

Llegó el momento de la verdad, y de pensar en un mecanismo de acción que permita un desarrollo agrícola con miras a maximizar el proceso productivo de Venezuela, a apostar por un “Acuerdo Nacional que permita el aseguramiento de la alimentación de nuestro pueblo y una Agricultura verdaderamente Sustentable y Sostenible”
Hay que dejar la retórica y hacer que las políticas para el sector sean reales, sinceras y manejadas por profesionales que realmente conozcan al sector. Los ineficientes deben quedar fuera de este negocio. Zapatero a su zapato.
Hay que contar con los agricultores que han estado en este negocio y han tenido éxito. Debemos optimizar las capacidades competitivas de los pequeños y medianos productores del país. Es prioritario mejorar la economía y el nivel de vida de las familias campesinas.
Hay que lograr que la agricultura produzca los alimentos para los Venezolanos, que haga un verdadero aporte al Producto Bruto Interno (PBI), y genere a mediano plazo un % importante de alimentos para las exportaciones totales.
– Propongo una estrategia para el desarrollo del Sector Agrícola de nuestra Venezuela, una estrategia que se enmarque en el proceso de fortalecimiento del trabajo articulado entre las municipalidades, gobiernos regionales y gobierno nacional. Debemos buscar que la estrategia del desarrollo para el “Sector”, beneficie a la mayor parte de agricultores y de sus familias.
Es urgente incrementar la rentabilidad agrícola y fomentar el manejo sostenible de los recursos. Hay que coordinar acciones con el sector privado, y dejar el miedo de trabajar con gente que realmente sabe producir. La agricultura debe ser un “Sector Prioritario”, y fuera de toda manipulación política.
La estrategia que propongo incluye programas de capacitación para jóvenes, adultos, familias y profesionales – Crear el Instituto Nacional de Capacitación Agrícola-. Llevar la asistencia técnica a todas las comunidades rurales y agro-productoras , repotenciar y modernizar el parque de maquinarias y aperos agrícolas, impulsar la ganadería mayor y menor, construir y ejecutar proyectos rentables y reales, “Banco de Germoplasma” con todos los aspectos necesarios para ponerlo al servicio de los productores. Reforzar y organizar programas de financiamiento agrícola y el subsidio para aquellos productos e insumos de importancia máxima para la Seguridad Alimentaria.
Es hora hacer caso omiso a pseudo-técnicos ineficientes de la agricultura en Venezuela, y permitir que el Sector Agrícola sea manejado, dirigido y gerenciado por la gente que sabe cómo se produce y cuáles son las estrategias para lograr el abastecimiento nacional. Basta de instituciones manejadas por personas que no están preparadas y desconocen profundamente el área. Venezuela necesita seriedad en el desempeño de las políticas dirigidas al Desarrollo Sustentable y Sostenible de nuestra agricultura.
Para los venezolanos conscientes del hecho por el cual necesitamos más producción y menos retórica; la agricultura es parte fundamental del sector económico primario junto con la ganadería, y es una de las bases más importantes para el crecimiento de la economía venezolana.
Debemos por obligación y por necesidad, fomentar una real y honesta seguridad alimentaria e impulsar la economía del país.
Es hora de que las políticas dirigidas al “Sector Agrícola”, en todos sus ámbitos (nacional, regional, local) se conviertan en herramienta imprescindible para el desarrollo, no debe haber dudas respecto a que la agricultura es el medio más eficaz para la reducción de la pobreza, especialmente para la coyuntura que atraviesa el país.
La agricultura es por excelencia la fuente primaria de alimentos y es un medio importante para la generación de empleo para toda población. ESTO NO DEBE SER DIFíCIL DE ENTENDER.
PERSPECTIVAS PARA EL 2018:
Cómo veo las perspectivas del crecimiento agroindustrial y del Sector Agropecuario de nuestra querida Venezuela, y sin querer ser negativo, pero si pragmático en mis opiniones y como profesional que le ha dedicado más de 30 años a este sector.
Las perspectivas de crecimiento para el sector agropecuario son negativas en caso de que no se cambie el rumbo actual de la economía y de las políticas dirigidas al Sector Agro-productivo en Venezuela y las explico por lo siguiente:
Durante el año 2017, la demanda de alimentos continuó siendo un factor desgarrador para el país. Para el 2018 la producción seguirá disminuyendo y dependiendo de una importación que cada día se hace más difícil por la situación financiera del país, y por un control de cambio que hasta ahora lo que ha traído es hambre y miseria.
Los rubros como leche y derivados, carnes, aceites, harinas, y alimentos para animales, entre otros, seguirán en su aumento descomunal, sin mencionar el hecho por el cual, las importaciones privadas de alimentos e insumos para las agroindustrias ya no serán tan amigables, como lo fueron en pasados meses. Importar a un precio para que te obliguen a vender a un precio más bajo, no es lo que un empresario desea. Además, ya la gente consume solo aquello necesario para sobrevivir a esta desgraciada crisis.
Seguirá prevaleciendo una involución del sector agropecuario que ha venido mostrado una disminución a la par con otros renglones de la economía.
La necesidad de divisas por parte del gobierno, para sustentar la deuda externa e interna, así como el pago a proveedores sigue siendo un dolor de cabeza y un grave problema que nos pone en riesgo país.
El Gobierno no ha hecho un verdadero incremento en el gasto dirigido al sector agropecuario y los empresarios e industriales no encuentran un apoyo que les permita seguir invirtiendo. Tampoco se ha querido generar políticas diferenciadas para el Sector, ni para fortalecer la seguridad jurídica de las empresas, la seguridad personal de sus trabajadores, y menos para mantener el volumen de producción de las empresas.
La presión en cuanto a la demanda de alimentos, especialmente aquellos de consumo diario, los cuales tienen un muy bajo nivel de sustitución a nivel del país, será mucho mayor en el 2018. Dentro de éstos se encuentran los cereales, la carne y los productos lácteos. Repito: (a) no habrá divisas para importar. (b)El costo de mantenimiento de las empresas se incrementará.
La demanda de más alimentos por parte de la población será significativamente superior al presente. Esta situación no se arreglará con aumentos de salarios, y la inflación seguirá comiéndose al Sector industrial, comercial y afectará aun más la vida social del venezolano.
Como consecuencia, pienso que las dietas de los venezolanos se modificarán hacia unas dietas con menores niveles nutritivos, y los productos serán más Costosos – problema grave-.
Como digo las demandas por alimentos será muy alta, pero la producción seguirá siendo insuficiente y sin la posibilidad cierta de importación de alimentos a gran escala. Aunque suene exagerado, toda estrategia será aquella que normalmente se usa para casos donde hay guerras o desastres naturales. Quién invierte en estas condiciones.
Con este desolador panorama hay que buscar soluciones, nuevas políticas y nuevos nichos de mercado a explotar en el futuro. No será fácil. El éxodo de muchas empresas es un tema de darle importancia. Las preguntas son: qué nichos, para qué población, con cuáles insumos, con qué facilidades, y quiénes estarían dispuestos a invertir en un país donde no hay incentivos, y el poder adquisitivo es un desastre de grandes proporciones que se lo devora la inflación. Cómo mantener una empresa con leyes que no favorecen ni la inversión ni la seguridad jurídica.
El tema de manejo de tierra y agua es un factor importante en otros países, pero en Venezuela el tema de PRODUCCIÓN es lo que nos importa en este momento.
Los que seguimos día a día el comportamiento del Sector, vemos con preocupación que las hectáreas cosechadas en 2017, disminuyeron en todos los rubros, y aquellas que pudieron contar con un buen manejo de riego, no tuvieron los insumos y las semillas a tiempo.
Se estima que la producción de carne destinada al consumo continuará el declive de no tomarse correctivos serios y profesionales. De igual forma se espera que la producción de caña de azúcar y cultivos oleaginosos tengan una baja mayor a la experimentada hasta ahora.
En cuanto a producción de leche, el panorama no es diferente, y no lo será para 2018
Las variables anteriores colocan a Venezuela en un país no idóneo para aprovechar su potencial agropecuario e invertir en él.
La oportunidad de expansión de la oferta agropecuaria en Venezuela, no existe bajo éste panorama. (No se trata de que los momentos de crisis son buenos para invertir). En el caso de Venezuela en las actuales condiciones esto no es posible. Si tienes la voluntad de producir, la carencia de insumos y las políticas improvisadas y la toma de decisiones en manos de ignorantes que desconocen como se mueve la economía de un país, no te lo permite.
Consultor Agrícola Internacional en Desarrollo Rural y Seguridad Alimentaria.
Octubre 2017