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Opinión

Daniel Eskibel

Introducción a la psicología política

– ¿Qué otras ciencias están vinculadas a la psicología política?

La psicología política trabaja en una zona fronteriza con varias disciplinas además de la psicología propiamente dicha. En ese sentido es válido considera aportes de las neurociencias, el psicoanálisis, la psicología social, la psicología de la comunicación, la sociología, la ciencia política, las ciencias de la comunicación, la historia, la antropología y toda aquella actividad científica que contribuya a esclarecer la conducta humana en ámbitos políticos.

– ¿Hasta dónde limita la psicología política con la psicología tradicional y cómo interactúa con otras ramas de la ciencia?

La psicología es el tronco común del que surgen las especialidades como la psicología política. De la psicología derivan conceptos esenciales como por ejemplo el papel de las emociones en las decisiones humanas o el interjuego entre lo consciente y lo inconsciente o la internalización de las reglas sociales. O sea que la psicología brinda una base conceptual que luego la psicología política aplica y desarrolla.

La interacción con las demás ciencias tiene que ser de ida y vuelta: por un lado incorporar, analizar y aplicar algunos de sus conceptos y descubrimientos, y por otro lado brindar conceptos y métodos que ayuden a las otras ciencias.

– ¿La psicología política pretende enseñar a gobernar al que aspira a hacerlo?

No, rotundamente no. Nuestro conocimiento no es específicamente acerca de cómo gobernar mejor, lo que por cierto es un tema necesariamente sujeto a diferencias permanentes entre los seres humanos. Nuestro aporte a los políticos pasa por ayudarlos a comprender mejor la psicología de los votantes, a comunicarse mejor con ellos, a desarrollar sus cualidades para el liderazgo y a comprender mejor los fenómenos sociales.

– ¿Hay lugar para la ética dentro de la psicología política?

Sí. Pero no se trata solamente de que “haya lugar” sino que debe necesariamente practicarse dentro de un marco ético. Es imprescindible. Como universitarios, como profesionales y como personas tenemos que encuadrar nuestras prácticas dentro de un marco de valores humanos.

– ¿Cómo reconocer un correcto implementamiento de la psicología política?

Si “correcto implementamiento” se refiere a la ética, de la misma forma que reconocemos los valores éticos de alguien a través de su práctica y no solo de sus palabras.

Si “correcto implementamiento” se refiere a la eficacia, entonces reconocemos esa eficacia por los resultados obtenidos y por el valor agregado que recibe quien nos contrata.

– ¿Cómo encaja la psicología política en la disputa por el poder más allá de las contiendas electorales?

Es cierto y conviene tenerlo siempre en cuenta: la disputa por el poder no se produce únicamente en los escenarios electorales. De hecho, esa disputa por el poder pasa por lo electoral pero también por lo político más allá de lo electoral, por lo económico y por lo cultural.

En realidad cuando hablamos de psicología política nos estamos refiriendo a ese ámbito más abarcativo, a la disputa por el poder a todos los niveles aunque muchas veces simplifiquemos a lo puramente electoral pero solo por razones de claridad didáctica. Lo que estudia la psicología política es el comportamiento político de los seres humanos, por lo tanto el comportamiento humano de lucha por el poder en todos los escenarios.

Psicología de la comunicación política

– ¿Los resultados de una campaña o de un gobierno, la popularidad o aprobación ciudadana, dependen de su política comunicativa?

Las campañas electorales son grandes conversaciones de la sociedad consigo misma. Desde este punto de vista se trata básicamente de una batalla comunicacional para influir sobre esa conversación general.

En cuanto al gobierno, la comunicación no es algo que venga después de la gestión sino que forma parte de la gestión misma, con lo cual esa comunicación es una parte esencial de lo que significa gobernar. Recordando además que comunicación refiere tanto a escuchar como a decir.

En suma: la comunicación no es el único factor que decide resultados electorales, popularidad o aprobación ciudadana, pero es uno de los factores más importantes.

– Mantener vivo el relato en la memoria del elector sirve para el partidario, ¿pero sirve también para tratar de convencer al indeciso?

Es necesario pero no suficiente. La sola repetición machacona de un relato no alcanza para convencer a los indecisos. Este segmento de votantes debe ser investigado para determinar por qué está indeciso, entre qué opciones duda, cuál es su perfil psicosocial y político, qué opción le concita más rechazo, qué emociones siente ante la coyuntura política y qué objeciones tiene frente a los distintos candidatos. Recién después de este estudio se puede diseñar una estrategia específica para comunicarse con este segmento e intentar persuadirlo.

– ¿Cómo se enamora a los 3 cerebros a la vez?

Tienes que modular tu mensaje para que satisfaga las necesidades de los tres cerebros. El cerebro propiamente humano necesita argumentos, reflexiones, ideas, valoraciones. El cerebro de mamífero necesita emociones. Y el cerebro reptiliano necesita protección, supervivencia, reproducción y poder. Cuando pienses en el diseño de una campaña de comunicación política piensa en esos tres planos y encuentra la mejor mejor manera de satisfacer esas necesidades en cada caso concreto.

– ¿Cómo aplicar la regla de Mehrabian respecto al peso comunicacional de los distintos canales de comunicación (visual, auditivo y de contenidos)?

La regla aplica cuando el emisor de la comunicación se está refiriendo a sus emociones o actitudes. Esos casos los receptores de la comunicación serán influidos en un 55 % por lo visual, en un 38 % por lo auditivo y en un 7 % por los contenidos del mensaje.

– Si el mensaje emitido por el candidato sufre una transformación tan grande al ser recibido por el votante, ¿cómo puede una campaña lograr que su mensaje sea más efectivo que el de sus rivales?

El mensaje tiene que ser simple, ese es su mayor secreto. Simple por su construcción, por su facilidad para la recordación y la interpretación, por su brevedad y por su conexión directa con el problema principal del público objetivo. De esta manera la campaña logra que el mensaje llegue de la mejor forma a su destinatario.

– ¿Cuáles son los tipos de comunicación que logran mayor impacto?

El mayor impacto en la opinión pública se logra mediante políticos excepcionales, o cuando ocurren hechos excepcionales o cuando los procedimientos de comunicación política son excepcionales. En este último caso me refiero a la comunicación política extremadamente profesional, muy creativa, que rompe paradigmas, que logra sorprender y emocionar. De esa manera el mensaje rompe el circuito cerrado de la política (políticos que hablan para periodistas y para otros políticos) y alcanza al gran público.

– ¿Las redes sociales influyen sobre el votante de manera diferente según sexo y edad?

Cuando digo redes sociales me refiero tanto a las conexiones mediadas por internet como a las de carácter presencial y cara a cara. Su influencia no varía tanto en función de sexo o edad sino más bien en función de las características cualitativas de cada red, su riqueza de contenidos y conexiones.

– ¿Los medios de comunicación siguen siendo importantes en el siglo XXI?

Sí, siguen siendo importantes e influyentes. Los medios escritos siguen siendo herramientas de valor para un amplio sector de formadores de opinión. Y la televisión sigue siendo un entretenimiento masivo en todo el planeta.

Los medios ya no son lo que eran en el siglo XX y enfrentan el desafío de un nuevo tiempo con nuevas armas: versiones digitales, interacción, presencia en redes sociales de internet, streaming de contenidos, podcasts, plataformas. Están todo el tiempo en todas tus pantallas.

Claro que ahora compiten con la masiva irrupción de las voces individuales de los ciudadanos que se despliegan en internet. Esa compleja interacción entre medios e individuos está en pleno desarrollo y todavía no sabemos exactamente hacia donde conduce. Para ir más a fondo lo más importante es investigar en cada momento concreto y en cada sociedad concreta qué es lo que pasa con los medios de comunicación, cual es su importancia, cuales sus efectos y sobre qué públicos específicos.

– ¿Cómo lograr que el receptor del mensaje lo interprete de la misma manera que nosotros?

El mensaje deja de ser nuestro una vez que lo emitimos. El receptor se apodera del mensaje, lo lee a su manera, lo interpreta según sus propios códigos, hace una decodificación aberrante del mismo. Es inevitable que ocurra de esa manera. A lo que sí podemos aspirar es a que su interpretación no se aleje demasiado de la nuestra. Para eso es conveniente que el mensaje sea breve y muy claro, que sea formulado con simplicidad, que utilice palabras propias del receptor y que esté conectado con su vida y sus problemas.

– ¿Por qué “decodificación aberrante”?

La decodificación es aberrante en el sentido de que el receptor interpreta el mensaje apartándose, desviándose, de lo que el emisor se había propuesto. O sea que el emisor comunica un mensaje que para él tiene una determinada interpretación pero el receptor lo entiende de un modo diferente.

Psicología de las marcas políticas

– ¿Qué es una marca?

Una marca es un valor intangible, un discurso sobre las características del producto pero al mismo tiempo un discurso sobre las características del consumidor. La marca política dice algo respecto al político pero también respecto al votante. Por eso ayuda a que ese votante se sienta reconocido y reflejado en determinada marca política.

– ¿Quiénes son ejemplos de marca?

Todos los políticos son marcas, algunos mejor construidos y otros peor construidos. Pero todos son marcas, más allá de su voluntad y también más allá de su trabajo conciente sobre su marca. Y cuando el político no construye su marca, entonces otros lo harán (los votantes, o inclusive sus propios adversarios). Un buen ejemplo de marca política actual podría ser Ángela Merkel. Todo en ella habla de método, precisión, exactitud, voluntad firme, determinación. No es solo su discurso sino también su presencia, su imagen visual, su tono de voz, su profesión anterior de química, sus decisiones. Allí puedes ver una marca muy clara, muy contundente.

– ¿Cómo construir una marca?

Una marca se construye tomando decisiones consistentes que apunten todas en la misma dirección. Decisiones políticas, personales y de comunicación (incluyendo los aspectos publicitarios que también son necesarios).

– ¿Cómo identificar una marca?

Para identificar una marca política tienes que hacerte algunas preguntas acerca del político en cuestión. Por ejemplo:

1. ¿Qué beneficios concretos para los votantes tendría elegirlo como gobernante? ¿En qué áreas de la vida pública se desempeña mejor? ¿Cuáles son sus principales cualidades?

2. ¿Qué ilusiones ofrece a los votantes? ¿Qué beneficios intangibles sienten los votantes que obtienen al votarlo?

3. ¿Qué futuro ofrece a los votantes? ¿Qué hay que hacer para llegar a ese futuro?

4. ¿Qué dicen sus códigos comunicacionales: logotipo, isotipo, eslogan, gama cromática, códigos sonoros y/o musicales?

5. ¿Cuáles son las emociones que provoca en los votantes?

Respondiendo estas preguntas acerca de cada político tendrás una identificación precisa de su marca.

– ¿Por qué marca y no simplemente producto?

Porque son dos cosas diferentes. En el caso político el producto sería el candidato mismo, su historia personal, sus ideas y su personalidad. Pero esos factores reales solo los conocen los muy allegados, y a veces ni siquiera ellos. Lo que percibe el votante no es tanto la persona real sino más bien la marca. Claro que el mejor método es siempre apoyar la construcción de la marca sobre los rasgos reales del candidato.

– ¿Cuándo promover la marca?

Siempre. Desde el principio hay que hacerlo. Considerando como “el principio” el momento en el cual alguien decide comenzar a hacer política. Desde ese punto inicial ya tendría que construir y promover su marca. Por eso las campañas son permanentes.

– ¿Dónde podemos posicionar una marca?

En todas partes. En la publicidad. En las redes sociales. En todo internet. En el mundo offline. En las acciones políticas. En las acciones cotidianas. En los medios de comunicación. En la toma de decisiones. El político no debe ver la marca como algo ajeno que tiene que mostrar sino como algo propio. Debe vivir y respirar su marca.

Psicología en campañas electorales

– ¿Hay alguna fuerza que impide llegar al gobierno a las formaciones políticas nuevas?

Sí la hay, aunque también existe la fuerza contraria.

En toda sociedad hay fuerzas conservadoras que prefieren las opciones que perciben como más seguras, que buscan mantener la estabilidad del statu quo y que prefieren no arriesgarse a lo nuevo (por lo menos hasta no verlo más consolidado). También en toda sociedad hay otras fuerzas que buscan cambiar, que prefieren opciones nuevas y que buscan abandonar lo viejo que consideran que ya no funciona.

Del interjuego entre esas dos fuerzas resultan muchas de las dinámicas políticas. Hay que considerar, a su vez, que cada una de esas fuerzas puede crecer o decrecer a lo largo del tiempo.

– ¿Cuál es el efecto de los candidatos que provienen de fuera de la política?

Se ha vuelto un fenómeno común la aparición de candidatos que llegan a las campañas electorales sin haber pasado por la política. Son actores, influencers, deportistas, músicos, sindicalistas, escritores, empresarios, conductores de televisión y todo tipo de outsiders. No es un fenómeno nuevo (recordarás al escritor Mario Vargas Llosa como candidato presidencial peruano en 1990 o al actor Ronald Reagan primero como candidato y luego como presidente de los Estados Unidos). Pero sí es un fenómeno que ha explotado en el siglo XXI.

Frecuentemente lo que buscan las fuerzas políticas con este tipo de estrategias es lanzar un candidato que ya ganó notoriedad, prestigio y buena imagen. Al mismo tiempo buscan candidatos que no arrastren valoraciones políticas previas de carácter negativo.

Un factor que incide poderosamente sobre esta tendencia es la espectacularización de la política. El mundo del espectáculo y el entretenimiento ha desbordado todos sus viejos lugares habituales, inundando territorios que le habían sido ajenos como la ciencia, el periodismo, la política y el gobierno. Es así que aparecen los políticos cuya valoración crece en la medida que son entretenidos, divertidos, ocurrentes y dan mucho que hablar. De esa manera se convierten en protagonistas permanentes de los medios de comunicación, las redes sociales y la conversación cotidiana. Algunos de los outsiders ya ingresan a la política con ese plus de entretenimiento, lo cual es un factor más que favorece su desembarco.

A veces todo esto funciona y el outsider triunfa, pero en otras ocasiones fracasa rotundamente. Lo mismo sucede con el ejercicio del gobierno, para lo cual algunos están preparados y otros no.

– ¿Cómo garantizar la armonía y la sinergia entre los integrantes del equipo electoral?

La naturaleza de las campañas electorales hace que la armonía nunca esté asegurada. Por el contrario, generalmente las campañas son sinónimo de caos, de desorden, de conflictos, de contradicciones. Creo que inevitablemente es así porque quienes participan en los equipos electorales están muy motivados por la lucha por el poder ya que eso está en el núcleo mismo de la política y de las campañas electorales.

De todos modos, hay algunos aspectos que ayudan en gran manera a reducir los conflictos y mejorar sustancialmente la armonía. Por ejemplo:

– Instalar los equipos electorales con mucho tiempo de anticipación para que se conozcan, aprendan a trabajar juntos y vayan adquiriendo experiencia.

– Conformar equipos con un número relativamente reducido de integrantes.

– Centrar a cada equipo en las tareas concretas. Si se dispersan, volver a centrarlos en las tareas.

– Establecer una clara jerarquía de campaña, dejando en evidencia desde el principio cómo y dónde se toman las decisiones.

– ¿Qué es mejor: dedicar dinero y tiempo a cambiar la mala imagen de un candidato o sustituirlo por otro candidato?

Sustituir al candidato suele ser una mala idea. Primero porque vas a herir a un segmento de votantes que ya pensaba votarlo. Segundo porque también vas a herir a un grupo de dirigentes alineados con ese candidato. Tercero porque vas a enviar un mensaje bastante confuso a la opinión pública. Y cuarto porque no sabes exactamente con qué te vas a encontrar en materia de imagen con el nuevo candidato. La interrelación de estos cuatro factores es frecuentemente demoledora para la campaña.

¿Cuándo podría ser buena idea? Cuando sea absolutamente imprescindible y cuando se esté lo más lejos posible de las elecciones.

– ¿Cuándo surge la decisión de voto?

El proceso de decisión de voto es permanente. Los mensajes políticos entran en el laberinto del cerebro del votante la noche misma de las elecciones mientras se conocen los resultados. El proceso psicológico continúa, aunque no siempre consciente, hasta la siguiente elección. Y todo vuelve a comenzar. Por eso necesitamos que las campañas políticas sean permanentes. No las campañas electorales, que son limitadas a un determinado tiempo fijado legalmente, sino las campañas políticas.

– ¿Cómo convencer a los que dicen que votan por el mal menor?

El voto por el mal menor está muy extendido por todo el mundo. Depende claro de las condiciones concretas de cada país, pero también de dos factores muy importantes:

1. La desconfianza hacia los políticos.

2. El fuerte rechazo hacia algunos políticos.

Estos dos puntos están conectados pero son diferentes. Me permito señalar el segundo porque suele ser muy relevante a la hora de intentar convencer a un segmento de los indecisos. Esto es así porque si bien muchas personas no tienen claro qué candidato prefieren, sí tienen claro casi siempre cual es el candidato que menos quieren. Entonces conviene preguntar en las encuestas a qué candidato rechazan más, cual es el peor, el que nunca votarían. Y a partir de ese dato trabajar la comunicación con el indeciso.

– ¿La mejor estrategia electoral es provocar emociones o proporcionar datos y razones?

Las dos cosas. La comunicación electoral debe provocar emociones porque si es fría carece de poder de persuasión. Pero también debe proporcionar datos y razones para que cada uno justifique sus decisiones, las explique y las comunique. En última instancia la emoción es decisiva, pero también es cierto que esa emoción precisa de razones.

– ¿Cómo puede una campaña influir sobre las emociones que siente el votante?

Hay tres mecanismos principales para provocar emociones. Uno es el contagio: el votante tiende a sentir la misma emoción que siente quien se está comunicando con él. Otro es la narrativa: contar una historia que involucra una determinada emoción facilita la emergencia de esa misma emoción en el votante que se identifica con el personaje del relato. Y una tercera es el uso intencional de elementos como la música o el color que son factores que saltan por encima de lo racional y dan de lleno en lo emocional.

– ¿Cómo identificar y entender las emociones de los votantes si cada persona es diferente a las demás?

Es cierto que cada persona es un mundo diferente al mundo de los demás. Pero también es cierto que las emociones son las mismas en todas las personas. Todo ser humano tiene el mismo pack de emociones, solo que cada uno las expresa de modos diferentes. La emoción que alguien está sintiendo se puede identificar en base a la conducta no-verbal: matices de la voz, expresión corporal, movimiento, gestos de la cara. A nivel individual, entonces, la observación es la clave para identificar emociones. Y a nivel colectivo hay que preguntar. Esto tiene la limitación de que es bastante común que las personas no identifiquen claramente sus emociones, lo cual agrega márgenes de error si se trata de encuestas. Pero este margen se puede reducir con una adecuada estrategia para formular las preguntas.

– ¿Cómo evitar la confusión del elector?

El único antídoto para la confusión del elector es la buena comunicación. Una comunicación que sea breve, simple, fácil de comprender, conectada con la realidad y directamente vinculada con los problemas de los electores.

– ¿Cómo abordar electoralmente a la Generación Z?

Con el mismo método que debemos abordar a todas y cada una de las generaciones. No con la misma estrategia ni con la misma comunicación sino con el mismo método. El método al que me refiero consiste en evitar las vagas generalidades teóricas o empíricas e ir directamente a la investigación rigurosa a través de encuestas, grupos focales y observación psicosocial.

Tenemos que investigar a la Generación Z tal como es en la sociedad en la que nos toca trabajar. Tenemos que trazar un perfil acerca de cuántos son los miembros de esa generación en edad de votar. Y cómo son, cómo viven, cuales son sus hábitos, cuáles son sus opiniones, cómo se relacionan entre sí y con las otras generaciones, cómo se informan, cómo se comunican, cuales son sus valores y sus estilos de vida.

Recién después de un estudio con estas características estaremos en condiciones de formular una estrategia de abordaje electoral.

– ¿A qué se refiere con “Target”?

Target es el público objetivo. Este criterio indica que lo primero que evalúa el cerebro es si ese mensaje de ese candidato es para él, si como votante siente que forma parte del público hacia el cual se dirige el candidato. Porque si siente que no le habla personalmente, si siente que le habla a otras personas o que le habla a todos en general, pues entonces pierde un valor importante para ese votante.

– ¿Cómo se vinculan el target y el objetivo electoral?

Lo primero en una planificación de campaña es el objetivo electoral, o sea definir cual es nuestra meta en el marco específico de un determinado proceso electoral. Ese objetivo debe ser exigente pero realista. No siempre se trata de ganar las elecciones ya que a veces es absolutamente imposible, en cuyo caso hay que precisar mejor cual es exactamente el objetivo. En ese sentido son también objetivos válidos convertirse en la primera fuerza de oposición, o ser la tercera fuerza política, o mejorar la representación parlamentaria o alcanzar siquiera presencia en el parlamento.

Una vez que tienes claro tu objetivo tendrás que segmentar políticamente al electorado entre votantes duros, blandos, posibles, difíciles e imposibles.

Los votantes duros no los tienes que convencer sino que tu tarea es movilizarlos política y electoralmente, no solo para que voten sino para que convenzan a otros. Ese será tu primer target y la segmentación psicológica te ayudará a comunicarte mejor con él. Salvo en el caso de los partidos hegemónicos, lo más probable es que también tengas que recurrir a tus votantes blandos. A ellos tampoco tendrás que convencerlos sino que tu tarea es fortalecer su simpatía hacia ti y consolidar su inclinación de voto. Este será tu segundo target, al cual también tendrás que segmentar psicológicamente. En muchos casos tendrás que recurrir además a un tercer target que es el de los votantes posibles, a quienes perfilarás del mismo modo con la idea de que a ellos sí vas a tener que persuadirlos.

– ¿Qué relación hay entre la construcción de la personalidad pública del político con su toma de decisiones?

La personalidad pública del político no debe ser concebida como una imagen artificial creada para parecer alguien que en realidad no es. Debe ser más bien una proyección, un desarrollo de la personalidad real del político. En ese sentido es claro que cada decisión que toma va construyendo esa personalidad pública y al mismo tiempo esa personalidad pública le va dando un marco general a cada decisión que toma.

– ¿Qué sucede cuándo el candidato es aceptado por el votante pero su partido político está acusado de corrupción?

Depende de si su target percibe como reales los casos de corrupción y de si les concede una alta relevancia. Si se cumplen las dos condiciones, entonces la corrupción amenaza principalmente tres de los siete criterios con los cuales el votante evalúa al candidato: personalidad, marca y confianza. En ese escenario sus potenciales votantes se preguntarán si el candidato tiene la personalidad adecuada para enfrentar una situación partidaria tan delicada, decidirán si les importa más la marca del candidato o la dañada marca del partido y evaluarán si la confianza en el candidato se deteriora o por el contrario se fortalece.

La emergencia de un cuadro de corrupción en el partido implica una situación de crisis política. Esta crisis puede dañar o fortalecer al candidato, todo depende de cómo se la gestione.

Psicología del votante

– ¿Cuál es la correspondencia entre el tipo de personalidad y el tipo de votante?

Los 5 tipos específicos de votantes que identifico a partir de mi adaptación del Big Five a la política son los siguientes:
1. Votante emocional. Es un votante más impulsivo que elige candidato en función de la conexión emocional que siente con él. Esa conexión puede vincularse con la personalidad del candidato o con su estilo de comunicación política.
2. Votante social. Es un votante participativo, activo socialmente, que tiende a desarrollar una fuerte identidad partidista y que se siente a gusto en un contexto de campaña de mucha energía y muchos estímulos. Por lo general prefiere candidatos llenos de vitalidad y dinamismo.
3. Votante amable. Es un votante empático, cordial y tolerante. Huye del maximalismo, de la confrontación y de la comunicación incendiaria. Prefiere a los candidatos negociadores, tranquilos y moderados. Se instala más en las zonas grises que en los dilemas blanco versus negro.
4. Votante metódico. Es un votante que necesita que le presenten la información política de un modo ordenado y sistemático. Lo suyo son las estructuras claras para pensar. Sus preferencias van o bien hacia candidatos intelectualmente rigurosos o bien hacia campañas de comunicación muy metódicas y reflexivas.
5. Votante abierto. Es un votante imaginativo con gran apertura mental hacia lo nuevo. No se conforma con candidatos conocidos, partidos tradicionales o ideas ya establecidas. Busca la novedad, lo diferente, lo original. Y necesita estímulos complejos que lo alejen de lo convencional.

– ¿Existe algún tipo de correlación entre la segmentación VALS y la segmentación del BIG FIVE?

Son dos segmentaciones diferentes que no se superponen. Mientras el VALS clasifica a la población en base a valores y estilos de vida, el BIG FIVE lo hace en base a tipos de personalidad.

Son dos variables que tienen puntos de contacto pero también puntos de separación. Simplificando un poco podríamos decir que la personalidad es más de base, de formación más temprana y de mayor estabilidad mientras que los valores y estilos de vida se van aprendiendo y construyendo a lo largo de la vida.

Por ejemplo: alguien cuyo rasgo de personalidad dominante en el BIG FIVE sea la extraversión puede integrar cualquiera de los grupos del VALS en función de su experiencia de vida y sus aprendizajes. Y lo mismo con los otros perfiles de personalidad.

– ¿Cómo afecta a los votantes el llamado “filtro burbuja”?

Los medios de comunicación, la experiencia personal directa y las redes sociales en su más amplia acepción siempre han tenido un efecto de burbuja sobre los seres humanos de cualquier época. Por el interjuego de los tres filtros que menciono se construye un ecosistema cultural y político que incide poderosamente sobre las decisiones del votante. El desarrollo de internet, los buscadores de páginas web y las redes sociales digitales han potenciado extraordinariamente ese efecto de burbuja.

Si internet permea toda nuestra vida en todo momento y si confiamos en su neutralidad a la hora de mostrarnos la realidad, entonces la burbuja puede ser paradójicamente más pequeña aún y el votante puede encerrarse cada vez más en una realidad casi tribal donde lo que importa es la identidad ‘mía y de los que son como yo’ contra la identidad ‘de los otros y los que son como ellos’.

En ese escenario se acentúa la polarización política, el debate público pierde elementos de referencia como pueden ser los hechos reales y las personas reaccionan con una intensidad emocional mucho mayor.

– ¿El votante rechaza a los políticos con quienes no se identifica?

Sí, la identificación juega un papel importante en las simpatías y las antipatías políticas. Puede ser identificación con las ideas, con la personalidad, con algún rasgo psicológico más o menos aislado pero notorio, con algo de su historia personal, con una forma de hablar, con el nombre de pila, con la zona de donde proviene o donde vive o con cualquier otro elemento de similitud que se encuentre. Cuando se encuentra alguna similitud el votante se identifica más con ese político y tiende a sentir mayor simpatía hacia él, y cuando no se identifica con él tiende a no sentir esa simpatía.

Por eso el político es frecuentemente visto por sus seguidores como un espejo mejorado de ellos mismos. Lo ven como ellos mismos ante el espejo, pero ellos mismos mejorados, con mayores logros, con mayor poder.

– ¿Cómo identificar qué es realidad y qué es percepción en una realidad política tan cambiante y compleja?

La percepción es una construcción que ocurre en el cerebro mismo del votante. Está estimulada por la realidad, pero también por otras diversas variables mayormente subjetivas. La realidad en cambio es independiente de la percepción que tenga el votante. Esa relación entre percepción y realidad es extremadamente compleja y está en permanente desarrollo. Aquí la única ley es que para el votante la percepción es la realidad. Lo que percibe es lo que considera real, por lo tanto no hace esa diferenciación entre ambos asuntos. Esta implica que el foco de trabajo en las campañas electorales debe ponerse esencialmente en la percepción que tienen los votantes.

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San Carlos Maldonado 20400
URUGUAY

 23 min


José Machillanda

Crece la intención de voto en la ciudadanía lo cual habla de política, de responsabilidad ciudadana y, sobre todo, de preocupación del venezolano por mantener el orden y enfrentar la violencia propia del revolucionarismo militarista. El ciudadano está convencido de su responsabilidad política para el próximo 21N, responsabilidad en el orden social y político frente a este régimen brutal, primitivo y delincuencial. El ciudadano entiende el significado de elegir gobernadores y alcaldes jamás ligados al partidismo, sino entendidos esta vez como demócratas en el poder local y regional para contener la barbarie, la incapacidad y la torpeza de unos revolucionarios, socialistas indeseables e ignaros en la política.

La ciudadanía democrática sin colores, pero con ética y con conocimiento entiende que el VOTAR es un acto civilizatorio, ejemplarizante y sancionador a quienes todavía se imaginan que pueden seguir empleando el fusil y el plan de machete. Primitivos, cobardes e irresponsables, supuestos revolucionarios vergüenza de la política nacional. La nación venezolana es más, sobre todo es, en cuanto a la política donde la enseñanza dolorosa y desgraciada del golpismo obsecuente y perverso, ha querido instituir a quienes tienen que ocuparse de la defensa en funciones de gobierno, que no es otra cosa más que un máximo absurdo.

El ciudadano político, pero no partidista, VOTARÁ para equilibrar el gobierno de la República, pero votará fundamentalmente en dirección a que el próximo 5 de enero del año 2022 inicie el posible juicio de quien se hace llamar jefe del Poder Ejecutivo. El ciudadano, que en masa valora el 21N, es un actor con claridad y responsabilidad política que comprende cuan importante es su participación política contendiente para concebir el Ambiente Político Real -hoy Ambiente Político Real Violento-, que tiene que pasar el próximo 21N a Ambiente Político Real Expectante, es decir, la nueva realidad electoral y la presencia de actores que harán posible un cambio en la política venezolana. Quienes se llaman líderes y accionarán en funciones de colores tendrán que hacer política.

Hacer Política 2021 en Venezuela es consecuencia para imponer los valores, entiéndase, es esforzarse y empujar un cuerpo de acciones múltiples que con sentido produzcan ya una sociedad estabilizada para la cual se requiere un cierto y concreto grado de acuerdo general que lo explica hoy, siete semanas antes del Hecho Electoral, el crecimiento de la intención del voto. No ha habido comparación del gen democrático del venezolano y la vergüenza como fuerza ductora, conducción a la respuesta del próximo 21N, quienes no quieran leerlo se convencerán el próximo 21N.

Hacer política es contar con ciudadanos dispuestos a pensar en la República, la ecuación democrática y jamás en el partido político que en Venezuela perdió la brújula de la responsabilidad y el saber de la política. El ciudadano está mostrando en su sabia lógica y en su gen democrático que podrá pensar en la República, en sus Gobernadores y Alcaldes, para fortalecer la estabilidad del cambio y las complejas decisiones que se avecinan frente a una masa obsecuente tomada por el cubanismo y el militarismo para ofender y desviar a la República como lo muestran los hechos de este régimen autoritario-militarista.

Hacer política es comprender el grupo-fecha-hora del 21N cómo acicate a la masa ciudadana para alcanzar un poder sin violencia. Eso ocurrirá el 21N, tal como la ciudadanía y su convicción de participación expresan. Su participación como masa ciudadana democrática mostrará de inmediato un cambio en la ecuación: es decir en el ciudadano democrático. Pero dejará sobradamente demostrado que el crecimiento de la intención de voto habla de un consenso, un consenso de volver a la noción de la cultura política ciudadana, pero además a mostrar el valor político de hombres y mujeres decididos a reponer la democracia en el país.

La ciudadanía y su expresión de participación política contendiente, ya tiene claro que después del 21N el Ambiente Político Real Expectante, es decir, el clima creado por la acción electoral de los ciudadanos, impondrá, una realidad política diferenciada. Y como consecuencia de ella se mostrará un ambiente cercano al ejercicio democrático de manera plena en las Gobernaciones y en las Alcaldías. Evidentemente que el Estado Cuartel, esta desgracia que vivimos en el momento actual, tendrá que medir sus relaciones en cada unos de los estados y los Municipios. El cambio se sentirá y el resquebrajamiento que ha crecido a lo interno del Entorno Interno Militar será un factor a considerar en el Ambiente Político Real a futuro.

La ciudadanía y su crecimiento notorio en el hecho electoral del 21N hará que se piense en la política y se deseche el revolucionarismo militarista. Los ciudadanos demócratas con su participación política contendiente se convierten entonces en un factor determinante de cambio de poder en la ecuación política venezolana. ¡BIENVENIDOS! La democracia está siendo llamada por el crecimiento de una masa ciudadana responsable y capaz de comprender la importancia de Hacer Política.

Es original,

Director de CSB-CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 29 de septiembre de 2021

 4 min


Florantonia Singer

La nueva Encuesta de Condiciones de Vida, presentada este martes por la Universidad Católica Andrés Bello, muestra cómo el agravamiento de la pobreza en el país el último año estuvo muy relacionado con la crisis de abastecimiento de combustible y la reducción de la movilidad. El estudio es también el retrato de un país que dejó de ser petrolero, donde el 94,5% de la población es pobre y el 76,6% está por debajo de la línea de pobreza extrema. La investigación concluye que la casi total paralización que ha provocado la escasez de combustible, que no ha desaparecido por los despachos de emergencia de Teherán a Caracas, ha agudizado la recesión.

Los datos evidencian que las medidas del Gobierno contra el virus de la covid terminaron de catapultar la crisis. Las iniciativas para frenar la pandemia, en un país una circulación del virus similar a las de las naciones más aisladas, le han costado un año y medio fuera de las aulas a los niños y la paralización de parte del sector productivo, con un esquema de siete días de cuarentena seguidos de siete días de apertura. “Copiar las medidas anticovid de países con contagios como los de Latinoamérica, cuando no los tenemos, reforzó la recesión”, explica uno de los investigadores de la Encovi, el sociólogo Luis Pedro España.

Uno de los datos más preocupantes de la encuesta son los del desempleo, que afecta a 8,1 millones de venezolanos para los que no hay trabajo ni incentivos para trabajar. Los que trabajan son 7,6 millones, y casi la mitad de estos quisiera trabajar más horas, porque producto del confinamiento y la crisis de movilidad gran parte del país redujo en cuatro horas su jornada. En el grupo de los inactivos están 3,6 millones de desalentados que dejaron de buscar empleo y 1,5 millones de mujeres con hijos que no pueden trabajar por tener que cuidarlos. Solo un tercio de las venezolanas tiene ocupación, muy por debajo de la tasa de América Latina incluso después del retroceso que trajo la pandemia. Entre 2014 y 2021 se ha reducido el empleo formal en 21,8 puntos porcentuales, lo que significa 4,4 millones de puestos de trabajo, el 70% son del sector público y el 30% del privado. Solo el último año desaparecieron 1,3 millones de empleos lo que ha llevado a que 1 de cada 2 trabajadores esté por cuenta propia.

Las diferencias entre los empleados del sector público y privado también se han ampliado. En el sector privado el 58% de los trabajadores están en condición de pobreza extrema, en el sector público son 75%. Por el contrario, en el sector privado casi el 10% no son pobres, mientras en el público solo el 4% se salva de esta situación. La precariedad del empleo en el sector público fue advertida por Michele Bachelet en su último informe sobre Venezuela. Un funcionario puede ganar hasta 12 dólares al mes, un empleado del sector privado, en promedio, recibe 38 dólares al mes, y por cuenta propia 32 dólares al mes.

Con estos números se cuantifica la desigualdad, que los investigadores ubican en 0,56 puntos este año, la más grande la región, si te toma como referencia los índices de 2019 en los que Brasil, el más desigual entonces, registraba 0,53 puntos. “La sociedad venezolana está más o menos igualada en la pobreza en un 90%, hasta el último tramo, especialmente en el último decil de la población donde se abre la brecha de los más ricos”, señala España. En 10% de los venezolanos se queda el 40% del ingreso nacional y este grupo puede ser hasta 15 veces más ricos que el estrato anterior.

Aun con esos datos, agrega el sociólogo, el problema de Venezuela hoy no es la desigualdad sino la paralización de la producción y la abismal caída de los ingresos del país de 90.000 millones de dólares en 2012 a 5.000 millones en 2020, en su mayoría por exportaciones no petroleras privadas, una evidencia del fin de la economía petrolera y en manos del Estado. “Si distribuyéramos todo el ingreso equitativamente entre las familias, el promedio per cápita sería de 30 dólares por venezolano al mes, es decir un un dólar por persona al día, un escenario en el todos seríamos pobres extremos”, añade.

El Gobierno de Nicolás Maduro ha desarrollado una intensa política de transferencias directas de dinero a través de bonos en bolívares. En el caso de los hogares en pobreza extrema, los ingresos llegan a 36 dólares mensuales y los aportes del Gobierno superan los 50 dólares, casi 76% de sus ingresos, por lo que estas personas dependen totalmente de los bonos. Aún así, se necesita incrementar más de 30 veces esas asignaciones para poder sacar a esas familias de la pobreza extrema.

Los que ya no están

La Encovi reúne el análisis de más de 17.000 encuestas con más de 800 preguntas a hogares y se ha convertido en los últimos siete años en el único medidor fiable de la profunda crisis que atraviesa Venezuela, ante la total opacidad gubernamental sobre indicadores demográficos, económicos y sociales y de rendición de cuentas. De acuerdo a los datos, se estima que al menos 340.000 niños dejaron de nacer en Venezuela en cinco años. El impacto de la migración, las potenciales madres que se fueron, y el aumento de la mortalidad infantil a 25,7 por cada 1000 nacidos vivos, la misma de hace 30 años, ha modificado la pirámide poblacional del país. “Las condiciones de vida han llevado a que las generaciones que nacieron entre 2015 y 2020 tengan tres años menos de vida que las que precedieron a la crisis”, señala Anitza Freites, coordinadora de la investigación.

El crecimiento demográfico en el último quinquenio fue negativo, del -1,1%. Los venezolanos en Venezuela son 28,7 millones. “Tenemos un país más empobrecido y más pequeño en términos demográficos”. Más de cuatro millones, el 90% de entre 15 y 49 años de edad, se han ido en los últimos cinco años. La razón del éxodo se mantiene: falta de empleo. Una segunda razón para irse, la reagrupación familiar, empieza a ganar peso y evidencia las dimensiones del éxodo.

El impacto de la pandemia en la educación se evidencia en los que no están. La cobertura educativa cayó en cinco puntos en tan solo un año y cerca de la mitad de los niños ya no accede a la educación inicial. “En todos los niveles hubo disminución, pero en la educación inicial y universitaria —que ya venía cayendo— se registró un gran bajón”, dice Freites.

El contexto de la casi inviable educación a distancia obligó a tomar decisiones a las familias sobre quién se queda en el sistema educativo y quien no, restándoles oportunidades a los más pequeños, que quedaron a cargo de las madres y asumieron el reemplazo educativo en el 78% de los hogares. “El proceso educativo es acumulativo, las competencias que se adquieren en la educación inicial son fundamentales para la maduración y de eso se ha privado a los niños de entre tres y cinco años”, señala Freites. En el caso de los adolescentes de 12 a 17 años ha aumentado el porcentaje que con rezago escolar.

El cierre de las escuelas por más de un año, que se ha vivido en gran parte Latinoamérica como una de las medidas del contra el covid, ha contribuido a la pobreza y tendrá consecuencias que aún están por verse. Venezuela es de los pocos países que no ha vuelto a las aulas ni una sola vez desde marzo de 2020 cuando se decretó la pandemia. “La escuela es la que rompe la reproducción social de la pobreza y se desactivó por más de un año”, cuestiona España. “Esto hará que la próxima generación de hijos de obreros también sean obreros, porque los niños que se quedaron en casa lo máximo que van a aprender es lo que sabe su mamá”, concluye.

29 de septiembre 2021

El País

https://elpais.com/internacional/2021-09-29/el-945-de-los-venezolanos-vi...

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Carlos Hermoso

Es realmente noble —como los golpes de un buen boxeador— la crisis que vive la oposición venezolana. Sin rumbo ni orden ni concierto, la crisis opositora entra en una nueva etapa. Ya resulta crónica por ser de larga data. A la postre contribuye con la continuidad de la dictadura. La crisis venezolana, el agotamiento del régimen, su debilidad, no son atendidas de una manera coherente. Se desaprovechan las oportunidades. Es que no basta con la intención. Hay que saber hacerlo.

No solo se trata de las carencias políticas, que se reflejan en la indefinición de una estrategia para salir de la dictadura, sino que el sectarismo la consume de manera clara. A la falta de rumbo se une una discordia cuyo asiento principal lo encontramos en las apetencias mezquinas de los factores políticos de mayor capacidad financiera y, por ende, de mayor propagación de sus símbolos y con algo de estructura organizativa. Esto los lleva a convertirse en “dueños” de la oposición, con derecho a imponer las reglas de juego y una que otra orientación, aunque esta sea de poco vuelo e incoherente.

Luego, desgastada por sus fuegos internos, no cuentan esos patronos con la majestad como para nuclear y dirigir el inconmensurable descontento de la gente. Eventualmente lanzan una que otra adecuación política, orientados por un importado pragmatismo en boga.

La crisis y el 21-N

Esta nueva crisis surge a partir de la cuestión electoral. Aparece con mayor profundidad y virulencia. Se propaga a buena parte de los estados del país. Es que el llamado G-4 se apodera de la plataforma y frena todo lo que desde allí se venía produciendo, con miras al diseño de una estrategia y tácticas para el momento. Impone una política electoral a su medida. Las imposiciones del G-4 en la materia han provocado, por decir lo menos, una desbandada de los factores políticos de la plataforma distintos de ellos. Es que los mandatos cargados de sectarismo son tan generalizados que no dejan espacios para buena parte de los factores políticos y sociales de la plataforma.

Uno de los principales problemas de la unidad —desde el inicio de las luchas contra el chavismo— es el sectarismo y las posiciones hegemonistas. Eso le ha restado grandes potencialidades a la unidad opositora. Pero ese cáncer ha alcanzado tal grado en la cuestión electoral que excluye muchas de las fuerzas de la unidad opositora y privilegia de manera casi exclusiva a los candidatos del G-4. Todo ello se establece sin parámetro cuantitativo alguno. Recordemos que no se conoce la votación de los partidos desde hace bastante rato a raíz del despojo que hace el Gobierno de las tarjetas de buena parte de los partidos para otorgarla a tarifados suyos.

La unidad como principio

Necesario es decir algunas cosas acerca de este asunto. La unidad debe considerarse como un principio fundamental de la política. Si va acompañado de un sentido ético, se hace más coherente y eficaz. Es una de las cuestiones propias de la doctrina para la transformación social. De tal manera que debe ser establecida, en primer lugar, la definición clara del enemigo principal en torno del cual se deben nuclear las fuerzas a él opuestas. Luego, supeditar a ese objetivo los intereses particulares se convierte en un principio ético.

Posteriormente, para alcanzar tal nucleamiento se deben crear espacios de debate y participación democráticos para la toma de decisiones. Resulta un contrasentido, de cara a la unidad, la creación de instancias reducidas de naturaleza censitaria, que anulan la democracia en el interior. Además, a propósito de la cuestión electoral, se debió integrar a los distintos factores mediante candidaturas que los representen en todos los estados. Por el contrario, partiendo de la disposición de recursos, que no de votos, el G-4 los deja por fuera.

Parece mucho pedir que los principales factores de la oposición comprendan este asunto de la unidad. Mucho menos que puedan ubicar los elementos doctrinarios antes mencionados. Por lo mínimo deberían contar con un mejor espíritu práctico que los pueda beneficiar, en el sentido de que mientras más espacios a los factores diversos, más potencialidades adquiere la oposición. Si es a la inversa, se debilita. Es que el sectarismo reblandece. En vez de sumar, resta. Abonando a favor del enemigo principal, en nuestro caso la dictadura chavista de Maduro. A su vez, resta fuerzas para alcanzar el objetivo estratégico de desalojarlo del poder.

El hegemonismo, parte del sectarismo, es igual de dañino. Para colmo, no es proveniente del resultado de la eficacia política producto de iniciativas que apuntalan la organización popular en sus luchas por sus derechos y el debilitamiento de la dictadura. Es un hegemonismo pecuniario.

La unidad también supone identificar al pueblo en la urgencia de salir de la dictadura. Condición que, mucho menos, han podido entender los del G-4. Es más, como buena parte de los partidos de la oposición, guardan identificación con las relaciones de producción imperantes, de allí su naturaleza; no lo pueden entender.

Eso de que la mayoría de los venezolanos son pobres, mucho más ahora, dada la profunda crisis creada por el chavismo, parece no ser percibido por estos factores políticos. La mayoría de la población venezolana está conformada por trabajadores de la ciudad y del campo; obreros de las fábricas; trabajadores agrícolas y de la pesca; por maestros y profesores; médicos, enfermeras y trabajadores de los centros de salud. Los soldados de todas las fuerzas también provienen de los sectores populares. Luego, esas mayorías, para ser unidas en torno de la idea estratégica de salir de la dictadura, demandan de un mensaje que los atraiga y les brinde confianza.

Eso supone una oferta y un compromiso con un programa político que contenga ideas avanzadas en materia salarial y de empleo. Que defina un proyecto de desarrollo agrícola e industrial hasta alcanzar la soberanía. Que garantice los servicios públicos. Respeto y profundización de los derechos gratuitos de educación y salud. Que implante el principio de que lo obtenido por la venta del crudo y la minería, así como el ahorro social alcanzado, deben ser destinados a la inversión productiva. Que no engañe a los venezolanos con eso de que el futuro debe descansar en una deuda impagable.

Poner en práctica una política bajo este sustento seguramente tendrá un efecto inmediato que convertirá a la fuerza opositora en un huracán que arrasará con los cimientos de la dictadura. De no hacerlo, la oposición seguirá debilitándose como hasta ahora. Todo indica que se abren nuevos tiempos. Más difíciles desde el punto de vista político. Las luchas populares se pudiesen convertir en una determinación de la unidad. Eso puede ayudar. Parece que este asunto —una política de altura y con aliento histórico— no se puede dejar en manos de los políticos que se arrogan el derecho de dirigir con pocas ideas en el seso y muchos billetes en el bolsillo.

@HermosoCarlosD

27 de septiembre 2021

El Pitazo

https://epthelinkdos.tk/opinion/crisis-en-la-oposicion-y-vias-para-atend...

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Eddie A. Ramírez S.

Cuarenta años del fallecimiento de Don Rómulo Betancourt es un tiempo relativamente corto para emitir opiniones que no despierten controversias sobre una personalidad polémica, que copó el escenario político de Venezuela durante varias décadas. Con el atrevimiento de quien no es historiador, sino simple testigo, unas veces de cerca, otras de lejos, y haber conocido a muchos actores, me permito unos pocos comentarios sobre algunos puntos que todavía se discuten. En el libro Construcción y destrucción de un país: presidentes de Venezuela 1900-2020, de Rafael Gallegos y de mi autoría, se ofrecen más opiniones sobre Betancourt y nuestros últimos presidentes.

Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno entre 1945 y 1948, presidente constitucional durante el período 1959-1964. Exiliado por el dictador Juan Vicente Gómez, acusado de comunista y exiliado por el general López Contreras, desacreditado por muchos seguidores del general Medina Angarita, perseguido y exiliado por el dictador Pérez Jiménez, percibido con recelo por las Fuerzas Armadas, combatido por la extrema izquierda que lo consideraba pitiyanqui y por la derecha que lo tildaba de populista y de comunista.

Su actuación en la tercera década del siglo XX, con la redacción del Plan de Barranquilla y el haber sido uno de los fundadores del Partido Comunista de Costa Rica, constituyen la base de las descalificaciones que perduraron muchos años. Cabe destacar que Betancourt nunca aceptó la línea soviética y gradualmente se desplazó hacia la social democracia.

Todavía permanecen las acusaciones sobre su encompinchamiento con los militares para el golpe del 18 de octubre de 1945 que derrocó al presidente Medina. Betancourt y un grupo reducido de dirigentes de Acción Democrática no se comprometieron cuando fueron informados por los militares de que darían el golpe, con o sin apoyo civil. Algunos lo critican por no haberlo denunciado, pero hay que considerar que se había cumplido un ciclo histórico que obligaba la desaparición de la escena política de los residuos del gomecismo. Además, Medina se negaba a realizar elecciones presidenciales mediante el voto universal. Los militares le ofrecieron a Betancourt la presidencia de la Junta Revolucionaria de Gobierno. La misma quedó integrada por cuatro dirigentes de Acción Democrática (AD), un independiente claramente pro AD, y dos militares. Esa hegemonía de un partido fue un error costoso.

El período 1945-1948 fue de mucho populismo y polarización. El mismo Betancourt escribió que el sectarismo y arrogancia de sus compañeros había hecho daño. La aprobación del Decreto 321 en contra de la educación privada lo perjudicó, a pesar de que de que fue derogado y que, según él, le pasaron un strike sin percatarse. Aprobó la política de no más concesiones petroleras, punto que todavía se discute, y logró que se hiciese realidad que las compañías compartieran las ganancias en igual proporción con la nación. Fue factor determinante para que la nueva constitución contemplara la elección del presidente por todos los venezolanos. Tuvo la virtud de prohibir la candidatura de los miembros de la Junta en las siguientes elecciones.

Por su lealtad con don Rómulo Gallegos se empeñó que el candidato presidencial de AD fuese el ilustre escritor, quien no era la persona adecuada. Los errores cometidos y la actitud de Gallegos, influyeron en el golpe de los militares del 24 de noviembre de 1948.

Durante su presidencia constitucional debió enfrentar graves problemas económicos, un atentado cobarde realizado con apoyo del dictador Trujillo, de República Dominicana, la insurrección castro comunista y varios alzamientos militares. La guerrilla urbana no daba cuartel. Los comunistas todavía lo acusan de dar órdenes de disparar primero y averiguar después. La verdad es que declaró que contra el bandidaje armado de explosivos había dado órdenes de disparar, y no al aire, en contra de personas agarradas in fraganti. También tuvo que suspender innumerables veces las garantías, por lo que hubo presos sin juicios e incluso un puñado de exiliados. La masacre ejecutada por la guerrilla en el tren de El Encanto mereció repudio general. Como consecuencia el Congreso allanó la inmunidad de varios parlamentarios de extrema izquierda. En las insurrecciones militares de Carúpano y Puerto Cabello hubo participación de dirigentes y militantes comunistas. En esta última, Betancourt ordenó al general Monch que atacara, a pesar de que algunos oficiales recomendaban solo sitiar la ciudad para evitar muertos. El argumento de Betancourt fue que cualquier demora podía incentivar el alzamiento de otras guarniciones y, además, quería dar un ejemplo.

Hubo varias insurrecciones de militares no relacionados con la extrema izquierda. Frecuentemente se les acusa de proceder por perezjimenistas o por ambición. Realmente ninguno de los participantes apoyó al dictador e incluso la mayoría contribuyó a su derrocamiento. Unos insurgieron por considerar, erróneamente, que los militares son los llamados a enderezar entuertos. Tesis equivocada cuando se trata de un gobierno constitucional. Otros procedieron pensando que Betancourt era un comunista solapado y otros por pensar que estaba permitiendo que la guerrilla tomara cuerpo. Esto último es algo que debe profundizarse. Hay señales de que sí fue permisivo ¿Consideró que, ante el peligro de un triunfo comunista, los militares preferirían respaldarlo y no intentar otro golpe? Un hecho repudiable ocurrió en la insurrección del cuartel Freites, en Barcelona, en donde fueron masacrados civiles, cuando oficiales leales al gobierno retomaron las instalaciones ¿Quién dio la orden?

Betancourt ha sido nuestro estadista más importante. Demostró valor para defender una democracia imperfecta, pero perfectible, y se negó a ser nuevamente candidato cuando todavía era joven. Su libro, Venezuela, política y petróleo es de lectura obligatoria. Muchos de sus adversarios de ayer, entre ellos quien esto escribe, reconocemos su contribución a la evolución política de Venezuela. El saldo de su gestión fue positivo. Su figura crece con el tiempo.

Como (había) en botica:

El pasado día 25 se cumplieron 18 años del cobarde asalto de la Guardia Nacional de Paraguaná, al campo residencial petrolero de Los Semerucos. Damelys “Mey” Zambrano, de la sociedad civil, nos lo recuerda con un emotivo artículo del año pasado. También Horacio Medina. El hoy general Lenín González Trómpiz, quien era el comandante del Destacamento, así como otros oficiales y civiles como Iván Hernández tendrán que ser enjuiciados.

Lamentamos el fallecimiento del distinguido y apreciado cardenal Urosa.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Analítica.com

Editorial

Han venido tomando calle rumores, e incluso análisis, apuntando hacia una mejora de la economía. Más que curioso, es peligroso especialmente para el régimen de Maduro. Porque no es verdad, no somos “una economía de 30 millones de consumidores”, sólo un porcentaje muy minoritario dispone de ingresos para vivir razonablemente bien, y un grupo aún más reducido es el que acude a los bodegones y otros establecimientos de moda.

Parte del origen de estos rumores que propenden al fortalecimiento del optimismo nacen de los envíos de remesas por parte de muchos de los millones de venezolanos que se han ido del país. Que en realidad no se han ido, han escapado, muchos de ellos a pie.

Envían lo que pueden, pero si una familia de marido, mujer y dos hijos ingresa por cualquier causa menos de 100 dólares mensuales, está hundida en la pobreza. Lo más lamentable es que el régimen poco hace para mejorar en algo la economía. La nueva reconversión monetaria sólo servirá para que sea más fácil sacar las cuentas, en un país en el cual cualquier tontería se paga en millones.

Son muchas las acciones que el régimen podría –debería- implementar, acciones para generar lo que falta, confianza, buenos servicios públicos, incentivos para la producción local, incentivos para reestructurar sueldos y pensiones, por ejemplo. La banca y el Estado han organizado fórmulas para facilitar el intercambio de esos dólares de remesas en bolívares, pero el verdadero problema no está en la banca, sino en cuánto más pueden gastar más venezolanos en bodegas, abastos, mercados y automercados.

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Edgar Benarroch

El Gobernador del Estado es uno de los altos funcionarios públicos que tenemos relativamente más cerca o así debe ser, de su gestión, en buena medida, depende nuestra calidad de vida. Siempre debemos estar muy atentos a quien o quienes elegimos, pero en esta hora tan crítica que vivimos debemos extremar las exigencias y examinar muy bien las credenciales y condiciones del seleccionado para no equivocarnos, menos para seguir en el foso donde estamos o precipitarnos más. Pedimos hasta la saciedad UNIÓN de la oposición, muy lamentablemente no se logró y desde nosotros se presentaron varios nombres para el mismo cargo, entre ellos para la Gobernación de nuestro Estado.

A todos los respeto, pero resalto el nombre de Luis Carlos Solórzano por conocerlo desde siempre y sentirlo equipado, formado, con valores y con gran capacidad y convicción de servicio, íntegramente moral y dispuesto a entregarse completo al ejercicio y cumplimiento fiel y cabal de la inmensa tarea que Dios mediante le entregaremos.

Nació en Ocumare de la Costa y se desarrolló en nuestro estado del que nunca se ha separado, conoce a fondo nuestra geografía, problemas y soluciones. Su candidatura surge de la sociedad civil aragüeña que después de un intenso estudio y análisis consideró su nombre como el más adecuado. No tiene ataduras partidistas que lo obliguen al cumplimiento de disciplina sectorial y ello le facilita ver al estado en su conjunto, en su totalidad, para llamar a los mejores, eficaces, inteligentes y con vocación de servicio estén donde estén. Él, además de entender que la democracia "es el gobierno DEL, PARA Y POR el pueblo" sabe que debe ser también CON el pueblo y así nos hará participe de las decisiones donde se comprometa el interés de todos.

En noviembre, sino cambia la situación, estamos convocados para seleccionar a nuestro Gobernador y a ese proceso debemos asistir todos quienes queremos cambio. El cambio, en democracia y civilizadamente, se logra votando, sino lo hacemos estaremos colaborando con el régimen porque ellos si lo van a hacer y utilizarán todos los recursos del poder para buscar a las personas y con amenazas, chantajes y extorsiones las llevarán a votar, todavía hay gente que piensa que el régimen puede saber por quién se vota.

Si no se logró la unión por arriba, hay que lograrla desde la base y salir todos a trabajar y votar por el mejor de los candidatos: Luis Carlos Solórzano. Como hemos dicho, es una fresca figura que además de una excelente formación y valores bien colocados, es una persona con una inmensa capacidad y vocación de servicio a la colectividad y al prójimo. Con él tendremos un Gobernador íntegramente entregado al cumplimiento cabal de su responsabilidad y un incansable luchador por alcanzar el Bien Común. Será también una voz firme y recia en la exigencia al poder nacional de lo que a Aragua corresponde y merece y reclamará la atención debida.

Con Luis Carlos Gobernador tendremos una instancia donde recurrir para plantear los problemas comunales y propios en la seguridad que seremos atendidos y si en sus manos está se resolverán los asuntos . Trabajemos y votemos por Luis Carlos en la seguridad que transitamos el mejor camino y estamos entregando las riendas de nuestro Estado a las mejores manos. Luis Carlos es el cambio para las rectificación, para lo bueno y para el progreso y bienestar de todos.

Nunca es tiempo para la improvisación ni para para dar saltos al vacío y diría que tampoco para obedecer órdenes impartidas por acuerdos cocinados en Caracas, debemos responder a nuestra conciencia y ella nos conduce a votar por Luis Carlos Solórzano que es capaz, bien equipado y con una inmensa capacidad para servirle al Estado y a las familias que lo integran. Con él lograremos que Aragua, en medio de esta dramática y critica nacional, sea un remanso donde podamos respirar aire puro y fresco y vivir con tranquilidad, donde la seguridad personal y de bienes esté garantizada y podamos ver soluciones a los ingentes problemas que nos aquejan. Nuestro voto por Luis Carlos es una muestra de amor por nuestro estado y una colaboración para el desarrollo y progreso en paz y con decencia.

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