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Jesús Castillo M.

Venezuela: colapso masivo de los servicios de agua y saneamiento

Jesús Castillo M.

Desde el año 2014 la situación económica y social de Venezuela ha venido en franco deterioro. La principal causa ha sido la ineficacia en la gestión pública e indolencia para atender de manera oportuna y adecuada problemas de la sociedad que, de haber sido abordados a tiempo, no hubiesen producido el actual caos en los servicios públicos, el grave empeoramiento del sistema público de salud, agua, saneamiento y la profunda recesión económica, entre otros.

El desvío irregular de ingentes recursos y una corrupción generalizada es la raíz de este proceso de destrucción que contribuyó a la violación sistemática de los derechos humanos de millones de venezolanos y dio origen a la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) sin precedentes que sufre Venezuela.

Cabe destacar que partir de los años 50, Venezuela, pudo de desarrollar uno de los servicios de agua potable más importantes de toda la región, con tecnología de vanguardia y el desarrollo de infraestructura de altísima calidad, para alcanzar altas metas y estándares de salud pública. En ese sentido ya para los años 90 se podía estimar que el 87% de la población Venezolana tenía un buen servicio de agua potable y saneamiento. Sin embargo, hoy día prácticamente en ninguna ciudad del país se cumple con las normativas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todas las ciudades venezolanas se enfrentan a un suministro insuficiente, y un deterioro profundo de las instalaciones de agua y saneamiento., es decir estamos frente a un colapso masivo de los servicios de agua y saneamiento.

A nivel urbano, se aprecia la pérdida de la red nacional de instalaciones, plantas, acueductos y tuberías. No ha habido el debido mantenimiento ni la reposición de tuberías o equipos a una infraestructura instalada en la segunda mitad del siglo pasado. Para finales del año 2021 el país presentaba las siguientes características: a) una caída del 85.7% de la cantidad de agua distribuida. b) Las plantas de potabilización presentan un déficit operativo del 99.3% y c) la recolección de aguas servidas había caído en un 74%.

Grandes sistemas como el Acueducto Regional del Centro (SRC), así como el Tuy I y II funcionan a menos del 50% de su capacidad debido al abandono operativo y mantenimiento necesario de los sistemas de transporte. En consecuencia se ven afectadas las poblaciones asentadas en la región central y capital respectivamente. Esto hace que muchas personas, fundamentalmente mujeres tengan que ir, hasta alguna fuente de agua o llenadero, y acarrear los envases hasta sus hogares.

Solo 28% de las aguas residuales, urbanas e industriales, son depuradas en el país. En general, la mayor parte de los efluentes no tratados contaminan las costas del Litoral, dada la cercanía de los grandes centros poblados al mar, o debido a que son vertidos directamente en ríos que desembocan en el mismo.

El saneamiento del Lago de Valencia, en la región central del país que involucra a los estados Aragua, Carabobo y Cojedes (entidades que concentran el 13% de la población de Venezuela) está detenido. Este proyecto que incluye la rehabilitación y ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales La Mariposa en el estado Carabobo, presenta deficiencias que traen como consecuencia que las aguas servidas sin tratar contaminen la cuenca del Lago de Valencia y cuerpos de agua que abastecen a ciudades aledañas.

Bajo este marco de referencia, cabe destacar que desafortunadamente Venezuela se encuentra rezagada en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible N° 6 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, sobre “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”. Este objetivo exhorta a los Estados a reducir, a la mitad, su porcentaje de aguas residuales sin tratar. Es decir, disminuir los vertidos de agua usada y contaminada en el medio ambiente.

@aguafrontera

Venezuela: Crisis Hídrica y Covid-19

Jesús Castillo M.

Venezuela es un país rico en recursos hídricos, tanto superficiales como subterráneos. Posee numerosos ríos, lagos, lagunas, esteros, morichales, sabanas inundadas, los cuales dirigen sus aguas hacia grandes cuencas hidrográficas. De allí que Venezuela pueda ser catalogada como un país productor de agua. Cuenta con alrededor de 90 cuencas hidrográficas que, a partir del año 2007, con la entrada en vigencia de la Ley de Aguas1, fueron clasificadas y catalogadas en 16 regiones hidrográficas. Este fue el primer acercamiento a la modernización del ordenamiento de las cuencas, de acuerdo con los modelos de gestión que se vienen aplicando en la mayoría de países del mundo.

Sin embargo, actualmente, la estructura institucional y física de los sectores agua y saneamiento se encuentra desmantelado. Esta grave situación compromete la calidad de las fuentes de abastecimiento, las condiciones físicas y operativas de la infraestructura y los procesos de tratamiento, potabilización y distribución, colocando a Venezuela en una crisis de servicios de gran escala, que forma parte de una Emergencia Humanitaria Compleja en agua y saneamiento desde el año 2016.

Durante los últimos siete años, el Estado venezolano ha dejado de cumplir sus obligaciones de garantizar los derechos humanos al agua y saneamiento, y lograr las metas del ODS N° 6 que es garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, ignorando u omitiendo la necesidad de políticas y medidas para rehabilitar los sistemas y servicios requeridos para asegurar el acceso de la población a estos derechos. En la pandemia por Covid-19, la falta de estos servicios ha sido un factor determinante en la propagación del virus.

La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI)2 de Venezuela reveló que, para los años 2019 y 2020, 75% de la población no recibía agua todos los días. Esta misma encuesta muestra que, en muchas zonas, la frecuencia de suministro es menos de dos días a la semana, lo que obliga a la gente a recurrir a fuentes de agua insegura. Durante los últimos cinco años, en las circunstancias de la Emergencia Humanitaria Compleja, y hasta marzo 2020, 18 millones de personas, que representa 63% de la población que habita en viviendas conectadas al sistema de acueductos, sufrieron interrupciones constantes del suministro de agua. En tales interrupciones, 2,5 millones de personas (9,7%) recibió agua solo una vez a la semana, 3,6 millones (14,3%) cada dos semanas o una vez al mes, y 3,4 millones (13,3) no la recibió nunca.

Al momento de surgir el riesgo por el Covid-19, en muchas partes del país había interrupciones de los servicios básicos, electricidad y agua, impidiendo el normal desenvolvimiento de la vida de las familias y de las actividades escolares, lo que comprometía y afectaba, la calidad, completitud y continuidad de la educación básica; así como la asistencia de los estudiantes que, en algunos casos faltaban a clases por no contar con agua en sus casas para lavar sus uniformes o para bañarse. Solo 17,8% de las instituciones educativas de Venezuela cuenta con un servicio continuo de agua, saneamiento3.

En ese sentido, la relación del agua con la salud humana y con estándares básicos de bienestar y dignidad la convierte en un elemento indispensable para la vida. El derecho al agua es un factor de equilibrio social, y la voluntad política de asegurarlo se expresa en los códigos de derechos humanos y en otras leyes. Por lo tanto en la actualidad la situación del acceso al agua potable en Venezuela obedece a una escasez socialmente construida, toda vez que los componentes para una “Gestión Hídrica” están presentes pero de manera desarticulada.

El agua como patrimonio eco social existe en abundante cantidad, sin embargo los ciudadanos no pueden tener acceso a la misma debido a la pésima gestión de este recurso por parte de las empresas operadoras que distribuyen de manera desigual dentro de cada territorio e inequitativamente el vital líquido y en la mayoría de los casos “Agua de Mala Calidad”, comprometiendo la salud y bienestar, fundamentalmente en los estratos más pobres de la población quienes en la mayoría de los casos destinan gran parte de sus ingresos a compra de agua.

Por otra parte, la falta de tratamiento y disposición de los efluentes es tal vez uno de los más agudos problemas ambientales del país por su incidencia sobre la degradación de la calidad de los cuerpos de agua dulce más importantes y su impacto sobre las playas y paisajes turísticos.

Bajo este marco de referencia, la falta a el acceso de agua potable y la ausencia de saneamiento tiene como consecuencias en diversos problemas difíciles cuantificar tales como la dignidad y la comodidad de las personas, su aceptación social, la seguridad de las mujeres, la asistencia escolar especialmente de las niñas, la productividad en la escuela y en el trabajo por lo que es considerado como una Violación del Derecho Humano al Agua.

Presidente de la Fundación Agua Sin Fronteras

aguasinfronteras@gmail.com

@aguafrontera

1. Gaceta Oficial Nº 38.595 del 2 de enero de 2007 ley de Aguas.

https://www.lurconsultores.com/wp-content/uploads/2016/12/Ley-de-Aguas.pdf

2. Encuesta de Condiciones de Vida del año 2019 (ENCOVI 2019).

https://www.proyectoencovi.com/

3. Observatorio Educativo de Venezuela. Reinicio de actividades sin planificación.

https://observatorioeducativo.org/category/estado-de-las-escuelas/

El Lago de Valencia, lo bueno y lo malo

Jesús Castillo M.

En la región central de Venezuela, donde se ubican importantes ciudades como Maracay y Valencia, entre la Cordillera de la Costa y la Serranía del Interior, se encuentra el Lago de Valencia, o Lago de Los Tacarigua según los aborígenes que ocupaban la región antes de la conquista por parte de los españoles, el cual es el centro receptor de las aguas de una cuenca hidrográfica endorreica, de una gran belleza natural. Este lago tiene una superficie aproximada de 350 km2 y la cuenca cubre 3.150 km2 que corresponde al 0,3% de la superficie del país.

El Lago de Valencia recibe, entre otros, las aguas de los ríos Aragua, Turmero, Cabriales, Güigüe, Los Guayos y Aragua, y en su interior se encuentran islas como El Burro, Burrito, El Horno, Otama, Chambergo, El Zorro y Caigüire. Tiene una longitud máxima de unos 30 km por 20 km de ancho, y una profundidad media de algo más de 20 metros, alcanzando un máximo de 39 metros. En la actualidad, los ríos que fluyen hacia el lago, que en el pasado fueron muy utilizados en agricultura, han sido convertidos en colectores de aguas servidas, lo que ha creado un problema ecológico de grandes dimensiones.

El efecto de los factores formadores de suelos en la depresión del lago ha generado suelos calcáreos, ricos y porosos en lo que es la llanura lacustre; rodeada por una llanura de sedimentos aluviales recientes, generadores de suelos de alto valor agrícola, predominantes en la depresión y valles adyacentes. Sin embargo, esta riqueza edáfica se ha visto disminuida por dos razones fundamentales. Una la expansión de desarrollos urbanos e industriales que crecieron en promedio 621 ha/año entre los años 1939 y 2017, y la otra, el aumento de la cota del lago que ha crecido en promedio 229 ha/año desde 1976. Como consecuencia, se estima que más del 50% de las tierras urbanizadas entre 1985 y 2017, o inundadas por el lago en el período 2000-2017, eran de alto potencial agrícola.

La cota de equilibrio del Lago de Valencia, definida en 1987 y decretada en 1995, es de 408 msnm. Siendo una cuenca endorreica, su equilibrio se establece en función de que la evaporación que allí ocurre compensa las entradas de aguas durante la temporada de lluvias. Eso produce una cota máxima y una cota mínima, las cuales definen en buena medida el uso del territorio de la cuenca aledaño a las aguas del lago, en especial en lo referente al establecimiento de asentamientos urbanos que debe ser contemplado en los planes de desarrollo territorial. La cota máxima del lago ha sido alterada porque a la cuenca le han incorporado, desde la Cuenca del río Pao, 8 m3/s a partir de 1978 y cerca de otros 8 m3/s a partir de 1996. Por la naturaleza de la cuenca, esos excedentes no tienen salida y causan el incremento en la cota máxima del lago, con las terribles consecuencias que estamos viendo en estos momentos, de destrucción de varios asentamientos urbanos que incluye importantes urbanizaciones al sur de la ciudad de Maracay.

Lo que está ocurriendo con el aumento del nivel del lago es una tragedia para una buena cantidad de ciudadanos que están exponiendo sus vidas viviendo en esas condiciones, además de los problemas de calidad de unas aguas con elevados grados de contaminación al recibir aguas servidas tanto domésticas como industriales, sin ningún tratamiento previo que sea efectivo. En el Plan de Saneamiento 1995-2005 del MARNR, se iniciaron obras para reusar dentro de la Cuenca del Lago de Valencia aguas servidas tratadas, y para el trasvase de cierta cantidad de agua, con tratamiento terciario, hacia la Cuenca del río Guárico. Todo este plan se paralizó después de 1999, las obras parcialmente construidas están abandonadas y fuera de vigencia porque contemplaban estabilizar el nivel del lago en la cota 408 msnm. Lo sensato es que en el muy corto plazo, se deben buscar medidas para solucionar tanto la calidad del agua del lago, como para estabilizar su nivel en una cota máxima que evite las serias inundaciones que ocurren actualmente. Aparentemente, la solución para evitar los desbordes de agua pasa por evacuar las aguas excedentarias hacia cuencas vecinas.

Todo el lago ofrece paisajes de gran atractivo, que serían ideales para un desarrollo turístico importante. En el pasado, algunos lugareños ubicados cerca de sus orillas, construyeron pequeños muelles y embarcaderos, para pasear por estas tranquilas aguas en botes, en algún momento fue un sitio muy especial para el esparcimiento de los habitantes del lugar y de una buena cantidad de visitantes de regiones vecinas. Su cercanía a Maracay y Valencia, dos ciudades con suficiente capacidad para la atención de turistas, favorecen un desarrollo de este tipo.

En la Venezuela por venir se tiene que transformar el Lago de Valencia y sus alrededores en sitios donde pueda desarrollarse un programa turístico de gran alcance, lo cual debe comenzar con la ejecución de proyectos que permitan aliviar los excedentes de agua, el saneamiento de la cuenca, construcción de plantas de tratamiento de las aguas de los ríos más importantes y la regularización de la deposición de las aguas servidas tanto del uso doméstico, como del uso por la gran cantidad de industrias ubicadas en las cercanías de este atractivo espejo de agua. Luego, continuar con la infraestructura y equipamiento que permita disfrutar de paseos lacustrinos y visitas a las islas que serían adecuadamente acondicionadas para este fin.

Eco. Todo este plan se paralizó después de 1999, las obras parcialmente construidas están abandonadas y fuera de vigencia porque contemplaban estabilizar el nivel del lago en la cota 408 msnm. Lo sensato es que en el muy corto plazo, se deben buscar medidas para solucionar tanto la calidad del agua del lago, como para estabilizar su nivel en una cota máxima que evite las serias inundaciones que ocurren actualmente. Aparentemente, la solución para evitar los desbordes de agua pasa por evacuar las aguas excedentarias hacia cuencas vecinas.

Todo el lago ofrece paisajes de gran atractivo, que serían ideales para un desarrollo turístico importante. En el pasado, algunos lugareños ubicados cerca de sus orillas, construyeron pequeños muelles y embarcaderos, para pasear por estas tranquilas aguas en botes, en algún momento fue un sitio muy especial para el esparcimiento de los habitantes del lugar y de una buena cantidad de visitantes de regiones vecinas. Su cercanía a Maracay y Valencia, dos ciudades con suficiente capacidad para la atención de turistas, favorecen un desarrollo de este tipo.

En la Venezuela por venir se tiene que transformar el Lago de Valencia y sus alrededores en sitios donde pueda desarrollarse un programa turístico de gran alcance, lo cual debe comenzar con la ejecución de proyectos que permitan aliviar los excedentes de agua, el saneamiento de la cuenca, construcción de plantas de tratamiento de las aguas de los ríos más importantes y la regularización de la deposición de las aguas servidas tanto del uso doméstico, como del uso por la gran cantidad de industrias ubicadas en las cercanías de este atractivo espejo de agua. Luego, continuar con la infraestructura y equipamiento que permita disfrutar de paseos lacustrinos y visitas a las islas que serían adecuadamente acondicionadas para este fin.

Viven entre las aguas residuales

Jesús Castillo M.

La Cuenca del Lago de Valencia o Los Tacariguas es una unidad hidrográfica de carácter endorreico que posee una extensión 3.450 kilómetros cuadrados (0,3 % del territorio), es la segunda cuencas más importante del país, después del Lago de Maracaibo. Concentra el 13 % de la población de la región Central, es decir unos 4.750.000 habitantes según el último censo de población y vivienda, alberga el 30% de las industrias manufactureras, el 3 % de los suelos con vocación agrícola, con una alta biodiversidad.

Por otra parte, dentro de la cuenca existen tres Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), el Parque San Esteban con 44.050 hectáreas, el Parque Henry Pittier con 107.800 hectáreas y el monumento natural Pico Codazzi con 11.850 hectáreas respectivamente; en este amplio territorio se encuentra el Lago de Valencia o los Tacariguas cuyo espejo de agua en la actualidad es de 460 kilómetros cuadrados. Así mismo este importante reservorio de agua es compartido por dos entidades federales: Aragua y Carabobo, teniendo influencia en once (11) municipios del primero y nueve (9) del segundo respectivamente por formar parte de sus planicies aluvionales.

Durante 1975 y 1980 fueron construidas muchas urbanizaciones en terrazas cuyas cotas oscilaban entre los 410 y 415 metros sobre el nivel del mar (msnm). Para esa época el nivel del lago era de 401 msnm; el cual fue en aumento progresivo, pasando por las cotas 408 en 1999, 410 en 2005 hasta alcanzar 412 en 2011, obligando a muchas familias desalojar sus viviendas a consecuencia de la inundación producto del incremento del nivel del lago.

El origen de este problema estuvo en la expansión urbano-industrial hacia las zonas no aptas para tales fines, contradiciendo los principios básicos del ordenamiento territorial, en particular en áreas como cuencas cerradas. Por otra parte el incremento en el uso urbano-industrial de las tierras planas de la cuenca está estrechamente ligado a lo antes señalado toda vez que el estado Venezolano desde 1980 hasta la fecha ha estimulado la ocupación desordenada del territorio de la cuenca, principalmente en sus áreas planas, incidiendo en el aumento descontrolado de sus efluentes urbanos e industriales que unido al aporte de sus 22 ríos que tributan sus caudales de agua al lago, mas el aporte de agua derivado desde la cuenca del Pao-Cachinche, localizada en el vecino estado Cojedes, cuya importación para el año 1983 era de 7 metros cúbicos/segundo y para el año 2011 está por encima de los 16, es decir en tan solo tres décadas los planificadores del desarrollo urbano-industrial de este ecosistema estimularon más del 100% el abastecimiento de agua para tales fines, sin considerar las consecuencias negativas que tal decisión traería para la gente que hoy vive un drama humano impresionante.

Las comunidades de la Punta, Mata Redonda ,El Aguacatal I y II del Municipio Girardot, así como Paraparal en el Municipio Francisco linares Alcatara esperan desde el año 2007 por el cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que ordena al estado Venezolano indemnizar a más de 4000 familias que aún viven en condiciones insalubres cohabitando con las aguas residuales que regresan por sus inodoros por el colapso de sistema cloacal a consecuencia del crecimiento del lago.

…Maritza Perdomo , habitante de la Urbanización La Punta comenta que ha perdido la cuenta de las innumerables diligencias que ha realizado para obtener una respuesta de la autoridad y en muchas ocasiones tanto a ella como a sus vecinos no les atienden,…No queremos ir a refugios esa no es la solución, desde el año 2008 permanecen familias en la Escuela Olinto Mora Márquez de Campo Alegre, quienes creyeron en la oferta de que si se iban a un refugio les darían una vivienda, terminó siendo eso un engaño, muchos hasta ya han fallecido esperando solución, aquí seguimos , nuestra salud cada día se deteriora padecemos de enfermedades de la piel, respiratorias, para completar ya el servicio de aseo tampoco funciona, el agua tenemos que cómprala porque dudamos de las que viene de las tuberías cuando viene…. Prosiguió diciendo… No es justo, estas casas representan el sueño de una familia, quienes compramos hace más de 25 años invertimos nuestro patrimonio, aquí crecieron nuestros hijos, fue un proyecto d familia. Quien pudiera pensar que nuestras casas y nuestras vida a esta edad ya no valen, llegamos a la tercera edad y nos toca continuar luchando a ver si al menos logramos vivir decentemente lo que nos queda de vida.

Por su parte Pedro García un pequeño comerciante del Barrio el Aguacatal II manifiesta su frustración por las condiciones en que viven,…. He tenido que mudarme al segundo piso de mi casa junto a mis dos hijos y esposa, si abandono la casa me la desvalijan y en la gobernación me dicen que me sacan de lista de los beneficiarios, no entiendo aquí han venido comisionados, representantes de todas las esferas del gobierno y todavía no tenemos respuestas. Queremos que nos den al menos una vivienda digna o nos paguen. El gobierno a través de PDVSA construyo un muro para detener el avance del agua del lago, eso fue peor ahora nuestra comunidad quedo como un tanque y dependemos de una bomba para achicar las aguas negras, muchas veces se paraliza porque no llega el combustible o se daña y las aguas negras alcanzan hasta 80 centímetros de altura.

El derecho humano al saneamiento significa que toda persona, sin ningún tipo de discriminación,

debe tener acceso físico y económico a servicios de saneamiento, en todas las esferas de la vida,

que sea seguro, higiénico, aceptable social y culturalmente, que proporcione privacidad y asegure la dignidad.

aguasinfronteras@gmail.com

Amnistía Internacional

https://www.amnistia.org/ve/blog/2020/09/16425/revista-desca

Camino al corazón de la sed…

Jesús Castillo M.

En septiembre de 2015 y tras la evaluación del cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, la Asamblea General de la Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, para fortalecer la paz y la justicia. La Agenda 2030 plantea 17 objetivos con 169 metas de carácter multidimensional, considerando aspectos económicos, sociales y ambientales; con el compromiso de atender las necesidades de los más pobres y las poblaciones vulnerables.

En ese sentido, el acceso a agua potable y el saneamiento es considerado un “Derecho Humano” por las Naciones Unidas, por lo que hacerlo efectivo, además de obligante, permite el cumplimiento de uno de los objetivos propuestos. Lograr un suministro apropiado de agua es fundamental para una vida sana. Esto es aún más importante en espacios urbanos, donde la densidad poblacional exige de niveles de saneamiento que permitan mayores niveles de salubridad ambiental.

Tres elementos deben estar presentes a la hora de revisar el servicio de agua potable y saneamiento: su cobertura, la continuidad del servicio y la calidad del mismo. Naturalmente un análisis adecuado no estaría completo si no se considerasen las inversiones realizadas en el sector y la eficiencia del manejo de los recursos financieros utilizados, de allí que la “Gestión del Agua” es un factor clave para lograr una prestación de servicio con altos estándares de calidad.

En la Región Central de Venezuela (Estados Aragua, Carabobo y Cojedes) existe un gran sistema para la producción, tratamiento y distribución de agua potable, denominado Sistema Regional del Centro (S.R.C), el cual abastece a la mayor parte de la población de los tres estados. Este sistema se encuentra en operación desde la década de los 70, cuando entra en funcionamiento su primera etapa, y luego en 1995 entra en funcionamiento parcialmente la segunda etapa del sistema. Hidrocentro, es la empresa Operadora del SRC, dependiente de su casa Matriz HIDROVEN, cuenta con una capacidad instalada para producir 19.280 litros por segundo (lps) a través de 16 plantas potabilizadoras, 494 fuentes subterráneas (244 pozos en Aragua, 197 en Carabobo y 53 en Cojedes) y 15 fuentes superficiales. Sin embargo, la producción actual es de 12.810 lps, generándose un déficit de 6.470 lps debido a múltiples causas entre las que se pueden mencionar fugas del SRC, pozos inoperativos, falta de equipamiento de materiales, equipos y parque automotor así como por consecuencias de falta de energía imposibilitan un suministro continuo en diversos sectores del estado Aragua. Esta situación ha provocado un colapso en la calidad de vida de muchos habitantes, impidiendo el sano goce de una vida digna, limitando la recreación y sano esparcimiento debido a que quienes deben buscar el agua para sus necesidades más fundamentales destinan más de seis horas diarias a esta tarea que desde hace dos años se ha incluido en la larga lista de necesidades en un hogar aragüeño.

… Comenta María Fernanda Sánchez, una madre soltera habitante del populoso sector Saman Tarazonero, del Municipio Santiago Mariño, dedicada al a economía informal, que diariamente realiza una travesía de unas quince cuadras, a veces acompañada de su hijo menor a buscar agua en un llenadero improvisado en la comunidad vecina de la Casona donde solo alcanza llenar un botellón y pequeños envases ya que no posee una mayor capacidad para almacenar agua. Esta marcha la realiza hasta cuatro veces al día, la razón es que no tiene la certeza de cuándo es que le llega el agua, no precisa con exactitud cuándo fue su última vez. Así mismo, señala que el agua que recibe es de olor fétido de dudosa calidad por lo que solo la utiliza para limpieza de su pequeña vivienda.

Por su parte Aurora Gil, también habitante del Samán Tarazonero, manifiesta que a veces pasan más de veintiún días sin agua por tuberías. …a mis 67 años de edad ya con una artrosis en la rodilla izquierda se me hace difícil buscar el agua para mi casa solo puedo venir unas dos veces al día, y mi hija una vez que llega del trabajo completa la tarea. A veces para comprar agua pagamos alrededor de tres productos de la cesta básica para que nos llenen un tanque de 2.500 litros, otros te piden que les paguen diez dólares, figúrese usted sino ganamos eso como vamos a pagar agua en dólares….

El derecho humano al agua significa que toda persona tiene derecho a una cantidad suficiente de agua, de calidad, aceptable, físicamente accesible y asequible para los usos personales y domésticos, que incluyen saneamiento. Sin embrago en muchas comunidades del estado Aragua estos principios normativos no están presentes. Explica Pedro Tovar un adulto mayor quien ha dispuesto en su residencia de una toma de agua en la Comunidad de la Casona para que solidariamente sus vecinos puedan llenar sus botellones , que diariamente acuden alrededor de unas doscientas personas en promedio, y de estas cerca de un 60% son amas de casa,30% hombres y adultos mayores y un 10% jóvenes adolescentes.

Para el usuario del servicio, como lo somos todos, el tener una conexión a la red no es suficiente: necesitamos agua en cantidad suficiente para cubrir nuestras necesidades así como contar con élla oportunamente y que tenga calidad aceptable. Cubiertos estos puntos diremos que tenemos un servicio “bueno”.

aguasinfronteras@gmail.com

Amnistía Internacional

https://www.amnistia.org/ve/blog/2020/09/16425/revista-desca

Referencias

1.- Derecho humano al agua. Disponible en: http://alianzaporelagua.org/documentos/MONOGRAFICO4.pdf. Consulta el 04/02/2020

2.- Díaz N. y Duci J. (2017) .Manual base sobre los derechos humanos al agua y saneamiento en Latinoamérica y el Caribe. Disponible en: https://publications.iadb.org/es/manual-de-base-sobre-los-derechos-humanos-al-agua-y-al-saneamiento-en-latinoamerica-y-el-caribe. Consulta el 04/02/2020