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Opinión

Carlos García Soto

Este 18 de octubre dirigentes políticos, académicos y técnicos presentaron la primera parte del proyecto “Plan País”, un esfuerzo para mostrar a la opinión pública un conjunto de propuestas para solucionar la grave crisis socioeconómica que atraviesa el país.

Uno de los grandes riesgos de una larga etapa de desmantelamiento institucional y de crisis socioeconómica es la desesperanza alrededor de un proyecto de país distinto. La constatación de las consecuencias del modelo, que se traducen en formas tan diversas como el colapso de la infraestructura hasta la escasez de medicinas o la hiperinflación, podrían llevar a una renuncia sobre cualquier reflexión acerca de cómo reconstruir.

Afortunadamente, pareciera que ese no es el caso venezolano. Desde que se empezaron a ver los signos más palpables de la crisis, investigadores, profesores, profesionales de distinto signo, aquí y en el extranjero, han intentado reflexionar sobre qué nos pasó y cómo reconducir la sociedad venezolana. En algunas ocasiones, el esfuerzo ha sido realizado por un profesor o investigador en solitario. Pero en muchas otras oportunidades se ha tratado de esfuerzos colectivos, dirigido a interpretar el país desde las distintas aristas.

Es realmente difícil seguir el paso a la cantidad y calidad de bibliografía que se ha producido en el país sobre cómo reconstruir. Pretender realizar una lista exhaustiva, en sí mismo, ya sería una extraordinaria, pero difícil meta. Pero, para tener tan sólo una aproximación lejana de lo que se ha investigado y publicado durante estos años, sirvan estos ejemplos, entre muchos otros, de proyectos académicos que han reflexionado sobre el país:

-Patricia Márquez y Ramón Piñango (editores), En esta Venezuela. Realidades y nuevos caminos, Ediciones IESA, Caracas, 2003.

-Equipo Acuerdo Social (coordinadores), Venezuela: un acuerdo para alcanzar el desarrollo, Acuerdo Social, Caracas, 2006.

-Pedro A. Palma (coordinador), Propuestas a la Nación, Academias Nacionales de Venezuela, Caracas, 2011.

-Ronald Balza Guanipa (coordinador), Venezuela 2015. Economía, Política y Sociedad, Konrad Adenauer Stiftung-Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2015.

-Benigno Alarcón Deza y Sócrates Ramírez (coordinadores), La consolidación de una transición democrática, Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2018.

Como puede verse, esa pequeña muestra sirve para ilustrar el trabajo que se ha hecho para pensar sobre cómo reconstruir, desde diversos sectores, desde diversas perspectivas, a distintos alcances. Al punto, que estudios publicados en, digamos, 2016, ya necesitan de importantes actualizaciones en data y enfoque. Ni qué decir de investigaciones realizadas en los años previos a 2012. Pero, como sea, es un esfuerzo cuantitativo y cualitativo que han realizado profesores, investigadores, Universidades y otras instituciones está allí, al servicio de la reconstrucción institucional, social y económica.

Por otra parte, varias Cámaras empresariales han venido realizado diagnósticos y propuestas para algunos sectores claves de la economía. Por ejemplo, Conindustria presentó este año el libro colectivo Hacia una Venezuela industrializada: la ruta, bajo la coordinación de Juan Francisco Mejía Betancourt. Por señalar otro ejemplo, la Cámara Venezolana de la Construcción, bajo la dirección de su Presidente, Juan Andrés Sosa, ha preparado un completo informe para la reactivación del sector construcción, titulado Construyendo la Venezuela que queremos.

Aquí mismo en Prodavinci se está impulsando el proyecto Economía venezolana: una discusión pública, que está recogiendo los análisis y propuestas de una cantidad muy importante de economistas.

Por ello, los venezolanos debemos sentirnos orgullosos de no haber sido indiferentes: hay un consenso sobre lo que hay que hacer, que está sustentado en diversas reflexiones, investigaciones, análisis que vienen realizándose desde hace bastantes años. Prácticamente para cada gran tema de la crisis socioeconómica, y luego para cada sector, hay estudios que han hecho el respectivo diagnóstico, y su correspondiente propuesta.

En este contexto, cobra mucha importancia el proyecto “Plan País”, del que ya se ha anunciado la primera fase. A diferencia de otros proyectos como los que hemos reseñado, en este proyecto la Asamblea Nacional ha tomado un rol impulsor, como se vio en el acto de presentación, lo que supone la coordinación entre la dirigencia política y quienes pueden prestar el apoyo técnico para la formulación y ejecución de políticas públicas.

Según las reseñas periodísticas, el “Plan País” contiene propuestas para cada uno de los aspectos de nuestra crisis económica, desde el déficit fiscal, hasta la crisis en el sector hidrocarburos, pasando por los controles cambiario y de precios, que tanto daño han causado. Anuncia esquema de plan integral para la recuperación económica.

Sin duda, el “Plan País” es una ocasión importante para que la dirigencia opositora muestre consenso alrededor de unas ideas fundamentales, como un instrumento para el consenso no sólo económico, sino también político, y como un esfuerzo de trabajo conjunto entre la dirigencia política y los otros sectores de la sociedad.

Y eso es una excelente noticia para el país.

Prodavinci

23 de diciembre de 2018

https://prodavinci.com/plan-pais-un-esfuerzo-de-consenso-en-torno-a-la-c...ín+diario+Prodavinci&utm_campaign=66ebaeb993-EMAIL_CAMPAIGN_2018_12_23_08_18&utm_medium=email&utm_term=0_02b7f11c26-66ebaeb993-195301721

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Futbolistas y políticos tienen la mala costumbre de involucrar el nombre de Dios en sus éxitos o fracasos lo que no debe extrañar pues tanto la política y el fútbol están sometidos a las incertidumbres, a las contingencias, a las imprevisiones. Y donde la certeza no reina deseamos en nuestra impotencia una mano divina que nos guíe.

Ahí, y solo ahí, es cuando tantos se acuerdan de Dios y le piden su gracia, compensación de humanas debilidades. Pero Dios no interviene fuera de nosotros y al parecer tiene buenas razones para que así sea. Una de ellas es qué si hay Dios, Él nos regaló la libertad de decidir, libertad imposible sin el uso de su otro gran obsequio: el pensamiento. Porque si no nos hubieran regalado el pensamiento, no podríamos decidir nada, como nada deciden otras existencias del universo. O en términos más rigurosos: no sólo existimos, además somos. Y el ser sólo puede ser siendo en el tiempo. (Heidegger)

Para decirlo de modo casi agustino, en el tiempo hay múltiples dimensiones entre las cuales vislumbramos solo a dos. La del tiempo eterno que no nos pertenece, y la del tiempo finito de la lógica que sigue a Cronos y por eso es crono-lógica, y por lo mismo, un tiempo que sólo puede ser medido en modesta escala humana. Por lo tanto, es un tiempo circunstancial, impreciso, indefinido, en fin, imperfecto. Es también el tiempo del reino de este mundo: un mundo entre infinitos que lo circundan. A ese mundo y no a otro pertenece la vida política.

Desde la perspectiva puramente religiosa, en cambio, muchos han sido asaltados por la misma pregunta: ¿Cómo Dios si es misericordioso pudo haber permitido tantas maldades, entre ellas el Holocausto y el Gulag? La respuesta es: No: No fue Dios quien permitió esas maldades. Esas maldades fueron permitidas y realizadas por los humanos, no por Dios. Pero ¿no fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios? -preguntarán los dogmáticos-.

La respuesta teo-lógica dice lo siguiente: la imagen y semejanza se expresan a través de la presencia de Dios, no de su ausencia. Luego, el ser humano es libre de decidir vivir con la presencia o con la ausencia de Dios.

Esa libertad nos la dio la Creación. Gracias a esa libertad podemos asumir en toda su radicalidad el dilema hamletiano: Ser o no ser. Ser en la vida o ser en la muerte. Ser en Dios o ser en contra de Dios

¿Dios no está entonces en todas partes? Sí; pero siempre que lo dejen pasar. El siempre golpea en la puerta antes de entrar. Frente a Él todos somos soberanos.

De ahí que cuando Jesús dijo, “mi reino no es de este mundo”, no dijo que este mundo no debía ser vivido. Dijo simplemente que este mundo debe orientarse por y hacia el mundo de Dios. Imperativo que a su vez podemos entender de dos modos diferentes.

Uno, en sentido literal –como hicieron los esenios judíos y después las ordenes mendicantes y penitentes del cristianismo– abandonando la vida en la propia vida. La otra posibilidad, la dinámica, la viviente, es luchar en este mundo en contra de todo lo que se opone al de Dios (que es el del pensamiento que lleva al espíritu). Esto es, luchar por la verdad en contra de la mentira, por lo naciente en contra de lo muriente, por el amor en contra del odio. Así lo entendió San Pablo cuando afirmó que El Katechon (el enemigo absoluto, el anti-Dios) es la fuerza que nos sostiene (detiene) y permite luchar en contra de la muerte (el Mal, el demonio)

Por lo demás eso es lo que hacemos todos los días. En cada minuto que pasa luchamos en contra del mal y de su madre, la muerte. Si corto la rama de ese árbol, lucho por la luz en contra de la oscuridad. Si limpio el suelo, lucho en contra de la suciedad (impureza). Si como ese pan, opto por la subsistencia. Más aún: en cada partícula elemental tiene lugar una lucha sin cuartel entre la vida y la muerte. O lo que es casi igual: entre el bien y el mal.

Lo mismo ocurre en la escena política. Allí también, como en toda actividad humana, se encuentran presentes las fuerzas de la vida y las de la muerte. Y a veces vence la muerte, de eso no me cabe ya ninguna duda

El cumplimiento de la Ley religiosa –como entendieron algunas corrientes del fariseísmo- no es un fin en sí sino un medio para facilitar el encuentro del ser con el Ser. Max Weber lo entendió muy bien cuando afirmó en su “Política como Profesión” que con el Sermón de la Montaña no podemos hacer política. Pero tampoco, agrego yo, podemos hacer política olvidando los mandatos legados por las religiones. Esos no son, por cierto, políticos; y menos que religiosos, son morales. Pues, para decirlo de nuevo con Weber: la política no es la moral, pero sin moral no hay política. Los fundamentos de la política –es lo que quiso decir Weber- no son políticos.

Hay por lo tanto que tener en cuenta que si la política no es religión, nació en un universo religioso. De ahí resultó inevitable que hacia el espacio de la política fueran transferidas nociones religiosas, o lo que es igual, que la vida política fuera vivida en algunas naciones como una “verdadera religión”. No, no estoy hablando del Islam. Me refiero a naciones occidentales en las cuales pueblos en condición pre-política (bárbaros, según los griegos) han creído encontrar en políticos alucinados por misiones ultraterrestres, la imagen de profetas redentores quienes invocando el nombre de Dios ofrecen el cielo sobre la tierra.

Derribar (derrocar, derrotar) los falsos ídolos, bajo esas circunstancias, más que una tarea religiosa, es una obligación política.

Polis

Diciembre 23, 2018

https://polisfmires.blogspot.com/2018/12/fernando-mires-dios-no-se-mete-...

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Carlos Raúl Hernández

A Jean y Eleonora

Incluso en el país del odio debiera haber Navidad, si no con la tranquilidad de la democracia, si para dejar que la gente que los tiene viva de recuerdos, y los que no, de esperanzas. Pero el Atila colectivo desde hace un cuarto de siglo y hasta hoy domingo, pisotea cualquier retoño. Roto en Venezuela el cántaro de Pandora, que nunca fue una caja, no aparece aún el trapito verde con aroma de reingreso al carril perdido, la esperanza de la razón y del corazón, como diría un poeta. Junte en un texto las palabras pájaro, barco, corazón, alma, y tendrá un lindo poema de Benedetti.

La importancia simbólica del corazón en la cultura, la inagotable variedad de noblezas asociadas con él, amor, voluntad, coraje, carácter, esfuerzo, bondad, comienzan porque para Aristóteles, fundador del pensamiento, en este órgano radica el aparato pneumático, encargado de recoger las sensaciones de los cinco sentidos y trasmitirlas al alma. Aristóteles da un paso gigante en la evolución del conocimiento al producir una respuesta de cómo se relacionan el mundo sensible y el de las ideas, que supera la oposición absoluta entre ambos concebida por su maestro.

Si no hubiera una conexión, los dos componentes del hombre, sustancias opuestas, no tendrían ningún punto de contacto y el espíritu pasaría a través del cuerpo sin tocarlo, lo traspasaría como en las películas. Ese gozne es el corazón que articula la fuerza vital inmaterial con el cuerpo, que sin alma es inerte, está muerto. Como la transmisión de un carro, conecta la aceleración del motor con las ruedas. Así transfiere vida a la carne, capacidad de movimiento por medio de la circulación sanguínea, y en proceso inverso el alma percibe, siente el mundo material que se trasmite por la piel, los ojos, los oídos.

Esta cruel melancolía

En el alma, las sensaciones se transforman en pensamientos a los que Aristóteles llama fantasmas o fantasías. El enamoramiento, por ejemplo, ocurría porque una mujer con la regla se miraba al espejo, dejaba en él una película invisible de mínimas gotas de sangre que penetraban por los ojos, llegaban al corazón de un hombre y formaban un fantasma que se apoderaba de él. La víctima se debilitaba y podía morir de melancolía negra, enfermedad también llamada hereos (término que designa un tipo de demonio), y una particular manera de calificar al mundo femenino. Al aquejado de ese mal lo domina el fantasma que lo había seducido.

Y por no poder entenderlo, semejante poder de una mujer sobre un hombre, causaba odio, miedo y rabia. En la Edad Media la melancolía erótica de los varones tuvo fascinantes y terribles implicaciones antifemeninas, asociada a maleficios, magia negra, pacto con el Diablo y demás crímenes. El hereos o despecho trae “omisión del sueño, de la comida y de la bebida, todo el cuerpo se debilita salvo los ojos… Sin tratamiento, los enfermos se hacen maniáticos y mueren”. Deambulan con el pulso alterado, pierden capacidad de atención y para actuar.

El médico prescribe relaciones con varias mujeres, viajes, excursiones, consumir alcohol, hacer ejercicio. Si no mejora, se contratará una vieja arpía para que consiga un trapo lleno de sangre menstrual y se lo restriegue en la cara al paciente mientras grita “ella es esto, suciedad, es una asquerosa como todas” en el entendido que las mujeres son “un mal de la naturaleza” como reza el más insigne manual de cacería y tortura de brujas, el Malleus Maleficarum. Si después de eso no se curaba, entonces no estaba poseído por el fantasma de la amada sino por el demonio en persona.

Esclavo de un fantasma

El enfermo de melancolía negra o hereos, se debilitaba, se deshacía en el dolor, pero no sus ojos. La malignidad entraba por ellos y a través del nervio óptico tomaba el cerebro y derribaba la autoestima. Se salvaban los ojos porque el espíritu obsedido los necesitaba para buscar o mantener contacto angustioso con su dominadora. Un poeta del primer Renacimiento se preguntaba: “¿cómo esa mujer tan grande puede entrar por mis ojos, tan pequeños?” y los médicos respondían que no era ella directamente la que imperaba en el infeliz, sino que lo hacía por medio de su fantasma y algunas prendas que él le quitaba con autorización o subrepticiamente.

Él atesoraba pañuelos, relicarios, prendas de vestir, mechones de pelo. En la magnífica y terrible leyenda artúrica, el valiente e invencible Lancelot colapsó ante un peine con los dorados rizos de Ginebra, “la sombra blanca” y, mujer al fin, causante de la aniquilación del reino de Camelot. Ellas siempre eran culpables de desgracias y los hombres víctimas inocentes o en todo caso propiciatorias, por lo menos hasta la aparición del arquetipo de Don Juan. El enamorado obsesivo era víctima de una brujería o de la posesión del fantasma destructivo de una mujer. Don Juan, el burlador, será la antítesis.

Pero en otra rama de la pasión medieval, que la literatura llamó amor cortés o cortesano, a ellas se las presenta como tiranas, despectivas, sádicas con los pobres caballeros que sucumbían a su embrujo. Se trataba de embelesos masculinos adúlteros y no correspondidos por mujeres casadas, y hasta un hombre tan serio como Petrarca, se hace la víctima: “Quien me tiene en prisión, ni abre ni cierra/ni me retiene ni me suelta el lazo/ y no me mata amor ni me deshierra/ ni me quiere ni quita mi embarazo”.

@CarlosRaulHer

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Edgar Benarroch

Junto con la Pascua de resurrección y el Pentecostés es la Navidad del niño Dios una de las fechas más importantes del mundo cristiano. En nuestro país esta época tiene sus costumbres que se corresponden con tradiciones de muy vieja data. Preparamos, elaboramos y construimos el pesebre, para ello además de representar la presencia de San José, María, la mula y el buey, colocamos ovejas y pastores, a los reyes magos venidos del oriente, simulamos rios, lagos, cerros, Llanos y caminos valiéndonos de papel, cartón, pintura y hojas de aluminio. El rancho donde dio a luz María lo preparamos con palos y ramas y el suelo con aserrín, la flora la hacemos con papel enverdecido o cuando es posible la colocamos natural. En el rancho colocamos al niño a las doce de la noche del 24 de diciembre.

Además es propio de este tiempo disfrutar de una exquisita y variada gastronomía especial: Hallacas y bollos, pernil, pan de jamón y dulce de lechosa son de costumbre arraigada en la totalidad de nuestro territorio.

Escuchamos aguinaldos y villancicos y a ello le sumamos el intercambio de regalos y los menores esperan ansiosos la llegada del niño Jesús que les traerá lo solicitado en carta que sus padres le ayudaron a redactar. Los padres recomiendan a los hijos dormir antes de la media noche de ese día para que durante su sueño se haga presente lo solicitado.

En fin, Navidad es sinónimo de familia y confraternidad, de recogimiento y oración, de los mejores deseos, de perdón y amistad , de compartir y de caridad. En cuanto al perdón es bueno acotar que supone disculpa por la acción recibida que consideramos ofensiva, dejando atrás la venganza, el reclamo y también el justo castigo o restitución. La magnanimidad del cristianismo nos habla de la necesidad del perdón siempre y en toda circunstancia . Sé que nuestra imperfección y debilidad humana nos conduce a que hay cosas y eventos bastante difícil de perdonar, pero hacer el esfuerzo nos hace bien, pues vivir cargado de odios, rencores e ira en nada contribuye a nuestra felicidad y nos predispone a gestos inconvenientes.

La Biblia no registra con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús, al parecer los jerarcas de la Iglesia Católica , tiempos ha, eligieron el 25 de diciembre por la cercanía con el solsticio de invierno, con la idea de sustituir las fiestas paganas que en aquel tiempo se efectuaban y porque desde entonces se entiende que el mismo es propicio para cargarnos de amor, energía y buenas intenciones.

La conmemoración de la Natividad del niño Dios, para nosotros los venezolanos y para quienes viven en nuestra nación no se nos hace fácil si queremos atender la demanda material que la tradición contiene. No será fácil el intercambio gastronómico y de otros regalos, a lo mejor para instalar el pesebre nos vemos en dificultad. Pero lo mejor que podemos regalar es un fuerte, cálido y fraterno abrazo, un beso que contenga nuestra solidaridad y la oración para hablar con el Padre del niño y pedirle nos ayude en esta hora menguada.

Mi carta al niño Jesús es para pedirle nos quite y nos dé. Nos quite todo lo malo que nos acontece, nos quite los odios y rencores, nos quite a los gobernantes que no trabajan por el Bien Común, que son todos (excusen la redundancia porque esta solicitud está implícita en la primera que enuncié), en fin que nos quite la crisis. Nos dé fortaleza, confianza, esperanza y fe. Fortaleza para enfrentar este tiempo con valentía, confianza en que tenemos un potencial magnífico (debemos construirlo) para superar esta situación que es UNIDAD, esperanza que pronto estaremos viviendo en un país distinto en franco proceso de desarrollo donde el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana sea común denominador de nuestra sociedad, particularmente en quienes nos gobiernen y fe en Dios y en nosotros.

Gracias anticipadas amado niño Jesús porque estoy profundamente convencido que leerás mis peticiones e intercederás ante tu Padre para que cuanto antes se cumplan.

Ojalá todo el año fuese Navidad y poder vivirla, disfrutarla y sentirla como debe ser.

Deseo para todos, que en medio de las dificultades, tengan una feliz Navidad y reciban un próspero año nuevo, que aspiramos sea nuevo de verdad. Que Dios siempre nos acompañe.

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Para el día después, que será el primer día de un nuevo período democrático para Venezuela, se debe tener un plan de acción para recuperar los sectores productivos del país. Uno de ellos es la agricultura, donde hay que considerar muchos aspectos, y en esta oportunidad trataremos el tema del suministro y mantenimiento de maquinarias y equipos agrícolas de apoyo a la agricultura.

Maquinarias y equipos agrícolas

En la actividad agrícola moderna, se tiene que producir grandes cantidades de alimentos para una creciente población mundial y por lo tanto, utilizar inmensas superficies de terrenos que deben ser acondicionados, labrados, sembrados, luego recolectada la cosecha que debe ser despachada hacia los sitios de recepción y consumo. Por supuesto que sin los recursos mecánicos, de maquinarias y equipos agrícolas, sería imposible lograr abarcar áreas tan extensas, sobre todo en el poco tiempo disponible para cada labor del proceso productivo. Entonces, en cada unidad de producción, en cada programa de producción agrícola, tiene que estar disponible suficiente cantidad de estos recursos, en buenas condiciones, que puedan brindar un servicio oportuno y eficiente según las necesidades de cada caso.

En terrenos nuevos, para iniciar las siembras de los cultivos se requieren equipos de maquinarias pesadas para deforestar y amontonar los materiales tumbados. Luego se requieren tractores de alta potencia para los pases de rastra pesada y desraizado, a partir de este punto, se requiere la maquinaria y equipos tradicionales utilizados en agricultura, entre los cuales tenemos los siguientes: tractores agrícolas, arados, rastras pesadas (Big-Rome) y rastras, abonadoras, encaladoras, trompos, cultivadoras, sembradoras, asperjadoras, zorras, cosechadoras combinadas, elevadores y otras según cada situación. Como complemento, para sacar las cosechas hacia los centros de recepción se requiere el concurso de camiones grandes y gandolas, que no se clasifican como de uso agrícola si no de uso general para el transporte de todo tipo de objetos.

En el caso de terrenos para riego, los cuales generalmente requieren ser nivelados, se necesitan niveladoras, las cuales existen en gran variedad de modelos y pueden ser moto traillas, traillas de tiro, patroles, niveladoras y palas convencionales accionadas con tractores. En estos casos lo más común es que también se deban construir canales para el avenamiento de los terrenos, labores para las cuales son muy útiles los patroles y las palas accionadas por tractores. En algunos casos para mejorar el drenaje de los campos se pueden construir bancales, para lo que los arados y los patroles vuelven a ser muy útiles.

Durante los picos de cosecha, especialmente en el caso de cereales, es frecuente observar escasez de maquinarias y equipos agrícolas; sin embargo, siempre se hacen grandes esfuerzos redistribuyendo esos recursos para evitar la pérdida de producto en el campo por retraso en las labores de recolección. En la actualidad, esa situación es peor debido al alto grado de deterioro que están sufriendo tanto las maquinarias como los equipos, por la falta de repuestos y de un adecuado servicio por escasez de lubricantes y otros. A esto se suma el hecho de que se han hecho importaciones, especialmente de tractores, de marcas novedosas pero sin la responsabilidad del suministro de repuestos y de los servicios especiales si los tuvieran.

Adicionalmente, las fábricas y ensambladoras de equipos agrícolas existentes en el país o han cerrado o han disminuido sustancialmente su producción, bien sea por falta de materiales, o por falta de divisas para importar partes necesarias, o por la inseguridad jurídica, que impide que los empresarios dediquen mayores esfuerzos e inversiones a sus negocios. En estados como Lara, Portuguesa, Guárico, Aragua, Carabobo, por mencionar algunos, era común ver fábricas de implementos de labranza incluyendo Big-Rome (o rastra pesada), rastras, sembradoras, rotocultores, cultivadoras, abonadoras, encaladoras, asperjadoras, tuberías para riego, bombas, entre otros, las cuales ahora no existen o trabajan a un ritmo muy bajo.

Definitivamente, una flota de maquinarias suficiente y de calidad, es imprescindible para que las actividades de producción agrícola se puedan realizar bien y algo muy importante, en forma oportuna. Recordemos que la agricultura comprende una seguidilla de pasos o etapas, las cuales se deben realizar en momentos muy específicos de coincidencia con condiciones externas favorables, ya que al desfasarse esas etapas se puede afectar negativamente el rendimiento final, el cual es lo que en definitiva determina la posible ganancia del agricultor y la producción total en un ciclo o temporada.

Un ejemplo de la importancia de esa oportunidad en las labores agrícolas es el caso de la siembra, que tiene que realizarse cuando el suelo tiene una humedad adecuada para que ocurra una buena germinación de las semillas y se logren poblaciones de plantas uniformes y con una densidad que sea la recomendada para el cultivar que se está sembrando. Si nos atrasamos en la fecha de siembra puede que la colocación de las semillas en el campo coincida con un período de poca lluvia y no exista suficiente agua aprovechable en el suelo para que ocurra la germinación uniforme de las semillas, algunas semillas se pueden perder porque se humedezcan y luego se sequen. Ese retraso en la siembra puede causar que los días se comiencen a acortar cuando la planta aún no ha alcanzado su máximo crecimiento vegetativo y se induzca la floración en forma anticipada, lo cual puede afectar significativamente tanto los rendimientos finales como la calidad de los productos cosechados.

Otros ejemplos incluye a los fertilizantes, los cuales tienen un momento en el cual deben ser aplicados, por su comportamiento en el suelo o porque las plantas tienen períodos críticos en sus requerimientos nutritivos; a los herbicidas que se aplican en momentos específicos según el crecimiento del cultivo y de las malezas, ya que de lo contrario se pueden dañar las plantas cultivadas o el efecto sobre las malas hierbas se pierde; a los insecticidas que se deben aplicar antes de que las poblaciones de insectos plaga lleguen al umbral de daño a las plantas. La recolección debe comenzarse, en la mayoría de los casos, tan pronto las plantas alcancen la etapa de madurez fisiológica o se corre el riesgo de pérdida de cosecha; una vez cosechados los productos, algunos deben secarse rápidamente para evitar fermentaciones u otras reacciones no recomendables, otros deben almacenarse con condiciones controladas de temperatura y humedad relativa, lo que quiere decir que el despacho de los productos debe hacerse perentoriamente después de la recolección.

Los ejemplos anteriores indican claramente, que en cada unidad de producción agrícola debe disponerse de suficiente cantidad y calidad de maquinarias y equipos para poder realizar las labores de manera oportuna, de lo contrario se afectarían los rendimientos. Fedeagro que es la organización que agrupa a los productores del país, frecuentemente resalta la obsolescencia del parque de maquinaria agrícola de las unidades de producción; la falta de importación de repuestos durante varios años, exceptuando los repuestos que han podido traer algunos de ellos en forma particular y aislada; y la notoria insuficiencia de maquinarias y equipos en el campo venezolano que lo anterior ha generado.

Para mejorar esa situación y transformarla en un apoyo más para la agricultura venezolana, algunas de las acciones a tomar serían las siguientes:

-Hacer inventario de la situación actual para tomar las medidas correspondientes, que permitan llevar las existencias de maquinarias y equipos agrícolas a las cantidades necesarias. Conjuntamente con los productores organizados o independientes, determinar esas cantidades y tipos necesarios.

-Hacer convenios con empresas fabricantes de maquinarias y equipos agrícolas en el extranjero, de marcas de conocida calidad, para su suministro y con la seguridad de que se presten los servicios y se asegure el flujo de repuestos que mantengan todo en óptimo funcionamiento. En este caso, se debe evitar adquirir un mosaico de marcas que complicarían el mantenimiento de esa maquinaria y esos equipos; existen marcas y modelos de tractores, sembradoras y otros equipos de tradición en nuestros campos, conocidos por los agricultores, a los cuales se les debería dar prioridad. En el país tenemos malas experiencias con maquinarias y equipos importados, especialmente de países de Europa Oriental y de China, de calidad dudosa y que han sido abandonados sin apoyo de servicios y repuestos una vez que se compran. Esto ha generado verdaderos cementerios de estos aparatos con los consecuentes problemas para los agricultores.

-Evaluar las fábricas y ensambladoras locales y decidir sobre la conveniencia de apoyarlas financieramente, para que reinicien o continúen con mayor capacidad, hacia la producción de estos bienes tan necesarios en el campo agrícola. Convenir con ellos para que fabriquen lo necesario y de acuerdo a las normas de calidad correspondiente, de tal manera que no sea necesario aplicar el requisito de No Producción Nacional para otorgar permisos de importación.

-Estudiar la posibilidad de estructurar empresas de servicio de mecanización agrícola, tan útiles en las actividades del campo, a través de asociaciones de productores o particulares, con apoyo financiero suficiente para que puedan prestar un servicio oportuno y de calidad.

Diciembre de 2018.

pedroraulsolorzano@yahoo.com

www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

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La Ley de Regularización de Períodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales, publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria No. 6.013, de fecha 23 de diciembre de 2010, expresamente señala en el numeral 2 de su artículo 2, que la elección de alcaldes y concejales se convocará y efectuará de manera conjunta.

Es más que evidente que los alcaldes y concejales en funciones han sido electos de manera irregular, contrariando el ordenamiento jurídico vigente y, en consecuencia, no hay duda de que la representación política que ostentan las autoridades en funciones está gravemente afectada de ilegitimidad e ilegalidad.

Además, en el caso particular de los alcaldes, si bien es cierto que la convocatoria para iniciar el proceso electoral en el 2017 fue formalmente una decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), no es menos cierto que tal decisión estuvo precedida por un decreto en el cual la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ordenó al CNE convocar y programar la elección de alcaldes para el mes de diciembre 2017[1].

No olvidemos que en agosto 2017, el CNE reconoció a la ANC como poder constituyente y expresamente aceptó subordinar sus decisiones al poder constituyente[2], en consecuencia, el Poder Electoral perdió su autonomía y autoridad definitiva en materia electoral.

El complejo escenario político que enfrenta el régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero 2019, le exige un mayor control de todas las instancias del poder político en Venezuela, por lo tanto, dividir las elecciones municipales como se hizo en el 2000 y en el 2005 –considerando además las variables de deterioro social, económico y político del país–, le permitió dominar la gran mayoría de Municipios del país, todo lo cual era predecible.

Desde que el Socialismo del Siglo XXI anunció el modelo comunal, el municipio ha sido amenazado con desaparecer como actor político, y desde el año 2005, cuando se aprobó la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, el municipio lejos de fortalecerse como actor para el desarrollo, se fue debilitando de manera significativa, y las elecciones 2013, en las cuales las fuerzas políticas de la unidad democrática asumieron responsabilidades municipales, no lograron frenar tal situación.

Los consejos comunales y comunas irrumpieron el orden social y territorial del municipio; la eliminación del voto directo, secreto y universal para elegir a las juntas parroquiales y las ordenanzas para regular la elección y organización de la justicia de paz, marcaron el inicio del desmantelamiento progresivo del Poder Público Municipal y la también progresiva pérdida de los derechos políticos de los ciudadanos.

Irónicamente mientras esto sucede en Venezuela, en el contexto global los municipios son reconocidos como actores relevantes y estratégicos en los procesos para adecuar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS) a las realidades nacionales, tal y como expresamente lo reconoce la Declaración de la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en Guatemala este año 2018.

Incluso la Encíclica Laudato Si, reconoce el papel de los gobiernos municipales y la sociedad civil organizada en el diálogo y la toma de decisiones para afrontar los grandes desafíos globales, que son comunes a todos, y que hoy son presentados en una Agenda Global 2030 de las ODS.

¿Qué queda del Poder Público Municipal en Venezuela luego de las últimas elecciones municipales? Las instituciones políticas municipales se mantienen nominalmente y con un mínimo de funcionamiento, pues hasta tanto no cambien la Constitución de 1999, no será posible la sustitución definitiva del municipio por el modelo comunal.

Ese intento permanente del régimen por imponer el modelo comunal hace imposible hablar de cohesión social en Venezuela y, en consecuencia, la convierte en un gran desafío político, pues la sostenibilidad de cualquier cambio político está en gran medida condicionada a la recuperación de niveles básicos de cohesión social.

La cohesión social, desde la visión de la ONU, es un pegamento que mantiene la unidad y ello supone una tarea de conexión entre la sociedad y la hoja de ruta de transición o de cambio político, en la cual la sociedad civil se siente parte actora y también parte beneficiaria.

La restitución definitiva del orden constitucional y democrático del país exige la reivindicación del municipio como actor determinante de los cambios políticos. Precisamente, a través de las instituciones políticas municipales, será posible trabajar con mayor efectividad en la restitución de los niveles adecuados de cohesión social, que contribuyan a facilitar el compromiso de la sociedad con las medidas que procuren la estabilidad económica del país a corto y mediano plazo.

A diferencia de 1958 –cuando fue derrocado Pérez Jiménez– y de 1935 –cuando murió Gómez–, hoy la sociedad civil está mucho más consciente de que tiene un rol decisivo en la restauración y mantenimiento de la democracia, lo que debe ser valorado responsablemente por la dirigencia política para garantizar la sostenibilidad de cualquier cambio.

En 1960, el entonces presidente Rómulo Betancourt, convocó la II Convención de Municipalidades de Venezuela. La primera se había realizado en 1911. En ese encuentro con los representantes locales, Betancourt les exhortó a los ediles a reivindicar su papel de líderes comunitarios y actores políticos en cada una de sus comunidades para impulsar la cooperación y participación de todos los actores sociales en el desarrollo integral, a través del Plan Cuatrienal de Gobierno, en cuyo contenido la autonomía municipal tenía un espacio a los fines de procurar gobiernos locales más fuertes y efectivos.

Para 1960, según las palabras del presidente Rómulo Betancourt, el espíritu municipal y comunal se había extinguido como efecto de la dictadura y la sociedad había olvidado la historia de los cabildos abiertos durante la época colonial y de la tradición de los trabajos comunales.

Hoy, casi 60 años después, podemos decir, como lo dijo Betancourt, que el espíritu municipal se ha extinguido. La transición exige reivindicar a los municipios, relegitimarlos y abrir un proceso de diálogo para hacer de la autonomía municipal y la descentralización las herramientas políticas útiles para recuperar el camino hacia el desarrollo en democracia.

18 de diciembre de 2018

@carome31

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Rafael predica que fue un excelente administrador. Ello le permitió ser generoso y dar costosos regalos a diestra y siniestra. Era algo así como el Niño Jesús de La Lagunita, el Papá Noel de Neully-sur Seine en París, el Santa Claus de Kensington en Londres y del Upper East Side en Nueva York. Es decir, un “niño” que otorgaba dádivas valiosas. Pero este “niño” Rafael regaló lo que pertenecía a la Nación. Pensó que, como el Niño de Atocha, tenía el mundo en sus manos, sin percatarse sobre qué estaba sentado. Ocasionó gran daño por el dinero que donó a Illarramendi, el que mandó a Kirchner a través de Antonini, el del sobreprecio que pagó por la gabarra Aban Pearl y muchos otros regalos en efectivo. Sin embargo, el mayor daño fue el ocasionado a las actividades de exploración, producción y refinación. Aquí nos referiremos solo a esta última.

Cuando asumió las riendas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) las seis refinerías en el país tenía capacidad para procesar 1.293.000 barriles por día (b/d). Además, las cuatro Asociaciones Estratégicas podían tratar en los llamados “mejoradores” 556.000 b/d de petróleo pesado para transformarlo en un producto más liviano. Por falta de mantenimiento y de inversión, se estima que las refinerías operan por debajo del 20 % de su capacidad y los “mejoradores en un 50%. Por ello, importamos gasolina, diesel, aceites y otros productos derivados.

Las directivas de la Pdvsa meritocrática visualizaron que para cumplir con los planes de producir seis millones de b/d de petróleo era necesario asegurar mercado en el exterior. Por ello diseñaron una estrategia para adquirir refinerías. En Estados Unidos se adquirieron, total o parcialmente, nueve refinerías, con una capacidad de procesamiento de 1.805.000 b/d y nueve en Europa, con capacidad de 1.020.000 b/d, para un gran total junto con los socios de 2.825.000 b/d., de los cuales 1.583000 b/d correspondían a Pdvsa. Al respecto, los políticos de extrema izquierda criticaron porque las mismas estaban operando con mucho petróleo comprado a otros países, lo cual era previsto mientras aumentaba nuestra producción. La otra objeción era que debían construirse en Venezuela, argumento sin base, ya que lo que se estaba adquiriendo era mercado y, además, que “en las mismas no había trabajadores venezolanos”.

Con respecto a Citgo los rojos alegaron que recibía petróleo de Pdvsa por debajo del precio internacional. Sobre este punto, José Toro Hardy escribió: “Es cierto que se estipuló un precio que permitiese a Citgo un flujo de caja positivo a fin de instalar procesos de conversión profunda para procesar los crudos pesados venezolanos. Sin esos financiamientos Pdvsa hubiese tenido que invertir 7.500 millones de dólares en efectivo “

El “niño” Rafael decidió regalar varias de esas refinerías. Vendió a precio de gallina flaca cinco en Europa y cinco en Estados Unidos por lo que donó activos muy valiosos y muy difíciles de reponer. Con lo que perdimos un total de 2.027.000 b/d de posible colocación de nuestros crudos, de los cuales 784.000 b/d eran netos de Pdvsa. Por otra parte, decidió comprar participación en refinerías en Cuba, Jamaica y República Dominicana. Es decir que cambio zapatos por alpargatas, con el agravante de que Cuba se apropió de nuestra participación alegando deudas de Venezuela, y Jamaica nos botó. Además, Curazao está a punto de rescindir el contrato de arrendamiento de la refinería ubicada en esa isla y que procesa 335.000 b/d.

Cabe recordar algunas declaraciones del “niño” Rafael sobre las refinerías en el exterior. El 27 de setiembre 2011 dijo que “Venezuela y Pdvsa buscarán firmar contratos de suministro y no tener activos en el exterior, que además nos amenazan constantemente en actuar sobre ellos. Pdvsa es una empresa de producción de petróleo”. En agosto del 2014 sentenció “Citgo es muy atractivo para un refinador, pero para una empresa cuyo objetivo fundamental es producir petróleo, no tanto”.

El mismo “niño” ignorante anunció varias veces que quería vender Citgo porque no era un buen negocio. Sin embargo, en el Informe 2013 de Pdvsa, el Comisario consignó que entre 1998 y 2013 Citgo generó ganancias por 8.900 millones de dólares (un promedio de 556 millones por año) y aportó a Pdvsa 9.300 millones de dólares como dividendos. Coener y la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo presentaron documentos que comprueban la inconveniencia de vender esas refinerías.

Rafael Ramírez no es niño y tampoco inocente. Ahora pretende hacernos creer que su gestión fue brillante y que Chávez fue un gran presidente. Ni lo uno, ni lo otro. Ambos pasarán a la historia por hundir a Venezuela, destruir su industria petrolera, empobrecer y dividir a los venezolanos, violar los derechos humanos y alcahuetear la corrupción. Las investigaciones determinarán si se aprovecharon o no de recursos de la Nación.

Como (había) en botica:

Pedimos al Niño Jesús unión de los opositores como requisito necesario, pero no suficiente, para sacar a Maduro. El Plan presentado por el Frente Amplio Venezuela Libre debe es un buen punto de partida. Lamentamos el fallecimiento del apreciado y distinguido periodista José Suárez Núñez ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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