La acumulación de fuerzas militares estadounidenses frente a las costas de Venezuela nos sitúa, sin lugar a dudas, en el entorno del llamado "Día Cero" de la estrategia de transición. La situación ha escalado más allá de un mero ejercicio de coerción y debe ser analizada como un juego secuencial en el que el costo de la inacción para los Estados Unidos, particularmente para el presidente Trump, es ahora significativamente mayor que el costo de cualquier acción militar decisiva (ataque, incursión o invasión).
La administración estadounidense ha entrado en una fase de no retorno, impulsada por la lógica estratégica de la disuasión, la reputación de compromiso y los imperativos políticos internos. Con la presencia en el Caribe del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R Ford (la “fortaleza flotante del poder estadounidense” X, MarineTraffic), junto con otras unidades que representan uno de los mayores despliegues desde 2003.
Si el objetivo declarado era solo la lucha contra el narcotráfico ("Southern Spear"), el despliegue del portaaviones más grande y avanzado del mundo no es la herramienta adecuada, ya que está optimizado para atacar adversarios en tierra o mar. Este desequilibrio entre el medio y el fin sugiere que la verdadera utilidad de la fuerza es la coerción para el cambio de régimen y la permanencia sostenida del nuevo gobierno.
Si la administración Trump retirara una fuerza tan masiva sin lograr un cambio político o una acción militar significativa, esto constituiría una derrota política y diplomática y haría que la administración pareciera "ridícula". Desde la perspectiva de Washington, el costo de retirar la fuerza naval y validar que su escalada fue un bluff, engaño o fanfarronada, es difícil de asumir en este momento.
Aunque la acción militar implica riesgos, la superioridad convencional de EEUU sobre Venezuela es indiscutible. Además, los elementos políticos internos del presidente Trump (la necesidad de obtener una "gran victoria" antes de las elecciones) actúan como un poderoso incentivo para la acción.
Según la Teoría de los Juegos, el “Equilibrio de Nash” actual, en el que ambos jugadores eligen su mejor respuesta, apunta a que la acción ofensiva de los EEUU es su mejor respuesta a la defección interna del régimen venezolano y la única forma de evitar una derrota reputacional. Si el Comando Sur tiene este activo militar poderoso (el Ford), debe usarlo o retirarse.
Porque no hay que olvidar que el objetivo del gobierno de EEUU es la eliminación de la "amenaza inusual y extraordinaria" que el chavismo ha representado para ellos, tal como se establece en las Órdenes Ejecutivas, emitida originalmente por Obama, y renovada todos los años por cada presidente de EEUU. Bueno… todo indica que ahora Trump se ha decidido a eliminar esa amenaza.
Esto va mucho más allá de la mera decapitación del Cartel de los Soles o la remoción de uno o dos funcionarios. El problema radica en la simbiosis entre la cúpula chavista, el cartel de los soles y el aparato estatal, lo que ha llevado a la militarización y la corrupción sistémica.
La doctrina militar venezolana está políticamente alineada con el chavismo, y se autodefinen en el toque de diana de cada mañana, como "chavistas, antimperialistas y bolivarianos", con frases como "patria, socialismo o muerte", que refleja o bien el lema adoptado por las fuerzas armadas bajo el gobierno de Chávez, o bien una respuesta centrada en las palabras como parte de una consigna que agrupa su identidad política y militar.
Para entender a fondo el concepto que manifiestan, pero que no necesariamente todos los integrantes de la fuerza comparten, hay que decir que “chavistas” se refiere a seguidores del socialismo bolivariano de Hugo Chávez y su proyecto político. “Antiimperialistas” denota una postura política en contra de Estados Unidos; y “bolivarianos” hace alusión a la versión de izquierda que se apropió del nombre de Simón Bolívar, y que se transformó en una ideología que desvirtúa todo lo que aprendimos de la vida y las ideas del Libertador… En gran parte son frases reales sacadas de contexto, o interpretaciones maliciosas y distorsionadas del pensamiento original de uno de los héroes militares más importantes de la humanidad.
Y finalmente, "patria, socialismo o muerte" frase adoptada como saludo oficial en el Ejército venezolano en 2007 y representa una declaración de lealtad al proyecto político. Refleja la ideología del movimiento, que asocia la lealtad al país ("Patria") con el proyecto socialista, y la defensa de estos principios hasta las últimas consecuencias ("o muerte"), similar al lema cubano de Fidel Castro. Y a veces condimentaban la expresión con el “guevarismo” “hasta la victoria siempre”.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), aunque movilice 200.000 efectivos (Comando Sur, nov. 2025), carece de capacidad de combate sostenida para un conflicto de gran escala, pues se estimaba una capacidad de resistencia de apenas 48 a 72 horas, según simulación Rand para enfrentamiento entre los ejércitos regulares que no incluyen las resistencias civiles si las hubiera.
Además, la Fuerza Armada -implicada en 1.200+ casos documentados de represión según el Foro Penal, 2025- tiene una reputación muy golpeada por haberse involucrado en negocios fuera de su ámbito, como el sector eléctrico, petrolero y minero, y por haber participado activamente en la represión de la población civil, indefensa y desarmada, que incluye (y sigue haciéndolo con cerca de mil presos políticos capturados, torturados, desaparecido o muertos) ancianos, mujeres, niños y discapacitados.
Y lo hacen con una crueldad posiblemente inducida por hezbollá, los cubanos, la guardia republicana iraní, el ELN, la 2da marquetalia y el cartel de Sinaloa, los cuales, junto con el tren de Aragua les puedan haber hecho un trabajo mental que los transformó en esos especímenes que hoy actúan de esa manera.
La respuesta de Maduro, movilizando tropas y milicias, apunta a la guerra asimétrica (hacer la ocupación altamente costosa) y a la prevención de un ataque de decapitación (decapitation strike), lo cual es predecible dada la superioridad militar estadounidense.
El diseño militar actual está orientado a reprimir conflictos internos, habiendo descuidado la hipótesis de conflicto como una gran guerra entre países. Y si no lo descuidaron, es evidente que el nivel de preparación, mantenimiento y apresto operacional, no estuvo, ni aparentemente está, en condiciones de enfrentar el tsunami que se les viene. Eso además de la falta de voluntad de lucha para defender, no a la Patria, sino aun grupo narco terrorista (según los caracterizaron por decreto presidencial los americanos) que tiene secuestrado al estado venezolano.
Asumiendo que el componente militar de la intervención estadounidense está diseñado para ser rápido y contundente, la verdadera tarea para el Gobierno electo de Venezuela (que cuenta con un respaldo del 74% de los votos y 85% de apoyo a la salida del chavismo según la Encuesta Panterra, oct. 2025) comienza el "Día Cero" o inmediatamente después.
La eliminación de la amenaza chavista por la vía de la fuerza (escenario más probable dadas las circunstancias) iniciará un periodo de turbulencia y control de daños, que podría durar semanas o meses, hasta que el nuevo gobierno de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia se consolide. La prioridad gerencial no será la victoria militar, sino la gobernabilidad y la estabilidad institucional.
El diseño militar post-chavista debería considerar la refundación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), teniendo en cuenta dos fases simultáneas y esenciales:
1. Depuración y Despolitización (La Desmilitarización del Estado), como primer paso más crítico que implica la ruptura total con el modelo actual del "Cártel de los Soles" y la influencia cubana:
- Disolución y Refundación Nominal: La FANB actual sería disuelta legalmente y reemplazada por una nueva institución, como la "Fuerza Armada Nacional de la República" o similar, dando pie a un reinicio constitucional
- Depuración de la Cúpula y Mandos Medios: Se realizaría una purga masiva de los oficiales de alto rango y mandos medios vinculados a la corrupción, el narcotráfico (cártel de los soles) y la represión política. Esto se basaría en juicios por tribunales civiles y militares reformados, con apoyo de la justicia internacional
- Retorno a los Cuarteles: Se prohibiría la intervención de militares en la gestión civil (Ministros, gobernaciones, gerencias de PDVSA, etc.). El rol del militar se limitaría a la defensa nacional y el cumplimiento de la ley
- Reconversión y Reclutamiento: Aprovechar el "Día Cero" para nombrar un nuevo Alto Mando a partir de los rangos inferiores (Coroneles respetados y reconocidos por su patriotismo). La FANB debe ser rediseñada como una fuerza con alcance antinarcóticos y antiterrorista enfocada en conflictos de frontera y grupos irregulares, que son las hipótesis de conflicto real
2. Creación de la Nueva Fuerza Armada (El Modelo de la Bundeswehr de Alemania) que se estructuraría bajo los principios equivalentes a los de la post WWII:
- Subordinación Civil Total: El poder de mando y el presupuesto estarían subordinados estrictamente a la autoridad civil (Presidente y Ministro de Defensa civil). Se establecerían mecanismos de control civil transparente sobre las compras y la doctrina militar
- Doctrina Exclusivamente Defensiva: La nueva fuerza se enfocaría en la defensa de la soberanía y las fronteras, incluyendo el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado trasnacional, con una doctrina que prohíba expresamente la represión interna de protestas o disidencias civiles
- Revalorización del Mérito: Se restablecería la meritocracia en los ascensos y la formación profesional, eliminando el control ideológico y político de las carreras militares. La prioridad sería la capacidad técnica y la lealtad a la Constitución, no al partido
- Gestión de la Reputación: Se debe dar un mensaje contundente a nivel nacional e internacional de que el rol empresarial del Estado y de las FANB no volverá a ocurrir. Esto requiere un realineamiento geopolítico con EEUU, los países vecinos y la OTAN, sustituyendo la alianza anterior con Rusia, China e Irán
Por otra parte, habría que considerar si la Guardia Nacional debería continuar siendo una fuerza armada o convertirse en una fuerza de seguridad… Es un tema de especialización y posicionamiento frente a los nuevos escenarios híbridos que enfrenta la región latinoamericana.
El nuevo gobierno debe usar inmediatamente su capital político (74% de votos, 85% de apoyo a la salida) para manejar las inevitables contradicciones que surgirán tras el cambio que se producirá.
- Consolidación de la Confianza: La Teoría de Juegos sugiere que los jugadores racionales eligen la mejor decisión en el juego restante (retroinducción). El gobierno debe asegurar que sus primeras decisiones (justicia, reestructuración, servicios básicos) sean percibidas como transparentes y justas, rompiendo con el ciclo de corrupción anterior
- Alineación Económica: La inversión extranjera (en infraestructura eléctrica, gas, agua) será la única fuente posible de desarrollo, dado el estado de ruina. La nueva administración debe enviar inmediatamente una señal de mercado de que el estado empresario ha desaparecido y que la seguridad jurídica para el inversor es total
- Comunicación Estratégica: El mensaje de la nueva administración debe ser fresco y propositivo, reemplazando la agresividad actual por un nuevo optimismo. La estrategia debe centrarse en la información con utilidad práctica y simbólica para preparar a la población para los altos costos iniciales (tarifas, precios) que vienen aparejados con la restauración de la economía de mercado y la eliminación de los subsidios mal aplicados
Para poner en perspectiva y solo como una referencia de benchmarking, les comento cuál fue el manejo militar de Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial que, en ambos casos, fue la desmilitarización total para asegurar que nunca más pudieran iniciar una guerra como la que desataron contra la humanidad.
El tema militar de Alemania estuvo dominado por su división y su papel en la Guerra Fría.
- Desmilitarización Inicial: Después de 1945, la Wehrmacht fue disuelta y toda capacidad de producción de armamento fue desmantelada
- Contexto de Guerra Fría: La escalada de la Guerra Fría a fines de los años 40 y la fundación de la OTAN en 1949 cambiaron la estrategia aliada. Se consideró esencial que una Alemania Occidental fuerte contribuyera a la defensa contra la Unión Soviética
- Rearme: A pesar de la fuerte resistencia interna y externa, ambas Alemanias se rearmaron:
- Alemania Occidental (RFA): Se unió a la OTAN en 1955. Creó la Bundeswehr (Fuerzas de Defensa Federal) bajo un estricto control civil y limitada por la OTAN en cuanto a armas ofensivas (como armas nucleares y misiles balísticos). Su papel era estrictamente defensivo dentro de la estructura de la Alianza
- Alemania Oriental (RDA): Se unió al Pacto de Varsovia en 1956 y formó el Nationale Volksarmee (NVA), bajo el control de la Unión Soviética
- Post-Reunificación: Tras la reunificación en 1990, la Bundeswehr de la Alemania unificada se integró plenamente en la OTAN, con límites estrictos sobre el despliegue de tropas en el extranjero
El manejo de Japón fue más radical y permanente, cimentado en su nueva Constitución impuesta por Estados Unidos.
- La Constitución de Paz (1947): El aspecto más crucial es el Artículo 9 de la Constitución Japonesa, que renuncia formalmente a la guerra como medio para resolver disputas internacionales y prohíbe el mantenimiento de fuerzas terrestres, marítimas y aéreas con potencial bélico
- Fuerzas de Autodefensa (JSDF): Sin embargo, el estallido de la Guerra de Corea en 1950 y la necesidad de protegerse a sí mismo llevaron a la creación gradual de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (JSDF)
- Las JSDF están estrictamente limitadas a misiones defensivas dentro de Japón y sus aguas territoriales
- Japón depende del paraguas de seguridad de Estados Unidos (Tratado de Seguridad Mutua de 1951) para su defensa a gran escala
- Ambigüedad: Durante décadas, Japón mantuvo la ambigüedad sobre si las JSDF violaban el Artículo 9. En años recientes, con el aumento de la tensión regional (China y Corea del Norte), Japón ha interpretado el Artículo 9 de forma más flexible, permitiendo un mayor gasto en defensa y operaciones de apoyo logístico a aliados, aunque manteniendo su carácter fundamentalmente defensivo
Revisando los casos anteriores como benchmarks para el caso de Venezuela, es posible que el caso de Alemania (la creación de la Bundeswehr) sea el más aplicable y probable tras la salida del chavismo. Aunque tal vez debería implementarse de una manera mucho más radical y enfocada en la depuración y la refundación civil. Porque el objetivo final sería transformar la FANB, de ser un brazo armado de la revolución a convertirse en una institución profesional y apolítica al servicio de la democracia.
Con el criterio de una refundación militar (post-chavismo), la nueva constitución venezolana que seguramente emergerá despues de 26 años de destrucción generalizada, probablemente no prohibiría totalmente la existencia de una fuerza militar, sino que buscaría controlarla estrictamente por parte del poder civil. El modelo alemán de "rearme bajo estricto control civil" podría ser el precedente útil para su aplicación.
Ahora, revisando los escenarios que seguimos semana a semana, hay que reconocer que el panorama, lejos de despejarse, ha entrado en una fase de aceleración, que prácticamente descarta el Escenario Optimista de Transición Democrática, con el chavismo, atrincherado y negándose incluso a discutir una salida digna o el exilio, demostrando que solo contempla la rendición bajo coerción extrema.
Quedando como único atajo optimista una transición democrática voluntaria inmediatamente después del primer ataque militar significativo (un bombardeo o incursión quirúrgica), algo que el chavismo no ha demostrado voluntad de hacer.
Porque el Escenario Inocuo de Estancamiento Político de la actualidad se mantiene vigente, pero su naturaleza ha cambiado: ya no es solo inacción, sino una tregua militar táctica. El chavismo se mantiene en el poder gracias a la inhibición transitoria de EEUU a escalar por encima del umbral de la interdicción marítima.
Lo que nos lleva al Escenario Pesimista de conflicto o intervención como la opción más clara, y que debería comenzar a mostrar sus efectos en estos días, cuando comiencen las operaciones; que no se sabe cuáles son, pero todo indica que ocurrirán.
Porque está claro que el silencio militar del Task Force no es inacción, sino recolección de inteligencia y reajuste de planes debido a los diferentes estímulos que se fueron agregando tales como la declaración de Rusia de que sus acuerdos no incluyen la defensa militar mutua, y la incorporación del "efecto Petro" en la ecuación. La pregunta persiste: ¿cuánto tiempo más permitirá EEUU que este status quo persista? La respuesta es: el tiempo justo para que la inteligencia determine que un ataque quirúrgico será limpio y efectivo, o cualquier otra opción del menú que es de imaginar que evalúan.
Los dos temas clave que emergen de este análisis, siguen siendo: a) que el costo político de EEUU de no actuar es ahora mayor que el costo de actuar, y que el Escenario Pesimista es la ruta más lógica y previsible para la resolución de esta crisis; donde el fin de la impunidad será el primer objetivo, y el cambio de gobierno el segundo.
Y b) que el sub producto de cortar el suministro de petróleo a Cuba, prepara el camino para que el efecto “fruta madura”, haga que Cuba se entregue sin resistencia -y hasta por voluntad propia- al final de esta campaña que arranca por Venezuela, sigue por Colombia, hasta alcanzar a México, todos soportes de la continuidad del sistema que está gobernando Cuba desde hace años… Ah… y no hay que olvidar a España que, también desde hace muchos años, vía las inversiones en turismo, es un gran soporte financiero de la isla.
Recomendaciones
- Para el gobierno chavista (de salida): Generar un plan de desmovilización de la inteligencia operativa; no sobre sus activos, sino sobre el capital humano irremplazable del Estado. Deben emitir una orden interna para liberar inmediatamente al personal técnico especializado (ingenieros de PDVSA, Corpoelec, técnicos del BCV) de toda tarea de defensa o vigilancia política. El objetivo es evitar la fuga final o la toma de rehenes de la inteligencia operativa y asegurar que este personal esté disponible y seguro para el equipo de transición. La destrucción del conocimiento técnico es el último acto de sabotaje; deben evitarlo para mitigar su sentencia histórica. Lo mismo es valido para evitar los rumores de sabotaje vengativo en el proceso de desbandada
- Para el gobierno electo (liderado por Machado y González): La recomendación se enfoca en activar un liderazgo de reemplazo civil para los servicios públicos vitales, con un liderazgo de reemplazo "sombra" (Shadow Cabinet Operacional), cuya prioridad no sea solo la calma, sino la preparación para el vacío de poder. Deben designar y entrenar públicamente a "Coordinadores de Servicios de Transición" (ex-gerentes de confianza de PDVSA, CANTV, Corpoelec, etc.) que estén en la diáspora. Estos equipos deben estar listos para asumir la dirección de los servicios críticos en las primeras 72 horas de la salida del gobierno de facto, con plenos poderes. Esto enviará una señal de competencia técnica inmediata a la población y a los EEUU. El shock de la transición será menos violento si el Estado tiene una cabeza técnica funcional de reemplazo esperando en la frontera
- Para los empresarios honestos y trabajadores (ya no perderé más tiempo con la dirigencia cooptada por el chavismo): Capitalizar la devaluación y la crisis de crédito para la reconstrucción, con una estrategia de "Dólar de Reconstrucción" (Financiamiento de Nicho). La devaluación incesante que se acercará a Bs. 500 por un dólar para diciembre, debe ser vista como una oportunidad; los empresarios deben invertir en activos que se revalorizarán inmediatamente con la estabilidad política (p. ej., comprar terrenos estratégicos o capacidad instalada depreciada). Más importante aún: deben crear fondos de microcrédito privados y tokenizados (fuera del sistema bancario tradicional) para financiar la reactivación de sus propias cadenas de suministro y capitalizar la escasez de crédito formal. La banca tradicional está atada por regulaciones, por lo que el financiamiento de la reconstrucción nacerá de la confianza mutua entre los empresarios, usando el dólar como moneda de fe.
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