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Opinión

Carlos Raúl Hernández

Un perro de la calle no tiene mañana pero nadie sabe si por meses o años. Como metáfora aplica al gobierno. No puede pensar en el futuro ni hacer planes, con terrible costo social para quienes reciben de él los servicios principales. En ningún otro país su colapso arrastraría la sociedad como en Venezuela. Políticamente vaga a ver dónde consigue agua o algo de comer. Pero si eso es metafórico para describir al gobierno, se parece mucho a la realidad de ciudadanos cuya preocupación es cómo sobrevivir. Hasta aquí nos trajo la revolución y la sociedad no logra despojarse del peor gobierno en la historia de Latinoamérica.
En 20 años, como satirizaban de Luis XVI, de hobby cerrajero, a propósito de Antonieta, no halla la hendidura para meter la llave, o la mete en el enchufe de electricidad. Aquél no tiene capacidad para gobernar asediado por EEUU que asumió en persona ahorcarlo con sanciones económicas, aunque quienes tienen la lengua afuera son los ciudadanos y no la nomenclatura. Las sanciones han producido en todas partes gobiernos obesos y poblaciones famélicas, éstas políticamente sus escudos humanos. En el período especial, Fidel devoraba langostas en las gráficas con líderes de la izquierda europea que lo visitaban.

Con Rusia y China la nomenclatura tiene los recursos para funcionar, y el país bajo su control total, gracias a tales sanciones. La “estrategia” recuerda una ácida anécdota del asedio de las tropas vaticanas a Carcason, Francia, durante el siglo XIII. Aunque era ciudad fortaleza de los herejes cátaros, la mitad de la población seguía cristiana, y por eso el oficial vaticano al mando dudaba tomarla por asalto, ya que morirían en masa por igual. El delegado papal, un Cardenal sin muchos remilgos ordenó ocuparla a sangre y fuego.

Las sanciones tomarán a los suyos

Ante las angustias del jefe militar, argumentó con gran finura teológica: “si mueren buenos cristianos, será la voluntad de Dios y Él en su Reino sabrá distinguir justos de pecadores”. Es un embrollo que tantos voceros norteamericanos opinen sobre la crisis de Venezuela. Pompeo, Bolton, Abrams, Brownfield, Rubio, varios generales. Y unas nerds del Departamento de Estado que de vez en cuando meten lengua. Por eso no hay que extrañar lo prolijo de los alegatos después del affaire del 30 de abril, que dejó a todo el mundo descolocado.

En vez de controlar daños luego de semejante patinazo, los declarantes lo empeoran. La cadena de azorados malentendidos parece una comedia de Oscar Wilde. El 23 de febrero Abrams regañó duramente al equipo local en la frontera por el ridículo ecuménico, no cumplir con el golpe militar prometido, ni con la consigna de “sí o sí”. Además terminan quemando de lado colombiano los escasos tres camiones de vituallas, toda una tribulación. Pero en esta oportunidad criollos e importados merecen sus sopapos.

¿Por qué tan tremebundo enredo? Al parecer por una secuencia de irresponsabilidades, faltas de puntualidad, informalidad. Veamos: el alto mando militar debía alzarse, pero no se alzó ni tampoco las guarniciones. Maduro tenía que huir en un avión que lo esperaba con las turbinas encendidas, pero no huyó. Las masas frenéticas debían tomar las calles, pero no se presentaron. Y por último lo más imperdonable de esa runfla de incumplimientos y desaprehensiones de las que se quejan justificadamente.

¡Aquí nadie cumple!

El soberano desaire del Ministro Vladimir Padrino, el presidente del TSJ Maikel Moreno y el Comandante de la Guardia Presidencial, Hernández Dala, quienes sin la menor cortesía apagaron los celulares el 30 de abril, después de meses conspirando para echar a Maduro. Si se examina con sentido práctico, la verdad parece mucho más rústica, latina y desopilante: Padrino, Moreno y Hernández estaban en eso para informar a Maduro hasta de la marca de las corbatas de los conspiradores. Y es insólita la sorpresa de norteamericanos tan altos frente a algo tan previsible. Ojalá la próxima reunión sea entre el gobierno y los opositores sin ingenuidades.

Descubierta la operación, había que adelantar las cosas 24 horas porque los caimanes esperaban en la boca del caño. Por eso nos levantamos el 30 de abril en medio del surrealista, sudoroso, precipitado llamamiento a rebelión militar desde una autopista. La estrategia secreta nunca lo fue y se anticipan para evitar males peores. Pero es justo decir que el grupo local que organizó este play supo enfrentar el desagradable desenlace con garbo, elegancia, donaire y resolvió bastante bien ante las gradas. Pusieron su mejor cara de póker aunque las guarniciones no se alzaban y no había intervención militar democrática.

Las masas permanecían instaladas en sus casas siguiendo los eventos por tuiter, y las cuatro o seis tanquetas de la artillería insurrecta se rendían. Pero en esas circunstancias, según enseñan, hay que actuar como quien ve todo con total naturalidad sin mover los músculos faciales. No finalizaba la usurpación pero convenía dar la vuelta al ruedo y se emprendió una marcha que fatalmente terminaría en Chacaíto, para un posterior fin de jornada en sedes diplomáticas. Al día siguiente manifestamos o marchamos por el este en una colorida y emotiva concentración, mientras el gobierno se come su hueso.

@CarlosRaulHer

 4 min


Lo ocurrido el 30 de abril, es demasiado importante y significativo como para dejarlo pasar y aun cuando ya se han dado muchos análisis y muchas y muy calificadas opiniones al respecto, vale la pena reflexionar sobre lo ocurrido, aunque no es tarea sencilla evitar los extremos, de la euforia o el pesimismo.

La información a la que tenemos acceso el común de los mortales es muy confusa y parcial, sobre los hechos que observamos solo podemos ir haciendo algunas interpretaciones y conjeturas, cada quien desde sus hipótesis o enfoque teóricos y conceptuales de la realidad. Eso resulta en que haya todo tipo de versiones, rumores e hipótesis, que he tratado de reunir y resumir.

Lo que sí está más allá de toda duda, para quien como yo ha venido escribiendo desde hace tiempo sobre la negociación, el 30 de abril se evidenciaron una importante muestra de varios elementos claves del proceso en Venezuela.

Los hechos.

Por supuesto la versión oficial del régimen es que hubo un alzamiento, un intento de golpe de estado de unos pocos militares, engañados por la derecha, instigados desde Colombia y los EEUU, que montaron irresponsablemente un show frente a La Carlota, pero que todo fue sofocado, aunque quedaron algunos pequeños focos de disturbios; está, poco más o menos, fue la versión oficial que esbozó el General Padrino después de medio día y Nicolás Maduro, con más detalles y otros énfasis en la noche del 30 de abril.

Pero hay otra versión, la del gobierno del presidente Juan Guaidó, que afirma que se trataba de un movimiento, civil y militar, para restituir la democracia en Venezuela, que solo fue un primer paso de la Operación Libertad, que el movimiento continúa y está lejos de haber terminado y de haber sido sofocada la rebelión militar, que se expresará en algún otro momento.

Ahora es necesario explicar o entender qué y por qué ocurrió todo el 30 de abril. Al respecto también se manejan varias hipótesis, desde una “jugada adelantada” por parte de Leopoldo López, ávido de protagonismo, hasta el temor al fracaso político el 1 de mayo al no poder llenar las expectativas creadas de una gran marcha o concentración. Finalmente, me decanto por lo que podríamos decir es la “versión oficial” del comando de Guaidó –al menos la de Voluntad Popular– y que sintetizo de esta manera: El régimen pensaba reprimir fuertemente la marcha o manifestación del 1 de mayo (tal como se demostró en efecto por la brutal represión ese día en diversas partes del país) y –supongo– en ese contexto, todo estaba preparado para meter preso a Juan Guaidó culpándolo de lo ocurrido y devolver a Leopoldo López a Ramo Verde, por estar implicado en la conspiración contra el gobierno usurpador. El presidente Guaidó y su comando, enterados de esto, deciden adelantar para el 30 de abril la Operación Libertad, que estaría prevista para el 1 de mayo.

En todas las hipótesis que se manejaron, hay al menos dos elementos comunes: Uno, la participación de militares leales a Juan Guaidó, buscando que se sumaran otros efectivos de la FANB y quebrar de esa manera el respaldo de la fuerza armada al régimen; y dos, que se venía desarrollando una negociación, con altos personajes del entorno de la dictadura, que habrían acordado “convencer” a Nicolás Maduro de que abandonara el poder o estarían dispuestos a “entregarlo” si no lo abandonaba; pero esto era necesario hacerlo en el contexto de una multitudinaria manifestación popular en apoyo a Juan Guaidó y rechazo a Maduro, que incluyera un respaldo significativo de la FANB.

Resultados.

Pero –y aquí no nos queda sino suponer con base en lo ocurrido– el adelanto de las acciones y sobre todo al no cuajar de manera completa la rebelión o fractura militar y posiblemente por la intervención de otros factores –como por ejemplo rusos y cubanos, o ambos– impidiendo que Maduro entregara el poder, se frustraría todo el desarrollo del plan original. Esto es lo que nos explicaría como encajan algunas piezas del rompecabezas que el 30 de abril no estaban tan claras:

· Uno, la tardía aparición del ministro de la Defensa anunciando que la rebelión o desobediencia de algunos militares estaba sofocada, pues estaría esperando ver como se desarrollaban los acontecimientos de la manifestación y el pronunciamiento de otros militares.

· Dos, el mensaje de Mike Pompeo, sobre el avión “prendido” esperando por Maduro y la intervención rusa que impidió su salida

· Tres, las declaraciones de John Bolton y Elliot Abrams de que tres personajes, del alto entorno del régimen, estarían desde hace tiempo negociando y habrían acordado la salida de Nicolás Maduro del gobierno o ellos estaban dispuestos a “entregarlo” ese día.

· Cuatro, el "hospedaje" de Leopoldo López en España y el asilo de 25 militares en Brasil, pues habiendo fracasado el “pronunciamiento masivo” de otros militares y la salida de Nicolás Maduro del poder, obviamente López no podía regresar a su casa/cárcel, ni los militares a sus cuarteles y debían buscar protección, lo cual no es censurable, a mi modo de ver.

· Cinco, la cadena de Nicolás Maduro, grabada temprano y trasmitida varias horas más tarde y sucesivas cadenas posteriores, al día siguiente, con visitas a cuarteles para mostrar a un Maduro en “posesión” del poder y el control militar y sin ceder un milímetro en ninguna de las posiciones y actitudes, que son las que han llevado al país al colapso en el que vivimos.

A pesar de las cadenas del ministro de la Defensa y de Nicolas Maduro, y la infinidad de rumores, hipótesis y conjeturas, desde las muy lógicas hasta las más disparatadas y fantasiosas, tras lo ocurrido el 30 de abril y el 1 de mayo, quedan flotando como conclusiones o enseñanzas varias cosas:

- Que la tal unidad monolítica de la FANB no es tal y se manifestó en: los militares que apoyaron a Juan Guaidó, la tardía cadena del ministro de la Defensa, las visitas de Nicolás Maduro a cuarteles militares desde el 1 de mayo, la poca presencia militar en las calles el 30 de abril, que el llamado del presidente de la ilegitima ANC para “sofocar” lo que estaba ocurriendo no fuera a la FANB sino a los colectivos, motorizados y milicianos y lo incruento de todo lo ocurrido que se resolvió sin un disparo entre militares. Lo que deja en el aire y sin mucho respaldo la versión de “golpe de estado” que esgrime el gobierno usurpador.

- Que, tal como dice Juan Guaidó y la mayoría de las encuestas, el régimen ha perdido todo apoyo popular, que se manifestó en la escasa respuesta de partidarios del régimen en acudir a Miraflores el 30 de abril y en la escasa participación en las manifestaciones convocadas por el régimen el 1 de mayo, a pesar de la usual parafernalia, movilización forzada e intimidación a empleados públicos que despliegan en estos casos.

- La develación de una negociación –a la que me referí más arriba– que se venía desarrollando con altos personajes del régimen y con el conocimiento y participación del gobierno de los EEUU pues, aunque Elliot Abrams lo niegue, demostró en sus declaraciones que la conocen al detalle, además de que se contradice en ese sentido con lo declarado por John Bolton.

Con respecto a este último punto, en los próximos días veremos más reacciones a la declaración de Elliot Abrams que ya se comienzan a sentir; en particular las de algunos sectores que apuestan al fracaso de la “Ruta Guaidó” y niegan cualquier posibilidad de negociación y están atentos a cualquier detalle que se pueda filtrar en este sentido para “demonizarlo”; pero este tema, así como el de la formación de un “gobierno de transición” lo analizare la próxima semana

Como quiera que sea, aun con las falencias e imprudencia de una parte de las declaraciones de Abrams, el gobierno de los EEUU, a través de tres de sus altos voceros, enviaron varios mensajes, hacia el mundo y el país, hacia el gobierno usurpador y hacia el futuro:

1. al país y al mundo, que hay una negociación en la búsqueda de lograr la ruta propuesta por el presidente Juan Guaidó,

2. a Nicolás Maduro, que su gente más cercana le traiciona, así que debe aceptar las propuestas de salida antes de que sea tarde, y

3. a los que habían negociado con ellos y que recularon a última hora: con nosotros no se juega, quien nos traiciona paga el precio.

Conclusiones.

Además de lo anterior, un beneficio adicional de lo ocurrido el 30 de abril es que hay al menos tres altos personajes del entorno del régimen que están “descubiertos” ante los capitostes de la dictadura y eso puede tener consecuencias, personales y para todo el régimen, que veremos en las próximas semanas.

En síntesis, lo ocurrido el 30 de abril demuestra que es evidente que hay fisuras en las FANB, pero más importante es que abona la tesis de que la situación política que vivimos se resolverá cuando se produzca un quiebre del bloque hegemónico de la dictadura. Pero ese quiebre no se producirá de manera mágica o casual, sino que será el producto de un movimiento de “tenaza” o “pinza” compuesta de presión interna por la movilización popular –de un lado de la pinza– y por la presión internacional con sanciones personales y otras medidas, del otro lado de la pinza.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

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Lester L. López O.

Apreciación de la situación política 153

Dos hechos significativos marcaron el entorno del primero de mayo: el primero es la aparición del líder fundador de Voluntad Popular al lado del Presidente encargado en la madrugada del 30 de abril cuando este anunciaba el reconocimiento de altos mandos militares a su presidencia interina; el segundo hecho (que generó una gran expectativa en la población y en la comunidad internacional) fue, precisamente el reconocimiento militar anunciado pero que finalmente no se concretó aunque si produjo la libertad del líder fundador de VP como muestra del compromiso contraído por parte del mayor general jefe del SEBIN que se encargó de su liberación y traslado a las adyacencias de la Base Aérea Francisco de Miranda en La Carlota.
Esta acción del jefe del SEBIN demuestra plenamente que, en efecto, si había otros altos mandos comprometidos en el reconocimiento pero que evidentemente se retractaron en algún momento. Pasado el mediodía y con asistencia de buena parte de la población que, a pesar de lo sorpresivo del anuncio y de la convocatoria por parte del PE para acompañarlo, se hizo evidente que los otros comprometidos militares en definitiva no participarían. Pero en los medios de comunicaciones internacionales y nacionales comenzaron a aparecer declaraciones del secretario de seguridad y defensa de USA y del designado especial para Venezuela nombrado por el presidente norteamericano implicando a al ministro de la defensa, el presidente del TSJ, y al jefe de la Casa Militar en el reconocimiento acordado para el PE, indicaban, además, que ni ellos ni otros mandos militares contestaban sus celulares.
Solamente, al inicio de la noche del mismo 30A, en un video grabado, el usurpador apareció junto con el ministro de la defensa y otros militares denunciando la intentona golpista y la lealtad de los mandos militares. Mientras esto se desarrollaba el PE convocaba a la población para que saliera el siguiente día, primero de mayo, tal como estaba previsto, como continuación de la fase final de la “Operación Libertad”, probablemente con la idea de que finalmente otros mandos militares finalmente se unirían, cosa que no ocurrió.
De lo expuesto anteriormente se pueden adelantar algunas consideraciones:
a. La Operación Libertad contemplaba (o aun contempla) negociaciones a puerta cerrada con personeros importante del régimen y de los altos mandos militares que finalmente aceptarían un gobierno de transición presidido por el actual PE;
b. Estas negociaciones contemplaban (o contemplan) la salida del usurpador por medios pacíficos y políticos;
c. La no actuación de los comprometidos el 30 de abril, no implica que no continúen negociaciones;
d. Es evidente que altos funcionarios del gobierno norteamericano, así como rusos y cubanos participan, o al menos, conocen de estas negociaciones e influyen en las mismas;
e. Para el usurpador se hizo evidente que la lealtad de muchos de sus funcionarios y militares está condicionada a condiciones que él no controla y también tiene justas razones para desconfiar de muchos de sus colaboradores. La acción para neutralizar esto es reemplazarlos, pero eso aún no se ha visto, al menos con los tres funcionarios que los voceros norteños han señalados;
f. Los altos funcionarios del gobierno norteamericano pudieron comprobar que con el alto mando militar actual es difícil continuar negociaciones para sacar al usurpador del poder;
g. Si el usurpador no cambia al actual mando militar no significa que confíe en el mismo, más bien es una imposibilidad y el alto mando militar es el que realmente controla al régimen y esto coloca el escenario político en otro nivel con otros actores que no necesariamente representen los intereses del usurpador;
h. La presencia del ahora liberado y protegido por el gobierno español líder de VP pudiera restarle efectividad al PE ante la población que lo sigue, su papel debería continuar como hasta ahora con muy bajo perfil.
I. ¿Como quedaba en todo esto el presidente de la fraudulenta ANC?

Sin duda alguna el usurpador mayor está bailando en un tusero al igual que mucho de sus secuaces.

Politólogo

@lesterllopezo 04/05/19

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La expresión “saltar la talanquera” es un venezolanismo (la talanquera es una valla o cerca) que significa cambiar de opinión o bando. Tiene lógica que sea una expresión muy nuestra, porque si hay una institución venezolana por excelencia es la del “salto de talanquera”, con raigambre y tradición histórica. Desde los albores de nuestra vida como nación, allí estuvo el salto de talanquera presente: los que no querían la separación de España en el primer congreso, fueron los primeros en saltarla y a partir de allí, como se dice en latín popular: “tuttiri mundachi”.

Durante la Guerra de Independencia, los partidarios de Boves, que eran las grandes mayorías populares, la saltaron. De hecho, aquello de: “americanos contad con la vida aun siendo culpables” (tan vuelto a poner de moda en estos tiempos), no fue otra cosa que una invitación al salto de talanquera. Cuentan que Negro Primero en Carabobo, los días previos a la batalla, a punto de conocer al Libertador, le pidió a Páez que por favor no le contara que él había estado al servicio de la causa del rey Fernando VII y menos que lo había hecho por la única razón de que le habían ofrecido un uniforme bonito. Cuando Páez, llanero por todo el cañón, le presenta a Pedro Camejo a Bolívar le dice más o menos:

– ¡A Bolívar!… ¿a qué no sabes quien estaba con los realistas? (mientras torcía la boca señalando con picardía)…Esteban de Jesús!!!!

El Negro tenía mucho miedo de que Bolívar se molestase, pero Páez, buen conocedor de nuestra idiosincrasia sabía que no lo haría y que tomaría la “delación” con buen humor, porque en esta tierra nuestra, el que esté libre de pecado que lance la primera piedra.

Se saltó la talanquera en La Cosiata, también en la Revolución de las Reformas contra Vargas, cuando el mismo Páez cabalgaba a Caracas sin decir muy claramente de qué lado estaba. Todo el siglo XIX fue de salto de talanqueras, una guerra tras otra, la federal incluida. El siglo XX comienza con Gómez saltándola para salir de Castro, López para salir de Gómez, los militares para librarse de los adecos y una larga lista de etcéteras. Quizá en nuestro escudo, más que el caballo de la libertad, deberíamos representar a la talanquera salvadora que -en algunos casos- ha podido ahorrarnos tantos males en el último momento, cuando ya nadie se lo esperaba.

El arte de saltar la talanquera entraña un cálculo milimétrico de la supervivencia política e incluso, muchas veces, de la física. No debe ser confundido con el rebote, que es su degradación, muy propio de personajes que no saltan sino brincan de un bando a otro sin la necesaria premeditación. Esos siempre serán despreciados por todos y nunca generarán confianza.

Para que se entienda bien, saltar de talanquera es como cambiarse de un autobús que va rumbo al abismo a otro que viene en ascenso en plena marcha y a gran velocidad. Es algo que se hace una sola vez, que requiere de mucha precisión y de algunas certezas: la primera la seguridad de que la caída es inminente, porque si saltas demasiado pronto el chofer del autobús que abandonas (que está armado siempre) puede aniquilarte. Si saltas demasiado tarde puede que pierdas el autobús que viene (que es el último) y el impulso del que cae te arrastre al fondo del barranco de la historia.

Además, tu salto debe ser útil para el que asciende, para poder conseguir puesto y no ser de los que van siempre de pie, agarrados del tubito. La física tiene un concepto extrapolable al del salto de talanquera, es el llamado “momentum” (“una magnitud física fundamental de tipo vectorial que describe el movimiento de un cuerpo”) . El salto de talanquera es al final, más que un tema de ideología, convicción o conciencia, un simple cálculo matemático-vectorial de la propia supervivencia. Hay gente que se amarró demasiado fuerte al autobús que se desbarranca, esos nunca podrán saltar. Hay otros (los más), sin embargo, que fingen estar atados, están sacando sus cuentas y tratando de vencer sus vértigos. A ellos les digo: ¡señores es el “momentum”!

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La semana pasada el mundo celebro, como lo hace cada 22 de abril, el Día de la Madre Tierra, ocasión para reiterar la gravedad del problema ecológico que confronta el planeta. Ocasión, igualmente, para reiterar la importancia de los compromisos suscritos en el año 2105, dentro del marco del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Y reiterar, en fin, la urgencia de escribir un nuevo libreto político para la sobrevivencia humana, dicho sea esto último sin exagerar. Al respecto, baste con señalar que, según los estudios disponibles, deben acometerse cambios “urgentes y sin precedentes” para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados, esto es, por debajo, incluso, del máximo de 2 °C acordado. Se advierte, además, sobre el peligro de un aumento a 3 °C, lo que sería literalmente catastrófico y podría ocurrir en tres décadas, es decir, a la vuelta de la esquina

La Pachama

Imposible no tener entre ceja y ceja la situación esbozada anteriormente mientras se escuchaba hablar, hace unos días, a Nicolás Maduro, encabezando la celebración del Día Mundial de la Pachamama, conforme a la expresión quechua que utilizó, “tras el exitoso final del despliegue Semana Santa Segura y Feliz 2019”, frase que, como tantas otras que marca un estilo que busca decorar la realidad venezolana para encubrir su lado penoso y amargo pero, sobre todo, trágico. Alabó desde su púlpito mediático, la conducta de la población durante el asueto religioso y exhortó a los venezolanos a cuidar la naturaleza, al paso que expresaba que “en los últimos 200 años el capitalismo ha demolido los equilibrios básicos del planeta… por lo que estamos viviendo un cambio climático global”.

Casi a renglón seguido ordenó plantar más de 10 millones de árboles en toda Venezuela, especialmente en las ciudades, poniendo como meta 3 millones para este año. Asomó, así mismo, un Plan Especial dirigido a rescatar lo que llamó la Memoria Histórica de los árboles frutales, mientras apuntaba, en clave sentimental, que Caracas y las principales capitales son junglas de cemento que han hecho olvidar aquellas experiencias infantiles cuando se “recogían mangos” y otras frutas en las comunidades. Finalmente aprobó que el próximo año escolar 2019-2020 fuera dedicado al ecosocialismo.

¿Y el Arco Minero?

Dicho en resumen, tal fue lo que comentó y propuso Maduro en referencia a la actual crisis ambiental, un problema que muestra, como dije, el dibujo de una crisis civilizatoria que pone en remojo muchas de las referencias a partir de las cuales los humanos han venido concibiendo y haciendo su vida en el planeta.

El gobierno tiene, dentro del morral cada vez más pesado, en el que carga sus inconsecuencias, la iniciativa del Arco Minero, prototipo de lo que se ha denominado el neo extractivismo, basado en la explotación masiva de materias primas para la exportación, con severas implicaciones sociales, ambientales, territoriales y políticas que le han dado la espalda a la narrativa ecologista, autonomista e indigenista, de la que todavía presume el chavismo. Esta iniciativa, llevada a cabo dentro del marco de la llamada “ecominería” - término que algunos especialistas consideran contradictorio- ha sido seriamente denunciada, incluso por organizaciones políticamente cercanas al oficialismo, argumentando, encima de lo anteriormente mencionado, su ilegalidad y la violación de la soberanía nacional, evidente en contratos suscritos principalmente con empresas transnacionales. La de “capitalismo salvaje” pudiera ser la etiqueta utilizada para describir esta experiencia.

Gobernar para seguir gobernando

Con su posición a propósito del Día de la Tierra, anunciando la siembra de árboles e instándonos a la nostalgia por aquellos tiempos en los que “se recogían mangos”, en vez de revisar su estrategia frente a la explotación del Arco Minero, el gobierno lo que pone de manifiesto es SU CARENCIA de convicciones políticas e ideológicas que lo orienten, al paso que prueba que es un gobierno que se desenvuelve en clave “conforma vaya viniendo vamos viendo”, que cuenta apenas con la reserva épica de un discurso revolucionar (en fases de agotamiento) y un carnet ideado con el fin de forzar lealtades en nombre de la Patria y construir un sistema de vigilancia y de control, conforme a viejos diseños pronosticados en la ciencia ficción.

Se ha ido convirtiendo, así pues, en un gobierno carente de proyecto político y sin sentido de futuro, cuya única pretensión es seguir gobernando en función de intereses y conveniencias que nos son, precisamente, los de la mayoría de los venezolanos.

El Nacional, jueves 2 de mayo de 2019

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Con voz propia

Ideamos la columna para reseñar solo el 59º aniversario del 8 de mayo de 1965 de la incursión de Cuba a Venezuela por playas de El Cocal de los Muertos, divulgada como invasión a Machurucuto (Estado Miranda). Desembarcaron 8 guerrilleros repartidos equitativamente entre las dos naciones: Moisés Moleiro, Américo Silva y los hoy sobrevivientes Eduardo Ortíz Bucarán y Héctor Pérez Marcano, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); y los cubanos Raúl Menéndez Tomassevich, Ulises Rosales de Toro; Silvio García Plana y el médico de la misión, Harley Borges. El Partido Comunista (PCV), se había acogido a la paz democrática y continuaron en la guerrilla los disidentes liderados por Douglas Bravo.

Otros 4 cubanos intentaron incorporarse, al naufragar la embarcación en la cual regresaban a la Isla, pero fueron capturados por el Ejército que causó la muerte de dos.

La acción que creó revuelo internacional hizo declarar emergencia al gobierno constitucional que presidía Raúl Leoni y la llevó a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a las Naciones Unidas (ONU). Ya la tiranía cubana había sido expulsada en 1962 por agredir militarmente a nuestra Patria, y los miembros de la institución, a excepción de México, rompieron relaciones la isla. Ahora el usurpador régimen de Maduro azota a la OEA y realizó una marcha para festejar su salida de la Institución. Para el maldado vicepresidente del Psuv, "Se ha convertido la OEA en el instrumento represivo más grande del imperialismo, instrumento de imposición de las decisiones de países lacayos".

No es la primera injerencia cubana. En su ensayo La Isla del Terror, el General Ángel Vivas, víctima del castrista régimen, relata que Fidel desató plan para Venezuela. Da cuenta del decomiso de 4 cuantiosos lotes de armas para derribar su democracia.

El 24 julio de 1966 se produjo la primera invasión patrocinada por Fidel, comandada por el venezolano Luben Petkoff. Arribó a playas de Tucacas, Falcón, con 14 militares cubanos, entre quienes sobresale el héroe de la revolución, Arnaldo Ochoa, en 1989 fusilado por tráfico de drogas.

Con el denominado Socialismo del Siglo XXI, el castrismo controla nuestra FAN a través de la sumisión de un alto mando, con el directo asesoramiento de Rusia y en cierta medida de China e Irán.

Así se está emulando la decisión de Fidel Castro del 26 de octubre cuando anunció la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias.

Evidente es la deserción de buena parte de dicha FAN, que el narco régimen recurre a la consigna del Comandante Castro cuando el 2 de enero 1959 consolidó la victoria de la Guerrilla de Sierra Maestra y marchó a la toma del Poder dejado por Fulgencio Batista: ¡Revolución, si Golpe de Estado no!

Entre los disidentes del narco régimen destaca el Gral Manuel Cristopher Figuera, ex jefe del Sebin, quien se unió a la instaurada Operación Libertad. En carta al usurpador Maduro hace referencia a corrupción de funcionarios del régimen, a problemas internos del chavismo y al deterioro progresivo del país y, sobre esto último, dijo que “sería irresponsable culpar por ello solo al imperio norteamericano”.

Demostrada está la polarización de los sectores: Operación Libertad y el narco régimen, que a decir del camarada Ministro de la Defensa apadrinado por el castrismo, amenaza combatir con las armas la permanencia en el Poder. Contra su actuación se manifiesta el mundo democrático y el afecto de 6 familiares, incluida su progenitora, Carmen Oneida López quienes se expresan en un vídeo por las redes sociales. Le piden que cese el ataque a las personas que se movilizan en apoyo a la Operación Libertad.

Al MARGEN. El Presidente interino Juan Guaidó llama a paros escalonados, para culminar con una huelga general. Si revisamos las estadísticas, esto ya está en práctica con el cierre de las empresas privadas. El único patrón en relativa actividad es el usurpado régimen.

jordanalberto18@yahoo.com

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Nicholas Casey

Es uno de los líderes más poderosos del gobierno venezolano, un hombre de mano dura que ha reprimido protestas, ha enfrentado a rebeldes y ha sido una presencia constante al lado de Nicolás Maduro, el presidente autoritario del país.

Pero durante años, Tareck El Aissami, uno de los confidentes más cercanos de Maduro, también ha sido objeto de amplias investigaciones por parte del servicio venezolano de inteligencia sobre sus vínculos con el submundo criminal.

Según un archivo secreto recopilado por agentes venezolanos, El Aissami y sus familiares han ayudado a colar a militantes de Hezbolá en el país, han hecho negocios con un narcotraficante y han resguardado 140 toneladas de químicos que se cree fueron usados para la producción de cocaína, lo que ha contribuido a convertirlo en un hombre rico mientras el país se ha sumido en el caos.

Venezuela, cuya economía está destrozada y su población pasa hambre, se encuentra en medio de una lucha desesperada por el control del país. Los líderes opositores están llamando a un levantamiento mientras que las autoridades civiles y militares del chavismo se aferran al poder, y se han presentado unidos en lo que se considera como una demostración de fuerza contra las recientes protestas callejeras.

Pero los documentos ofrecen una rara oportunidad para ver cuán fragmentados y nerviosos se han vuelto los servicios de seguridad de la nación, particularmente sobre la corrupción en los niveles más altos del gobierno.

El Aissami, ex vicepresidente que ahora es ministro de Industrias y Producción Nacional del gobierno de Maduro, ha estado durante mucho tiempo en la mira de las autoridades estadounidenses. Fue imputado en marzo en una corte federal en Manhattan y hace dos años el Departamento del Tesoro lo sancionó después de investigar las acusaciones en su contra por trabajar con narcotraficantes.

Él y Maduro han desestimado las acusaciones, que atribuyen a una guerra propagandística establecida por el gobierno de Donald Trump para tumbar al gobierno venezolano.

Sin embargo, la propia agencia de inteligencia venezolana —que El Aissami alguna vez dirigió— ha alertado incluso en más casos sobre El Aissami y su familia desde hace más de una década y recopiló esas alertas en un archivo de documentos, hallazgos de investigaciones y transcripciones de entrevistas con narcotraficantes.

El archivo, entregado a The New York Times por un ex oficial venezolano de inteligencia de alto rango y cuyos contenidos fueron confirmados de manera independiente por otro ex oficial, narra testimonios de informantes que acusan a El Aissami y a su padre de reclutar a miembros de Hezbolá para expandir el espionaje y las redes de narcotráfico en la región.

Hezbolá es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y funcionarios estadounidenses dijeron que desde hace tiempo tiene presencia en América del Sur, donde ha ayudado a lavar dinero del narcotráfico. En 2008, el Departamento del Tesoro sancionó a otro diplomático venezolano tras acusarlo de recaudar fondos para Hezbolá y de ayudar a sus integrantes a viajar hacia Venezuela.

De acuerdo con el expediente, El Aissami y su padre, Carlos Zaidan El Aissami —un migrante sirio que alguna vez trabajó con Hezbolá durante sus visitas a su país natal—, buscaron cómo introducir a Hezbolá en Venezuela.

Los informantes les dijeron a agentes de inteligencia que el padre de El Aissami estaba involucrado en un plan para capacitar a miembros de Hezbolá en Venezuela “con miras a expandir las redes de inteligencia en toda América Latina y al mismo tiempo trabajar en narcotráfico”, según los documentos.

Esa información indica que El Aissami ayudó a impulsar ese plan al utilizar su autoridad sobre los permisos de residencia para emitir documentos oficiales a militantes de Hezbolá, permitiéndoles quedarse en el país.

El archivo no especifica si Hezbolá logró establecer su red de inteligencia o rutas de drogas en Venezuela. Pero sí menciona que miembros de esa organización se establecieron en Venezuela con la ayuda de El Aissami.

El ex vicepresidente y ministro también colaboró con el mundo criminal de otras maneras: los documentos afirman que su hermano, Feraz, hizo negocios con el narcotraficante más célebre de Venezuela, Walid “el Turco” Makled, y que tenía casi 45 millones de dólares guardados en cuentas bancarias suizas.

Los documentos también muestran que El Aissami tenía vínculos con el narcotraficante, al señalar que emitió grandes contratos públicos a una empresa vinculada a Makled.

Según el archivo, mientras el país se dirigía a un colapso económico que forzó a millones de personas a huir de Venezuela y que ha causado una grave escasez de alimentos y medicinas, El Aissami se volvió un hombre rico.

Los documentos muestran que El Aissami —con ayuda de un testaferro que es blanco de sanciones económicas estadounidenses— compró un banco en Estados Unidos, parte de una constructora, una participación accionaria en un centro comercial panameño, tierras pensadas para un complejo turístico de lujo y varios proyectos inmobiliarios en Venezuela, incluyendo una “mansión millonaria” para sus padres.

El Aissami no respondió a nuestras solicitudes por escrito para una entrevista y en Venezuela no ha sido acusado formalmente por cargos de narcotráfico ni corrupción.

Pero el 8 de marzo, Estados Unidos anunció su imputación contra El Aissami, lo que lo convierte en el segundo miembro del gabinete de Maduro acusado por narcotráfico.

Néstor Reverol, actual ministro del Interior, también está imputado. Y dos sobrinos de la primera dama, Cilia Flores, fueron condenados en 2017 a penas de dieciocho años en una prisión estadounidense por intentar traficar 800 kilogramos de cocaína.

El gobierno estadounidense dijo que El Aissami estaba muy involucrado con narcóticos cuando fue sancionado en 2017, por lo que congelaron sus bienes junto con los de su presunto testaferro, Samark López. Se dijo que el funcionario supervisaba o en parte era dueño de envíos de drogas de más de una tonelada, que administraba una red internacional de negocios para lavar el dinero obtenido de la venta de narcóticos y que se alió con Makled, el narcotraficante.

Sin embargo, los fiscales estadounidenses nunca revelaron las pruebas para su imputación.

Los memorandos del servicio de inteligencia venezolano que fueron revisados por The New York Times ofrecen los detalles más precisos, hasta ahora, sobre cómo una de las familias más poderosas de ese país construyó un imperio, al reconstruir una saga familiar que se extiende de Siria a Venezuela y del submundo de las drogas al círculo presidencial.

Una de las pistas condujo a un camino solitario cerca de la frontera de Venezuela con Brasil.

Un oficial de la Guardia Nacional Bolivariana que fue entrevistado sobre una redada de 2004 les dijo a los procuradores que había una serie de “almacenes en estado de decadencia, que lucían abandonados”. Pero los sitios no estaban vacíos.

Estaban siendo usados para almacenar químicos, incluyendo 140 toneladas métricas de urea, un precursor que se utiliza para hacer cocaína, según los documentos.

La urea es una sustancia de venta controlada en Venezuela y los documentos indican que los dueños de los almacenes no tenían cómo presentar las licencias para la compra. Un investigador policial les dijo a los procuradores que la urea supuestamente fue vendida para ser usada como fertilizante, pero esa explicación era sospechosa porque no hay actividades agrícolas en la región.

Y luego apareció el dueño de los químicos: Makled.

La redada fue el principio del fin para el narcotraficante venezolano, que Estados Unidos quiere extraditar. La Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) empezó a consolidar los casos en contra de Makled por traficar drogas con ayuda de funcionarios de alto nivel. Makled fue capturado seis años después y en 2015 lo sentenciaron a catorce años de prisión en Venezuela por tráfico de drogas y lavado de dinero.

Pero aparentemente pasaron por alto a otro hombre clave en el caso: Haisam Alaisami, otro familiar de El Aissami y quien les dijo a los procuradores que era el representante legal de Makled Investments, la compañía del Turco. Dos personas que conocen a la familia identificaron a Alaisami como primo directo de Tareck El Aissami.

Alaisami no pudo dar más información sobre los posibles compradores de la urea y los investigadores derivaron el caso a la división de narcóticos de la agencia de criminalística y forense por “sospecha de contrabando”, según los documentos policiales que son parte del archivo.

Alaisami tenía un familiar poderoso con El Aissami, quien se crio con él en Venezuela y con otros integrantes del clan que habían llegado desde Siria.

Ni Makled ni Alaisami respondieron a solicitudes escritas para que hicieran declaraciones.

A medida que la investigación se fue moviendo por agencias estatales, El Aissami empezó a ascender en los círculos políticos de la izquierda de su país. Pasó de ser cercano al hermano del fallecido Hugo Chávez a ser legislador del Partido Socialista Unido de Venezuela y, en 2008, fue el ministro del Interior.

Ese año, una empresa subsidiaria de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) intervino en el caso: escribió una carta que decía que podía justificar los químicos encontrados en los almacenes.

En ese entonces no se presentaron cargos contra Makled ni Alaisami. Los documentos de los procuradores parecen mostrar que la urea incluso fue devuelta a Makled, quien aceleró su negocio de tráfico de drogas en Venezuela y en Colombia.

Otras ramas de la familia de El Aissami también buscaban hacer negocios con Makled.

En algún momento antes de 2010, Makled fue buscado por el hermano de El Aissami, Feraz, para que diera una suma considerable de dinero a una compañía de importaciones basada en Panamá, según el informe de inteligencia. El dinero sería usado para adquirir un tanque petrolero para usarlo como parte de un contrato con PDVSA.

Los hermanos El Aissami parecen haber estado muy involucrados en ese emprendimiento, según el informe. Feraz y un socio de negocios eran la imagen pública de la empresa mientras que Tareck, quien era ministro del Interior en ese entonces, firmó contratos públicos lucrativos con la empresa; entre ellos, uno que fue otorgado sin licitación para dar suministros al sistema carcelario de Venezuela, según el informe de inteligencia.

Hubo otro hombre que generó sospechas respecto a la empresa de importaciones: López, el hombre que según los funcionarios estadounidenses actuó como testaferro de El Aissami en la red de tráfico de drogas.

El informe también incluye recibos bancarios de HSBC para cuentas vinculadas a Feraz, el hermano de El Aissami, por casi 45 millones de dólares; un dinero que el informe vincula a Makled, el narcotraficante.

HSBC cerró las cuentas de Feraz después de que Makled fuera arrestado por cargos de tráfico de drogas, de acuerdo con los documentos de inteligencia.

El archivo concluye con testimonios de informantes sobre los vínculos de la familia con Hezbolá, al detallar esfuerzos para reclutar a militantes que iban a establecer una red de tráfico de información y de drogas por América Latina.

Una de las fuentes para esa información fue el mismo Makled, quien describió cómo El Aissami estaba involucrado en el plan, según un memorando de inteligencia.

Esa no es la única vez que El Aissami fue acusado de ayudar a Hezbolá o a Makled. Funcionarios estadounidenses, y algunos venezolanos, han hecho afirmaciones similares, aunque El Aissami ha negado tener vínculos con grupos militantes en el pasado, a pesar de los reportes periodísticos.

Pero los oficiales de inteligencia venezolanos sentían que tenían evidencia de lo contrario. El archivo termina con referencias a fotografías de personas que “pertenecen al grupo terrorista mencionado”.

2 de mayo de 2019

NY Times

https://www.nytimes.com/es/2019/05/02/venezuela-tareck-el-aissami-narcot...

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