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Opinión

Luis Manuel Esculpi

A propósito de analizar las razones del gobierno para adelantar una nueva reconversión monetaria –quitándole tres ceros al bolívar– llamándolo ahora bolívar soberano, no puedo dejar de asociarlo al trillado cuento del marido engañado, que para borrar la afrenta decide vender el diván.

Con la edición de un nuevo cono monetario y la disminución de los ceros, el lanzamiento del Petro como moneda para ser empleada en diversas transacciones, pretenden disimular la espantosa hiperinflación; sin adoptar medidas que puedan efectivamente combatir la inflación.

La mayoría de los economistas consideran que el tiempo anunciado para implantar la fulana reconversión es extremadamente reducido, por lo que no podrán cumplir con esa meta en el mencionado periodo. Además que la adecuación al nuevo sistema resultaría extremadamente costosa, sin posibilidad de producir los beneficios que solo están en la mente de los genios que dirigen la economía.

La improvisación y la cosmetología son características de todas las ejecutorias del gobierno actual, ahora bien en el área económica –en una crisis como la que sufrimos– resultan más improcedentes y perjudiciales, por la repercusión en el deterioro y agravamiento de las condiciones de vida de los venezolanos.

Entretanto la crisis continúa haciendo estragos, las protestas por la discontinuidad y las insuficiencias de las cajas del CLAP se acrecientan. Las manifestaciones de los trabajadores se hacen sentir hasta la sede de PDVSA en La Campiña. En el campo de la salud la situación es verdaderamente crítica con la escasez de medicinas, y el estado de los hospitales adquiere proporciones dramáticas.

Los servicios públicos son un verdadero desastre el transporte, el agua y la electricidad sumamente deteriorados, la escasez de repuestos, la falta de mantenimiento e inversión causan el caos, un ejemplo emblemático es lo que ocurre hoy en el Metro de Caracas.

La crisis sobrepasó al gobierno y sigue su propia dinámica, no está en capacidad de contenerla. Al negar su existencia o pretender eludir sus consecuencias sin ofrecer soluciones lo que hace es agravarse. La reconversión no es solución.

Paradójicamente la peor hora del gobierno no coincide con el mejor momento de la oposición. No hay acuerdo en la estrategia a seguir. Iniciativas excelentes como las del Frente Amplio requieren de continuidad para consolidarse. La unidad sigue siendo un requisito imprescindible para avanzar y alcanzar el cambio.

Reiteramos el concepto de la unidad como un objetivo estratégico, por lo que consideramos que las divergencias en una coyuntura no deben obviar lo esencial. Las agresiones y descalificaciones no se colocan en una justa perspectiva, como sería la de propiciar el reencuentro con la máxima unidad posible para el logro de los objetivos estratégicos.

No existe liderazgo, ni organización que por sí sola y aislada del resto de los partidos e instituciones democráticas pueda triunfar. Si nuestra visión solo se alumbra con “las luces bajas” sin encender las “luces altas” siempre será estrecha y no tendrá una amplia óptica, como lo exige la complejidad de la situación.

El mundo no se acaba el veinte de mayo, la crisis seguirá su curso cada vez más agudo y peligroso. Las declaraciones más recientes de los voceros gubernamentales expresan la disposición de permanecer aferrados al poder –más allá de la contingencia electoral– y persistiendo en aplicar el mismo modelo fracasado.

Las fuerzas del cambio tienen que necesariamente situarse de nuevo a la altura de las exigencias. Superar las divergencias actuales propiciando el comportamiento que posibilite el diseño de una ruta estratégica unitaria

Las inmensas calamidades que estamos sufriendo nos plantean la necesidad imperiosa del cambio político, lo que a su vez requiere reactivar con fuerza, ideas como el Frente Amplio y la necesaria recomposición de la Alianza Política.

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Mibelis Acevedo Donís

Acuciado por su propio desasosiego respecto a lo que llamó la “degeneración de la democracia italiana”, Norberto Bobbio retomaba en su lúcido ensayo, “Política y moral”, la añeja pero no menos vital discusión sobre la relación entre ambas nociones. En el marco de la diferenciación de los dictámenes que rigen la vida pública y la privada, Bobbio admitía la instrumental divergencia, la tensión entre principios y responsabilidad, el contraste entre idealismo y realismo; la certeza de que el criterio que determina si una acción es buena o mala en política (donde es preciso mirar el fin, alertaba Maquiavelo) es distinta al que se aplica para una acción moral.

“No es casual -escribía Bobbio- que la máxima virtud del político sea no tanto la sabiduría sino la prudencia, es decir, la suprema capacidad de entender las cuestiones concretas, de adaptar los principios a las soluciones de hechos particulares que requieren agudeza y mesura”. De allí que colija que la distancia entre moral y política atiende “casi siempre a la distinción entre la ética de los principios y la ética de los resultados, en el sentido de que el hombre moral actúa y valora las acciones ajenas a partir de la ética de los resultados. El moralista se pregunta: “¿qué principios debo observar?”. El político se cuestiona: “¿qué consecuencias derivan de mi acción?” (…) El moralista puede aceptar la máxima “Fiat iustitia pereat mundus”, pero el político actúa en el mundo y para el mundo. Y no puede tomar una decisión que implique la consecuencia de que “el mundo perezca”.

La reflexión del teórico turinés -de la que se desprende no la idea de la absoluta incompatibilidad entre ambas categorías, sino la de dos prácticas sociales con desiguales aplicaciones, dos modos de juzgar la misma faena; de allí la sospecha de la necesaria autonomía de la política respecto a otros sistemas de acción, a sabiendas de esa compleja búsqueda del bien común- viene a santo del intenso baile que han desplegado palabras como “moral” y “dignidad”, asociadas al quehacer político en Venezuela. Según algunos de nuestros avispados sofistas resulta inadmisible moverse en la ciénaga gris de los relativismos, así que para “salvar” a la sociedad de los mercenarios del pragmatismo toca depurar a fondo e instalarse en la petrificada esquina del orgullo; parte de la cura consistiría entonces en voltearle los ojos, sacarle la lengua, cerrar puertas al farsante que ose cruzar ese inmaculado zaguán: y sí, “hacer justicia aunque el mundo perezca”. Al más rancio estilo del jacobinismo francés (cuyo ascenso a partir de la derrota girondina fue avivado por el extremismo) cunde una soflama de “rabiosos” y “exagerados”, emponzoñada por el delirio de una minoría “selecta”, últimos “reductos de dignidad”: una estirpe en extinción, auto-ungida para la tarea de conducir a las masas hacia la instauración de un régimen de virtud, pero cuya intolerancia parece llevar el mismo sello del autoritarismo que censura.

Penosamente, a merced de la molienda, la fatigosa incertidumbre y los tropiezos con la misma piedra, del desamor que nace como pago por el pecado de incoherencia, esa tendencia a la moralización de la política, esa dislocada aplicación de los valores particulares de la moral cotidiana a la vida pública parece seducir ahora a la dirigencia con su súbito sex-appeal, su boca roja, el puñal de su verbo bello e hiriente. De allí que en aras de una verticalidad que, en teoría, serviría de alcázar frente a la inmoralidad indomeñable del entorno, la alternativa es confinarnos al callejón sin salida del “todo o nada”, encadenarnos a la talanquera del pensamiento binario y evadir las luces del pensamiento estratégico. Menuda tragedia. La inercia de los “decentes” se ha disfrazado de solución.

¿Cómo explorar una transición a la democracia a partir de tal rigidez? ¿Cómo aspirar a definir una ruta de concreciones que incidan en el beneficio colectivo cuando se trafica sólo con lo apolíneo, lo inasible, con el fervor por lo impoluto? ¿Cómo zanjar el dilema entre opciones en apariencia excluyentes -participar o no- sin mutilar un espacio de maniobra que podría redundar en saldos relevantes para la vida en la polis? No en balde quienes han vivido las encrucijadas que empujan este tipo de procesos apuntan que la inflexibilidad no sólo es infame mentora, sino un rasgo de ingenuidad que emparentada con la antipolítica suele urdir peligrosas engañifas.

Asumiendo así que la acción política no debe juzgarse como “buena” o “mala” sino por ser pertinente o no, por estar estratégicamente apegada al objetivo o no, la clave podría estar en apartar la estorbosa moralina y activar el pensamiento integrador: esa capacidad para “movernos con soltura entre dos aguas”, casar ideas contrarias y sintetizarlas para encontrar un mejor resultado. Eso es lo que hay que pedir, diría Savater: “no se trata de exigir moral”, entonces, ”sino que el político funcione bien como político”.

@Mibelis

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La niñez y la tercera edad de un país merecen respeto.Los primeros son el futuro y los segundos el pasado, la historia y la herencia de las sociedades. Hace una semana vimos por varios días a miles de ancianos en todo el territorio nacional hacer largas colas por horas y bajo el sol para cobrar su pensión.

Un derecho adquirido con el sudor de sus frentes, porque ser pensionado implica el reconocimiento de años y años de trabajo para sacar adelante a sus familias y con esto al país.

La imagen hizo a muchos sentir que Venezuela perdió su dignidad, a eso están expuestos los venezolanos que enfrentan a un Gobierno que no solo no respeta las canas del país, sino que además ha propiciado, con políticas económicas que profundizan la pobreza, el abandono de la niñez. Así lo sintió la Nación cuando se conoció la noticia de que una madre había dejado a su recién nacido abandonado en el Metro de Caracas.

Distintos sociólogos y psicólogos sociales, historiadores y filósofos ha definido la dignidad humana como “el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el solo hecho de ser persona”.

Los venezolanos tienen derecho de vivir con dignidad, pero sobre todo, tenemos el deber de rescatar este derecho por el solo hecho de ser personas, pero además por ser un pueblo trabajador, dispuesto y amante de esta tierra.

El cambio de modelo política y económico deberá contener en si mismo un profundo cambio social, que permita al país volver a ser el amable territorio del Caribe donde los ancianos y los niños gozaban de los privilegios de la democracia por ser quienes habían dado todo y quienes darían más por el desarrollo del país.

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Jesús Elorza G.

Muy sonriente llegó al despacho presidencial el Ministro del Poder Popular para la Economía y las Finanzas. Estaba seguro y confiado que el proyecto sobre el nuevo cono monetario iba a ser aprobado en el Consejo de Ministros.

- Buenos días, camarada Zerpa, le dijo Nicolás. Espero, que hayas resuelto como enfrentar y derrotar la guerra económica que tiene el imperialista Trump en mi contra.

-Claro que si camarada. El mundo entero va a quedar loco con la política revolucionaria que vamos a implementar.

-No te distraigas con discursos ni con explicaciones de teorías económicas, recuerda que yo no me gradúe de bachiller, le señaló Nicolás.

-Tranquilo mi jefe, que con El Petro y ahora con el nuevo signo monetario pasará a la historia. Milton Friedman, Keynes, Adam Smith y hasta el propio camarada Karl Marx quedaran como niños de pecho a su lado.

- Ta bueno ya, echa pa fuera la propuesta que traes.

En primer lugar, vamos a quitarle tres ceros a nuestro Bolívar Fuerte para proceder a una reconversión monetaria para….

Ya va, ya va párate ahí. Tas loco e bola. Me estas pidiendo que proceda a devaluar la moneda aprobada por nuestro Líder Único el Difunto Eterno…..tu lo que quieres es que me tumben…no me jodas….si este es tu vergatario proyecto, lo que te sale es cárcel.

Mi jefecito, respondió nerviosamente el ministro. Si le quitamos esos ceros al bolívar, estamos infligiéndole una revolucionaria derrota a Dólar Today….

-¿Cómo así?

-Facilito, venga pa que vea. Hoy, 23 de marzo 2017, el dólar paralelo esta cotizado a 235.002, 77 bolívares fuertes y el Euro a 290.000,72. …..si aplica lo que le estoy sugiriendo, de un solo coñazo bajamos el dólar a 235 y al euro a 290 bolívares.

- Carajo camarada, eso si que es una derrota aplastante de esos imperialistas. Usted, se merece una estatua o que lo lleve en vida al Panteón Nacional.

Que va presidente, el merito es suyo. Sus sabias orientaciones políticas me guiaron en la elaboración de esta propuesta.

-El otro impacto de esta nueva y revolucionaria política económica, tiene que ver con los precios de alimentos, medicinas, transporte, gasolina etc, etc, etc, Déjeme darle un solo ejemplo: La cesta básica familiar tiene actualmente un costo aproximado de 35.000.000 millones de bolívares y la bajamos a treinta y cinco mil.

- ¿Como quedan los sueldos, salarios, pensiones y jubilaciones?

Bueno, en ese punto haremos una manipulación revolucionaria. Mantendremos los pagos nominales en términos de bolívares fuertes (no le quitamos los ceros) para generar en la gente una ilusión de riqueza. Pero, todas las operaciones de compra-venta serán en bolívares soberanos (sin los ceros). Así, el pueblo pensará que son los comerciantes imperialistas-.oligarcas los que están devaluando sus ingresos y no el gobierno.

-¡¡¡Sorprendente camarada Zerpa!!!, esto hay que darlo a conocer ya……Ciiillliiiaaa, móntame una cadena nacional de todos los medios para anunciar mis medidas económicas para superar la crisis generada por el imperialismo…..y pa que se arrechen los de la oposición, voy a anunciar que la implementación será a partir del 21 de mayo. O sea, al siguiente día de ser reelecto.

-Camarada Nicolás, quiero decirle que además de tener la posibilidad cierta de ser nominado al Premio Nobel de Economía, será reconocido también, como el Nuevo James Bond.

-¿¿¿????...se que el premio nobel es un hecho irreversible, como diría Tibisay, pero no entiendo lo de Bond….explícamelo.

-Sencillo camarada, el agente mas famoso del mundo era el 007 y ahora usted pasa a ocupar esa prestigiosa posición como “El Agente 000” y en el mundo económico será conocido como el Triple Cero.

Desde el Balcón del Pueblo, Nicolás hizo su anuncio. Pero, no todo salio como se esperaba. Apenas terminó la cadena, una ola de protestas y mentadas de madre recorrió todo el territorio nacional:

Maduro eres un TRI-MALDITO, nuevamente nos anuncias una mega devaluación del bolívar y pretendes engañarnos con la reducción de ceros…ya eso ocurrió en el 2008, y acumulamos desde esa fecha al día de hoy, una inflación de14.000 % La crisis económicas no se resuelven quitándoles ceros a al moneda sino con políticas coherentes orientadas a controlar la inflación, promover la producción y el empleo. Ese bolívar es un soberano fraude.

El ministro de economía, acercó a Nicolás para calmarlo diciéndole: Tranquilo mi jefecito, que con el Petro vamos a salir a flote y de no ser así, ¡¡¡Le quitamos otros ceros al bolívar!!! y seguimos dándole duro al imperio…..Triple Cero o Muerte….Venceremos.

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Marcos Pantin

Recorremos las instalaciones de un representativo liceo público de Maracaibo, capital del estado Zulia, segunda ciudad de Venezuela. Voy con el director del centro. Nos salen al paso estudiantes avispados, ocurrentes, de contagiosa alegría: así son los marabinos. El edificio es sólido y de buen diseño, construido al comienzo de los años 60. Da cabida a medio millar de estudiantes que cursan bachillerato en Ciencias. Cuenta con una plantilla de 42 profesores a tiempo completo. El horario es vespertino, de 1:00 a 5:40 horas. A media tarde se sirve el almuerzo en el comedor escolar. El edificio no ha recibido mantenimiento por años. Grandes filtraciones manchan los techos. Se han robado los cables y cuadros eléctricos y los desmembrados pupitres no alcanzan para todos los alumnos. Un cálculo somero descubre que hay pocos estudiantes y apenas se ven profesores.

Declive de la educación pública

El Estado ha sido el gran educador en Venezuela. Desde hace 70 años, cerca del 80 % del estudiantado recibe educación pública, y el 20 % privada. Cifras oficiales de 2016 aseguran que la población escolar total es de 8.040.628 alumnos, repartidos en un 77 % en la educación pública y 23 % en la privada. Hace 50 años no faltaban excelentes liceos públicos en las principales ciudades del país. “En los años 80 comenzó el declive. Los cambios curriculares y el relevo de los maestros normalistas, entorpecieron el aprendizaje de habilidades básicas como la lectura, escritura y razonamiento matemático”, señala Leonardo Carvajal, director del doctorado en Ciencias Pedagógicas en la Universidad Católica de Caracas. Carvajal añade que en los años 70 las escuelas pasaron de jornada completa a medio turno, perdiendo horas de trabajo académico. Entre los mejores profesores de los liceos públicos había profesionales universitarios sin estudios de docencia. En los años 80, por presiones del gremio docente, se les prohibió enseñar en los colegios y decayó el nivel humano y científico de esos centros”, sostiene Fernando Vizcaya, decano de Facultad de Educación de la Universidad Monteávila, en Caracas. Con todo, los colegios públicos no han estado al margen de la suerte del país: sectarismo político, improvisación, crisis económica y social.

En el último decenio la matrícula total de la educación pública va en descenso desde 2007, mientras que la privada ha mantenido su ritmo de crecimiento: “Es una recesión, que por prolongada y contractiva, es ya una depresión generalizada del sistema escolar”, afirma Luis Bravo Jáuregui, investigador de la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela. Bravo Jáuregui recuerda que la crisis económica y social ha agudizado las carencias usuales del sistema educativo. “Este gobierno hizo el arte de magia de desaparecer un billón de dólares en 18 años. Una cosa increíble”, afirma Fernando Spiritto. Director de posgrados de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Caracas, Spiritto recuerda que el dinero se ha ido en importaciones, corrupción o actividades no productivas.

Coste de la vida e inflación

Aunque no existen cifras oficiales, la inflación cerró el año pasado en un 2.600 % y se mantiene en un 85 % mensual. Un profesor de colegio gana como máximo 2 millones de bolívares al mes (9 dólares USA al cambio libre). Sin embargo, paga 5 millones por alquiler de vivienda; 10 millones mensuales en alimentos para tres personas; 2 millones en transporte público. Sin contar gastos de salud, vestuario y educación de los hijos. Su vida es muy complicada. Además, la increíble escasez de dinero efectivo duplica los precios de todo lo que se paga al contado. En un día, un profesor puede pagar más en transporte público delo que gasta para comer y de lo que gana por jornada laboral. La gestión de un liceo público: educar y vadear la crisis. Volvamos a los pasillos del liceo. Nos han traído un café y el director va entrando en confianza: “Trabajamos con las uñas. Nos falta lo indispensable para la operación ordinaria: papelería, consumo de oficina, productos de limpieza, etc. Yo no paro de pedir. Nos responden que debemos ‘autogestionarnos’. La situación es grave, señala el director, porque escasean los alimentos en el colegio, y no digamos en las casas. Así lo explica: “La gran mayoría de los profesores trabajan dos turnos: 16 horas diarias, y solo hacen una comida al día. Y no hablemos del hambre que pasan los muchachos. Seamos claros: los estudiantes vienen al colegio por el plato de comida. Estamos recibiendo la mitad de los alimentos asignados. Ya van dos semanas sin poder darles nada.

Por los pasillos me abordan: ‘Profe, ¿cuándo llega la comida?’. En mi casa no hay comida”. Esta seria escasez causa “mucho dolor”, añade el máximo responsable del liceo. “Se difunde en el ambiente una tristeza, como una nostalgia que afecta a profesores y alumnos. Cuando no hay comida la asistencia no pasa de un tercio de los alumnos. Cada día se desmayan cuatro o cinco estudiantes porque no han comido nada. Cuando tenemos alimentos la asistencia llega al 90 %”.

¿Aprovechamiento académico?

La pregunta surge inevitable: ¿cómo pueden cumplir con la planificación de clases? “El sistema evaluativo está diseñado para evitar que el alumno pierda el año. Es la así llamada ‘batalla a la repitencia’. Los muchachos terminan el bachillerato con enormes lagunas. Es el populismo facilón que abulta las estadísticas del Ministerio. Los estudiantes pagan caro por el fraude: “Si vienen de un bachillerato sin materias regulares porque se las daban por aprobadas sin tener profesor, notiene posibilidad de aprobar el primer año de la universidad”, explica Enrique Planchart, rector de la Universidad Simón Bolívar de Caracas. “Me preocupa enormemente la inasistencia”, prosigue el director del liceo. “Cuando logran venir, los muchachos traen un bolso lleno de ilusiones. Quiero que vuelvan a casa con ilusiones cumplidas, pero se van con muchas interrogantes: ¿por qué no vino el profesor? ¿por qué no hubo comida hoy? ¿qué vamos a hacer?” El hambre es tan grave que “los docentes y empleados pierden peso en forma alarmante. En sus casas no hay comida y sus hijos van a la escuela en ayunas. La opción es irse del país. Estoy a punto de perder seis profesores en áreas críticas. Pero tenemos que perseverar. No podemos desmayar”, concluye.

La crisis en la escuela privada

No muy lejos del liceo público funciona un colegio privado. Con casi cincuenta años de actividad, la matrícula llega al millar de estudiantes repartidos entre primaria y bachillerato. Opera con unos doscientos profesores y empleados. Los edificios se han levantado gradualmente a medida que aumentaban los alumnos. El directivo del centro reconoce que se ha producido “un cambio de mentalidad” en la dirección del colegio. “Pero no estamos solos en el empeño. Las familias apoyan mucho. Pero esto exige tiempo y esfuerzo. A través de donaciones de las familias y otras fuentes trabajamos en aumentar los ingresos de los docentes; solucionar el problema del transporte; facilitar el acceso a los alimentos, siempre por las vías permitidas por el Ministerio de Educación”.

Agenda del director

El responsable de este centro privado reconoce sin tapujos que “antes me ocupaba mayormente de los problemas de los muchachos y de la atención a sus familias. Y no es poca cosa atender a las familias: están sufriendo la crisis del país en muchas formas. Cada día atiendo cuatro o cinco de ellas. Pero ahora, junto a la tarea de conducir el colegio, no empleo menos de 4 o 5 horas diarias atendiendo a los profesores, escuchándolos personalmente o buscando ayudas externas para subsidiar necesidades monetarias, de transporte, alimentación o de salud. Para esto mudé la oficina del administrador del colegio junto a la mía, porque invertimos mucho tiempo atendiendo estas situaciones”.

La conclusión de este experto educativo es clara. Si continúa esta crisis, “el modelo educativo en Venezuela cambiaría necesariamente. Tendríamos que reducir el horario de clases y eliminar las actividades extra académicas que dan el tono humano y familiar al trabajo escolar”. Sin embargo, el experto considera que la dureza de este tiempo amainará y vendrán días mejores: “La crisis pasará y viviremos nuevos tiempos con el favor de Dios. Soy testigo del esfuerzo diario de los profesores por hacer bien su trabajo. Es un estímulo permanente. Me contagio del ánimo natural de los niños en las aulas, sin olvidar que en las escuelas públicas sufren mucho. Nuestro país tiene mucho futuro. Definitivamente, la clave está en la formación de estos jóvenes que van a construir la nueva Venezuela”. ■

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He venido participando y siguiendo muy de cerca la iniciativa de conformar el Frente Amplio Venezuela Libre. Asistí al acto de constitución de esta nueva coalición política en el Estado Zulia. Hasta allá fui, vi y me convencí de que esta nueva propuesta “unitaria” no tiene ni el entusiasmo, ni la pasión, ni la sabiduría de quienes dicen representar.

Si el Frente Amplio sigue en su empeño de fortalecer el pulso abstencionista insoluto, estará condenado al aislamiento del sentimiento popular.

No le será fácil tener suerte en su prédica, negadora de hecho al acto electoral, porque en definitiva el país se merece un sendero mejor; como lo es el de la convocatoria a las elecciones presidenciales, conscientes de que se confronta a un régimen autoritario y antidemocrático. Ya con la abstención pasiva, se provocó el desencanto y la desmovilización en tiempos de revueltas de calle y constituyente fraudulenta.

Insistir en el error los condenará al fracaso. Solo la unidad y la participación comicial hará posible el acompañamiento del pueblo. El condicionismo excluyente es abstencionismo agazapado. En ese propósito el elector venezolano con su largo historial democrático no los acompañará.

El tiempo y los resultados de los acontecimientos ubicará a cada quien en el justo lugar que le corresponda. En consecuencia, porque todavía están a tiempo, será mejor que reflexionen y conduzcan ese esfuerzo hacia un nuevo reencuentro de todos los factores de la oposición, incluso, con Henri Falcón, quien con su decisión puede hasta echar un vainon.

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Lester L. López O.

Apreciación de la situación política # 135

La realidad venezolana es tan inmensamente caótica que es difícil, para el común de la gente, percibirla en su total magnitud, pero para los más especializados tampoco resulta fácil ya que la multiplicidad de factores intervinientes impide hacer un seguimiento medianamente actualizado. Quizás una de la más importante es la inminente paralización de la administración pública por la sencilla razón de que los empleados públicos (y los privados también) no tienen el efectivo para pagar el transporte diario, otros, simplemente sacan sus cuentas y entienden que con esos salarios no tienen asegurado el pan para su familia y prefieren que lo boten del trabajo, si los botan, que seguir trabajando en el mismo, o con las subvenciones de los programas del régimen pueden sobrevivir sin ir a trabajar.

Pero el problema mayor es que con la hiperinflación galopante, ya el presupuesto anual de la administración pública se agotó. No hay dinero ni para asegurar la nómina, por lo que hay que recurrir al perverso sistema que está implementando el régimen de las transacciones virtuales, que cada día lo vuelve más obligatorio. De allí que la implementación del Petro es como una tabla de salvación para ellos, pero que no están seguro en que va a terminar eso. Ahora se anuncia un nuevo signo monetario con tres ceros menos para junio. Toda una rochela financiera que no logra ocultar la mayor debilidad del gobierno: que no tiene divisas fuertes para salir de la crisis que han creado.

Por otra parte, la degradación ilegal y sin fundamento jurídico de oficiales de alta graduación retirados y la mayoría exiliados, la detención de comandantes de unidades operativas bajo el cargo de conspiración contra el régimen, pero también la captura de militares en actos delictivos en flagrancia revela que al interno de la FAN no es que hay descontento, que los hay, sino un tremendo desorden y descontrol de los mandos que puede tener consecuencias imprevistas.

En el sector salud y educativo, el caos no es menor, los médicos y los educadores no asisten a sus trabajos porque no tienen con que, como se mencionó anteriormente. La deserción estudiantil universitaria y media, ya es angustiante para una persona que esté pensando que si cambia el gobierno este año el país se pueda recuperar prontamente. Los empresarios y comerciantes que quedan tienen un pie en el país y otro en el extranjero, las colas de jóvenes, que nunca han vivido en democracia, en los registros y notarías públicas apostillando sus documentos para irse del país es francamente desesperanzador.

Pensar que con este caos este país, o cualquier otro, pueda funcionar tres meses más sin que se produzca una alteración grave del precario orden social que aún queda, no es una opción que hay que desechar.

En este escenario, el gobierno sigue su guion preconcebido mayor a tres meses, el candidato de Nirgua sigue en su campaña electoral con gran entusiasmo, aunque le negaron las garantías electorales que exigió para seguir la ruta electoral y las otras oposiciones están tratando de organizarse para ver si, finalmente, presentan un plan viable alterno a su no participación en los fraudulentos comicios.

Los tres como que tienen una cosa en común que no tenemos los otros venezolanos: tiempo para sus planes particulares.

@lesterllopezo

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