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Opinión

Ismael Pérez Vigil

En el complicado ajedrez político opositor, las piezas se están moviendo. Henrique Capriles Radonsky (HCR) hizo su movida y alborotó el patio; ya anunciábamos la semana pasada (https://ismaelperezvigil.wordpress.com/2020/08/29/la-propuesta-de-capriles-tomando-distancia/ ) su posición de distanciamiento con respecto a Guaidó/G4, que se convirtió en abierta ruptura.

HCR está “jugando” a la política, a su manera, como él la sabe hacer. No siempre a la gente –me incluyo– le gusta lo que hace y no siempre lo que hace le resulta bien; por ejemplo, sin ser exhaustivo, pues no viene al caso, a veces tiene frases infelices –“el tiempo de Dios es perfecto”–; otras veces lo acusan de que le falta decisión, como lo fue –para algunos, no es mi caso– al no haber sacado la gente a la calle en el 2013 cuando perdió la presidencia con NM.

Pero más allá del disgusto que cause su posición, de las diatribas e insultos que se le profieren ahora, es indudable que HCR, políticamente, ha tenido una trayectoria respetable y exitosa; ha sido diputado, en 1998, cuando incluso fue el presidente de la última Cámara de Diputados que hemos tenido en el país; ha sido alcalde, gobernador y candidato presidencial dos veces, logrando en ambas entusiasmar(nos) y motivar(nos) a miles de seguidores y millones de votantes, sacando más de 6,5 millones de votos en ambas oportunidades; en fin, aunque no todo le sale bien, su trayectoria no se puede borrar de un plumazo con insultos y descalificaciones. En términos generales hay que decir que es un político que ha corrido con suerte.

Ahora ya no hay duda de que está negociando, creo que con apoyo de una buena parte de la UE, sino de toda; eso lo sabremos pronto; si lo habilitan y es candidato o inscribe candidatos –por lo pronto ya anunció que lo hará–, para algunos será la confirmación.

Con respecto a la “negociación” de HCR, yo soy de los que cree que de esto no salimos sin una negociación, que al final nos lleve a un proceso electoral, ¿O cómo se van a elegir los presidentes después de esta tiranía? Y la negociación no será con la congregación de las hermanitas de la Madre Teresa de Calcuta, ni con los obispos de la Conferencia Episcopal, sino con los que hoy están en el gobierno, a quienes además habrá que ofrecerles “alguna salida”, para que dejen el omnímodo poder que hoy tienen, se vayan y quede un gobierno temporal, de transición, interino, o como lo quieren llamar, pero que ofrezca garantías a todos, sin exclusión, de que se respetarán las reglas del juego y así evitar que esto termine en un baño de sangre, porque seguro que si hay un baño de sangre en las circunstancias que hoy tenemos, lo más probable es que sea la nuestra.

Ahora bien, a lo mejor a HCR no le interesa volver a ser diputado, sino estar “habilitado” para lo que pueda ocurrir, pues allí se abren varios escenarios, de los que ya se empieza a hablar:

1) una postergación de las elecciones, y que se abran negociaciones para ampliar la elección, en el 2021, a alcaldes, gobernadores, parlamento e incluso presidenciales;

2) que no haya ampliación, pero que HCR mismo sea candidato a diputado –cosa que no es hoy posible pues está inhabilitado–, para tratar de animar a la oposición a votar, que no lo logrará, pero saldrán electos varios de sus seguidores,

3) que en efecto presente candidatos, participen en la campaña, traten de que se pospongan las elecciones por la pandemia, busquen mejorar las condiciones y al no lograrlo –que es lo más seguro– se retiren a última hora; esta ha sido una posibilidad que el mismo HCR ha esbozado en alguna oportunidad

4) en cualquier caso, si logra movilizar, posponer, cambiar las condiciones o retirarse, se tratará de una victoria política sobre la cual reconstruir la oposición, con eje principal en HCR y su fracción de diputados, a partir de enero 2021...o bien,

5) todo esto no pasará, HCR no será habilitado –que es lo más probable–, las elecciones seguirán como van, el régimen recupera el control de la AN, con unos poquitos diputados de la “mesita” y habrá algunos del grupo de HCR, sí finalmente presenta candidatos.

Lo que es cierto es que la oposición democrática –G4/G27/Guaidó– está en estos momentos en total reflujo, varios pasos por detrás del régimen, reaccionando y sin una política de masas o que entusiasme a la gente; ni siquiera le está sacando provecho al tema de la abstención –cosa por demás difícil– y no han podido articular nada para movilizar a la gente en torno a esa idea. Lo único concreto de lo que han hablado, o apenas balbuceado, es de una supuesta “consulta”, que no han logrado aun definir. En otras palabras, estamos en la situación perfecta para que el régimen trate de terminar de destruir la ya malograda oposición y que surjan más oportunistas, como los de la mesita… o para que surja una opción encabezada por alguien como HCR, a quien –dígase lo que se diga–, nadie puede acusar de chavista o de estar con la gente de la “mesita”. HCR puede estar equivocado, eso se verá con el tiempo, pero no es ningún “traidor” o “vendido”; es un disidente, uno muy importante, pero no más que eso, digan lo que digan los que hoy lo atacan furiosamente.

Sin duda a la oposición le está haciendo falta una estrategia que la movilice, que la organice, que le dé un objetivo y finalidad logrables, medibles, en el corto y mediano plazo, que no apunte solo al largo y desconocido plazo. Creo que HCR ha elegido una estrategia de movilización más fácil que la de Guaidó/G4, porque es más fácil organizar a la gente en torno a un objetivo concreto, una finalidad: elegir unos candidatos, que movilizar a la gente en torno a una idea abstracta como la “unidad” o una consulta, que todos sabemos que por más que se predique y se argumente, no tendrá nunca ese carácter vinculante que algunos extraen con pinzas de la Constitución; ni ayudará a ir más allá de recoger miles o millones de firmas, tarea nada fácil con la apatía política reinante, sin gasolina y grandes dificultades de desplazamiento y en medio de una pandemia. Además, lo ocurrido con la consulta del 16 de julio de 2017 demuestra que sí no hay una finalidad práctica detrás de una consulta, esa movilización para firmar, ese esfuerzo, se pierde. Pretender que había un “mandato”, oculto, en el 16J es fantasioso y abstracto.

Sin embargo, creo que la estrategia de HCR tiene tres fallas. Una, paradójicamente, a pesar de que como dije la movilización electoral es la estrategia más fácil, en este momento creo que es utópico pensar que tendrá un éxito importante en movilizar a la oposición a votar. Han sido muchos años de campaña del régimen descalificando el voto, minando su importancia, su carácter de secreto o de instrumento para tomar decisiones; y lo más grave, es que los opositores los hemos ayudado en esa tarea, con todas esas consejas de “dictadura no sale con voto”, “la ineficacia de las elecciones”, “en estas condiciones no se puede votar”, etc.; lo cierto es que eso ha logrado una total apatía y desesperanza en grandes sectores de la población, que difícilmente se moverán a votar y menos tras percibir la aguda división opositora en torno al tema.

La segunda falla creo que es el tema de la unidad, que ahora algunos descalifican y la rebajan como valor y objetivo, minimizándola a un mero medio o instrumento para alcanzar cosas; sin duda lo es, pero es también un valor y objetivo fundamental. Una dictadura como la que gobierna en Venezuela, difícil de enfrentar y derrotar, lo es mucho más si quienes la adversamos estamos dispersos y con peleas a cuchillo entre nosotros. HCR, sea ese su objetivo o no, cosa que dudo, ha puesto una piedra de molino en el cuello de la unidad política del país, tan difícil de lograr y sobre la cual se habían dado pasos importantes. Ese no es un buen registro para el currículo de cualquier político.

La tercera falla, más bien duda, ¿Agotó Capriles todos los medios posibles, todas las discusiones para resolver este tema a lo interno de la oposición, a lo interno de su partido, antes de dar este paso de ruptura? ¿O simplemente actuó movido por su interés político personal, que tiene derecho a tenerlo, pero que puede significar un descalabro o desajuste importante para toda la oposición?

En conclusión, algunos están felices por la propuesta de Capriles; unos porque llama a votar –podría ser mi caso, pero no es así, no al precio de la unidad–; pero otros, precisamente por eso, porque ven en su acción un golpe noble y certero a la unidad de la oposición.

De cualquier manera, la oposición tendrá que reconstruirse desde ahora y a partir de enero 2021 será imperativo y HCR –al igual que el G4– será uno de los ejes sobre los cuales se reconstruirá. Creo que en el fondo esa es la estrategia de HCR, estar en ese juego. ¿Es su estrategia la más adecuada? ¿No implicará un alto costo, innecesario, para toda la oposición? Como dice el dicho popular, amanecerá y veremos; pero en todo caso, lo bueno es que el escenario político se está moviendo.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

 7 min


Paola Bautista de Alemán (Entrevista)

En la más reciente edición de la revista Democratización del instituto de estudios políticos Forma, la periodista y dirigente de Primero Justicia afirma que partidos, gremios, sindicatos, iglesias y organizaciones sociales pueden trabajar desde ya en la sanación de las heridas que afectan a la sociedad venezolana

Sin duda, Venezuela es otra. “Difícilmente volveremos a ser lo que éramos antes de este episodio autocrático”, afirma Paola Bautista de Alemán, presidente del instituto de estudios políticos Forma (https://redformaweb.com/). Partiendo de esta premisa, la política venezolana sostiene que “el proceso de democratización exigirá una profunda revisión de los males sufridos que abra camino a la justicia, el perdón y la reconciliación”.

“El cambio que demanda Venezuela exige disposición transformadora por parte de los actores políticos que lideren el proceso”, enfatiza Bautista de Alemán en su artículo Transformación para Venezuela: Estado gangsteril y democratización, publicado en la más reciente edición de la revista digital Democratización (https://redformaweb.com/articulos-septima-edicion/) del instituto de estudios políticos Forma.

Al considerar las decisiones prácticas que pueden allanar el camino hacia la transformación democrática del país, la periodista y dirigente de Primero Justicia subraya la necesidad de “mantener la Constitución de 1999 en su versión original y rescatarla como depositaria de las reglas del juego político que deben respetar todos los actores. Esta decisión podrá ofrecer seguridad y estabilidad en momentos de tensión”.

En segundo lugar, la intelectual subraya que “es necesario construir y promover una unidad de propósitos que guíe la transformación democrática”, con la finalidad de avanzar hacia la “sanación de la sociedad política”, gravemente afectada por el régimen chavista. “Con la revolución, Venezuela descubrió el hambre, la emigración, la persecución política, la violencia estatal, la represión de la conciencia, la tortura y la muerte. Han sido veinte años en donde hemos descubierto dolores que pensábamos superados en nuestra historia. ¿Cómo y cuánto nos ha cambiado? Resulta difícil precisarlo”, admite.

Sin embargo, Bautista de Alemán señala que la sociedad venezolana puede avanzar de inmediato en ese proceso de sanación. “Para alcanzar este propósito no es necesario esperar a la liberación autocrática. El trabajo político, las redes de solidaridad, las estructuras de confianza y la formación cívica integral allanan el terreno para aliviar el dolor y sanar las heridas. De ahí la importancia de los partidos, gremios, sindicatos, iglesias y organizaciones que funcionan con independencia del Estado y mantienen condiciones predemocráticas a pesar de los ataques”.

La presidenta del instituto de estudios políticos Forma resalta que “conviene considerar los desafíos colectivos, tales como gestionar la incorporación al nuevo sistema democrático de actores políticos previamente relacionados con el régimen que expresen su voluntad de someterse lealmente a la Constitución, vencer los deseos hegemónicos de grupos políticos concretos y construir espacios de consenso que eviten situaciones que pongan en riesgo al nuevo orden”.

Por último, Bautista de Alemán plantea el esfuerzo que demandará la reconstrucción del Estado venezolano. “Dada la crisis humanitaria compleja que padecemos y la dinámica criminal que ha desarrollado el Estado venezolano, puedo advertir que se requerirá apoyo de la comunidad internacional para superar la condición de colapso que experimenta el país. Conviene preguntarnos si es necesario que el acompañamiento internacional se extienda también al rescate de la soberanía y del monopolio de la violencia”, concluye.

https://talcualdigital.com/paola-bautista-de-aleman-unidad-de-proposito-...

 2 min


Juan M. Raffalli A.

Si por cualquier motivo hay un diferimiento del acto electoral y no hay una elección previa a la fecha de inicio del quinquenio legislativo, es decir al 5 de enero de 2021, serán los Diputados electos en 2015 quienes en virtud del principio de Continuidad de los Poderes Públicos deberán continuar en el ejercicio de sus cargos, pues de lo contrario cesaría el Poder Legislativo. Esperamos que el CNE no incurra en el error de buscar soluciones absurdas, que contribuirían a viciar aún más la ya desacreditada convocatoria y su resultado.

|Mucho se ha dicho sobre las condiciones bajo las cuales el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha convocado a supuestas elecciones parlamentarias el 6 de diciembre de este año, las cuales hasta el momento no pueden derivar en el cumplimiento de los estándares internacionales mínimos para que ese evento pueda alcanzar la finalidad de las elecciones auténticas, que no es otro sino legitimar el ejercicio del poder. Seguidamente planteamos algunas precisiones sobre estas condiciones y, especialmente, sobre la posibilidad de un diferimiento del “evento electoral” convocado para el próximo 6 de diciembre.

Las condiciones

El proceso ha sido convocado por un árbitro electoral cuestionado en su origen y composición; los símbolos de los principales partidos políticos de oposición, e incluso de algunos hasta ahora aliados al régimen, han sido secuestrados judicialmente; el voto para la elección de Diputados indígenas no será universal, directo y secreto, como lo ordena la Constitución; y por si fuera poco, se trata de un proceso ejecutado por un CNE provisional, bajo normas “especiales” que modifican la ley electoral sin respetar el período de reserva de reformas que es de 6 meses según el Artículo 298 de la Constitución. Igualmente debe resaltarse que el Artículo 186 constitucional, dispone que el Parlamento Nacional (Asamblea Nacional) estará integrado por Diputados electos en cada entidad federal sobre base poblacional, lo cual está vinculado directamente con el carácter federal y descentralizado de la República consagrado en el Artículo 4 constitucional, pero las susodichas Normas Especiales dictadas por el CNE provisional el 30 de junio de 2020, han dispuesto a contrapelo de los dispuesto en la Constitución y en la Ley Orgánica de Procesos Electorales, la elección de 48 Diputados mediante una “Lista de Adjudicación Nacional” creando así una circunscripción electoral nacional y un sistema “especial” para elegir Diputados que no representarán a ninguna entidad federal sino a todo el país, lo cual vulnera así abiertamente el Artículo 186 de la Constitución.

“La elección de 48 Diputados mediante una ‘Lista de Adjudicación Nacional’ creando así una circunscripción electoral nacional y un sistema ‘especial’ para elegir Diputados que no representarán a ninguna entidad federal sino a todo el país, vulnera abiertamente el Artículo 186 de la Constitución”

Ante este panorama una coalición de 27 organizaciones políticas ha decido no acudir a lo que califican como un fraude electoral. Otros líderes de oposición aspiran a que ocurra un milagroso cambio en las condiciones electorales que les permita postularse, de hecho esta posición y las conversaciones que suponemos entraña, pareciera haber tenido como resultado la extensión del período de postulaciones de candidatos ya en dos oportunidades.

El posible diferimiento

La pandemia sigue causando estragos. El incremento sostenido en el número de contagios en Venezuela es alarmante y todo indica que estamos en pleno auge. Si además consideramos que el proceso electoral es complejo y consta de una serie de etapas que aún no han ocurrido, comienza a cobrar cada vez más vigor la posibilidad de un diferimiento de la convocatoria inicialmente contemplada para el 6 de diciembre. Algunos países han realizado elecciones en estos tiempos, pero con recursos y alternativas que no se ven disponibles hoy en Venezuela; de hecho, algunos de esos países han obtenido resultados realmente insatisfactorios. Luce necesario entonces plantearse ¿qué ocurriría si debido al Covid-19 o incluso a una negociación entre factores políticos se pospone la pretendida elección parlamentaria por varios meses?

Lo primero que se debe señalar es que en efecto el período constitucional de la Asamblea Nacional electa en diciembre de 2015, expira el 5 de enero de 2021 fecha en la cual deben asumir los curules quienes resulten electos para el quinquenio 2021-2025. La consecuencia obligada de un diferimiento del acto electoral es justamente que el 5 de enero de 2021 no habría Diputados electos, los únicos serían los actuales proclamados en 2015. Ello nos lleva directo al sonado tema de la “continuidad”.

¿Qué ocurriría si debido al Covid-19 o incluso a una negociación entre factores políticos se pospone la pretendida elección parlamentaria por varios meses?

El principio de la Continuidad Administrativa, que se ha aplicado en Venezuela pero que es natural y propio del derecho público casi universal, supone que la función de la administración pública no puede cesar pues ello afectaría prestaciones esenciales para la ciudadanía, empezando por los servicios públicos. En el caso del Poder Legislativo Nacional (Asamblea Nacional) no estamos ante ese supuesto, pues se trata de un poder público distinto al Ejecutivo. Sin embargo, la función legislativa incluyendo las competencias de contraloría e investigación que la Constitución confiere a la AN en un sistema de gobierno presidencialista pero con sujeción parlamentaria, en modo alguno puede cesar pues el Poder Legislativo Nacional es indispensable para el funcionamiento del Estado.

Siguiendo esta línea argumental, se ha establecido doctrinaria y jurisprudencialmente el llamado principio de Continuidad de los Poderes Públicos (Sala Constitucional, Sentencia del 09/01/2013, Interpretación del Artículo 231 de la Constitución) también llamado por algunos autores como la profesora Claudia Nikken, “Continuidad Institucional”. La base de este principio es muy clara, las instituciones del Estado como órganos, no pueden cesar en su actividad. Precisamente por ello en Venezuela han ocurrido varios casos en los cuales se han extendido los mandatos a Alcaldes y Gobernadores hasta ser sustituidos mediante elección popular (Sentencia 1.300 Sala Constitucional 17/06/2005).

Este tema de la continuidad ha sido polémico en el caso de sustituciones cuando la elección popular no reviste tal carácter. Compartimos la posición de la precitada profesora Nikken, quien sostiene que en casos de impugnaciones no opera la “continuidad” sino que al asumir el funcionario electo, éste debe permanecer en su cargo hasta que el proceso electoral sea declarado nulo y se produzca una nueva elección, que es justamente lo que debió ocurrir en el caso de los Diputados de Amazonas. La polémica se genera cuando, como ocurre en la actualidad, el cuestionamiento no viene dado por la denuncia de un vicio de nulidad, sino porque en su conjunto el evento electoral no reviste las condiciones mínimas para ser considerado como tal.

Sin entrar en esa polémica, luce de bulto e indiscutible que si por cualquier motivo hay un diferimiento del acto electoral y no hay una elección previa a la fecha de inicio del quinquenio legislativo, es decir al 5 de enero de 2021, serán los Diputados electos en 2015 quienes en virtud del principio de Continuidad de los Poderes Públicos deberán continuar en el ejercicio de sus cargos, pues de lo contrario cesaría el Poder Legislativo Nacional.

En todo caso, de ocurrir un diferimiento, lo importante sería que en ese tiempo extra exista un cambio de actitud y se generen condiciones que permitan una amplia participación reabriéndose incluso el plazo para la postulación de candidatos, cosa que, de nuevo, luce muy poco factible si el régimen persiste en su actitud. Finalmente, esperamos que el CNE Provisional e irregularmente designado, no incurra en el error de buscar soluciones absurdas como por ejemplo esta de dividir el acto electoral en varias jornadas, como declaró reciamente su Presidenta, pues eso contribuiría a viciar aún más la ya desacreditada convocatoria y su resultado.

La Gran Aldea

https://lagranaldea.com/2020/09/01/el-diferimiento-electoral/

 6 min


José Machillanda

El indulto es el desacierto extremo del chavismo-madurismo como una treta politiquera, que sirve como maniobra de distracción al ya fracasado 6D. 6D que toda la Venezuela democrática comprende como una farsa electoral. Léase, una mayor comedia que, junto a los compraos y débiles mentales de la mesita, para llamar a votar. Es toda una pieza cómica de politiquería y vergüenza de una tiranía que tiene contada su estada como régimen. La ciudadanía -esa que irrespeta, maltrata e intenta engañar al socialismo militarista- tiene que tener claro que desde el 2017 el colaboracionismo le robó el Referéndum Revocatorio y en enero de 2018 se impuso el Estado polémico con el Plan Zamora y el Plan Zamora II. Los venezolanos saben que no tienen gobierno, lo que funciona y opera es una Morisqueta Militarista.

El régimen militarista puede escribirlo ya, el 6D con su farsa y todos los arreglos previos no será atendido por los ciudadanos como parte del sistema electoral y su ley, que garantiza la expresión de la voluntad popular. El ciudadano que se ha pretendido engañar de nuevo y orillarlo en su participación, tiene presente lo que significa la participación popular, tiene presente la altanera conducta de abuso y absurdo del régimen al pretender desconocer a los partidos políticos que representan la voluntad ciudadana en el hecho del voto. Este régimen, torpe y primitivo, goza de escasa memoria y no entiende que la democracia sólo es posible mediante el voto, pero ese voto tiene que estar amarrado al principio republicano que conduce el Estado como parte de la democracia asociativa, que se crea mediante la decisión política, del hombre y la mujer que no se venden y, mucho menos, se asustan frente a la maldad liquida que enseñan los cubanos.

La mayoría de los ciudadanos venezolanos están en cuenta que hoy en Venezuela ocurre en forma subterránea unas negociaciones, como ciudadanos desprecia lo que pudieran estar acordando quienes subestiman la ciudadanía que enorgullece la venezolanidad. Ese ciudadano cree en la civilidad, le emociona la política y desprecia el conflicto fatuo, permanente y personalista que intenta crear este madurismo en retirada. La ciudadanía está asqueada del militarismo obsecuente, por cuanto aunque ellos gobiernos adulantes, compraos y adláteres se entiendan como un Estado Cuartel y su imaginario violento. Los venezolanos demócratas, ciudadanos, creemos en la ciencia, en el orden y la paz. Cuando se acercan al plan de machete y a las bocas de fuego son un asco para la ciudadanía.

Los demócratas venezolanos, ese 87% diferente a los compraos y a los corruptos que ya se conocen, no están dispuestos a entender el indulto, sino que saben que es una maniobra hartera. Una tramposa acción que le permite soñar con una posible relegitimación, que no habrá. El indulto hará que crezca la oposición política y la civilidad junto a una acción comunitaria, donde la ética, el don de vivir y actuar decentemente crean la diferencia con respecto a estos improvisados y farsantes. La oposición política democrática quiere y exige, como corresponde democráticamente, el retorno a la comunidad venezolana que nace del barrio, donde el espacio, tiempo y grupo potencia la deliberación política, se evalúa si están dispuestos alcanzar el poder político para gobernar porque este gobierno no ha satisfecho por incapaz las demandas prescritas y las demandas pospuestas de los venezolanos. Ese régimen farsante tiene 20 años arruinando al ciudadano venezolano.

Arruinando al ciudadano, como lo muestra el hambre generalizada, la angustia creciente y la miseria exponencial, causas de la diáspora. Por lo tanto, la ciudadanía rechaza al régimen. No tienen razones ni se detiene en interpretar el indulto junto con la farsa del 6D, por cuanto el indulto es una trampa vulgar y fatua, que será razón para que crezca el rechazo y el desprecio por un madurismo militarista y el bojote de compraos totalmente identificados. Ya la ciudadanía de la nación venezolana tiene un concepto elaborado de la nación política, evalúa a su liderazgo, usa operadores políticos, está convencida que la república desarrolla un Movimiento Político de Renacimiento Nacional, bien distante de la desgracia militarista, primitiva que todavía se ancla en el ejército como agente de cambio social.

La ciudadanía está en cuenta que es parte del Estado un estamento militar cuya función es la defensa del Estado. Estamento del Estado que desde 1962 hasta 1976 derrotó política y militarmente al comunismo castro cubano, haciéndole firmar en 1976 a la guerrilla la paz. La ciudadanía rechaza hoy al Estado Cuartel y a su divertido indulto, indulto político de un régimen que no ha podido ni elaborar ni reelaborar un proyecto de gobierno donde se practique la política. Política democrática, y nación política democrática flexible, con límites, con partidos políticos, con un liderazgo que de la cara pero sobretodo un líder donde la ética y la Constitución como súper ley, permitan vivir en paz y en desarrollo social.

La ciudadanía, los ciudadanos 87% demócratas saben para qué sirven los indultos y está atenta para fortalecerse y ser mayormente exigente a las tretas de un régimen senil y fracturado. Régimen que se quedó en una maniobra ridícula, de la cual todos en Venezuela se han burlado. Al verificar la torpeza y desespero de quien se imagina que puede engañarse y soñar con una nueva relegitimación. La ciudadanía de Venezuela hambreada y ofendida, pero digna y valiente, tiene claro que hay que acudir a la política. A la política con la cabeza, jamás con otras partes del cuerpo, porque para la tiranía militarista podrán o no creerlo. Se le recuerda que Venezuela es una nación Estado, que se entiende con una historia y sus resultados. Y el resultado del régimen y su indulto ya se conocen. Se conoce por su arbitrariedad, violaciones, cinismo y corrupción. En consecuencia, cualquier acción política tiene que nacer de la democracia, basada en la teoría y el conocimiento, de la cual la tiranía esta muy distante, casi en una completa y vulgar ignorancia.

Es auténtico

Director de CSB-CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas ,01 de septiembre de 2020

 4 min


Ignacio Avalos Gutiérrez

Vivimos tiempos que no son nada sencillos, determinados por cambios rápidos, profundos, y hasta dramáticos, que contravienen los moldes que acomodaron (y desacomodaron) la vida humana durante el último tramo de su historia. Tales cambios se encuentran estrechamente relacionados con el ritmo y la orientación que asume el desarrollo tecno-científico e influye de manera cada vez más determinante en el trazado del perfil que asoma el mundo contemporáneo.

Asimov tiene razón

Sea cual sea el punto de vista desde el que se prefieran calibrar las transformaciones que vienen sucediendo, lo cierto es que asoman temas esenciales de índole muy variada, sin que aún tengamos las herramientas para identificarlos y comprenderlos cabalmente y, así, poder actuar sobre ellos con siquiera mediana eficacia. Los problemas con los que se tiene que lidiar son cada vez más complejos, poniendo en evidencia la dificultad de analizarlos y comprenderlos de manera simple, lineal y fragmentada, pues tienen un sinnúmero de causas y efectos interrelacionados. Nunca tuvo más razón Isaac Asimov: «la ciencia reúne el conocimiento más rápido de lo que la sociedad reúne la sabiduría»

Nada sobresale con más claridad, entonces, que la urgente necesidad de ir creando nuevos marcos de análisis para enfrentar las complicaciones que caracterizan al mundo que ya empezó a manifestarse. El intelectual francés Bruno Latour ha caracterizado las innovaciones tecnocientíficas como la proliferación de híbridos, es decir, de realizaciones que embrollan las divisiones esencialistas en un complejo entramado de ciencia, tecnología, política, economía, naturaleza, derecho, etcétera.

Hay, así pues, que irle encontrando respuestas a las numerosas interrogantes que emergen, dando pie a dudas y dilemas, tanto morales como legales, acerca de temas tales como si los robots tienen derechos y responsabilidades, si se pueden clonar los seres humanos, si debería permitirse a un Cyborg muy avanzado postularse para cargos político, si se puede patentar un gen, clonar animales o realizar implantes en el cerebro humano, si es moral la manipulación de la raza humana, si se debe autorizar la creación de "bebés de diseño", y así una menú interminable de asuntos que amenazan con sobrepasarnos y de los que no cabe desentenderse en ningún sitio del planeta porque los procesos de globalización establecen que casi todo pasa en todos lados.

Sin embargo, afirma Latour, nuestra cultura intelectual no sabe cómo categorizar el entramado de los híbridos que la tecno ciencia produce. Esto no es de extrañar, añade, pues para ello es preciso cruzar las líneas divisorias que separan la ciencia y la sociedad, la naturaleza y la cultura, las cuales se mantienen en la actualidad.

En 2015, la lista de «Objetivos de Desarrollo Sostenible» (ODS), adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas, identificó una serie de problemas globales que suponían desafíos directos en el ámbito de las humanidades y ciencias sociales. Si bien el conocimiento científico se mostraba clave para entender y atender estos problemas, la cooperación entre distintos campos conocimiento aparecía ahora como una necesidad real. En otras palabras, la conceptualización de la ciencia no debe reducirse exclusivamente a lo que las comunidades de científicos pueden decir de ella. Deben incorporarse, además (cosa que ya está ocurriendo), las visiones que “desde fuera” se construyen sobre la ciencia (sus prácticas y sus agentes), lo que supone reevaluar la interacción entre ciencia y sociedad. Se impone, así pues, la trandisciplinariedad entre las distintas ciencias, vale decir, el entrecruzamiento de varias disciplinas (o fragmentos de ellas).

El asunto no es volver a la “normalidad “

En suma, es preciso un gran esfuerzo de comprensión intelectual que proporcione los códigos requeridos para descifrar los acontecimientos, así como los mapas que se precisan para desenvolverse con respecto a ellos, so pena de que el futuro nos agarre sin paraguas. La tarea pendiente es, entonces, imagina el porvenir, “conociendo los caminos que conducen al infierno”, según habría aconsejado Nicolás Maquiavelo. Y tal como están planteadas las cosas, el asunto depende no sólo, pero si en alto grado, de cómo orientar y organizar políticamente el desarrollo tecno-científico en torno a las aspiraciones dirigidas a humanizar la sociedad desde lo local, pero en un entorno que es, a la vez, cada vez más global.

La pandemia, es opinión ampliamente compartida, puso al descubierto las costuras del modelo de desarrollo adoptado desde hace unas cuantas décadas. No hay mejor prueba de ello que el problema ambiental, que ha mostrado claramente, tanto la insustentabilidad de este modelo civilizatorio como su incapacidad, dentro de sus moldes, de encontrarle respuestas satisfactorias a largo plazo. También empieza a ser ampliamente compartida la idea de que al término de la pandemia, el propósito no puede ser volver a la “normalidad”, porque ella es el problema, no puede ser nuestro futuro.

Pareciera, entonces, que hay que inventar otro.

El Nacional, miércoles 2 de septiembre de 2020

 3 min


Maxim Ross

La reciente impresión y edición del libro “Necesidad de un Proyecto Integrador para Venezuela”, elaborado en el Centro de Estudios de Integración Nacional de la Universidad MonteAvila (CEINA), quizás sea propicia para comentar la oportunidad que se presenta actualmente en nuestro país para un nuevo encuentro de la sociedad venezolana, de su sociedad civil, de sus partidos políticos, de todos aquellos que quisieran una solución consensual y duradera para ese país que, día a día, se desmorona ante nuestros ojos.

El llamado de la oposición venezolana representada en la Asamblea Nacional a concertar un Pacto Unitario, la alternativa propuesta por Henrique Capriles, en nada excluyente, al contrario, completamente complementaria de aquel, la declaración de la Conferencia Episcopal para un encuentro de todos en aras de aquella solución, los graves problemas que confronta el país con el dramático fenómeno de la pandemia, todos ellos, decimos van en la dirección de un encuentro por otra Venezuela.

Si a ello se suma, más allá de las interpretaciones e intenciones políticas, la decisión gubernamental de liberar una cantidad importante de presos políticos y la tomamos como una posibilidad de armar una agenda de contenidos que se salga del drama político de las elecciones, de encontrar una solución para legitimar todos los poderes públicos, pero sobre todo que ponga la mira, por fin, en los verdaderos problemas que está sufriendo la gran mayoría de la población venezolana, entonces, ¡quizás!, podamos armar un camino que recoloque los asuntos venezolanos en otro lugar distinto al pleito político diario.

Y, ¡quizás!, podamos pensar a Venezuela de una manera distinta comenzando a tejer una solución en la que puedan poner sus “buenos oficios” los empresarios, los trabajadores, las enfermeras y los médicos agotados por el tratamiento de la pandemia, los maestros y los padres y representados de los niños y los jóvenes que esperan para regularizar su vida escolar, digo, ¡quizás!, puedan encontrarse en un solo lugar y proponer nuevas soluciones.

Si ahora la comunidad internacional, verdaderamente involucrada en ayudar a Venezuela, se activa en intermediar ese encuentro, no el del Gobierno y la Oposición, sino en reunir a los auténticos y legítimos afectados e interesados en resolver con una perspectiva mas amplia, con una visión diferente a la practicada hasta ahora, ¡quizás! sea una oportunidad para un momento integrador, para poner de conjunto la materia social, con el sobrecogedor problema de los millones de venezolanos que están pagando el precio de un insoluble conflicto político, la materia económica y los temas institucionales que circundan a todos, ¡quizás! podamos “saltarnos” el paradigma puramente político y encontrar esa solución integradora que tanto esperamos. Es solo cuestión de propiciar ese encuentro.

 2 min


Luis López Méndez

Las deplorables y caóticas condiciones agro venezolano requieren de un conjunto de acciones urgentes para lograr recuperar su operatividad y pueda comenzar a aliviar la terrible situación que está padeciendo la población donde el 74% de los hogares tienen un grado de inseguridad alimentaria entre moderada y severa, cuyas secuelas de largo plazo pueden ser irreversibles (ENCOVI 2020, https://www.proyectoencovi.com/informe-interactivo-2019 ).

Este proceso de recuperación también debe servir para el apalancamiento del desarrollo económico y social que permita la rápida reducción de la pobreza extrema cercana al 80%, especialmente en las áreas rurales.

Sin embargo, la reconstrucción agrícola no puede convertirse en retorno a la agricultura del pasado, pues de insistir en esa línea de acción los resultados no serán distintos a los obtenidos en el periodo 2004-2010, es decir, incrementos en volúmenes de producción y baja productividad con consecuencias ambientales negativas y ligeras mejoras sociales en los territorios rurales.

A nivel global, la actividad agrícola es el segundo emisor más grande de gases de efecto invernadero (GEI), después del sector energético, pero también los agricultores y las áreas rurales son las más perjudicados por las consecuencias del cambio climático: inundaciones, heladas, sequias y los efectos adversos sobre el rendimiento de los cultivos. Las estimaciones muestran que el cambio climático puede reducir la productividad agrícola global en un 17% para 2050.

Paradójicamente, la agricultura es una de las soluciones a gran escala, más esperanzadoras, para frenar e invertir el cambio climático. Los cultivos de cobertura, la rotación de cultivos y la siembra directa son algunas de las prácticas que pueden capturar el CO2 de la atmósfera y secuestrarlo en el suelo, aumentando su contenido de carbono del 0,5-1% actual, al 3-7% como en bosques y sabanas.

De igual manera, la agricultura de precisión y el manejo integrado de plagas y nutrientes también constituyen estrategias de eco-intensificación, o intensificación sostenible, cuya finalidad es el mejoramiento del desempeño ambiental de las actividades agrícolas sin perjudicar los niveles de productividad.

El Foro Económico Mundial estima que, si el 15-25% de las fincas adoptaran la agricultura de precisión, el rendimiento global podría incrementarse en un 10-15% para 2030, mientras que las emisiones de GEI y el consumo de agua podrían reducirse en un 10% y 20%, respectivamente.

Si bien es imprescindible promover políticas alimentarias sostenibles que contemplen toda la cadena, desde la producción, almacenamiento y transporte hasta el consumo, también lo es estimular la aplicación de buenas prácticas para reducir la huella climática de las operaciones agrícolas, con el propósito de lograr una producción diversificada, acompañada con la generación de empleos calificados en las áreas rurales. Consecuentemente, el nuevo modelo agrícola debe contemplar el establecimiento de incentivos específicos para la promoción de prácticas agronómicas eco-intensivas.

En estas primeras décadas del nuevo siglo hemos podido constatar como las innovaciones tecnológicas generadas por las TIC y la Biología han logrado avances significativos en el sendero hacia una agricultura más productiva y sostenible, donde destacan los cultivos transgénicos y la agricultura de precisión.

No obstante, estas innovaciones han sido utilizadas principalmente por empresarios agrícolas, por lo cual, el gran reto del nuevo modelo agrícola es impulsar el desarrollo sostenible de la pequeña y mediana agricultura, cuya contribución a la seguridad alimentaria y nutricional de los territorios rurales es determinante, pero donde se continúan aplicando prácticas agrícolas ineficientes y ambientalmente insostenibles, especialmente en las zonas montañosas.

Afortunadamente esta brecha está cada vez más cerca de desaparecer en la medida que las innovaciones estén alcance de la mayoría y puedan hacer uso masivo de ellas. Como ejemplo tenemos es el caso de Precision Agriculture for Development (PAD) https://precisionag.org/, una iniciativa que cuenta entre sus fundadores al Premio Nobel de Economía Michael Kramer, la cual está suministrando servicios agrícolas digitales de asistencia técnica y extensión rural a pequeños productores utilizando telefonía celular para trasmitir información generada por laboratorios móviles de análisis de suelo con espectroscopia, estimaciones meteorológicas en tiempo real e imágenes satelitales para recopilación y validación de datos, así como también recomendaciones para manejo integral de plagas. Los contenidos son procesados y mejorados para hacerlos más efectivos haciendo uso de resultados de recientes investigaciones producto de la combinación de economía del comportamiento, aprendizaje social, ciencia de datos y machine learning.

Estudios de PAD realizados en ocho países de África y Asia muestran que estos servicios remotos generaron aumentos de productividad superiores al 11% y que el envío de información por SMS incrementó en 22% las posibilidades de que los agricultores utilicen los insumos adecuados. Además de ello, con la metodología PAD, se puede enviar un mensaje semanal con orientación técnica a un costo anual menor a USD 1,25 por finca, lo cual es considerablemente menor que los costos de los servicios personalizados de asistencia técnica y extensión agrícola.

Hay más señales promisorias del crecimiento de la burbuja de la Cuarta Revolución Industrial o Revolución de las TIC, en el mundo de la pequeña y mediana agricultura:

  • Kenia, cuyo PIB per cápita es similar al de Venezuela, lidera el campo de la tecnología agrícola en África, teniendo el ecosistema digital mejor calificado y el 30 % de las tecnologías agrícolas disruptivas que existen en el continente.
  • Brasil se convertirá en el primer país de América Latina en recibir las soluciones de tecnología digital, mediante convenio suscrito entre el PAD, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil y el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, para proveer servicios asistencia técnica y extensión rural vía mensajes de telefonía fija y celular 200.000 pequeños agricultores del Nordeste de Brasil, llevando orientaciones técnicas sobre plagas, cosechas, buenas prácticas y salud animal.

Estamos en un momento histórico crucial, y deberíamos aprovechar esa magnífica oportunidad para salir del foso donde nos encontramos, lo cual requiere de un esfuerzo titánico, para luego tomar impulso y dar un salto hacia el futuro.

La agricultura venezolana para los nuevos tiempos debe ser verde, digital e inclusiva.

Confío en que si nos ponemos de acuerdo y tenemos la audacia para intentarlo, lo lograremos.

Buenos Aires, agosto 2020

Este artículo fue publicado originalmente en https://barataria-azul.com/

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