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Opinión

Gustavo Coronel

La Universidad de Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos, es sede de uno de los centros médicos y de salud más prestigiosos del mundo. Este año ha publicado los resultados de su evaluación de la salud en Venezuela, los cuales evidencian la perentoria necesidad de intervenir humanitariamente el régimen político que literalmente está asesinando a miles de venezolanos a través de su ineficiencia, corrupción y negligencia. Ver informe en: https://humvenezuela.com/en/report-johns-hopkins-center-for-humanitarian-health-study-on-venezuelas-health-crisis-via-simon-bolivar-foundation/.

La descripción que hacen los investigadores de Johns Hopkins revela la existencia de un país en la más angustiosa ruina en lo relacionado con la salud de su población y describe con cifras cómo la enfermedad y la muerte se han hecho prevalentes en un país que antes de la llegada de los bárbaros poseía índices de salud comparables a los mejores de la región.

Los venezolanos que viven bajo la revolución chavista han perdido cuatro años de expectativa de vida al compararlos con los venezolanos de 1999, cuya expectativa de vida era de aproximadamente 72 años. En el chavismo, el venezolano vive 68,3 años en promedio, cuando en el resto de la región el promedio es de 72,5 años. Mientras las tasas mundiales de mortalidad infantil han declinado, en Venezuela han subido durante los últimos 20 años, incrementándose en 63% en los últimos 6 años, estimándose en 25,2 por 1.000, con 80% de esas muertes en niños menores de 5 años. Una tercera parte de esas muertes ocurre por diarreas y neumonías, enfermedades directamente relacionadas con las condiciones de vida de los venezolanos. Las variables tasas de mortalidad de estado a estado, 22,6 por 1.000 en la capital, 30 en el Zulia, 40 en Delta Amacuro, es un reflejo del abandono de la provincia por parte del régimen chavista.

Los niños mueren y las madres también. Mientras la mortalidad materna ha bajado en 38% a nivel mundial durante los años 2008-2017, en Venezuela se ha incrementado en 5%. Hoy día esa tasa de mortalidad materna es el doble del promedio para la región, 125 por 100.000 nacimientos vs 74 por 100.000 nacimientos para la región. Las madres venezolanas que pueden hacerlo se escapan a tener sus hijos en los países limítrofes.

Venezuela tiene hoy una de las tasas más altas de la región de embarazos de adolescentes, 85 nacimientos por 1.000 mujeres de edades entre 15 y 19 años. Un síntoma de la descomposición social prevalente.

El sarampión se ha incrementado debido a la ausencia de programas de vacunación. La malaria se incrementó en 893% de 2007 a 2017, lo contrario de lo que sucede a nivel regional. Más de la mitad de todos los casos de malaria existentes en la región latinoamericana están en Venezuela.

La incidencia de tuberculosis dobló en porcentaje de 2014 a 2018, influida por la falta de prevención, problemas de suministro de agua y carencia de medicamentos, mientras los bodegones para las élites revolucionarias están llenos de whisky y jamones.

El gasto en salud del régimen chavista representa 1,7 % del PIB (2018), mientras que el promedio de la región es de 4,1% del PIB. Lo peor de esta discrepancia es que 52% de este gasto es desembolso directo (subsidios), no está relacionado con programas de salud de naturaleza permanente sino con caerle a realazos a los problemas a medida que se presentan.

Cerca de 70% de los hospitales carece de suministro confiable de agua o electricidad. En 2020 se encontraban inoperables 53% de las camas de hospitalización. La escasez de suministros médicos hace que los pacientes deban suministrar sus propios materiales, como si el país estuviese en guerra. En 2021 se estimó que alrededor de 20 millones de venezolanos carecía de acceso a servicios de salud.

¿Cuáles son las aflicciones más frecuentes de los venezolanos bajo la revolución? Aquellas que se relacionan con el colapso de los servicios públicos más básicos: parásitos, infecciones, neumonías, desnutrición. 90% de la población vive en la pobreza y se estima que 32% de los niños presenta desnutrición crónica, la cual retrasa su desarrollo. La revolución está creando una sociedad de bajos niveles de crecimiento intelectual que amenaza con mantener a Venezuela en los peldaños más bajos del desarrollo humano y social.

Desde 2017 no hay información oficial sobre salud en Venezuela.

El genocidio, el exterminio progresivo de una etnia, de una clase religiosa, de una población puede llevarse a cabo de diversas maneras, no solamente asesinándola con armas como sucedió en la Bosnia de 1995. Está sucediendo en Venezuela bajo la misma esencial indiferencia con la cual las organizaciones mundiales encargadas de proteger al indefenso actuaron en aquel infortunado pequeño país europeo (leer el libro de Diego Arria: Guerra y terrorismo en el corazón de Europa). En Venezuela no hay una guerra declarada, pero sí existe un proceso genocida que amenaza con borrar al país del mapa de las naciones que poseen niveles mínimos de factibilidad. Mientras esto ocurre, una porción de las “fuerzas vivas” del país ha pasado a ser cómplice de este inmenso asesinato, al colaborar activamente con el régimen y pedir la flexibilización de las presiones orientadas a obligar al régimen a cumplir con sus deberes con la población venezolana y detener el genocidio.

29 de mayo 2022

Venergia

https://venergia.org/la-salud-en-venezuela-la-revolucion-asesina/

 4 min


BBC Mundo

Luego de años sumida en una crisis profunda, algo está cambiando en la economía venezolana, que empieza a mostrar algunos signos favorables. BBC Mundo te cuenta cuáles son y cuáles son los límites de la aparente mejoría.

«Venezuela se arregló» es una frase que ha estado circulando durante meses en las redes sociales creando polémica dentro y fuera del país sudamericano.

Muchos la pronuncian con una fuerte carga de ironía, mientras otros ven en ella el reflejo de cambios que están ocurriendo en los últimos años y que apuntan a mejoras en algunos de los graves problemas económicos que ha enfrentado el país durante los últimos años.

Algunos usuarios atribuyen esa frase a una supuesta estrategia del gobierno de Nicolás Maduro para proyectar una imagen más favorable. El mandatario venezolano, sin embargo, no ha hecho suya esa afirmación aunque sí ha querido ganar rédito por los cambios recientes en ese país.

«Venezuela hoy puede decir que nos merecemos el Premio Nobel de Economía porque hemos echado pa’lante solitos, solitos, humildemente solitos con la agenda económica bolivariana», dijo a finales de marzo Maduro, que ve cómo ciertas políticas de liberalización están teniendo consecuencias positivas.

Un mes más tarde, hizo referencia directa a la frase. «Alguna gente ha salido a decir que ‘Venezuela se arregló’. No, no se ha arreglado. Está mejorando, Venezuela va a mejorar, crecer, pero falta mucho por hacer», indicó en un acto con emprendedores, según reseñaron medios locales.

Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis, señala que la percepción de mejoría depende del punto de comparación y que los venezolanos vienen de vivir una «macrocrisis» en 2018, en la que se vivía una «hiperinflación brutal», con escasez de alimentos y medicamentos en todo el país; en la que había que hacer largas colas para adquirir productos básicos y que estos muchas veces se conseguían por encima de su precio internacional. Además, las personas podían ir presas por realizar operaciones con dólares.

«Entonces, cuando tú te comparas contra el 2018, no cabe duda de que estás mejor», señala León, quien advierte, no obstante, que entre 2013 y 2021 la economía venezolana se contrajo en 75% y que en el último año apenas hubo un crecimiento de entre 6% y 8%.

«Es como un avión que volaba a 10.000 pies de altura y empezó a caer en picado y antes de estrellarse contra el suelo logra levantar la nariz y ahora vuela a 2.500 pies. No se estrelló, pero está muy lejos de su altura inicial», comenta.

El efecto de esta larga crisis se refleja en la realidad cotidiana de los venezolanos como muestra el estudio sobre condiciones de vida Encovi, realizado en 2021 por la Universidad Católica Andrés Bello y que revela, por ejemplo, que hay un 24,8% de los venezolanos en situación de pobreza extrema y que 60% de la población vive con inseguridad alimentaria entre moderada y grave.

Eso no quiere decir que no haya habido cambios o mejorías.

Más abajo explicaremos las causas de esta recuperación, pero ahora te contamos 5 factores que indican el cambio en las condiciones económicas del país.

1. Fin de la hiperinflación

En enero de 2022, el Banco Central de Venezuela anunció que el país había cumplido el ciclo de 12 meses consecutivos con una tasa inflacionaria inferior a 50%, por lo que abandonaba formalmente año la espiral hiperinflacionaria en la que se encontraba inmerso desde 2017.

Esa buena señal se confirmó poco después, en marzo, cuando el país sudamericano tuvo una tasa de inflación mensual de 1,4%, la más baja registrada desde septiembre de 2012.

En abril pasado, última fecha disponible, la inflación mensual subió hasta 4,4% pero sigue muy por debajo del 24,6% que había registrado en abril de 2021.

2. Aumento de la producción petrolera

La producción petrolera de Venezuela alcanzó su cota máxima por encima de los tres millones de barriles diarios en 1998 y, luego, comenzó un lento declive durante el gobierno de Hugo Chávez que se aceleró con su sucesor, Nicolás Maduro, en el poder.

Para enero de 2019, Venezuela extraía apenas unos 1.106.000 barriles diarios, lo que indicaba una reducción de la producción en dos tercios durante 20 años.

Fue entonces, cuando el gobierno de Estados Unidos decidió sancionar a la industria petrolera venezolana, a partir de lo cual la producción de crudo sufrió un retroceso histórico que la llevó hasta niveles propios de mediados del siglo XX, registrando una extracción de apenas 434.000 barriles al día para noviembre de 2020, siempre según datos de la OPEP.

Sin embargo, en el último semestre de 2021 la producción de crudo, principal fuente de riqueza para el Estado, empezó a incrementarse hasta alcanzar unos 718.000 barriles diarios para diciembre de ese año y permaneció desde entonces ligeramente por debajo de los 700.000 barriles.

Una cifra muy pequeña para el país que presume de tener las mayores reservas probadas de crudo del mundo, pero que casi duplica la registrada durante la caída histórica en 2020.

3. Pronósticos de crecimiento económico

Entre instituciones y expertos en economía existe un consenso casi unánime en torno a la posibilidad de que la economía venezolana seguirá creciendo en 2022.

Las estimaciones, eso sí, varían de forma significativa. Así, el Fondo Monetario Internacional proyecta un crecimiento de 1,5%, mientras que un informe del banco Credit Suisse citado por la agencia Reuters estima el incremento del PIB venezolano para este año en 20%.

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, señala que esa consultora prevé que el PIB crezca 8% y que el consumo privado lo hará en 12%.

«Eso hay que entenderlo en el contexto de un PIB que se contrajo en 80%, por lo que estamos hablando de una economía que está en el foso, que ha caído demasiado. Eso hace totalmente posible crecer a esa tasa porque estás creciendo 8% sobre 20 y no sobre 100, que es donde estabas en 2013. Para ponerlo en términos numéricos: 8% de 20 es apenas 1,6. Entonces, estás pasando de 20% a 21,6% en comparación con tu punto inicial que es 100», explica el experto a BBC Mundo.

Analiza además que ese crecimiento está muy focalizado en sectores como comercio, tecnología, las industrias de alimentos y de salud, mientras que otros como manufactura, construcción, banca y seguros siguen muy afectados.

Advierte que territorialmente el crecimiento no es generalizado, pues está focalizado en Caracas y otras pocas ciudades.

«También hay que destacar que es un crecimiento desigual debido a que en Venezuela es muy amplia la brecha entre quienes tienen acceso a los bienes y a poder cubrir todas sus necesidades y quienes no», apunta.

4. Mejoras en el abastecimiento de productos

Durante los últimos años, las historias sobre la escasez de productos en Venezuela le dieron la vuelta al mundo.

De la falta intermitente de productos básicos como leche, papel sanitario o harina de maíz para hacer las típicas arepas, se pasó en pocos años al desabastecimiento generalizado de todo tipo, incluyendo medicinas esenciales y hasta de gasolina.

«Tú hoy no estás haciendo colas en el supermercado para comprar leche. Hoy consigues abastecimiento prácticamente pleno. El problema ahora es de precios», dice León.

Oliveros coincide y señala que en el índice de escasez de alimentos que elabora Econanalítica se registra una reducción muy importante que ha pasado de ubicarse del 80% en 2016-2017 hasta un 15-20% en la actualidad.

Sin embargo, el problema del acceso a los bienes que ahora están disponibles para quien pueda pagarlos no es un tema menor debido a los bajos ingresos de la mayoría de los venezolanos.

Según explica Oliveros, un estudio que realizaron en enero muestra que en torno al 50% de la población venezolana gana menos de 100 dólares al mes, mientras que otro 30% recibe entre 100 y 300 dólares.

«Con esos niveles queda claro que la capacidad de la gente para alimentarse como es debido es extremadamente limitada pues la canasta alimentaria mínima (un indicador que incluye los alimentos que debe consumir una familia para sobrevivir) está alrededor de los 350 dólares al mes, por lo que, al final, la brecha es muy grande», explica.

5. El regreso de las aerolíneas y de los artistas internacionales

Luego de una ausencia que se prolongó durante años, muchas líneas aéreas internacionales y muchos artistas extranjeros (o venezolanos residenciados afuera) están regresando a Venezuela.

Oliveros advierte a BBC Mundo que no conoce de ninguna literatura económica que use estos elementos como indicadores de crecimiento económico. Sin embargo, ambos han estado incorporados con fuerza en el debate en torno a la frase «Venezuela se arregló».

La debacle económica vivida por Venezuela en los últimos años llevó a una reducción masiva en el número de líneas aéreas internacionales que operaban en el país, cuyo número disminuyó de 25 a 5 entre 2014 y 2022.

Muchas de esas compañías decidieron abandonar el mercado venezolano debido a que no lograban que el gobierno venezolano les pagara una deuda pendiente que entonces se estimaba en torno a unos 3.300 millones de dólares, derivados de la venta de boletos aéreos en bolívares a un precio originalmente subsidiado por el Estado a través del control de cambios.

Sin embargo, declaraciones recientes a la prensa del presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela, Humberto Figueras, indican que al menos ocho aerolíneas internacionales han iniciado acercamientos con miras a la posibilidad de volver a operar en Venezuela.

En el caso de la visita de artistas internacionales al país, sus conciertos empezaron a reducirse en torno a 2014 -en principio por razones políticas pues había artistas como el español Alejandro Sanz que criticaron la represión de de Maduro a las protestas contra su gobierno- y, luego, se detuvieron por razones económicas en torno al año 2017.

En los últimos meses, no obstante, se ha producido un notable retorno de artistas internacionales (y de artistas locales pero residenciados en el extranjero) a los escenarios venezolanos.

Entre los grupos y cantantes que se han presentado en el país se encuentra la banda colombiana Morat, los cantantes mexicanos Emmanuel y Christian Castro o el cantautor colombiano Fonseca, quien tenía una década sin visitar Venezuela.

Entre los artistas que tienen previstos conciertos próximamente está el dúo Sin Bandera, la cantante puertorriqueña Olga Tañón, el cantante venezolano José Luis Rodríguez «El Puma» y el rockero argentino Fito Páez, entre otros.

El productor de espectáculos José Luis Ventura explicó a BBC Mundo que la dolarización de la economía ha sido clave para el regreso de los artistas internacionales a Venezuela debido a que estos artistas cobran en divisas.

Agregó que los costos estimados de las entradas para este tipo de espectáculos oscilan entre 30 y 200 dólares aproximadamente.

Pero ¿cómo es posible que en un país dónde el salario mínimo se ubica en torno a los 30 dólares la gente pueda costear estos conciertos y, en algunos casos, llenar los recintos donde se realizan?

«Creo que todos los que trabajamos en esto estamos claros en que trabajamos para un sector que todavía tiene poder adquisitivo. Es un sector mínimo, no sé si será el 5% de la población, pero sí está funcionando», responde Ventura.

Las razones de la recuperación económica y sus límites

Asdrúbal Oliveros señala que hay tres factores que han confluido para la mejora del abastecimiento en Venezuela: el abandono por parte del gobierno de las políticas «draconianas» de control de cambios y de precios; la dolarización de la economía y la apertura a las importaciones.

Según explica, estas medidas permitieron al sector privado operar en mejores condiciones, sabiendo que iba a poder ajustar sus costos y garantizar su rentabilidad, al mismo tiempo que gracias a la dolarización obtenía certidumbres porque podía fijar sus precios en esa moneda y llegar acuerdos con sus proveedores para pagarles en esa misma divisa.

Sin embargo, tanto Oliveros como León coinciden en señalar que esta incipiente recuperación de la economía venezolana es muy limitada -«una recuperación en el fondo», como la califica Oliveros- que será difícil llevar más allá si no ocurren otros cambios importantes.

Y, al mismo tiempo, un ritmo de crecimiento como el actual en torno a 6% u 8% resulta insuficiente para que la economía de Venezuela experimente una recuperación plena.

«Si tú decreciste 75% en el PIB, para que puedas recuperar los niveles del año 2013 tendrías que crecer en el PIB alrededor de 400%. Estabas en 100, terminaste en 25 y, entonces, para volver a 100 tendrías que cuadruplicarte y lo que tú subiste fue 6% a 8%. A ese paso necesitarías décadas para poder regresar al nivel del año 2013», apunta León.

Ambos señalan que esas tasas más altas requieren de infraestructuras que permitan contar con electricidad, agua y todo tipo de servicios que en la actualidad presentan carencias y para los que se necesitan inversiones que el gobierno no está en capacidad de hacer.

«Venezuela no tiene acceso a financiamiento. Es un elemento importantísimo. Ni financiamiento público ni privado. El gran problema que tienen las empresas en Venezuela es la ausencia de crédito. Adicionalmente tienes un colapso del Estado y un colapso de los servicios públicos, lo que también se refleja en una merma importante en capacidad de producción. El caso más emblemático es la falta de energía eléctrica. Sin electricidad, es muy difícil que la industria pueda crecer«, apunta Oliveros.

El experto cree que no se podrá lograr el crecimiento requerido sin una reforma profunda y sin la construcción de un acuerdo político que permita a Venezuela acceder al financiamiento de los organismos multilaterales con cuyo apoyo, sumado a la llegada de inversión extranjera, se podría producir una recuperación en un plazo de 8 a 10 años.

«Nosotros no podemos acceder al Fondo Monetario, ni al Banco Mundial y su apoyo -que es fundamental para un programa de estabilización y reconstrucción- no lo vamos a tener hasta que se resuelva el tema político. Tampoco conseguiremos la eliminación de las sanciones económicas hasta que se resuelva ese tema político», apunta.

Gobierno y oposición llevan años enfrentados y muchos países ni reconocen a Maduro como presidente.

Pero ¿y qué ocurrirá con la economía venezolana si no se produce ese acuerdo político?

«Si las condiciones no cambian significativamente, Venezuela puede tardar entre 40 o 50 años en recuperarse. Ahora lo que tenemos es una economía que dejó de caer y que si no cambian esas condiciones políticas económicas, se queda ahí. No va a seguir cayendo probablemente, pero tampoco va a crecer. Se quedará estancada y ese es el peligro que nosotros vemos hacia adelante», concluye Oliveros.

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BBC News Mundo

Junio 13, 2022

https://www.bbc.com/mundo/noticias-61728010

 11 min


Edgar Benarroch

LA CORRUPCIÓN EN NUESTRO PAÍS, QUE HORROR

La firma VORTEX, especializada en crimen organizado, conjuntamente con Transparencia Venezuela, acaba de presentar el resultado de una exhaustiva investigación realizada en nuestro país. En ella se habla de más de 10.000 personas o empresas que operan desde hace años, todo nació con Chávez, y conforman una “súper red” que se mueve en todo el país, especialmente en los centros de poder políticos y económicos.

El señor Eduardo Salcedo, filósofo y politólogo, director de VORTEX, aseguró que la escala de la corrupción en nuestro país no tiene precedentes. Dijo en un simposio que la magnitud de la corrupción en Venezuela dejó como “un juego de niños” a la que era considerada como el mayor caso de prácticas financieras ilegales del mundo, el de “Lava Jato” en Brasil, con Lula da Silva.

Salcedo afirma que en el caso de Lava Jato estuvieron interactuando 1.400 personas y compañías, en Venezuela pasan de 10.000, es decir, el envío y recepción de recursos, sean informaciones, dinero o favores. Dijo además que el caso Lava Jato alcanzó los mil millones de dólares dentro y fuera de Brasil y que en Venezuela sólo uno de los cientos de casos procesados hasta ahora supera esa cifra en demasía.

Lo ocurrido ha sido muy lamentable, pero lo más preocupante es que esta criminal e inmoral corrupción continúa galopante y las cifras no paran de crecer cada día. El lavado de dinero es sin precedentes en la historia de la humanidad. Entiendo que más adelante los investigadores nos aportarán elementos más o menos exactos de lo ocurrido y de lo que ocurre, pero sabemos de estudios totalmente serios y creíbles que lo colocado en el exterior en bienes inmuebles y efectivo en las entidades financieras, paraísos fiscales, suma más de 400 mil millones de dólares que es una cantidad monumentalmente extravagante que se pierde de nuestra estimación normal, que serviría para reactivar y volver a reactivar nuestra economía que está en terapia intensiva.

Me han informado que desde hace algún tiempo una comisión de excelentes profesionales estudia como repatriar los capitales ilegítios producto del asalto a la nación y enjuiciar a los perpetradores de estos criminales hechos, claro está, será con el nuevo gobierno que Dios mediante tendremos pronto.

Este régimen está muy bien informado de esta espantosa y horrorosa situación y sabe de sus actores, pero no hace absolutamente nada por investigar el asalto al país y menos hacer justicia, como tampoco ponerle coto a la corrupción y a la apropiación indebida. Será que en ese sindicato de hampones están sus amigos y allegados, o será que ellos forman parte del tinglado. Estoy seguro que más adelante nos asombraremos cuando conozcamos la verdad de toda esta trama de corrupción, están muchos que sabemos pero hay otros que no.

El que desfalca a la nación, apropiándose indebida e ilegalmente de sus riquezas y bienes, le quita el pan de la boca a nuestros niños que en una cifra escandalosa y altamente preocupante mueren prematuramente por desnutrición.

El cambio que debemos darle al país es de arriba a abajo, desde lo político y económico hasta lo moral y ético para que nuestros recursos sean administrados con pulcritud e higiene.

17 de junio de 2022

LO QUE SUPONE LUCHA PERMANENTE: LA VERDAD

Existen valores, gracias y elementos en la vida, que suponen una lucha permanente por alcanzarlos sino se tienen o por mantenerlos y resguardarlos si se poseen y disfrutan. Entre ellos: El derecho a la vida, los valores democráticos (igualdad, libertad, justicia y solidaridad), el respeto a la dignidad de la persona humana, la soberanía e independencia nacional, la integridad familiar como célula fundamental de la sociedad, los Derechos Humanos consagrados en la carta de las Naciones Unidas y en fin, todo lo que se traduzca en desarrollo y prosperidad nacional y en bienestar espiritual y material de todos.

Es larga la lista, pero deseo en esta nota escribir cortas líneas sobre la VERDAD que es la conformidad entre lo que una persona manifiesta y lo que ha experimentado, pensado o sentido. Es la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad, es la concordancia entre aquello que afirmamos con lo que se sabe, se siente o se piensa.

Los filósofos afirman que la verdad es la característica esencial de la realidad tal como es, también es el”fenómeno” que hace coincidir lo que se piensa con su manifestación objetiva o real. Según Aristóteles, la verdad se da en un hombre gracias a que surge dentro del alma una opinión cierta y simultáneamente una acción recta. El Santo Papa Juan Pablo II afirmó: “La lucha por la verdad es para siempre, aunque, como los apóstoles, solo nos quedemos doce para defenderla y hacerla valer”. Esta afirmación del Santo Papa no da una gran claridad de la inmensidad infinita de la verdad y nos llama a la permanente lucha por su vigencia.

Contrario a la verdad es la mentira y la falsedad que se oponen a la certeza, certidumbre, autenticidad, exactitud, veracidad, sinceridad y honestidad. Por ello, la veracidad está íntimamente relacionada con todo lo que se refiere a lo cierto o a la realidad. Por la verdad y por nuestra salvación se entregó y murió el Enviado del Padre Eterno, Jesus. Quienes nos decimos cristianos estamos obligados como el que más a sostener y mantener la verdad. Para nuestro horror, hay quienes se dicen cristianos por lo apremiante de la ocasión o situación, como lo hizo Chávez, crucifijo en mano y como Maduro en reiteradas ocasiones ha dicho.

Pretendió el que se fue y pretende éste manejarnos y confundirnos con la mentira y falsedad, desean engañarnos para pintarnos un país inexistente pero también nos ofenden pensando que somos distraídos o débiles mentales para tragarnos esa píldora. La verdad de nuestro país la conocemos porque la vivimos , sentimos y sufrimos a diario, es amarga como la retama y acidad como el ácido clorhidrico (HCL) o el hidróxido de sodio (NaOH) y por conocerla la sabemos y ninguna mascarada de falsedad la puede presentar de otra manera.

Queremos cambiar esta verdad, realidad, situación, horrorosa y espantosa en la que vivimos y sufrimos, por la verdad bondadosa, amorosa, de progreso nacional y bienestar y felicidad de todos. La lucha de siempre y permanente es por hacer reinar la verdad que se traduzca en progreso para el país y bienestar para todos y cada uno de nosotros, particularmente para los débiles y vulnerables que claman por un cambio que los haga sentirse humanos como son.

16 de junio 2022

LA CUESTIÓN GENERACIONAL: LECCIÓN DE LOS LOBOS

Muchas veces de los animales debemos tomar costumbres que nos ayudan a un mejor desenvolvimiento y crecimiento en la vida. Una de esas costumbres es la de los lobos, que son mamíferos del orden de los carnívoros, tienen una vida promedio de 16 años los machos y 14 las hembras. Como otros mamíferos son gregarios, es decir, viven y se desenvuelven en manadas que tienen un estricto orden social en el que cada uno debe cumplir una función determinada y específica.

Recibí un vídeo de un extraordinario buen amigo donde se informa del comportamiento de los lobos en manada: Existe un “alfa” que es el líder que guía la manada desde atrás. Los primeros son los lobos viejos que marchan adelante por su experiencia y saben el camino que se debe tomar, si fueran atrás y por tener paso lento, correrían el riesgo de quedarse relegados y separarse del conjunto y no lo desean, es así como ellos son los que marcan el paso. Después vienen los más fuertes para auxiliar a los de adelante si tienen algún percance. Luego viene el grueso de la manada y por último el “lobo alfa” por tener mejor visión de lo que ocurre en toda la manada y particularmente adelante, este líder pone a todos primero porque el verdadero líder pone a los demás adelante. Las enseñanzas cristianas nos indican que “Si alguno quiere ser el primero, colóquese en el último lugar y hágase servidor de todos”.

Este ejemplo que nos dan los lobos, que como animales carecen de razón, debemos copiarlo para nunca apartar a nadie por razones de edad. El advenimiento de una generación no significa el descuido o marginamiento de la o las anteriores, al contrario, deben complementarse para en unión marchar siempre hacia adelante. La unión siempre es buena y aconsejable, pero en tiempos de crisis tan profunda como la nuestra, se hace indispensable y necesaria. A veces presumimos la existencia de un sentimiento de no tomar en cuenta a los cargados de experiencia por ser mayores en edad que nosotros, sin percatarnos que estamos marginando a un bagaje de conocimientos y saber que son fundamentales para salir del atolladero donde nos encontramos.

La experiencia que sabe convocar a la sangre nueva y la sangre nueva que sabe llamar a la experiencia, forman una llave ideal y formidable para superar cuanto antes este momento tan tormentoso y de tanta calamidad que tenemos.

En la antigüedad, que dio origen a lo que hoy tenemos, existía una asociación de sabios que se reunía para tratar asuntos de interés general y evacuar consultas. Eran hombres mayores, lo que podríamos decir hoy “adultos contemporáneos” cargados de mucha experiencia y con muchos conocimientos, a los que se les consultaba a menudo sobre el presente y futuro. Ellos nos dejaron la tierra que hoy habitamos. A Pedro le preguntaron por qué sabía tanto y respondió, se por lo viejo más que por Pedro.

16 de junio 2022

DOS CONCEPTOS, DOS VALORES, DOS PRINCIPIOS: VINAGRE Y ACEITE

El vinagre y el aceite no se mezclan por sus composiciones individuales que los hacen repelerse. Así ocurre muchas veces con los ideales diametralmente contrapuestos que no tienen puntos de coincidencia. En nuestro país son muchos los ejemplos, tomo sólo uno: Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez.

Cuando al Presidente Pérez se le seguía juicio en el Congreso de la Republica y en la Corte Suprema de Justicia, me informaron que un grupo de militares de alto rango y posición se reunió con él para expresarle estar a sus órdenes de lo que decida y resuelva, pues consideraban que el juicio obedecía a viejas diferencias personales absolutamente subalternas. El Presidente les dijo, lo que voy a ordenar se los digo ahora mismo, respeten y acaten lo que resuelva el Congreso y la Corte Suprema de Justicia.

Cuando en abril de 2002, ante la manifestación pública más grande que se recuerde en Caracas y que amenazaba ir a Miraflores, Chávez sacó unos pistoleros y los apostó en Puente Llaguno y ordenó al Comando Unificado de la Fuerza Armada aplicar de inmediato el “Plan Ávila” que consistía en utilizar todos los pertrechos militares de combate disponibles y ametrallar al pueblo manifestante hasta acabar la protesta.

Esta orden afortunadamente no fue acatada por el CUFAN, presidido entonces por el General Rosendo (que conocimos cuando en un desfile militar un 5 de julio en Los Próceres, emergió del interior de un tanque de guerra con su voluminoso cuerpo para gritar , “Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos”. Más adelante el alto mando militar del país le solicitó la renuncia al Presidente “la cual aceptó”.

Pérez les dijo a los militares que respetaran y acataran la decisión del Congreso y de la Corte Suprema de Justicia, que sabía era un su contra y Chávez les ordenó echarle plomo cerrado e indiscriminado al pueblo manifestante.

Que distinto, como el vinagre y el aceite, y que abismal diferencia de ambos mandatarios ante situaciones tan críticas como las señaladas. Pérez fue un demócrata a carta cabal y Chávez un hombre salido de los cuarteles militares sin formación democrática ni principios de libertad y pluralidad, acostumbrado a la férrea y si se quiere a la nada tolerante disciplina militar de acate sin condiciones y obedezca ya.

Con razón, Simón Bolívar, nuestro Libertador cuya memoria ofende este régimen a menudo, afirmó que “los militares están para defender la Republica y nunca para gobernarla”. Salta a la vista las dos decisiones en tiempos difíciles que es cuando los hombres con valores y principios saben el camino que deben tomar.

Pérez pensó en la democracia y el sistema de libertades y Chávez en el plomo salido de las ametralladoras para acabar con vidas humanas y teñir de sangre el pavimento. Dos concepciones y dos maneras de ser y comportarse que todos debemos tener presentes a la hora de decidir nuestro presente y destino.

Nuestros militares son formados en democracia, pero no la practican en los cuarteles, parece que por razones de seguridad es lo aconsejable. En los cuarteles hay disciplina cerrada y nada de pluralidad y tolerancia, hay sólo órdenes que deben cumplirse sin discrepancias ni disidencia.

Cada quien en su área para que las cosas marchen bien. Esto no significa que los militares no ocupen cargos ejecutivos de gobierno, no para nada, pero siempre sujetos a la autoridad civil.

15 de junio 2022

CARLOS ANDRÉS PÉREZ Y EL INTENTO DE GOLPE DE ESTADO DEL 27 DE NOVIEMBRE DE 1992

El 27 de noviembre de 1992, el General Francisco Visconti comandó desde la Base Libertador de Maracay, un intento de golpe de estado contra la democracia y contra Carlos Andrés Pérez que entonces era el Presidente de la Republica.

Días después, una vez sometida la intentona y en medio de una muy relativa paz, fuimos las comisiones de defensa del Senado y de Diputados del Congreso a visitar al Presidente para manifestarle nuestra solidaridad institucional y hablar de lo ocurrido.

Pérez nos dijo que reducida la intentona aún estaba tomada por la insurgencia, el Coronel Garrido a la cabeza, la torre de control aéreo ubicada en la Base Sucre de Maracay, frente la Academia Militar donde se encontraban un buen número de muchachos estudiantes. Pérez comentó que instruyó al General Moises Orozco, comandante de la IV división de infantería acantonada en Maracay, para que resolviera cuanto antes la situación; éste le dijo al Presidente que el Coronel Garrido había dicho que lanzaría misiles contra la Academia Militar si se efectuaba algo en su contra, Pérez le respondió : Vuele la torre de control ya, la vida de los muchachos, la suya y la mía valen menos que la democracia y el sistema de libertades que nos hemos dado.

Orozco se lo comunicó a Garrido y le dijo, cuento diez para derribar la torre, sin lugar a dudas, pienso yo, para darle tiempo a su compañero de armas de escapar, así lo hizo Garrido y antes que la torre se transformara en un enjambre de hierros retorcidos, se lanzó al suelo y escapó al filo de la noche.

Más adelante visitamos la Base Sucre y nos acompañó el General Orozco a quien le pregunté sobre lo que Pérez nos había dicho, pensábamos que la versión Pérez tenía mucho de creatividad fantasiosa, el General me respondió: todo lo que el Presidente les dijo es rigurosamente cierto, así ocurrieron esos hechos, ni mas ni menos.

Creo que la historia y el tiempo se han encargado, aunque lentamente como suele suceder, de reivindicar a Carlos Andrés Pérez, sobre todo en su inmensa dimensión de demócrata y propulsor del desarrollo nacional. Cuando se le seguía juicio a Pérez en la Corte Suprema de Justicia, el estado mayor conjunto de la Fuerza Armada se reunió con él para decirle que estaba a su orden para lo que él resolviera. Pérez les dijo, acaten y respeten lo que la Corte Suprema y el Congreso Nacional resuelvan.

Pérez se preocupó mucho, diría en exceso, de los números macroeconómicos del país y descuidó los micro que al fin y al cabo es lo que la gente vive a diario y son las pequeñas pero grandes cosas de la economía.

Se despidió con una carta dramática, aceptando lo decidido y deseando no ocurra nunca jamas a ningún otro venezolano. Llamó la “Rebelión de los náufragos” a quienes impulsaron su abrupta salida. Hoy todo indica que aquello fue un error, pero era que hasta Acción Democrática lo promovió y motorizó. Hay que admitir que se vivía en ese tiempo una situación extremadamente tensa, álgida y de suma preocupación nacional y la toma de decisiones radicales se hacía inminente.

Yo estaba en el Congreso en ese tiempo y voté por la salida de Pérez y por encargar provisionalmente a Octavio Lepage de la Presidencia de la Republica, era Presidente del Congreso y más adelante por Ramón Velásquez quien se encargó de culminar el periodo.

Que bueno sería si pudiéramos retroceder el tiempo y la historia y con la experiencia de hoy tomar decisiones; a lo mejor le daríamos a aquella situación otro tratamiento. Pero el pasado pasó y no vuelve y nos corresponde tomar de él las experiencias necesarias y conducentes para construir nuestro presente y proyectar el futuro.

14 de junio 2022

 13 min


Clarín Rural

El objetivo es aprovechar al máximo los recursos materiales alargando el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía.

La revolución industrial generó cambios sustantivos en la historia humana. Desde la mejora en el nivel de vida a la urbanización, desde una sociedad global con 90% de pobres analfabetos a sociedades con clase medias que tienen una esperanza de vida que casi se duplicó, por acceso a mejor alimentación y medicina. Se hizo multiplicando la limitada fuerza bruta humana y los molinos eólicos o hidráulicos, con energía provista a motores y máquinas, primero de vapor con carbón o leña y luego de explosión a partir de derivados del petróleo. Carbón, petróleo y gas provenientes de fotosíntesis de hace millones de años liberan el CO2 acumulado y generan el llamado cambio climático. El gran desafío que hoy tenemos identificado y no hay excusas para eludirlo es producir más con menos impacto ambiental o social.

El modelo industrial original, una serie de pasos lineales basados en la transformación de un insumo en un producto que se consume y que en cada paso genera desechos, residuos y polución, se transformó en imposible de sostener. Aparecen entonces las conceptualizaciones de la economía circular donde lo ambiental contiene lo social y este a lo económico, los tres en armonía. El objetivo de la economía circular es aprovechar al máximo los recursos materiales de los que disponemos alargando el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía. La idea surge de imitar a la naturaleza, donde todo tiene valor y todo se aprovecha, donde los residuos se convierten en un nuevo recurso.

Este flujo cíclico implica extraer, transformar, distribuir, usar y recuperar los materiales y la energía de productos y servicios. Sus campos de acción son:

– Extraer: al tomar los recursos biológicos y técnicos del entorno se debe hacer un uso más eficaz y responsable de ellos.

– Transformar: los recursos se someten a las mejores prácticas tecnológicas e innovaciones ecológicas (eco-innovaciones) para que tanto el producto o servicio como su proceso se realicen de la manera más sostenible posible.

– Distribuir: se debe garantizar la trazabilidad de sus productos y de manera eficiente reducir el impacto ambiental, tanto en rutas como embalajes o con la logística inversa.

– Usar: los consumidores deben reducir el impacto de la energía asociada al uso del producto o la eficiencia del propio producto. Ambas pueden ser mejoradas a través de la reutilización como producto de segunda mano o la reparación.

– Recuperar: los residuos pueden ser recuperados de dos maneras, como un recurso biológico que puede ser devuelto a la biósfera o como un recurso técnico que puede ser reincorporado a un proceso.

Para tomar noción de cantidades, en Argentina se generan un promedio de 45.000 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, lo que equivale a una tonelada de basura cada dos segundos. Desde que comenzó a leer, unos 150 mil kilos.

¿Cómo sería la cadena de la soja en un modelo de economía circular?

El modelo lineal imlica extraer por prensado o solventes solo los dos componentes principales el aceite y la harina de soja. En uno bioeconómico circular se agrega valor transformando el aceite en biodiesel; un producto como la glicerina que antes se quemaba hoy se transforma en un producto purificado calidad farmacopea, donde Argentina lidera el mercado mundial, el gel con alcohol es uno de sus mil usos; del aceite se puede extraer lecitina alimenticia. La harina de soja es la base proteica de los alimentos balanceados de todos los animales de granja. De estos se utilizan sus estiércoles en un biodigestor para generar metano apto como energía directa o transformarlo en energía eléctrica, aprovechando también la calorífica que genera el proceso. Finalmente, lo que queda es un fertilizante biológico que vuelve al campo aportando nutrientes y materia orgánica.

Pero aún podemos agregar eslabones como por ejemplo recuperar el aceite ya usado de cocina, domiciliario o comercial. Ese producto filtrado y acondicionado por una empresa familiar como DH-SH de Capitán Bermúdez, Santa Fe, se exporta a Europa para producir biodiesel de segunda generación. Estos aceites cuando se deponen sin tratar generan múltiples problemas como contaminación de agua (cada litro contamina mil de agua,) impermeabilización del suelo, obstrucción de cañerías, efectos sobre la salud humana y animal. La empresa lo hace a partir de más de 100 puntos verdes distribuidos en varias provincias, el servicio es gratuito para las ciudades que se unen al proyecto así como las capacitaciones para alumnos primarios y secundarios.

Como se desconocían los datos nacionales sobre uso y reciclado de los Aceites Vegetales Usados (AVU), dicha empresa firmó un convenio con la FAUBA y el equipo integrado por María Semmartín, Diego Wassner, Nadia Mazzeo y Camila Rastelli, esta última como parte de su trabajo final de graduación de Licenciada en Ciencias Ambientales.

Encuestaron a 3.200 personas y 177 empresas gastronómicas, distribuidas en todas las provincias, ciudades de todos los tamaños y ambiente rural. Establecieron que en Argentina en promedio cada persona consume 20 litros de aceite vegetal y genera 2,6 litros de aceite usado por año, es decir un total de 122 millones de litros año, y de este el 13% es residuo del alimento freído. Del uso hogareño se recupera solo el 22%. Del resto, el 26% dice no sabe adónde llevarlo, el 23% porque no se recicla en su localidad, el 20% no sabía que se podía reciclar. Quienes no lo hacen, lo recuperarían si hubiera un punto de recolección cercano (33%), como contribución a emprendimiento o causa benéfica el 19 %, el 17% si hubiera recolección domiciliaria y el 9% a cambio de beneficios/descuentos Los 177 establecimientos encuestados fueron: – Bares, pub, confitería, pizzería (50%) – Comida rápida o rotiserías (29%) – Restaurantes y parrillas (21%). El 80% de los Restaurantes y parrillas genera más de 11 l/semana El 65% de los Bares generan más de 11 l/semana, el 45% de los locales de Comida rápida/rotisería generan entre 5 y 20 l/semana. Los rubros que más AVU generan, más lo separan. La disposición a separar el AVU en origen es alta y muy alta para el 80% de los encuestados que no recuperan. Los estímulos más valorados guardan relación con los puntos de recolección. El 50% de quienes no separan, declararon que es porque no saben dónde llevarlo.

Hoy se recuperan aproximadamente 27 millones de litros de aceite vegetal usado por año, hay que trabajar para recuperar los 95 millones restantes.

En algunos líderes vemos cada día muchas acciones irresponsables, pero por otro lado hay muchos que no solo se preocupan sino también se ocupan, donde todos y cada uno puede aportar su grano de arena. Los humanos y la vida tal como la conocemos está en riesgo si no se generan las condiciones que modifiquen nuestros consumos y hábitos, el enfoque de economía circular de la Vaca Viva es sin duda parte de la solución.

12 de junio 2022

Clarín

https://www.clarin.com/rural/economia-circular-solucion-producir-menor-i...

 5 min


Humberto García Larralde

Para cualquier venezolano de bien, ver a Nicolás Maduro simular, tan campante, que preside un gobierno “normal” en un país “normal”, es chocante. Quien destruyó la economía, reduciendo su tamaño hasta casi la cuarta parte del que tenía cuando asumió la presidencia y condenando a más del 94% de sus compatriotas a la pobreza; quien mantiene arbitrariamente presos a centenares de venezolanos por razones políticas, muchos de ellos militares; y a quien organismos de las NN.UU. y la CPI investigan por su presunta responsabilidad, como jefe de Estado, en el asesinato de manifestantes y de torturas y muertes de aquellos mantenidos bajo custodia de sus organismos de seguridad, tranquilamente se pasea por los espacios del poder como si no tuviera que responder a eso y a mucho más: un presidente común y corriente.

Olvidados quedaron su reelección fraudulenta y la de una asamblea constituyente inventada para confiscarle, junto con un tribunal supremo abyecto y obsecuente, las potestades legítimas de una Asamblea Nacional con mayoría opositora. Se invisibilizan, asimismo, las corruptelas, extorsiones y confiscaciones que han nutrido a la nueva oligarquía que se ha enseñoreado del poder.

Muy orondo, invade los medios para comentar temas anodinos o para inventar lo que sea para esquivar sus responsabilidades. Mientras, el país sufre profundos y terribles padecimientos que deberían atenderse resueltamente y con urgencia. Anuncia una que otra decisión, como si el Estado que tan afanosamente ha destruido tuviese capacidad real de atender los asuntos aludidos.

En momentos en que se celebra la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, California, se le ocurre visitar a la Turquía del autócrata Erdogán. Claro, le compra el oro depredado ilegalmente, con enorme daño ambiental, por sus huestes en Guayana. De la cita americana, además, fue expresamente excluido por dirigir una dictadura. Le resbala. Como si nada, aparece luego, junto a su esposa y los miembros de una comitiva, haciendo escala en Argelia para hablar generalidades acerca de la necesidad de un mundo multipolar. Emerge de seguidas en Irán, experimentado socio en sortear las sanciones de EE.UU.

Pero no es una gira de Estado programada. Son de las pocas incursiones que se puede permitir sin que le apliquen la orden de captura por narcotráfico y otros delitos, librada por la fiscalía estadounidense. Eso no va con él, querría pretender. Para mayor absurdo, una noticia informa que la Asociación Mundial de Boxeo lo había nombrado “campeón honorario”. Y no, no fue joda por aquello de haber noqueado de manera fulminante a un país otrora sano. ¡Fue una noticia real! ¿Por qué debemos sospechar manejos turbios?

Pero todo lo anterior les resbala a los chavomaduristas. El país es de ellos, tan simple como eso. Les pertenece. Se lo cogieron porque les fue “legado” por el Libertador en la persona de Hugo Chávez. Por tanto, están por encima de todo reclamo.

Además, después de una travesía por el desierto a que los obligó el imperialismo, ¡al fin Venezuela se “arregló”! Así lo demuestra la (supuesta) reactivación de la economía, los negocios repletos de bienes importados, las construcciones modernas en el este de Caracas y la reaparición de producción agrícola en mercados. Incluso, se está exportando.

Sin que nos hayamos dado cuenta, se ha ido colando una nueva narrativa en la que Maduro y los suyos en absoluto aparecen como los malos. Atrás quedaron las peroratas en torno a un perverso “socialismo del siglo XXI” y, más todavía, las pretensiones de extender las potestades del Estado con nuevas confiscaciones y/o inversiones en proyectos “revolucionarios”. Los dólares que circulan han logrado remozar la imagen de Maduro. Deberían suspenderse, por tanto, las sanciones internacionales y las investigaciones penales en su contra, pues obstaculizan el proceso de “normalización” emprendido.

Indigna, efectivamente, esta narrativa. Pero la oposición no debe caer en el error de reducir su acción a desmentir estos alegatos. La economía tenderá a seguir creciendo por la razón básica de que el país posee una potencialidad no aprovechada, asfixiada durante tantos años de opresión chavista, que no puede dejar de brotar cuando se le ofrecen las mínimas oportunidades de expresarse. No tiene sentido oponerse a las constataciones que se hagan al respecto. Claro, en el país de las arbitrariedades, cualquier ocurrencia de uno de los trogloditas que mandan puede acabar con un negocio.

Les corresponde a las fuerzas democráticas proyectar una Venezuela alternativa, que le dé contenido real a las expectativas de la gente, conectándolas con los cambios imprescindibles a conquistar para que éstas puedan hacerse realidad. Insistimos en la importancia de lo económico, pero con una narrativa que vaya más allá de las consabidas propuestas de estabilización y de las reformas a emprender.

Debe construirse a partir de las necesidades de seguridad, de financiamiento, apoyo, servicios públicos eficientes y, sobre todo, de garantías para que las personas o empresas puedan ver fructificar sus esfuerzos productivos y/o comerciales y disfrutar de una vida digna, de calidad.

La lucha por mejorar las condiciones de vida de la población tendrá, como consecuencia lógica, reclamar derechos y exigir el retorno al ordenamiento constitucional. Sería el fundamento de una plataforma política que coadyuve a la unificación de las fuerzas opositoras en su lucha por conquistar las condiciones para el cambio deseado. Asimismo, contribuirá a desnudar la artificialidad de la pregonada “normalización” de Maduro, sin seguridades, incapaz de propiciar la inversión productiva y sujeta a los caprichos que podrán ocurrírsele a él o a sus allegados cuando la situación se les ponga más difícil.

Es notorio que, debajo del reino de fantasías que busca proyectar Maduro, subyace el mismo mundo de terror al que nos han acostumbrado. Hace desaparecer por unos días a unos jóvenes que rendían honor a un muchacho asesinado por reclamar sus derechos, Neomar Lander, y los acusa de “instigación al odio y asociación para delinquir”. Alienta a sus bandas fascistas a agredir a Juan Guaidó que está en gira por el interior. Mantiene injustamente presos a Javier Tarazona, director de la ONG “Fundaredes”, que había denunciado violaciones de derechos humanos en estados fronterizos, a Roland Carreño, vocero del partido, Voluntad Popular, y a muchísimos más. Presos políticos a capricho. Jorge Rodríguez rivaliza con el del mazo amenazando a un banquero y plantea disparates para boicotear las posibilidades de reemprender las negociaciones en México. Y los militares corruptos, como siempre, están muy presentes con sus extorsiones, matracas y confiscaciones.

Mientras, como lo recoge el informe del prestigioso Johns Hopkins Center for Humanitarian Health, Venezuela exhibe uno de los peores datos en materia de salud en el continente. Pero como el gobierno dejó de publicar cifras al respecto desde hace años, el problema no existe. El neofascismo del chavomadurismo sigue vivito y coleando.

Por más insólito e indignante que sea constatar que sigue en el poder el peor gobierno que conoce la historia de Venezuela --tan campante, como si no hubiera roto un plato-- no basta con exigir, ¡Maduro vete ya! Porque en lo que sí han sido eficaces, con ayuda de la dictadura castrista y de los errores de los partidos opositores, es en destruir las esperanzas de cambio y en proyectar la idea de que ellos están para quedarse. Por ende, es mejor aceptar la “normalización” en curso.

El gran desafío de las fuerzas democráticas es, entonces, sobreponerse a esta especie de fatalidad y proyectar una clara y real opción de cambio. Para ello, es menester construir una fuerza capaz de recoger las aspiraciones de mejora de las grandes mayorías de manera que éstas hagan suyas las luchas por los cambios requeridos y se movilicen detrás de una plataforma política que haga de ello el centro de su acción.

Una narrativa alternativa, que inspire confianza por estar respaldada por propuestas serias, conectadas con las realidades de la gente, deberá desarrollar los músculos necesarios para conquistar estos cambios. Con tal respaldo, puede tener sentido negociar con el gobierno, con la anuencia de los países que las han impuesto, la reconsideración de algunas sanciones, siempre contra avances concretos, exigibles.

La pretensión del régimen de hacer ver que las cosas mejoran puede servir, paradójicamente, a fortalecer la opción democrática. Cómo ha ocurrido en tantos países, la gente se preguntará, ¿y por qué no me toca a mí? Ahí es dónde debe haber una respuesta clara de las fuerzas democráticas, acompañando de las acciones requeridas para conquistar los cambios imprescindibles.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

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Werner Corrales

1. El retroceso económico de Venezuela comenzó hace más de cuarenta años y ha sido enorme

Una primera imagen de lo que fue el progreso de Venezuela y de cuándo y hasta donde llegó su retroceso en el concierto global es ofrecida por la figura 1.[2] Hasta el inicio de la era petrolera, Venezuela y Haití eran los países más pobres de America, lo que cambió desde la década de 1920 haciendo que Venezuela se despegase del resto de América Latina e incluso de la OCDE por muchos años. Desde 1945 y hasta 1970 el PIB per cápita de Venezuela fue superior al promedio de la OCDE; el cociente llegó a sus máximos valores en los años 1948 y 1957. Desde los años 60 comenzó a reducirse a pesar de que el PIB de Venezuela crecía, porque ya Europa, Australia y Japón recuperaban su dinamismo previo a la guerra mundial y Venezuela había recibido corrientes migratorias muy importantes. La tendencia del mismo cociente posterior a 1978 fue siempre muy decreciente porque el PIB de Venezuela se estancaba o contraía mientras el de la OCDE se elevaba (ver la sección 2 y el Cuadro C-1).

Para 1998 ya Venezuela mostraba la misma posición relativa a la OCDE que había tenido en 1920 (un retroceso de 78 años) y para 2021 había vuelto a caer por debajo del PIBpc del resto de América Latina y el Caribe, retrocediendo tanto con respecto a los países desarrollados que no hay un parangón estadístico en toda la historia del país posterior a 1870.

Figura F-1: PIB pc como % del PIB pc de la OCDE (USD GK de 1990)

2. Expresiones económicas, sociales e institucionales del progreso y la regresión desde 1936

Comparando a Venezuela consigo misma con base en los indicadores del Cuadro C-1, puede reiterarse que después de más de 40 años de expansión continua del PIB per cápita y del salario medio, desde que se agotó el boom de precios del petróleo de los años 70 del Siglo XX, la sociedad venezolana ha vivido siempre con retrocesos del salario y con alta inflación, llegando a niveles de hiperinflación desde 2018. Para 1998 los hogares venezolanos ya habían visto retroceder sus ingresos reales salariales a los valores que tenían en la década de 1950, mientras en 2021 habían retrocedido a niveles previos a los de 1936.

En el lapso de los últimos cuarenta años las tendencias del PIB per cápita y los salarios han sido decrecientes y las del empleo precario y la pobreza han sido expansivas, con la excepción del período de boom de precios internacionales del petróleo 2004-2013, después de cuyo agotamiento todas las tendencias retomaron la dirección negativa que traían y se hicieron aún más pronunciadas.

Cuadro C-1: Indicadores económicos, sociales e institucionales del desarrollo de Venezuela3

3 Fuentes: Corrales, W. “Sistema de Indicadores del desarrollo venezolano” ANIH 2017, actualizado en 2022; Miquilena, T. y W. Corrales “Venezuela, vértigo y futuro” Ed Dahbar y UNIMET, 2019, basados en indicadores de las fuentes indicadas en cada línea del cuadro. Los valores en percentiles se refieren a la posición de Venezuela en el conjunto de todos los países estudiados para cada indicador.
4 EHC: Emergencia Humanitaria Compleja.
5 Estimados de Miquilena y Corrales (Op Cit) basados en Precariedad e Inflación de los años 1936, 1947 y 1958 empleando regresiones calibradas con datos de precariedad, inflación y pobreza del período 1967-2021

En términos político-institucionales la crisis venezolana se expresa en el deterioro de la calidad de la gobernanza,[3] que proyecta la pérdida de la democracia, en la caída de todos los índices de libertad[4] violación sistemática de los derechos humanos de los ciudadanos, en la corrupción rampante y no controlada en el Estado y en el debilitamiento de todas las instituciones.

El Estado de Venezuela ha llegado a la fragilidad extrema[5] y, desde hace dos décadas, se ha alineado de manera beligerante en la confrontación geopolítica mundial, participando en ella en alianzas con países como Rusia, China, Irán y Cuba; ha propiciado o apoyado internacionalmente formas de conflicto de cuarta generación que agravan dicha confrontación, asociadas al terrorismo, el lavado de activos y el tráfico de drogas, y se ha convertido en un promotor muy activo de regímenes de corte similar en toda América Latina.

Por otra parte, la crisis ha afectado seriamente la cultura de lo público influyendo negativamente en la violencia social y la inseguridad ciudadana, 9 así como en los valores, normas éticas y actitudes de muchas personas pertenecientes a todos los estratos sociales, sea frente a la convivencia pacífica en democracia o frente al progreso basado en las capacidades y el esfuerzo propios.

Finalmente, los sistemas sociales, culturales y económicos de la sociedad venezolana que pudiesen -en concierto- contribuir a revertir la crisis, también vienen deteriorándose desde hace más de cuatro décadas y en los últimos veinte años prácticamente se han derrumbado como consecuencia de estrategias adelantadas por el Estado para imponer el Socialismo del Siglo XXI, dirigidas al control ideológico de la población, a la anulación de la autonomía ciudadana y a la desaparición de las libertades económicas. Ello ha sucedido con el sistema educativo público que atiende a niños y adolescentes, igual que con los sistemas públicos de atención de salud y con la economía productiva privada, y ha ocurrido en los últimos 15 años con las universidades del Estado, que llegaron al colapso por el cerco económico que estableció sobre ellas el Régimen Socialista.

Resumiendo, Venezuela vive una profunda Crisis de Desarrollo que lleva una gestación de cuatro décadas y que abarca los órdenes económico, social y político-institucional. Es justo decir que la complejidad, la profundidad y la duración de la crisis son tales que sólo podrá resolverse cambiando el estilo de desarrollo por uno alineado con los valores y objetivos de Desarrollo Humano Sostenible. No puede esperarse que el solo cambio de régimen político o una liberalización de la economía terminen resolviéndola. Hace falta provocar una transición real a un nuevo estilo de desarrollo, que abarque la actividad económica, la esfera de lo social, las instituciones y reglas y el ejercicio de la política.

[1] La presente Nota, apoyada en los datos de la Figura F-1 y del Cuadro C-1, pretende comunicar la extensión y la profundidad de la crisis venezolana. La figura ofrece una imagen sintética y muy elocuente de lo que han sido el progreso y el posterior retraso económico de Venezuela relativo a los países desarrollados, representado por indicadores que expresan al PIB per cápita de Venezuela (y al del resto de América Latina y el Caribe) como porcentajes del promedio del PIB per cápita de los 24 países que eran miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para 1974. El cuadro, por su parte, muestra variadas expresiones de la sis mediante el seguimiento de muchos indicadores económicos, sociales y políticoinstitucionales de Venezuela reconocidos internacionalmente.

[2] Todos los 24 miembros de la OCDE para 1974 eran países desarrollados. El PIB per cápita empleado en la confección de la Figura 1 está expresado en USD internacionales de poder paritario de compra (USD Geary-Khamis de 1990). Fuente: W. Corrales, Sistema de Indicadores del desarrollo de Venezuela, ANIH 2017; actualizado a 2022.

[3] El índice de Calidad de la Gobernanza se eleva desde -6 en 1935 hasta 9 en 1966 (90% del máximo posible) y allí se mantiene hasta finales del siglo XX, para volver a caer a valores negativos en la segunda década del Siglo XXI.

[4] En el Índice de Libertad Económica del Fraser Institute, Venezuela pasa de estar en el percentil 93 de todos los países evaluados para 1969, al percentil 60 en 1991 y al percentil 2 en la actualidad. En el Índice Mundial de Libertad de Freedom House, que varía entre 0 y +10 puntos, cae 9.29 en 1980 a 6.43 en 2002 y a 1.00 en 2021.

[5] Fund for Peace. Venezuela pasa de ocupar la posición 83 en el ranking de estados frágiles en 2013 (en la mediana de los países evaluados), a tomar el puesto 25 en 2021 (percentil 90 de los países estudiados), acercándose a las posiciones de Haití y Somalia. 9 UNODC, El número de homicidios por cada 100.000 habitantes, un indicador de violencia social e inseguridad ciudadana, viene creciendo desde los años 80 del Siglo XX y ha llegado a niveles extremos en el Siglo XXI.

Junio 2022

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Eddie A. Ramírez S.

En el ámbito político se ha puesto de moda la palabra posverdad. Quizá se inventó para evitar llamar embusteros a quienes enredan los hechos, tergiversándolos con mala intención para confundir y sacar algún provecho. Tildar a un dirigente político, a un opinador o a un seudocientífico de cultor de la posverdad suena casi elegante y, desde luego, menos rudo que llamarlo mentiroso, tracalero, patrañero, embustero y otros epítetos. En el ámbito internacional, Trump y Putin son los grandes embusteros de los últimos tiempos. Trump por intentar desconocer la elección donde fue derrotado y Putin por aseverar que no invadiría Ucrania.

En la política vernácula, acusar de embustero a Maduro o a uno de sus palafreneros es redundante; lo son por la naturaleza neototalitaria del régimen y bastantes páginas les hemos dedicado. Desafortunadamente, también hay embusteros en el ámbito opositor. Quizá no sea políticamente correcto mencionarlos, pero no puede ocultarse su existencia porque causan mucho daño a la democracia.

El embuste más generalizado es tildar de colaboracionista y de falsa oposición a quienes se quiere desprestigiar. Es una descalificación que ha influido en la pérdida de confianza de los ciudadanos a parte de su dirigencia. Los imitadores de Cicerón arremeten con sus “catilinarias” como si tuviesen un colaboracionómetro. Consideran colaboracionistas tanto a Ramos Allup, Capriles, Leopoldo y Rosales, como a los alacranes Bernabé Gutiérrez, Luis Parra, Timoteo, Claudio o Luis Eduardo (Burrito) Martínez.

Sin duda, Ramos, Capriles, Leopoldo y Rosales han cometido errores, a veces han sido inconsistentes en sus planteamientos y pretenden ser los únicos con derecho a tomar decisiones, marginando a otros dirigentes. Además, pareciera que no se percatan del grado de aceptación y de rechazo que indican las encuestas. Sin embargo, tildarlos de colaboracionistas es una calumnia. Unos más, otros menos, han luchado todos estos años contra el régimen de Chávez-Maduro.

Otro embuste que ha hecho mucho daño es descalificar a Juan Guaidó, nuestro presidente interino, por incumplir con el mandato de sacar a Maduro que le dio el pueblo en las dos Consultas realizadas. Cuando se da un mandato hay que proporcionar los medios para que se pueda cumplir. Ese mandato que le dimos es como si le hubiésemos encargado que nos comprara una casa y no le dimos el dinero o el poder para adquirirla.

Guaidó ha tenido titubeos y ha pecado por inacción. Desconocemos si por falta de carácter o porque quienes lo eligieron lo tienen atado. Sigue teniendo respaldo internacional, a pesar de algunos debilitamientos por el tiempo transcurrido y cambios de gobiernos en la región. Por ahora, es nuestra mejor carta. Algunos han llegado al colmo de mentir afirmando que las recientes agresiones de que fue objeto por fanáticos chavistas fueron promovidas por él para elevar su popularidad, sin duda deteriorada. Extraña que, hasta el día de escribir este artículo, no haya habido declaraciones de solidaridad de los partidos.

Un tercer embuste es afirmar rotundamente que nunca podremos ganar una elección. Hemos ganado, aunque no hemos cobrado por los atropellos del régimen, pero también por no prepararnos para cobrar. Seguir predicando que no debemos votar es una necedad. Aun con las trampas y ventajismo del régimen hay que acudir a las urnas. Es una de las vías para movilizar a la gente. Votar no es suficiente si no acudimos organizados para contar con los testigos, tener un buen candidato y estar dispuestos a reclamar el triunfo en las calles.

Es un embuste seguir sosteniendo la posibilidad de una intervención militar desde el exterior con venezolanos en el exilio. Los cientos de compatriotas militares retirados que están en el exterior no cuentan con los recursos necesarios para vencer a la Fuerza Armada. También es embuste considerar factible la intervención de una fuerza militar extranjera de acuerdo al tratado internacional de responsabilidad de proteger. Ningún gobierno ha estado dispuesto a inmiscuirse por las armas en nuestro país. La tarea a realizar por nuestros oficiales retirados es convencer a sus compañeros activos de que, por el bien del país e incluso por el de ellos mismos, es conveniente que le quiten el apoyo a Maduro. Del lado de los gobiernos amigos, lo procedente es solicitarles que intensifiquen las sanciones, sobre todo las personales, para presionar por la realización de elecciones libres.

Es un embuste predicar que son colaboracionistas los que apuestan a la negociación política con el régimen. Si no hay mayor presión interna y externa es muy poco probable llegar a un acuerdo favorable a la democracia, pero hay que intentarlo. También es un embuste afirmar que la economía se está recuperando.

Gustavo Duque, alcalde de Chacao, dijo un embuste al acusar a los jóvenes de pintar grafitis sobre el mural de Ravelo. Además, fue colaboracionista al entregar a los muchachos a la policía política del régimen.

Desde luego que algunos no dicen embustes, sino que actúan de buena fe. Esto es explicable en ciudadanos no formados en la política, en quienes no están informados o que tienen otro modo de pensar. A ellos les pido excusas. Lo que es difícil de entender es a los que están curtidos en la política y conscientemente marcan indebida distancia, atacando por igual al régimen y a otros dirigentes de la oposición. Ojalá no sea que polarizan por interés político.

Como (había) en botica:

Los jóvenes Argelia Robaina, Carlos Maneiro, Luis Martínez y Jholbert Godoy, pintores de unos grafitis en un muro de la avenida Libertador fueron imputados, sin presencia de su abogada Ana Leonor Acosta, por “instigación al odio, asociación para delinquir y obstaculización de la vía pública”. Después de varias horas detenidos fueron puestos en libertad con medida cautelar.

¡Voy por ti!, exclamó el siquiatra cuyo resentimiento no tiene límites, en contra de un conocido banquero por quien no pongo las manos en el fuego.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 4 min