranquilo a mi socio y amigo Rafael Sarria Díaz. Como muestra de buena voluntad, deben devolverle su avioncito ‘jet’ Gulfstream 200 de 20 millones de dólares, que tenía camuflado en un hangar en Florida.

Cuarto, liberar de injerencias judiciales las propiedades inmobiliarias y empresas que mi socio tiene en el Estado de Florida y en New York. En particular un condominio lujoso ubicado en Boca Ratón.

Quinto, igualmente conversa con Pedro Sánchez en España, para que no me toquen mis tres empresas: Bengoechea, Inversiones y Patrimonios, S.L, Depósito y Stockage JJ, S.L, e Inversiones, Oportunidades y Negocios, S.L. dedicadas a la prestación de servicios especializados en el área de producción de hidrocarburos y gas, a nivel nacional e internacional, relacionadas con el mantenimiento de pozos de petróleo y gas.

Sexto, finalmente exijo que se me conceda asilo como testigo protegido en los Estados Unidos (pa’ Cuba no me voy ni de vaina) con derecho a una nueva identidad y desbloqueo de mis cuentas bancarias. Petición esta extensiva a toda mi familia.

Cuando mister Hair estaba esperando la respuesta de su invitado, sintió que uno de sus guardaespaldas lo llamaba ….. jefe, jefe despierte, despierte que se quedó dormido en el sofá y está teniendo una pesadilla.

En ese instante entró “El Loquero” ministro de comunicaciones, para informar a su camarada Hair, que la emboscada a mister Why-dó no funcionó. El tipo no se presentó y debemos pasar al “Plan B”.

Dile a uno de tus guardas espaldas que se ponga este suéter con capucha y gorra para filmarlo saliendo del cuarto y decirle a los medios de comunicación que vino a reunirse contigo para prometer que no se juramentaría y reconocería el nuevo periodo presidencial de Nicolás.

Al ver el video en televisión, las risas y burlas se hicieron sentir a nivel nacional e internacional…..y el loquero se hizo el loco y no volvió a mostrar su manipulado video.

Mister Hair, para no quedar en ridículo agarró su mazo y amenazó a todos aquellos que lo escucharon hablando dormido…….yo no dije nada de eso. Pero, si el sueño se hace realidad no me pongo bravo.

 4 min


En días pasados se llevó a cabo la reunión anual del Foro Económico de Davos, organizada en torno a una agenda amplia, escrita con los problemas que más ocupan y preocupan a la humanidad en estos tiempos. Como se sabe, este encuentro presenta una suerte de resumen sobre el estado del mundo, elaborado desde el punto de vista de empresarios y líderes políticos, cuyas opiniones y acciones pesan mucho, para bien y para mal, en el destino del planeta.

En el encuentro se pasó revista, así pues, a los desafíos asociados con la Cuarta Revolución Industrial, tomando en cuenta, de acuerdo a lo declarado por Klaus Schwav su fundador, “el surgimiento de restricciones ecológicas, el advenimiento de un orden internacional cada vez más multipolar y una creciente desigualdad, asumiendo tales hechos como el comienzo de una nueva era de globalización, la 4.0, que debe ser más inclusiva, más justa y más sostenible ”.

La moral 4.0

El presente escenario internacional está marcado por múltiples vínculos de distinta naturaleza y entidad, en particular, aunque no solo, respecto a la crisis ambiental, según lo señaló Schwav. Dentro de este marco, la cooperación y la multilateralidad emergen como condiciones imprescindibles en la gestión de los gobiernos. Estos deben entender que no es el momento de hacer del ombligo nacional el asiento de la perspectiva para mirar las dificultades – y las oportunidades, desde luego -, que trazan la huella de la presente época.

Resulta, evidente, sin embargo, que no se tienen las instituciones capaces de manejar un contexto de tan intensas y diversas interdependencias. Y no solo no se dispone de la estructura organizativa ni de las leyes necesarias para ello, sino que ni tampoco se cuenta con los códigos éticos e incluso políticos, que sirvan de brújula y permitan considerar qué efectos tiene sobre toda la humanidad y su futuro, lo que se lleva a cabo en los espacios nacionales.

En ese afán que hoy nos agobia de digitalizar el lenguaje, en Davos se habló de la necesidad de una Moral 4.0.

El “patriotismo económico”

Las elecciones en varios países han llevado al poder a personas que retan ideológicamente al enfoque multilateral como medio de resolución de los problemas que se afrontan. Donald Trump y Jair Bolsonaro pudieran ser considerados los representantes más conspicuos de un nacionalismo desfasado que se expande y pretende marcar distancias de los procesos de globalización, haciendo caso omiso del hecho de que no se pueden gobernar cada país sin mirar el planeta y asomarse para ver cómo va a ser el mundo que viene.

Ambos, Trump y Bolsonaro, son, igualmente, ejemplo de la desatención, por decirlo de manera suave, con respecto al cambio climático, asumido en los discursos de los participantes en Davos, como el mayor desafío de la actualidad. Desgraciadamente, en este renglón las tareas realizadas hasta ahora han sido insuficientes de acuerdo a lo que reportan los científicos, cuyo juicio algunos han tenido, por cierto, el tupé de ignorar y hasta desmentir. No se ha estado, así pues, a la altura del que seguramente sea el problema más complejo de negociación al que se ha enfrentado la humanidad, vistos los varios asuntos que envuelve entre países y entre generaciones y desde luego por sus radicales consecuencias, todo, como dije antes, en medio de un enorme y peligroso déficit en cuanto al armado institucional que permita la gobernanza en clave global, como única vía de solventar los profundos desacomodos ambientales.

Los diversos informes elaborados por los expertos coinciden en señalar que solo se cuenta con alrededor de una década para tomar ciertas medidas imprescindibles con el propósito de evitar lo que califican como una catástrofe. Sin embargo, luce como si los terrícolas no se creyeran la gravedad problema Así las cosas, el “patriotismo económico” toma visos de doctrina, justificada en la consigna de que hay “recuperar el control nacional de las manos de las fuerzas globales”. En medio de tan graves circunstancias por las que atraviesan los seres humanos, pareciera que se está optando, como dirían algunos, por el “auto suicidio”

El Nacional, miércoles 30 de enero de 2019

 3 min


El régimen chavista, devenido en una dictadura desde el 2016, confronta su peor situación en términos de gobernabilidad y estabilidad. Es rechazado por la inmensa mayoría de la sociedad por su responsabilidad en la crisis humanitaria en progreso y por negarle a la ciudadanía el ejercicio libre de sus derechos humanos, políticos y civiles. También concita el rechazo creciente de la comunidad internacional democrática, particularmente de los Estados de su entorno. Ese rechazo se viene traduciendo en una escalada de sanciones políticas y económicas que están afectando y afectarán seriamente la capacidad del Gobierno en materia económica. No estoy, ni mucho menos, afirmando que fatalmente está de salida.

El sostén básico y decisivo del régimen es su control del aparato del Estado y fundamentalmente el de la cúpula de la FAN y de los cuerpos de seguridad. Esos respaldos son a la vez una fortaleza (por todo lo que sabemos) y una debilidad porque esos sectores no son inmunes a la crisis sistémica del régimen, ya se han presentado manifestaciones (ciertamente pocas y de escasa relevancia todavía) de descontento hacia al Gobierno. Puede decirse al respecto que la procesión va por dentro.

El otro factor decisivo para la precariedad de régimen es que el movimiento democrático recuperó la iniciativa, la unidad, tiene liderazgo, política, una estrategia ampliamente apoyada y ha recobrado su capacidad de representar los deseos de cambio de la mayoría social. Logros todavía algo líquidos por las fuerzas centrifugas siempre al acecho.

El panorama arriba descrito le plantea al régimen un serio dilema, diríamos que cuasi existencial, creo que tiene básicamente dos opciones (aunque la política tiene la capacidad de sorprendernos por sus inesperados giros):

  • Admite que el continuismo no es ya realista y por tanto decide negociar en serio. Acepta el puente de plata de las elecciones y la amnistía. La emergencia de ese escenario no es fácil por la vocación totalitaria y para comunista de la cúpula gobernante, por los intereses crematísticos existentes y por los naturales temores a perder la protección del poder. Sin menoscabo de lo afirmado, lo planteado puede ser la salida más honorable para el futuro del chavismo como fuerza política. De hecho algunos amigos del régimen como Pepe Mujica han sugerido fórmulas al respecto.
  • Decide conforme al paradigma castrista resistir y mantenerse a toda costa en el poder apelando al terrorismo de Estado y reprimiendo masivamente, en otras palabras provocando un baño de sangre nunca visto en Venezuela y similar ¡qué paradoja! al impulsado por Pinochet en Chile en 1973. La misma por muchas razones supone un costo terrible para el país y para quienes la adopten, sobre todo porque hay sobre la mesa unas propuestas realistas y prácticas para esquivar ese despropósito.

Estamos ante un panorama volátil, dinámico y complicado en el cual los dirigentes del país deben hacer todo lo necesario y posible para superar constructivamente la situación.

Caracas, 29 de enero de 2019

 2 min


El Estado Cuartel y su apéndice NM como la máxima expresión de perversión y regresión política en la historia de Venezuela, mostraron con sus tiros el domingo su predilección por la polemología, típica barbarie de un bestiario militarista que desconoce el contenido de la Constitución. El Estado Cuartel, es decir, un enjambre de militares convertidos en operadores políticos accionando, además, como gobierno y empleando la verticalidad como mandato, muestra a través de una exhibición de instrumental de guerra una “respuesta” al Estatuto de Transición Democrática emanado de la Asamblea Nacional legítima, con el objeto de hacer efectivo el artículo 333 de la Constitución.

El Estado Cuartel ese que se mostró el domingo 27 de enero del presente año, en un supuesto despliegue de tropas e instrumental de guerra que se confunde con un ejercicio táctico, es una burda expresión del elemento militar haciendo política. El Estado Cuartel mostró al elemento militar apoyando públicamente como partido político en armas a Nicolás Maduro declarado usurpador. Violando así la Constitución. Ese grupo de militares que se prestaron a esa farsa, e igual a la farsa del 20 de mayo de 2018, son el Estado Cuartel. Estado Cuartel que extrema su irresponsabilidad siendo culpable por crear una sociedad ahuecada, que convertida en Calamidad Político Social se muestra como la diáspora, vergüenza de este régimen comunistoide.

El Estado Cuartel, ósea los militares ministros, jefes de empresas, gerentes de bancos, gobernadores, alcaldes, constituyen la regresión mas vergonzosa de la política y de la imposición a rajatabla de la polemología, que hoy es despreciada y enjuiciada por la mayoría de los ciudadanos ante la desgracia, dolor y pobreza que vive la República. El Estado Cuartel obedece a la expresión de Nicolás Maduro de que la oposición política democrática no entraría a Miraflores, ni con balas ni con votos. Es tambien la ideología militarista ahora gobierno, es el militarismo como motor funcional de un régimen autocrático, ladrón y mafioso que ha comprometido a los hombres en filas a que se parezcan a un Partido Político en Armas , lo que es igual a un organización militar político-partidista. Ese Estado Cuartel y su prepotencia criminal para amenazar al ciudadano y jurar, de manera pública de espalda a la Constitución, que respaldan a un usurpador constituye la razón del más grave desprecio de todos los venezolanos, hacia quienes de manera inmoral y cobarde se han valido de su condición de hombres armados para atemorizar al ciudadano y violar abiertamente la Constitución.

El Estado Cuartel por ignorante no ha entendido que la mayoría de venezolanos demócratas respetamos la Constitución, y que a partir del 5 de enero se ha iniciado un proceso que conduce a que el Estado-nación venezolano como entidad política haga valer los artículos 233, 333 y 350 con lo cual se configura una realidad que obliga a la Teoría del Estatuto. La Teoría del Estatuto sirve como ley, ordenanza o pequeña Constitución para resolver la grave situación creada por Nicolás Maduro cuando pretende imponer su condición de presidente, que fue desconocida el 20 de mayo y, que en el peor de los casos, sufre el rechazo de la mayoría de los venezolanos.

En consecuencia, el problema no es jurídico, es político y en tal sentido es la mayoría democrática afectada por una guerra molecular la que asqueada, cansada y dispuesta políticamente se acerca a un proceso de Transición Política, en el cual se recupere la vigencia de la Constitución de 1999. El Estado Cuartel -los militares como gobierno- no tienen nada que hacer en la presente crisis que no sea respetar la Constitución. Ello significa que quienes se entienden como Estado Cuartel, los mismos que echaron tiros el domingo y mostraron su soporte a un usurpador, están obligados a cumplir con la Constitución. De violarla serán sancionados, tal como lo señalan el cuerpo de leyes de la República

Los demócratas venezolanos -la mayoría- no reconocemos al partido político en armas, no aceptamos el Estado Cuartel ya que es un militarismo aberrante con concepción marxista -leninista, amarrado a una revolución bonita cuyo resultado es la Sociedad Ahuecada, la Calamidad Político Social y la Diáspora, que ahora pretende para imponer o limitar el proceso de transición desatar la guerra molecular. No habrá guerra molecular, el Estado Cuartel como caporales y vasallos de las revolución bonita no saben de política, pero sí de plan de machete, de caudillo y caudillismo por cuanto nunca fueron líderes militares, ni líderes, ni jamás estadistas. Venezuela hoy requiere de Estadistas.

Los demócratas venezolanos estamos consientes de la fragilidad de la transición política, no obstante haremos de este proceso una escuela política. Escuela política nacional que insufle el deseo a participar, que permita crezcan líderes políticos vecinales que animen la Transición Política Concertada, para conseguir mediante la Resistencia Civil sin violencia, pero con clara idea política neutralizar al Estado Cuartel. El Estado Cuartel, entonces, no podrá echarle tiros a la transición y la transición, por la vía de la desobediencia civil, hará posible la reinstalación de la democracia como un derecho legitimo de una sociedad civilizada que merece vivir en paz, en armonía y alcanzar el desarrollo.

Es original,

Director de CEPPRO

@JMachillanda P

Caracas, 29 de enero de 2019

 4 min


Hay una división tajante e insostenible a largo plazo. A un lado, una presidencia estatal sin pueblo pero armada hasta los dientes. Al otro, un presidencia simbólica y constitucional, sin posibilidad de ejercicio y totalmente desarmada, pero que cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría ciudadana y con el también inmensamente mayoritario apoyo de los gobiernos democráticos del planeta.

Pocas veces la historia ha consignado una polarización tan radical como la que se da en Venezuela entre el poder de la fuerza y el poder de la política. Polarización que elevada hacia el plano internacional se presenta bajo la forma principal de contradicción entre dictadura y democracia. Maduro y Guaidó, Guaidó y Maduro, son efectivamente representaciones venezolanas de la contradicción principal de nuestro tiempo. Contradicción que está muy lejos de la que se dio en el pasado reciente, a saber, entre una izquierda y una derecha mundial. No hay que olvidar en ese sentido que los dos principales aliados internacionales de Maduro –Putin y Erdogan– no son precisamente de izquierda.

Dicho de modo grueso, la contradicción venezolana, expresión agudizada de una contradicción mundial, tiene solamente dos salidas: O una salida militar o una salida política. En aras de una salida política, la mayoría ciudadana de Venezuela y la mayoría internacional se encuentran frente a la misma muralla: las FANB, el ejército venezolano, el estamento militar convertido por Chávez, los Castro y Maduro, en una enorme guardia pretoriana al servicio de un gobierno minoritario, fraudulento y, por lo mismo, usurpador.

Pero – y aquí está la letra mayúscula del problema– en las manos de ese ejército están las llaves que abrirán o cerrarán las puertas de la democracia venezolana. La clave es entonces militar. Pero la salida es política. O, por el bien de todos, debería serlo

¿Cómo descifrar la clave militar? No es muy fácil pues no estamos frente a un ejército normal. Estamos hablando de un ejército que es parte de una fusión entre un sistema, un gobierno y un partido. En términos politológicos, el chavo-madurismo ha convertido a las FANB en una organización corporativa, eje fundamental de una nueva clase dominante de estado. Sin embargo, hay que seguir horadando el tema. ¿Cómo traspasar el muro militar?

Juan Guaidó ha presentado una hoja de ruta dividida en tres fases: cese de la usurpación, gobierno de transición, elecciones libres. Sin duda la primera fase es la más difícil: cese de la usurpación significa, dicho en buen castizo, poner fin al gobierno de Maduro. Vale decir, si uno lee bien la línea Guaidó, estaríamos frente a una vía insurreccional sin que sean especificados los medios para transitarla.

Pero cualquier escenario que lleve al fin de la usurpación pasa por las FANB. Ya sea una lucha de desgaste, con alta participación masiva, que excluya el decrecimiento de las demostraciones y que incluya un alto número de cadáveres (reedición ampliada de las jornadas del 2017); ya sea un quiebre horizontal o vertical del estamento militar que lleve a un enfrentamiento entre militares (todas las guerras civiles han sido militares); ya sea una rendición del ejército frente a una invasión extranjera (la variable menos probable); ya sea combinaciones de lo uno o de lo otro, todas esas alternativas pasan por la hegemonía de lo militar por sobre lo político. Eso no quiere decir que la vía Guaidó sea incorrecta. Es correcta. El único problema es que, dada la correlación de fuerzas que se observa en suelo venezolano, está puesta en un orden incorrecto. Incluso, inverso.

Tal vez advirtiendo la incoherencia del orden discursivo de la línea Guaidó, cuatro gobiernos europeos, los de Alemania, España, Francia e Inglaterra, redactaron un ultimátum a Maduro. En términos escuetos el ultimátum dice así: si en el plazo de ocho días Maduro no convoca a elecciones libres reconoceremos como presidente de Venezuela a Juan Guaidó. Al ultimátum se van sumando otros gobiernos europeos.

¿Intentan los gobiernos europeos dar una chance a Maduro? A primera vista pudiera entenderse así. Pero a través de una segunda mirada entendemos algo distinto. Se trata de una posibilidad destinada a instalar carriles políticos antes de que ocurra un descarrilamiento cuyas trágicas consecuencias no queremos siquiera imaginar. En otras palabras, la “entente” europea ha invertido el discurso de Guaidó. El orden de la línea discursiva, de acuerdo a los gobernantes de esos cuatro países, debería ser entonces: elecciones libres – transición – fin de la usurpación.

Probablemente los gobiernos europeos calculan con que Maduro no aceptará medirse en nuevas elecciones –las que evidentemente perdería– y al fin no les quedará otro camino que reconocer a Guaidó como legítimo presidente de Venezuela. O tal vez esperan una señal de Maduro antes de tomar la decisión definitiva.

Convocar, en efecto, no quiere decir llamar de inmediato sino, simplemente, aceptar la realización de elecciones libres en un plazo indefinido pero breve. Visto así, los tres gobiernos ofrecen un tema para un diálogo entre las fuerzas contrarias y al mismo tiempo un objetivo de lucha a la oposición. Con respecto al diálogo, entregan una materia concreta a negociar (una negociación o diálogo que no incluya la palabra elecciones no debe hacerse jamás) Con respecto al objetivo de lucha, una alternativa real y una posibilidad para reconectar el proceso iniciado el 23-E con el 6-D, día en que nació la actual AN sin la cual Guaidó no existiría políticamente. Esto vale para el caso en que Maduro acepte el ultimátum. Pero sobre todo vale –como probablemente ocurrirá– para el caso en que no lo acepte.

Si Guaidó es tan inteligente como hasta ahora parece serlo, debería considerar la estrategia de los gobiernos europeos. Más todavía si tenemos en cuenta que las democracias latinoamericanas, aparte de discursos pomposos no han sugerido nada concreto.

Queda, por cierto, la posibilidad de que Maduro acepte el ultimátum o algunos de sus términos. La posibilidad no puede ser del todo descartada. Astuto como es, conoce las taras de la oposición mejor que las propias. Sabe por ejemplo que hay dos palabras que dividen a la oposición. Esas palabras son: diálogo y elecciones. La oposición alrededor de Guaidó debería estar desde ya en guardia frente a esa posibilidad si es que no quiere ceder hegemonía a los extremistas del maduroveteya, en-dictadura no-se-vota, no-lo-llames elección y otras mieles similares. Por de pronto, debería tener nombres en vista hacia eventuales candidaturas para que no vuelva a suceder lo mismo que en los diálogos de Santo Domingo donde fueron a hablar de elecciones presidenciales sin tener un candidato (algo así como asistir a tu boda sin llevar a tu novia)

¿Y la clave militar? Cabe imaginar que la clave militar puede ser descifrada mucho mejor con votos contados y certificados, e incluso con el reclamo masivo frente a evidentes fraudes, que con batallas callejeras donde solo se puede perder, o con grandes manifestaciones sin posibilidad de ser mantenidas durante un largo tiempo.

El momento no es insurreccional, es político. Por esa misma razón -reiteramos- el orden del discurso debería ser: elecciones libres – período de transición – fin de la usurpación. No entender ese orden solo puede llevar a la oposición a tropezar una y otra vez con la misma piedra

Por supuesto, la historia no se repite. Pero las estupideces, sí.

  1. Llega la noticia de que el régimen ya mandó “al carajo” el ultimatum. Con eso no hace más que abrir las compuertas para que aumente la presión nacional e internacional por “elecciones libres”. Por cierto, no faltarán los aguerridos que declararán por cerrada la lucha por elecciones libres y optarán por otra vía que nadie sabe cual es.

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