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Revuelta armada, inconsciente colectivo y educación

Opinión
Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 2 min.

Al desaparecer Simón Bolívar y con él, La Gran Colombia, Venezuela cayó en manos de una serie de caudillos que utilizaron la fuerza bruta y la temeridad de su ignorancia para gobernarla perpetuamente. Y este procedimiento parece haberse hecho endémico; pues, en 188 años que llevamos de vida republicana se produjeron en Venezuela 166 revueltas armadas que gestaron esta nación preñada de problemas y en diáspora permanente hacia países teóricamente más pobres que nosotros y en donde, dicho sea de paso, en algunos de ellos, nos han aplicado xenofobia pública.

De continuar las cosas como van, las probabilidades de que estemos próximos a la revuelta armada número 167 son altísimas; pues, que otra cosa puede esperarse del predominio de la intolerancia política, la retórica bélica y los rencores acumulados durante tantos años.

Ante esta realidad existencial, pareciera que la revuelta armada como alternativa para resolver nuestros problemas políticos, es un asunto que se encuentra incrustado en el inconsciente colectivo del pueblo venezolano. De allí, su frecuente recurrencia.

Por todo esto, presumo que Andrés Eloy Blanco cuando fueron lanzados al mar los grillos que le colocaban en los tobillos a los presos políticos durante la dictadura del General Gómez, dijo:

“Hemos echado al mar los grillos de los pies. Ahora vayamos a la escuela a quitarle a nuestro pueblo los grillos de la cabeza, porque la ignorancia es el camino de la tiranía”

Y estos grillos podrían eliminarse del inconsciente colectivo del pueblo, a través de un proyecto educativo fundamentado en la historia documental y critica de Venezuela, el civismo, las matemáticas, los idiomas, el método científico, la informática, el trabajo creador, los deportes, la música, la computación, el arte, los valores morales, el respeto por las leyes, las ciencias experimentales, las ciencias sociales y el desarrollo de habilidades manuales. El proyecto es para ser aplicado en un nuevo nivel educativo pre-universitario, que correspondería al ámbito geográfico de lo que hoy representa la escuela primaria y secundaria. A este sistema ingresarán los niños egresados del pre-escolar que sepan leer y escribir. Después de once (11) años de estudios y a la edad de 18 años cumplidos, presupongo que estos jóvenes venezolanos, serán capaces de:

-Hablar dos idiomas.

-Entender dos religiones.

-Interpretar dos culturas.

-Amar la libertad.

-Salvaguardar la democracia.

-Luchar por los derechos humanos.

-Manejar correctamente la computadora.

-Defender sus derechos constitucionales.

-Cumplir sus deberes constitucionales.

-Leer dos libros por mes.

-Practicar la convivencia.

-Dominar dos deportes.

-Tocar dos instrumentos musicales.

-Diseñar su propia escala de valores.

-Elaborar su filosofía personal.

-Dominar un oficio manual.

-Etcétera, etcétera…

De ser así, se comenzaría a limpiar el inconsciente colectivo del pueblo, las revueltas armadas pasarían a ser un triste recuerdo de nuestra historia y todo ello, como consecuencia directa del efecto modificador conductual del hecho educativo.

Villa de Cura, lunes 04 de febrero del 2019.