

El capitalismo es un sistema económico basado fundamentalmente en la propiedad privada de los medios de producción como un derecho individual, no del Estado; sus fundamentos son el capital y el trabajo. El proceso productivo se basa en la libertad y competencia de mercado que, mediante la llamada ley de la oferta y la demanda de bienes y servicios debe establecer los precios y el equilibrio en las relaciones de producción. Se supone como cierto que las relaciones y condiciones de trabajo son de libre aceptación, entre el empresario capitalista ̶ que invierte para producir bienes y servicios que comercializa con el fin de obtener un beneficio económico ̶ y el empleado ̶ que trabaja por un salario ̶ .
Según el modelo capitalista, la tarea de los gobiernos debería limitarse al control de las posibles fallas de mercado para evitar desequilibrios y procedimientos indebidos; pero este planteamiento demostró ser inconveniente. Sin embargo, a pesar de los serios problemas ocasionados, el capitalismo demostró flexibilidad y capacidad de adaptación, sobre todo en los países más industrializados. Ya avanzado el siglo XX, debido a las presiones sociales, y buscando mayor equidad social y estabilidad política, hubo necesidad de aliviar los defectos e injusticias que arrastraba el capitalismo, por lo cual se fueron produciendo cambios en el modelo original. Por ejemplo, mejorando las condiciones de trabajo o garantizando el adecuado funcionamiento del libre mercado y, más tarde, implantando un sistema de seguridad social; para lo cual fue necesaria mayor intervención del Estado.
Casos específicos de las variantes desarrolladas, son la Social Democracia, el Capitalismo Corporativo, el Socialismo de Mercado y el Capitalismo de Estado. También el llamado Socialismo de los países nórdicos y la Economía Social de Mercado o Capitalismo Social; desarrollados como modelos exitosos en el norte de Europa y Alemania, respectivamente. En la actualidad, la gran mayoría de las naciones sigue el sistema capitalista, en alguna de sus diferentes modalidades.
Los que están a favor del capitalismo aseguran que la propiedad privada de los medios de producción impulsa el deseo de lucro, y la competencia de mercado hace que las empresas tienda a ofrecer mejores pecios y calidad de productos, lo cual favorece al consumidor y promueve el desarrollo económico. Otra virtud que se le atribuye al sistema capitalista es que permite la movilización social de los actores involucrados en función del éxito o fracaso económico. Con el impulso al crecimiento económico producido por el capitalismo, a raíz de la Revolución Industrial, en el siglo XIX, las desigualdades sociales y la miseria no se aliviaron, al contrario, aumentaron. Las condiciones de trabajo eran extremas, las jornadas solían durar 16 y hasta 18 horas y la explotación infantil era común; la insalubridad e inseguridad laboral era generalizada. Durante la etapa de expansión del capitalismo, grandes compañías llegaron formar monopolios, o grupos de compañías afines se unieron para organizar oligopolios o “carteles”, con el fin de manipular las condiciones de mercado a su favor, lo que llevó a la necesidad de implementar leyes antimonopolio y otras normas de regulación.
Hoy en día aún subsisten aspectos negativos y problemas importantes ocasionados por la aplicación del sistema capitalista, como los ya señalados; algunos se han aliviado en gran medida, como los relacionados con los derechos laborales y las condiciones de trabajo; aunque se pueden señalar grandes diferencias en cuanto a países y regímenes de gobierno se refiere. El proceso de globalización, que se ha incrementado en los últimos tiempos, ha permitido evitar normas de control sobre la comercialización, condiciones de trabajo y derechos laborales. Por otra parte, otros problemas han ido ganando importancia hasta agravarse y alcanzar niveles de gran peligrosidad; como es el caso de los relacionados con el medio ambiente. El afán desmedido de riqueza ha llevado a la sobreexplotación de recursos naturales renovables ̶ como bosque y cuerpos de agua ̶ y no renovables ̶ como petróleo, gas, minerales y el suelo ̶ , causando una preocupante contaminación ambiental y efectos de cambio climático y deterioro de recursos de suelo y agua.
En el mediano y largo plazo, no se considera probable que se pueda desarrollar un nuevo modelo económico que pueda sustituir al capitalismo. Por lo visto, el sistema capitalista, en sus diferentes formas, seguirá vigente durante mucho tiempo. Si bien no es posible establecer un sistema económico perfecto, a través de la historia de su desarrollo el capitalismo ha demostrado tener la suficiente capacidad de adaptación como para superarse. Se podría considerar al capitalismo como una poderosa bestia que aún no está lo suficientemente domada; pero hay esperanzas de lograr convertirlo en un sistema económico mejor equilibrado y con mayor justicia social.
Profesor, Facultad de Agronomía, UCV
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