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Opinión

Acceso a la Justicia

Desde la antigua Roma la justicia es representada como una mujer con los ojos vendados que sostiene en una mano una balanza y en otra una espada. ¿Qué significan los ojos cubiertos? Representan la imparcialidad e indican que las decisiones de sus funcionarios deben ser producto de un análisis objetivo, en el que no hay favoritismos y la identidad, género, raza o el dinero de las partes no importan. Sin embargo, en Venezuela la justicia, en particular el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), sí parece tener los ojos bien abiertos al momento de sentenciar. Al menos esta es la sensación que dejan las respuestas que el máximo juzgado ha dado a las solicitudes cautelares que recibe cuando se trata de demandas contra el Estado venezolano.

Se debe recordar que las medidas cautelares —en el ámbito del Derecho administrativo— son aquellas a través de las cuales los jueces suspenden los efectos de un acto impugnado mientras dictan su sentencia definitiva, por considerar que son indispensables para evitar perjuicios irreparables o de difícil reparación.

Tradicionalmente, el TSJ declara «con lugar» las medidas cautelares que favorecen al Gobierno, a otros órganos del Estado o a los intereses del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) o de sectores cercanos a este, pero si dichas peticiones son interpuestas por sectores opositores o no alineados con el Ejecutivo, entonces son rechazadas. Este doble rasero se ha hecho más evidente en las últimas semanas.

El pasado 14 de julio la Sala Político Administrativa, a través de sus sentencias n.º 252 y 254, admitió los recursos de nulidad que las autoridades de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Carabobo (UC), Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) y Universidad de Los Andes (ULA) interpusieron semanas antes contra el polémico instructivo dictado por la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), el cual contiene el Proceso de Ajuste del Sistema de Remuneración de la Administración Pública, Convenciones Colectivas, Tablas Especiales y Empresas Estratégicas.

Sin embargo, en los mismos fallos el TSJ rechazó suspender temporalmente dicho texto, a pesar de que el mismo ha reducido los salarios integrales de millones de funcionarios públicos al aplicar un tijeretazo a las bonificaciones y primas previstas en las distintas contrataciones colectivas; con lo cual ha violado seis disposiciones constitucionales, entre ellas el principio de progresividad de los derechos y beneficios laborales, de acuerdo con un estudio realizado por Acceso a la Justicia.

En las sentencias redactadas por el presidente de la instancia, magistrado Malaquías Gil, el máximo juzgado consideró que aceptar la solicitud de las casas de estudio «vaciaría de contenido la sentencia definitiva». Pese a esta afirmación, el TSJ decidió no seguir adelante con estos juicios puesto que, en días recientes, emitió los fallos n.° 445 y 446 en los que declaró inadmisibles los recursos de nulidad (previamente admitidos) intentados por las universidades contra el referido instructivo.

En la dirección contraria

Mientras el TSJ rechaza las peticiones de las universidades y de la sociedad civil organizada, atiende las hechas desde las filas gubernamentales. Prueba de ello es la sentencia n.º 0079 que la Sala Electoral dictó el pasado 1 de agosto y en la que suspendió la elección de los representantes de los egresados de la Escuela de Educación a los órganos de cogobierno de la UCV, atendiendo una solicitud que le hiciera un candidato oficialista que no salió favoreció en las urnas.

En este caso, el máximo juzgado sí consideró que había motivos para presumir una violación a los derechos electorales del demandante y la posibilidad de que dicha vulneración no pudiera ser reparada, pues el recuento de los sufragios lo hizo la Subcomisión y no la Comisión Electoral de la UCV.

Apenas tres días antes, la Sala Político Administrativa suspendió el Reglamento de Administración de los Ingresos y Egresos Generados por la Universidad de Carabobo, alegando que las tasas fijadas en la normativa impugnada podrían ver vulnerado «el derecho a la gratuidad de la educación consagrado en el artículo 103 de la Constitución».

De vieja data

Este comportamiento del máximo juzgado viene de lejos. Así lo denunció la organización Un Estado de Derecho en su libro titulado El TSJ al servicio de la revolución. La toma, los números y los criterios del TSJ venezolano (2004-2013), en el que se denuncia que ninguna de las 45.474 sentencias emitidas por las salas Constitucional, Político Administrativa y Electoral entre 2005 y 2013 fue en contra de los intereses del Gobierno ni del Estado.

En 2015, la Sala Electoral dictó su polémica sentencia n.º 260, en la cual suspendió cautelarmente a los diputados por el estado Amazonas que fueron electos en las parlamentarias de 2015. Esta decisión fue adoptada por la instancia atendiendo una solicitud que le hicieran los candidatos oficialistas que no resultaron favorecidos en las urnas, quienes denunciaron presuntas irregularidades. Pese a que la resolución implicó echar por la borda su propia jurisprudencia, la Sala no tuvo reparo en tomarla. Una medida cautelar la cual, seis años después, no ha contado con una sentencia definitiva.

Un año después, la Sala Político Administrativa volvió a demostrar que no toma decisiones en contra de los intereses del Gobierno. Así, aunque admitió una demanda de nulidad contra la polémica resolución n.º 008610 del Ministerio de la Defensa, la cual contiene las Normas sobre la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en funciones de control del orden público, la paz social y la convivencia ciudadana en reuniones pública y manifestaciones, rechazó suspenderla temporalmente.

«No fundamentó la petición cautelar, sino que solo se concretó en requerir la suspensión temporal de los efectos del acto administrativo impugnado sin cumplir con los requisitos de procedencia establecidos jurisprudencialmente y, en particular, con la presunción del buen derecho».

Este fue el argumento de la instancia, a la que no le bastaron los alegatos del accionante de que el instrumento ponía en tela de juicio el derecho a la manifestación pacífica y la prohibición del uso de armas de fuego para su control.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

Las decisiones antes comentadas ratifican la condición del TSJ como defensor de los intereses del Gobierno, en lugar de garante de los derechos de los ciudadanos. Una revisión superficial como la hecha para redactar este texto revela que el máximo juzgado acuerda o rechaza las medidas cautelares a partir de la implicación partidista o política que tenga cada asunto, sin tomar en consideración los derechos de los grupos afectados.

7 de septiembre 2022

https://accesoalajusticia.org/hora-decidir-medidas-cautelares-tsj-demues...

 5 min


Werner Corrales

Varias veces a lo largo de 23 años, Venezuela abrigó expectativas de librarse rápidamente del régimen socialista, lo que sucedió por primera vez en Abril de 2002 y por última vez en 2019, cuando la depauperación de las mayorías generaba un enorme descontento social contra el régimen, a la vez que una amplia alianza de países desconocía su legitimidad y algunos muy influyentes le imponían sanciones que estrechaban su espacio de maniobra, a la vez que reconocían a un “Gobierno Interino” ejercido por la Oposición.

Pero hoy, países muy importantes de la alianza internacional de 2019 la han abandonado o no comparten ya la estrategia inicial, mientras en Venezuela se constata un apoyo claro de las Fuerzas Armadas al régimen socialista y un reconocimiento exiguo de la ciudadanía a los partidos y líderes de Oposición, todo lo cual ha disipado las expectativas de desplazar prontamente del poder al régimen. Y los sufrimientos de la crisis continúan pesando sobre las mayorías, porque aquella sigue siendo muy grave y no se está superando, a pesar de la narrativa según la cual “Venezuela se está arreglando”, que comparten y difunden el régimen y algunos importadores y miembros del nuevo “Jet Set” caraqueño.

Ante la dramática realidad de hoy, muchos actores democráticos favorecen una negociación con el régimen, argumentando que por esa vía podría mejorarse prontamente la situación económica y social de la mayor parte de los venezolanos. En este discurso coinciden actores cuyos intereses políticos no son necesariamente convergentes, algunos de ellos comprometidos con la lucha por recuperar las libertades y otros dispuestos a abandonar la resistencia al régimen por considerarla fútil. De hecho, ya se han iniciado conversaciones preliminares, las cuales, según dejan entrever algunos voceros de la Oposición, son preparatorias de una negociación cuya Agenda contempla obtener una liberalización política interna a cambio de apoyar una flexibilización de las sanciones internacionales.

Pero seamos francos, si esa es la Agenda de la negociación en puertas, aún si la liberalización política deseada mejorase las condiciones de competitividad de la elección de 2024, apoyar la flexibilización de las sanciones no estaría sirviendo a una pronta recuperación económica y social en favor de las mayorías. Eso no bastaría para dinamizar la economía, porque las inversiones requeridas sólo se materializarían si se implementan reformas regulatorias concretas que les ofrezcan seguridad, estabilidad e injerencias estatales mínimas; y no todo tipo de crecimiento económico favorecería a quienes más necesitan recuperar su nivel de vida, hacen falta políticas orientadas a lograrlo porque no es verdad que “la mejor política social es el crecimiento económico”.

En fin, que los actores democráticos participantes en las tratativas previstas apoyen la flexibilización de las sanciones, tendría un “valor de transacción” muy alto, que sólo correspondería ceder en dos escenarios hipotéticos.

La primera circunstancia que ameritaría ofrecer apoyo a la flexibilización de las sanciones, es una tal vez ingenua por inalcanzable, sería que el compromiso de liberalización política del régimen tuviese garantías internacionales y comprendiese condiciones perfectas de competitividad y transparencia para las elecciones de 2024, ya que el triunfo seguro que obtendría la Oposición en esas condiciones podría dar inicio inmediato a la recuperación económica y social.

Y el segundo caso de negociación que justificaría secundar la flexibilización de las sanciones, algo más realista aunque no del todo fácil de construir, sería que el régimen se comprometiese simultáneamente en dos planos, en una liberalización que incluya mejoras políticas y se acompañe de compromisos internacionales supervisados, y en la implementación -también supervisada- de reformas institucionales y políticas económicas y sociales que sirvan de soporte cierto al inicio de una recuperación económica y social del país.

Que la Oposición participe en unas negociaciones con el régimen ofreciendo el apoyo para la flexibilización de las sanciones a cambio de una liberalización que no se acompañe de reformas y políticas dirigidas a mejorar la situación de las mayorías, solo generaría frustración general y desprestigio político para cualquier opción futura de negociar.

… Poque si se argumenta en favor de acudir a una negociación porque ella podría abrir las puertas a una mejora cercana de las condiciones económicas y sociales de las mayorías, sería un engaño que sólo se negocie en busca de logros electorales en lo inmediato, aunque ellos abran un camino de largo plazo...

Septiembre de 2022

 3 min


Edgar Benarroch

“MÁS VALE ENCENDER UNA VELA …”

“Más vale encender una vela que maldecir la obscuridad”, es el lema que últimamente a adquirido la asociación Amnistía Internacional. Es un gran mensaje que encierra una idea de cómo debemos comportarnos ante las dificultades y desavenencias que la vida nos presenta.

Las dificultades se enfrentan con alegría, entusiasmo y mucha voluntad de superación, nunca con más dificultades. Las tinieblas se combaten con luz, nunca con más obscuridad. La vida nos presenta situaciones en las que tenemos que tomar decisiones, unas de esas situaciones son bien recibidas porque nos transmiten felicidad y en en ellas es muy fácil y hasta placentero desenvolverse, pero también otras son cargadas de dificultades y sinsabores que afectan nuestro ánimo negativamente y ante ellas debemos tener claro cómo comportarnos para no ser preso de la negatividad que nos limitaría y es posible inutilice.

Las horas buenas las disfrutamos con entusiasmo y las malas debemos enfrentarlas no con más malestar sino con entusiasmo, optimismo y esperanza que la superaremos. Ante la infelicidad felicidad, ante la tristeza alegría, ante el desespero esperanza, ante las dificultades optimismo y todo ello depende exclusivamente de nosotros, de nuestra voluntad y disposición.

La inmensa problemática que afecta al país y a todos nosotros en particular, es muy honda y tiene características de una crisis muy severa; ante ella no debemos ser contemplativos y menos aún entregarnos resignados, lo que debemos hacer es cargarnos de coraje, valentía y disposición para salir de lo que nos atormenta y ello supone un cambio radical de lo que tenemos que es el origen de todos nuestros males. Salir de este régimen totalitario y populista y entregarnos a la dura y ardua, pero apasionante tarea de reconstruir el país y si es necesario refundar la Republica.

La Patria, hoy más que nunca, nos emplaza a la lucha sin descanso, al trabajo diario para organizarnos y construir la necesaria y urgente UNIÓN de todos quienes aspiramos cambio radical ya.

Está constituida la Plataforma Unitaria de Oposición, coordinada por un hombre serio, trabajador y responsable con claridad del camino que debemos transitar, Omar Barboza, y a ella y a él debemos rodear para vigorizar cada día más la salida de lo que tenemos y el advenimiento de un nuevo tiempo de trabajo, pero también de prosperidad, bienestar y felicidad para todos. Encendamos una vela por nuestro futuro próximo inmediato.

8 de septiembre 2022

DUELE MUCHO

Duele mucho ver a nuestro país en las condiciones que se encuentra, de ser uno de los más ricos de Latinoamérica, hoy somos de los más pobres del mundo. De tener la cuarta empresa más importante del mundo, PDVSA, que producía 3 millones 500 mil barriles diarios de petróleo en 1998, con programación de llegar a 6 millones en los siguientes cinco años, ahora tiene una producción de 400 mil barriles al día y se encuentra en las peores condiciones de su historia, al borde de la quiebra, aunque no se crea. Producíamos para satisfacer la demanda interna y el remanente que era la gran parte la destinábamos a la exportación que era el gran rubro del ingreso nacional. Pagábamos el litro de gasolina a 25 céntimos de bolívar y ahora nos cuesta veinte veces más y estamos en la necesidad de importarla. La inseguridad pública, personal y de bienes se mantenía por debajo del promedio latinoamericano ahora somos uno de los países más inseguros del mundo.

Duele mucho enterarnos que el 80% de nuestra población padece de hambre y que de ese porcentaje más de la mitad está en condiciones críticas, existiendo además el terrible y muy lamentable segmento que recurre a los desperdicios en busca de comida, se llama pobreza atroz. Mucho dolor por la hiperinflación que nos empobrece cada día más a todos y que el régimen no sabe cómo controlar y dominar, al contrario cada vez lanza más dinero inorgánico al mercado sin ningún respaldo, que la incentiva.

Duele mucho después de tener una planta industrial de las más importantes ahora nuestras zonas industriales son cementerios de galpones vacíos, más del 70% de las empresas han cerrado como consecuencia de una desastrosa política equivocada y mal intencionada del régimen mediante controles e imposiciones que hicieron imposible el funcionamiento. Duele mucho saber que estamos entre los países más corruptos del mundo, donde no hay transparencia ni control del gasto público y donde todos los poderes públicos están resumidos en Miraflores. Duele mucho saber que todo lo que antes estaba bien, ahora está mal y lo que estaba mal está peor. Antes teníamos servicios públicos eficiente y continuos, ahora son intermitentes y deficientes.

En fin, teníamos un país que, en medio de las dificultades, era vivible y nos desenvolvíamos con relativa paz y bienestar y alcanzamos niveles de progreso importantes donde venían gente de otros pueblos a disfrutar de nuestras bondades, ahora a nadie se le ocurre ni siquiera visitarnos y casi siete millones de venezolanos ha huido del país en busca de mejores condiciones de vida.

Nos cambiaron el país para peor. Necesitamos con urgencia revertir esta horrenda situación y ello empieza por un cambio radical de gobierno ya, lo que es posible y diría con relativa facilidad, si nos UNIMOS todos los que aspiramos una Venezuela muy distinta y mucho mejor.

7 de septiembre 2022

ORACIÓN DE SAN FRANCISCO

La oración de San Francisco u oración Simple es hermosa, tradicional y de elevado mensaje y suele considerarse con Francisco de Asís. Cuando el Santo Papa Juan Pablo II se reunió con representantes de las Iglesias cristianas y religiones del mundo para orar por La Paz, la rezó. Es un poema escrito probablemente a principios del siglo XX pero atribuido al fraile italiano Francisco de Asís, aunque investigaciones posteriores dejan entrever otros orígenes de la oración, cuya autoría aún es incierta.

Esta oración, tras la del Padre Nuestro, es quizás la más conocida por su sencillez, calidez y hermoso mensaje repleto de buenos propósitos y deseos, se inicia así: “Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: Donde haya odio, ponga yo amor; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo la fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría”; …. y concluye “Dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado y muriendo se resucita a la vida eterna”.

Esta oración es una de las más populares dentro del cristianismo, es un mensaje de paz y esperanza que cobró mucha fuerza antes y durante la Primera Guerra Mundial.

La oración es un mensaje por el cual invocamos a un Santo o Divinidad. Está basada en la fe, devoción y súplica. Rezar es repetir, es citar, mientras que oración es petición.

En estos tiempos tan convulsionados y particularmente críticos en nuestro país, debemos rezar y orar esta famosa oración de San Francisco o Simple en la seguridad que Dios, nuestro Señor, nos atenderá a cada uno de nosotros y seremos un instrumento útil y eficaz en la construcción de un mundo distinto y mucho mejor, donde el bienestar, la prosperidad y la felicidad estén presentes para hacer nuestras vidas más humanas.

Orar que es rogar, desear y pedir es una manera de expresarnos con elevación, entrega y convicción y de comunicarnos con El Creador que siempre está atento a nuestras súplicas y nos acompaña en nuestro desenvolvimiento.

6 de septiembre 2022

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Jesús Elorza G.

El tema de conversación, en los diferentes Dojos del país, era uno solo. Atletas, senseis y dirigentes, se preguntaban sobre el por qué circulaban una serie de rumores sobre la participación de nuestros karatecas en el XII Campeonato Mundial de Karate Junior, Cadete y Sub-21, a celebrarse en la ciudad de Konya Turquía del 26 al 30 de octubre de este año. Se comenta que el anterior presidente de la Federación Venezolana de Karate FVK, Arturo Castillo, solo permite la inscripción de los atletas si la misma es refrendada con su firma o aval.

-Ese señor está loco e bola, manifestaron los dirigentes. Como se le ocurre semejante barbaridad. si el ya no es presidente de la FVK. Pretende con esa conducta soberbia pasar por alto el mensaje que le dejó, la Asamblea General federativa, sobre su nefasta gestión como dirigente deportivo, llena de caprichos, imposiciones, arbitrariedades y manipulaciones, dedicado a imponerte brutalmente cuando alguien no te era de tu agrado.

-No olvidemos, dijo uno de los sensei que, el personaje de marras, es conocido como “El Pistolero Olímpico” por haber dicho públicamente que “tenía una pistola 9mm en su escritorio para echarle plomo a quien no estuviera de acuerdo con él”

-Tiene razón el sensei, señaló uno de los atletas. Tengo fresco en mi memoria, lo acontecido el pasado martes 25 de mayo 2021, cuando pudiéramos decir que la sede del Comité Olímpico Venezolano (COV), se transformó en un “Dojo” para albergar la Asamblea de Asociaciones, que había sido convocada para elegir a la Comisión Electoral que se encargaría del llevar a cabo las elecciones de la Federación Venezolana de Karate Do, para el periodo 2021-2025. En horas de la mañana, comenzamos a llegar atletas, entrenadores, personal técnico y dirigentes deportivos acreditados como representantes de las asociaciones para la referida asamblea. Pero, todos fuimos sorprendidos al encontrarnos que las puertas del Auditórium del COV ¡¡¡estaban cerradas!!!, por orden de Arturo Castillo, presidente de la Federación y Tesorero del Comité Ejecutivo del COV. Este personaje ni siquiera se hizo presente en la asamblea, “¡¡¡dirigió el cierre de las puertas y sus amenazas por video conferencia”…..el culillo es libre, dirían algunos.

-Cuarenta (40) personas debidamente acreditadas, en representación de diez (10) asociaciones, que decidimos proceder de acuerdo con la Ley y realizar la asamblea para la cual fuimos convocados, elegimos la Comisión Electoral para la elección federativa, propinándole, un “KO” fulminante, a todos aquellos, y muy especialmente a Arturo Castillo, que pretendieron perpetuarse ilegal y arbitrariamente en la dirigencia deportiva.

-Pero el personaje citado no se quedó tranquilo, expresó uno de los dirigentes que era abogado. Cuando Castillo se enteró que Miguel Obando se iba a postular dentro del proceso electoral correspondiente, ordenó abrir un fraudulento procedimiento disciplinario para sancionarlo y que gracias a la intervención oportuna de los tribunales de justicia, fue impedido mediante una medida cautelar que yo mismo redacté y que dan muestra inequívoca de sus perversas intenciones.

Al final, al celebrarse la Asamblea electoral los resultados fueron más que evidentes. Obando fue electo como nuevo presidente, nada más y nada menos que con 185 votos a favor contra 5 votos para el Pistolero Olímpico, de 190 votos válidos; qué merecida tenías la paliza y pena mayor que recibiste. Además, Obando y su equipo fueron proclamados por la máxima autoridad rectoral electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE).

-Bajo el mandato de ese señor Catillo, la podredumbre era el olor característico de esa nefasta gestión y de allí que, en muchas ocasiones las personas vinculadas con este arte marcial preferían calificarlo como “KARATE-FO” para dejar en claro las marramuncias que allí ocurrían y que, aprovechándose de su simultanea condición de tesorero del Comité Olímpico Venezolano (COV), utilizó este organismo como protección para mantenerse en el cargo.

De manera irresponsable y contrario al ordenamiento jurídico, el COV avaló el proceso írrito e ilegal de reelección de Castillo a la presidencia de la FVK, notificando al Comité Olímpico Internacional y a la Federación Internacional de Karate que la autoridad federativa venezolana reconocida era este individuo, generando así un grave problema para la participación del país en eventos internacionales.

-Llama la atención que las autoridades deportivas del país, Ministerio del Deporte y el Instituto Nacional de Deporte (IND) guarden un silencio cómplice frente a estos hechos y sigan sin convocar al Directorio del IND, que es el organo facultado por ley para aprobar las Providencias Administrativas a las Federaciones Deportivas. Además, también corresponde a esos organismos aclarar las informaciones que circulan sobre órdenes de captura emitidas por INTERPOL y la casa por cárcel que supuestamente se le ha concedido a Castillo y su grupo.

Los integrantes de la familia del KARATE-DO luchan constantemente por un Deporte Mejor en una Sociedad Mejor. Por el contrario, los que pretenden perpetuarse ilegal y arbitrariamente en la dirigencia deportiva, lo hacen para mantener la podredumbre que rodea al KARATE-FO.

 3 min


Julio Castillo Sagarzazu

Conversando hace unos días con el buen amigo Andrés Velásquez, discutíamos sobre si la nueva realidad de la oposición venezolana debía considerarse como el cierre de un ciclo o una etapa. Una discusión en apariencia bizantina, pero, como toda caracterización en la política, el tema no es semántico, sino esencial.

Al final del día, Andrés termino convenciéndome de que la idea de ciclo sugiere un volver a comenzar y una suerte de bucle que se cierra sobre sí mismo. De manera, que me pase a su tesis de las etapas, sin que me quedara nada por dentro.

No obstante, esta “capitulación” argumental no resuelve el problema de fondo. La realidad, mil veces testaruda, nos sugiere que sería importante volver a andar esos pasos y seguir sacándole el jugo al debate.

A propósito, me permitirá el lector, traer otra conversación con otro buen amigo, el Prof. Frank López (muy conocido en los medios académicos carabobeños). A él le escuche en una interesante exposición, un estudio que había hecho sobre “los ciclos” de la movilización social y política en Venezuela. Para hacer el cuento corto, López nos sugiere que cada 15 años hay una efervescencia social y política que trae consecuencias. (Por cierto, estaríamos entrando en una de ellas) Le comenté que Henrique Salas Romer, glosando a Ortega y Gasset, hacia un parangón similar e interesante. De manera que hay elementos para considerar el tema, como sugerente, para decir lo menos.

¿Se repite la historia? ¿Lo hace disfrazándose de etapas o ciclos que se abren y cierran? ¿Lo que pasa en Venezuela y otros lugares del mundo pueden reproducirse en el curso del tiempo?

Veamos:

Ya Heráclito nos recordaba que “nadie se baña dos veces en un mismo rio”. En efecto, el agua que pasa no regresará y los acontecimientos nunca se reproducen exactamente igual. Incluso, cuando Carlos Marx señaló, a propósito del golpe de estado de Luis Bonaparte (Napoleón “Le petit”, como lo llamaba Víctor Hugo) que la historia se había repetido, tuvo el cuidado de señalar que una vez lo hizo como tragedia y otra, como farsa. La tragedia fue la de Napoleón cuando el 18 de Brumario se entronizo como Primer Cónsul y la farsa, cuando su sobrino, elegido en comicios democráticos, resolvió proclamarse igualmente emperador, dando así inicio a lo que la moda, la arquitectura, el diseño y el urbanismo, llamaron entonces, el “Segundo Imperio”

La historia, podríamos decir entonces, que no se repite. Sin embargo, no cabe duda de que los acontecimientos se contienen unos a otros. Si el universo continúa expandiéndose constantemente y si, aun vemos en el presente, la luz de estrellas que desaparecieron hace miles de años, no es aventurado pensar que acontecimientos similares, pueden traer consecuencias similares. Quizás la historia se contenga si misma, de la misma manera que las “matrioshkas” (las muñequitas rusas) se contienen unas a otras, pareciendo iguales, aunque en realidad no lo sean.

La verdadera diferencia entre la naturaleza, el universo y la historia es que en la historia y en la vida social, la voluntad humana puede cambiar el curso de los acontecimientos. A veces lo hace de manera imprevisible y, en esto, copia la imprevisible libertad de trayectoria del electrón. Hay, efectivamente, acontecimientos que son revulsivos o catalizadores de cambios sociales: La nariz de Cleopatra; el pistoletazo de Sarajevo; el collar de María Antonieta, son buenos ejemplos. No obstante, son acontecimientos o situaciones que solo cambian el rumbo de la historia si los preceden y/o suceden, otros hechos y si la voluntad organizada de miles de hombres y mujeres, los conduce a un objetivo determinado.

Ese es el papel de una vanguardia organizada, sea esta partidista o no. Esa vanguardia, en Venezuela, tiene la obligación de interpretar los acontecimientos y no dar por sentado que, porque una vez cayo Pérez Jiménez o, porque otra vez Chávez, se fue momentáneamente, los hechos podrán repetirse. Tampoco es obligatorio que, porque la gente esté “pasando roncha”, se sacudirán automáticamente, un mal gobierno.

Quedarse sentados esperando no es una opción. Hoy, hay una clara oportunidad de accionar los mecanismos políticos que puedan producir un cambio de percepción de la mayoría de los venezolanos sobre el papel de las fuerzas democráticas. Los errores que hemos cometido pesan, y mucho, pero no son insalvables. La historia tiene muchas cualidades y una, es que puede ser indulgente y, a veces, da nuevas oportunidades. Nuestro desafío es aprovecharlas.

Es auspicioso ver el debate sobre cómo nos organizamos para enfrentar un eventual proceso electoral. Opiniones hay para todos los gustos. Unas de buena fe y, otras, como suele ocurrir, no lo son tanto.

Las primarias son una buena oportunidad para volver a tomar la iniciativa (algo que en la política es fundamental) pero no podemos hacer cualquier primaria. Ya, desde varios flancos, están disparando contra ellas. De allí que es necesario dejar la menor cantidad de grietas posibles.

Unas primarias organizadas por personalidades inobjetables, donde puedan participar todos los venezolanos, se encuentren donde se encuentren. Unas primarias que sirvan también para dirimir el tema de la dirección política y un programa consensuado dejaran, sin argumentos creíbles, a sus detractores.

La historia no podemos controlarla, venga vestida en ciclos o en etapas. Tampoco se repite idénticamente. Sin embargo, lo que si podemos hacer es trabajar y poner toda nuestra voluntad para que se parezca a lo que queremos.

 4 min


Humberto García Larralde

Un principio básico de economía, grabado en piedra, es que la productividad determina la capacidad adquisitiva de una población en el tiempo. Nos referimos a la productividad laboral, que mide los bienes y servicios producidos por trabajador. Entre los factores que explican su mejora está la inversión en maquinaria y equipos, la innovación y aplicación de nuevas tecnologías, la capacitación de la mano de obra y la reducción de las trabas de todo tipo a las actividades de producción e intercambio.

Durante muchos años Venezuela eludió esta ley de hierro gracias a las rentas internacionales que captaba por la venta de su crudo. Permitían, en el marco de un esquema proteccionista, remunerar a trabajadores y empleados por encima del valor de su productividad. Bajo los gobiernos democráticos redundó en altos niveles de bienestar. Pero alimentó una cultura rentista, propicia a prácticas populistas y clientelares, cuyas perversiones fueron minando las bases de sustento de la democracia. Le tendió la cama al advenimiento de un “salvador de la Patria”, quien buscó el control personal de PdVSA para dilapidar estas rentas entre cómplices y en programas populistas que le dieran réditos políticos: “ahora PdVSA es de todos” (¡!). Con tan formidables recursos, Chávez procedió a desmontar las instituciones que amparaban a las actividades económicas del sector privado, bajo la consigna de construir el “Socialismo del Siglo XXI”. Creó, así, las condiciones que terminaron por arruinar la economía.

Como sabemos, Maduro acentuó este desastre. A ello contribuyó mucho la profundización y extensión de prácticas depredadoras entre militares corruptos y “enchufados”, propiciadas por su mentor. Ahora resultaban aún más decisivas para mantenerse en el poder. Pero al bajar los precios internacionales del crudo de los niveles abultados que había disfrutado Chávez, la economía cayó en barrena. Se encogió a menos de la cuarta parte de cuando asumió Maduro. Imposible satisfacer en estas circunstancias a sus secuaces y mantener un nivel manejable de paz social. Atendiendo, presumiblemente, a quienes habían asesorado a Rafael Correa en Ecuador, Maduro engavetó la prédica socialista y se acercó al sector privado, liberando precios y la circulación de dólares. A pesar de respuestas que parecían auspiciosas, la incipiente liberalización no tardó en verse comprometida por los desequilibrios intrínsecos a la gestión chavo-madurista. Saltó el precio de la divisa, con impacto en algunos precios internos, porque el sustrato productivo de la economía seguía siendo muy precario. Veamos.

Durante los años en que la actividad económica se reducía (2014-2020) y, con ello, la productividad laboral, Maduro pretendió defender la capacidad adquisitiva de los trabajadores decretando sucesivos aumentos del salario mínimo (21 hasta finales de 2021). Pero, con el colapso de la base impositiva por la ruina de la economía doméstica y de la capacidad productiva de PdVSA, y el aislamiento financiero internacional del Estado, luego del default fáctico sobre sus deudas en 2017, no tenía cómo pagarlos. Acudió al financiamiento monetario del Banco Central, que terminó multiplicando la liquidez en más de 70 millones durante estos años, sumiendo al país en una hiperinflación pavorosa. Sus decretos produjeron el efecto contrario: para finales de 2021 el salario mínimo real (con bono de alimentación) se había reducido a solo el 5% de cuando asumió la presidencia. Pero en marzo, Maduro decretó otro alza.

El combate a la hiperinflación lo emprendió Maduro demasiado tarde, cuando ya había acabado casi por completo la capacidad adquisitiva de los venezolanos. Se concentró, además, en reducir de forma drástica la oferta monetaria, recortando el gasto público, paralizando prácticamente la actividad crediticia de la banca con encajes prohibitivos y vendiendo los escasos dólares que entraban al BCV para “anclar” su precio y absorber liquidez. Contribuyó, así, a deprimir aún más la actividad productiva y, con ello, la remuneración de los trabajadores. En absoluto introdujo medidas que buscaran reequilibrar la economía promoviendo una mayor demanda de las variables monetarias. De ahí su precariedad.

La economía venezolana revela actualmente un desempleo altísimo de recursos productivos, mídase como se mida. Obviando la incómoda discusión de cuál es el producto potencial real del país en estos momentos –parte del aparato productivo ha sido destruido más allá de toda recuperación--, es patente que, con las políticas adecuadas, la actividad económica podría incrementarse radicalmente en poco tiempo. Estamos hablando de superar el nivel más alto del PIB (real) registrado, el de 2013, en menos de quince años. Por el contrario, con la “normalización” de Maduro ello tardaría, en el mejor de los casos, unos 40 años. Tan rápida reactivación conllevaría un incremento significativo de las transacciones –actividades de compraventa, contrataciones, créditos, empleo, inversiones-- que permitirían reabsorber los excedentes monetarios. Sería un ajuste expansivo. En presencia de un fuerte desempleo de recursos, la política antiinflacionaria no debe dejar por fuera la activación de la demanda monetaria.

¿Cómo se diferenciaría de la gestión de Maduro? A continuación, algunos aspectos centrales:

1) Un retorno al ordenamiento constitucional y a las garantías inherentes al Estado de Derecho, que impliquen reglas de juego que den seguridad y confianza a los inversionistas;

2) La concertación de un generoso financiamiento internacional, con una reestructuración profunda de la deuda externa, capaz de auxiliar un programa exitoso de estabilización macroeconómica y proveer los recursos con los cuales recuperar la capacidad de gestión del Estado;

3) Aprovechamiento cabal de la capacidad ociosa del aparato productivo nacional en el corto plazo;

4) Una estrategia de desarrollo explícitamente orientada al desarrollo de la competitividad, con base en políticas industriales bien concebidas y articuladas, favorables al emprendimiento productivo;

5) El aprovechamiento de la transición energética y de las oportunidades de la 4ª Revolución Industrial, fortaleciendo las capacidades de innovación y de desarrollo tecnológico del aparato productivo.

La “normalización” de Maduro se centra, por el contrario, en el consumo de bienes importados pagados en dólares. Un rentismo raquítico, porque éstos escasean. Muy poco va en aumentos en la producción y en la generación de empleo productivo. De ahí su tipificación como burbuja. Para nada se orienta a superar los factores que entraban el aprovechamiento de la enorme capacidad inutilizada que presenta, hoy, el aparato productivo doméstico, en particular:

a) La emigración de mano de obra calificada y de talento profesional;

b) El colapso de los servicios públicos y de la infraestructura física;

c) Un marco institucional –leyes, reglamentos— asfixiante y punitivo, aplicado a discreción;

d) La destrucción del tejido industrial (clusters que sustentan la competitividad): proveedores, industrias complementarias, servicios especializados de apoyo, etc.

e) Una banca atrofiada, que ha visto reducir sus activos en un 90% y su capacidad de intermediación en su casi la totalidad desde 2013;

f) El colapso de la capacidad de respuesta administrativa y de gestión del Estado en tantas áreas;

De resolverse exitosamente los cuellos de botella señalados, el salto en la productividad sería inmediato. Permitiría aumentar las remuneraciones significativamente en un corto plazo, satisfaciendo expectativas de mejora sostenida en las condiciones de vida de la población trabajadora. Pero ello sólo sería posible en el marco de condiciones como las referidas arriba. ¿Podrá Maduro con eso?

“¡Mucho camisón pa’ Petra”!, habrían exclamado nuestros padres. Por las denuncias que se leen a diario, Maduro en absoluto le interesa alterar la dinámica de expoliación de militares corruptos y enchufados. ¿Dónde están las garantías para quienes quisieran invertir con miras en el largo plazo? ¿Y para que el talento emigrado retorne, aunque sea en parte? ¿Dónde los derechos laborales que permitan luchar por mejoras en las condiciones de trabajo y negociar las remuneraciones que se merecen? ¿Y la transparencia y la rendición de cuentas en el manejo de los recursos de la nación que se confían a quienes dirigen el Estado? ¿Dónde están los derechos humanos y civiles que amparen la movilización ciudadana a favor de la recuperación de los servicios públicos y niveles dignos de seguridad? ¿Cómo queda la libertad? Agenda obvia para el cambio político por el que claman los venezolanos.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

 6 min


Eddie A. Ramírez S.

Las elecciones primarias para elegir al candidato de la oposición que deberá enfrentar a Nicolás Maduro es el procedimiento que pareciera tener aceptación general. Es el más democrático y, además, ningún dirigente de los partidos políticos sobresale. De los precandidatos que se asoman, unos tienen méritos, otros no tanto. ¿El ganador tendría suficiente apoyo de los perdedores y del resto de los ciudadanos? ¿Su grado de aceptación sería suficiente para convencer a los abstencionistas y para vencer al aparato electoral del régimen? ¿Es posible unas primarias sui géneris?

El panorama político es complejo. Discutir si conviene o no negociar con el régimen pareciera que, en estos momentos, es una discusión bizantina, ya que Maduro considera que el chaparrón que le estuvo cayendo es hoy una simple garúa, por lo que no tiene interés en conversar. Ello implica que las elecciones se realizarán cuando le convenga, con un registro electoral no depurado, ni actualizado y en las mismas condiciones actuales; además, colocará todos los obstáculos para impedir el voto masivo en el exterior.

Del lado de la oposición, los dirigentes políticos no se ponen de acuerdo sobre cuándo deben ser las primarias, quiénes pueden participar, si es con el CNE o sin él, y si apoyan o no el voto de los venezolanos en el exterior.

Realizar primarias sin el CNE tiene la ventaja de que podrían votar los venezolanos que están en el exterior. La desventaja es el mayor costo y que, aunque no nos guste, las elecciones se realizarán con este CNE. ¿Cómo reaccionarían los ciudadanos si se les dice que las primarias se harían sin el CNE porque no le tenemos confianza, pero después los convocan a votar en la presidencial con ese mismo organismo?

Por si fuera poco, abundan los candidatos que solo cuentan con el apoyo familiar o de sus vecinos. Estos no deben preocuparnos, ya que los votantes los descartarán. Del grupo de los “alacranes” surgirá uno o más candidatos. Ya José Brito se lanzó al ruedo, aunque no tiene cuadrilla, ni simpatizantes en los tendidos. El único que podría restar algunos votos al candidato de la oposición es Bernabé Gutiérrez, pero confiamos que logren neutralizarlo quienes conocen su trayectoria.

Los probables precandidatos de los partidos cuentan con un porcentaje bajo de aceptación y un rechazo considerable. Además, varios de ellos están inhabilitados, aunque injusta e ilegalmente, y la dictadura no los aceptará. Entre los dirigentes de los partidos que podrían participar y que tienen cierta aceptación están María Corina, Andrés Velásquez, César Pérez Vivas y Omar Barboza. ¿Sería posible considerar otros nombres, como Ramón Guillermo Aveledo, Werner Corrales, Asdrúbal Aguiar, José Guerra, Eduardo Fernández, Cecilia García Arocha y Humberto Calderón Berti, entre muchos otros con méritos?

¿Es factible que uno de ellos sea apoyado por la mayoría y que su nombre sea sometido como el candidato de mayor respaldo en las primarias? Serían unas primarias sui géneris, en las que se presenta un candidato con más probabilidades de ganarlas, pero que debe competir con otros y ser avalado por el voto.

Nuestro candidato electo en las primarias debe comprometerse a tener testigos en todas las mesas electorales, asegurar que no se presentará a la reelección, promover la reconciliación de los venezolanos, que haya justicia y no retaliación por motivos políticos; dispuesto a gobernar con un equipo integrado por ciudadanos conocidos por su honestidad y experticia para reconstruir el país, pertenezcan o no a un partido político. Tiene que asegurar que sus prioridades serán enfrentar el problema de la pobreza, reactivar la industria de los hidrocarburos, la agricultura y la producción de acero, aluminio y petroquímica, y luchar para que puedan votar los venezolanos en el exterior.

El electorado está cansado de muchas décadas de promesas incumplidas, por lo que nuestro candidato debe tener credibilidad, ser capaz de convencer de que sí es posible tener un mejor país y tener el coraje de defender su eventual victoria electoral. Respetamos a quienes piensan que no hay salida electoral. Es probable que tengan razón, pero en las circunstancias actuales no se visualiza otra vía. Hay que votar como instrumento de lucha. Una vez más, instamos a los partidos a unirse alrededor de un candidato.

Como (había) en botica

Las ONG de derechos humanos deben investigar las denuncias sobre el intento de asesinar y torturas al mayor Andrik Cañizales, quien perdió un ojo. Hay señalamientos contra un coronel y un sargento, entre otros.

Las acusaciones entre Rafael Ramírez y Tarek El Aissami evidencian el grado de corrupción del régimen Chávez-Maduro. Contundente la intervención del diputado Julio Montoya sobre la responsabilidad de Maduro en la corrupción en Pdvsa

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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