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Opinión

David Bittan Obadía

De manera rutinaria incluimos cada vez más en nuestro léxico el término “políticamente correcto“ (corrección política), la acepción tradicional de dicha expresión se refiere a la utilización del lenguaje o políticas destinados a ofender o poner en desventaja a personas o grupos sociales

Algunos achacan el origen de este término a una sentencia de la Corte Suprema de los Estados Unidos en los años 70, sin embargo para mí los antecedentes surgen en 1885, con unos dibujos infantiles de la ilustradora británica Florence Kate, pero no quiero restarle importancia a los norteamericanos, más aún cuando ellos ya se han convertido en los campeones mundiales del asunto.

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La corrección política, está acabando con la libertad, nos está idiotizando lentamente y eso es parte de un plan, en el que la verdad se hace exclusiva para unos pocos, este es el mayor peligro que hoy atraviesa la sociedad de occidente.

Siendo objetivos no podemos ocultar, que las izquierdas han tomado como bandera él y termino y lo han convertido en un escudo para atacar a los que piensan distinto, es simplemente es una lucha de poderes para acallar a la gente. Un grupito de iluminados decide en base a su conveniencia lo que pueda ser sospechoso de ofender.

La corrección política, oculta de las agendas los temas de importancia, apocando la familia ,para sobreponer lo individual.

Por tanta sensibilidad y por no decir las cosas como son, hoy la corrección política justifica todo: El maltrato a las mujeres en los países Musulmanes, el empoderamiento de dictadores, la promoción del aborto hasta como método anticonceptivo, la guerra, la explotación de los menores y la trata de personas, la muerte de la meritocracia, el hambre, la desigualdad social, etc.

A través de la corrección política , se logra tergiversar la historia, se está acabando con la cultura , vamos a terminar censurando a Shakespeare, a Mozart, al Quijote y sobre todo a la fe Judeo-Cristiana.

Una minoría intenta dominar a la mayoría, y se empoderan en la búsqueda de privilegios, ¿o no?

En este contexto, me pregunto ¿por qué empresas como Disney hoy intervienen historias y cambian el color de sus personajes? ¿Por qué sus creativos no escriben historias nuevas?, o ¿por qué tienen que imponernos que a partir de 2022, el 50% de personajes sean LGBTIQ+, cuando la población mundial de ese colectivo no llega a un 5%. Todo se debe a la bendita corrección política, y también a algo más…

Estamos acabando con la verdad, la corrección política “está haciendo mucho daño a la libertad de pensamiento y un curioso favor, a la intolerancia, cualquier punto de vista que se oponga a ese criterio hegemónico tiende a ser condenado al escarnio público”.

El miedo y esta política de cancelación nos lleva a negar de plano cualquier expresión que puede tener una mínima sospecha de ser ofensiva, por eso vivimos en un mundo de indignados, yo diría de resentidos que quieren solo llamar la atención y conseguir prebendas, como diría mi abuelo: “Chiquillo ya está bueno de leches y tantas pamplinas” aunque dicha expresión hoy no es políticamente correcta.

davidbittanobadia@gmail.com
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instagram: davidbittanobadia

 2 min


Carlos Raúl Hernández

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, pero los griegos crearon dioses a imagen y semejanza de los hombres.

1.El origen del universo para los griegos es como la política, sangriento y parricida. Urano impide que su hijo Cronos y sus hermanos los titanes salgan del vientre de su madre Gea, la tierra, hasta que Cronos reacciona, le arranca el miembro y lo lanza al mar, cuya espuma engendra a la diosa del amor, Afrodita. Ahora reina Cronos, e igual persigue a sus hijos para que no le hagan lo mismo (la palabra descojonar debe ser de raíz griega). Su mujer Rea, esconde al menor Zeus en una montaña en Creta hasta que crece, declara la guerra a su padre, lo derrota y expulsa junto a los titanes. Sin embargo, hay una violenta insurrección del gigante Tifón quien aplasta a Zeus y Atenea, corta los tendones al primero, y lo deja convertido en una piltrafa doliente, hasta que el fiel Hermes descubre dónde escondió los tendones, Zeus se los reimplanta, y va por la represalia. Arranca el monte Etna y lo arroja sobre Tifón. Desde entonces cuando el volcán entra en actividad, es la ira de Tifón.

2.La mitología griega está marcada por el libertinaje sexual, el desorden de Zeus, y las rabietas de Hera su esposa. Zeus se enamora de Alcmena, mujer de Anfitrión, toma la forma de éste, se acuesta con ella, prolonga la duración de la noche en tres días y engendra a Hércules. Al terminar la larga noche, regresa Anfitrión a su casa y a su vez engendra a Ificles. Ambos nacen con un mes de diferencia. Otro caso. Zeus se convierte en cisne para seducir a Leda, quien ya había tenido ese día relaciones con su marido Tíndaro, y también quedó doblemente preñada: de Zeus, tendrá a Helena (de Troya) y Pólux; y de Tíndaro, a Cástor y Clitemnestra.

3. La boda de la diosa Tetis y el rey Peleo, los futuros padres de Aquiles, fue el evento del milenio de las oligarquías, deidades y príncipes, una concentración de glamour jamás vista y por eso decidieron excluir a Eris, la diosa de la Discordia, y como era imposible que no se enterara, ella lo tomó, con toda razón, como una afrenta, con terribles consecuencias. En el transcurso de tan magna reunión aparece un exquisito presente de Eris, una manzana de oro, que tenía grabado: “para la más bella”. Aquel público de sofisticadas diosas, náyades, ninfas, humanas, se levantó a reclamar su regalo, pero se achicaron al ver que las jefas Hera, la mujer de Zeus, la omnipotente Atenea, y Afrodita, la diosa del amor, lo daban cada una por suyo y aunque exigieron al público una decisión, nadie tan tonto para engatillar a las dos perdedoras. Pero consiguieron que lo hiciera el no muy talentoso príncipe Paris. Atenea le ofreció sabiduría infinita, Hera todo el poder que pudiera imaginar, pero Afrodita lo convenció: “será tuya la mujer más bella del mundo”. Hablaba de Helena de Troya y ya imaginamos lo que viene.

4. Luego se supo que el plan de Zeus (supongo que con Greenpeace y Greta Thunberg) era provocar una matanza por el crecimiento exagerado de la población. Para salvar a Aquiles, Tetis lo esconde en la corte del rey Lycomedes entre sus muchas hijas y lo llaman “Pirra”, “la rubia”. Tal vez eso explique una fama de gay que carece de fundamento en textos de Homero y más bien al final, tal vez por esa confianza, una de las hijas de Lycomedes termina preñada. Era bestial, violento, irascible, orgulloso, inflexible, impío. Lo arrastraban sus emociones e impulsos egoístas y heroicos y no le interesaban los demás. Su madre le da poderes de semidios y al ser cuasi invulnerable, no desarrollo instinto político ni inteligencia, (solo “principios”), y despreciaba la prudencia (por eso su milenaria fama de “entrompador” de limitado seso en contraste con Odiseo)

5. Agamenón, rey de los griegos, estafa y desprecia a Aquiles dos veces, ambas muy graves. Concentradas las más de mil naves y los cientos de miles de guerreros en el puerto de Áulide, los vientos se paralizan y no pueden zarpar a Troya. La razón es que Artemisa, furiosa porque el rey mató en la cacería uno de los ciervos sagrados, solo devolvería los vientos a cambio de la sangre de Ifigenia, hija adorada del rey, a la que este trae con su madre bajo el engaño de casarla con Aquiles, el soltero del momento, a quien también engaña. Según el principista y solemne Esquilo, cuando la niña descubre la verdad, se dirige por sus propios pasos al suplicio a nombre de Grecia. Pero hay una versión más relajada en el “colaboracionista” Eurípides: Artemisa conmovida por el amor, envía una cierva para que tome el lugar de Ifigenia en el sacrificio, el quiebre (escoja la versión que quiera, pues hay hasta una venezolana)

6.Diez días arrastrando y profanando el cadáver de Héctor (¡hay que ser..!), Aquiles logra irritar a los dioses, que lo conminan a devolverlo a su padre, Príamo, rey de Troya. En la negociación, hace una de sus genialidades. Se enamora de Polixena, hermana de aquel a quien mató y profanó, y le garantiza a Príamo que si se la entrega, abandonaría a los griegos y se pasaría al bando de Troya. Pactan casarse en un templo de Apolo, pero ella nunca llega, sino la muerte en una flecha que disparó Paris pero que llevó cuidadosamente la mano de Apolo al talón de Aquiles.

@CarlosRaulHer

 4 min


Becky Ripley Emily Knight

Permítenos preguntarte...

Si te borráramos tus recuerdos, ¿seguirías siendo tú?

¿Qué tal si te cortáramos la cabeza y la pusiéramos en un frasco, tu cuerpo en otro, y mantuviéramos ambos vivos? ¿En cuál frasco dirías que estás tú?

¿Y si separáramos todas tus células individuales y luego te reconstruyéramos célula por célula... volverías a ser tú?

Excusas por lo brusco de las preguntas pero es que vamos a intentar familiarizarnos con un concepto resbaladizo e ilusorio: nuestro sentido de identidad.

¿Qué eres aparte de tu cuerpo?

¿Dónde estás dentro de tu cuerpo y cuánto podemos hacerle a tu cuerpo sin que tu yo esencial deje de estar intacto?

Para ayudarnos con estas preguntas tan complejas, recurrimos a una de las criaturas más simples del planeta: la esponja.

"A menudo las describen por lo que no tienen. La gente no entiende cómo logran hacer cualquier cosa con tan poco", dice la bióloga marina Sally Leys, profesora de Ciencias Biológicas en la Universidad de Alberta, quien es una experta en esponjas.

Estos animales acuíferos que han existido desde hace entre 5 y 8 millones de años son esencialmente tubos gigantes que filtran agua.

No tienen músculos, ni órganos, ni sistema nervioso, ni cerebro, así que asumirías que no tienen ni pensamientos, ni sentimientos, ni conciencia de sí mismas.

No obstante, pueden hacer algo asombroso...

De nube a esponja

(El siguiente experimento de laboratorio es brutal pero no fatal, y a los científicos les permite estudiar varios aspectos de la biología animal; además, da una idea de cómo los primeros organismos se formaron).

"Si tomas una esponja y la pasas a través de una malla de tamaño muy pequeño -20 micras más o menos-, quedan unas células que, al moverse y chocar, hacen conexiones y poco a poco se organizan para formar todo el cuerpo nuevamente", cuenta la experta.

Las esponjas realmente pueden hacer eso: reagruparse a partir de una especie de lodo vivo en el fondo del mar.

Es como un superpoder.

Las células se van agrupando en cúmulos cada vez más grandes hasta formar la esponja completa.

El experimento clásico -señala Leys- se hace con una esponja azul y otra roja las cuales, tras pasar por la malla, se tornan en una nube violácea de células que, en las condiciones adecuadas y dándoles el tiempo suficiente (de una semana a 10 días), se clasifican y vuelven a formar una esponja azul y... (adivinaste) una roja.

"Así que tienen la capacidad de determinar el yo del no yo".

La pregunta del millón

Vale la pena repetirlo: pueden determinar el yo del no yo.

Tienen algún tipo de conciencia de sí mismas codificado directamente en sus células individuales.

Ahora, genéticamente, la esponja que se reagrega es igual a la que se disoció.

Pero, la pregunta del millón es si la esponja que se regeneró es la misma esponja o si durante esos 10 días se gestó un animal nuevo, un clon creado a partir de una que dejó de existir.

Es difícil saberlo.

Depende de cuánto de sus recuerdos y personalidad y otras cosas que pensamos que constituyen el yo pasan de la esponja original a la reconstituida.

Pero espera, acabamos de establecer que las esponjas no tienen cerebro... así que no deben tener personalidades ni recuerdos, ¿no?

Esa es otra cosa increíble sobre las esponjas: que, de alguna manera, sí los tienen.

"De hecho, puedes ver que hay cosas que las irritan", revela Leys.

¿Por qué se irrita una esponja?

"Se irrita por el movimiento, por lo que si golpeas la mesa, sentirá las vibraciones y escupirá su agua, lo que llamamos estornudo".

"Toma alrededor de una hora en relajarse nuevamente. Así que básicamente tienes que ponerte a hacer otra cosa hasta que se le pase el mal genio".

"A veces los estudiantes posponen experimentos, porque algunas esponjas se molestan si lo haces por la mañana".

"Trabajando con ellas en los laboratorios, aprendemos a conocer su carácter".

Y ellas, ¿pueden aprender cosas?

"En el sentido de que pueden reconocer una situación que han encontrado antes, es posible".

Leys cuenta que una vez logró entrenar una esponja para que se aferrara a la placa de Petri de la manera que ella quería.

Al principio, se encogía formando una bola, y ella la abría, pero volvía a encogerse, y ella a abrirla.

"El quinto día empezó a hacer exactamente lo que yo quería, entonces, en casos de ese estilo pueden aprender y adaptarse".

Y, ¿será que recuerdan lo que aprenden después de desintegrarse y reintegrarse?

"¡Buena pregunta! Las poblaciones con las que trabajamos tienen atributos aprendidos. Haciendo los procesos de regeneración, por ejemplo, se han adaptado al agua dulce".

"La pregunta es cuántas veces puedes tomar una esponja, reducirla a células, dejarlas reagruparse, sin que dejen de ser lo que eran".

Y eso nos lleva al principio: a nuestra consciencia de nosotros mismos.

Y a la paradoja del teletransporte.

¿Star Trek?

Sí, estamos hablando de viajar a la velocidad de la luz a través de las galaxias con solo tocar un botón.

Desde que la ciencia ficción empezó a jugar con la posibilidad de la teletransportación a finales del siglo XIX, la idea le ha estado rompiendo la cabeza a filósofos como Charlie Huenemann de la Universidad Estatal de Utah, EE.UU.

"Estoy varado en Marte. Los tanques de combustible de mi nave de regreso se rompieron y ningún equipo de rescate puede llegar a salvarme".

"Pero afortunadamente, mi barco tiene un teletransportador. La máquina escanea mi cuerpo y produce un plano increíblemente detallado, una imagen clara de cada célula y cada neurona, y ese plano luego se transmite de regreso a la Tierra, donde se construye un nuevo yo utilizando materias primas disponibles".

Suena bien: la salvación al alcance de la mano... más precisamente del dedo que presiona el botón. ¿Cuál es el problema?

George Takei, quien interpretó a Hikaru Sulu, el timonel de la nave estelar "Enterprise", en la serie Star Trek, en una recreación de los teletransportadores.

"Puedo ver racionalmente por qué esto debería funcionar, porque solo soy una configuración particular de células, y no es como si una molécula de carbono fuera más yo que otra molécula de carbono. Mientras todo esté organizado de la misma manera, no debería importar", concede el filósofo.

Pero no es así de simple.

Recuerda que es una paradoja, por lo que arroja una pregunta: la máquina, ¿te transporta a través del Universo o te mata y hace una nueva versión de ti en la Tierra, con todos tus recuerdos y personalidad intactos, que piensa que eres tú?

"En mi opinión, yo moriría en el teletransportador en Marte y alguien muy parecido a mí aparecería en la Tierra".

"Tendría toda la estructura celular, todas las conexiones neuronales y así sucesivamente para pensar que soy yo, y no está claro que la copia de mí que está en la Tierra esté equivocada".

"Todo lo que me hace pensar que soy yo estaría presente en esa copia en la Tierra".

Pero si tus recuerdos, tu estructura molecular y neuronal son tuyos, y todo es una copia al carbón, ¿por qué no serías tú?

"Esto es lo que me parece muy interesante de este experimento mental".

"Lo que nos enseña es que en un sentido profundo no existe un yo como unidad indivisible que pueda dar o no ese salto de Marte a la Tierra".

En otras palabras, esa conciencia de nosotros mismos -ese 'sé que soy yo'- en realidad es una ilusión.

"Efectivamente, muchos filósofos han llamado al yo 'una ilusión del usuario'. Una ilusión asequible que surge de nuestras vidas. Aquello de 'Siento que soy la misma persona que era ayer, y espero ser la misma persona mañana'.

"Pero si tratamos de ir más allá y preguntarnos: '¿hay un yo duradero que permanezca igual a lo largo del tiempo?', es cuando un experimento mental como el teletransportador nos enseña: no, no lo hay".

Crisis de identidad

Cuando te vayas a dormir, piensa...

Así que aunque sientas que eres la misma persona que ayer, las cosas son diferentes: el clima, la comida, la gente con la que te relacionas, la manera en la que lo haces, tu humor...

Tal vez lo que eres es una iteración del ti mismo de ayer, no precisamente la misma persona.

Además lo que te hace tú no es solo lo que eres -la disposición de tus átomos, la genética o lo que está codificado en tus células- sino también dónde lo eres.

"Gran parte de lo que somos se construye a partir de nuestra relación con otras personas: la sociedad en la que estás, el trabajo que tienes, etc.", concluye Huenemann.

Antes de irnos, otro experimento mental, sin tener que dejar el planeta.

Cuando te vayas a la cama esta noche, te acostarás, te arroparás y luego perderás el conocimiento. Y cuando estás inconsciente, tu conciencia de ti mismo de alguna manera se disolverá.

Mientras duermes, tu cuerpo y tu cerebro se transformarán. Muchas de tus células cambiarán, y es posible que te despiertes con nuevas vías neuronales.

¿Es el 'tú' que se despierta por la mañana el mismo 'tú' que se quedó dormido la noche anterior?

Tal vez sí o tal vez no: es posible que la ilusión del yo se vuelva a formar cada mañana.

Simplemente no hay forma de saberlo...

1 de octubre 2022

BBC

https://www.bbc.com/mundo/noticias-62836593

 7 min


Acceso a la Justicia

Pese a que el numeral 5 del artículo 292 de la Constitución otorga al Consejo Nacional Electoral (CNE) la potestad de «la organización, administración, dirección y vigilancia de todos los actos relativos a la elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos, así como de los referendos», Nicolás Maduro insiste en inmiscuirse en asuntos que solo competen a ese organismo, al realizar anuncios relacionados con los comicios.

«Es muy importante prepararnos para dos años clave de la revolución en lo político: la gran victoria de las elecciones presidenciales en el año 2024 y prepararnos porque en el año 2025 hay elecciones conjuntas de la Asamblea Nacional, de gobernaciones y alcaldes», anunció Maduro el pasado 12 de septiembre, durante la celebración del 14 aniversario de la fundación de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (JPSUV).

Con estas palabras, el jefe del Gobierno parece vaticinar que en poco menos de tres años el país celebrará unas nuevas «megaelecciones», en las cuales se escogerán, de manera simultánea, 277 diputados al Parlamento, 24 gobernadores de estado, 335 alcaldes, cientos de miembros de los consejos legislativos de los estados y miles de concejales.

Además de una imprudencia, las declaraciones de Maduro suponen una vulneración del principio de separación de poderes, previsto en el artículo 136 constitucional, y también podrían configurar el vicio de usurpación de funciones, pues solo el organismo comicial puede convocar la celebración de elecciones en el país.

Sin embargo, hasta el momento el árbitro electoral ha guardado un estruendoso silencio, el cual no hace más que reforzar la creencia de que está sometido a los designios del Gobierno.

Los tiempos legales

La celebración de elecciones debe responder a los tiempos fijados por la ley. El artículo 42 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) señala que la convocatoria de elecciones es un acto público mediante el cual el CNE fija la fecha de elección para los cargos de elección popular, y el ejercicio de esta función electoral debe hacerse «en concordancia con los períodos constitucionales y legales establecidos» para cada tipo de cargo, como lo exige esta norma.

En el caso de los actuales diputados de la AN, quienes fueron elegidos en diciembre de 2020, sus períodos de cinco años expiran en enero de 2026 y, por lo tanto, sus reemplazos deberían escogerse en diciembre de 2025. De ocurrir esto, sus quinquenios se ajustarían perfectamente al espíritu y letra de la carta magna.

En cuanto a los gobernadores, alcaldes, miembros de los consejos legislativos y concejales sus mandatos constitucionales son de cuatro años y como fueron elegidos en las «megaelecciones» celebradas en noviembre de 2021, a más tardar en noviembre de 2025 deberían elegirse a sus eventuales sustitutos.

De cumplirse el escenario antes presentado, queda en claro que el planteamiento de Maduro de celebrar en una misma jornada los comicios para elegir cargos nacionales, estadales y municipales no tiene asidero legal, y aun cuando ciertamente las elecciones podrían estar muy cerca la una de la otra, alguno de los dos comicios podría celebrarse antes o después, algo que ya ha ocurrido en el pasado, para así dar tiempo al CNE de organizarlo de manera adecuada.

Las capacidades y posibilidades

Además de los lapsos legales hay otros motivos que el árbitro debe tomar en cuenta a la hora de ponerle fecha a una elección: sus posibilidades y capacidades para organizar y llevar a buen término un proceso de semejante naturaleza, el cual no es otra más que «el momento culminante del ejercicio de la soberanía popular y, por ende, el más eminente y respetable», de acuerdo con la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

En el pasado, el CNE ya intentó celebrar en una misma jornada la elección de cargos nacionales, estadales y municipales, sin tener las condiciones para hacerlo: las «megalecciones» del 28 de mayo de 2000. Sin embargo, la intervención del máximo juzgado impidió que tuviera lugar una jornada, que lejos de servir para consolidar el sistema democrático venezolano, estuvo a punto de arrojar al país a un vacío y una situación de incertidumbre sin precedentes, debido a la incapacidad del árbitro electoral de hacer valer el principio de un elector un voto y ofrecer unos resultados confiables y creíbles.

Así, en una época en la que en el país aún había Estado de derecho y democracia, la Sala Constitucional en su sentencia n.º 483 de mayo de 2000 suspendió dicho proceso, por constatar que el mismo no reunía las «condiciones técnicas que garanticen en términos absolutos la confiabilidad y la transparencia» requeridas.

La traumática experiencia de las «megaelecciones» planteadas en el año 2000 parece haber sido olvidada por el chavismo, que en 2021 derogó la Ley de Regularización de los Períodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales, la cual no solo ponía orden en el momento en que debían celebrarse los comicios de gobernadores y alcaldes, sino que impedía que los mismos se celebraran de manera conjunta. Con esta decisión, el oficialismo abrió las puertas para que en noviembre pasado se escogieran el mismo día, 21 de noviembre, todas las autoridades estadales y locales.

Los últimos comicios regionales y municipales estuvieron lejos de cumplir con los estándares internacionales en la materia. Así lo denunció la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (UE) que monitoreó este proceso y aseveró que el sistema electoral venezolano está plagado de «deficiencias estructurales», una de ellas su falta de independencia de Miraflores.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

El hecho de que Maduro continúe inmiscuyéndose en las competencias del CNE, y que este sea incapaz de ponerlo en su lugar no hace más que reforzar las dudas que hay entre los ciudadanos sobre la transparencia, confiabilidad y equidad del sistema electoral.

La propuesta parece otra jugada destinada a favorecer los intereses del oficialismo, con lo cual las posibilidades de que el voto sea un instrumento para dirimir los conflictos y controversias en el país se siguen alejando.

29 de septiembre 2022

https://accesoalajusticia.org/maduro-vuelve-inmiscuirse-competencias-cne...

 4 min


José Antonio Gil Yepes

La pregunta más repetida sobre la oposición en relación a las elecciones de 2024 es “¿quién será su candidato?”. Esta formulación parte de dos supuestos: Que la oposición va a escoger un solo candidato; lo que deducen algunos de lo tanto que se habla de unas elecciones primarias para escogerlo. Y que la oposición tiene una gran oportunidad de ganar dichas elecciones; trayendo a colación el caso Barinas como una “prueba” de esa oportunidad. Pero…

Es difīcil que la oposición escoja un solo candidato si consideramos que la corriente central, llamada G4, desarrolló una política de supremacía sobre los movimientos opositores que distanció a estos últimos. A lo que se sumó que el sector oficial intervino y, a través de decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, le dio el control de varios de esos partidos a facciones internas que adversaban a los líderes hegemónicos tradicionales. Ahora se observa que estos nuevos liderazgos tienden a expresarse en términos que no reconocen a las dirigencias del G4 y anuncian sus candidaturas con la justificación de que dicen no confiar en la pulcritud de un proceso de elección primaria del candidato opositor manejado por el G4 o el G10. La conclusión es que, por ahora, hay barreras estructurales, además del tradicional egoismo actitudinal, que inclinan a que la oposición presente varios candidatos.

El argumento de que la victoria opositora en la elección del gobernador del estado Barinas es una prueba de que la animadversión de las mayorías contra el gobierno es tan grande que “el triunfo está asegurado, aunque corran varios candidatos de oposición”, no soporta una revisión. No es el hartazgo de la mayoría contra el gobierno lo que produjo el triunfo opositor en Barinas, sino que apareció “un cisne negro” que hizo el milagro de que los votos opositores se concentraran en un solo candidato, Jesús Garrido, despreciando a los otros tres. Barinas es una excepción en el mar de 10 gobernaciones y 100 alcaldías que los candidatos opositores perdieron por ir divididos. El ver lo del caso Barinas como un “cisne negro” se refuerza si se considera que el candidato electo, era el cuarto, no el primero, en el orden de preferencias de la dirigencia opositora.

Las conclusiones de este análisis de las condiciones institucionales son que el supuesto de que “esto está ganado por la oposición porque la gente evalúa mal la gestión de gobierno” no es necesariamente cierta y que el caso Barinas fue un “cisne negro”.

Veamos ahora el tema desde el punto de vista cuantitativo; el de ¿cuántos votantes potenciales aprueban o desaprueban la gestión del presidente NM y cuántos votos tendría NM (o su candidato) en el 2024? Estas dos preguntas van hilvanadas porque desde hace unos 20 años venimos observando una correlación casi perfecta entre “aprobación de la gestión presidencial y la intención de voto por el presidente o sus causas”.

A través de la modesta recuperación económica lograda desde 2019, NM logró subir de 10% de aprobación al 27,6% en la Encuesta Omnibus Nacional de Datanalisis del mes de julio pasado. Si bien, en la encuesta de agosto, la opinión pública le pasó factura por las subidas de la devaluación y de la inflación, bajando el indicador al 21%, es de esperar que el gobierno recupere la ruta de un crecimiento menos modesto para apuntalar sus oportunidades en 2024. De ser así, asumamos que NM pudiera llegar a las elecciones con un 30%. Este porcentaje, que preludia el porcentaje de votos válidos que pudiera obtener, no asegura su triunfo porque la abstención puede ser del 35% + 30% de votos por NM = 35% de votos por la oposición. Esta última podría ganar, pero sólo si el candidato es uno solo.

Si el gobierno vuelve a dejarse influenciar por sus radicales de izquierda y relantiza el ya modesto crecimiento, el nivel de aprobación baja a 25%, la abstención sube a 40% y a la oposición le corresponderían 35% de los votos. En este escenario, la oposición tiene su mejor oportunidad. Pero todo depende del número de candidatos que presente. A falta de evidencias en contrario, hasta ahora, mi estimado es de cinco; y 35% / 5 = 7 puntos; la oposición vuelve a perder aunque NM empeore su gestión. El batacazo opositor estaría en sorprendernos presentando una franca unidad, un excelente candidato y un discurso de construcción y no de oposición. Eso puede no quitarle votos a NM, pero bajaría la abstención de 40 a 30% a favor de la oposición y ésta gana las elecciones 35+10 = 45 a 35, o sea, con el 64% de los votos válidos.

Pero, si el gobierno incrementa su aprobación hasta un 40%, con políticas más pro empresa privada y más coherentes, la abstención baja a un 30%, a favor del gobierno, lo que deja sólo el 30% de votos por el o los candidatos de oposición. Pierde la oposición. Así, el Sr. NM tiene su as en una política pro empresa y la oposición en el número de candidatos que presente.

@joseagilyepes

 3 min


Humberto García Larralde

En la medida en que la contraofensiva ucraniana recupera territorios, desalojando a las fuerzas rusas de ocupación, emergen informes acerca de las barbaridades cometidas contra la población local. Bucha, Mariupol, Izium y otros pueblos liberados revelan la existencia de entierros masivos de ucranianos, la mayoría civiles, muchos acribillados con las manos atadas y/o con signos evidentes de haber sido torturados.

Numerosos testimonios de quienes fueron detenidos por los invasores describen el montaje de celdas improvisadas donde se les privaba de libertad y se les sometía a crueles tormentos. Observadores internacionales, incluidos de la Organización de Naciones Unidas, comienzan a tipificarlo como acciones propias de genocidio contra una población indefensa. Constituyen crímenes de lesa humanidad que están siendo documentados para encausar –como debe ser—a sus responsables.

En fin, son castigos inhumanos infligidos por un ejército de ocupación contra un gentilicio al que desprecia. La excusa–Putin dixit—es su pertenencia a un país que no debería existir como tal. Cínicamente, el nuevo zar ruso buscó legitimar su matanza alegando la necesidad de «desnazificar» al vecino país.

Quienes se identifican con valores básicos de justicia y libertad no pueden sino sentirse profundamente indignados por estos crímenes. Pero, más allá de la atención que ha concentrado la agresión rusa a Ucrania, acciones como las referidas no son tan ajenas a estas partes del mundo, lamentablemente.

Informes de 2020 y 2021 de la Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela, enviada por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, encontraron «motivos razonables» para sostener que las violaciones a los derechos humanos y crímenes cometidos en Venezuela por parte de entes del Estado, formaban parte «de un ataque generalizado y sistemático dirigido contra la población civil…»Es decir, atrocidades propias de un ejército de ocupación, infligidas de manera sistemática y deliberada contra venezolanos disidentes.

Un tercer informe, entregado este mes, ahonda en esos hallazgos. En un escrito de 125 páginas, examina el papel de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y en otro, de 155 páginas, presenta la situación de los derechos humanos en el llamado Arco Minero del Orinoco y áreas afines.

En total, los tres informes se basan en 471 testimonios, tanto de víctimas, sus familiares o representantes legales, como de empleados o exagentes, 88 realizadas recientemente, entre noviembre, 2021 y abril, 2022.

En estas líneas se comentará brevemente lo referente a la Dgcim. Ésta se dedica a realizar investigaciones en busca de pruebas contra disidentes y opositores. Con ello, elabora expedientes sobre posibles objetivos. Practica detenciones e interroga a las personas detenidas, las más de las veces con tortura. Los testimonios recogen: «fuertes golpes con bates y objetos punzantes; descargas eléctricas en partes sensibles del cuerpo; asfixia con sustancias tóxicas y agua; cortes y mutilaciones, incluso en la planta de los pies y debajo de las uñas; el uso de un dispositivo llamado «señorita», para levantar y deformar los cuerpos y bajarlos a tanques de agua; violación con objetos; golpes y descargas eléctricas en los genitales; iluminación constante u oscuridad permanente; calor o frío extremos; alimentación forzada con heces y vómito; y amenazas de muerte y de violación a las víctimas y a sus familiares.»

Señalan, asimismo, la existencia de una red de «trabajadores acreditados» en todo el país, pertenecientes a menudo a colectivos, que participaban en las operaciones de la Dgcim. Trabajaban ad honorem, «pero podían acceder a otros beneficios, como una acreditación oficial de la Dgcim y acceso al dinero y a los bienes que se le podían sustraer a las personas detenidas».

Se refieren casos de detención de civiles para extorsionarlos y confiscar sus bienes, especialmente cuando suponen una ventaja estratégica para el Gobierno. Un exempleado de la Dgcim explicó que muchos de sus funcionarios dependen de los activos incautados ilegalmente a las personas detenidas como principal fuente de ingresos. Su salario formal habitual oscila entre 10 y 40 dólares. Por tanto, las consideraciones económicas juegan un papel importante a la hora de elegir a los opositores políticos a detener.

Según exfuncionarios de la Dgicm, agentes cubanos habrían entrenado, asesorado y participado en labores de inteligencia y contrainteligencia. Un Memorando de Entendimiento firmado en 2008 por los Gobiernos de Cuba y Venezuela encomendaba al Ministerio de Defensa cubano supervisar «la reestructuración de los servicios de inteligencia militar venezolanos, incluso mediante la creación de nuevos órganos», para «descubrir y enfrentar los esfuerzos subversivos y de inteligencia en nombre del enemigo, así como la actividad criminal» Agentes cubanos habrían contribuido «en el desarrollo de las técnicas de interrogatorio y los métodos de vigilancia en la Dgcim, así como en las estructuras y los objetivos de las Direcciones». Funcionarios de la Dgcim viajaban a Cuba para recibir formación.

Fuentes calificadas indicaron a la Misión que Iván Hernández Dala, director de la Dgcim, le llevaba a Maduro «informes de investigación preparados … para su aprobación». Éste le daba órdenes directas, «en persona o por teléfono, nunca por escrito.» Cuando se trataba de objetivos políticos, Maduro podía aprobar y ordenar «la detención de opositores reales y percibidos del Gobierno», a veces consultando a su círculo íntimo. Según los testimonios, también habrían ordenado detenciones, Cilia Flores, Diosdado Cabello y Tareck Zaidan El Aissami Maddah. Además de Hernández Dala, los esbirros que más figuran en las labores de represión y tortura realizadas en la Dgcim, como en la apropiación ilegal (robo) de dinero y bienes de los detenidos, son: Alexander Granko Arteaga, Rafael Antonio Franko Quintero y Hannover Esteban Guerrero Mijares. Todos militares de alto rango, sujetos a sanciones internacionales por su participación en hechos violatorios de los derechos humanos. La Misión encontró «motivos razonables» para señalarle a cada uno responsabilidad penal en los hechos mencionados.

Este tercer informe de la Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela recoge información detallada, muy bien fundamentada, de la violación deliberada por parte de los órganos de inteligencia del Estado de los derechos básicos de muchos venezolanos por razones políticas, entre ellos a muchos militares.

Señala la responsabilidad directa de los más altos niveles de mando. La saña y crueldad desplegadas en sus acciones revelan un desprecio a la población, propia a la de un ejército de ocupación hostil. A esto ha quedado reducida la FAN por quienes hoy la controlan, traicionando a la patria y a sus juramentos constitucionales.

Al comienzo de la llamada «revolución bolivariana», es posible que, embriagados por la retórica patriotera de Chávez, algunos militares creyesen efectivamente que formaban parte de una gesta redentora inspirada en el Libertador, que afianzaría el papel de Venezuela y de los venezolanos en el mundo. Empero, no tardaron los más inescrupulosos en darse cuenta de que, al amparo de las diatribas antiimperialistas de su comandante, se derribaban las instituciones que resguardaban los derechos ciudadanos y el manejo probo de los recursos públicos, abriéndoles oportunidades inusitadas de enriquecerse con impunidad, a cambio de su lealtad.

Con la anuencia de la “revolución” y bajo asesoría castrista, procedieron a corromper a los más vulnerables dentro de la FAN, forjando, así, una fuerza pretoriana chavo-madurista, sustento principal –dada su complicidad– del régimen de expoliación en que terminó la «revolución». Para ello fue necesario una purga interna, apartando a los componentes institucionales, los más honestos, de la FAN y, eventualmente, sometiéndolos –junto a luchadores civiles por la libertad y la democracia– con acciones represivas, en las que no faltaban las torturas brutales.

Así como la opinión pública del mundo democrático clama por encausar a los culpables de los crímenes cometidos por las fuerzas rusas de ocupación en Ucrania, este informe, junto a muchos otros, debe resultar en acciones concertadas para acabar definitivamente con el nefasto aparato de la Dgcim montado por Maduro, Padrino y sus cómplices, para defender sus privilegios. Su ejército de ocupación.

Mail: humgarl@gmail.com

Humberto García Larralde es economista, Individuo de Número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Profesor (j) de la Universidad Central de Venezuela.

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Ismael Pérez Vigil

Hace algún tiempo comenté diversos aspectos de la sociedad civil y los partidos políticos: las diferencias en objetivos entre ambos, las diferencias en el liderazgo de unos y otros, las diferencias en las formas de organización, etc. Pero quedó pendiente el tema de las lecciones aprendidas en estos veintitrés años para lograr la integración de estos dos actores, para enfrentar la situación política del país.

Crisis de los partidos

Es hoy un lugar común hablar de la crisis que viven los partidos políticos y la política en general, que ha llevado a que una gran parte de la población se muestre indiferente y rechace la actividad partidista y muy en especial a la actividad electoral. Esta circunstancia no se puede atribuir a una única causa, sino a una mezcla de ellas y me atrevería a describir varias, sin pronunciarme por cual es la más importante, ni pretender afirmar que las que voy a mencionar son todas las que se deben considerar.

Por un lado, a los partidos se les critica que fueron apartándose de sus objetivos, doctrina, principios ideológicos y los fueron reemplazando por vacías promesas populistas, interpretando lo que suponían que el pueblo quería escuchar, pero olvidando su papel de conductores y orientadores; se les señala que dejaron de renovar su liderazgo; que se fueron anquilosando en el gobierno y convirtiéndose en meras maquinarias electorales para mantener el poder; que en el desempeño del gobierno fueron perdiendo eficacia para resolver los problemas de la población y que se fueron deteriorando en el poder, en algunos casos por involucrarse en procesos de corrupción. Críticas fuertes, no siempre justas, al menos para todos los partidos.
Del otro lado a la sociedad, también se critica el dejar de lado su responsabilidad e interés por controlar a los partidos y al gobierno; los ciudadanos, se señala, se fueron alejando cada vez más de los partidos y de la actividad política, para dedicarse más a su familia, a la actividad académica, a hacer dinero a través de su actividad profesional, de negocios −a veces con el propio gobierno− o a través de sus empresas y cuando se vinieron a dar cuenta, los partidos y los políticos ya estaban totalmente “de su cuenta”, sin control social y sólo quedó entonces, para comenzar a rectificar y enderezar entuertos, desatar un despiadado proceso de crítica, que no buscaba renovarlos o corregir errores y defectos, sino reemplazarlos o simplemente acabar con ellos.

Eso dejó el campo fértil para todo tipo de oportunistas; para que demagogos populistas −como Hugo Chávez Frías− se montaran sobre ese proceso de crítica a los partidos y se adueñarán del poder; una vez en él, continuarían un proceso sistemático de destrucción de los partidos, para el que encontraron poca o ninguna resistencia, más bien el apoyo de una parte importante de la población que había perdido toda su fe en los partidos y en la política y por otro lado, se encontraron con unos partidos mediatizados, con poca solidez doctrinaria, sin renovación de su liderazgo y con poca o ninguna formación ideológica en su militancia. La tarea de destrucción era fácil

Surge un nuevo actor

El Gobierno de Chávez Frías se inició montado y continuando el ataque y críticas a los partidos políticos, recogiendo y usufructuando los más de treinta años previos de diatribas contra ellos, no siempre justificadas. Ese intento de eliminar a los partidos cristalizó en la Constitución Bolivariana de 1999, en la cual ni siquiera se les nombra y expresamente prohíbe que sean financiados por el Estado. Algunos pensaron, hoy sabemos que erróneamente, que esto era un comienzo de liberación y depuración para los partidos, cuando en realidad al quitarles el financiamiento público se les dejaba en manos de grupos económicos que pudieran o puedan financiarlos y de cuya influencia se pretendía liberarlos. Se les hizo más dependientes a los de la oposición y se favoreció indirectamente a los del Gobierno, porque son los únicos que pueden contar con los recursos del Estado, como hemos visto hasta la saciedad en estos veintitrés años.

Pero esa estratagema falló, los partidos no fueron aniquilados y surgió un actor con el que nadie −muchos menos Hugo Chávez Frías− contaba: el ciudadano y la sociedad civil, que desarrollaron y adquirieron en estos veintitrés años una experiencia política, invalorable, para la sociedad civil y que también sirve para sacar importantes lecciones, al menos en lo que a la organización política partidista concierne.

Historia del nuevo proceso

Al principio de la instauración del régimen, parecía que asistimos a la sepultura de los partidos tradicionales y al surgimiento y reflorecimiento de “nuevas” organizaciones. En los viejos partidos, se critica, se habían enquistado algunas “elites” que, habiendo dejado de lado ideales doctrinarios, se habían adueñado de esas organizaciones, mediatizado y apartado sus ideales de lucha. Algunos continúan allí, como dice un amigo, como la nata sobre la leche, que siempre sale a flote por más que se revuelva. De esa debacle no se salvó, prácticamente ningún partido, ni siquiera la vieja Izquierda insurreccional. Y tanto a los partidos, llamémoslos históricos, como a los nuevos partidos, los surgidos en años recientes, el régimen se ha encargado de intentar aniquilarlos −por suerte sin éxito completo−, persiguiendo a sus lideres y dirigentes, inhabilitándolos y últimamente, utilizando al TSJ para desmantelarlos y entregar sus organizaciones, colores, locales y símbolos a algunos personajes surgidos de ellos, pero afectos a las políticas del régimen o dispuestos a seguirle el juego de destrucción de la oposición.

Partidos de inspiración militar

Presenciamos también el surgimiento, efímero, en Venezuela, de lo que se llegó a pensar que sería un nuevo tipo de organización de corte cívico-militar (MBR200 y MVR). Estos “nuevos” partidos, inspirados en las ideas del sociólogo argentino Norberto Ceresole, se basaban en un liderazgo de tipo caudillista, con una ideología de “eficiencia militarista” y que parecían llamados a heredar las consignas y estrategias de los partidos de masas de principios del siglo pasado, fuertemente apoyados en prácticas populistas. Se nutrieron de la clientela política que fue abandonando a los partidos tradicionales, de la cual un día también se nutrieron algunos partidos y fenómenos electorales, surgidos entre los años 60 y 90 del pasado siglo, que no viene al caso mencionar.

Sin embargo, esas organizaciones no cristalizaron. El MBR200 no llego nunca a adquirir una forma pública y el MVR, devenido en PSUV, se ha quedado en una mera maquinaria electoral, que depende del carisma de su caudillo principal, usualmente el presidente de la república. Ni siquiera ha podido generar una élite dirigente destacada, diferente a aquella que surgió en 1992 y que acompañaría a Chávez Frías en su aventura electoral de 1998 y años subsiguientes en la instauración del oprobioso socialismo del siglo XXI. No podía ser de otra forma, pues su propio líder creador, Chávez Frías, y quienes lo sucedieron, se encargaron de destruirlos, de mutilarles el alma, al designar a dedo sus autoridades internas y sus candidatos. El resultado es que el régimen actual no se apoya en el PSUV para gobernar, sino en la FFAA.

Las nuevas opciones

De esta lucha por la sobrevivencia y por ganar nuevamente el favor del electorado de manera democrática, han ido surgiendo −y esperamos surjan más− algunas nuevas opciones, nuevos partidos, de inspiración ideológica −Social Demócrata, Demócrata Cristiana y Socialista−, partidos con doctrina; y aunque varios presenten algunos de los vicios del pasado, le tocará a los grupos sanos y jóvenes de esas organizaciones renovarlos y darles nuevo contenido para que, remozados y reconvertidos, pervivan como elemento indispensable, que lo son, de la vida democrática.

Constituye el reto de los partidos y de sus lideres del momento, descifrar este crucigrama y armar este rompecabezas e integrar a un ciudadano, que no quiere alejarse más de la política, de lo público, pero que no se les puede seguir atrayendo con viejas consignas de partidos de masas, leninistas, o sacarlos de su ambiente inmediato de trabajo y de vida para intentar que “participen” en ambientes extraños a su cotidianeidad. Para dar respuesta a este “ciudadano movilizado” necesitamos nuevos esquemas de organización política, más cónsonos con la realidad que vivimos, menos centralizados, más interactivos.

Sabemos que esto no es fácil, pero hay algunos ensayos importantes y exitosos. Se trata de ver como aplicamos algunas de las lecciones que pudo haber aprendido esa sociedad civil, ese ciudadano incorporado a la política −incluso los mismos partidos−, con esquemas organizativos diferentes, propios de su actividad en otras áreas o de su aprendizaje de la experiencia internacional a la que hayan podido tener acceso.

Hacia un nuevo modelo organizativo

Resumiendo lo que ya he dicho en ocasiones anteriores −disculpen los que ya lo han leído− vemos la tendencia en muchos países de apuntar hacia un esquema de partidos u organizaciones políticas, diferentes a los que tenemos actualmente, lo que hemos llamado los partidos históricos y los nuevos, pero inspirados en ese modelo. Hoy en día tenemos que hablar de tendencias que apuntan a organizaciones que se basan en núcleos, muy activos, de militantes o dirigentes y una enorme periferia que se activa y desactiva de acuerdo con circunstancias concretas y en ambientes específicos, en la mayoría de las ocasiones convocados y organizados por medio de las redes sociales. La clave es no sacar al ciudadano de su “ambiente” natural de trabajo y vida en el cual se desenvuelve. De esta forma, los individuos, los ciudadanos, se mantienen activos y ligados a la globalidad, pero desde su propio medio local, parcial y limitado, el cual conocen a la perfección; se organizan rápidamente en función de actividades específicas, muchas veces en forma de “enjambre” y regresan rápidamente a sus actividades cotidianas.

Es la organización que corresponde a un mundo globalizado −aunque a algunos les produce alergia esta palabra−; donde la globalización es un dato, una realidad tecnológica, la forma en que se organiza la producción a nivel mundial y no simplemente una opción económica. Se trata entonces de resolver la paradoja organizativa de los últimos años: antes se nos decía, que pensáramos globalmente y que actuáramos localmente; ahora el reto es pensar localmente y actuar globalmente. ¿Estarán nuestros partidos políticos en capacidad de darnos esa respuesta organizativa? ¿Estarán los ciudadanos en capacidad de comprender esa convocatoria y ese papel? Esa es la gran duda que tendremos que resolver en la práctica.

Ética en los partidos

Hace algún tiempo, en varios artículos, analicé la necesidad de construir una organización moderna −como la ya descrita en párrafos anteriores−, popular, poli clasista, o donde el tema de “clases” no sea un problema, que se plantee claramente la toma del poder sobre la base de un programa explícito, y un compromiso personal y colectivo con ese programa. Desde el punto de vista organizativo, la organización partidista que se forme debe estar basada en postulados éticos, que como mínimo contengan: la transparencia en el actuar y en las funciones de gestión pública; la correcta separación entre los legítimos fines privados del político, los fines del partido y los fines del Estado; la conciencia, en el político, de que su función pública, es una función educativa.

Establecidos estos puntos -éticos- fundamentales, y las formas organizativas descritas, es válido que nos plateemos otros principios: ¿Cómo hacemos para que nuestro programa, en forma de mensaje, llegue a las grandes mayorías del país? ¿Cómo hacemos para que el pueblo entienda que nuestro mensaje es el suyo y que el desarrollo capitalista que queremos para el país, es lo mejor para él? Ese es nuestro verdadero reto. El programa, al menos sus aspiraciones globales están claras, definidas, en las varias versiones, parciales y completas, del llamado Plan País. El problema ahora es como hacemos que llegue a todos los venezolanos y como lo convertimos en postulados compartidos y en ideales de lucha común. Ese sigue siendo un tema para la reflexión.

Conclusión

Insisto, para finalizar, en lo que ya he señalado en oportunidades anteriores, que la tarea del político y la política, entre otras cosas, es educar acerca de cómo vivir en democracia, particularmente, en la importancia de formar lideres con un sentido ético y crear partidos u organizaciones políticas alejadas de prácticas poco trasparentes y poco democráticas; crear organizaciones políticas en donde no se favorezcan conductas proselitistas, como las que eran comunes en nuestro quehacer partidista y son la conducta habitual de los que apoyan a este régimen, para ganar el favor popular. Las tareas concretas a realizar, obviamente no son materia de un artículo como este.

Politólogo

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