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Opinión

Lenys Martínez

La cuarentena es tan solo “uno de nuestros males, con una economía bajo un proceso de dolarización caótica, precarios servicios públicos, escasez de combustible y solo el confinamiento vino a complicar más la situación”, señaló el analista y director de la firma consultora Econométrica, Henkel García, el martes 25 de agosto en la conferencia virtual “Desafíos Económicos Venezuela 2020-2021”.

Por otro lado, García señala que es imposible decir qué pasará en Venezuela en dos o tres semanas. “Hay retos inesperados e inestables, incertidumbre. Para cualquier persona es súper complejo lo que ocurra en algún determinado momento”, apunta.

Ciclo de empobrecimiento

El analista destaca que actualmente en el país hay un ciclo de empobrecimiento constante y que no existen consejos, ni respuestas que puedan servir para salir de la crisis económica actual. “No somos viables financieramente”, sentencia. Ante ello, puso de ejemplo que Estados Unidos ha tenido una breve recuperación en el consumo de acuerdo a lo que tenían antes de la pandemia. Caso contrario al de Venezuela, donde la cuarentena ha sido “un lujo para muchos”, agregó.

Faltan recursos

García señala que para la recuperación económica del país es necesaria:

La inversión extranjera

Los créditos multilaterales

La inversión de venezolanos en el exterior.

“Esto hace falta para poder recuperarnos de manera robusta y sacar a millones de venezolanos de la pobreza”, dijo.

Sin créditos

Asimismo, indicó también que la administración gubernamental actual eliminó la cartera crediticia en todos los aspectos, y se ha encargado de devaluar cada día más la moneda nacional. “Hay poca capacidad de financiamiento propio”, expresó.

Recuperar la industria petrolera

Por otro lado, García señala que es imperativa la recuperación de la industria petrolera, que aunque el mundo demanda petróleo cada vez menos, es necesaria recuperar la industria “aunque sea de manera lenta”. A su juicio, en Venezuela existe una situación agobiante, extenuante y hay que vivir el presente sin tanto enfoque en el pasado o futuro. “Quedan días difíciles por delante”, culminó.

26 agosto, 20200

Analítica

https://www.analitica.com/economia/las-claves-de-henkel-garcia-para-la-r...

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Arturo Pérez-Reverte

Patente de corso

Una de las lecciones que aprendí en los veintiún años que pasé pateando la geografía de las catástrofes, es que donde no hay foto, donde no hay imagen que mostrar, no hay reacción. Si no enseñas, no conmueves; y además, la gente cree que el drama no va con ella, o que ocurre demasiado lejos como para preocuparse, o que eludir la realidad la pone a salvo. Sobre eso y otras cosas relacionadas escribí hace tiempo una novela titulada El pintor de batallas, quizá la más personal y descarnada de cuantas he escrito en estos treinta años, pues tiene poco de ficción y mucho de realidad. Recuerdos, remordimientos y fantasmas personales.

Ocurrió muchas veces cuando era reportero: la lucha diaria, crónica a crónica, telediario a telediario, entre los que estábamos allí, donde fuera, queriendo mostrar el horror para sacudir conciencias y provocar reacciones, y la censura de ciertos jefes empeñados en que no fuésemos demasiado explícitos en lo que mostrábamos. Sangre, pero no demasiada. Muertos, pero pocos y de lejos. No hiramos sensibilidades, decían. No seamos morbosos, etcétera. No le estropeemos la negociación a Javier Solana, el pacificador de Europa, porque hoy le toca besarse en la boca con Radovan Karadžić. Y aquellas maneras de hace tres o cuatro décadas condujeron a hoy, cuando sale un presentador o presentadora de telediario con cara muy seria, dice gravemente «les advertimos de que van a ver imágenes muy duras», y acto seguido, en una información sobre el zambombazo de Beirut, te enseñan una manchita de sangre en el suelo, una señora llorando y un par de féretros a lo lejos. Los muy imbéciles.

Ha vuelto a ocurrir, y seguirá ocurriendo. Durante los meses de pandemia que llevamos en el currículum, el horror ha galopado a lo largo y ancho del mundo, España incluida, y supongo que seguirá haciéndolo durante un tiempo más –el día que me alcance a mí se darán cuenta, porque escribiré en Twitter Váyanse todos a la mierda–. Sin embargo, las imágenes cercanas de ese horror nos han sido cuidadosamente ahorradas por las autoridades encargadas de que durmamos bien por las noches, no nos angustiemos demasiado, no nos turben imágenes demasiado duras en los periódicos ni los telediarios, hasta el punto de que una fotografía de prensa que mostraba ataúdes fue muy criticada en las redes sociales, por desconsiderada y morbosa. Y eso ya no fue el gobierno, sino el público soberano. O sea, que no es sólo que el presidente Sánchez, el ministro de Sanidad y su fiable portavoz Simón nos hayan estado vendiendo por dosis una normalidad y una seguridad que no eran tales, sino que tenían mucha razón al hacerlo, pues lo que la peña deseaba oír era precisamente eso. Que todo estaba bajo control y que era cosa de cuatro días.

Todo lo demás se quedó fuera: fotos que no hemos visto de los ancianos que morían solos en residencias, dolor de familias enterrando a familiares de los que no podían despedirse, rostros enfermos y agonizantes, lágrimas de esa vecina mía que en dos semanas perdió a su marido, a sus padres y se vio ella misma con su hija en un hospital. Los cuerpos amontonados en las morgues, la desesperación, la angustia, la muerte de cerca y en directo. Los resultados de la vida, en fin, cuando la naturaleza, que no tiene sentimientos, se muestra despiadada y mortal. Todo eso nos lo han escamoteado, ocultado a petición propia; y en su lugar hemos tenido a docenas de políticos contándonos su puta vida en lugar de la verdad, empresarios perjudicados, médicos y enfermeras ensalzados como héroes pero al mismo tiempo amordazados para que no gritasen su horror y desesperación, viudas y huérfanos filmados de lejos para que las lágrimas no salpicasen la lente de la cámara ni se oyeran sus gritos de dolor o cólera. Hemos aplicado a todo eso los filtros sociales de rigor, con el resultado de que cientos de miles de personas han creído que esto era un pequeño inconveniente que les ocurría a otros, pasajero y relativo. Hemos olvidado, sobre todo, que el ser humano es un animal tan estúpido que ni mostrándole de cerca el horror, ni restregándole la cara por la sangre, es capaz de sentirse personalmente afectado. Hasta que le toca a él, claro. Hasta que llaman a la puerta y aparece el cobrador del frac y uno pone cara de gilipollas mientras su mundo, sus seres queridos, su vida entera, se van a tomar por saco.

No nos han enseñado suficientes muertos. Por eso todos estos meses de tragedia y dolor no han servido para un carajo. Y aquí estamos. Acabando agosto puestos de coronavirus hasta las trancas. Protestando porque no nos dejan bailar en las discotecas.

https://www.zendalibros.com/perez-reverte-no-vimos-bastantes-muertos/___...

Publicado el 23 de agosto de 2020 en XL Semanal.

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Transparencia Venezuela
El país se debate entre dos eventualidades, decisivas para su futuro. No es la pregonada disyuntiva entre un proyecto socialista y otro capitalista, entre una alardeada “revolución” o un supuesto desarrollo neoliberal.

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Mauro Bafile

En el norte y en el sur del continente americano. En un extremo Donald Trump, en el otro Jair Bolsonaro y, en el medio, Nicolás Maduro. Todas caras de una misma moneda. Decimos, líderes populistas con vocación autoritaria quienes, desde el comienzo de sus mandatos, se tomaron la tarea de desacreditar las instituciones democráticas, las mismas que juraron defender.

El camino de Donald Trump ha sido errático. Un vaivén de declaraciones contradictorias y posturas discrepantes. A pesar de todo, su mensaje ha logrado calar en la “América profunda”. Es decir, en la más nacionalista; en la menos satisfecha y la más golpeada por el desempleo que deja la transición hacia la robótica. Gracias a esta América conservadora, rural, tradicionalista ha logrado alcanzar la presidencia del país otrora adalid de la democracia y las libertades.

Más coherente ha sido el camino recorrido por Bolsonaro. Respaldado por las corrientes evangélicas más recalcitrantes, su discurso ha hecho mella en los sectores violentos de Brasil. Nunca ha negado su simpatía hacia las dictaduras militares que gobernaron con mano dura el país en los años 60, 70 y 80.

Nicolás Maduro, por su parte, heredó un país cuyas instituciones democráticas ya habían sido sometidas por el extinto presidente Chávez. Su tarea ha sido profundizar su sumisión. Su retórica populista, cargada de demagogia, no logra esconder su vocación autoritaria. Detrás de la falsa apariencia de paladín del pluralismo y defensor de la Constitución, esconde su desprecio por los valores y principios democráticos en los cuales probablemente nunca creyó.

Trump, Bolsonaro y Maduro hicieron de la defensa de la Ley y el orden el “leit motive” de sus campañas electorales. Ahora se encargan, cuando no con hecho con palabras, de desacreditar las instituciones. Bolsonaro, quien despidió al jefe de la Policía Federal por defender este la autonomía investigativa del cuerpo policial, mantiene una campaña constante de desprestigio contra el Poder Judicial. Trump, quien alejó a 5 funcionarios encargados de vigilar y resguardar el Estado de Derecho al interior de su gobierno, continúa ofendiendo y exponiendo al escarnio público a periodistas y mass-media. Se burla de las instituciones, incita al odio y humilla a los más débiles. “In primis”, a los emigrantes. Y Maduro, quien denuncia a diario un supuesto plan de invasión promovido por los Estados Unidos, no pierde ocasión para desacreditar al Parlamento, que no domina; a las Ong, que denuncian sus excesos; a los organismos internacionales que condenan sus abusos; a los diplomáticos de aquellos países que sancionan a exponentes de su gobierno culpables de crímenes contra la humanidad.

Bolsonaro asegura que el voto no es suficiente para cambiar al país, recordando la retórica fascista. Trump arroja sombras sobre las próximas elecciones presidenciales de noviembre. Y, sin que haya prueba alguna de ello, argumenta que, por la expansión del voto por correo ante la difusión de la covid-19, “serán las más erróneas y fraudulentas de la historia” y “una gran vergüenza para los Estados Unidos”. Maduro va más allá. A través de un Consejo Nacional Electoral a su medida, cambia las reglas de juego. Modifica la Ley Electoral para asegurarse el triunfo en las parlamentarias de diciembre y así consolidar su poder. El Parlamento es el único reducto de la Oposición.

Socavar la credibilidad de las instituciones democráticas desde adentro hasta que capitulen ha sido siempre la estrategia del fascismo. Lo fue en el pasado y lo es hoy. El fascismo nace en democracia; aprovecha de las instituciones democráticas para fortalecerse; se nutre de ellas para finalmente imponerse. Trump, Bolsonaro y Maduro no son los únicos con vocación autoritaria. Todos deberíamos releer nuestra historia, para evitar los errores del pasado. Ignorancia y olvido son caldo de cultivo de gobiernos autocráticos y déspotas.

@bafilemauro

Agosto 24, 2020

ViceVersa

https://www.viceversa-mag.com/evitar-los-errores-del-pasado/?goal=0_fd01...

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Alberto Jordán Hernández

Con voz propia

No obstante que llama a votar contra el régimen en las parlamentarias que promueve, el neo constituyente Néstor Francia cree que esas elecciones “están diseñadas para que el PSUV gane, aun con minoría de votos”. Por lo visto observa la componenda que les asegura triunfo al aumentar a 227 los 167 diputados de la AN. Y para que no queden dudas, cuentan con la indecorosa postura del MinDefensa: mientras la FAN esté en Poder los adversarios "No serán jamás poder político en Venezuela”.

Miguel Ángel Martínez Meucci, politólogo experto en Conflicto Político y Procesos de Pacificación precisa que Nicolás Maduro bloqueo cualquier posibilidad de cambio por elecciones.

“Ha fabricado una oposición a su medida (mediante represión, persecución política, inhabilitación de partidos y candidatos, y cooptación indebida de cuadros políticos) que impide cualquier posible cambio”.

Sabido es que la narco tiranía confiscó a los principales partidos de oposición, a través del antifaz leguleyesco: tribunal subalterno de justicia. Inhabilitó a Acción Democrática, Primero Justicia y Voluntad Popular. Además lo hizo con radicales oficialistas: Tupamaros (no por asesinato de un joven por lo cual su líder está en libertad condicional) y PPT. Se auto distanció PCV. Bandera Roja, de Gabriel Puerta Aponte, fue intervenido por divulgar pacto unitario de Juan Guaidó. Agregan a la lista a Compromiso País.

A los expoliados le imponen directiva ad hoc con gente confianza. A tupamaros le asignaron a Williams Benavides diputado del PSUV.

Claro tiene la tiranía el campo. Datanálisis señaló en julio que solo 2,1% cree en comicios legislativos. Investigación de Elimpulso.com, a la pegunta ¿votará en esas elecciones?, un 90% respondió que no.

Deplorable es la resignación. Una figura de Oposición se consuela con no darle mayoría absoluta al narco.

Preocupa por su representación declaración de la Conferencia Episcopal, que llama a votar. Maduro, que antes la había menospreciado, le solicitó conversar.

Contundente es el llamado del Presidente de la AN Guaidó, Presidente(e) de la República, a trazar la ruta para la lucha.

Puntos claves de su propuesta: Denunciar, rechazar y desconocer las parlamentarias; Convocar a líderes y organizaciones para pacto unitario; y a expresar mecanismo participación masiva ciudadana; y en ese ámbito lograr la actuación necesaria de la FA, de cada uno de los aliados.

Ya genera respuestas favorables de líderes.

Andrés Velásquez, La Causa R; Antonio Ledezma, Alcalde Mayor del Distrito Metropolitano; Manuel Rosales, UNT; Henry Ramos Allup, AD; María Corina Machado, Vente Venezuela; Delsa Solorzano Encuentro, Ciudadano; Julio Borges, Comisionado presidencial para Relaciones Exteriores; Roberto Enríquez, Copei; Freddy Guevara, VP refugiado en Embajada de Chile; Leopoldo López, fundador VP, refugiado en Embajada de España.

Pocas las disidencias. “La unidad no se pacta entre políticos, se debe trabajar con los venezolanos”, alega Henrique Capriles. Respeto juicio pero no comparto, como tampoco el rechazo de Thays Peñalver, a la invitación a incorporar visiones intelectuales y academias.

Plausible incorporar al Padre José Virtuoso a trabajar con la sociedad civil; Gerardo Blyde, con líderes y movimientos democráticos; el embajador Gustavo Tarre Briceño, Óscar López del equipo internacional junto al comisionado de la OEA, David Smolansky.

Acción es orientar qué hacer ante ese fraude. Resolver votar o no, plantea la vacilación del Hamlet, de Shakespeare, that is the questiones (esa es la cuestión).

Al MARGEN:

En mayo El Universal se declaró en emergencia por falta de papel, que le retenían en puerto. En Agosto recibió el golpe y asumió su Presidencia Gustavo Perdomo, señalado de Banda ‘Los Enanos’, que operarían de testaferros de Maduro. Además, es socio de un buscado en EEUU por lavado de dinero, Raúl Gorrín, dueño de Globovisión.

jordanalberto18@yahoo.com

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Acceso a la Justicia

La democracia venezolana no gozaba de buena salud antes de la COVID-19. Sin embargo, la aparición del coronavirus ha ofrecido a las autoridades venezolanas una excusa perfecta para terminar de enviar a terapia intensiva al malherido Estado de derecho, al tiempo que les ha permitido reforzar el control territorial que han levantado mediante militares y policías, sobre todo, desde la derrota que sufrieron en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.

La administración de Nicolás Maduro dictó el 13 de marzo de 2020 su decreto 4.160, mediante el cual declaró el estado de alarma, bajo el pretexto de adoptar: «medidas urgentes, efectivas y necesarias, de protección y preservación de la salud de la población venezolana, a fin de mitigar y erradicar los riesgos de epidemia relacionados con el coronavirus y sus posibles cepas, garantizando la atención oportuna, eficaz y eficiente de los casos que se originen»

Con esta decisión Venezuela se convirtió en el único país de la región en el cual rigen dos estados de excepción de manera simultánea.

No se puede olvidar que desde enero de 2016, es decir, casi desde que comenzó a sesionar la Asamblea Nacional (AN) controlada por la oposición, el país está bajo una emergencia económica, que se ha mantenido gracias al aval de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), aun sin tener la aprobación del Parlamento exigida por la Constitución.

El máximo juzgado no ha tenido problemas en permitir que una situación extraordinaria se convierta en cotidiana, al autorizar la prolongación indefinida del estado de excepción, pese a que la Carta Magna, en su artículo 337, establece que los estados de excepción por emergencia económica tendrán «una duración de sesenta días prorrogables por un plazo igual», y a que el artículo 5 de la ley que los regula señala que «toda medida de excepción debe tener una duración limitada a las exigencias de la situación que se quiere afrontar, sin que tal medida pierda su carácter excepcional o de no permanencia».

Poder total y sin control

Los decretos de estado de excepción y emergencia económica sin control le han permitido a Maduro ejercer funciones que no le han sido otorgadas por la Constitución. Así, en estos cuatro años desde el Palacio de Miraflores se ha dictado la Ley de Presupuesto Nacional, aprobando créditos adicionales o transferencias de partidas, así como también se han contratado empréstitos internacionales y designado funcionarios (embajadores) sin necesidad de pasar por el Parlamento. Esto pese a que estas potestades corresponden constitucionalmente a los legisladores.

¿La razón? El visto bueno del TSJ, con la excusa del «desacato» que ha impuesto a la AN por el caso de los diputados de Amazonas, ha dado luz verde al Ejecutivo para asumir funciones de la Cámara.

Estas resoluciones no solo le han permitido a Maduro tomar decisiones que en circunstancias normales no podría, sino de paso hacerlo sin ningún tipo de supervisión ni rendición de cuentas, porque en los decretos se ha bloqueado precisamente la posibilidad de que los diputados puedan ejercer sus funciones de control, al impedírseles citar a funcionarios o censurarlos cuando consideran que han errado en sus labores.

Más represión

Pero si lo anterior fuera poco, el estado de alarma además ha permitido a las autoridades desarticular cualquier intento de expresión de malestar organizada, y de paso, reforzar su control territorial, al restringir derechos como el de libre tránsito y circulación de personas para evitar la propagación del virus.

En el artículo 7 del decreto de alarma con sus respectivas prórrogas, vigentes desde el 13 de marzo de 2020, se lee que:

«El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela podrá ordenar restricciones a la circulación en determinadas áreas o zonas geográficas, así como la entrada o salida de éstas, cuando ello resulte necesario como medida de protección o contención del coronavirus COVID-19».

Aunque estas medidas no han servido para que los ciudadanos exterioricen su malestar por la situación económica o la falla de los servicios públicos, sí ha impedido que lo hagan de manera masiva y organizada como en el pasado reciente. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en junio y julio se registraron treinta y seis y veintidós protestas diarias en el país, respectivamente. Otro dato revelador de los estudios de esta organización es que la protesta por razones políticas ha desaparecido de la agenda, pero no así la represión por parte de las autoridades a cualquier tipo de disidencia y crítica.

Cientos de personas han sido detenidas por incumplir las restricciones impuestas por el Gobierno; solo a principios de agosto casi 200 terminaron tras las rejas por participar en fiestas, según las autoridades.

No obstante, no solo presuntos ciudadanos inconscientes han sido aprehendidos a lo largo de los últimos meses, sino también decenas de ellos que han aprovechado para expresar su malestar en las calles por problemas como la falta de combustible o los deficientes servicios de agua o luz. Otro tanto que ha cuestionado en redes sociales la respuesta oficial a la pandemia o denunciado el estado de la salud pública, también ha terminado en un calabozo. El Foro Penal Venezolano contabiliza hasta el 31 de julio 281 arrestos de esta naturaleza.

Asimismo, a muchos de los detenidos se les han violentado sus derechos al debido proceso, a la defensa y las garantías judiciales, por cuanto no se les ha presentado a tiempo en los tribunales o no se les ha permitido entrar en contacto con sus abogados de confianza.

El comportamiento de las autoridades venezolanas durante la pandemia va a contracorriente de lo establecido por organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual recordó que los Estados no pueden utilizar los estados de excepción de «manera genérica, sin antes justificar de manera estricta la existencia de una situación de emergencia excepcional», y, por ende, la declaración de estado de emergencia excepcional para hacer frente a la dispersión de la pandemia del coronavirus:

«no debe utilizarse para suprimir un catálogo indeterminado de derechos o ad infinitum, ni para justificar actuaciones contrarias al derecho internacional por parte de agentes estatales, por ejemplo, el uso arbitrario de la fuerza o la supresión del derecho de acceso a la justicia para personas que sean víctimas de violaciones a derechos humanos en el contexto actual».

¿Y a ti venezolano, cómo te afecta?

La pandemia por la COVID-19 no solo representa un riesgo para la salud de los ciudadanos, sino también para sus derechos, en particular en Venezuela, debido a los deseos de las actuales autoridades de perpetuarse en el poder a toda costa.

Las restricciones impuestas bajo el estado de alarma, aunque a primera vista son razonables y comprensibles a la luz del reto que supone la enfermedad, están siendo aprovechadas por la administración de Maduro para reforzar su control, al tiempo que impide a sus adversarios movilizarse y organizarse.

Desde Acceso a la Justicia consideramos oportuno recordar la frase del expresidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, quien aseguró que «La libertad no está a más de una generación de extinguirse. No se la transmitimos a nuestros hijos a través de la sangre. Debemos luchar, protegerla y entregársela a ellos para que hagan lo mismo».

https://www.accesoalajusticia.org/covid-19-en-venezuela-la-excusa-perfec...

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Luis López Méndez

Prácticamente, en el mundo entero, hay profunda preocupación por el suministro de alimentos a la humanidad, una población que sigue creciendo rápidamente con estimaciones de más de 9.200 millones de personas para el 2050, en comparación con los 7.500 millones actuales. Esto implica que se tiene que aumentar la producción de alimentos y mejorar su distribución y conservación para evitar pérdidas poscosecha, y que pueda llegar suficiente cantidad de alimentos a toda la población.

Desde finales del siglo XX y lo que va del siglo XXI, la ingeniería genética ha copado la escena en los centros de investigación mundiales, buscando mayor productividad, facilidad de manejo de los cultivos, menores costos directos de producción, menor impacto ambiental, mayor tolerancia a factores limitantes, alimentos de mejor calidad, y otros objetivos, para orientar las expectativas hacia niveles de producción que puedan satisfacer las necesidades nutritivas de los habitantes del planeta.

¿Qué es la ingeniería genética? De una manera muy sencilla, una de las formas de ingeniería genética más aplicada en la agricultura, es la manipulación y transferencia del ADN de unos organismos a otros para generar un Organismo Genéticamente modificado (OGM, también OMG). Entonces, un OGM es un organismo cuyo material genético ha sido alterado usando técnicas de ingeniería genética. Un OGM es transgénico cuando se transfiere uno o más genes de una especie a otra especie.

Por medio de la ingeniería genética se han producido cultivares OGM en más de cuarenta especies vegetales de importancia para la agricultura, que han mejorado la producción de alimentos y fibras, han disminuido el uso de insecticidas y herbicidas reduciendo la contaminación del ambiente y protegiendo infinidad de especies de insectos benéficos, y han permitido brindar mayor seguridad a los operadores del campo. Por ejemplo, en la India la introducción del Algodón Bt produjo mayores rendimientos y menores gastos en plaguicidas. En China, este mismo cultivar permitió reducir el uso de plaguicidas a la mitad y se duplicaron las poblaciones de mariquitas, crisopas y arañas. Haciendo un ejercicio a futuro, se estima que si en Europa el 50% de los cultivos fueran transgénicos se dejarían de aplicar 14,5 millones de kilogramos de plaguicidas, se ahorrarían 20,5 millones de litros de diésel, y se reducirían las emisiones de CO2 a la atmósfera en 73.000 toneladas.

Estos cultivares OGM, que generalmente son de mayor potencial de rendimiento que los cultivares no modificados genéticamente, permiten además elevar la productividad con un crecimiento vertical de los rendimientos, en lugar de tener que expandir la frontera agrícola para un crecimiento horizontal de la producción mundial de alimentos. Una ampliación de la frontera agrícola tendría que ser en la mayoría de los casos interviniendo ecosistemas que están en equilibrio con la naturaleza, quizás de gran fragilidad ante la acción antrópica para hacer agricultura, destruyendo hábitats naturales de flora y fauna afectando la biodiversidad, en fin, causando un profundo y negativo impacto ambiental. Recordemos que la mayor producción de alimentos en la misma superficie, es uno de los caminos para lograr el Incremento Sostenible de la Producción Agrícola (ISPA) impulsado por FAO.

Algunos ejemplos de OGM de especies cultivadas de importancia para la agricultura venezolana son, entre otros, el Algodón Bt, Maiz Bt, Maiz RR, Soya Bt, Soya RR, Arroz LL62, Arroz Dorado. Los organismos Bt derivan su nombre de que producen la proteína Cry, la cual es producida naturalmente por el Bacillus thuringiensis, permitiendo a la planta un autocontrol de larvas de lepidópteros. Los organismos RR derivan su nombre de las palabras Roundup Ready, porque son resistentes al herbicida glifosato. El Arroz Dorado, utilizado en Australia y Nueva Zelanda desde hace décadas, tiene un especial valor nutritivo ya que contiene betacarotenos que es precursor de la vitamina A.

En Argentina y Brasil, los dos grandes productores y exportadores de alimentos de América Latina, la gran mayoría de los cultivos son transgénicos, y cada año se incrementa la superficie sembrada con estos cultivares. A pesar que en la actualidad Venezuela se ha convertido en un gran importador de alimentos, abundantemente desde los países del sur, lo que significa que consumimos muchos productos transgénicos como el aceite de soya y el maiz amarillo usado en raciones para animales, por ley está prohibido que nuestros agricultores y nuestro ambiente gocen de los beneficios de la ingeniería genética. En la Ley de Semillas aprobada el 28/12/2015, dentro de sus finalidades, en el Artículo 3-6 se establece: “Impedir la liberación, el uso, la multiplicación, la entrada al país y la producción nacional de semillas transgénicas”.

Como corolario podemos señalar que en Venezuela, en nuestra agricultura, está prohibido oficialmente disfrutar de los grandes beneficios de la ingeniería genética, tanto para los agricultores como para la seguridad alimentaria de la población, por temor al consumo de estos productos, que dicho sea de paso ha sido comprobado por décadas que no tienen efectos negativos ni sobre la salud humana ni sobre el medio ambiente. Pero, oficialmente también, consumimos alimentos producidos con OGM en otros países, donde los agricultores y sus economías nacionales sí disfrutan de las grandes ventajas de la ingeniería genética.

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