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Opinión

Carlos Raúl Hernández

Hace tantos años que no quisiera recordar cuantos, mi amigo Jean y yo salíamos en la madrugada de una fiesta en nuestras gigantescas motos y tomamos la autopista rumbo a Chacao, jinetes cuidadosos sobre bestias de tanto peligro en tales condiciones. En el trayecto nos pasaron atolondrados y retadores dos muchachos en una moto pequeña (“ochenticas” las llamaban por su cilindrada) que seguramente era su medio de trabajo. A unos 200 metros de donde nos dejaron atrás y casi nos tumban, se estrellaron contra una camioneta. Nos acercamos y uno estaba inconsciente en el pavimento mientras el otro, recostado del carro que chocó, repetía pausadamente una extemporánea autocrítica: “y ahora_que vamo’_hacé’_pana ´”. Al cabo de locuras, irresponsabilidades, irrespetar las normas de tráfico, arrogancia-estupidez, exceso de velocidad, la misma pregunta se hacen hoy en los hospitales políticos: “y ahora que vamos a hacer”.

Las encuestas evidencian que el interés esencial de la sociedad, razonablemente, es participar de la “activación” económica. El gobierno parece dar baja al socialismo e iniciar una experiencia con la inversión privada, cerrando la etapa de locura galáctica, y varios parecen no haberse dado cuenta. El anacronismo socialista vuelve a morir ahora en la experiencia local, el gobierno se entiende con los empresarios, devuelve bienes confiscados, estimula la economía de servicios, pero antes que celebrarlo, hay quienes lo rechazan. El país más moderno de Latinoamérica en 1992, una economía creciendo a la par de China, que superaba el desempleo y con las mayores reservas petroleras del planeta, hoy debería ser Suecia o Dinamarca. Pero los efectos destructores del socialismo de Giordani y Ramírez, lo llevaron al cuarto mundo en quince años. Los partidos y otras fuerzas sociales deberían estimular ese cambio programático, aunque todavía difuso.

Dicen que la economía emergente es una “burbuja”, que “en vez de devolver las empresas, nunca debieron expropiarse”, se amargan porque EEUU comprará petróleo y pudieran levantarse las “sanciones”. Más que “antinacionales” esas reacciones son simplemente tontas y vienen de quienes no saben lo que hacen ni lo que dicen, igual que hablar nuevamente de “neoliberalismo” por decisiones económicas que equivalen en la vida al baño cotidiano, cepillarse los dientes, cambiarse la ropa, no hablar con la boca llena. El “neoliberalismo” es simplemente arroparse hasta donde alcance la cobija, estimular la inversión privada para producir más bienes, más empleo y más cobija; no regalar la gasolina a las mafias, ni la electricidad, ni el agua, ni despilfarrar los recursos fiscales en seudoempresas corruptas, para invertirlos en educación y salud.

“¡Neoliberales!” fue el descalificativo de los radicales sesoseco del universo para no explicar, y pasar a la ofensiva, el derrumbe del socialismo en sus diversas versiones, la URSS, Latinoamérica por la deuda externa y cuando EEUU de Carter pasó a ser una potencia decadente junto con Europa. Que el gobierno dejara la pesadilla estatista, anti empresarial, colectivista, va en la dirección correcta, pero no aprenden ni de la experiencia mundial ni de la propia. No se debería jugar a lo que Marcuse llamó “el gran rechazo”, pero tampoco derretirse ante el gobierno. El papel de una oposición es reclamar que estas políticas avancen, se corrijan las insuficiencias (que el techo del crecimiento económico es la electricidad, pej.), que acuerden con EEUU y Europa. En Suecia las decisiones económicas se toman en la comisión tripartita entre empresarios, trabajadores y gobierno. Ese sería un escenario de diálogo.
Establecer acuerdos con el FMI y el Banco Mundial para financiar programas compensatorios a la población que mejoren la vida. Renovación institucional, descentralización y transferencia de competencias para levantar la provincia. Desgraciadamente la gafocracia cuyos ilustres precursores aparecen en los 90 contra Carlos Andrés Pérez, siguen “asesorando” disparates jurásicos mueren por el pasado y el atraso. Es irresponsable hoy pronunciarse contra los cambios, tanto como callar sus insuficiencias. Engels en el Anti-During acusaba a los ultras de “botar el niño con el agua sucia”. El gobierno arrebata el centro político a la oposición y está a punto de quitarle también la bandera de la modernización, y no lo ha logrado ya porque también actúa de manera vergonzante y, aterido por su pasado, no se atreve a convocar a una nueva etapa.

La oposición con cabeza no puede ir contra los intereses de la nación, en sentido de la revolución francesa, de la ciudadanía. La gafocracia identifica, igual que sus maestros: hacer oposición para destruir al adversario, aunque con eso boten el agua sucia y al niño. Por eso fracasaron. Quién o quiénes serán él o los candidatos de los grupos opositores, si se escogerán en una partida de dados, de “truco”, primarias o terciarias, hoy tiene sin cuidado a la mayoría. Como es un serio problema para ellos, deberían dirimirlo en privado, discretamente, sin creer que eso interesa a quienes necesitan electricidad, agua, alimentos. Los venezolanos normales deben ganarse la vida y el cambio económico es su verdadero problema. Pero el gobierno debe ayudar.

@CarlosRaulHer

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Luis Manuel Aguana

En mi casa desarrollamos un respeto especial por la fecha 19 de abril, no solo porque fuera la fecha patria que en realidad es, sino porque era el cumpleaños de mi padre. Como profesor de Ciencias Sociales, mi padre estaba muy consustanciado con el significado civil de esa fecha particular para su vida y así se los hacía ver a sus estudiantes cadetes de la Escuela Militar de Venezuela y Efofac (antigua Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación).

Ese significado histórico del 19 de abril apuntaba hacia el desconocimiento civil de una autoridad que los venezolanos de ese entonces consideraron irrita y usurpadora. Lamentablemente, de esos oficiales que fueron alumnos de mi padre, no queda ninguno activo (todos están retirados o fallecidos), y los que existen ahora no tienen la convicción por la formación impartida en su propia Escuela, de que los militares deben estar siempre sometidos al poder y la autoridad civil. El tiempo ha disuelto esa convicción, dejando a los venezolanos a merced de una soldadesca al estilo de la milicia del siglo XIX, sin formación acerca del rol que deben jugar frente a los ciudadanos. De no ser así, no existiera un régimen cuartelario que oprime las libertades y suprime la democracia en Venezuela.

El 19 de abril de 1810 marcó el inicio formal e histórico de la Independencia de Venezuela. No había estudiante de primaria en este país que no conociera la historia de aquel Jueves Santo cuando se reunió el Cabildo de Caracas que desconoció la autoridad del nuevo mandatario español Don Vicente de Emparan, constituyéndose en Junta Suprema de Caracas, hasta la instalación del Primer Congreso Constituyente el 2 de marzo de 1811.

Estos antecedentes nos dan la suficiente justificación para: a) considerar que esta es una fecha profundamente civil y que conmemora la primera vez que la sociedad civil venezolana se impuso sobre un gobernante usurpador; y b) establecer por parte de los ciudadanos un gobierno de transición hasta la convocatoria de un Congreso Constituyente que definiría el destino de la República. Luego la historia hizo el resto.

El significado Constituyente de esta fecha es inequívoco, y aunque forme parte de nuestro calendario histórico, pocas personas lo ven más allá del cuento de aquel gobernante español que dijo una vez “yo tampoco quiero mando” un 19 de abril, a instancias de un cura de apellido Madariaga y a partir de allí Venezuela se declaró independiente, siendo el acontecimiento algo mucho más profundo que eso.

De la misma manera nos ocurre con el planteamiento y la propuesta Constituyente. El carácter simplista con el que generalmente abordamos los temas, hacen que tomemos decisiones de rechazo de buenas a primeras sin esperar a conocer el fondo del asunto. Y mucha de esa responsabilidad tal vez tiene su razón de ser en que no es sencillo comparar planteamientos complejos como este frente a la simplicidad con que se puede entender una elección presidencial o parlamentaria.

En diversas intervenciones y entrevistas a través de las redes sociales he planteado que para poder realizar el proceso Constituyente en esta hora histórica que vive Venezuela, donde se agotaron las opciones –incluyendo la electoral- para que los venezolanos podamos salir de esta crisis, se requiere de urgencia entrar en un proceso de negociación política que incluya a todos los involucrados en la tragedia venezolana: la Comunidad Internacional, la oposición oficial, el régimen, pero sobre todo, una representación calificada de la sociedad civil, esto es, aquellos que somos en última instancia los dolientes principales de esta tragedia. Para eso es un requisito fundamental tener a la Comunidad Internacional, comenzando por los EEUU, trabajando a favor de esta iniciativa, porque son los únicos capaces de sentar al régimen a negociar esta solución. De otra manera, a mi juicio es ilusorio plantear esta solución a los venezolanos.

Algunos han reaccionado de una manera virulenta a propuesta de incluir al régimen en esa negociación, y yo podría darles la razón. Pero si somos realistas tenemos que sentarnos a negociar con los secuestradores para que suelten a los rehenes, que somos todos los venezolanos. Por otro lado, un proceso constituyente, conceptualmente solo tiene sentido si están incluidos todos los venezolanos, sin distingo de parcialidad política. Y eso incluye a quienes aún creen en los que detentan el poder, que son igualmente venezolanos. No puede existir algo como una Constituyente únicamente “de la oposición”, así como tampoco puede existir una Constituyente solamente “del gobierno”.

Aquellos que crean que el país será estable haciendo una constituyente “de la oposición” están montados en una fantasía. Chávez hizo una constituyente solamente “del gobierno” en 1999, dejando explícitamente a la oposición fuera del proceso con unas Bases Comiciales parcializadas. A partir de allí el país nunca fue estable y los sucesos del 11A-2002 fueron la prueba fehaciente de ello. Y aún no existe paz social, sino la paz de los cuarteles y los cementerios, como ocurrió durante la tiranía de Juan Vicente Gómez. Esto sin contar con la otra “del gobierno” realizada por Maduro en julio de 2017, con peores consecuencias.

Y volviendo al requisito, como lo es el apoyo fundamental a esta iniciativa de la Comunidad Internacional –los EEUU-, ha sido algo muy difícil de lograr. Entre otras razones porque aquellos que deberían impulsar ese apoyo están en contra de una constituyente, ya que ellos serían los primeros en ser puestos a juicio y rechazados en el proceso. La oposición oficial nunca dio el visto bueno a la convocatoria del Constituyente, aun cuando tuvo la oportunidad de oro para hacerlo y resolver así la crisis del país. La primera acción de la Asamblea Nacional, electa en diciembre de 2015, no ha debido ser bajar los cuadros de Chávez de las paredes del Parlamento, sino convocar con los 2/3 de sus integrantes a un proceso Constituyente y establecer las reglas para hacerlo (Artículo 348 Constitucional). El régimen inmediatamente les quitó esa posibilidad al removerles la mayoría calificada.

La Comunidad Internacional nunca ha estado debida y eficientemente informada de esta iniciativa. ANCO ha hecho esfuerzos importantes de comunicar a los países acerca de esta posibilidad como una alternativa seria, constitucional, pacífica y electoral. Sin embargo, la oposición ha avanzado mucho en convencer a esa Comunidad Internacional que haciendo unas elecciones con el régimen en el poder se resolverá el problema venezolano y lamentablemente están equivocados. Remover al Poder Ejecutivo con unas elecciones–en el hipotético caso de que eso llegara a suceder- no sustituirá el resto de la institucionalidad corrupta del régimen y profundizará la crisis haciendo ingobernable al país.

Hemos insistido en que no es posible una elección justa, transparente y verificable estando el régimen en control del Poder Electoral, por la designación de Rectores provenientes de un Poder Legislativo ilegítimo. Es por ello que hemos propuesto la discusión de una elección Constituyente negociada con el auxilio de la Comunidad Internacional, como árbitro directo del proceso electoral, en una suerte de Intervención Humanitaria Electoral, con un Tribunal Electoral “ad-hoc” para Venezuela. Esta es una solución donde cabemos todos y podemos negociar como se realizaría entre los cuatro participantes.

Creemos que el 19 de abril de 2022 pueda ser una fecha que ponga de nuevo sobre el tapete de la opinión pública nacional e internacional esta iniciativa al país, en especial si se da el impulso desde el Estado Zulia, un Estado que ha alzado históricamente las banderas de la autonomía y la descentralización política y administrativa, principios fundamentales sobre los que se sustenta la propuesta de cambio constitucional de ANCO, en su proyecto de El Gran Cambio.

Si el país se contagia de esta propuesta, es posible que también pueda atraer a la Comunidad Internacional a que esta es la salida política más ajustada a la realidad de los venezolanos, para vivir en paz y en democracia. Que sea del empuje del Zulia desde donde partan las esperanzas de cambio para este país destruido, no solo es un aval extraordinario para rescatar lo que para Venezuela significó el 19 de abril de 1810, sino un buen augurio para la Refundación de una República que inició su viaje hacia la libertad destituyendo a un usurpador en el Cabildo de Caracas. Abriguemos la esperanza que el Teatro Baralt de Maracaibo se convierta en ese Cabildo en este año 2022, dando inicio al proceso de transformación de Venezuela.

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Ismael Pérez Vigil

Ciertamente, cómo negar que no se están aplicando los controles de cambio y precios; la profusión de “bodegones” llenos de productos importados; que los anaqueles de los supermercados y bodegas estén más abastecidos; que la hiperinflación esté cediendo; que −según dicen− la economía haya crecido un 4% en 2021 y que se espere un crecimiento de 8% en 2022; que el precio del dólar esté más estable; que haya más dólares circulando en la economía; que el precio del petróleo se ha elevado y con ello los ingresos del Estado; que haya perspectivas de aumento de producción petrolera, que ocurra la devolución de bienes expropiados −El Sambil de La Candelaria, como ejemplo más llamativo− a sus legítimos dueños, etc.

Cómo negar, repito, que todos esos favorables indicadores de mejoras estén influyendo positivamente en la percepción y eventualmente en la condición y calidad de vida de los venezolanos y hasta que esté influyendo en que algunos de los que se habían ido del país estén regresando o consideren hacerlo.

Pero todo esto hay que matizarlo, para evitar que nos pretendan mostrar un país más allá de la realidad, una fantasía económica, o tener una especie de “ilusión de armonía”, de la que hablaba el título del famoso libro del IESA de 1988; veamos unos pocos detalles, solo para ilustrar el punto.

Hechos en contexto…

– Los controles de cambio y precios no se han eliminado, se ha pospuesto o aplazado su aplicación, pero pudieran regresar en cualquier momento, como ya ha ocurrido en el pasado.

– No solo los “bodegones”, en todo el país podemos o podremos ver productos importados, pues se han eliminado restricciones e impuestos a las importaciones, incluyendo el IVA, cosa que en sí no es negativa, pero que está mermando recursos al Estado, que “sacrifica” ingresos fiscales −que de todas maneras no tendría por la caída de las importaciones que veníamos sufriendo−; pero, lo grave es que se está dejando sin protección arancelaria a la producción nacional, que tiene que competir en desventaja con productos importados, terminados, y no tiene condiciones adecuadas de financiamiento para importar sus insumos.

– Por otra parte, si bien la escasez ya no es el tormento de años anteriores, pues los anaqueles de supermercados, mercados populares, abastos y bodegas populares están mejor surtidos, pero de productos a precios a los que no tienen acceso muchos venezolanos, cuyos ingresos no han crecido como lo ha hecho esa producción que abastece los anaqueles.

– Ya no tenemos hiperinflación, pero la inflación en 2021 fue por encima del 600%, la más alta del mundo y aunque este año mejore, seguramente terminaremos nuevamente con el dudoso registro de volver a tener la inflación más alta del mundo.

– Por mucho que la economía haya crecido en 2021 y crezca en 2022, se necesitarán varios años para que ese crecimiento nivele al PIB que teníamos a finales del siglo pasado, cuando comenzó este oprobioso régimen; ni siquiera podrá nivelar al PIB del 2013, cuando se inició el régimen madurista.

– Que haya más dólares circulando es un signo positivo; porque entre otras cosas expresa la solidaridad de los venezolanos en el exterior que no olvidan a familiares y amigos; pero, no podemos ocultar los intentos del régimen de “bancarizar” esos recursos sin ofrecer garantías y de intentar apropiarse de una parte de ellos, limitando las operaciones interbancarias en dólares y con un desafortunado y confuso impuesto, difícil de aplicar, como se está demostrando, ruinoso para la economía y las empresas.

– Que se devuelvan a sus legítimos dueños del sector privado algunos activos de los que el gobierno se apropió ilegalmente con la farsa de las “expropiaciones”, no significa ni mucho menos que se restablecen las garantías a la propiedad privada, sino simplemente que el régimen se deshace de activos que arruinó, no supo manejar, ni poner a producir.

– Que estemos en las puertas de una crisis energética mundial y haya un aumento en los precios del petróleo, no significa que el régimen está en capacidad de aprovecharla e incrementar la producción petrolera de una industria que destruyó, como tantas otras.

Los anteriores son solo ejemplos para poner las cosas en contexto; no pretendo hacer una descripción completa ni detallada de la inadecuada o claramente falsa interpretación de las cifras, sería un insulto a la inteligencia de los lectores, que se dan cuenta perfectamente de lo que ocurre; y de todas maneras, seguramente, no lo voy a hacer mejor que connotados especialistas en la materia, que han opinado al respecto y demostrado la falsedad de la imagen que pretende crear el gobierno. Me interesa más evaluar cuales son las estrategias políticas de los distintos sectores del país, con relación a estos hechos −que innegablemente ocurren− y como, con base en ellos, definen sus estrategias políticas

La estrategia del gobierno

El gobierno, con su mirada puesta en las elecciones presidenciales del 2024, prepara el terreno para mantenerse en el poder, que es lo único que le interesa. De manera que, todo lo bueno que pueda ocurrir, lo atribuye a su “política económica” −hasta risiblemente reclama un premio Nobel− y todo lo malo se lo achaca a las sanciones internacionales y a las medidas económicas en contra suya por parte de los EEUU. Aunque el gobierno va disparado hacia el 2024, si ve que las condiciones empeoran, si el camino se le empieza a torcer y deja de ser favorable, ya tenemos la experiencia, es capaz nuevamente de mover la fecha de la elección, aplazarla o adelantarla a placer, según le sea más conveniente.

La estrategia de otros sectores…

En el sector no oficial −pues ya no se puede decir que todo es oposición−, las estrategias son tan variadas como la imaginación puede permitir. Comencemos por el sector que, según algunas encuestas, es uno de los más favorecido por la opinión pública, o el menos rechazado: los empresarios. (Desde luego excluyo de ese grupo a los llamados “bolichicos” o “enchufados”, que no son empresarios sino oportunistas, creciendo a la sombra y respondiendo a los intereses del régimen, aunque representen ciertas oportunidades de negocios para algunos de los “Amos del Valle”)

… de los empresarios

Los verdaderos empresarios, maestros en la sobrevivencia, tras un aciago “Socialismo del Siglo XXI”, que ya tiene varios años arruinando al país, siempre tratarán de aprovechar los resquicios de apertura que se les brindan y también tratarán siempre −como reprochárselos− de colarse por los intersticios que deja la ineficacia del gobierno, que ni siquiera sus propios controles sabe aplicar, y aprovecharán cualquier oportunidad que se presente. Pero mantendrán en sus gremios y asociaciones la posición crítica contra “el cerco” destructivo que se les ha tendido durante 23 años y contra una política económica y social que ha arruinado a la industria y a todo el país.

… otros empresarios

Pero hay también otros empresarios −y sus asesores−, que tratan de aprovechar, un poco más allá, las ventajas que han percibido de esa supuesta “apertura” e innegables condiciones algo más favorables, tratando de mejorar su producción o la inversión y propugnan por autoconvencerse y convencer a otros, que es necesario o posible “estimular” la economía y la inversión más allá de lo que los indicios permiten asegurar. Sin caer en ningún tipo de descalificación o señalamiento personal, tampoco puedo hablar de “normalidad” económica, de “mejoría” para describir lo que está ocurriendo en el país; creo que hacerlo, como expliqué más arriba, es un despropósito, una completa fantasía o deseo que “las cosas pasen” y que no resiste un análisis serio y formal; hacer de unas pocas “mejoras” el basamento de una actitud o posición política que desconozca la realidad de un país arruinado, con su población sumida en la pobreza, sin servicios básicos −agua, electricidad, salud, educación, transporte público, etc. −, es totalmente una ficción. Me parece además una estrategia políticamente equivocada, aunque económicamente pueda tener algún asidero temporal o prever algún resultado, cuya permanencia nadie puede garantizar. De lo que se trata es de buscar un cambio permanente, no meramente cosmético, táctico, que se puede revertir en cualquier momento y sobre el cual el régimen es quien tiene el control. Se puede hacer política sobre utopías, pero no sobre ficciones o deseos de que las fantasías sean realidad.

…sociedad civil y partidos políticos

En el terreno de la sociedad civil y de los partidos políticos, por supuesto siempre hay un sector muy radical, que le niega el agua y la sal a cualquier acción de gobierno, que dice que todo esto no es más que un espejismo, que no se le puede creer nada al régimen −y no les falta razón, por cierto− y que embarcarse en el camino de los empresarios y analistas “positivos”, no solo es un error, sino que profieren toda clase de epítetos y calificativos, donde lo más suave son los señalamientos de “grave traición”. Sin embargo, se ciegan ante una realidad económica evidente y eso probablemente les resta credibilidad con el pueblo.

Una estrategia más correcta

Sin llegar a los extremos de cegarse y tapar con un dedo lo que ocurre, hay que definir una estrategia para explicar y dar respuestas coherentes a lo que está ocurriendo. Se trata, políticamente hablando, de reconocer que todo cambio que traiga alguna mejoría para el pueblo sufriente del país, es positivo y en consecuencia hay que aprovecharlo; pero, al mismo tiempo no creo que se puedan plantear alternativas intermedias y se debe seguir la estrategia firme: que la crisis humanitaria que vivimos solo se resuelve con un cambio político en la conducción del país; las supuestas “mejoras”, se deben aprovechar siempre, pero cuidarse que no sean más que intentos del régimen para reacomodarse, de “ceder”, siempre y cuando no se afecte lo más mínimo la retención del poder, que es la verdadera clave de la miseria en la que estamos sumidos.

En otras palabras, la estrategia debe ser la de explicar claramente como estamos en esa “ilusión de armonía”, de la que hablé al principio; se trata, sí, de que la gente del pueblo aproveche todas las oportunidades que se presentan, por la demagogia del régimen, pero que no crea que el gobierno ha cambiado de rumbo económico y político, por emprender o tolerar unos pocos cambios; lo que corresponde, por tanto, es continuar el proceso de organización para sacar el mejor partido político a los procesos que se presenten, sean de negociación, sean procesos electorales o sea cualquier otra alternativa; demostrar que aún sin marines, sin ejército y sin una fuerza armada, estamos en la disposición de recuperar la democracia.

Politólogo

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

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Alberto Jordán Hernández

Con voz propia

¡Y ya estamos en abril! el mes de la primavera, es una exclamación saludable en la red social. El cuarto mes del año es concebido como de la alegría juvenil, esencia de la primavera.

“Discurso de. Cristóbal Mendoza pronunciado para conmemorar los 150 años del 19 de Abril de 1810, afirmó que la fecha quedó encerrado para las primeras generaciones como transitoria del poder al pueblo por el impedimento temporal de su legítimo dueño. La independencia absoluta fue declarada un año y tres meses después de los sucesos de esa fecha.

Se dio con renuncia de Vicente Emparan Capitán General de Venezuela, se forma la Junta Suprema de Caracas.

Golpe contra Gral Juan Vicente Gómez el 7 de abril 1928 surgió de ideas recogidas en Chile por su principal protagonista, Rafael Alvarado Franco, joven instructor de artillería, nacido en 1898 en Nirgúa, Yaracuy, enviado al Perú a hacer cursos de especialización. El tirano Gómez despachaba desde Maracay.

Los insurrectos tomaron Miraflores y se dirigieron al cuartel San Carlos pero fueron controlados por el general Eleazar López Contreras, (entonces jefe de la guarnición de Caracas). Involucrados fueron detenidos y juzgados bajo tortura. El capitán Alvarado murió en la prisión del castillo de Puerto Cabello, el 12 de diciembre de 1933 y la mayoría de sus compañeros permaneció en la cárcel hasta la muerte de Gómez-

Sublevados subtenientes Rafael Antonio Barrios, Agustín Fernández, Leonardo Leefmans, Faustino Valero; Cadetes: Eleazar López Wolkmar (hijo de López Contreras; Antonio J. Ovalles Olavarría, Benjamín Delgado Leefmans, Armando J. Chávez

También cooperación sargentos, el dentista Rafael Franco hijo; Francisco Betancourt Sosa; el capitán chileno Pedro Dubournais; los trabajadores Aurelio Esparragosa y Julio Naranjo, la Federación de Estudiantes.

Día 12 de Abril 2002 se produce un golpe liderado por el Pedro Carmona Estanga, Presidente de Fedecámaras) contra Hugo Chávez a quien el alto mando militar no apadrinado le exigió la renuncia la cual, por intermedio del Gral Luis Rincón, él aceptó.

Gracias a la no aplicación del Plan Avila, por el Gral Luis Rosendo y su compadre y fiel amigo, Gral Raúl Isaías Baduel fue restituido en el Mando. Con su vida pagó en prisión en la cárcel de terror (El Helicoide).

Un 23 de abril de 1812, Francisco de Miranda es nombrado Dictador Plenipotenciario y Jefe Supremo de los Estados de Venezuela con rango de Generalísimo de los Ejércitos

El 24 de abril 1863 se firma el Tratado de Coche que pone fin a la Guerra Federal de Venezuela (1863). José Leonardo Chirino nació el 25 de abril de 1754 en Curimagua, Falcón. Fue hijo de una indígena libre y de un esclavizado perteneciente a una familia criolla. El líder afrodescendiente dirigió la insurrección en busca del establecimiento de la República y la abolición de la esclavitud.

El 29 de abril 1870 muere Juan Crisóstomo Falcón.

Dicho día de 2019 se produce golpe de Estado, conocido como Operación Libertad contra Nicolás Maduro.

El doctor José Gregorio Hernández, conocido como el médico de los pobres, es beatificado en la capilla del colegio La Salle

Desde TV del régimen el oficialista, Pedro Carreño, acuso irregularidades del TSJ presidida por Maikel Moreno y a Marjorie Calderón, jefa de la Sala de Casación Social, generan “un desastre total”, mientras NM recibía al Fiscal General del CPI, Karim Khan, a quien le corresponde aplicación de la Lesa Humanidad.

Ahora Venezuela vive una grave crisis del agotamiento del chavismo.

Con justificado dolor el abril que trajo a la vida a quien escribe, convirtió en tormentosa la alegría de nuestro mes de primavera.

(IN) Memoria. No hay ladrón que por bien no venga, es un decir, devenido en sentencia. Lo evidencia la famosa anécdota: «Allá va el ladrón !Atrápenlo! !Atrápenlo!», gritan siempre aquellos delincuentes que buscando distraer a sus víctimas acusan a otros.

jordanalberto18@ yahoo.com

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Jesús Elorza

Frente a las agresiones que a diario sufre el sector universitario por parte del régimen, los obreros, empleados, estudiantes y profesores decidieron darle un contenido social de protesta pacífica y democrática a los actos de la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. En tal sentido, sin el ánimo de ofender la tradición cristina, queremos recordar que, el VíaCrucis(en latín: «camino de la cruz») es una de las devociones o prácticas de oración más extendidas entre los cristianos y refiere las diferentes etapas o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. También, se usa comúnmente para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida. Basados en este último principio, los miembros de la Comunidad Universitaria, hicieron un ejercicio de sincretismo, mezclando las etapas recorridas por Jesús en su viacrucis, con las penurias y dificultades por las cuales atraviesa la remuneración laboral en el sector universitario.

Ese vía crucis, que durante 23 años (1999-2022), han sufrido las universidades, se han expresado de distintas maneras en cada una de las 15 estaciones que conforman el calvario y sufrimiento del salario, por parte del régimen, en su camino a la crucifixión:

I.- Estación Normas de Homologación: las violaciones recurrentes a la libertad sindical, a derechos adquiridos y al derecho constitucional a convenir las condiciones de remuneración y trabajo de los profesores universitarios, provocaron el conflicto y fueron la causa del paro nacional de 2013, que se resolvió con un acuerdo suscrito entre FAPUV, AVERU y el Ministerio, en el que se reconoce a la FAPUV como legítima representante de los profesores universitarios; se ratifica la progresividad e intangibilidad de los derechos laborales de los profesores universitarios, y se reconoce la vigencia de los acuerdos federativos (Normas de Homologación) y Actas Convenio Institucionales suscritas entre las universidades y sus asociaciones de profesores. A pesar de la firma de ese acuerdo el gobierno siguió desconociendo los derechos sociales de los universitarios.

II.- Estación Paralelismo Sindical: fueron excluidos de la discusión de la Convención Colectiva, además de FAPUV, las federaciones mayoritarias de empleados, profesionales y obreros, es decir, las 18 asociaciones de profesores de FAPUV, 14 sindicatos de la Federación de Trabajadores Administrativos de la Educación Superior en Venezuela (FETRAESUV), la Federación de Sindicatos Obreros de la Educación Superior en Venezuela (FENASOESV), los Sindicatos No Federados de obreros y la Federación Nacional de Sindicatos Profesionales y Técnicos de las Universidades Nacionales de Venezuela (FENASIPRUV). El Ejecutivo Nacional solo discutió la III y IV CCU con una federación minoritaria, de militancia oficialista llamada federación de trabajadores universitarios de Venezuela (la FTUV) e impuso una convención que profundizó la pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los universitarios.

III.- Estación Salario Mínimo: El régimen se ha reservado la definición unilateral del salario mínimo, en contravención con lo dispuesto en el Artículo 3 del Convenio 26 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre los métodos para la fijación de salarios mínimos, suscrito y ratificado por Venezuela, y los ha fijado en montos irrisorios, en violación del artículo 91 de la CRBV, que establece que el Estado garantizará un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. Demagógicamente hizo un anuncio de establecer el salario mínimo en medio petro para luego desmentirlo.

Con esa tabla salarial impuesta, de manera autocrática, se perdieron los porcentajes de las inter-escalas que se venían aplicando en todas las contrataciones colectivas universitarias. Con los posteriores ajustes del salario mínimo, debido a la hiperinflación, el gobierno ha mantenido esa política que desconoce completamente la contratación colectiva.

IV.- Estación Condiciones de Trabajo: Ahora el régimen se presenta una tabla donde se establece un límite hasta los 23 años de servicios o más, asignando como máximo un 30% del salario normal. En los acuerdos establecidos en la IVCCU, un trabajador con 30 años de servicio debe ganar un 60% de su salario normal, previsto en la convención establecida por ellos mismos el 01 de agosto de 2021 y que se encuentra vigente. Cualquier variación es ilegal y transgresiva de los derechos laborales.

V.- Estación Prima de Profesionalización: El régimen pretende imponer una tabla de 5 niveles de educación formal desde TSU a Doctor, dicha tabla presenta la misma estructura que se refleja en la cláusula 74 de la IV CCU, sin embargo, reducen entre 5 y 20 el porcentaje en los grados de instrucción de cuatro niveles a saber, profesional, especialista, magister y doctor, lo que disminuye el ingreso de los docentes, administrativos y obreros que poseen dicho nivel de formación, constituyendo una arbitrariedad a lo establecido en la mencionada Convención.

VI.- Estación Tabulador: En dichas tablas se pretende imponer un tabulador diferente, incumpliendo lo preceptuado en la cláusula 67 de la IV CCU, ya que no se respetan las interescalas previamente establecidas. El % de interescala para el tabulador del personal obrero pasa de 9 y 10% a 7 y 6%. Administrativos de 10 y 12% en dos grupos, a 3,4, 5 y 7% en 4 grupos. Los docentes que vienen experimentando reducciones fuertes de 22% a 13% en la IVCCU, ahora se les castiga con el 12%.

VII.- Estación Prima de Titularidad: Está prima representa para el profesor titular de máximo escalafón, el 20% de su salario básico. Arbitrariamente quedó eliminada.

VIII.- Estación Prima de Responsabilidad: Esta prima que resultó tan controversial, fue aprobada y acordada, en el seno de la administración oficial, para estimular la mayor participación y compromiso a los cargos de decisiones, operativos, ejecutivos y de administración que comportan, un trabajo adicional que no era evaluado. En la práctica, quienes devengan esta prima son los que no pueden argumentar ninguna falta o ausencia, por lo significativo de su dedicación al trabajo y a la actividad de trabajo de cada día. Esta Prima quedó eliminada y con ello, la perdida de motivación a las responsabilidades adicionales.

IX.- Estación Prima de Actividad universitaria: consagrada en la cláusula 73 de la IV CCU, se reduce en un 50%, ya que de 25% del salario base, se disminuye a 12.5%.

X.- Estación Prima Familiar: la cual se encuentra contemplada en la cláusula 69 de la IV CCU, se reduce en 30% la fórmula de cálculo, ya que pasa de 40% a 10% del ingreso mínimo nacional mensual.

XI.- Estación Prima por hijo: prevista en la cláusula 70 de la IV CCU, se establece un monto fijo, reduciendo el cálculo en 60% del valor determinado. Se proyecta que en lugar de pagar el 17,5% del ingreso mínimo nacional, intentan pagar 9,6% de este.

XII.- Estación Cesta Ticket Socialista: fue establecida en Bs. 45 mensual. Hasta el mes de febrero del presente año se pagó Bs. 49, conformado por Bs.3 de la Cesta ticket socialista y Bs. 46 del Bono de Transporte y Alimentación. Observándose que no hubo aumento, sino disminución en dicho beneficio.

XIII.- Estación Solarización de los Bonos: La incorporación de los bonos que se anunció, en realidad fue una desmejora al ingreso, ya que elimina las bonificaciones (previstas en la IV CCU cláusulas 71 y 72) percibidas por estos conceptos, cuando comparamos los 130 Bs según la tabla recibida para ese nivel y los 74 Bs. que venía percibiendo, solo recibe un incremento de 56 Bs. y no de 123 Bs.

XIV.- Estación Denuncia: Las pretendidas tablas que, arbitrariamente pretende imponer el régimen, eliminan unilateralmente los derechos laborales progresivos de todos los trabajadores, por la alteración de la estructura de las tablas salariales y de la fórmula de cálculo de beneficios socioeconómicos. Lo que menoscaba abiertamente todos los derechos contenidos en actas convenios, contrataciones colectivas, y todos los Acuerdos suscritos en el marco de la Organización Internacional del Trabajo, alcanzados hasta la fecha por los trabajadores. Adicionalmente, afecta de manera directa el marco normativo de Convenios Internacionales con la OIT, la propia CRBV, en su artículo 2, 3, 89, 91, 104, la Ley del Sistema de Cuidados para la Vida, Gaceta Oficial 6.665 del 11 de noviembre de 2021; todo el contenido de acuerdos realizados por el MPPEU y la gobiernera FTUV, así como el propio Decreto 4.653, en su artículo 8, que dispone que las condiciones de trabajo anteriores al Decreto, permanecerán inalterables.

XV.- Estación Rebeldía: El llamado es a toda la comunidad universitaria, a responder en defensa de la Universidad, con acciones unitarias contundentes en la defensa de sus derechos y rechazar de manera firme todos los intentos de los esquiroles internos pagados por el régimen para dividir las luchas laborales y sabotear la unidad de respuesta en defensa por nuestros derechos.

Obreros, empleados, estudiantes y profesores de la comunidad universitaria del país rechazan la pretensión arbitraria e ilegal del régimen gubernamental que, a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, pretende imponer una política laboral violatoria de los Convenios con la OIT, la CRBV, la Ley de Universidades, La Ley del Sistema de Cuidados para la Vida y la IVCCU. La resurrección del cuerpo universitario se manifiesta de manera inequívoca en sus luchas democráticas y libertarias contra las tiranías, dictaduras, arbitrariedades y violadores de los derechos constitucionales.

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Sigmar Gabriel

El mundo se encuentra probablemente al comienzo de una década de inquietud por la paz. Aunque no estamos entrando necesariamente en un periodo de guerra perpetua, debemos estar preparados para más -y más intensos- conflictos comerciales, sanciones económicas y financieras, ciberataques, campañas de desinformación y el uso de la fuerza militar como instrumento de geopolítica. La guerra de Rusia contra Ucrania no es el comienzo de una nueva era, sino la consecuencia de una era que está terminando.

Más allá de su evidente deseo de reconstruir el Imperio Ruso, está claro que el presidente Vladimir Putin no quiere dejar la reorganización del mundo sólo en manos de Estados Unidos y China. Quiere que Rusia (o al menos él mismo) vuelva a ser una gran potencia, con una verdadera influencia en la determinación de los asuntos europeos y euroasiáticos.

Durante más de 30 años, Rusia no ha desempeñado ningún papel significativo en Europa, salvo el de aguafiestas amargados. Cuando se anexionó ilegalmente Crimea en 2014, el país se había hundido en la estimación de muchos europeos a la condición de proveedor de energía cuyas amenazas contra algunos de sus vecinos inmediatos reflejaban debilidad, no fuerza. Y sin embargo, Putin necesita poder influir en el futuro de Europa si quiere tener alguna posibilidad de reconstituir a Rusia como una gran potencia mundial. Eso significa que en su guerra está en juego algo más que la soberanía ucraniana; de hecho, Ucrania es sólo un medio para los fines revanchistas de Putin.

En su búsqueda de influencia geopolítica en el siglo XXI, Putin sigue pensando en categorías del siglo XIX y lucha con medios del siglo XX. Pero la visión de Putin del mundo como un campo de batalla es poco relevante para la confrontación más amplia entre Rusia y la alianza liderada por Estados Unidos. Ese enfrentamiento es entre dos visiones del orden mundial. Por un lado, un sistema basado en normas en el que los Estados se comprometen mutuamente a la inviolabilidad de la integridad territorial y la soberanía; por otro lado, el principio bruto de que la fuerza hace el bien.

Con su ataque a Ucrania, Putin ha roto flagrantemente el principio más básico del orden basado en normas. Si se sale con la suya, habrá establecido un peligroso precedente para el resto del mundo.

EL MAYOR PERDEDOR

A pesar de toda la incertidumbre que ha creado Putin con su desprecio por el derecho internacional, una cosa ya está clara: el gran perdedor es el propio Putin. Con una sola decisión, transformó a Rusia en un paria internacional, destrozando cualquier esperanza que los rusos pudieran tener para el futuro. La mayoría de los Estados miembros de las Naciones Unidas condenaron el ataque de Rusia, y los que se abstuvieron no lo hicieron por lealtad a Putin, sino porque desean permanecer neutrales.

Del mismo modo, en lugar de sembrar divisiones dentro de la OTAN y la Unión Europea, la guerra de Putin unió inmediatamente a ambas en una solidaridad completa y dinámica. La OTAN está aumentando su presencia de tropas en la vecindad inmediata de Rusia, y muchos de sus miembros -sobre todo Alemania- están aumentando sus presupuestos de defensa de forma sustancial. Incluso las neutrales Suecia y Finlandia están considerando ahora unirse a la Alianza.

Además, pocos días después de la invasión, Rusia había sido sometida a algunas de las sanciones económicas y financieras más duras y exhaustivas jamás impuestas a ningún país. Abandonando su postura "favorable a Rusia", Alemania ha asumido un papel destacado en la configuración del nuevo régimen de sanciones. La UE -y sobre todo Alemania- se independizará gradualmente del petróleo y el gas rusos. La señal más clara de este cambio histórico es la decisión de suspender el gasoducto Nord Stream 2, que habría llevado los suministros rusos directamente a Alemania, evitando -y por tanto aislando aún más- a Ucrania y Polonia.

Incluso en términos militares, la invasión ha sido una debacle para Rusia. Las tropas rusas no están siendo recibidas como liberadoras, como prometió Putin (y quizá incluso creyó), ni siquiera por los rusoparlantes de Ucrania, que están resistiendo valientemente a los invasores en las sitiadas Kharkiv, Mariupol, Mykolaiv y otros lugares. En lugar de la rápida victoria que Putin había supuesto, las tropas rusas no han logrado avanzar en muchos frentes. Los errores elementales de logística y la baja moral no han ayudado, pero el factor principal ha sido la astucia de las fuerzas armadas ucranianas para anular parte de la ventaja militar rusa utilizando su conocimiento local del terreno y sus ágiles tácticas de guerrilla.

Lo más importante es que los ucranianos saben por qué luchan. En cambio, Putin parece haber engañado a la mayoría de sus propios militares sobre la naturaleza y los objetivos de su "operación militar especial". Los soldados rusos no pensaban realmente que iban a ir a la guerra contra su vecino cercano; ahora que están allí, no tienen ni idea de por qué están luchando. No hay ningún objetivo discernible más allá de la destrucción gratuita de Ucrania.

Lamentablemente, no se vislumbra un final rápido del conflicto. Incluso si la superioridad militar de Rusia en términos de tamaño de la fuerza y el equipo significa que Rusia termina abrumando las defensas de Ucrania y obliga al gobierno a rendirse, no puede factiblemente ocupar el país. Geográficamente, Ucrania es el segundo país más grande de Europa. Tiene 44 millones de habitantes, la mayoría de los cuales han desarrollado un fuerte sentimiento antirruso tras diez años de esfuerzos del Kremlin por subyugarlos.

Una presencia militar rusa sostenida sería respondida con una guerra de guerrillas sostenida. Y mientras tanto, las sanciones seguirían estrangulando la economía rusa. Especialmente ahora que se ha documentado ampliamente la comisión de crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas, la emancipación gradual de los europeos de su dependencia de la energía rusa no será fácil de revertir. Volver a las condiciones anteriores a la invasión es sencillamente imposible.

LA NUEVA GEOPOLÍTICA

Un error estratégico tan masivo como la decisión de Putin de invadir Ucrania es un acontecimiento raro en los asuntos mundiales. La cuestión ahora es si Putin, sintiéndose acorralado, agravará su error ampliándolo. Aunque la abrumadora superioridad militar de la OTAN hace que actualmente parezca improbable un ataque directo de Rusia contra cualquier miembro de la OTAN, el riesgo de una escalada a medida que el ejército ruso siga sufriendo grandes pérdidas es muy alto. Consideremos el reciente debate sobre el suministro de aviones de combate polacos a Ucrania. Si eso hubiera ocurrido, el Kremlin podría haber interpretado la transferencia de armamento ofensivo como un ataque a Rusia. Los líderes de la OTAN han hecho sabiamente lo que han podido para evitar tales escenarios.

Aun así, los lentos avances de Rusia contra las defensas ucranianas han aumentado la probabilidad de que el conflicto se agrave. Los agresores rusos intensificarán sus ataques aéreos y sus bombardeos indiscriminados, infligiendo graves daños a las ciudades ucranianas, aumentando el número de víctimas civiles e inundando la UE con millones de refugiados. En respuesta a las crecientes atrocidades, Europa se sentirá más presionada para poner fin a todas las importaciones de petróleo y gas ruso, aunque el coste económico de esto será inmenso.

El otro elefante en la habitación es China. Aunque el presidente chino, Xi Jinping, ha descrito ahora la situación en Ucrania como una "guerra" -un rechazo frontal al eufemismo oficial del Kremlin-, el mundo debe seguir asumiendo, por el momento, que China no tomará ninguna medida concreta para ejercer presión sobre Rusia o para garantizar un alto el fuego.

Los llamamientos a la paz procedentes de China siguen siendo meramente retóricos. Ahora que los dirigentes chinos ven todos los acontecimientos mundiales a través de la lente de la competencia con Estados Unidos, las consideraciones estratégicas se imponen a todas las demás, incluso al compromiso declarado de China con la soberanía nacional, la integridad territorial y la no injerencia en los asuntos internos de otros países. Aunque Rusia no es ni históricamente ni en la actualidad un verdadero aliado de China, ambos regímenes se han unido por su oposición al Occidente geopolítico. La cuestión para China, por tanto, es si seguir consintiendo este antagonismo compartido merece el precio económico y diplomático.

Pero, teniendo en cuenta estos riesgos a largo plazo para su propio bienestar y posición global, la actitud de China hacia la guerra en Ucrania podría cambiar. Al fin y al cabo, una interrupción duradera del comercio mundial y unos precios del petróleo superiores a 200 dólares por barril supondrían un gran problema para un régimen cuyo poder se basa en gran medida en su capacidad para ofrecer un crecimiento constante del PIB a sus ciudadanos, especialmente a los cientos de millones que siguen sumidos en la pobreza.

Los líderes políticos europeos y estadounidenses deberían entablar un diálogo más estrecho con China sobre estas cuestiones. Además, deberían dejar de rehuir el reconocimiento de la realidad económica: a saber, que no habrá desvinculación de China. Más bien, la relación de Occidente con China se caracterizará por los inevitables enfrentamientos en torno a los derechos humanos y Taiwán; la competencia en el ámbito de los negocios y la tecnología; y la cooperación en torno a los grandes retos mundiales, como el cambio climático y la garantía de la paz.

Por supuesto, si China interviniera y mediara en las negociaciones que conducen a un alto el fuego entre Rusia y Ucrania, podría presumir de uno de sus mayores éxitos políticos desde la fundación de la República Popular. Pero es poco probable que China asuma el papel de mediador activo a menos que el éxito parezca seguro. Por lo tanto, debemos esperar que el país se mantenga al margen, al menos por ahora.

FUERZA EN LA ADVERSIDAD

Por último, unas palabras sobre Europa: 80 años después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, la historia ha vuelto al continente con fuerza. A pesar de la conmoción inicial que supuso la invasión rusa, Europa se ha mostrado decidida y capaz ante la guerra. Ahora parece claro que la UE saldrá mucho más fortalecida de esta crisis. A pesar de todas las tensiones en el seno de la Unión, la guerra en Ucrania y el desafío más amplio de Putin al orden basado en normas han acercado a los europeos. Incluso las relaciones con Gran Bretaña están mejorando de nuevo.

Al igual que en la lucha contra la pandemia, la UE va a adoptar una segunda iniciativa financiada conjuntamente para ayudar a las economías más débiles de los Estados miembros a capear el temporal. Los gobiernos de la UE también se están uniendo en la cuestión crítica de una política de defensa común. Incluso parece improbable que la repentina y fuerte afluencia de refugiados divida a los europeos como lo hizo en 2015.

Todo esto demuestra que las democracias no están indefensas ante los desafíos autocráticos. Si confían en su propia fuerza y abrazan su diversidad, estarán bien posicionadas no solo para sobrevivir a la próxima década sin paz, sino para salir fortalecidas. Las democracias occidentales ya han tenido éxito en estas luchas. Pueden, y deben, volver a hacerlo.

Traducido mediante Deep-L

1 de abril 2022

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/onpoint/europe-preparing-for-new-era-o...

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Redacción Caracas

En las últimas semanas se ha podido conocer que varios representantes de fondos de Estados Unidos y Europa, básicamente de España, han estado en Caracas para llevar a cabo algunas reuniones y ver in situ las posibilidades de una reestructuración de la deuda en caso de que Venezuela llegue a algún acuerdo en el mediano plazo con Estados Unidos, afirma el semanario Exclusivas Económicas.

Auriga, un fondo español, y Greylock, un fondo estadounidense, son los que más han sonado en las últimas semanas ante la mirada de asombro de algunos analistas que pensaban que esto era imposible debido a las sanciones. En el caso de los estadounidenses, estos se han cuidado de no reunirse directamente con funcionarios de la administración de Nicolás Maduro, aunque hay versiones que señalan que sí ha habido acercamientos con autorización del Departamento del Tesoro, agrega la publicación.

El interés por conocer la viabilidad de una potencial acuerdo ha despertado el interés de algunos fondos. En el caso de de Auriga, por ser español, no requiere de permisos y se pudo conocer que ha estado activo en la adquisición de deuda de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de la República, de acuerdo con el semanario.

Un analista consultado sobre la visita de representantes de estos fondos, que prefirió hablar con Exclusivas Económicas off the record, aseveró que cada default es muy particular y ninguno presenta situaciones iguales.

En el caso de Venezuela y de Pdvsa los precios de la cotización de los bonos se mueven empujados por las expectativas y, ejemplo de ello, han sido en el pasado los casos de cesación de pagos de la deuda de países de América Latina como Argentina, Perú y Ecuador.

«Sabemos que los bonistas no cobrarán en el mediano ni largo plazo, pero la posibilidad de que se otorguen licencias en las transacciones y en la producción y exportación de petróleo abre el interés de los fondos que tienen posiciones altas. De allí que deciden comprar a estos niveles de precio para promediar. Asimismo, hay fondos que compran a centavos y esperan sentarse con el Estado para buscar un beneficio en el futuro», dijo la fuente.

Indicó que los títulos de Pdvsa han llegado a cotizar en 4 centavos y los soberanos en 6. “En ese precio ya están descontadas todas las malas noticias. Entonces, a partir de allí cualquier mensaje positivo puede hacer saltar esos bonos entre 200% y 300%”.

4 de abril 2022

Hispanopost

https://hispanopost.com/representantes-de-fondos-estadounidenses-y-europ...

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