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Opinión

Daniel Eskibel

La psicología del voto despierta la atención de por lo menos 4 segmentos sociales diferentes:

  1. Políticos y gobernantes que quieren descubrir las claves que les ayuden a conquistar esos votos que a veces parecen tan esquivos.
  2. Consultores políticos, agencias de publicidad y profesionales que trabajan en los equipos de campaña electoral que quieren ser más efectivos en sus tareas.
  3. Académicos que investigan y producen conocimiento sobre los factores que afectan las decisiones de voto de los ciudadanos.
  4. Periodistas que buscan informar a sus lectores y darles un perfil de lo que ocurre en la trastienda de las campañas electorales y de la comunicación política.

Todos ellos se preguntan por las razones y sinrazones del voto de cada persona.

El voto, la psicología, el cerebro y la sociedad

¿Se vota con el bolsillo o con el corazón? ¿Es diferente la psicología del votante de izquierdas que la del votante de derechas? ¿Qué es lo que más influye sobre el voto a un candidato: la sociedad o el cerebro? La psicología del voto nos ayuda a comprender estas y otras preguntas acerca de cómo votamos.

La periodista Aída Pereda me preguntó sobre estos temas para un reportaje que publicó el 18 de mayo de 2019 en Prensa Ibérica, un conglomerado que abarca 17 periódicos en 9 Comunidades Autónomas españolas con más de un millón y medio de lectores diarios en sus ediciones papel.

A continuación, comparto aspectos sustanciales de nuestro diálogo para dicho reportaje.

¿Hasta qué punto es nuestro cerebro quien elige qué votar?

Hasta el punto máximo. 100 %. Todas las decisiones humanas y todas las elecciones en todos los campos de la vida son resultado de procesos que ocurren en el cerebro.

Cuando se dice que “se vota con el bolsillo” (aludiendo al peso de los factores económicos) o que “se vota con el corazón” (aludiendo al peso del factor emocional), en realidad se están construyendo metáforas explicativas, pero el lugar real de la decisión de voto es el cerebro humano.

¿Es una decisión emocional o racional?

El voto es una decisión básicamente emocional, lo cual no excluye la participación de algunos factores racionales. Primero la persona siente. Eso que siente lo aproxima a determinadas ideas, partidos o candidatos. Luego la razón argumenta, explica, ilustra, amplía o justifica. Pero la base es emocional.

¿Cuánta subjetividad hay en la decisión de voto? ¿Y qué parte del cerebro decide?

La subjetividad es total. Lo que ocurre en las campañas electorales se basa mucho más en las percepciones que en las realidades. Y esas percepciones están contaminadas de emociones, factores irracionales, aprendizajes previos y hasta características de personalidad.

En la decisión intervienen varias zonas cerebrales considerando el papel decisivo de las emociones pero además teniendo en cuenta la intervención de zonas vinculadas a la percepción, la cognición y el lenguaje.

¿Es distinto el cerebro de una persona de derechas que el de una persona de izquierdas?

En especial en la última década hay estudios que sugieren la existencia de diferencias a nivel cerebral entre personas de izquierdas y personas de derechas. Pero no se trata de una determinación total ni mucho menos.

Es una base biológica inicial, pero después el ambiente familiar y social en el cual el niño se desarrolla será un factor decisivo. Y luego en la adolescencia ocurren los procesos directamente de socialización política que terminan de modular las inclinaciones políticas.

La corteza prefrontal del cerebro cobra especial importancia, ¿por qué?

La corteza pre-frontal es una zona muy importante en las funciones ejecutivas, en la asunción y finalización de conjuntos de tareas. Es una zona cerebral muy activa en la toma de decisiones complejas para las cuales hay que evaluar tanto factores internos como provenientes del exterior.

Y la decisión de voto tiene algo de esa complejidad que implica procesar diversos estímulos que provienen de lugares diferentes.

¿Cómo se relacionan nuestras decisiones particulares con el comportamiento político?

En realidad el comportamiento político de una persona es el resultado de una multiplicidad de decisiones particulares que se van adoptando a lo largo del tiempo.

Allí tenemos la decisión de ir o no ir a votar, la decisión de votar a un candidato y no a otro, la decisión de alinear o no alinear su voto actual con su voto pasado, la decisión de exponerse más o menos a la información política, la decisión de participar o no en determinado evento político, la decisión de darle a la política un papel central o lateral en su vida y una cantidad de decisiones más.

Al final el comportamiento político individual está hecho de todas estas decisiones. Y al mismo tiempo podemos hablar del comportamiento político de una sociedad o de un segmento social, comportamiento colectivo donde confluyen y se resignifican aquellos comportamientos individuales que señalaba.

¿Qué peso cobran los factores sociales que nos rodean a la hora de elegir?

Sigmund Freud explicaba que la psicología individual es, al mismo tiempo y desde un principio, psicología social. Los factores sociales están allí antes del nacimiento de un niño y son internalizados precozmente en su mundo interior a través principalmente del lenguaje.

Desde ese comienzo lo social ya no es algo meramente externo sino que también se vuelve parte del interior de cada uno. Entonces esos factores sociales siempre están presentes a la hora de elegir.

¿Cómo se explicaría el comportamiento irracional de voto?

Se explica, justamente, porque la base del voto es irracional.

En muchos ámbitos políticos y periodísticos se ha construido y defendido la bonita teoría de que la decisión de voto es un proceso mental racional en el cual cada quien analiza y compara a los candidatos y sus ideas, reflexiona con cuidado acerca de ellos y luego elige de una manera igualmente razonable.

Pero todo eso es falso.

La mente humana no funciona así. Jamás.

Es una teoría que en el fondo identifica la vida mental con la conciencia. Y hace ya más de 100 años que Freud descubrió el inconsciente y las motivaciones irracionales agazapadas hasta en las conductas que tienen una mayor apariencia de raciocinio.

Ya va siendo hora de que nos demos por enterados de que en torno al 98 % de la vida mental es inconsciente. Las decisiones del votante nunca resultan de sopesar conscientemente argumentos contrapuestos y optar luego por el más acertado.

Entre otras razones porque los argumentos que niegan lo que creemos son rechazados de plano de una manera casi automática, generalmente sin que tengan siquiera la oportunidad de ingresar a la mente. Es como que el cerebro se reserva el derecho de exclusión. Y es tan exclusivo que deja afuera todo lo que le hace ruido y lo que amenaza sus convicciones.

¿Influyen sobre el voto factores ajenos a la política como el estado del tiempo del día de la elección?

El principio que tendríamos que aplicar es el de la multi-causalidad. Lo que ocurre políticamente no ocurre por una sola causa sino que tiene detrás un complejo entramado de cadenas causales.

Entonces sería completamente erróneo pensar que un candidato ganó las elecciones porque hacía frío o calor. Pero al mismo tiempo tenemos que tener en cuenta que hay factores del día mismo de la elección que también tienen algo de influencia.

Por ejemplo: hace ya muchos años los entonces asesores de la Primera Ministra británica Margaret Thatcher descubrieron que en Gran Bretaña los electores tenían tendencia a votar a favor de quien estaba en el gobierno cuando las elecciones se hacían en épocas más cálidas.

De todos modos son asuntos que no hay que tomar como reglas definitivas y válidas en todo tiempo y lugar. En cada país hay que investigar el tema y descubrir si en cada caso existen al respecto algunos patrones de voto que sean significativos.

¿Es cierto que una voz grave nos inspira más confianza?

Algunas investigaciones sobre el hablar persuasivo han concluido que los hombres con voz grave resultan más persuasivos que los hombres con voz aguda. En esas mismas investigaciones no se obtuvieron resultados concluyentes respecto a las mujeres de voces más graves o más agudas.

Claro que tenemos que considerar que la voz, siendo importante, es uno de los factores de la comunicación no-verbal. Uno de ellos. Otros factores igualmente influyentes son la velocidad del habla, la entonación, los silencios, las miradas, las sonrisas, las micro expresiones faciales, los gestos con las manos, la postura corporal y el movimiento en el espacio circundante. Todo ello comunica. Y puede hacerlo bien o mal.

¿Qué factores influyen en la estabilidad del voto de una persona?

Un primer factor sería el sentido de pertenencia partidaria. Cuando pertenecer a determinado partido político se entrelaza con la propia identidad personal, entonces es difícil cambiar el voto porque significaría casi una ruptura con uno mismo.

Un segundo factor sería la estabilidad general en la vida de la persona. Si no hay grandes cambios que partan las aguas de la vida personal, entonces es poco probable que cambie de voto. Por contrapartida cambiar el voto es más posible en circunstancias de crisis vitales de la persona.

Y un tercer factor sería la personalidad del votante. Hay tipos de personalidad más inestables y tipos más estables, lo cual influye en diversos aspectos de la vida incluyendo las opciones electorales. También hay personalidades más permeables a los impactos emocionales que podrían tener más facilidades para el cambio.

La pertenencia partidaria, la personalidad y la estabilidad de la vida son factores poderosos para la estabilidad del voto. Como se ve, ninguno de ellos alude directamente a la coyuntura política que tal vez sea algo menos poderosa de lo que creemos.

Maquiavelo&Freud

https://maquiaveloyfreud.com/psicologia-voto/

 7 min


“Yo vengo donde el pan ha dejado de ser para los hombres. Yo vengo de la guerra, del llanto y de la cruz ¡Ampáranos oh tierra maravillosa!”. Estas palabras desgarradoras, tomadas de Mi padre el inmigrante, del poeta Vicente Gerbasi en homenaje a su progenitor venido de Vibonati, pueblo de Italia de donde también procede la distinguida familia Bruni Celli, pueden aplicarse a los más de cuatro millones de venezolanos que han tenido que emigrar por la situación política y económica ocasionada por el régimen totalitario de Chávez-Maduro. Por cierto, Fernando Gerbasi, destacado internacionalista e hijo del poeta, está exiliado en España.

Desde sus inicios Venezuela fue un polo de atracción para nacidos en otras tierras, los cuales fueron factor determinante para su prosperidad hasta mediados de la década de los setenta. Su aporte fue tanto en la agricultura y el comercio, como en el orden artesanal, profesional e intelectual. Mi abuelo paterno contaba que en Monte Carmelo, estado Trujillo, lo más granado del pueblo era de origen italiano, tales como los Quintini, Paolini, Anselmi, Garbati y Pogiolli y que en ocasión de una visita del Presidente del Estado, para no ser menos se le presentó como Ramirini. Hoy, los hijos de inmigrantes italianos, españoles, portugueses y de otras nacionalidades están regresando a la tierra de sus ancestros, lo cual afectará negativamente la recuperación del país cuando caiga la dictadura.

Juan Vicente Gómez y Pérez Jiménez obligaron a exiliarse, en número limitado, a ciudadanos relacionados con la política, los cuales regresaron al país a la caída de esos regímenes. Hoy son millones lo que buscan refugio en otros países. La primera ola fue de profesionales que huyeron por razones políticas, por la inseguridad y por la pérdida de la calidad de vida. Al respecto se menciona la cifra de 24.000 médicos, miles de ingenieros y de contadores. La segunda ola es de compatriotas desesperados por la falta de trabajo, la escasez de todo tipo, la delincuencia y los atropellos de la Guardia Nacional y policía cuando protestan por falta de agua, luz y gas. Sin duda que esa emigración masiva está ocasionando serios problemas a los países receptores, cuyos gobiernos y población han apoyado a nuestros compatriotas. Como es natural, se han producido algunos hechos aislados de xenofobia, muchos de los cuales como reacción al mal comportamiento de algunos de los nuestros.

A título de ejemplo, del tesón de nuestros jóvenes, nos permitimos citar el de una profesional que fue despedida junto con su esposo a raíz de los sucesos de abril del 2002. Sobrevivió un tiempo elaborando brownis, para lo cual iba desde el este de Caracas hasta Quinta Crespo para adquirir la materia prima. Participó junto con su esposo en todas las marchas de protesta y recibió 110 perdigonazos a quemarropa. Después de un tiempo ambos lograron conseguir empleo gracias a la solidaridad de muchos. El temor por la vida y el futuro de sus dos hijos los motivó a emigrar a Colombia. De allí a Canadá. Ella trabajó de mesonera y paralelamente estudiaba para revalidar su título, lo cual logró después de dos años y presentación de cinco exámenes. El esposo trabajó inicialmente de taxista con el sistema Uber y de mesonero. Hoy, al igual que muchos compatriotas que residen en ese gran país que es Canadá, progresan gradualmente.

¿Regresarán a Venezuela los jóvenes que con mucho esfuerzo están logrando un mejor futuro para ellos y para sus hijos? Esta reflexión surge con motivo de los cincuenta años de mi hija Gloriana, odontóloga, y de su esposo el capitán Michael O’Brien, así como los próximos de mi hijo Eduardo, ingeniero mecánico con maestría en Canadá, quien empezó como obrero especializado y hoy es gerente general de una planta de producción de papel. Su esposa Alxiomir Portales, ingeniero de sistemas, realizó una maestría, trabajó en un centro de llamadas e inició producción de galletas en el sótano de su casa. Hoy tiene un local y su empresa evoluciona día a día. Pido disculpas por mencionar un caso personal y recalco que hay muchas otras historias de mayores esfuerzos.

Con este ejemplo solo quiero reconocer el esfuerzo de todos los compatriotas que tuvieron que emigrar en contra de sus deseos, así como expresarles a mis hijos gratitud por practicar y defender principios y valores de nuestra civilización y por la solidaridad y afecto que han ofrecido a sus padres. Lamentablemente temo que ni ellos, ni otros jóvenes regresarán. Los rojos han logrado descapitalizar al país de excelentes profesionales y ciudadanos. El bardo Gerbasi escribió “venimos de la noche y hacia la noche vamos”. Hoy podemos decir venimos de la noche y hacia la aurora vamos. Venezuela saldrá pronto de la dictadura.

Como (había) en botica:

Excelente la iniciativa de compatriotas en Estados Unidos de fundar la orquesta Bolívar Phil. Sus jóvenes voceros deben entender que se encuentran fuera de Venezuela por razones políticas y que en nuestro país se violan los derechos humanos, por lo cual extraña que declaren que “la música no se debe ensuciar con la política”. Nuestra excelsa pianista Gabriela Montero sí entiende la situación y por eso declara frontalmente contra la dictadura.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotlail.com

 4 min


​José E. Rodríguez Rojas

México ha avanzado en su camino al desarrollo a través de estrechar sus relaciones con el primer mundo. Ello lo ha hecho mediante un Tratado de Libre Comercio con sus vecinos del norte (TLCAN) que le ha permitido incrementar su comercio e inversiones en forma sustantiva. El TLCAN ha convertido al país azteca en el octavo exportador de automóviles a nivel mundial. La composición de las exportaciones se ha modificado, reduciéndose el peso de las exportaciones petroleras que son minoritarias. Esto ha derivado en un incremento del tamaño de la economía que ha desplazado a España como la mayor economía de hispanohablantes del mundo y ha posibilitado el ingreso del México en la OCDE conocido como el “club de los países ricos”.

Entre la década de 1970 y 1990 se desarrollaron diversos eventos que fueron clave en la transformación de México en una economía no petrolera. Durante esos años gobernaba en México el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual era heredero de la tradición de la revolución agraria mexicana. El PRI mantenía el control del Estado desde 1930, conformando un régimen autoritario de largo aliento qué si bien recurría a la represión, también emprendió reformas que lo conectaron con amplios sectores económicos, académicos y culturales. Evidencia de ello es que un intelectual de la talla de Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, se desempeñó como embajador en la India de uno de los gobiernos de este partido.

El PRI era un partido de Estado en el sentido de que se consideraba comprometido con la gestión del Estado mexicano en el largo plazo y la necesidad de pensar ésta más allá de las circunstancias del momento. La dirigencia del partido concluyó que manejar el Estado era muy complejo, en consecuencia, envió a sus jóvenes dirigentes presidenciables a formarse en economía y gerencia en las universidades de los Estados Unidos; con el propósito de construir una generación que fuera capaz de enfrentar los retos que planteaba la globalización a la economía mexicana, aunado al reto de convivir con su vecino, el coloso del norte, y sobrevivir en el intento.

Un miembro de esa generación, formado en los Estados Unidos, Carlos Salina de Gortari, llegó a presidente de la nación a finales de la década de 1980. Salinas era economista y obtuvo un master en Administración Pública en la Universidad de Harvard y luego un PHD en la escuela de gobierno de la misma universidad. En su administración se inició la discusión de un Tratado de Libre Comercio con sus vecinos, Estados Unidos y Canadá (TLCAN), el cual recogía una idea lanzada por Ronald Reagan en su campaña a la presidencia de Estados Unidos en 1980, que dio lugar a un acuerdo previo entre éste país y Canadá, que luego se extendió al país azteca. Los esfuerzos del PRI habían dado frutos ya que sus jóvenes dirigentes habían contribuido a la concepción de un acuerdo, que no solo era una respuesta a la globalización sino que intentaba formalizar, para provecho mutuo, una agenda de convivencia con el coloso del norte que fuera más allá del conflicto migratorio que todavía consume la discusión entre ambos.

El acuerdo comercial fue firmado a inicios de la década de 1990 por Salinas, el presidente H.W.Bush y Brian Mulroney primer ministro de Canadá. El TLCAN buscaba potenciar el comercio con los Estados Unidos y Canadá así como las inversiones extranjeras. El PRI culminó su larga estadía en el poder en el año 2000 con el ascenso de Vicente Fox a la presidencia, sin embargo, Fox al igual que los demás presidentes de México, que sucedieron a Salinas, continuaron la instrumentación del TLCAN, a pesar de las múltiples dificultades que se plantearon y que sería largo de enumerar en estas líneas.

Casi 30 años después una evaluación del acuerdo comercial evidencia que ha sido exitoso, si se le examina en función de los objetivos que se propuso, centrados en el tema del comercio y la inversión extranjera. Ha logrado incrementar de manera sustantiva las exportaciones hacia los Estado Unidos, así como las inversiones extranjeras de sus socios en el país del mariachi y del tequila. En particular en la industria de producción de automóviles México ha logrado integrarse en la cadena de producción. Las empresas automovilísticas americanas fabrican las autopartes en suelo estadounidense y luego las exportan al país azteca, donde se fabrican los vehículos, aprovechando el bajo costo de la mano de obra. Luego de fabricados son enviados a los Estados Unidos para su venta. Empresas europeas de fabricación de autos también se han instalado en México para luego exportar el producto final hacia el mercado americano. Como consecuencia de ello México se ha transformado en el octavo exportador mundial de vehículos. La estructura de las exportaciones ha variado, petróleo y derivados representa solo un tercio de las mismas, mientras la gran mayoría son exportaciones no petroleras que abarcan productos agroalimentarios, electrodomésticos, autopartes y vehículos entre otros items.

El crecimiento de las exportaciones y de la inversión se ha reflejado en un aumento del tamaño de la economía mexicana, medido por el Producto Interno Bruto (PIB) a precios de paridad del poder de compra (PPC), que es el indicador usualmente utilizado para ello. Para esta estimación se utiliza un tipo de cambio de equilibrio que corrige las distorsiones que corrientemente sufren los tipos de cambio, el cual permite la comparación entre los países en términos más reales. De acuerdo con esta estimación, hecha por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el tamaño de la economía del país azteca se ha incrementado a tal nivel que en 1998 desplazó a España, como la economía de hispanohablantes de mayor tamaño del mundo, según reporta el diario EL País de España. En el año 2012 el FMI confirma sus estimaciones colocando a México como la onceava economía del mundo por encima de Corea del Sur, Canadá, España, Turquía y Australia. Los avances del país azteca han posibilitado su ingreso en la OCDE conocida como el “club de los países ricos”. Según la unidad de investigación de la revista The Economist la expansión continuará en el futuro convirtiendo a México en una de las economías de mayor dinamismo del mundo.

El impacto del TLCAN se ha focalizado en algunas regiones principalmente la central y las más cercanas a los Estados Unidos. En otras, más rezagadas, la vida de los habitantes es agobiada por la violencia y el narcotráfico. La pobreza sigue siendo un tema pendiente. México es un caso paradigmático en el cual se evidencia que la pobreza es un problema de largo plazo difícil de resolver. A pesar de los esfuerzos que se han hecho, con la colaboración de los organismos internacionales, todavía involucra al 43% de la población.

Profesor UCV

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Desde el 2017 la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), a través de la Exhortación Pastoral, ha expresado de manera reiterada la necesidad de buscar en las elecciones presidenciales el cambio del rumbo político de Venezuela.

El 13 de enero 2017, la Exhortación Pastoral “Jesucristo Luz y Camino para Venezuela”, advirtió que los venezolanos reclamaban un cambio profundo en la orientación política del país, para lo cual, exigió un itinerario electoral a los fines de buscar ese cambio en la decisión del pueblo soberano.

En aquel momento la CEV llamó a los venezolanos a ser protagonistas del presente y futuro del país, y en tal sentido, invitó a los venezolanos a no ser simples espectadores.

Luego el 12 de enero 2018, en la Exhortación Pastoral “Dios consolará a su pueblo”, la CEV reiteró la necesidad de un cambio de rumbo político ante el fracaso de un gobierno que no puede cumplir con su tarea de garantizar el bienestar de la población: ni los servicios públicos, ni la industria petrolera, ni los cuerpos de seguridad, ni la sanidad pública, ni otros organismos han sabido responder a las necesidades de la gente.

Y con fecha 11 de julio 2019, nuevamente una Exhortación Pastoral “Dios quiere para Venezuela un futuro de esperanza”, recuerda en sus líneas que los venezolanos claman por lograr un cambio de rumbo y una vuelta a la Constitución.

Y para ello exigió la realización de una elección presidencial en el menor tiempo posible, para lo cual, se hace necesario:

Elegir un nuevo Consejo Nacional Electoral imparcial,

Actualizar el registro electoral,

Garantizar el voto de los venezolanos en el exterior y

Procurar una supervisión de organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, entre otras.

Hasta ahora, advierte la reciente Exhortación Pastoral, en la crisis venezolana va ganando terreno el deterioro moral de la sociedad con sus secuelas de violencia, mentira, corrupción e irresponsabilidad, y la desesperanza y el miedo de una ciudadanía, que enfrenta ese deterioro con los tradicionales valores cívicos, culturales y religiosos.

Frente a esa dramática realidad, la Exhortación Pastoral hace un llamado en esta oportunidad para que ese cambio de rumbo, necesario y urgente, sea acompañado o complementado con una renovación ética y espiritual del país.

Al final, plantea la necesidad de:

Favorecer la educación en principios y valores.

Desterrar de la vida social la mentira como instrumento de manipulación.

Erradicar la corrupción administrativa y el aprovechamiento de los bienes públicos.

Construir adecuados mecanismos para superar la violencia familiar y social.

Para la CEV, la renovación ética y espiritual es tarea de todos, y para contribuir a ella, es fundamental:

Comprender que la política debe orientar su finalidad al bien común y no a intereses particulares.

Que la labor política debe ser asumida como un verdadero compromiso de servicio.

Que los actores políticos deben demostrar ser actores responsables, generosos honestos, coherentes, capaces de movilizar la población en consecución de grandes objetivos.

En este documento, la Iglesia se compromete a contribuir con la renovación nacional desde el fortalecimiento de la fe en Jesucristo, y en el desarrollo de programas de formación y organización que permitan la defensa de los derechos humanos, la recuperación de la institucionalidad democrática y la reconstrucción del país de una forma pacífica.

Para responder al desafío planteado por el Exhorto Pastoral, la sociedad civil debe en primer lugar, identificar cuáles son esos valores tradicionales, culturales, cívicos y religiosos a que hace mención la CEV en el reciente Exhorto Pastoral; pues una vez identificados, será posible salvaguardarlos y reforzarlos como antídotos para enfrentar el deterioro de la sociedad.

Precisamente en esos valores, es donde hay que buscar los principios que deben inspirar la recuperación de una participación ciudadana responsable, permanente y ética que sirva de complemento efectivo de la democracia representativa en el proceso de restauración del orden constitucional y democrático del país.

La identificación de esos valores mencionados en las líneas previas contribuirá efectivamente con las aspiraciones de la sociedad venezolana por alcanzar una convivencia plural, pacífica, en justicia, libertad y solidaridad, como lo establece la Constitución,

Por lo pronto, el cambio de rumbo político, al cual ha hecho referencia en varias oportunidades la CEV, es claramente una decisión de pocos, que requiere de la presión de todos; pero la renovación ética y espiritual de Venezuela, sin duda alguna es responsabilidad de todos y hoy, es también un compromiso irrenunciable frente a las generaciones futuras.

Por último, es importante destacar que la Exhortación Pastoral de junio 2019, en función de denunciar la profunda crisis de la sociedad venezolana, hace varias citas al Informe sobre la violación de los Derechos Humanos en Venezuela, y además, exhorta a la Fuerza Armada Nacional, a los órganos policiales y al Ministerio Público, a obrar conforme a la justicia y la verdad, y no al servicio de una parcialidad política.

Con esta reciente Exhortación Pastoral, la CEV nuevamente presenta un documento con reflexiones oportunas y actuales, en las cuales hay muchos elementos para poder abordar el desafío cívico de contrarrestar el deterioro progresivo de la sociedad venezolana.

POLITIKA UCAB, Julio 18, 2019

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Jesús Elorza G.

El inefable y usurpador Ministro del Deporte, en una de sus acostumbradas ruedas de prensa, se refirió a lo que según su “científico y revolucionario” criterio seria la actuación de nuestro país en los venideros Juegos Deportivos Panamericanos a celebrarse en la ciudad de Lima, Perú este 2019.

Según sus inflados pronósticos alcanzaríamos ¡¡¡un total de 10 medallas de Oro y 20 más entre Plata y Bronce, para un total de30 preseas” superando así la actuación de los Juegos del 2015 realizados en Toronto Canadá.

Como es su costumbre, adornó su intervención resaltando las políticas revolucionarias en materia deportiva que sin lugar a dudas nos llevan a alcanzar, cada vez más, sitiales superiores en el campo internacional del ciclo olímpico. Según sus palabras, la “Generación de Oro” producto de la revolución bolivariana, no se detiene en la búsqueda permanente y progresiva de medallas (en especial de oro) en los Juegos del Ciclo Olímpico: Bolivarianos, Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos.

Los enchufaos que lo rodeaban aplaudían a rabiar las palabras de su jefe y gritaban consignas para ganar puntos con su jalabolismo….”Con Infante y Maduro el triunfo olímpico está seguro”

Sorprendente, por falso y demagógico, es el anuncio de las 30 medallas en total que se aspiran lograr en Lima 2019. Si se compara, el histórico de medallas obtenidas en estos veinte años de “revolución” podemos darnos cuenta de cuan profundo, sistemático y progresivo es el fraudulento anuncio ministerial:

1999- Winnipeg 40 medallas

2003-Santo Domingo 64 medallas

2007-Río de Janeiro 69 medallas

2011- Guadalajara 72 medallas

2015-Toronto 50 medallas.

2019-Lima el pronóstico es de 30 medallas

El listado demuestra fehacientemente que el “científico y revolucionario” pronostico del usurpador ministro del deporte, no es sino el preámbulo de una derrota anunciada con un balance regresivo de 20 medallas con relación a los últimos Juegos Panamericanos. Quedo al desnudo como un incapaz, incompetente e irresponsable funcionario. Solo a los falsos profetas se les ocurre vender la ilusión de señalar que a menor cantidad de medallas estaremos superando actuaciones anteriores.

Ahora bien, es importante señalar que la responsabilidad absoluta del desastre deportivo venezolano recae sobre los hombros de quienes han tenido la conducción del mismo y solo han demostrado además de su incapacidad un desempeño marcado por la corrupción.

A manera de síntesis, pudiera decirse que los 20 años del régimen chavista-madurista en materia deportiva, se han caracterizado por una constante violación de la autonomía de las Federaciones Deportivas y del Comité Olímpico, el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con todo lo relacionado al transporte, alimentación y viáticos de las delegaciones que representan al país en eventos internacionales. La no transparencia en el manejo de los cuantiosos recursos económicos del Fondo Nacional del Deporte. La estafa continuada con la solicitud de divisas a Cadivi. El encubrimiento de los ilícitos ocurridos con la construcción de las instalaciones deportivas para los Juegos Nacionales o para eventos internacionales como lo fue el caso del Estadio Iberoamericano de Atletismo en Maracay. El grave y progresivo deterioro y abandono en que se encuentra más del 80% de nuestras instalaciones deportivas, lo cual ha generado el alejamiento de las comunidades y población en general de las mismas, consolidándose además serias restricciones para el desarrollo del deporte de rendimiento por carecerse de instalaciones adecuadas. La no homologación y pago de los pasivos laborales de los pensionados y jubilados del Instituto Nacional de Deporte. La solicitud irresponsable de sedes de eventos deportivos internacionales con el solo propósito de continuar con la apropiación indebida de los recursos económicos destinados para tal fin, ejemplo de ello lo ocurrido con la Copa América de Futbol, Juegos Bolivarianos de Playa, Iberoamericano de Atletismo, Mundial de Softbol femenino entre otros. La no asistencia a eventos internacionales programados, por incapacidad gerencial que pretenden esconderlas con señalamientos contra el imperio norteamericano y la guerra económica. La entrega de divisas a la dictadura cubana a través de leoninos convenios de contratación de “entrenadores” y los juegos del “Alba” y la permanente suspensión de los Juegos Nacionales.

Con mentiras o medias verdades el estancamiento deportivo del país seguirá ampliándose de manera exponencial Una nueva visión estratégica del deporte debe superar el estado generalizado de corrupción que impera en el sector, la desatención a los atletas, entrenadores y dirigentes, la incompetencia e incapacidad de los funcionarios, la no formación de entrenadores, el progresivo deterioro de las instalaciones deportivas y la ideologización político partidista de la actividad con fines proselitistas.

Sin lugar a dudas que “Un Deporte Mejor requiere obligatoriamente una Sociedad Mejor” y este objetivo solo podrá alcanzarse con el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.

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El enfoque racional

Los politólogos suelen tomar prestado de la economía la figura del individuo maximizador para sus análisis. Se trata de un ser que, al buscar optimizar su bienestar, sopesa las oportunidades y desafíos que enfrenta para elegir la mejor combinación. Ello expresa una conducta racional. Aunque no lo denominan como tal, una “función de utilidad” incidiría en las decisiones de los políticos, buscando reducir al mínimo los costos o probabilidades de resultados adversos, y maximizando los beneficios o posibilidades de resultados provechosos para su tolda o proyecto personal. Es decir, como en economía, se parte de la existencia de un ser racional, cuyas decisiones responden a los premios y los castigos percibidos en un momento determinado. Sin esta suposición no sería posible predecir las acciones de los individuos ante políticas o estímulos específicos.

La hipótesis del individuo racional fundamenta los análisis de cómo sacar del poder a la camarilla usurpadora de Maduro. Su renuencia por dimitir, a pesar del notorio fracaso de su gestión, responde a incentivos poderosos. El control de las fuerzas coercitivas del estado le provee de enormes beneficios al facilitarle la expoliación de la riqueza social. Por su parte, la represión de las movilizaciones democráticas para sostenerse en el poder tiene, hasta ahora, bajo costo. Alternativamente, los costos de su salida son muy elevados, ya que los desmanes cometidos condena inequívocamente a algunos a prisión. Sus beneficios, además, serán nulos, pues carecen de activos con los cuales desenvolverse de manera lícita fuera del poder. En ausencia de su red de complicidades no son nada.

De ahí la lógica de la estrategia instrumentada por las fuerzas democráticas: modifíquese la relación costo-beneficio percibida por quienes sostienen al régimen para que les sea más atractivo irse que quedarse. Esto significa reducir los beneficios de su permanencia y aumentar sustancialmente los costos de la represión. Las sanciones impuestas a personeros del régimen que violaron derechos humanos y/o robaron al país cumplen este papel. Las sanciones más generales —exclusión del estado venezolano del sistema financiero estadounidense, prohibición de transacciones con PdVSA— achican las bases para sus negociados turbios, aunque con altos costos para el resto de los venezolanos. Finalmente, las atrocidades reveladas en el informe de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, elevan los costos de la represión ante la comunidad internacional.

Por otro lado, el ofrecimiento de levantar las sanciones a quienes renieguen de la dictadura y ayuden a restablecer el ordenamiento constitucional, la posibilidad de un régimen transicional para juzgarlos -- como ocurrió en las negociaciones de paz en Colombia--, así como eventuales períodos de gracia para que puedan esfumarse, debían bajar sustancialmente el costo percibido por dejar el poder. Profundizar estos incentivos debería producir deserciones militares (y de otros) y resquebrajar las bases del régimen. Y, en la medida que se haga evidente la inviabilidad de un régimen sin futuro, podría producirse una implosión que abriera las puertas a un cambio democrático sin mayores traumas.

Esta estrategia suscita la crítica de algunos por razones éticas o de justicia, dadas las concesiones que habría que hacer para inducir la salida de la mafia usurpadora. Pero su permanencia genera costos que pesan aún más. Lamentablemente, no ha producido los resultados esperados hasta ahora. Se plantea, entonces, 1) acentuar los incentivos, sobre todo las sanciones, cuidándose de las posibles repercusiones negativas sobre el resto de la población; 2) darle más tiempo, aunque ello prolongaría la terrible situación actual de muertes y sufrimientos; y 3) abrir espacios para negociar soluciones globales o individuales. Es menester persistir en esta estrategia –se argumenta—para evitar salidas violentas, con altos costos para los venezolanos, que dejarían cicatrices que dificultarían la convivencia y la recuperación del país.

El efecto maldad

Pero el análisis anterior no es suficiente, ya que omite un elemento crucial: la presencia de la maldad. Agradezco a mi amigo, el profesor Miguel Ángel Martínez Meucci, la introducción de este concepto como categoría de análisis político1. Implica que las decisiones tomadas desde el poder no necesariamente se atienen a una decisión racional ante una relación costo-beneficio, como la que se derivaría de la hipótesis del individuo maximizador. En todo caso, implica que debe incorporarse como “beneficio” en la función de bienestar de quienes ejercen el poder, el placer de hacer daño a quienes “se lo merecen” o son considerados enemigos2. Ello explicaría porque los incentivos instrumentados hasta ahora de la estrategia mencionada han tenido escaso efecto y ayudaría a responder a la pregunta de cómo se mantiene todavía en el poder un régimen tan nefasto, rechazado por la inmensa mayoría.

La maldad existe en toda sociedad. Suele desatarse por odios, frustraciones, ansias de venganza o de retaliación, resentimientos, envidias y/u otras pasiones malsanas. En aquellas sociedades con instituciones sólidas, con normas de convivencia y de respeto compartidas y consensuadas entre mayorías, la maldad es reprimida penalmente y/o condenada por razones morales. Transgrede valores y costumbres considerados justos o correctos. La propensión a la maldad puede ser potenciada en quienes padecieron maltratos de niño, crecieron en ambientes de mucha violencia e injusticia o que sufrieron traumas o agresiones que no fueron adecuadamente procesadas. Seguramente hay otras explicaciones, pero como no soy experto en el área, no me atrevo a ofrecerlas. Lo importante, en lo que al presente escrito se refiere, es que esta maldad –imposible de suprimir totalmente-- tiende a reducirse al mínimo en presencia de instituciones sanas, incluyendo los valores conculcados en el ámbito familiar, vecinal o religioso. En tal entorno, difícilmente llega a ser una conducta extendida entre grupos o estamentos sociales, ni tampoco a caracterizar el ejercicio del poder. De convertirse en condición mayoritaria o notoria, señalaría un fuerte resquebrajamiento de las instituciones.

El papel de la ideología y de las mafias

Entre las instituciones no puede dejar de mencionarse a la ideología, crisol de valores, mitos y creencias que moldean nuestra visión del mundo y, por tanto, nuestra conducta en sociedad. Ideologías basadas en el conflicto, que pregonan una única verdad, religiosa o política y profesan odio contra quienes ponen en duda su supremacía, suelen encomiar la maldad cuando ésta se canaliza contra ellos. El fascismo clásico, las sectas islamistas y las agrupaciones revolucionarias que invocan la “lucha de clases” invitan a ejercer la maldad contra quienes desamparan de toda consideración como miembros de la sociedad deseada, en tanto que “enemigos” de ella. La justifican por razones de limpieza o redención social. Odiar a quienes están reñidos con el proceso liberador e, incluso, fusilarlos sin misericordia tras juicios sumarísimos --el “Che” en el fuerte La Cabaña-- es loable: “la Historia lo absolverá”. En mentes sectarias la prosecución de fines trascendentes excusa las maldades más crueles: se convierten en “bondades”.

No es halado por los cabellos, entonces, sustituir esta noción por una categoría de signo contrario, el de la “maldad”.

Por otro lado, donde se destruyen instituciones liberales que fomentan la convivencia y el respeto por el otro, emergen regímenes de fuerza. Las relaciones de poder suelen facilitar prácticas de expoliación – como revela el caso venezolano-- conformándose con el tiempo auténticas mafias basadas en la lealtad absoluta al líder a cambio de una cuota en los frutos del expolio. Sus acciones pueden cobijarse con distintos idearios, llegándose a plasmar incluso en códigos de conducta. Se estructuran organizaciones regimentadas y jerarquizadas, en las cuales la disposición a la violencia –ser el “malo” de la partida-- puede ser la vía para “ganarse” el ascenso. Se cuelan en el poder los más perversos.

La maldad en el régimen de Maduro

En la Venezuela de Maduro, quien asume “valerosamente” un comportamiento perverso, violatorio de los derechos consagrados en la constitución, como fue el caso de la fiscal Harrington, la jueza Barreiros, los militares imputados de narcotráfico o aquellos que han destacado en sus labores represivas, como el general Zavarce, son premiados con reconocimientos y ascensos. Las FAES, grupo de exterminio que hace razias en barriadas populares, son alabadas. Se incentiva deliberadamente a desafiar los derechos humanos y demás valores de la democracia liberal en nombre de una “revolución”.

En tal escenario, labran sus posiciones de liderazgo quienes destacan por su perversidad y crueldad, como es el caso de Diosdado Cabello. Y como tal conducta se ampara en la construcción de una realidad alternativa con base en un discurso ideológico refractario a toda crítica externa, suele ser aplaudida: se ha convertido en un nuevo “correcto”. El cinismo de Cabello es, en realidad, jactancia en despreciar todo entendimiento para regresar al ordenamiento constitucional, porque ello no es compatible con el ideario así construido. De ahí también los disparates con que, sin rubor alguno, Maduro justifica su política represiva y culpa a las víctimas de las acciones libradas contra ellas.

La dinámica política del chavismo ha compactado en un núcleo central de poder, tanto por mecanismos de promoción propios a toda mafia como por su funcionalidad para con el montaje ideológico que les sirve de justificación, a los más perversos. Cuando Iris Varela alardea que, “Así dejemos a Venezuela en cenizas no nos iremos del poder”, Delcy Rodríguez grita que la “revolución” persigue la venganza, Maduro se ufana de que “ni por las buenas ni por las malas” llegará Guaidó a gobernar y Cabello amenaza con el mayor desparpajo que, ante una intervención extranjera, se “exterminará” primero a la oposición porque es lo más fácil, están exteriorizando su maldad. Rechazan la idea de convivir con el “otro”, ¡pero en nombre de una “revolución” que profesa amor por el pueblo!

Como es harto sabido, la práctica de la tortura degrada, antes que nada, a los torturadores. Al ser extendido y contar con la anuencia o complicidad de los más altos niveles, el régimen muestra estar podrido. El estado policial que ha instalado, con el protagonismo cada vez más activo y “a la libre” de los organismos de seguridad y de bandas paramilitares fascistas, es un caldo de cultivo para la maldad.

En realidad, la maldad contra quienes se desprecia representa un ejercicio de poder. Así lo ejemplificó Maduro cuando se hizo filmar bailando salsa mientras la Guardia Nacional y las bandas fascistas asesinaban a jóvenes que salían a manifestar a favor de la restitución del ordenamiento constitucional. Ello se repitió al difundir la imagen de oficiales de la marina de guerra bailando con traje formal a escasas horas de la muerte, luego de espantosas torturas, del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. Si, como señaló Lord Acton, “el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”, nada más absoluto que disponer de la vida de otros, por encima de la ley, consideraciones éticas o humanitarias.

De manera que, al lado de los intereses pecuniarios que les impide despegarse del poder --fuente de sus fortunas--, y de la construcción ideológica que “justifica” que se cojan el país para sí y sirve para “auto absolver” sus atropellos a la población, se encuentra la exudación de poder que da la crueldad en el trato a quienes considera enemigos, “beneficio” en la función de bienestar de Maduro y los suyos.

Los factores mencionados –los intereses de mafia, la excusa ideológica y la maldad-- explican el proceso deliberado e inclemente de empobrecimiento sostenido de la población con políticas económicamente destructivas. A pesar de innumerables llamados a Maduro para rectificar, nunca lo hizo. Simplemente, no le importa. El hambre, la miseria, las muertes y padecimientos por falta de medicamentos y deterioro de las instalaciones sanitarias, la inseguridad y el colapso de los servicios públicos, no obedecen a un complot imperialista para bajar los precios del petróleo ni son accidentales. Pero el régimen despacha el asunto con cajas de productos subsidiados (CLAPs), distribuidas a hogares humildes a cambio de lealtad y sumisión. Burlarse abiertamente así del sufrimiento de tantos ostenta una supremacía “revolucionaria”. Ahora el informe desgarrador de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas certifica las atrocidades que organizaciones defensoras de derechos humanos tenían años denunciando.

A quienes Maduro debe su permanencia en el poder, la cúpula militar y la seguridad de estado cubana, son componentes indisolubles de ese cáncer tóxico que viene gangrenando el tejido económico y social del país. Por eso no hacen nada, a pesar de la dimensión de la tragedia urdida sobre los venezolanos. Padrino y demás jefes militares controlan la economía y son los principales beneficiarios del régimen de expoliación instalado. Detrás, hay 60 años de experiencia perfeccionando mecanismos de terror de estado acumulados por los asesores cubanos, cómplices y socios de la mafia chavista. Ahora aparece Vladimir Putin empeñado en desestabilizarle el patio trasero de los EE.UU., alentando a Maduro a resistir frente a las presiones por desalojarlo, parapetándole los equipos militares que le vendió a Chávez. La maldad endurece la indisposición de la mafia por llegar a acuerdos, la cementa en el poder.

Implicaciones: ¿negociación o intervención?

Lo argumentado hasta ahora va en la dirección de señalar que Venezuela no sufre simplemente de una dictadura militar con la que, en consideración de la preservación de sus intereses en el tiempo, puede llegarse a acuerdos. Nos enfrentamos a una mafia que concentra maldad y se refugia en una realidad alterna para blindarse contra toda increpación basada en los hechos. Cualquier enfoque sobre la solución a la tragedia venezolana debe tomar en cuenta tales condicionantes. Por otro lado, la institución militar como tal simplemente no existe, carcomida por la politización, el oportunismo y el reemplazo de las líneas de mando por lealtades de mafia. La descomposición se refleja también en el protagonismo beligerante de bandas fascistas que poco a poco van asentando su autoridad en zonas populares. Instancias públicas retroceden ante la consolidación de redes de complicidad en el expolio del patrimonio nacional. En esta situación de anomia, personeros del núcleo duro del Madurismo responden como todo fascismo atrincherándose para librar una batalla final. Ofrecer negociar a la par que se persigue a parlamentarios, se tortura y asesina a militares y civiles opuestos al régimen y se encarcela a venezolanos por razones políticas, mientras se libera a otros, ¿Va en serio, más allá de procurar un segundo aire para seguir con sus desmanes? ¿Tiene sentido?

Obviamente tiene sentido si genera los resultados esperados en un tiempo prudencial. Debe evitarse prolongar innecesariamente el sufrimiento del pueblo venezolano. Pero ¿quién o quiénes desde el poder están dispuestos, realmente, a llegar a acuerdos? Entramos en el mundo de la especulación. Por su imbricación con la maldad, no parece que se pueda contar con los integrantes del núcleo central de poder. Más hacia la periferia, ¿Quiénes estarían propensos a entrar en una negociación como la planteada en la estrategia descrita al comienzo? ¿Qué tanto depende la mafia de ellos? ¿Significaría el resquebrajamiento definitivo de su poder criminal? Desde afuera, imposible de saber.

Si bien una salida expedita, a los ojos de muchos, estaría en sacar a Maduro y compañía por la fuerza, se plantean los siguientes problemas:

1) las fuerzas democráticas en Venezuela, de no prosperar una deserción masiva de militares, no tienen capacidad para ello. Esta reside en los países amigos, la mayoría de los cuales se han manifestado en contra, hasta ahora, de tal acción.

2) Es difícil evaluar el costo de tal intervención. Todo hace prever un desplome rápido de la resistencia militar formal, pero es difícil que no haya derramamiento de sangre. Por otro lado, la anomia y la anarquización del país pudiera generar focos de violencia al desmoronarse la fuerza Armada, con capacidad de desestabilizar un gobierno de transición y/o causar bastante daño.

3) Es menester rescatar una estructura militar confiable que respalde la autoridad de un gobierno de transición. Estar en capacidad de garantizar la paz y el orden requerirá, por un tiempo, contar con militares leales. Una intervención extranjera podrá dificultar esto.

¿Qué hacer?

Ante el atrincheramiento del núcleo central, las fuerzas democráticas necesitan del apoyo activo y comprometido de los países amigos. Por tanto, no se puede abandonar la negociación, que es la base de su estrategia. Aun manteniéndose el lineamiento de cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones confiables, el punto álgido es el de las elecciones, pues las condiciones mínimas aceptables para su realización presuponen dirimir los otros dos: Maduro no aceptaría realizar elecciones en condiciones en las que claramente perdería y cuyas secuelas, tomando en cuenta la euforia desatada, serían desastrosas para la mafia. De ahí que la exigencia estricta y celosa de condiciones para la realización de comicios con todas las garantías se convierte en punto de honor.

Lo anterior implica que la negociación debe hacerse necesariamente en un marco de presión creciente que asome, de manera cada vez más clara, la posibilidad de una intervención si, en última instancia, el régimen no muestra disposición alguna en ceder. Esto significa varias cosas:

1) Convencer a los aliados internacionales, sobre todo al Grupo Lima y la Unión Europea, de la malignidad del núcleo duro del Madurismo. El informe Bachelet ayuda a este entendimiento, pero debe acompañarse de otras acciones como las intentadas ante la Corte Penal Internacional3. Ello pone énfasis en que los representantes del presidente (e) Guaidó continúen denunciando los atropellos del régimen ante las instancias de gobierno del país en el que están acreditados.

2) Neutralizar, hasta donde sea posible, la interferencia rusa y de otros países aliados de Maduro. Esto, obviamente, no depende de los venezolanos, por lo que debe concertarse como parte de una estrategia internacional.

3) Tratar de descifrar la postura definitiva, si es que la hay, del gobierno estadounidense frente a la situación venezolana. A pesar de las declaraciones amenazantes contra Maduro de altos voceros y del propio Trump, nuestro país está lejos de ser central a los intereses de Estados Unidos. ¿Las elecciones presidenciales del próximo año favorecerán una actitud más definitiva de ese país ante la banda criminal que desgobierna a Venezuela? Un presidente que ha hecho alarde de racismo y que tilda a los mexicanos de violadores y criminales, no augura un compromiso más allá de declaraciones que puedan favorecerlo electoralmente. Ahora que ha cobrado relevancia el manejo internacional de la crisis venezolana, ¿cómo entra Venezuela, si acaso entra, en la política exterior del país del norte? ¿Existe una estrategia discernible al respecto?

4) La pieza clave pudiera ser el presidente Duque de Colombia. Más allá del oprobio que genera la mafia militar – civil, la situación venezolana constituye una amenaza para la estabilidad y seguridad de la región. No sólo por ser plataforma para el narcotráfico, refugio de la guerrilla colombiana y asiento supuesto de bandas terroristas, sino también por el efecto desestabilizador causado por los millones de venezolanos forzados a abandonar el país en busca de sustento. Colombia es la nación que, por mucho, sufre más el impacto de estos elementos. De ahí que debe alentarse que el presidente Duque asuma un liderazgo firme para adoptar una postura comprometida --que no descarte la intervención militar en última instancia-- ante el Grupo de Lima y los Estados Unidos. Presentar una amenaza creíble a la mafia de Maduro será decisiva para forzar una disposición en algunos de sus integrantes a negociar una salida efectiva.

5) Finalmente, es menester fortalecer el liderazgo democrático interno, cerrando filas en torno a las iniciativas asumidas por el presidente (e) Juan Guaidó y procurando la búsqueda de consensos con partidos y organizaciones sociales respecto a las acciones a tomar. Ello es clave para anclar apoyos externos. Además del trabajo de base en distintos sectores de la sociedad y la promoción inteligente del Plan País como alternativa viable y creíble al desastre urdido por la mafia, deben continuarse los esfuerzos por detectar y comprometer a militares sanos en el restablecimiento del orden constitucional. Como se mencionó arriba, sin la existencia de una estructura militar respetuosa de la ley, sometida al liderazgo civil, será más difícil restablecer la autoridad de un gobierno democrático, dado el ambiente inicial anarquizado que emergerá de la anomia y la descomposición actual.

Debo confesar mi incomodidad por estar opinando desde las gradas sobre el acontecer venezolano. Se trata de unas reflexiones que viene mascullando alguien entrado en la tercera edad acicateado por el sentimiento de impotencia que lo embarga ante la barbarie que se ha enseñoreado de Venezuela. Como ciudadano responsable, deseo contribuir con la unidad de propósitos que permitan superar esta tragedia. De ahí la ilusión de pensar que estas reflexiones puedan contribuir con ello.

En mi descargo, quiero manifestar mi confianza y admiración por esa valiosa y brillante generación de jóvenes que han asumido la conducción del proceso liberador. Son los muchachos que han crecido bajo este oprobio, muchos exdirigentes estudiantiles, quienes hoy ocupan posiciones visibles de liderazgo en las luchas por la democracia. No tengo la menor duda de que en manos de esta calificada y comprometida generación, el país saldrá de esto.

¡La maldad no puede triunfar, será derrotada!

Economista, profesor de la UCV.

humgarl@gmail.com

  1. http://www.ideasdebabel.com/el-dragon-tatuado-consideraciones-en-torno-a... meucci/?utm
  2. La descripción obedece más al concepto de crueldad que el de maldad, definida más bien como ausencia de todo precepto moral que limite hacer el mal. Cabe señalar que la escuela del Public Choice fue pionera en la incorporación del altruismo en las funciones de bienestar del ser maximizador (James Buchanan, Theory of Public Choice).
  3. No hay que olvidar, lamentablemente, que el informe de la Alta Comisionada debe presentarse ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde el régimen tiene aliados que pueden evitar su aprobación.

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Alejandro J. Sucre

Ni Pemex ni PetroBras, ni Rofnef ni ninguna empresa petrolera estatal en el mundo, a excepción de Armco tiene el potencial de Pdvsa. Sin embargo, ninguna de esas empresas, aun cuando los precios del petróleo bajaron a $25/barril, y se destaparon escándalos de corrupción, dejaron caer la producción y mucho menos dejaron de pagar a sus acreedores. Es muy grave que una empresa que explota las mayores reservas del mundo, que tiene un costo de extracción de petróleo de los mas bajo de todos los países, que tiene acceso a mercados internacionales y proveedores de talla mundial haya caído en cesación de pagos y haya dejado de producir. La demanda mundial de petróleo sube cada año al igual que el precio. Venezuela tiene casi 100 años de experiencia produciendo petróleo. Y esta 100 % en manos de gerentes designados por el gobierno nacional. No veo por donde buscar culpables que no sea el mismo gobierno. La caída en la producción vino mucho antes de las sanciones impuestas por EEUU en agosto del 2017. Estas primeras medidas de agosto de 2017 en cierta manera ayudaron a evitar endeudamientos con agiotistas y preservar el patrimonio de la empresa, tomando en cuenta que se endeudo en la década pasada para aumentar la producción y logro lo contrario. Con el flujo de caja propio, Pdvsa no debería tener problemas para producir mas de 2,5 millones de barriles y pagar sus deudas e ir reduciendo la carga financiera y aumentar el flujo de caja de la nación. Las últimas sanciones del 2018 donde no le permiten hipotecar activos también se pueden superar si solo Pdvsa fuera mas eficientes en su gerencia. Ni siquiera los chinos ni los rusos han tenido la oportunidad de mantener la producción ni tampoco cobran sus acreencias sino que sufren continuas reestructuraciones. Esto es Pdvsa no le cumple a nadie cabalmente, ni a los países aliados y menos a los de Petrocaribe.

El endeudamiento de cuentas por pagar de Pdvsa debe ser totalmente revisado. La mayor parte de las cuentas por pagar son infladas para pago de jugosas comisiones a los ejecutivos de la empresa. Para Pdvsa pagar los $30.000 millones en deuda de bonos externos sujetos a tribunales estadounidenses lo que requiere es vender algunos campos petroleros por licitación, Si Pdvsa produjera 1 millón de barriles de petróleos adicionales, eso equivaldría a USD 20.000 millones de utilidades adicionales para el fisco y un flujo de baja neto adicional de USD 10.000 millones por año y asi normaliza el pago de deuda de externa. Si Pdvsa produjera 2 millones de barriles adicionales el flujo de caja neto aumentaría en $30.000 millones luego de cumplir sus deudas. Se me hace difícil entender cómo una empresa con tantas posibilidades puede disminuir la producción mes a mes sin que haya una reacción profunda. Por algún motivo inentendible el gobierno se siente mas cerca del poder con un sector privado asfixiado en políticas de controles que con un sector privado y público productivo y vibrante. Los funcionarios públicos actuales se sienten mas seguros en el poder con votos obtenidos de una sociedad dependiente vía CLAP que con votos provenientes de una sociedad prospera. Si hubiera sido mas capaz en economía el gobierno de Maduro buscara talento gerencial y hubiera podido obtener votos de los todos sectores de nuestra sociedad. Si hubiera liberado el tipo de cambio y de precio, y ordenado el gasto publico, el gobierno aun con las sanciones actuales podría lograr que la producción nacional aumente sustancialmente y que la devaluación disminuya si reduce el gasto ineficiente. Y si Maduro hubiera liberado presos políticos y devuelto los activos confiscados, la producción se hubiera acelerado mas aun con sanciones. No se entiende como Maduro y su equipo siguen los lineamientos de la fallida economía cubana castrista.

@alejandrojsucre

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