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Opinión

Ignacio Avalos Gutiérrez

El Día Internacional del Trabajador se celebra en homenaje al grupo de sindicalistas anarquistas, los "mártires de Chicago", que fueron ejecutados en 1886 por encabezar un reclamo exigiendo la reducción de la jornada laboral a 8 horas, cuando lo normal en ese entonces era trabajar entre 12 y 16 horas.

En Venezuela la conmemoración transcurrió entre discursos oficiales hiperbólicos, un aumento irrisorio del salario mínimo y con algunas protestas frente a una situación que no es menester describir, pues todos los venezolanos la viven. En efecto, nadie ignora que la nuestra es una economía “capitalista de bodegones” (no sé si exista tal concepto entre los académicos), que funciona gracias a las importaciones, que ha acentuado exponencialmente la desigualdad social y cuya moneda de curso legal es el dólar (¡¡). Estas breves líneas las redacto con el único objetivo de reiterar una realidad que no es bueno que se nos vuelva paisaje.

Así las cosas, este primero de mayo preferí reflexionar sobre el Robot, tema que, siendo distinto, es evidente que viene al caso en esta oportunidad

Mano de obra digital

“Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, es una frase con la que, según cuentan, se inició la historia de nuestra especie. Expresado de manera muy gruesa, la evolución humana ha estado en buena medida determinada por el propósito de “aliviar la carga” que supone la necesidad de trabajar y, a la vez, por el rechazo de los artefactos y máquinas que, si bien la volvían menos pesada, elevaban, al menos temporalmente, las tasas de desempleo.

En términos generales los diccionarios indican que un Robot es una máquina automática programable capaz de realizar determinadas operaciones de manera autónoma y sustituir a los seres humanos en algunas tareas, en especial las pesadas, repetitivas o peligrosas y puede estar dotada de sensores, que le permiten adaptarse a nuevas situaciones.

Se deduce, por tanto, que la robotización cambia la naturaleza del trabajo, así como las reglas que pautan el mercado laboral, estableciendo la necesidad del desarrollo de nuevos conocimientos y habilidades mediante modificaciones a fondo en el sistema educativo, que, por cierto, adicionalmente deben incluir una preparación en función de la reinterpretación del ocio.

En este sentido cabe recordar que hace casi dos siglos Keynes pronosticó que la jornada laboral no se extendería más allá de las 15 horas semanales a partir del año 2030. Hoy en día Suecia la ha reducido a 6 horas y en otros países ocurre también, a su manera, una disminución de la jornada laboral, en buena parte consecuencia de la robotización. En suma, el uso del tiempo libre pasa a ser un asunto nada menor en la sociedad actual.

Sobre la mesa se encuentra, entonces, una discusión que se desenvuelve dentro del contexto de una sociedad que acelera su proceso de digitalización. Se colocan allí temas tales como la creación de puestos de trabajo que no están cubiertos por la legislación laboral existente (que podría implicar una nueva versión de la informalidad); la caracterización del vínculo entre humanos y robots (que trabajen juntos en vez de convertirse en meros sustitutos del otro); el respeto de los derechos sociales y laborales; el peligro de la vigilancia “altamente intrusiva” sobre los trabajadores, en fin.

A todo lo anterior se suma, desde luego, la cuestión del desempleo, puesta de manifiesto en numerosos estudios que, más allá de no coincidir exactamente en las cifras, determinan que el impacto será enorme, variando de país a país. Los cambios tecnológicos ocurren dentro del marco de un proceso de “destrucción creativa”, concepto popularizado en la primera mitad del siglo pasado por el intelectual austríaco Joseph Shumpeter con el objeto de retratar, a partir de ellos, la confrontación entre lo nuevo y lo viejo, advirtiendo que las transformaciones, a la vez que asoman espacios distintos y oportunidades inéditas, provocan reacomodos y desacomodos significativos en cada sociedad, cuyos beneficios y pérdidas se reparten de manera asimétrica entre los diferentes países, sectores y grupos sociales.

La Roboética

Desde hace cierto tiempo, en diversos organismos internacionales, gobiernos, universidades, etcétera, se vienen adelantando iniciativas orientadas por el propósito de elaborar un marco ético referente al “diseño, producción y uso de los robots”. No se habla de una ética para las máquinas, visto que se estima que los robots no tienen valores ni consciencia, más allá de lo que se les programa.

Sin embargo, con respecto a esta última consideración, algunos científicos advierten que el problema radica en no disponer todavía de algoritmos capaces de introducir en la máquina esos valores, tarea que ya figura en el cronograma de los investigadores y seguramente también en la agenda de los miran las cosas desde el ángulo de la ética.

Iremos viendo, entonces, según cuál diseño continuará desplegándose la robotización.

El Nacional, miércoles 5 de mayo de 2021

 3 min


Acceso a la Justicia

Tras más de tres lustros pendiendo como una espada de Damocles sobre las cabezas de las organizaciones no gubernamentales (ONG), el proyecto de Ley de Cooperación Internacional parece hoy ser una amenaza más real que nunca para la sociedad civil venezolana. ¿La razón? El pasado 15 de abril, la Comisión de Política Exterior, Soberanía e Integración de la Asamblea Nacional oficialista aprobó el proyecto que limitaría el financiamiento internacional a las agrupaciones civiles.

El proyecto presentado tiene el mismo texto que el de 2005. En ese entonces dicha iniciativa fue frenada por el peligro que significaba para la actividad de defensa de los derechos humanos y la autonomía de las ONG. No obstante, el Gobierno de Nicolás Maduro desempolva el tema en medio de una arremetida contra la sociedad civil que ha incluido allanamientos y detenciones de activistas, así como la orden de vigilar las operaciones financieras realizadas por las organizaciones civiles; además precisamente, cuando el país aún trata de digerir la decisión de ordenarles a todas las agrupaciones caritativas, humanitarias y de asistencia en derechos humanos que entreguen, entre otros, información sobre sus financistas y beneficiarios a la Oficina Nacional contra la Delincuencia Organizada y el Financiamiento del Terrorismo.

Ante este panorama, Acceso a la Justicia considera oportuno alertar en qué consiste el proyecto de Ley de Cooperación Internacional a través de siete preguntas.

1. ¿Cuál es el propósito del Gobierno con esta propuesta legislativa?

Busca controlar las fuentes de financiamiento que reciben las ONG desde el exterior, con el posible ánimo de obstaculizar y neutralizar los programas, proyectos, acciones de cooperación técnica y científica, asistencia internacional y demás actividades que realizan estas entidades asociativas en Venezuela.

Por medio de este proyecto de ley, el Gobierno de Nicolás Maduro no solo controlaría la cooperación extranjera en el país, sino que también le serviría de herramienta para inmiscuirse en la administración de los recursos que desde el exterior obtienen las ONG. Ello configura una grave vulneración a la autonomía privada de estas asociaciones, especialmente las que denuncian violaciones de derechos humanos y las que dan asistencia humanitaria, que requieren de autonomía del Gobierno para poder hacer su trabajo según los mandatos internacionales en la materia y su propia razón de ser.

2. ¿Cómo pretende el Gobierno llevar a cabo la intervención contra las ONG?

De acuerdo con el proyecto de ley, las ONG estarían obligadas a inscribirse en un registro especial denominado Sistema Integrado de Registro de Organizaciones No Gubernamentales, adscrito a un órgano creado por el presidente de la República. Solo las ONG inscritas serían las reconocidas como legales por el Gobierno nacional y, en consecuencia, podrían recibir los aportes desde el extranjero en los términos que autorice el Ejecutivo nacional.

Las ONG que no se inscriban quedarían al margen de la ley y estarían vetadas para recibir recursos financieros o materiales del exterior, en consecuencia, correrían el riesgo de desaparecer por la falta de recursos para funcionar, lo que representa una medida violatoria de su libertad de asociación. Al respecto, es importante destacar que en 2015 Rusia aprobó una normativa similar en la que permitía al Gobierno de Vladimir Putin declarar «indeseables»a las ONG extranjeras, a fin de prohibir su funcionamiento en el país ruso.

3. ¿Qué requisitos deberán cumplir las ONG para inscribirse en el registro especial?

La propuesta remite a un reglamento que establecerá los requisitos que deben cumplir y los documentos que deben consignar las ONG (nacionales y extranjeras). Esto no genera ninguna seguridad ni certeza jurídica, dado que confiere al Poder Ejecutivo la potestad discrecional de requerir arbitrariamente un listado de requisitos con el fin dificultar a las ONG su inscripción.

4. ¿Qué diferencia existe entre el Registro Unificado de Sujetos Obligados, creado en la providencia 001-2021 de la Oficina contra Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, y el Sistema Integrado de Registro de Organizaciones No Gubernamentales?

Aunque ya circula una providencia que la modifica parcialmente, esta, al igual que la anterior obliga a las ONG a registrarse ante la Oficina Nacional de Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo. Lo único que cambia en la providencia que circula es que no prevé la entrega de información sobre la lista de beneficiarios ni se remite a las sanciones de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.

Por su parte, el registro previsto en el proyecto de Ley de Cooperación Internacional, pretende establecer una plataforma jurídica a fin de asfixiar a las ONG, impidiendo que estas reciban financiamiento de donantes extranjeros, ya que estos no pueden pasar los fondos destinados a ellas al Gobierno según las regulaciones internacionales, lo que entonces acarreará la imposibilidad de financiarlas.

En cualquier caso, ambas medidas gubernamentales son formas de hostigamiento con el propósito de neutralizar la labor de la sociedad civil organizada y, sobre todo, impedir que siga ejerciendo su labor de denunciar y defender los derechos humanos ante un Gobierno autoritario.

5. ¿Estas iniciativas afectan algún derecho fundamental o algún tratado?

Sí. De hecho, representa una grave violación del derecho a la libertad de asociación, contemplada en el artículo 52 constitucional cuyo texto establece que «toda persona tiene el derecho de asociarse con fines lícitos». Y, justamente, la posibilidad de que las ONG accedan o reciban fondos para funcionar es parte del derecho a la libertad de asociación.

La iniciativa también vulnera normas internacionales, pues la libertad de asociación es un derecho reconocido en tratados internacionales. Está consagrado en el artículo 22 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; en ese sentido cabe traer a colación la Comunicación n.º 1274/2004, del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en la que señala que:

«el derecho a la libertad de asociación no sólo guarda relación con el derecho a constituir asociaciones, sino que también garantiza el derecho de las asociaciones a la libertad de realizar sus actividades estatutarias. La protección que ofrece el artículo 22 se extiende a todas las actividades de las asociaciones».

Entre lo citado se incluiría la financiación de las entidades asociativas, como las ONG.

La Declaración sobre la Eliminación de Todas las Formas de Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión o las Convicciones, aprobada en 1981 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, también contiene de manera expresa el derecho de acceso a la financiación, al establecer que «el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de convicciones comprenderá, en particular (…) la [libertad] de solicitar y recibir contribuciones voluntarias financieras y de otro tipo de particulares e instituciones» (artículo 6.f).

Por su parte, el artículo 13 de la Declaración de Defensores de Derechos Humanos de la ONU de 1998 señala que «Toda persona tiene el derecho, individual o colectivamente, a solicitar, recibir y utilizar recursos con el objeto expreso de promover y proteger, por medios pacíficos, los derechos humanos y las libertades fundamental».

Finalmente, el artículo 16 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos también reconoce el derecho a la asociación y dispone que el:

«ejercicio de este derecho solo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, seguridad pública o el orden público o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los otros».

Es importante señalar que este derecho no solo implica la autonomía o libertad de las personas de conformar, en este caso, una ONG, sino también el de fijar y procurar sus fines, escoger su estructura interna, programas y actividades, así como los medios para alcanzarlos, lo que necesariamente comprende el acceso a la obtención de fondos nacionales e internacionales. Así, la propuesta legislativa propuesta está lejos de responder al principio de autonomía de las entidades asociativas establecido en la Constitución.

6. ¿Qué ha dicho la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre los casos en los que los Estados han pretendido obstaculizar la financiación extranjera de la sociedad civil organizada?

La Corte IDH ha señalado que el ejercicio de la libertad de asociación implica el derecho a poner en marcha su estructura interna, actividades y programa de acción, sin intervención de las autoridades públicas que limite o entorpezca el ejercicio del respectivo derecho (caso Baena Ricardo y otros vs. Panamá, sentencia 2 de febrero de 2001, Serie C n.° 72).

Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también se ha pronunciado en varios casos sobre las restricciones a la financiación extranjera de las ONG por parte de entes gubernamentales. En el Segundo Informe sobre la situación de las defensoras y los defensores de los derechos humanos en las Américas, de diciembre de 2011, el organismo advirtió que:

«como parte de la libertad de asociación, los Estados deben promover y facilitar el acceso de las organizaciones de derechos humanos a fondos de cooperación financieros tanto nacionales como extranjeros, así como abstenerse de restringir sus medios de financiación. Bajo esta lógica, los organismos que se creen con el fin de coordinar o dar seguimiento a nivel estatal de la recepción y manejo de recursos deben estar orientados a promover y no a restringir las posibilidades de financiamiento de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos».

Como si lo anterior fuera poco, en el mismo informe la CIDH también señaló que:

«las agencias gubernamentales que canalicen los recursos de cooperación sólo pueden definir las áreas de ejecución de dichos recursos cuando se trate de cooperación gubernamental y de recursos internacionales que haya gestionado el Estado, y no así, cuando los recursos de cooperación internacional hayan sido gestionados por las propias organizaciones de la sociedad civil».

7. ¿Qué han dicho las organizaciones internacionales sobre el proyecto de Ley de Cooperación Internacional?

La iniciativa del Gobierno de Maduro no ha pasado desapercibida para las instancias internacionales de protección de derechos humanos. Así, la CIDH en su momento expresó preocupación por la misma, por considerar que podría «generar obstáculos a la conformación, independencia y funcionamiento de las organizaciones no gubernamentales» y por ello solicitó a las autoridades reconsiderarla.

El texto también fue mencionado con preocupación en los dos exámenes periódicos universales de Derechos Humanos a los que se ha sometido el país en Naciones Unidas.

La Comisión Andina de Juristas y casi la totalidad de las organizaciones de Derechos Humanos más respetadas del mundo también expresaron sus objeciones.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

Todo lo anterior nos muestra que al Gobierno de Nicolás Maduro poco le interesa promover la libertad de asociación. Su política es la de dictar medidas cada vez más restrictivas que impidan el ejercicio de esa libertad, una pieza clave en un Estado social de derecho y justicia, sobre todo si se trata de organizaciones defensoras de los derechos humanos en el país y proveedoras de asistencia humanitaria.

Esto además afectará los programas, proyectos sociales y actividades humanitarias que llevan a cabo las ONG, además de que apagará la voz que denuncia la violación de los derechos humanos en el país ante la comunidad internacional.

6 de mayo 2021

https://accesoalajusticia.org/siete-preguntas-sobre-proyecto-ley-de-coop...

 8 min


Camila Osorio

Hay poemas que siempre se quedarán en la imaginación, y hay otros que se escaparan de ella. Son dos lecciones que el poeta chileno Raúl Zurita tiene muy claro. En los años setenta, Zurita (Santiago, 71 años) aún era un desconocido en el mundo de las letras internacionales, sobrevivía a la dictadura de Pinochet y vivía con un sueño irrealizable: plasmar sus versos en el cielo. Pero el sueño se materializó en 1982, cuando un grupo de cinco aviones plasmaron en el cielo azul de Nueva York algunos de sus versos. “Mi dios es hambre / Mi dios es nieve”, empezaba el poema celeste. “Mi dios es no”, agrega.

Zurita, premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana el año pasado, acaba de vivir la experiencia contraria: un poema que iba a escapar de su cabeza se quedó guardado en su imaginación. El viernes 30 de abril el chileno iba a plasmar nuevos versos en el cielo nocturno de Ciudad de México, con la ayuda de una decena de drones, pero el evento tuvo que cancelarse por un problema de permisos. Zurita es un poeta performer, el que ha plasmado sus versos en el desierto del Atacama en los años más difíciles de la dictadura (“Ni pena ni miedo”), o el que los grita en un concierto de rock hace tres años (”Canto a su amor desaparecido”). Zurita conversa con EL PAÍS sobre su nuevo poema que trata la muerte de dios, un réquiem que sus lectores solo podrán imaginar en el amplio cielo de México. Dios ha muerto, solo, y nadie pudo ir al entierro.

Pregunta. ¿En qué consistía el proyecto de ilustrar un poema en el cielo de México?

R. Fue una invitación que me hicieron de la UNAM para la gran Fiesta del Libro y de la Rosa. Teníamos una idea genial, de hacer poemas en el cielo, pero de noche. A mí me fascinó la idea, me conmovió mucho, por el momento humano que estamos pasando. Yo en esa noche, en la ciudad más poblada y más grande del mundo, me imaginé estos poemas como una especie de llanto, casi una letanía por esta especie de abandono. No soy especialmente religioso, y quería hablar de una ausencia radical de dios. Este profundo desamparo al que estamos sometidos nosotros, cada uno, en el que la muerte es una muerte sin ilusión, la muerte de covid. Una muerte que te toma solo, te mueres solo, te mueres sin nadie, sin un ser querido, nada. Creo que la muerte puede ser una ilusión, porque todo el mundo se imagina cómo le gustaría morir en un momento dado. Pero esta muerte silenciosa, solitaria, es una imagen bastante desoladora, tremenda. Están las personas que están atendiéndote en el Hospital, pero independiente de eso, no es tu madre, no es tu hermana, no es tu hijo, no es tu mujer, no es tu marido, no es tu abuela. Estás solo. Entonces, cuando se hablaba de enterrar a dios o de la muerte de dios, creo que nunca se ha sentido más presente que ahora. Ahora no hay nada.

P. ¿Podría compartir los versos para esa noche?

R.

Mi dios no despierta,

Mi dios no quiere,

Mi dios no siente,

Mi dios no sangra,

Mi dios no viene,

Mi dios no es.

P. ¿Por qué ha dicho que estos versos son una respuesta al poema que proyectó en Nueva York hace unos años?

R. Hace 40 años mi poema en el cielo de Nueva York decía “Mi dios es hambre/ Mi dios es nieve/ Mi dios es pampa”. Pero esto es como una respuesta: no es, no es más, no está, no viene. La humanidad está en un abandono casi metafísico. Solamente nos tenemos a nosotros mismos. Todos estos esfuerzos increíbles de la ciencia, se dice que la ciencia es un milagro, pero no hay milagro. Somos nosotros, somos humanidad en este pequeño punto perdido en el universo en una incerteza total respecto a muchas vidas. En ese momento en Nueva York estaba la ilusión de que existía dios. Pero en estos 40 años también pasaron cosas tremendas, estamos viviendo en un planeta que lo hemos hecho pedazos, hemos hecho pedazos los bosques nativos, hemos hecho pedazos el medio ambiente. Entonces esto es una imagen nocturna, una noche muy profunda, es la noche nuestra. Nuestra noche interior, por así decirlo. Por eso lo veo como un lamento, un llanto, un réquiem.

P. Es un poema bastante desolador.

R. Sí, es un llanto de desesperanza. La muerte de dios es un tema que se arrastra en todo el siglo XIX, pero se veía venir desde hace mucho antes, antes incluso de Nietzsche. Pero ahora tenemos una evidencia tan impresionante y eso es lo que a mí me conmueve, de que efectivamente no hay Dios. Para el más ateo de los ateos, no hay Dios. Pero para el más creyente, tampoco hay Dios.

P. Aunque no ha acabado la pandemia, se ha dicho que nos urge tener un duelo colectivo por lo que ha pasado este año. ¿Tiene la poesía esa capacidad?

R. Así lo veía yo. Los grandes poemas son un espacio para eso: son un espacio de llanto, de reflexión, pero también de recogimiento colectivo, entre lo que nos ha sucedido y nos está sucediendo. Creo que la poesía es lo único, y el último, y el gran vehículo que siempre ha expresado esas cosas. Antes que la religión está la poesía como acto de libertad, en el que lloras o ríes, en el que te abrazas con otro ser humano. En ese abrazo está contenida toda la maravilla de este mundo.

P. En una entrevista de hace varios años, usted decía que el apocalipsis no era el fin de la humanidad, sino que el fin de la humanidad estaba en la muerte de un solo hombre. ¿Cómo evolucionó esa reflexión ante tantas muertes durante la pandemia?

R. En ese momento yo me refería sobre todo a la gente que torturaron y que mataron en Argentina, en Chile, en Uruguay. Cuando un ser humano está siendo torturado, para él el apocalipsis no es algo que vendrá, sino que está en el apocalipsis. Ahora cada ser humano se está muriendo solo, y si no lo puedo acompañar, este es el apocalipsis también, este mismo, sucede en este instante. No esperemos el fin de los tiempos, porque está sucediendo en cada ser que muere solo. Pero yo creo que debemos pensar en el fin para aprovechar estos segundos, esta existencia que tenemos, este resplandor con el que llegamos al mundo, para ser un poco mejores, para ser un poco más solidarios, para tener un poco más de amor y de compasión. El apocalipsis está acá, en el presente, este es el fin de los tiempos. Cada ser humano que sufre, que está en un hospital con ventiladores, para ese ser humano el apocalipsis está ahí, en ese minuto. Yo creo que la muerte es un hecho absoluto, pero hay formas de morir y formas de morir. Esta forma de morir es la forma más triste que uno puede concebir.

P. ¿Por qué usar de nuevo el cielo como hoja de papel cuando eso es tan efímero?

R. Hay un verso bíblico, en el Apocalipsis, que dice ‘vuestros nombres están escritos en el cielo’. Estamos todos escritos, con nuestros nombres, en el cielo. Ese verso me impresionó mucho, porque somos algo que se enciende un segundo, que lo ven, y que se apaga. Casi como un llamado, casi como un pestañeo. No se puede ser más que eso. Pero también es como un aviso, como una luz roja que se enciende y que significa el sueño de un ser humano, que es igual a todos los seres humanos. Creí que era bello ocupar el cielo como página.

P. Chile ha vivido emociones muy fuertes en los últimos dos años: desde el estallido social, al confinamiento muy estricto, a la emoción de las vacunas rápidas, al terrorífico nuevo pico de contagios. ¿Cómo ha interpretado este momento en la historia de Chile?

R. Lo veo como un momento esperanzador en lo político, pero extremadamente duro. Porque hace 40 años se nos dijo que esto era la fiesta, que el neoliberalismo solucionaba todos los problemas, que con la eficiencia bastaba. Pero en Chile, y no solo en Chile, sino en todas las sociedades latinoamericanas, ha habido tanta crueldad, tanto engaño. Todo eso explotó y ahora hablamos de dignidad. Y eso, la palabra “dignidad”, la que pide “mírame como un ser humano, mírame como lo que soy”, ha sido pisoteada de la forma más impresionante. A los seres invisibilizados los tapamos con edificios de 50 pisos. No era bonito, no estaba bien con un país que había salido de una dictadura y debía ser pujante, optimista. Pero no se le puede quitar tanto a la gente. Las personas salieron a la calle, y las personas están dispuestas a salir de nuevo.

P. ¿Algún otro performance nuevo en el que esté trabajando durante la pandemia?

R. Hay un proyecto que he estado trabajando durante muchos años, que íbamos a hacer este año, en los acantilados. La costa norte de Chile es una costa impresionante, son abismos que caen 1.000 metros hacia abajo, y la idea son 22 versos proyectados sobre esos acantilados. Se va a hacer de noche, con proyecciones de luz, pero creo que ya no será este año, por la pandemia. Ojalá que lo alcance a hacer, ojalá que la vida me alcance a dar eso. Terminará con una frase muy triste. Estos son algunos de esos versos:

Verás un mar de piedras,

Verás margaritas en el mar,

Verás un Dios de hambre,

Verás el hambre,

Verás un país de sed,

Verás no ver,

Y llorarás.

5 de mayo 2021

El País

https://elpais.com/mexico/2021-05-06/raul-zurita-la-humanidad-esta-en-un...

 7 min


BBC Mundo

La situación política en Venezuela parece estar despertando de un largo letargo.

La designación este martes de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) integrado de forma más equilibrada por representantes del oficialismo y por dos personalidades de una parte de la oposición podría servir de punto de partida para la realización, por primera vez desde 2015, de comicios que sean reconocidos por la comunidad internacional y en los que participen las distintas fuerzas políticas que hacen vida en el país sudamericano.

Aunque de momento se trata de rendija más bien pequeña ya que el nombramiento cuenta con el rechazo de Juan Guaidó, líder opositor reconocido como presidente interino por gran parte de la comunidad internacional.

Aunque se trata solamente de un primer paso en un largo camino, los nombramientos de este martes se suman a otros eventos ocurridos durante las últimas semanas que parecen apuntar hacia una reactivación de la agenda política después de un 2020 en el que, aunque hubo unas controvertidas elecciones parlamentarias, la situación política permaneció inmóvil.

BBC Mundo te cuenta cinco hechos que apuntan a posibles cambios en el panorama político de Venezuela.

1. Un nuevo órgano electoral

El CNE ha sido una pieza fundamental en la crisis política en Venezuela desde al menos 2016, cuando fue abortado el proceso para realizar un referendo revocatorio en contra de Nicolás Maduro, tras denuncias de un presunto fraude en la recolección de firmas en cinco estados del país.

Mientras el oficialismo alegó que se había impedido la consumación de una convocatoria fraudulenta, la oposición acusó al chavismo de usar los tribunales para evitar la revocatoria de Maduro, quien aparecía en clara desventaja en las encuestas.

Luego hubo los comicios para la Asamblea Nacional Constituyente (2017), una elección presidencial (2018) y una elección de la Asamblea Nacional (2020), procesos en los que no participó la mayoría de las fuerzas de oposición y que no fueron reconocidos por gran parte de la comunidad internacional.

Tras las elecciones legislativas de 2020, la Unión Europea emitió un comunicado señalando que no iba a reconocer los resultados, señalando que esa votación se produjo sin un pacto nacional sobre las condiciones electorales, sin que se respetaran los criterios internacionales mínimos de un proceso digno de crédito y sin que hubiera una movilización del electorado.

Aunque la directiva del nuevo CNE fue designada este martes por esa misma Asamblea Nacional electa en 2020, los nombramientos son fruto de un proceso de negociación con sectores de la sociedad civil y una parte de la oposición, e incluyen a dos figuras con un perfil contrario al oficialismo: Roberto Picón y Enrique Márquez.

Picón es un experto electoral que fue asesor de la opositora y desaparecida Mesa de Unidad Democrática y que estuvo preso durante unos meses en 2017 acusado por el gobierno de traición a la patria, rebelión militar y sustracción de equipo militar.

Enrique Márquez fue vicepresidente de la Asamblea Nacional de mayoría opositora electa en 2015 y es exdirigente de Un Nuevo Tiempo, partido del que fue expulsado en 2018 tras haber apoyado los comicios presidenciales de ese año pese a que la mayoría de la oposición consideraba que no había condiciones para unas elecciones libres.

Esos nombramientos dejan al oficialismo con una mayoría de tres rectores (Tania D'Amelio, Pedro Calzadilla y Alexis Corredor), pero podrían abrir una rendija para contar con un órgano electoral reconocido tanto por el gobierno como por la oposición.

La tarea, sin embargo, no será fácil pues arranca con el rechazo de los sectores de la oposición que respaldan al líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y varias decenas de países.

El sector de Guaidó argumenta que la Asamblea Nacional de mayoría chavista, cuya elección no reconoce, no está facultada para nombrar a un nuevo CNE.

En Twitter, Guaidó consideró que "las consecuencias de querer imponer un árbitro electoral serán las mismas que en 2018 y 2020: arrastrar a Venezuela a un desastre mayor".

Los rectores del CNE son escogidos para un periodo de siete años y, de acuerdo con el calendario electoral, este año tendrían la tarea de organizar elecciones regionales y municipales.

2. La mesa de la pandemia

Pese a la reacción de Guaidó a los nombramientos del CNE, la pandemia del coronavirus parece haber abierto un terreno de posible encuentro entre el gobierno de Maduro y la sección de la oposición que lidera.

La necesidad de hacer frente al coronavirus logró sentar al oficialismo y a la oposición en una misma mesa.

Ante la emergencia sanitaria, el año pasado se creó una mesa técnica con la participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la que, además del gobierno de Maduro, estaban representados otros sectores del país, incluida la oposición.

Como parte de ese proceso se comenzó a gestionar un plan para la adquisición de vacunas contra el covid-19 a través del mecanismo internacional Covax (Fondo de Acceso Global para Vacunas covid-19), que serían costeadas -al menos parcialmente- con los fondos de Venezuela congelados por el gobierno de Estados Unidos y puestos a la disposición de Guaidó.

El 13 de abril, al anunciar el pago inicial para la adquisición de un primer lote de vacunas, el presidente de la Asamblea Nacional oficialista, Jorge Rodríguez, dejó ver que contaban con el uso de esos recursos a disposición de Guaidó para hacer la compra.

"El presidente Maduro canceló la mitad de esos US$119 millones que se necesitaban para el mecanismo. Si por parte de los recursos secuestrados se aporta más dinero, bueno, será el dinero para comprarse a través de la OPS y la OMS las vacunas que se necesiten", dijo Rodríguez.

El gobierno anunció que había pagado US$64 millones como inicial para adquirir vacunas suficientes para atender al 20% de la población. Se esperaba entonces que el resto de recursos procedería de los fondos que serían descongelados por Estados Unidos a petición de Guaidó.

Sin embargo, pocos días más tarde, Maduro afirmó que había pagado la parte restante de la factura.

El anuncio inesperado causó sorpresa, pero no parece haber puesto fin a la participación de la oposición en el financiamiento de las vacunas, pues pocos días después Guaidó aprobó el uso de US$100 millones de los fondos congelados en Estados Unidos para la adquisición de vacunas a través del Covax.

3. Arresto domiciliario para los exejecutivos de Citgo

El viernes 30 de abril fueron excarcelados y puestos bajo arresto domiciliario seis exejecutivos de Citgo, una filial de PDVSA en Estados Unidos.

Los exejecutivos fueron apresados hace tres años y sentenciados a duras penas de cárcel.

Los exempleados de la petrolera venezolana -cinco de ellos con ciudadanía estadounidense y otro con permiso de residencia permanente en EE.UU.- pagan duras condenas de hasta 13 años de prisión tras ser condenados por corrupción, peculado y asociación para delinquir.

Ellos afirman ser inocentes y se consideran víctimas de una operación del gobierno de Maduro para lograr influencia en Washington.

Los exejecutivos vivían y trabajaban en Estados Unidos cuando fueron llamados a Caracas para una "reunión de emergencia", en noviembre de 2017, donde fueron arrestados.

En diciembre de 2019, habían sido puestos bajo arresto domiciliario, pero fueron devueltos a prisión en enero de 2020, el mismo día en que el entonces presidente Donald Trump recibió en la Casa Blanca a Guaidó.

Que hayan sido puestos nuevamente bajo arresto domiciliario es un gesto que es visto como un guiño del gobierno de Maduro a la Casa Blanca de Joe Biden.

4. La inédita ayuda alimentaria de la ONU

La firma a mediados de abril de un inédito acuerdo entre el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFA, por sus siglas en inglés) y el gobierno de Maduro para mitigar la crisis alimentaria que sufre Venezuela es otra de las señales de que algo parece estarse moviendo en el país sudamericano.

El director general del WFA, David Beasley, viajó a Caracas donde suscribió el acuerdo que prevé alimentar a 185.000 escolares para finales de este año e ir incrementando hasta alcanzar a 1,5 millones de estudiantes para el año 2023.

En diciembre de 2020, la agencia Bloomberg informó que las negociaciones para permitir el ingreso de la ayuda alimentaria en Venezuela habían durado ocho meses y que desde octubre existía un acuerdo tentativo que no lograba materializarse debido a que el gobierno de Maduro insistía en controlar la distribución de la ayuda.

Durante su visita a Venezuela, Beasley agradeció expresamente a Maduro por permitirles "ser independientes" y no dejar que nadie politice su trabajo.

En otro gesto inusual, la firma de este acuerdo fue celebrada tanto por el gobierno de Maduro como por Guaidó, con quien Beasley también se reunió en Caracas.

5. Imputaciones en casos emblemáticos de derechos humanos

El 1 de mayo, Tarek William Saab, fiscal general, dio un giro a la narrativa oficial sobre dos de los casos de violaciones de derechos humanos más sonados de los últimos años.

En el caso de Juan Pablo Pernalete, un joven de 20 años fallecido durante las protestas antigubernamentales en abril de 2017, Saab señaló que había muerto tras recibir el impacto de una bomba lacrimógena en el pecho y que 12 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana habían sido imputados por homicidio.

Esa información contradice directamente la postura oficial ofrecida en su momento por el entonces ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, quien había calificado como "alegre y ligera" la versión de la prensa internacional que atribuía la muerte al impacto de una bomba lacrimógena.

Villegas afirmaba, en cambio, que había una "aproximación policial que muestra con un alto grado de veracidad" la posibilidad de que el joven hubiera muerto por el impacto de una pistola de perno.

En los días siguientes a la muerte de Pernalete, el funcionario se haría eco en su cuenta de Twitter de videos y materiales que apuntaban en dirección a la posibilidad de que el joven hubiera muerto a manos de otros manifestantes opositores.

El fiscal general Saab también modificó la posición oficial en torno a la muerte del exconcejal Fernando Albán, fallecido bajo custodia de las autoridades venezolanas el 8 de octubre de 2018.

Albán se encontraba detenido en el piso 10 del edificio sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), cuando cayó al vacío por una ventana. La versión oficial ofrecida entonces por el propio Saab era que el opositor se había suicidado.

Sin embargo, en septiembre pasado, el informe de la misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela de la ONU manifestó "fuertes reservas" sobre la posibilidad de que Albán hubiera cometido un suicidio y dijo tener "motivos razonables para creer que funcionarios públicos estuvieron involucrados en su muerte".

Este sábado, el fiscal general anunció que dos funcionarios del Sebin habían sido detenidos e imputados por varios cargos en el caso de Albán, incluyendo homicidio culposo.

¿Qué significa?

Pero, ¿qué lectura se puede dar a estos hechos recientes?

"Lo que hay es un claro interés de parte del gobierno de Maduro de ver si puede lograr alguna flexibilización en la política de Estados Unidos. Ellos buscan algún tipo de alivio ante las sanciones y la posibilidad de tener algún futuro político en un posible futuro poschavista", dice a BBC Mundo Geoff Ramsey, director para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), un centro de estudios con sede en la capital estadounidense).

Señala que el gobierno del presidente Joe Biden no concibe las sanciones como un fin en sí mismo sino como un medio para lograr el objetivo final de tener una elecciones "libres y justas" para la presidencia y para la Asamblea Nacional.

"Si vemos la conformación de un CNE creíble con concesiones importantes en términos de condiciones electorales, quizá podríamos ver una respuesta parcial de parte de Estados Unidos con algún tipo de alivio a las sanciones, pero nunca va a haber un levantamiento total sin que antes haya elecciones presidenciales libres y creíbles en Venezuela", afirma.

"El gran problema aquí es que la concesiones tienen que ser atractivas y creíbles para Washington porque hay incentivos políticos en Washington que favorecen la inercia", agrega.

Este lunes, un funcionario de la Casa Blanca dijo a la agencia Reuters que Maduro estaba "enviando señales" pero que el gobierno de Biden no aliviará las sanciones si no hay pasos concretos hacia unas elecciones libres en Venezuela.

De acuerdo con esa agencia, el comentario parecía responder a las especulaciones sobre la posibilidad de que la Casa Blanca bajara la presión sobre Maduro en respuesta a gestos como el acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos o a la excarcelación de los exejecutivos de Citgo.

Ramsey reconoce que el hecho de que sea justamente el sector de la oposición vinculado a Guaidó el que se esté oponiendo abiertamente a la designación del CNE significa una dificultad importante, pero apunta que lo que ocurra también depende de los otros partidos de oposición y de la comunidad internacional.

Desde su punto de vista, los otros partidos grandes de la oposición, como el que lidera el excandidato presidencial Henrique Capriles, tienen una estructura regional más grande que Voluntad Popular (el partido de Guaidó y de su mentor, Leopoldo López), por lo que son más proclives a participar en los comicios regionales de final de año. "Ellos entienden el valor de no perder esa relevancia en el interior del país", apunta.

Explica que la actitud de rechazo al nuevo CNE y a la convocatoria de elecciones regionales este año -sin que antes haya comicios presidenciales y legislativos- dependerá también de la lectura que haga la comunidad internacional, cuyo apoyo da legitimidad y soporte a la oposición.

"Si la oposición decide buscar una salida que no sea un acuerdo político pactado con el apoyo internacional, va a perder mucho impulso", asegura.

Aunque, claro, antes de que la oposición se enfrente a ese dilema, será necesario que el oficialismo venezolano esté dispuesto a ofrecer concesiones significativas en términos de condiciones y garantías electorales que cumplan con los estándares internacionales. Algo que la mayoría de la oposición y la comunidad internacional consideran que no ha ocurrido desde 2015.

4 de mayo 2021

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56988761

 11 min


Laura Delle Femmine

“Es una oportunidad única”. “Tenemos que estar a la altura”. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, se ha referido con estas palabras a la necesidad de aprovechar este momento histórico, marcado por una pandemia sin precedentes y la peor crisis económica en décadas, para “repensar y arreglar el sistema tributario internacional y crear un sistema que sea verdaderamente adecuado para el siglo XXI”. La economista ha hecho hincapié en la fiscalidad de las multinacionales y ha respaldado la reciente propuesta de Estados Unidos de imponer un tipo mínimo del impuesto de sociedades a nivel global, mostrándose confiada en que este mismo año pueda alcanzarse un acuerdo internacional en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), encargada de coordinar las negociaciones para reformar las reglas fiscales mundiales.

“Los impuestos son tan antiguos como la civilización... al igual que los esfuerzos por escapar de ellos”, ha dicho Georgieva este martes con ocasión de la presentación del informe del Fondo Impuesto de sociedades bajo presión. Por qué una reforma es necesaria y cómo podría ser diseñada. “Pon un impuesto a las ventanas y la gente las tapiará. Grava demasiado las importaciones y tendrás contrabandistas. Grava los ingresos corporativos, y las empresas trasladarán las ganancias, invertirán o harán planes para evitar pagar. Pero los impuestos bien diseñados pueden minimizar este comportamiento”, ha ejemplificado.

Con esta premisa clara, queda establecer cómo hacerlo. Las grandes corporaciones, al calor de la digitalización y la globalización, llevan años desviando beneficios a territorios de baja tributación para rebajar su factura fiscal. Las artimañas que emplean para mover sus ganancias y reducir sus bases imponibles han impulsado una carrera a la baja en el tipo del impuesto de sociedades en todo el mundo, y han mermado la recaudación de los Estados por este tributo. Encontrar una solución a este desafío, que pone de manifiesto la obsolescencia de unas reglas fiscales diseñadas en los años veinte del siglo pasado, se ha hecho aún más urgente con la actual crisis, que ha tenido una virulencia comparable solo con los conflictos bélicos y ha generado un enorme agujero en las cuentas públicas.

“Mirando hacia atrás, el mayor impulsor histórico de la innovación de la política fiscal ha sido la guerra”, ha apuntado Georgieva. “El coste de la Primera Guerra Mundial y la reconstrucción de la posguerra ayudaron a crear impuestos corporativos modernos. Ahora, nos enfrentamos a dos crisis desastrosas y muy costosas: la covid y el cambio climático. Estas necesidades urgentes, combinadas con un espíritu renovado de multilateralismo, nos brindan una oportunidad única para repensar y arreglar el sistema tributario internacional”.

Georgieva ha subrayado que encontrar una solución a la tributación de las grandes corporaciones “es especialmente importante” para los países en desarrollo de bajos ingresos, y ha añadido que el FMI respalda “plenamente las negociaciones de la OCDE”, en la que participan 139 países. Estas se congelaron el año pasado después de que Donald Trump decidiera abandonarlas. El nuevo inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, ha cambiado radicalmente la postura de Washington, y ha permitido reactivar las conversaciones multilaterales.

Impuesto mínimo global

A ese giro en la Administración de EE UU se ha referido la directora del FMI, al mencionar que la propuesta de establecer un impuesto mínimo de sociedades a nivel global “ha dinamizado la conversación” sobre la reforma de las reglas fiscales. “Este tipo de enfoque multilateral es la única forma de garantizar que las multinacionales altamente rentables paguen impuestos suficientes, y los paguen en los países en los que tienen una participación significativa”, ha dicho Georgieva. “Somos particularmente optimistas con respecto a un acuerdo global sobre el impuesto de sociedades en 2021, este año. Y se necesita urgentemente para evitar, en el futuro, el riesgo de caer en una espiral caótica de impuestos o guerras comerciales en las que todos pierden”.

La economista jefa del Fondo, Gita Gopinath, ya había afirmado el mes pasado que el FMI está a favor de la propuesta estadounidense, en la enésima señal de que el organismo pretende alejarse de la imagen de austeridad y recortes que la caracterizó tras la anterior crisis financiera. Al inicio de la pandemia, Georgieva pidió a los Gobiernos abrir al máximo el grifo del gasto; después, recomendó elevar los impuestos a los más ricos y las empresas más rentables para costear los servicios públicos y crear un impuesto temporal a las rentas más altas y las multinacionales.

“¿Qué está mal en el sistema actual y por qué?”, se ha preguntado Georgieva. “¿Cómo deberíamos tratar a las empresas digitalizadas que operan a nivel internacional y que están entre las más valiosas y rentables del mundo? A muchas de ellas les ha ido muy bien durante la pandemia, haciendo negocio en casi todos los países. Pero las reglas [fiscales] centenarias otorgan derechos impositivos solo a los países donde las empresas tienen presencia física. Los gigantes de internet, y muchas otras sociedades, también eluden impuestos moviendo activos intangibles valiosos y desviando beneficios a territorios con impuestos bajos. ¿Cómo solucionamos esto?”.

El informe publicado este martes por el FMI analiza la estructura fiscal internacional y pone sobre la mesa posibles reformas para gravar a las multinacionales. Entre ellas, modificar el concepto de “establecimiento permanente” y las reglas para asignar los beneficios de las grandes corporaciones, elementos que deben combinarse con una mejor cooperación internacional y transparencia.

Georgieva ha cerrado su intervención con una anécdota relativa al impuesto sobre las ventanas, instaurado en el siglo XVIII en el Reino Unido. “Se ideó como una innovación: aumentar la privacidad, al permitir que los inspectores fiscales hicieran su trabajo sin entrar a los hogares. Pero cuando la gente empezó a tapiar las ventanas, se distorsionó: se transformó en un tributo odiado sobre la luz y el aire fresco”, ha dicho. “El sistema internacional de impuestos corporativos se ha vuelto igualmente oscuro y distorsionado. Pero tenemos una oportunidad especial este año para traerle la luz de la simplicidad y la justicia. Debemos estar a la altura de las circunstancias”.

4 de mayo 2021

El País

https://elpais.com/economia/2021-05-04/el-fmi-insta-a-alcanzar-un-acuerdo-global-para-gravar-a-las-multinacionales.html

 4 min


Eddie A. Ramírez S.

¿Cómo está el movimiento sindical venezolano? ¿Es posible un sindicalismo independiente de los partidos políticos? ¿Cuál es el futuro del movimiento sindical? ¿Cuál debe ser la contribución de los sindicatos en la recuperación del país? El sindicalismo surgió en Europa en la segunda mitad del siglo XIX y en 1868 se aprobó el 1 de mayo como Día Internacional del Trabajo, aceptado gradualmente por casi todos los países. En Venezuela, el presidente López Contreras decretó que el Día del Trabajo sería el 24 de julio, pero el presidente Medina lo cambió, para el 1 de mayo.

Inicio: En nuestro país, los primeros trabajadores en organizarse fueron los petroleros. En 1925 estalló la primera huelga petrolera en Mene Grande. En 1936 estalló otra organizada por los sindicatos petroleros de Zulia y Falcón. Las mismas tuvieron como motivo reclamaciones socio económicas. En 1950 hubo otra huelga petrolera, con cierto tinte político, que fue reprimida brutalmente. Los comunistas tuvieron un rol protagónico en los primeros sindicatos, siendo desplazados posteriormente por dirigentes de Acción Democrática. En 1944 se realizó la primea Convención de Trabajadores, produciéndose también la primera división entre comunistas y acciondemocratistas. En 1947 se creó la Confederación Venezolana de Trabajadores (CTV), con una clara mayoría de militantes de Acción Democrática, partido que estaba en el poder. La dictadura de Pérez Jiménez la ilegalizó y creó un parapeto oficialista. En 1958 renació de sus cenizas.

Auge: Durante la república civil, 1958 a 1999, Acción Democrática controló la CTV y fue evidente el poder político que tuvo el Buró Sindical de ese partido. Copei y la Causa R también formaron parte de la CTV. En ese período el Petroestado tuvo una gran influencia en las organizaciones sindicales. La CTV incursionó en negocios, tales como el Banco de los Trabajadores. Hubo señalamientos de corrupción y dirigentes presos por esa causa. Los copeyanos formaron sindicatos y la Causa R tomó control de sindicatos en Guayana. El presidente Hugo Chávez intentó controlar a la CTV. Las violaciones a la Constitución y el empeño del gobierno de limitar la libertad sindical y dominar la CTV desencadenaron los sucesos del 2002, tendentes a procurar la salida de Chávez.

Algunos alegarán que el movimiento sindical no debe ser utilizado para intentar derrocar gobiernos. Esto es cierto en democracia, pero frente a una dictadura todos tenemos la obligación constitucional y moral de hacer lo posible por derrocarla.

Decadencia: Hoy, tanto la CTV como los sindicatos chavistas están de capa caída. La semana pasada las organizaciones Venamérica y Venezuelan American Petroleum Association realizaron un evento con participación de Carlos Ortega, presidente de la CTV, León Arismendi, director del Inaesin y Carlos Henríquez, profesor en la UCAB. Ortega recalcó la necesidad de salir de la usurpación, para lo cual insistió en que los partidos políticos del llamado G4, abran las puertas a otras organizaciones, la necesidad de ayuda internacional y que no hay salida electoral. Arismendi enfatizó en la fragmentación sindical, la formación de sindicatos paralelos afectos al régimen, la persecución a los dirigentes y la necesidad de reconstruir el movimiento, lo cual requiere mejorar vínculos de la dirigencia con las bases. Según él, las prioridades actuales de los trabajadores son lograr la vacunación, mejorar la remuneración y la libertad sindical; la lucha por el poder no los motiva. Henríquez disertó sobre las restricciones impuestas por el régimen a la libertad sindical, tales como no autorizar elecciones, lo cual impide la discusión de contratos colectivos, persecución mediante la justicia militar y aplicación del Código Penal, establecimiento de Zonas de Seguridad para impedir huelgas y protestas, creación de Consejos de Trabajadores para limitar el radio de acción de los sindicatos y establecimiento de milicias obreras. Recalcó que la dirigencia debe decidir cambios de paradigmas para contribuir a la reconstrucción del país y que deben considerar la difícil situación económica de Venezuela, sin olvidar las penurias que atraviesan los trabajadores.

En el mundo, el movimiento sindical ha decaído y cada día hay menos afiliados a los sindicatos. Quizá ello se deba no solo a la decepción con los dirigentes, sino a la realidad de que la mayoría de los patronos no son los explotadores del pasado. Los empresarios están conscientes de que está en su mejor interés contar con buenos trabajadores. Por eso hacen lo posible para establecer un adecuado ambiente de trabajo y otorgar condiciones socioeconómicas acordes con el tamaño y desempeño de la empresa. Desde luego, todavía hay patronos explotadores. Hay trabajadores que entienden las limitaciones de la empresa y hacen lo posible por mejorar la productividad. Hay otros que se aprovechan de la protección del sindicato para rendir lo mínimo y faltar al trabajo.

Reconstrucción: Los sindicatos deben autoevaluarse y adaptarse a la nueva realidad. Su contribución a la reconstrucción del país es importante. Serán necesarios acuerdos con los trabajadores y sus sindicatos. Si queremos salir del foso habrá que minimizar los conflictos obrero-patronales. En el caso de las empresas del Estado, hay que estar conscientes de que el gobierno no podrá seguir subsidiándolas. Todas están quebradas y habrá que desarrollar un proceso de privatización. ¿Lo entenderán los partidos políticos, los trabajadores y los sindicatos? Por otra parte, La experiencia indica que no es sano que la dirigencia sindical surja por la injerencia de un partido político. Tampoco que los trabajadores busquen ese apoyo para escalar posiciones. Trabajadores, patronos y partidos políticos tienen la palabra.

Como (había) en botica:

Paulina Gamus, en excelente artículo sobre Aristóbulo, menciona su comportamiento conciliador y equilibrado antes de 1999, y el cambio drástico después de esa fecha. La distinguida exparlamentaria finaliza : Llegará el día de juzgar a los culpables de la ruina y destrucción de nuestro país. Ese día tendremos que saber elegir entre justicia y venganza. La venganza es odio, la justicia es equidad e imparcialidad. Solo así podremos construir un país distinto. Un país reconciliado.

Padrino López y Ceballos deben renunciar. Son los responsables de las muertes de nuestros soldados.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 4 min


Humberto García Larralde

Insoslayable el tema militar. Por más que se quiera evadir, una implacable lógica lo coloca en el centro de cualquier discusión sobre la actual tragedia de Venezuela. Considérense, como premisas, los hechos siguientes relacionados con el régimen de Maduro:

1) su destrucción deliberada de la economía venezolana, condenando a la inmensa mayoría de sus compatriotas a niveles de miseria y hambre impensados;

2) su desconocimiento del ordenamiento constitucional que da sentido a la democracia en Venezuela;

3) su desmantelamiento de las instituciones del Estado de Derecho;

4) su entrega al tutelaje cubano y ruso sobre temas sensibles de la seguridad nacional;

5) su alianza con organizaciones criminales en busca de apoyo, a cambio de variados “negocios”;

6) su manejo desastroso de la pandemia, ocultando cifras y negándole a la población las vacunas, debido a mezquinos cálculos politiqueros;

7) su negación de los derechos humanos básicos a sus compatriotas, incluyendo el derecho a la vida, como ha sido recogido en variados informes sobre Venezuela de las NN.UU., la OEA y ONGs;

8) su repudio, en consecuencia, por más del 80% de los venezolanos;

9) su desfachatez y burla al país, al cometer abiertamente fraude para reelegir a Maduro en 2018; y

10) su rechazo por más de 50 de los principales países democráticos, muchos de los cuales han aplicado sanciones en contra de sus máximos personeros, por violación de derechos humanos, socavamiento de la democracia y por estar incursos en prácticas ilícitas,

Con base en ellos, se concluye que representa una aberración política, histórica y moral para la nación.

Ergo:

Este régimen no tiene razón de existir. De respetarse la voluntad popular, debería ser desalojado. Su permanencia constituye, por tanto, una anomalía que requiere del ejercicio de una fuerza capaz de romper con la lógica del cambio que se desprende de lo anterior: la de aquellos militares, en posiciones de comando, que han decidido poner las armas de la República al servicio de los intereses de quienes la han pisoteado con saña, hasta convertirla en la calamidad que presenciamos, tristemente, hoy.

Es menester recordar que las fuerzas democráticas han dejado su pellejo en la calle para hacer realidad la voluntad mayoritaria de cambio, tanto por medio de las instituciones existentes –su dominio de la Asamblea Nacional, el Referendo Revocatorio, invalidados ambos por el fascismo--, como por la protesta multitudinaria, sobre todo durante 2014 y 2017, que dejó centenares de muertos, otros tantos presos y numerosos torturados y heridos. Independientemente de sus errores, que no se venga, ahora, a afirmar que los venezolanos no lucharon, que no se entregaron, de cuerpo y alma, a consumar la lógica del cambio inevitable. La dificultad está en que nos enfrentamos a un régimen de naturaleza fascista.

Las razones de la traición a Venezuela de Padrino López, Remigio Ceballos, Hernández Dala, Fabio Zavarse y de otros jerarcas militares, es harto conocida: su complicidad, protagonismo activo y/o aquiescencia con las prácticas de expoliación que el chavismo ha hecho su razón de poder. Ha sido ampliamente documentada la participación militar en el tráfico de drogas (cártel de los soles), en el desguace de PdVSA y de otros entes públicos, en el saqueo del oro y de minerales valiosos de Guayana, en el llamado “contrabando de extracción” de gasolina, en extorsiones, peajes y demás exacciones que les facilita su rol de custodios de fronteras, puertos, aeropuertos y carreteras y, en fin, en los numerosos ilícitos que les depara su dominio de sectores claves de la economía venezolana. En defensa de este botín, han desatado, junto a la banda de exterminio, FAES, una guerra en contra de sus compatriotas.

Pero su traición no termina ahí. Su participación en la expoliación del país los ha llevado también a traicionar a la institución militar a la que juraron lealtad. Desde posiciones de mando han entablado alianzas con las fuerzas irregulares de la guerrilla colombiana, con los “sindicatos” hamponiles que controlan la minería ilegal en Guayana y, por lo visto, con las megabandas que se hacen cada vez más notorias en zonas de la capital --Cota 905, barrio José Félix Ribas--, para que “colaboren” con el mantenimiento del “orden” criminal instituido. Han abdicado, así, de su monopolio de los medios de violencia, argumento Weberiano que acotaba el rol de la Fuerza Armada como institución de los Estado-nación modernos. Es decir, acabaron con la razón de ser de la institución militar como tal. Su pregonada disciplina, obediencia, subordinación jerárquica y unidad de mando han sido disueltas en componendas de oficiales de la Guardia Nacional, del ejército y de otros componentes, con las bandas mencionadas arriba. Ha dado lugar, así, a un estadio de anomia, caldo de cultivo para una red de mafias dedicadas a explotar las oportunidades de lucro dejadas abiertas por la demolición del Estado de Derecho.

Predomina, entonces, la ley del más fuerte. Pero se está viendo que ello no corresponde, necesariamente, con la FAN. Su desmoralización, las penurias por la que pasa la tropa, las deficiencias del apresto militar --no obstante las millonarias adquisiciones de equipos que han llenado los bolsillos a más de uno--, han repercutido en su creciente vulnerabilidad operativa, como ha quedado en evidencia con la muerte de humildes soldados enviados a enfrentar disidentes de las FARC en el estado Apure. Si ello fue por disputas por controlar el tráfico de drogas, se trata, además, de un crimen atroz. El fracaso en someter al “Coqui” o al “Wileixis” y la negociación de “zonas de Paz” con ellos y con otras bandas en distintas partes del país, son otro testimonio. El país parece hundirse en un tremedal de violencia de grupos ubicados fuera de la ley, que sólo se ocupan de sus propios intereses, al costo de lo que sea. ¿Hasta dónde nos lleva el vacío de poder dejado por la destrucción de la institución militar?

Dos cosas finales. La primera, referente al sentir del resto de los militares y a su disposición a asumir posturas activas en defensa de la nación. ¿Están preparados para enfrentar a quienes, a sangre y fuego, han impedido --hasta ahora-- que culmine la lógica del cambio político comentada? Entiendo que existe una represión cruel por parte de la DGCIM, con asesoría del G2 cubano, a los militares que anteponen su lealtad con Venezuela a las trapacerías del régimen y, también, de los intentos por adoctrinarlos con base en clichés de la mitología comunista. Pero los militares tienen familia, amigos y conocidos. Con todo y la censura, no pueden desconocer el sufrimiento infligido a la nación –deliberadamente, por demás—por quienes la expolian. Si no es con militares de aquí, ¿habrá que esperar a que acudan los de afuera para quebrar las bases de sustento del fascismo? Es hora de que oficiales y tropa reflexionen profundamente sobre esta disyuntiva. ¿O dejarán que se disuelva Venezuela definitivamente como país?

El segundo punto es que, una vez que implosione la podredumbre sobre la cual se erige el régimen, será crucial contar con un componente de la FAN lo suficientemente sano y comprometido con el país, que retome su condición de monopolizador de los medios de violencia. Ello será imprescindible para construir un referente de autoridad capaz de enfrentar, en última instancia, las bandas criminales que se han apoderado de extensas áreas de Venezuela. Nos jugamos la recuperación de un clima de paz y de seguridad, tan importante para nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos.

Sea cual fuese nuestra posición sobre la existencia de la FAN, necesitaremos a los militares, pero a los que sienten realmente su compromiso con la patria y con los venezolanos que la formamos.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

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