Opinión
Editorial
Termina otro año sin que la realidad logre imponerse y que los venezolanos todos, convencidos de que por donde hemos transitado solo nos conduce a ningún sitio, encontremos el camino hacia la Venezuela que queremos y nos merecemos.
Es imposible justificar el estado de cosas que impera en nuestro país, ya que no hay argumento de ningún tipo que avale las penurias a las que estamos sometidos. No es que pensemos distinto, no es que estemos enfrentados por diferencias de clase social o económica. Lo cierto es que pequeñas minorías, de todos los colores, centradas en la defensa de intereses meramente materiales, han logrado que la inmensa mayoría no pueda hacer valer su derecho a una vida digna, en el marco de un sistema político que permita que todos, independientemente de como pensemos, podamos convivir no solo aceptando, sino valorando nuestras diferencias.
Como individuos tenemos aspiraciones que no necesariamente coinciden con las de otros, pero eso en ningún caso implica que podamos imponer solo lo que las privilegien, olvidando que el logro de satisfacciones personales depende de que los que compartimos espacios nos sintamos a gusto y convenientemente reconocidos en nuestras necesidades, las cuales no son exclusivamente económicas, pero que, si estas no están cubiertas, el disfrute de las otras se hace muy difícil de alcanzar.
Nos proponemos continuar acompañando el encuentro de todos los venezolanos a través de la convivencia democrática, esa que implica la gestión de acuerdos ante lo que discrepamos, como el accionar indispensable para el logro de una sociedad civilizada y consciente de que somos parte de un todo que, a pesar de los obstáculos, debe ser cada vez más inclusivo.
Desde Dígalo ahí deseamos lo mejor para todos, iniciando un receso que consideramos indispensable en los envíos de nuestro boletín y que culminaremos los primeros días del año próximo; hasta entonces, toda la felicidad posible y el mejor ánimo, convencidos de que Venezuela puede ser distinta y mejor para los que tenemos el privilegio de poder permanecer en ella.
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Hoy, 20 de diciembre, hace 23 años, Hugo Chávez convocó ilegalmente una Asamblea Constituyente que no estaba contemplada en la Constitución entonces vigente. Sus diputados, electos en forma truculenta, aprobaron una Constitución mortinata. Es decir, que nació muerta. Los gobiernos de Chávez-Maduro nunca le dieron vida.
Esa Constitución pisoteada por el régimen es centralista y presidencialista, tiene varios artículos no acordes con los tiempos modernos y está mal redactada. Cuando tengamos democracia y hayan cesado las pasiones, será necesario reformarla o elaborar una nueva. Eso tendrá que hacerse en un clima de tolerancia y de consulta previa. No debe cometerse el error de querer imponerla. Sin embargo, a pesar de lo mencionado, tiene aspectos positivos en lo referente a los derechos humanos. Aquí resumimos algunos de sus artículos que son violados todos los días. Se conocen, pero es conveniente repetirlos.
Establece el respeto a la vida, a la libertad, a la justicia, a la igualdad, a la solidaridad, a la democracia. Garantiza el respeto a los derechos humanos y establece que los funcionarios que ordenen o ejecuten las violaciones incurren en responsabilidad penal, civil o administrativa. Obliga al Estado a investigar y sancionar los delitos de atropellos a los derechos humanos y establece que los autores quedan excluidos de indulto y de amnistía. Prohíbe arrestos o detenciones sin orden judicial, salvo flagrancia. Sentencia que los detenidos tienen derecho a comunicarse de inmediato con familiares y abogados, a quienes deben informar del lugar de reclusión y que nadie debe continuar detenido después de una orden de excarcelación.
Desde luego, prohíbe las desapariciones forzadas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, y establece que todo funcionario que infiera maltratos o sufrimientos físicos o mentales, o que instigue o tolere este tipo de tratos, será sancionado. Prohíbe la censura. Dispone que manifestar pacíficamente es un derecho y proscribe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas para controlar manifestaciones pacíficas.
Consagra el sufragio como un derecho, que se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. Considera a la educación y a la salud como derechos humanos, así como contar con una vivienda segura, cómoda, higiénica y con servicios básicos, y que el salario del trabajador debe permitirle vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas.
Reconoce la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, el derecho a sus tradiciones y tierras, y que el aprovechamiento de los recursos naturales en los hábitats indígenas por parte del Estado se hará sin lesionar la integridad cultural, social y económica de los mismos e, igualmente, está sujeto a previa información y consulta a las comunidades indígenas. Garantiza el derecho de propiedad y que el Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica.
Establece la autonomía del Poder Judicial; exige al Defensor del Pueblo velar por el efectivo respeto y garantía de los derechos humanos y por el correcto funcionamiento de los servicios públicos; que el Ministerio Público garantice la celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el juicio previo y el debido proceso; que el Contralor inicie investigaciones sobre irregularidades contra el patrimonio público; que el Poder Electoral mantenga, organice, dirija y supervise el Registro Civil y Electoral y que la unidad monetaria sea el Bolívar.
Evidentemente, nada de lo mencionado se respeta, ¿quiénes tienen la obligación de que la Constitución se acate y se cumpla? En primer lugar, los jueces y el fiscal general, pero ante la sumisión de estos, es obligación de todos los ciudadanos colaborar en su restablecimiento.
Pretender que el régimen va a cambiar su conducta es iluso. Los rojos pretenden perpetuarse en Miraflores. Somos los demócratas quienes debemos cambiar, formando un frente unido como requisito necesario, pero no suficiente para sacarlo del poder. Entre nosotros es aceptable que existan diferencias de opinión. Lo inaceptable son las descalificaciones solo por tener puntos de vista diferentes. Estas descalificaciones no solo favorecen al régimen, sino que pueden ser un escollo para la unidad después de las primarias. Ojalá la Navidad proporcione una dosis de sensatez.
Como(había) en botica:
Tal día como hoy, en el 2005, la ONU declaró el Día de la Solidaridad Humana. Seamos solidarios con los más vulnerables, con los presos sin distinción, con nuestros compatriotas y de otros países que buscan refugio en otros lares. Protestemos contra los regímenes autoritarios, sean de izquierda, de derecha o teocráticos. Hay mucho dolor en el mundo. No hay nada que celebrar.
El Boletín Mensual de la OPEP informa que según informó el régimen, nuestra producción fue de 693.000 barriles por día, y según fuentes secundarias de esa organización solo 656.000. Otra vez hay escasez de gasolina. Maduro sigue mintiendo. Solo la salida del régimen y cambio de la legislación permitirá la recuperación de nuestra industria petrolera.
Nuestra solidaridad con los presos políticos. Nuestro rechazo a las torturas en los centros de reclusión.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
20/12/22
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Presentación
La Revista de Integración Nacional es un órgano de divulgación del Centro de Estudios de Integración Nacional (CEINA) de la Universidad Monteávila. Su objetivo principal es divulgar los principios, valores, proyectos y acciones relacionados con el concepto de Integración Nacional, en su sentido más amplio y siempre dentro del espíritu académico de la Universidad Monteávila.
Con este fin, el CEINA se propone estudiar, investigar y analizar diversos aspectos políticos, económicos, sociales o de cualquier otra naturaleza, siempre relacionados con la Integración Nacional, entendida ésta como la conversión de la pluralidad política, económica y social de Venezuela en una unidad relativa, que sume la conducta y actuación de personas y grupos sociales, sus valores éticos y los sistemas de poder, para alcanzar los fines de libertad, paz, justicia, crecimiento económico, equidad social y progreso.
Su segundo objetivo es que se constituya en un medio de debate y deliberación sobre la Integración Nacional, mediante la publicación de artículos relacionados con el tema que, si bien son de la estricta responsabilidad de los autores, siempre deben basarse sobre principios de intercambio y respeto de las ideas.
En Revistas anteriores han participado varios autores en distintos temas, pero en este número hemos incluido un artículo muy especial en el cual se dibuja nuestra Pasión por Venezuela, desarrollado especialmente para la Revista por Inés Muñoz Aguirre, periodista, escritora y editora de Pasión País. Como un complemento a esta contribución presentamos Venezuela: Elementos para una Visión de Integración Nacional, elaborado por los Directivos de nuestro Centro de Estudios, Juan Garrido Rovira, José Gregorio Medina y Maxim Ross.
Ambos documentos, que se explican por sí solos, pretenden hacer llegar un mensaje de gran altura, con los grandes valores de nuestra Venezuela y unas ideas de concordia sobre las cuales sugerimos pensar y trabajar.
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Entendemos claramente que hacer oposición es una tarea muy difícil en un país donde el Poder Ejecutivo controla todos los otros poderes públicos, sin separación alguna entre ellos y mucho menos autonomía. No obstante, las licencias que se toman los voceros del bando opositor explica por qué dicha oposición tenga tan poco respaldo popular. Actualmente, con medición tan reciente como septiembre del 2022, cerca del 60% de la población se identifica políticamente como Ni-Ni. Esto debería darles mucho en que pensar, a ambos bandos.
Si se trata de oponerse a una cierta corriente ideológica, lo propio sería mezclar los hechos y evidencias con argumentos sólidos que permitan al ciudadano común percibir una forma diferente de pensar, una propuesta alterna, otra visión del país que queremos. Nada de eso por ahora, en todos los 24 años del proceso, más allá quizás del titánico esfuerzo de Henrique Capriles en su fallida campaña electoral, donde hubo planteamientos muy concretos y otra perspectiva de cómo hacer las cosas.
No obstante, vemos con absoluta perplejidad y otros tantos adjetivos subidos de tono como en diciembre de este difícil año pueda decirse que esta es “una economía de bodegones.” Mayor insulto. Pareciera como si el gigantesco esfuerzo y el denodado empeño del sector empresarial por mantenerse y sobreponerse a todos los archiconocidos elementos que enfrenta no importase. Pues sépanlo bien, eso no es así.
Por siempre he pensado que si aquellos que declaran las guerras tuvieran que pelearlas al frente de sus tropas, y además acompañados de todos sus hijos, habría mucho menos guerras en los libros de historia de la humanidad. Por ejemplo, si los hijos del temido Putin hubieran tenido que marchar y morir de primeros, al lado de su papá en la innecesaria contienda, quizás el delirante monstruo soviético se lo hubiera pensado un poco mejor. Bien lo dice el taurino, es más fácil ver los toros desde la barrera.
De esa misma manera creo que algunos de los políticos de oficio deben darse una baño de realidad, salir de su trinchera intelectual y cotejar sus argumentos con quienes están día a día en la calle produciendo lo mucho o poco que se genera en el país. Sin dudas verían que hay mucho más que bodegones en este momento en el país. Indudablemente, el sector industrial está muy menguado y aun así reporta un ligero pero meritorio crecimiento del 12% este año. Consecomercio, a pesar de todo logra reportar números positivos para el año. El agro, igualmente golpeado y “haciendo de tripas corazón” ha tratado de reinventarse, y como ejemplo cito la cosecha de maíz que este año logra casi un 50% por encima del 2021. Todo esto sin financiamiento, con gravámenes imposibles, controles excesivos, falta de combustibles, sanciones y pare usted de contar.
Ahora bien, los gremios se reúnen a diario en todas las regiones buscando incansablemente conquistar los espacios que les permitan a sus representados seguir adelante, contra viento y marea. Hay ferias y eventos de todos los sectores, en todo el país, tratando de abrir alguna puerta de las muchas que se han cerrado. Aquellas empresas del sector petrolero que aun existen han aguantado estoicamente, las del sector construcción igual o peor, los comerciantes sobreviven haciendo maromas entre la inflación y la brecha cambiaria que los golpea a discreción y así podríamos seguir enumerando héroes empresariales que siguen marchando de forma admirable. Los profesionales independientes de igual manera; usted levanta el teléfono y consigue a su médico, su abogado, su contador y tantos otros que siguen fajados a diario.
Que nadie venga aquí a enarbolar banderas opositoras mentando a los empresarios o minimizando sus logros. El solo hecho de poder usar ese apelativo es meritorio de sendas medallas al empeño, la constancia y la resiliencia. Ciertamente, estamos pasando aceite con lata y todo, pero aún no hemos tumbado el rey. ¡Aquí hay mucho más que bodegones!
Y ya que estamos en esto hago una propuesta a la oposición. Escojan los candidatos a las primarias por su currículum, descarten de una vez todos los bates quebraos' y le presentan al país solamente aquellos pocos que estén calificados por su trayectoria y su hoja de vida para regir los destinos del país. No propongan una lista que tenga a Calderón Beri al lado de Bernabé Gutiérrez. Por favor.
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Al igual que Qatar, Arabia Saudita también quiere la joya de la corona en el fútbol: la organización de la Copa del Mundo. Esta ambición podría hacerse realidad tan pronto como en 2030, ya que ese país planea presentar una oferta tripartita con Egipto y Grecia para organizar la Copa Mundial de la FIFA 2030.
Para apoyar esta oferta, uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos ha sido contratado como la “cara bonita” del régimen dictatorial saudita. Lionel Messi ha sido presentado como el nuevo embajador de turismo de Arabia Saudita. Lo que quieren es usar el deporte para lavar su represiva y sangrienta reputación, para reforzar la legitimidad política, no ser asociada con el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi y dejar ser vista como un régimen violador generalizado de los derechos humanos, en particular la libertad de expresión y creencia.
Arabia Saudita ha sido sede de un gran número de importantes eventos deportivos internacionales en los últimos años. Desde eventos de automovilismo como el prestigioso Rally Dakar y la Fórmula Uno, combates de boxeo de alto perfil, en varios torneos de golf hasta la Supercopa de Italia y España en fútbol, solo por nombrar algunos.
Esto no es accidental, sino parte de su cuidadosamente planificada “Visión 2030” con la intención de presentar a Arabia Saudita como una nación moderna, con una próspera escena de entretenimiento deportivo y con suficiente dinero para la compra de votos necesarios para obtener la sede del mundial de fútbol y construir los estadios que sean necesarios para el evento. Y lo más importante la seguridad jurídica con las leyes islámicas del régimen para garantizar “La Paz Laboral” o mejor dicho “la Paz de los Sepulcros” que garantice la ausencia absoluta de protesta por parte de los trabajadores, ya que Arabia Saudita es una monarquía absoluta, es decir, que su rey tiene bajo control los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial)
El deporte es un pilar clave en este marco estratégico, sobre todo por su alcance y popularidad. Al igual que los países vecinos: Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, la monarquía absoluta gobernante de Arabia Saudita se ha dado cuenta de que el deporte, con su capacidad para crear entusiasmo y pertenencia nacional, proporciona un vehículo fantástico para obtener buena voluntad política, nuevas relaciones diplomáticas e inversiones, y por lo tanto se ha convertido en un actor político importante para sus líderes.
Dado que el deporte y la celebración de eventos deportivos forman parte de un marco estratégico, Arabia Saudita está tratando de adquirir los derechos de acoger eventos que tendrán lugar en el futuro. Por lo tanto, han expresado su interés en organizar la Copa Asiática Femenina 2026 de la Confederación Asiática de Fútbol, y en octubre de 2022, Arabia Saudita ganó una oferta para organizar los Juegos Asiáticos de Invierno 2029 y también serán anfitriones de los Juegos Asiáticos de 2034 en Riad.
Si bien el fútbol tiene un alcance global que interesa a todas las edades, la escena de los mal llamados “deportes” electrónicos, su real denominación es JUEGOS, está dominada por jóvenes, que es un grupo atractivo para que Arabia Saudita ejerza su influencia. Su compromiso en el área de los “deportes” electrónicos se consolidó aún más cuando el príncipe heredero Mohammed bin Salman, en septiembre de 2022, dio a conocer una "Estrategia nacional de juegos y deportes electrónicos", un nuevo marco para las inversiones de Arabia Saudita.
Aunque Arabia Saudita comenzó un poco más tarde que Qatar y los Emiratos Árabes Unidos en algunas áreas deportivas, han tomado la delantera en el campo de dichos “deportes” electrónicos, compitiendo con el consorcio transnacional de China “Ali Baba”.
En 2022 Arabia Saudita estableció Savvy Gaming Group y compró ESL Gaming y FACEIT, dos de las marcas de “deportes” electrónicos más grandes, por un valor reportado por la prensa internacional, de 1.500 millones de dólares estadounidenses, así como organizando el evento más grande del mundo, el llamado Gamers8.
Para Arabia Saudita, el deporte no es solo una práctica de lavado de imagen que ayuda a pasar por alto un terrible historial de derechos humanos; se trata de mucho más: poder en las relaciones internacionales. Por ello, para decirlo de una manera futbolística, después de Qatar 2022 pretenden tomar el control del balón.
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Este es el momento del año en el que se terminan de afinar las expectativas para el año siguiente. Y el escenario inercial es el que termina imponiéndose como el que tiene mayor probabilidad de ocurrencia, al menos en el primer trimestre del año.
Lo cual significa que en lo político no se esperan cambios, que en lo social la pobreza seguirá muy alta, aunque muy sensible a bajar cada vez que haya un mínimo de reactivación económica, y que en lo económico continuará la pulseada entre el ala dura del chavismo de Chávez y del Plan de la Patria, contra el ala liberal -neo chavismo, le llamo- de Maduro y de Delcy que está más fuerte que nunca antes desde que comenzó esta nueva manera de hacer revolución, permitiendo que el dólar fluya primero y dejando al mercado hacer su trabajo después, lo cual produjo el milagro del reabastecimiento en 2018.
Y no hay que perder de vista el ámbito internacional que por razones del alta geopolítica y de la guerra en Ucrania y en Rusia nos está alejando de las amistades que el chavismo cultivó (Irán, China, Rusia y Turquía), por lo que nos hemos quedado aislados en este lado del mundo, sin poder de contrapeso en una zona que responde íntegramente a EE UU.
De allí que buscando organizar contrapesos, hayamos regresado en forma reactiva a la estrategia de las asociaciones regionales, reviviendo el ALBA, reimpulsando la Celac, y reactivando el Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla. Claro que, sin petróleo, es difícil reconstruir el entramado de antes, pero todo el 2023 se nos irá intentándolo.
De cara adentro, el chavismo mantendrá el poder absoluto que hoy ostenta, y la dirigencia de oposición, sin ideas nuevas, seguirá moviéndose al ritmo que el chavismo le marca, en una estrategia que ha venido funcionando sistemáticamente los últimos años, que es que todo se mueve, pero al final, Maduro sigue en el poder, y la dirigencia de oposición, bueno, sigue oponiéndose. Ambos lados de la política, distanciados de las bases que son esencial y mayoritariamente opositoras.
En el marco anterior, cada ida y venida (que siempre terminan en el mismo lugar: “Maduro sigue en el poder, y la dirigencia de oposición, oponiéndose”) producirá olas de expectativas positivas y negativas que acompañarán a los movimientos devaluatorios del dólar, los cuales, a su vez, inducirán una inflación creciente donde siempre los ingresos correrán detrás de los precios y los que no puedan alcanzarlos, pues caerán en la pobreza.
Aunque hay que estar claros que hay una alta sensibilidad entre el aumento de la utilización de planta y la baja de la pobreza. Porque estos crecimientos de entre el 5 y el 8% que algunas instituciones mencionan en realidad son solo mayor utilización de la capacidad instalada existente, porque en realidad estamos impedidos estructuralmente de crecer por las restricciones de energía eléctrica y de las energías primarias que están detrás de la electricidad. Y de la hidráulica del Caroní, tenemos restricciones de equipos de generación, de vulnerabilidad en la transmisión mayorista, y de los problemas de mantenimiento en subtransmisión y distribución a todos los niveles.
Por eso es que una mayor inyección de recursos monetarios a la economía, si se levantara el encaje y se expandiera el crédito solo aumentaría la presión sobre la oferta, pues esta, como les decía, no depende para crecer de la inyección de recursos monetarios, sino de inversión focalizada en el sector eléctrico. Porque sin electricidad cualquier expectativa de crecimiento, sería una fantasía. El PIB de un país, es la electricidad que tiene… o que no tiene.
Por lo que este 2023 nos depara un reacomodo de los recursos con los que ya contamos, optimizando su utilización. Y ya con eso, aunque no haya cambios mayores, será suficiente como para al menos mantenernos.
Político
Mientras en la dirigencia opositora siguen trabajando en las primarias y haciendo presencia en México, el chavismo continúa en un proceso interno de poner orden entre sus fuerzas, las cuales se debaten entre el chavismo clásico del Plan de la Patria, o el neo chavismo de Maduro y Delcy. Todo indica que el neo chavismo terminará imponiéndose, pero en la diatriba la que sufre es la economía.
Lo que está pasando con el dólar y la sensación de retroceso por lo del IGTF y la Sundde nuevamente en la calle, son una muestra de que el chavismo clásico se fortalece con el freno a cualquier idea privatizadora, y con la vuelta de las declaraciones altisonantes del “dólar mayamero” y del empresario especulador. Que del lado “neo” saben que no es así, pero que deben mostrar empatía con el ala dura, para evitar una ruptura sin retorno.
Difícilmente esa ruptura ocurra, pero habrá que hacer concesiones internas de forma tal de reunificarse, por lo que es difícil esperar que, al menos en este año 2023, haya cambios mayores en el ámbito político. No imposible, pero si difícil que ocurra.
Porque las elecciones del 2024, en caso de ocurrir, o si se adelantan, no producirán cambios en la estructura de poder. Diosdado Cabello dijo que “no vamos a llamar a elecciones para perderlas”, y ese es el caso duro que debería servir de referencia, al momento plantear los futuros posibles.
El 2023 será un año muy parecido al 2022 en cuestiones políticas, más que nada porque las sanciones seguirán igual o más fuertes, considerando que las posibilidades de flexibilizarlas están asociadas precisamente a algo que este año no parece que vaya a ocurrir, que es un cambio de poder o al menos una señal clara de que algo así pudiera pasar… pero algo así, no está a la vista … así que seguiremos sancionados.
El interés primario de EE UU con respecto a Venezuela, no está en el petróleo, sino en que dejemos de ser una “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad interna de EE UU”, y eso, según ellos, se logrará solo cuando el chavismo salga del poder, o cuando, si no sale del poder, pero Maduro sea sustituido, dejemos de ser “antimperialistas” que a todos efectos significa dejar de ser anti EE UU.
Los americanos nunca –y resalto nunca- permitirán que el actual gobierno de Venezuela cuente con recursos suficientes, que puedan luego ser utilizados en contra de ellos. Y con esa premisa en mente, es difícil fantasear con que nos permitirán algo más de holgura económica, si no se producen cambios reales.
Social
La situación de la pobreza en Venezuela se ha vuelto crítica. Es un tema del que no se habla. O por lo menos no se habla ni a nivel político, ni a nivel económico. Solo lo mencionan los interesados formales en los temas sociales, tales como la Iglesia, las organizaciones de desarrollo social o las universidades como la UCAB que tiene a Encovi.
Y al no hablarse, no se hace nada por solucionarlo. Porque el primer paso es reconocer el problema, el segundo hacer una caracterización/ diagnóstico, tercero hacer un plan, y recién luego ejecutarlo; tomando consciencia de que cuando digo “hacer un plan” digo, identificar la fuente de recursos.
Pero eso no está ocurriendo, ni siquiera el primer paso. Porque la información de Encovi es considerada como “golpista” desde el chavismo, y no tomada en cuenta, ni siquiera en los discursos, desde la oposición.
Lo único que realmente está quedando es la buena voluntad privada, ya sea personal, ya sea empresaria a través de la RSEX. Porque solo con empleos privados se sale de la pobreza. Pero mientras eso ocurre, esa gigantesca masa del 83% de los venezolanos está por su cuenta y solo le queda irse del país con la esperanza de estar mejor que aquí.
Debemos prepararnos a coexistir otro año más con la gente comiendo de la basura. Porque la rebaja de la pobreza del 94% al 83%, atribuibles al aumento en la utilización de planta del 18 al 30% solo se dio en la parte de la pobreza que aún tiene capacidad para incorporarse a la economía. Pero las capas más pobres, a nivel de miseria, no fueron tocadas, ni minimizadas por el discreto aumento de la actividad económica.
Rebajar la pobreza debe convertirse en el objetivo crítico del sector privado, porque la experiencia nos lo muestra trágicamente todos los días: el Estado solo no puede con eso. Hay que hacer algo desde el campo privado, y hacerlo rápido. Eso se llama consciencia social, y desde las empresas, Responsabilidad Social Empresarial Extendida, RSEX.
Económico
A lo largo del año el precio del dólar nos va mostrando que es el precio maestro de toda la economía, que es el precio que importa porque un porcentaje muy alto de las transacciones se hacen en esa moneda, y la diferencia se referencia en dólares.
Y su comportamiento, a su vez, es un indicador del estado de ánimo y de las expectativas. Cuando el precio del dólar crece al ritmo de la inflación se siente una cierta estabilidad, como si todo estuviera en equilibrio, pero cuando ese precio aumenta en mayor grado la percepción cambia y los equilibrios se pierden.
Lo anterior pudiera ser visto como que estamos permanentemente en un equilibrio inestable, que cuando se pierde ya no busca regresar, sino que se aleja más. Pero en realidad, nuestra economía perdió los equilibrios hace ya mucho tiempo y lo que realmente vivimos son pseudo equilibrios que comprenden solo un conjunto limitado de factores y que son los que nos dan esa sensación de equilibrio.
Entre agosto del 2021 y mayo del 2022, el precio del dólar se mantuvo relativamente estable, porque se había logrado una cierta disciplina monetaria y fiscal, y con los pocos ingresos que había, con las remesas semanales del BCV a la banca, se podía lograr esa sensación que llevó a que los optimistas acérrimos, acuñaran el concepto de “Venezuela ya se arregló”.
Mientras que los optimistas informados sabíamos que eso era algo transitorio y que las variables de la economía iban a alcanzar por su cuenta los verdaderos valores que tenían. Porque en una economía pequeña como la nuestra, con muy pocos recursos financieros que se aporten, ya se puede moldear su comportamiento pero cuando ese modelaje trata de mostrar algo que “no es”, pues entra en crisis y la solución que queda es la misma que el gobierno entendió que era la que funcionaba: dejar que el mercado trabaje sin intervención y que trate de optimizar los menguados recursos que se inyectan en la economía.
El salto que dio el precio del dólar en el último par de meses se debió a intervenciones de la tesorería, inyectando más poder de compra que los bienes y servicios que había para comprar. Y con esa presión extra de la demanda y con una oferta limitada y rígida, pues el sistema de precios de referencia se vio sobre exigido y se canalizó vía aumentos de precios, no solo de todo lo demandable, sino, principalmente, del dólar visto desde esta perspectiva como otro bien mas, cuya oferta es limitada, pero su demanda es infinita.
El comportamiento del precio del dólar lleva al sistema de precios de la economía a comportarse como escalones, con pisos a veces cortos y a veces largos, y con alturas a veces bajas y a veces, como lo que estamos viviendo, más altas que lo usual. Lo cual es previsible porque con ofertas limitadas por la recesión la demanda por pequeña que sea siempre va a terminar superándola.
Un tema que no hay que perder de vista es el atraso en la entrega de los dólares que se compran a la banca que tiene un mínimo de dos semanas y un máximo de seis semanas. El peligro de ese atraso, que comenzó en 15 días, es que se siga extendiendo y acumule una masa tal que se convierta o bien en deuda, o bien en corralito.
Porque lo que hay es un corralito parcial de seis semanas, el cual cuando ya se convierta en más tiempo, puede pasar a convertirse, o bien en deuda (tipo Cadivi) o bien en corralito permanente. Lo cual es poco probable porque atentaría contra el flujo normal de pagos que es esencialmente en dólares. Antes de llegar a eso, siempre están los dólares en custodia que desde hace tiempo están en la mira de las autoridades de la economía.
Las custodias están allí, son una masa importante y aun no encuentran la vía de utilizarlas sin crear un caos generalizado. Porque más allá del daño patrimonial para los tenedores de esos dólares, está el daño casi irreversible que se le haría a nuestra precaria economía. Y si eso ocurriera, pues sería un triunfo del ala radical del chavismo y un retroceso muy grave a lo que se ha dado en llamar el “plan Rivera”.
Para este fin de año se prevé que el dólar paralelo atrase su ritmo de devaluación y que el oficial se le acerque lo suficiente como para dar un mensaje de calma y estabilidad, con un nuevo piso para arrancar el año que debería estar entre los 17 y los 20 bolívares por dólar.
Lo anterior es importante porque incide en las expectativas de inflación, la cual, si bien ya no es del 500 mil por ciento y ahora está en el entorno del 200%, aun es hiperinflación y en esas condiciones, un salto es cuestión de horas o de días… por eso es que estos saltos como el del último mes y medio son peligrosos. Porque si la gente –que es el mercado- piensa que las cosas van a andar mal… pues andarán mal. Y los 180 millones de dólares que se inyectaron esta semana no serán suficientes para frenar expectativas negativas.
Internacional
El caso de Perú, con la salida de Pedro Castillo del poder y su reemplazo por su vicepresidente está dejando a la vista grietas conceptuales entre los miembros del resto de la izquierda latinoamericana, que en estos momentos históricos son mayoría en la región.
La disección del proceso peruano alineándolo con los preceptos constitucionales de cada país, siempre en el marco del derecho internacional y el respeto a los DD HH muestra una secuencia de eventos que en cualquier otro país no se hubieran sucedido con la velocidad de reacción de la institucionalidad peruana. Porque la velocidad de reacción marcó la diferencia y convirtió la presión social y política interna contra un mal gobierno en un autogolpe que fue conjurado casi inmediatamente y en cuestión de horas ya había un nuevo presidente.
Y las protestas de la calle, que poco a poco van amainando y siendo controladas no son reacciones a la salida de Castillo, sino esencialmente son protestas contra el gobierno por reivindicaciones pendientes.
Las posiciones de los diferentes presidentes de la región en realidad deben ser leídas basadas en sus propios riesgos y temores, así como en las conveniencias personales. Nada que ver con el estado de derecho y el manejo constitucional; y menos que menos con la consistencia conceptual en relación con otros casos.Habría que comparar las argumentaciones en el caso peruano con las que utilizaron para posicionarse en el caso de Bolivia, con la salida de Evo Morales. En Perú el presidente depuesto está preso, y en Bolivia, lo está la presidente emergente. Distinta vara frente a conceptos equivalentes.
El otro tema, también de la región, es el acuerdo previo a la preparación de la nueva Constitución chilena, el cual ya incluye los ajustes y adaptaciones que llevaron al fuerte rechazo popular al primer proyecto cooptado por la izquierda.
Una de las cláusulas dice “La soberanía tiene como límite la dignidad de la persona humana y los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales ratificados por el Estado de Chile y que se encuentren vigentes. La Constitución consagrará que el terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos humanos”.
Lo cual implica la expresa renuncia a que desde el exterior intervengan si, como está pasando en algunos países de la región, la población está siendo secuestrada por un sistema que viola los derechos humanos y somete a torturas y muerte a los que se le oponen, y al mismo tiempo destruye el patrimonio del país, degradando el PBI a niveles que solo generan hambre y llevan a la gente a abandonar el país por el medio que sea, aun a riesgo de la propia vida.
Si eso realmente se incorpora en la constitución, entonces la excusa de la soberanía y la autodeterminación se acabaría y se podría invocar la ayuda internacional, que en ese caso sería de liberación e independencia y no de intromisión en los asuntos internos.
La tortura, la pobreza y la destrucción nunca deberían ser “asuntos internos” …
Para poner en perspectiva la situación de las izquierdas gobernantes, la mitad y en algunos casos mucho más de la mitad de la población votante de esos países está en contra de sus gobiernos, limitando de esta forma que puedan repetirse los casos que en el pasado llevaron a las dictaduras de izquierda que aún permanecen en la región.
Por eso ya el mapa no es más rojo, sino que es de un rosado suave, y con el péndulo muy cercano a convertirse en azul. Ya queda solo un par de casos rojos en nuestro mapa Latinoamericano y caribeño…
Recomendación
- Al gobierno: Que salga al rescate de la credibilidad de la estrategia de mercado dando señales concretas y comprobables de que casos, como el de los controles, las amenazas y las devaluaciones aceleradas no se repetirán. Más que nada porque la confianza que en forma precaria se va construyendo, se derrumba con cada uno de estos casos y hay que comenzar nuevamente, pero ahora sabiendo que el retroceso es una opción más posible que hace unos meses.
- A la dirigencia opositora: Que genere un plan alternativo que postergue la democracia interna y se concentre en colocar un candidato aceptable por el mundo, adentro y afuera, como Guaidó, de forma tal de asegurarse que no se vota por él por simpatía o afinidad sino para lograr un cambio en el poder. Y, recién entonces, un par de años después, convocar las elecciones “verdaderas” en la tranquilidad de que aun perdiendo cualquier candidato el país siempre ganará… porque será siempre en democracia
- A la dirigencia empresarial: Que ponga foco en las economías primarias del interior del país con énfasis en lo agropecuario. Caracas tiene el foco comercial y gerencial pero las verdaderas economías productivas están en el interior. Las giras de la dirigencia por el interior son importantes y deben resultar en acciones concretas, orientadas a las finanzas corporativas, alianzas, fusiones y adquisiciones considerando al mercado de capitales como una opción fuerte.
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