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Opinión

La angustia y la tristeza se mezclan, acrecentadas, ante lo que a muchos no parece importarle y ante los pocos intentos de una minoría, preocupada y arrinconada, para buscar una solución o una modesta política para evitar el derrumbe, el colapso total del campus de la UCV-Maracay.

Sigue el desvalijamiento de oficinas y departamentos, perpetrado por seres invisibles y con la mayor impunidad jamás vista en esta institución. Y a quienes corresponde en los cargos de dirección en las facultades y en las dependencias centrales la responsabilidad de encararlo con firmeza y un carácter institucional acorde con las gravísimas circunstancias, sólo muestran un mínimo gesto de actitud de burocracia anquilosada y “atornillada” en una minúscula parcela de poder: su actuación se limita a ese pequeño ámbito de su parcela personal, lo que hace lucir a toda la UCV como un cuerpo desmembrado y agónico.

Muchos parecen olvidar, y en algunos casos ignorar, que la academia no es sólo un conjunto de asignaturas, horas de clases, tesis y reuniones generalmente estériles y referidas a una realidad imaginaria que ni siquiera alcanza a la categoría de ideal. La academia, en su estricto sentido originario, es una comunidad espiritual en la que los valores intelectuales y la ética han de ser pilares indestructibles. Al no ser así, transitamos por este desfiladero por el cual hoy vamos a ciegas y a punto de caer al vacío, entre negligencias, incompetencias, complicidades y, al igual que el país, en un estado de anomia con visos de demencia colectiva.

Nuestra cotidianidad ya es la indiferencia o la resignación ante la destrucción material y moral de esta institución, en la que el desvalijamiento de edificaciones y la acritud y no pocas bajezas en las relaciones personales son el escenario y la trama de esta peculiar tragedia, que muy bien refleja la de todo el país.

De seguir así, en el fatigado marasmo académico, administrativo y gremial, y con un estudiantado más reactivo que creativo, muchas veces justificado todo ello por el déficit presupuestario, dedicados al más elemental inmediatismo de la sobrevivencia y con las cada vez más mermadas reservas espirituales, morales e intelectuales, sólo nos quedará por hacer lo que Unamuno dijo respecto a la Universidad de su país y de su tiempo si no se emprendía una verdadera renovación: darle garrote vil y luego aventar sus cenizas.

La sombra no se vence sólo con un lema orgullosamente proferido en actos de graduación y en declaraciones políticas, porque no podemos seguir amparándonos en frases hechas entre las cuatro paredes de una oficina y detrás de un escritorio. ¿Acaso no suele denominarse alma mater (madre nutricia) a la Universidad? Tal como estamos hoy, podemos parafrasear al poeta Whitman cuando se refería a su país: la Universidad es un cuerpo que ha crecido con muy poca o ninguna alma.

De nosotros depende el dejarla al capricho de las manipulaciones politiqueras y de las acentuadas pasiones de la barbarie civilizada, cuyos tentáculos hacen prosperar toda forma de corrupción, o convertirla de verdad en una comunidad espiritual para la cultura, para la ciencia desprejuiciada y la formación ciudadana.

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Jesús Elorza G.

Muy tranquilo, subió el Diputado Rafael Guzmán a la tribuna de oradores de la Asamblea Nacional. Su derecho de palabra, era para referirse a la ineptitud del gobierno para resolver la crisis económica que atraviesa el país. Carpeta en mano, comenzó a desglosar como ha impactado la economía nacional el hecho de las expropiaciones, las invasiones, el control de precios y de divisas. Esta política, continuo diciendo el diputado, solo ha servido para quebrar al sector productivo y empobrecer a la población. Poe ejemplo, vean el precio de la leche, como ha aumentado en los últimos años.

En este punto, fue interrumpido por la diputada Tania Díaz, quien de manera inusual, mostrándole los dientes, lo llamaba mentiroso en forma reiterada.

Guzmán, con toda la calma del mundo, se limitó a decirle: “Vampira, cálmate, tranquila vampira”. Esta frase, produjo un impacto en la sala de reuniones. Acto seguido, Héctor Rodríguez, jefe de la fracción del Psuv, cual Drácula, voló hasta la tribuna de oradores, para increpar al diputado. Con los ojos desorbitados y con la boca entreabierta mostrando unos desproporcionados colmillos, le dijo “Si vuelves a llamar Vampira a la camarada Tania….te muerdo”

Sereno y muy aplomado, el diputado opositor, le respondió “Tú no me asustas” estoy protegido en primer lugar por la Constitución de la Republica, tengo inmunidad y lo que estoy diciendo se apega a la ley, En segundo lugar, anda, a morder a Mario Silva, quien fue el que calificó a la diputada, a Gustavo Arreaza y a Rubén Hernández como “El Grupo de Vampiros” que se chuparon todo el presupuesto de Venezolana de Televisión. En tercer lugar, déjame decirte, que vine preparado para una situación de esta naturaleza, y comenzó a sacar de su maletín una ristra de ajos, un frasco con agua bendita y un crucifijo. Al ver todo aquello, Drácula Rodríguez y la Vampira, volaron del lugar para refugiarse en sus curules, dejando impregnado el lugar con un fétido olor sulfuroso.

Frente a todo aquello, no le quedó más alternativa al Presidente de la Asamblea, que ordenar la apertura de todas las ventanas del salón. Eso produjo, una estampida en la fracción del gobierno. Todos se pararon y buscaban lugares oscuros donde no los alcanzaran los rayos del sol que repentinamente inundaron el salón. ! Nos vamos a desintegrar! ... ¡Cierren esas ventanas!

Un jodedor, de los que nunca faltan, viendo ese espectáculo, se le ocurrió la genial idea de colocar en su radio grabador, la canción “Vampiro-Vampiro” de los Corraleros de Majagual….y de inmediato todos comenzaron a corear:

Yo soy como los vampiros que salgo al anochecer / porque en las noches me inspiro y me llevo a una mujer.

Vampiro vampiro, te chupo el vampiro...

Falta, que ahora se le ocurra a Nicolás anunciar en cadena nacional que en solidaridad con la agraviada camarada Tania Díaz la designe ¡¡¡Presidenta del Banco de Sangre!!!

¿Quién ha visto Vampiro cuidando Sangre? Al igual que lo ocurrido en VTV, al banco se lo va a chupar todito.

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Luis Ugalde

Los comunistas chinos tomaron el poder e implantaron una dictadura integral, política, económica, cultural… Luego de medio siglo con poder total tuvieron que admitir su miseria económico-social y la incapacidad de mejorar económicamente con su modelo estatista integral sin libre iniciativa en economía. Los soviéticos les habían precedido en el derrumbe del régimen, pero el Partido Comunista chino vio que sus homólogos rusos en el cambio perdieron también el dominio político; por eso los comunistas chinos pensaron que para afianzar su dictadura política y conservar el poder les convenía cambiar la economía abriendo las puertas al capitalismo: promoviendo enormes inversiones capitalistas extranjeras con su tecnología y desarrollando el capitalismo chino, siempre que acataran la dictadura política. Han establecido una dura y exitosa economía capitalista de gran potencia y han fortalecido la dictadura política de su partido único. Los inversores capitalistas saben que gozan de libertad para sus negocios siempre que se sometan a la dictadura política. Los posibles diálogos internacionales en China son para lograr algunos avances en apertura cultural y religiosa y algo de humanización del régimen político, que sigue siendo de partido único con monopolio dictatorial.

En Venezuela la situación es distinta.

Nuestra Constitución es democrática y en una épica votación en 2007 los venezolanos con votos derrotamos al régimen que quería implantar una constitución dictatorial cubanoide; pero el gobierno, en la práctica y con leyes anticonstitucionales, continuó avanzando hacia la dictadura. Al contrario de China, ha llevado al país a una total ruina económica y a un régimen dictatorial rechazado por 80% de la población. Aquí las negociaciones en curso no pueden ser para afianzar ese secuestro de la Constitución vigente y de los derechos humanos, sino para reconstitucionalizar el país y cambiar el régimen de pobreza y miseria que sufre todo el pueblo. Es lo que está en la Constitución y en la voluntad de la inmensa mayoría en 2016 y por Constitución estamos obligados a defenderla (art.350 y 333).

En Nicaragua muchos empresarios pragmáticamente están plegados a una vergonzosa política dictatorial que va acompañada de significativos logros económicos (con importante crecimiento del PIB, poca inflación y mejoras sociales) y buenos negocios empresariales. Por el contrario en Venezuela el régimen jugó a hundir a la empresa privada y lo ha ido logrando en parte. Aquí es imposible lo que tardíamente quiere hacer el régimen: reforzar y consolidar la dictadura política y mejorar la economía incluso dando un respiro temporal a la empresa privada.

¿Por qué no es posible?

La profunda crisis económico-social de Venezuela no puede resolverse con el actual gobierno y su dictadura, desprestigiada nacional e internacionalmente, pues aunque hable de diálogo no está dispuesta abrirse en serio a un nuevo modelo económico indispensable. Sin apertura a una amplia ayuda internacional (medicinas, comida) y garantías para la necesaria inversión millonaria, sin refinanciar la deuda y conseguir no menos de 40 millardos o 50 millardos de dólares en préstamo, crear confianza, garantías jurídicas y estímulo a la inversión (nacional y extranjera) con nuevo sentido y espíritu de productividad, con oportunidades, elevación del trabajador productivo y del poder adquisitivo salarial…, sin resolver el terrible déficit fiscal, frenar de raíz la inflación, no saldremos de este infierno. El actual régimen con su empeño dictatorial, con violación de la Constitución y de derechos humanos, con sus presos políticos y persecución a los opositores… no puede ni debe lograr apoyo internacional y mucho menos la confianza nacional para la reactivación económica. Es falsa la propuesta de: “Ayúdame primero a salir de la crisis económica y luego yo te restituyo la democracia política”. El respiro que buscan es para fortalecer la dictadura al mismo tiempo que “dialogan”. Pero, sin cambio político no es posible toda la movilización de nuevos recursos y actitudes para la recuperación económico-social. Es importante que los demócratas tengan claridad y defiendan esto en la mesa de negociación, en la calle, en la AN y en todas las instancias internacionales y que ayuden a que los facilitadores así lo entiendan. No se trata de humanizar la actual usurpación anticonstitucional disfrazada, sino de cambiar con votos democráticos el gobierno que viola la Constitución y los derechos humanos y unir al país para la urgente y difícil reconstrucción.

Hace décadas un líder político-sindical para justificar la falta de seriedad lanzó aquella sentencia “no somos suizos”. Hoy necesitamos estar convencidos de que “no somos chinos” y persuadir a quienes de fuera nos quieren ayudar, que estén alerta pues el régimen “dialoga” al tiempo que va dando pasos para consolidar la dictadura. “No somos chinos” que se conforman con la dictadura política si nos alivian algo de la miseria económico-social, somos demócratas bajo un régimen que usurpa los derechos humanos y viola la Constitución.

La Patilla. Nov 19, 2016

http://www.lapatilla.com/site/2016/11/19/luis-ugalde-sj-no-somos-chinos/

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Provea (Programa Venezolano de Educación – Acción en Derechos Humanos)) está emitiendo cada viernes, de manera extraordinaria, un boletín internacional (al que se pueden suscribir a través del formulario: http://goo.gl/forms/71OrYUl4xW ) para continuar visibilizando la delicada situación de nuestro país. Igualmente, ha creado una nueva publicación digital "Referencias" con la cual quieren construir un espacio para pensar los retos del futuro, desde nuestra perspectiva de DDHH, en el siguiente enlace:

https://www.derechos.org.ve/actualidad/n-1-referencias-retos-y-desafios-de-las-ong-para-la-transicion-venezolana.

Datos de interés

Rafael Uzcátegui

Coordinador General de Provea

Celular: 58-0426-225.06.40

58-212-862.1011/ 8625333

Skipe: fanzinero

@_provea

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En estos momentos difíciles que padecemos los venezolanos, preocupados tanto por la crisis misma como por los posibles desenlaces violentos, miramos estupefactos la mamadera de gallo del “diálogo” entre dos que con la anuencia papal y de los acompañantes ex presidentes, se está llevando a cabo a cuenta gotas, mientras el chorro de muerte producto de la inseguridad inmisericorde, el hambre que campea por todos los rincones, la pulverización de la moneda que nos vendieron como “fuerte”, la corrupción, descaro y cinismo de quienes detentan el poder burlándose a diario del pueblo y la diáspora de decenas de miles de compatriotas que ha desgarrado la familia venezolana nos inunda amenazando con ahogarnos.

La gente, en cualquier rincón, calle, mercado o espacio, exterioriza la necesidad de diálogo, pero a la vez manifiesta, con razón, desconfianza de lo que se percibe como una negociación entre pranes, a espaldas del pueblo, como siempre. La negociación del reparto del botín y sus migajas.

A final de cuentas, por más que aborrezcamos al despotismo actual, tenemos que admitir que Maduro no es la causa. Ni siquiera Chávez. Son consecuencia. Es una crisis estructural que coyuntura tras coyuntura sigue arrimando la arruga y que en este momento pareciera ya no poder arrimarla más. Salir de Maduro, como queremos la mayoría cierta y abrumadora de los venezolanos, quizás resuelva un momento, quizás dé un respiro, pero la crisis que ha envilecido las instituciones, pulverizando al Estado venezolano, ahora amenaza peligrosamente con desintegrarnos como nación.

Yo no creo que el Papa Francisco, Samper, Zapatero y sus compadres, entiendan bien esto. Pero los venezolanos necesitamos urgentemente reencontrarnos como nación, necesitamos reconciliarnos, urgimos de justicia y libertad, y eso no lo va a resolver un “diálogo” entre quienes solamente representan sus intereses y no a los ciudadanos. Los venezolanos necesitamos dialogar. Un gran diálogo por todos los rincones que permita parar la hecatombe fratricida que toca insistentemente a la puerta, azuzada especialmente desde las instancias de poder para preservarlo al costo que sea.

La única manera real de hacerlo, y que permita en verdad que los hijos de esta tierra, todos sin excepción, chavistas y no chavistas, partidos, gremios, colegios profesionales, campesinos, vecinos, indígenas, empresarios, obreros, académicos, jóvenes, hombres, mujeres, en fín, todos, podamos debatir el país que queremos y construirlo entre todos para intentar superar esta barbarie, el rentismo y la centralización asfixiante, para diseñar un verdadero estado federal, donde la municipalización sea realidad y podamos por fin superar la dependencia del vaivén del precio petrolero, construir riqueza a través del trabajo y el estudio y detener la criminal explotación irracional de nuestros recursos, definitivamente es a través de un proceso constituyente.

Estoy convencido que es la última barrera que nos separa del fratricidio, para no matarnos salvajemente en las calles. Llegó el momento de hacer realidad la soberanía que reside en el pueblo. Sin ataduras, Sin mesías. Sin imposiciones. Es la hora de un verdadero proceso constituyente popular, que no pueda ser secuestrado como el de 1999 y que devino en esta caricatura trágica y cruel que sufrimos en la actualidad.

Podrá decirme cualquiera que el hambre no puede esperar por el resultado de la constituyente. Es cierto. Tampoco los enfermos, ni las víctimas del crimen, ni la devastación producida por el Arco minero. Todo eso es cierto y muchas cosas más. Pero igual, se fue este 2016 con un resultado nulo en la intención de superar la crisis y especialmente con la burla en que devino la mayoritaria aspiración de revocar a Maduro. Solamente la Constituyente es el mecanismo constitucional, profundamente democrático, cívico y pacífico que nos puede permitir cambiar todo de una vez. No es tan solo revocar a Maduro y su banda de bárbaros. Es revocar también a los integrantes de los otros poderes arrodillados servilmente al despotismo. Es revocar la impunidad, la prevaricación y comenzar a revocar a la corrupción de una vez por todas. ¿Y quién mejor para hacer eso que el pueblo mismo? Sin ataduras, sin negociaciones, sin líneas partidistas. Y está consagrado en nuestra mancillada Constitución.

Lo contrario es seguir de burla en burla, de manipulación en manipulación, de fraude en fraude. Y los venezolanos estamos hartos. O dialogamos entre todos o vamos a matarnos en las calles. Eso no lo merecen nuestros hijos y nietos. No lo merecemos ninguno. Y es la única forma que podamos ir de nuevo a las calles masivamente con un propósito real. Millones de venezolanos en toda Venezuela exigiendo una Constituyente.

Sabemos a quienes no les conviene. Tanto a los depredadores que bárbaramente saquean desde el poder en la actualidad, como a los que aspiran sucederlos para retrotraernos a la cuarta, o sea, más de lo mismo. Y definitivamente, sólo el pueblo salva al pueblo. No le tengamos miedo a nuestros poderes creadores, no temamos a la democracia: vamos a impulsar un verdadero proceso constituyente popular, soberano, legítimo y democrático e impidamos que Venezuela se ahogue con la sangre de sus hijos en un cruel conflicto civil al que nos ha llevado la soberbia y los intereses de los grupos de siempre, y que hoy está peligrosamente en la vuelta de la esquina.

Doctorando en Estudios Políticos ULA, MSc en Ciencias Políticas, Capitán (Ej-R) 4F, Ex Constituyente, Ex Gobernador del Estado Mérida

@FlorencioPorras

florencioporras@yahoo.es

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La nota de prensa semanal

Las reflexiones que hoy traemos para compartir son producto de discusiones que hemos sostenido en Aragua en Red, empeñados como estamos en rescatar la buena costumbre de conversar, debatir y aunque muchas veces lo hacemos en el calor de la defensa de una posición particular, nunca olvidamos que debemos hacerlo con respeto y que no es necesario, ni aceptable, ofender al contrario para defender un punto de vista. También hemos entendido que no somos dueños de la verdad absoluta y que aceptar que a veces los matices y el desprendimiento personal ayudan a ver con más claridad las posibles salidas lo que nos ha ayudado a avanzar y a crecer como plataforma de lucha ciudadana. Otra buena cualidad que estamos rescatando es “escuchar”, que supone que además de oír, le prestemos atención a lo que oímos. Sin escuchar, cómo podemos evaluar, considerar o combatir una posición, imposible, el resultado será que el más fuerte, aunque no tenga la razón, impondrá su posición aun en contra de una mayoría y muy posiblemente perjudicando a todos.

1.- El DIÁLOGO es necesario, sin él no es posible avanzar. Ha sido así inclusive desde antes de que el hombre supiera comunicarse a través del verbo, lo hacía entonces por señas y gestos, pero lograba comunicarse y dialogar. En Venezuela ha sido difícil y mucho se ha dicho y escrito al respecto, en contra y a favor del dialogo, antes y ahora, pero lo cierto, -creemos en Aragua en Red-, es que el dialogo es una herramienta imprescindible para superar esta grave crisis que afecta por igual a todos los venezolanos. Podemos escoger y hasta exigir en nuestra condición de “ciudadanos”, que este dialogo se lleve a cabo superando los errores cometidos y que sus miembros actúen desprendidos de cualquier interés personal, partidista y con la madurez que se necesita para entender la magnitud del problema donde estamos metidos. Dialogamos ahora o después, si lo hacemos ahora podemos evitarnos gravísimas consecuencias y hasta una tragedia social, si lo hacemos después, lo haremos resignados y convencidos de que ésta era la vía, solo que en ese momento nos costará más dolor, vidas y un atraso terrible para el país, y nadie será responsable de lo ocurrido.

2.- Que el dialogo sea una realidad en Venezuela es un éxito de la mayoría democrática del país, de la oposición y de la protesta cívica y constitucional que se extendió por toda la geografía nacional. La presión de calle fue fundamental para obligar al gobierno a sentarse a dialogar. No querían hacerlo porque sabían que con ello estarían aceptando, -como lo han hecho-, que ya no son mayoría, que existe otra fuerza grande y que las cosas en el país no marchan bien como ellos han sostenido.

3.- Estamos de acuerdo con el diálogo como mecanismo para superar la crisis, pero tenemos serias diferencias con los procedimientos utilizados para llevarlo a término. Creemos que no se cuidaron las formas, ni el lenguaje ni el fondo de lo que se comunicó al país. Gran parte del éxito en un proceso de negociación, -que es como debería llamarse a este esfuerzo-, está en cuidar el crédito y el respeto que tengan sus interlocutores y eso no ha sido tomado en cuenta como el país lo esperaba. Lo otro que observamos es que el presidente de la Republica es el principal responsable y factor de perturbación en lo que está sufriendo Venezuela, él es parte del gobierno y por lo tanto no puede presentarse en las cámaras de televisión y a la vista de todos, como “mediador, jefe o promotor del dialogo”, eso fue un error. Tampoco nos podemos presentar como “amigos o camaradas o viejos conocidos compartiendo una actividad”, porque no lo somos, no somos amigos ni queremos serlo, estamos sentados con respeto por todos porque es necesario buscar una salida y porque el país lo está esperando. Y menos vamos al dialogo a cantar cumpleaños porque ese no es un escenario para celebrar porque no hay nada que celebrar ante tanta penuria y sufrimiento nacional y es aun peor si se le canta cumpleaños a un gobernador de Aragua que persigue, que amenaza y ordena represión y cárcel para los aragüenos y especialmente para nuestros jóvenes y que encima comanda colectivos, bandas armadas que al margen de la ley para tratar de amedrentarnos cada vez que salimos a ejercer nuestro derecho constitucional a la protesta.

4.- Por eso y más, el balance público de este dialogo es negativo.

5.- No se puede pedir paciencia a un pueblo que está desesperado, desesperanzado y que muere diariamente en manos de la delincuencia o por falta de alimentos o medicina. Las respuestas deben darse pronto, entre otras cosas porque hay que recordar que al país se le vendió la idea que nos sentamos a dialogar para buscar una salida electoral a la crisis. Eso no ha ocurrido.

6.- Este gobierno no tiene manera ni puede resolver la crisis, opta entonces por estirar la arruga y tratar de llegar al 2019 con algo de vida. La verdad es que estaba contra las cuerdas y que al abandonar la lucha y protesta cívica en la calle, se oxigenó.

7.- El Referéndum Revocatorio lo paró, lo boicoteó el gobierno, no la oposición. Y por qué lo hace el gobierno, porque sabe él -y ahora lo sabe el país-, que no se puede contar en ninguna elección porque serian barridos y no están en condiciones de ganar una elección más, por eso hacen y harán todo lo que puede hacer un gobierno delincuente, para no contarse electoralmente.

8.- Ya los representantes del gobierno argumentan que una elección general como mecanismo para salir de este atolladero social es inconstitucional, pero para ellos no es inconstitucional haber parado arbitrariamente y contra la gran mayoría del país el Referéndum Revocatorio o haber trasladado para el año próximo, si acaso, las elecciones regionales que debían realizarse este año. ¿Cuál es la diferencia? Que ahora todo el país sabe que actúan como delincuentes desesperados por mantener el poder.

9.- Normalmente los inventores sacan provecho de sus inventos, Maduro debe ser un extraño caso que inventa algo y lo pierde, Él y su gobierno inventaron una guerra económica como excusa ante su corrupción e incapacidad para dirigir el país y la perdieron. No existe guerra económica, no existe boicot económico y el venezolano lo sabe. Por lo tanto hacerse eco de esa estrategia es un grave error para la oposición. El gobierno es responsable de este desastre económico.

10 El gobierno cambia los presos políticos (y así se llaman, PRESOS POLITICOS DE ESTE REGIMEN), como barajitas demostrando a los venezolanos y a toda la comunidad internacional, su carácter dictatorial y su voluntad de mantener el gobierno por encima de la independencia de los poderes y de la misma Constitucional Nacional.

Finalmente, Aragua en Red defiende el dialogo como mecanismo para buscar soluciones a esta grave situación, pero se requiere de un dialogo amplio, con representación de los factores que hacen vida nacional y de los actores que le merecen confianza al país. También hemos invitado a trabajar desde ya en la construcción de una plataforma donde estén representados todos, hablamos de una UNIDAD DE TODOS, porque no es justo que dos o tres o cuatro o quince partidos políticos nada mas definan el camino que debe tomar el país. También trabajamos para que esa UNIDAD DE TODOS, tenga más y mejor ORGANIZACIÓN y COMUNICACIÓN CON EL PAIS, porque los venezolanos merecemos y exigimos que se nos hable con la verdad. Y para terminar, es urgente retomar la agenda de protesta cívica en la calle, necesitamos presionar mucho más en la calle, armados con la Constitucional Nacional y con nuestra voz exigiendo vivir con dignidad y en un país encaminado por principios y valores, donde podamos convivir con respeto todos los venezolanos.

Coordinador General de Aragua en Red

Viernes 18 de noviembre del 2016

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Francisco Russo Betancourt

“Hasta los palos del monte, tienen su separación: unos sirven para leña y otros para hacer carbón”

Contrapunteo de cantaclaro.

Una crónica televisiva colombiana relató en días pasados un trágico suceso en el cual se involucraron varias familias por la castración de un ejemplar chivo padrote en la Goajira colombiana, aquella cuya mitad fue una vez venezolana y por esos turbios manejos de la diplomacia y la política de la época perdimos sin disparar un tiro. El cuento es que la enemistad acumulada durante 54 años, en el cual se enfrentaron y mataron entre sí, hermanos, tíos y primos, la violencia familiar de tantos años concluyó, luego que algunos nietos de las varias familias, dispersadas entre Venezuela y el centro de Colombia por aquel encarnizado suceso, decidieran sentarse, sin menoscabo de sus temores y desconfianzas, a reencontrar el rumbo consanguíneo perdido e iniciar el nuevo tránsito familiar. Las pérdidas fueron brutales.

Digo esto, porque en los últimos días, el diálogo y la MUD ha recibido el plomo parejo por los resultados leídos al término de la última reunión celebrada por el gobierno y la oposición con presencia de los facilitadores de El Vaticano y la Unasur, cuyo propósito, en el caso de la oposición, valga decirlo, es alcanzar una solución constitucional a la gravísima situación política que vive el país. No en balde la gente se encuentra en un estado de desasosiego, porque a ello se suma la tambien agravante situación económica y social que padecemos los venezolanos.

Pero al grano. Lo que queremos comentar es que, los documentos que se leyeron al concluir la segunda reunión gobierno-oposición, crearon una situación de confusión, de rechazo e indignación que amenaza la credibilidad de la MUD; la imprecisión y el lioso lenguaje utilizado por el vocero opositor no solo agravaron la desconfianza que hoy corroe el espíritu de lucha de un inmenso número de venezolanos, sino que además, ha generado la visión de falta de capacidad en nuestros negociadores para liderar y conducir nuestras expectativas en el proceso de diálogo, de allí pues, que la sensación que nos abruma es que en ese equipo no están todos los que son ni son todos los que están. Así de sencillo.

La intención de este espacio no es contribuir a dinamitar a la MUD ni tampoco fusilar a los negociadores, muy lejos estoy de acompañar en esa empresa a los francotiradores, suerte de héroes cibernéticos de la democracia, lo que quiero señalar es que, si bien no son todos los que están, el juicio o la feroz murmuración contra la MUD no es buena compañera en este crucial momento de nuestra sociedad. El equipo se puede mejorar, no hablo del liderazgo de la MUD.

¿Qué criticamos constructivamente? Que no se han cuidado las formas del procedimiento, que al final hacen un todo, para sentarse en la mesa de negociación, que tambien el lenguaje y la transparencia en la actuación cuentan. Digo que la gente no entendió la presencia de Maduro en la instalación del primer encuentro. Él es parte de la crisis nacional y por ello resultó injustificable presidir aquella mesa saludando como si se tratara de una reunión entre amigos. Hay que agregar tambien que lo sustantivo de las discusiones comiencen a generar frutos tangibles. Si esto no ocurre para la próxima reunión, si no hay avances en el diálogo, la rabia y la desesperanza serán mayores y se producirá un sentimiento de que la salida no será democrática y habrá riesgo de violencia social.

Si bien el cuadro no es de satisfacción, no caigo en el falso dilema de que nada se ha ganado y que todo se ha perdido. Se ha sentado en la mesa a un gobierno facineroso, que actúa bajo la máxima instructiva del dictatorio y que hoy la comunidad internacional ha abierto los ojos sobre lo que sucede en Venezuela. Pero ello no es suficiente.

Por último, hay que decirlo, la gente de la calle advierte que la unidad que queremos no es la unidad que se ve en las organizaciones que forman la MUD, que los proyectos personales saltan a la vista en cada discurso y que la improvisación de nuestros negociadores se revela en los errores que se han acusado en los dos encuentros.

El diálogo debe continuar, a pesar de las provocadoras decisiones del TSJ y el pantanoso discurso presidencial. Tambien debe haber calle. Confiamos que en el encuentro del 6D, el discurso de la oposición sea más coherente, de mayor firmeza y mejor aliento para la mayoritaria ilusión venezolana.

frusbet@gmail.com

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