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Opinión

Podría parecer que el alzamiento de militares el 30 de abril no cambió nada en Venezuela. Pero los sucesos de ese día revelaron dos aspectos que podrían ser decisivos: la existencia de una grieta en las fuerzas armadas y las dimensiones de la complejidad de la crisis venezolana y de su posible solución.

A menudo, en foros internacionales, editoriales y debates, se defiende la idea de una salida exclusivamente electoral a la crisis venezolana. Pero esa propuesta puede ser ingenua, algo que no podemos permitirnos en Venezuela: suele ser vaga y demasiado optimista. Con frecuencia no se especifica cómo asegurar esa deseada elección sin correr el riesgo de un proceso fraudulento, como sucedió el 20 de mayo, cuando Nicolás Maduro se reeligió como presidente sin observadores electorales internacionales ni credibilidad nacional o extranjera.

En los días posteriores al levantamiento de abril, se ha vuelto a insistir en que la solución a la crisis debe ser electoral, como reiteró el Grupo de Contacto Internacional. Se trata de una vía acertada, pero que no puede ignorar que la permanencia de Maduro imposibilitará realizar elecciones libres y confiables.

Por lo tanto, la pregunta en Venezuela no es si las elecciones son el mejor método para regresar a la democracia (lo son), sino cuándo es mejor celebrarlas. Esto es: ¿la transición a la democracia debe comenzar con la elección o, más bien, la salida de Maduro del poder debe ser la condición previa a la celebración de las elecciones?

Existen antecedentes de elecciones que han permitido el paso a la democracia, tal y como ha estudiado el investigador Staffan I. Lindberg. Ese fue el caso de Brasil: después de protestas ciudadanas y una grave crisis económica, la junta militar que llegó al poder por un golpe de Estado en 1964 convocó elecciones en 1985, en las que ganó un candidato opositor, Tancredo Neves. Esa victoria electoral permitió que Brasil restaurara un régimen civil. Pero en Venezuela no parece posible que se den las condiciones para unos comicios libres y justos que conduzcan a la democracia.

La Asamblea Nacional (AN) lo tiene claro. En febrero de 2019, aprobó un estatuto que rige la transición a la democracia y parte de la vía no electoral: el primer paso de la transición, se advierte, debe ser un cambio político que, en una segunda fase, permita celebrar elecciones genuinas.

La solución que aporta el estatuto de la AN es pragmática: el cese de la usurpación debe suceder antes que las elecciones. Una vez que salga del poder Maduro, se debe conformar un gobierno de unidad y asegurar así comicios presidenciales libres y justos. Esto supone reconocer la legitimidad de un cambio político no electoral que permita atender de manera inmediata y efectiva la emergencia humanitaria que vive el país y recuperar la institucionalidad y la autonomía de los distintos órganos gubernamentales, incluido el Consejo Nacional Electoral.

Este razonamiento es acertado porque con Maduro en el poder no será posible garantizar elecciones libres en Venezuela si antes no se rescatan las condiciones mínimas de integridad electoral que fueron destruidas luego de la creación de la Asamblea Nacional Constituyente en 2017. Este es un dilema que debemos recordar: las elecciones solo pueden producir un cambio político si se garantizan las condiciones para celebrarlas.

Un breve repaso de nuestra historia reciente puede confirmarnos que el razonamiento del estatuto de la AN es el correcto. En Venezuela ya se ha intentado promover la transición a través de las urnas. Pero todos han fracasado. El régimen de Maduro, con el control absoluto de las instituciones del gobierno, desmanteló las competencias de la Asamblea Nacional elegida democráticamente, promovió la fraudulenta elección de la Asamblea Nacional Constituyente e intervino en las elecciones regionales de 2017 —en las que la oposición denunció diversos fraudes—. El acto final fue la elección presidencial del 20 de mayo de 2018 en la que Nicolás Maduro se reeligió sin cumplir las garantías mínimas de integridad electoral.

Debe tenerse en cuenta que la transición en Venezuela no sería solo de un régimen autoritario a una democracia. Si ese fuera el caso, quizás la ruta electoral podría ensayarse. Pero la realidad venezolana, lamentablemente, es más complicada. Venezuela tiene hoy un Estado fallido que no es capaz de garantizar el suministro eléctrico ni el control del territorio. Ese Estado debe sanarse antes de convocar elecciones. Y esto precisa gestionar al mismo tiempo otras dos dimensiones de la transición: la transición de un Estado frágil a un Estado funcional y, al mismo tiempo, la transición de un Estado mafioso a un Estado institucional.

El cambio no electoral que funcionaría en Venezuela requiere, entre otras condiciones, romper la lealtad del ejército al régimen de Nicolás Maduro. En el estatuto se diseñó una estrategia para lograrlo por una vía que también puede y debe ser pacífica: incentivos negativos (como sanciones y otras medidas de coerción en el ámbito internacional) y positivos (la amnistía, la justicia transicional y la garantía de participación de las fuerzas armadas en el proceso de transición democrática).

El esfuerzo de la oposición y de los ciudadanos, por lo tanto, debe centrarse en promover un cambio no electoral que parta del desconocimiento del régimen de Nicolás Maduro. Esto es, quebrar el deber de obediencia al régimen, especialmente, por los funcionarios civiles y militares. Además de que puede ser pacífica, esta desobediencia también es legal: los militares pueden rechazar a un presidente apegados a los artículos 333 y 350 de la constitución, como consecuencia de lo que Francisco Rubio Llorente llamó el “derecho de resistencia frente al poder injusto”.

Y si alguien tuviese dudas, basta ver la arremetida del régimen de Maduro en estos días: ha terminado con la clausura de facto de la sede de la Asamblea Nacional por efectivos militares y abrió procesos contra diputados de la oposición. La propuesta de celebrar elecciones libres en estas condiciones no es una alternativa.

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Para el Servicio de Jesuitas a Migrante-España, el Pacto Global para la Migración representa un signo de esperanza para construir sociedades acogedoras e inclusivas.

Además, reconocen al Pacto como un instrumento útil para sumar sinergias y ofrecer respuestas positivas tanto para los migrantes como para los países de origen, tránsito y destino.

Esas afirmaciones que hace el Servicio Jesuitas a Migrante-España, permite plantearnos las inquietudes para la reflexión y el debate sobre el valor político del Pacto Global de Migración segura, ordenada y reglada en el mundo actual, a saber:

1. ¿Por qué el Pacto puede ser calificado como una “esperanza”?

2. ¿Qué “ofertas positivas” puede ofrecer, siendo jurídicamente no vinculante?

3. ¿Qué tanto motiva el contenido del Pacto a la sinergia y/o a la cohesión?.

El Servicio Jesuitas a Migrante-España, reconoce que el Pacto es una herramienta efectiva para reconocer la movilidad humana como uno de los mayores retos de nuestros tiempos.

Martha Foresti, destaca que el Pacto representa el primer acuerdo internacional acordado para gestionar mejor la movilidad humana a nivel global. Es un acuerdo no vinculante que especifica 23 objetivos y compromisos en varias dimensiones de la gobernanza y gestión de la migración.

Foresti destaca que Europa y Norteamérica se ven afectadas por la migración global de forma marginal, mientras que Asia y Latinoamérica y África acogen a la mayoría de la migración; las dificultades para que todos los países adoptaran el Pacto, sin duda encuentra en esa realidad global algunas razones fundamentales.

Para el gobierno húngaro, el Pacto es extremista y contario al sentido común, por lo que rechazó su aprobación y denunció que el mismo fomenta la inmigración. Para el gobierno húngaro la inmigración es algo malo, que plantea problemas de seguridad nacional.

Hungría es uno de los 9 Estados de la Unión Europea que no adoptaron el Pacto Global de Migración; Antonio Guterres , Secretario General de la ONU, en la Conferencia Intergubernamental celebrada en Marruecos, expresó su deseo porque aquellos Estados que no adoptaron el Pacto, en un futuro, puedan reconocer en su contenido, un valor para sus sociedades y se unan a lo que llamó un “proyecto común”.

Así mismo, expresó que las políticas nacionales en materia migratoria, tendrán con este Pacto muchas más posibilidades para tener éxito con la cooperación internacional.

Guterres en Marrueco, destacó que el Pacto no busca un nuevo derecho para los migrantes, de manera que ellos puedan elegir dónde y cuándo ir, por el contrario, aspira a que se reconozca que los migrantes deben disfrutar los derechos humanos, independientemente de su estatuto de migrante.

Expresó además que junto al cambio climático, la migración no regulada se ha convertido en un problema apremiante. Lo que permite una cuarta inquietud.

Louis Arbour, representante especial de la ONU para la migración, planea que le Pacto “tendrá un enorme impacto positivo en las vidas de millones de personas: los propios migrantes, las personas que dejan atrás y las comunidades que luego los hospedarán”, pero advierte, que ello dependerá de que se implementen efectivamente sus iniciativas.

¿Si el tema es apremiante y con tanto impacto, por qué siendo jurídicamente no vinculante ha generado tanto cuestionamiento?, es la cuarta inquietud que puede plantearse luego de las afirmaciones hechas en Marruecos.

Una quinta inquietud, puede ser formulada desde las reflexiones del Servicio Jesuitas Migrantes-España, específicamente sobre el papel histórico del Pacto, en tal sentido, ¿creemos que el Pacto inicia una nueva narrativa en materia migratoria, no basada en estereotipos o prejuicios, sino en hechos y datos reales?

Diversas organizaciones de la sociedad civil mexicana, guatemalteca, hondureña y salvadoreña, expresaron el descontento con el Pacto porque resulta más en una lista de buenas intenciones, porque poco se aborda el cómo ponerlo en práctica y porque obvian contextos nacionales y regionales.

El gobierno de Estados Unidos establece en su declaración nacional sobre el pacto que mientras que Estados Unidos honra las contribuciones de los muchos inmigrantes que ayudaron a construir nuestro país, no podemos apoyar un ‘pacto’ o proceso que imponga o tenga el potencial de imponer pautas, estándares, expectativas o compromisos internacionales que puedan limitar nuestra capacidad de tomar decisiones en el mejor interés de nuestro país y de nuestros ciudadanos.

En su declaración EEUU advierte que el Pacto intenta globalizar la gobernanza de la migración en detrimento de la soberanía de los Estados.

La Vanguardia de España sobre la aprobación del Pacto Global de Migración, publica un titular que advierte: El acuerdo migratorio de la ONU siembra la división en la Unión Europea.

El reportaje destaca, que aún siendo no vinculante, el impacto que ha generado la adopción del Pacto es algo inédito, ha hecho caer gobiernos como el de Bélgica.

Israel, Polonia, Hungría, República Checa y USA como se mencionó previamente rechazaron el Pacto. Por su parte entre los 12 países que se abstuvieron están Austria, Italia, Bulgaria, Letonia, Rumanía. Eslovaquia no votó. En total, destaca La Vanguardia, 9 de los Estados de la Unión Europea no adoptaron el Pacto.

En el caso iberoamericano, es oportuno citar el siguiente párrafo de la Declaración final de la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Guatemala en noviembre 2018, pues en ella, se hace referencia al Pacto Mundial de Migración y expresamente se comprometen en la comunidad iberoamericana a:

Promover acciones de gestión de políticas públicas y de cooperación internacional, en el espacio iberoamericano, que faciliten el cumplimiento de los principios, objetivos y compromisos consignados en el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, respetando los derechos humanos de todos los migrantes, con independencia de su condición migratoria, y promoviendo su inclusión en los países de destino.

Pero en ese contexto iberoamericano, hay que destacar que Chile, Brasil y República Dominicana rechazaron el Pacto.

Tanto Chile como República Dominicana no participaron en Marruecos en la Conferencia Intergubernamental en diciembre 2018. Para Chile, no era conveniente suscribir un pacto que dificulta el proceso de poner orden interno en materia de migraciones.

Para el Presidente; Jair Bolsonaro, Brasil es soberano para decidir si acepta o no a migrantes y no el Pacto ; y para el gobierno de República Dominicana el Pacto es contrario a los intereses nacionales.

Cuando Angela Merkel dijo en la Conferencia Intergubernamental en Marrakech, en la que se adoptó el Pacto, que el mismo representa un instrumento por el cual merece la pena luchar. ¿Qué tanto se debate, qué tanto se discute? ¿Entre quienes se debate?

Por último, si el Pacto busca el equilibrio entre la defensa de los derechos de los migrantes y el derecho de cada país de proteger sus fronteras, como lo afirman el Servicio Jesuitas Migratorio-España, no hay otra forma de lograrlo, sino precisamente a través de la mejor comprensión del Pacto, que supone debate y una clara estrategia de divulgación.

En el debate y la divulgación del Pacto, las diferencias que el mismo ha generado, los pasos que puedan haberse dado desde diciembre hasta la presente fecha en materia de migración como respuesta a su adopción, estará claramente la diferencia que pueda hacerse, a los fines de asumir a los migrantes como una oportunidad para el desarrollo, en lugar de considerarlos como problema que atender.

A lo largo de esos meses luego de su adopción, se ha logrado más cohesión, o el tema migratorio ¿sigue profundizando las diferencias políticas y reforzando criterios populistas peligrosos para afrontar los desafíos de un mundo cada vez más diverso y global?

Referencias.

Agència Brasil. Brasil se retira del Pacto Mundial para las migraciones de la ONU. 9 de enero 2019. Online en. http://agenciabrasil.ebc.com.br/es/internacional/noticia/2019-01/brasil-...

EFE. Hungría no participará en el Pacto Mundial para la Migración. 18 de julio 2018. Online en:https://www.efe.com/efe/espana/mundo/hungria-no-participara-en-el-pacto-...

EFE. República Dominicana se desmarca del Pacto Mundial para la migración de la ONU. 4 de diciembre 2018. Online en. https://www.efe.com/efe/america/sociedad/republica-dominicana-se-desmarc...

France24. La polémica retirada de Chile del Pacto Global de Migración de la ONU. 11 de diciembre 2018. Online en. https://www.france24.com/es/20181211-retirada-chile-pacto-migracion-onu

ONU. Mas de 150 países adoptan Pacto Mundial para la Migración 10 diciembre 2018. Online en.https://news.un.org/es/story/2018/12/1447651

Política Exterior. Un Pacto por el que merece la pena luchar. https://www.politicaexterior.com/articulos/politica-exterior/pacto-merec...

Sindy Hernàndez Bonilla. Informe: Pactos que acojan, protejan, promuevan e integren a personas migrantes. Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migración y Desarrollo. 2018. Online en: https://www.comillas.edu/images/OBIMID/boletines_e_informes/Informe_Pact...

Sjme.org. El Pacto Global para la migración, un signo de esperanza para construir sociedades acogedoras e inclusivas. Marzo 2019. Online en. https://sjme.org/el-pacto-global-para-la-migracion-un-signo-de-esperanza...

Shareamerica. La respuesta de Estados Unidos al Pacto Mundial sobre migración. 14 de diciembre 2018. Online en. https://share.america.gov/es/respuesta-de-estados-unidos-al-pacto-mundia...

United State Mission to United Nation. National Statement of the United State of America on the adoption of the Global Compact for Safe, Orderly and Regular Migration. December 7, 2018. Online en: https://usun.state.gov/remarks/8841

La Vanguardia. El acuerdo migratorio de la ONU siembra división en la Unión Europea. 30 de diciembre 2018. Online en: https://www.lavanguardia.com/internacional/20181230/453816593825/pacto-g...

13 de mayo de 2019

REDAC

https://activistasciudadanos.org.ve/activismo/inquietudes-y-reflexiones-...

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Paula Molina

Francis Fukuyama se hizo famoso tras la publicación de su obra "El fin de la historia", hace tres décadas.

Se convirtió en una especie de celebridad académica cuando anunció, hace ya 30 años, "El fin de la historia", como la idea de que el mundo había encontrado su forma más razonable de organización social: la democracia liberal acompañada del libre mercado.

Pero los tiempos han cambiado. Hoy, Fukuyama ve con preocupación el avance de la ultra derecha, el nacionalismo y los populismos, y aborda esos temas en su más reciente libro: "Identidad: La demanda por dignidad y las políticas del resentimiento".

En esta conversación con BBC Mundo en Chile, el académico explica cómo líderes autoritarios o que se describen como apolíticos se han conectado con las clases trabajadoras mejor que los movimientos de izquierda, y por qué ciertos grupos tradicionalmente dominantes, como hombres blancos en Estados Unidos, hoy reivindican una condición de "víctimas".

-"El fin de la historia" planteaba que la democracia liberal, acompañada del libre mercado, era la única opción política razonable y se le consideró un fuerte defensor de ellos. ¿Cómo cambió su perspectiva política en los últimos años?

"Bueno, sigo siendo un defensor de la democracia liberal y me gustan los mercados libres, pero creo que, en muchos sentidos, me he movido hacia la izquierda por un par de razones bastante buenas. Creo que en la década del 2000 las dos grandes catástrofes fueron primero la invasión estadounidense de Irak y luego la crisis financiera, y ambas fueron el subproducto de ideas conservadoras que fueron llevadas al extremo y condujeron a resultados muy malos. Y eso requería un replanteamiento…".

“También creo que la globalización en general ha tenido mucho éxito en muchos aspectos, en términos de reducir la pobreza en muchas partes del mundo, pero también ha producido un mayor nivel de desigualdad en muchos países, incluso en los Estados Unidos. Eso requiere un remedio. Y creo que eso es probablemente lo ofrece mejor hoy la izquierda que la derecha".

Pero si Fukuyama, en sus propias palabras, se ha movido hacia la izquierda, no ha pasado lo mismo con amplios grupos de votantes en Estados Unidos, como prueba la elección de un empresario como Donald Trump en Estados Unidos, o el avance electoral en Europa de figuras que apuestan por el nacionalismo y en contra del socialismo y la socialdemocracia.

El académico explica a través de distintos factores:

"Uno de ellos fue que la izquierda comenzó a definir la desigualdad de manera diferente. En el siglo XX, la desigualdad fue vista como la victimización de un amplio grupo de personas, el proletariado o la clase trabajadora. Pero con el tiempo, la izquierda comenzó a centrarse en grupos específicos que enfrentan formas específicas de injusticia: minorías raciales, minorías étnicas, mujeres, personas LGBT. Creo que en el proceso, empezaron a perder el contacto con la gente común de clase trabajadora".

"Por eso creo que después de la crisis financiera de 2008, cuando debería haber aumentado el apoyo a los populismos de izquierda, lo que se obtuvo en cambio fue populismos de derecha cuya narrativa explicaba mejor la situación económica de las personas de clase media, diciendo, por ejemplo, que la élite, permitiendo altos niveles de inmigración, conspiraba para quitarles sus trabajos".

-Usted vincula este fenómeno al sentido de identidad: plantea que las personas quieren y necesitan ser vistas, primero, como iguales, pero que esa misma necesidad puede convertirse en un deseo por ser percibidas como superiores. ¿Cómo se da ese proceso?

"Creo que es una especie de tendencia natural. Todos queremos ser reconocidos como iguales y nos enojamos mucho si se nos considera inferiores a otros. Pero eso pronto se traduce en una demanda para ser reconocido como especial o incluso mejor. Creo que eso es lo que ha pasado, por ejemplo, con muchas personas blancas en Estados Unidos que han estado escuchando las historias de victimización de afroamericanos, de mujeres, de gays y lesbianas.

"Y en cierto punto dicen: "y qué hay de nosotros. A todas estas personas se les está dando algún privilegio. Las elites las están poniendo delante de nosotros. Pero a nosotros tampoco nos está yendo tan bien. Nosotros también somos víctimas". Pero ellos son miembros de la comunidad racial dominante. Y por lo tanto, su reclamo a presentarse como víctimas es mucho menos poderoso moralmente que el de los grupos minoritarios".

Fukuyama cree que la migración, que considera una contribución a la economía de los países, es uno de los factores que agrega tensión a esta ecuación. Propone el ejemplo del "Brexit" en el Reino Unido.

"La raza, o la etnia de la inmigración no es lo más importante: es su integración... Creo que es importante que los gobiernos controlen los niveles de inmigración, porque, aunque es beneficiosa, si pasa con demasiada rapidez las personas se desorientan y eso genera una reacción política. Eso pasó en el Reino Unido con el Brexit: tanta gente se trasladó al Reino Unido en un período tan corto de tiempo, que un montón de gente nacida allí sintió que perdía el control de su propio país".

-Usted también ha advertido que hoy ve una disminución en el apego a la democracia, algo que se puede percibir en la elección de líderes que no trepidan en presentarse como autoritarios, o totalmente apolíticos. ¿Qué riesgos ve allí?

"Es muy peligroso. No tienes un sistema democrático si la gente no cree en él. Creo que lo que ha ocurrido es que existe una gran decepción con la calidad del gobierno de muchas democracias, particularmente en relación al tema de la corrupción, porque a veces la democracia es la cura para la corrupción, pero a veces también es la fuente de la corrupción.

"Los líderes democráticos necesitan ser elegidos y a veces la forma más fácil de ser electo es sobornar a los votantes dándoles cosas, o dar puestos o nombramientos a sus aliados políticos, y por lo tanto, una gran cantidad de democracias no son capaces de otorgar un servicio público de manera efectiva. Así comenzaron las cosas en Brasil: fue una protesta por los buses y las tarifas de los buses, y por la corrupción en los servicios de San Paulo.

De ahí emergió un movimiento político para acabar con la corrupción que luego se vio envuelto en una lucha entre la izquierda y la derecha en Brasil. Eso fue lo que llevó a (Jair) Bolsonaro al poder: la percepción de que toda la élite política en Brasil era altamente corrupta".

-Hoy hay una tendencia a despreciar a las élites, ya sea por las que se beneficiaron de la globalización mientras otras personas no tenían las herramientas para hacerlo, o porque se tiende a plantear a las élites políticas como corruptas. ¿Cómo se equilibra esa situación?

"Es peligroso porque cualquier sociedad necesita de élites, o de personas con la educación y las habilidades para hacer que la sociedad funcione. Y muchas veces ese desprecio no le sienta bien a una democracia. En primer lugar, las propias élites a veces cometen errores. A veces están aisladas de la opinión pública. A veces no entienden las consecuencias de las opciones que recomiendan.

"Esa fue una de las cosas que sucedió con el libre comercio. Porque casi todos los economistas dijeron que el libre comercio era bueno. Pero, de hecho, en determinados países estaba perjudicando a los trabajadores. Entonces anunciaron compensaciones. Pero la compensación nunca llegó. Y uno de sus efectos fue esta gran reacción contra la globalización y contra las élites que la impulsaron: la élite necesita estar conectada con la gente.

"Lo otro que pasa es que las personas hoy están mejor educadas y, debido al auge de internet, tienen acceso directo a la información, en formas que antes no existían. Al principio todos celebramos, porque significaba que la información era más accesible; pero también significaba que la desinformación era más accesible.

"Antes tenías editores, verificadores de datos y periodistas capacitados profesionalmente para examinar las historias antes de publicarlas. Ahora cualquier persona puede poner lo que quiera en Internet, sin verificarlo. Y eso se ha convertido en una especie de arma de guerra política que además retroalimenta la percepción de que no puedes creer en nada, que nada es realmente cierto. Y eso está socavando la base de conocimiento compartido necesaria para tener un sistema político democrático".

¿Qué es el fascismo y en qué se diferencia de la extrema derecha?

Cuando Fukuyama anunció el fin de la historia, en una conferencia en la Universidad de Chicago en 1989, su idea se describió como "brillante y escandalosa". Planteaba que, sobre los escombros de los totalitarismos de izquierda y derecha, sobre las caídas dictaduras sudamericanas y la agonizante Unión Soviética, la democracia liberal y el "libre mercado" se levantaban como única aspiración política razonable.

La historia terminaba, planteaba Fukuyama, y aunque no daría origen a un mundo perfecto, pues la democracia también tenía sus problemas, al menos no sufriría un colapso masivo como el del comunismo en el este europeo.

-¿Por qué cree que su idea de "el fin de la historia" impactó a tanta gente?

"Mucha de la reacción a ´el fin de la historia´ se basó en una interpretación errónea del sentido de la frase: no quería decir que las cosas dejarían de suceder de repente. En realidad hablaba de si existía una alternativa real a la democracia liberal como forma superior de organización social...

"Creo que el artículo correspondió a un gran cambio que estaba ocurriendo en la política mundial, porque se publicó pocos meses antes de la caída del muro de Berlín y de este gran avance de la democracia en el este europeo y los ex gobiernos comunistas que luego se expandió por Latinoamérica, África y Asia".

-Esos eran tiempos de esperanza en muchos lugares. ¿Cómo describiría esta época?

"Creo que es importante no ser excesivamente pesimista sobre lo que está sucediendo ahora. Hemos tenido un revés para la democracia. Varias democracias han avanzado en la dirección equivocada, pero sigue siendo la forma dominante de organización en el mundo, e incluso países autoritarios como la Rusia de (Vladimir) Putin todavía sienten que tienen que pasar por el ritual de las elecciones porque no tienen una forma alternativa de legitimidad que ofrecer para reemplazar a la democracia como forma de gobierno.

"Así que, en ese sentido, creo que la democracia sigue siendo una idea muy poderosa y sigue siendo la principal idea principal para organizarnos políticamente hoy en el mundo".

Chile, especial para BBC News Mundo

14 de mayo de 2019

BBC Bews

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-48252007

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Difícil entender el por qué algunos intentan bajarle el piso al ingeniero Guaidó, Presidente (e) de Venezuela, alegando que no cumplió su promesa de entrar la ayuda humanitaria por el Táchira y que tampoco logró que una masa crítica de oficiales desconociera a Maduro. Solo los timoratos esperan que no haya ningún riesgo para dar un paso. Las grandes civilizaciones surgieron porque emprendedores valientes desafiaron los peligros, fallaron algunas veces, pero insistieron hasta lograr lo que se propusieron. Todos los generales anuncian antes de una batalla que van a triunfar, por aquello de “quien no está dispuesto a vencer, está vencido”. La fortuna premia a los audaces, decía Virgilio. Por el contrario, los timoratos estorban y esperan que todas las condiciones estén controladas, para no correr ningún riesgo. Critican y tildan de fracaso cualquier acción que no tiene éxito inmediato.

Nuestra sociedad no se ha doblegado ante el totalitarismo. No hemos logrado derrotarlo, pero en cada enfrentamiento lo hemos debilitado. La abstención en la elección del 20 de mayo del año pasado y las manifestaciones con lamentable saldo de ciudadanos asesinados determinaron el rechazo y desconocimiento de Maduro por parte de los gobiernos democráticos del mundo.

El Presidente (e) Guaidó tenía que intentar que entrara la ayuda humanitaria, aún corriendo el riesgo de que los paramilitares de Bernal y de Iris Varela lo impidieran por la fuerza de las armas y que los militares permanecieran impasibles, salvo un grupo pequeño. ¿Cómo puede alguien decir que Guaidó quedó mal? ¡Quedó mal el régimen criminal y cobarde al que no le importa la salud de los venezolanos, ni disparar en contra de ciudadanos desarmados!

Algunos opinadores también critican a Guaidó por los hechos de La Carlota. ¿Acaso hizo algo diferente a lo que ha predicado sobre la necesidad de instar a los militares a respetar la Constitución, para lo cual, es condición imprescindible que desconozcan al usurpador Maduro? Ningún civil entró a la Base Aérea, sino que Guaidó, los diputados y ciudadanos que se presentaron en la puerta recibieron a varios oficiales y personal de tropa que se sumaron a la concentración. No hubo golpe de estado, aunque si se hubiese producido estaba plenamente justificado constitucionalmente. Es posible que varios oficiales no respondieran. Ello ha sucedido en otros casos, pero es muy poco probable que Padrino López estuviese comprometido. ¿Quién quedó mal? ¿Los militares que no atienden el llamado a defender la Constitución o los civiles que los instan a ser institucionalistas?

Otros especuladores afirman que la liberación de Leopoldo López ocasionó una reacción negativa que abortó el desconocimiento generalizado a Maduro y la aceptación de Guaidó como Presidente (e). Eso no tiene sentido. Lo de Leopoldo fue un duro golpe para el régimen. Aplaudimos su decisión de presentarse en La Carlota, la de sus custodios que lo permitieron y también su posterior entrada en la embajada de España para protegerse de un muy probable asesinato.

Hay quienes opinan de buena fe que hay que descartar cualquier relación con los rojos e inclusive que el Psuv no debe participar en una futura elección. Al respecto hay que ser realistas. El Psuv controla la mayoría de las gobernaciones y alcaldías y cuenta con un grupo de diputados. Además, controlan el TSJ, aunque sea espurio, y a casi todos los tribunales. Sus paramilitares pueden ser muchos o pocos, pero están armados y cuentan con el respaldo de un número indeterminado de oficiales de la Fuerza Armada. Es decir, no es un grupo al que se puede ignorar.

Sobre la aplicación del artículo 187-11 de la Constitución y nuestra reincorporación al Tratado Internacional de Asistencia Recíproca (TIAR), no pareciera que podemos aspirar mucho. El profesor Adolfo Salgueiro, destacado internacionalista, ha escrito artículos muy realistas y equilibrados sobre ese tema. Por otra parte, todo indica que nuestra Fuerza Armada no quiere correr el riesgo de otro enfrentamiento como el de Puerto Cabello, en un ambiente de mucho rechazo hacia los militares. Al no producirse el quiebre de quienes detentan las armas y ante la poco probable intervención internacional y la dificultad de una huelga general por las amenazas de saqueo y de expropiaciones, pareciera que la opción que queda es aceptar la realización de elecciones con estricta supervisión internacional, cambio del CNE, revisión del Registro Electoral, levantamiento de las inhabilitaciones y voto de venezolanos en el exterior.

Como (había) en botica:

Nuestra solidaridad con todos nuestros diputados, especialmente con los secuestrados Requesens, Caro y Zambrano, con los diez exiliados, cuatro protegidos en embajadas, siete perseguidos y con inmunidad allanada y tres desproclamados por el TSJ ilegítimo.

El Grupo 1BC ha pagado caro su defensa a la libertad de expresión. El totalitarismo les cerró RCTV, 92.9 FM y recientemente 750AM. Nuestra solidaridad con el Grupo y sus trabajadores.

Lamentamos los fallecimientos de Leopoldo Heredia y de Luis Mata Marín, compañeros de Gente del Petróleo de la Mesa de Guanipa.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Jesús Elorza G.

Muy contento despertó esa mañana el Usurpador. Caminaba sonriente, de un lado a otro del cuarto. Voy a infligirle una nueva derrota al imperialismo, expresaba en voz alta frente al espejo del baño.

-¿Qué te pasa? le dijo la primera combatiente. Tuviste otra pesadilla con Trump y su invasión militar.

No mi amolcitico, todo lo contrario. Al contrario, desde que cambiamos el viejo colchón por uno Sweet Dream, cada noche siento que me transformo en Martín Luther King y como él, tengo sueños sobre proyectos para impulsar nuestro proceso revolucionario. Como él, le digo al mundo “Ay jave e dream”

-Ah que bien, dime uno de esos sueños. Porque en realidad tú lo que haces es roncar y tener pesadillas con Guaidó.

No me amargues el día. Déjame explicarte mis “dreams”: Cuando la crisis económica no me dejaba en paz. Soñé que si combinaba ese problema con la falta de agua tendría una solución a mi favor…

-¿Cómo así, mi amol? Sorpréndeme.

Bueno, utilizando la falta de agua ordené ¡¡¡El cierre del Banco Central de Venezuela por más de tres semanas!!!...y nadie, ni siquiera la oposición, protestó por eso.

-¿Y en que nos favorece esa vaina?

Nada más y nada menos en que logramos sacar varias toneladas de oro sin que nadie se diera cuenta. Las montamos en un avión y las llevamos a sitios seguros en donde los gringos y sus aliados no podrán bloquearlas o retenerlas. Como ves mi amolcitico, te estoy asegurando que no pases trabajo cuando estemos en el retiro o en el exilio.

-¡Así, así, así es que se gobierna mi amol!, dijo excitada la primera combatiente… ¿Cuántos kilos fue que me dijiste?

Más de ocho mil.

-Ggggguuuuaaaaooo, ¿Solo para nosotros? Eso merece un brindis.

Durante los cuatro días que duro el apagón no dejaba de tener mis dreams y pude vislumbrar una política para golpear revolucionariamente al sector empresarial al reducir la jornada de trabajo de 8 am a 2 pm. Les di en la madre al reducirles sus ganancias, y si se ponían muy cómicos con sus protestas, les quitaba el servicio eléctrico por todo el día.

-Sigue soñando mi amol, que por esa vía tendremos revolución pa’ rato.

Cuando me dí cuenta del inicio de la Cuaresma a partir del Miércoles de Ceniza, tuve un dream para mejorar mis relaciones con el Vaticano. Mezclando la crisis de agua y luz, declare ¡¡¡No laborable esos cuarenta días!!! …caso único en la historia. El mundo entero quedó sorprendido con nuestra “Cuaresma Revolucionaria”

-Con esa política seguro te canonizan primero que a José Gregorio, expresó la primera combatiente ya con varias rondas de tragos encima.

Falta lo mejor mi amol, repasando en mis sueños mi pasantía como trabajador del Metro de Caracas, me recordé que todos los viernes inventábamos estar enfermos o con el sindicato armábamos un peo por quítame esta paja, para no trabajar ese día o salir más temprano. Me acorde también del camarada Jaua quien, todos los jueves, quemaba un carro en una de las entradas a la UCV con la finalidad supra revolucionaria de no tener clases los viernes.

Como la vaina funcionó, llamamos “Sábado Chiquito de los reposeros” a esa acción sindical de los días viernes.

-Aja, y como piensas aplicar ese dream en este momento.

Facilito mi amol, voy a decretar como medida revolucionaria contra la explotación capitalista del hombre por el hombre, ¡¡¡El Viernes como día No Laborable!!! para favorecer a la clase trabajadora.

-Coño mi amolcitico, Marx, Engels y Lenin quedaron en pañales frente a tú liderazgo revolucionario…vamos a meternos una pea para que sigas teniendo tus dreams esta noche.

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El desánimo es la peor actitud que puede tenerse para resolver un problema o una situación que nos acongoja. El desánimo es un pensamiento que destruye la esperanza y sin esperanza nos rendimos ante el mal, y eso es precisamente lo que quieren que hagamos quienes hoy nos desgobiernan y destruyen, paso a paso, nuestro futuro.

La actitud que se filtra en las redes sociales y se expresa en las calles está amenazada por ese sentimiento negativo que se basa en una interpretación errónea de lo que significó el 30 de abril. ¿Quién salió más perjudicado ese día, Maduro o Guaidó? ¿Fue acaso un triunfo del régimen no haber podido movilizar al pueblo en su defensa? ¿por qué entonces el vacío frente a Miraflores?

¿El hecho que no se pronunciara la totalidad del estamento militar elimina la realidad de que el principal organismo de seguridad del Estado liberara al supuestamente peor enemigo del régimen, Leopoldo López?. ¿Es acaso una muestra de fortaleza haber ordenado a las tanquetas de la GN arrollar a una población civil desarmada que protestaba pacíficamente? Esa imagen recorrió de manera viral en los medios de comunicación del planeta y tiñó de sangre el rostro del régimen.

¿Es acaso una derrota que luego de esos acontecimientos tengan que arremeter contra la AN, secuestrando literalmente a su primer vicepresidente, amenazando con hacer lo mismo con otros diputados, mandando a sus secuaces a poner pintas en las paredes de los dirigentes opositores en las que señalan que van por ellos? ¿Quién es el perdedor? ¿el pueblo enfurecido o más bien el régimen aterrorizado?

¿Acaso, después de los hechos, la comunidad internacional ha callado o está más activa? ¿La AN se rindió o más bien avanza con la decisión de reincorporar a Venezuela al TIAR? ¿Juan Guaidó se escondió o sigue dando la cara?

El error que algunos lamentablemente cometen, es creer que la victoria se logra en un solo episodio y no en la sucesión de varios y al no lograrse de un solo golpe el Día D, terminan por atrincherarse en el desánimo y contagiar al resto con la desesperanza de que esto nunca se resolverá.

Pero afortunadamente ese no es el sentimiento que prevalecerá en la mayoría de los venezolanos y principalmente en los que viven en el interior del país que perversamente el régimen castiga quitándole la energía eléctrica para dársela a Caracas y evitar que esta se incendie por aquello de que lo que no ocurra en la capital no tiene importancia.

Veremos si en el futuro próximo ocurrirá un cambio, en las palabras de nuestro glorioso himno nacional, y se proclame sigamos el ejemplo que el interior dio.

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Desde diciembre de 2015, fecha en que la oposición ganó la Asamblea Nacional (AN) por primera vez en 17 años de gobierno chavista en Venezuela, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en manos del oficialismo, ha emitido 97 sentencias en contra del poder legislativo venezolano.
El número no es un simple dato: es la expresión de la violación del estado de derecho, de la supremacía autoritaria de un Poder sobre otro, de la abolición velada de la democracia.

Estos 97 fallos anulatorios de la Asamblea Nacional (AN), y en muchos casos dirigidos directamente contra sus diputados, se traducen en la inhabilitación de un poder que fue electo de forma democrática y que desde su instalación no ha podido ejecutar sus actos jurídicos. Así, paulatinamente la AN se ha convertido en un Poder secuestrado por el Gobierno a cuyas órdenes se encuentra el sistema de justicia venezolano, conformado no sólo por el Poder Judicial, sino también por la Fiscalía, la policía, el sistema carcelario y la Defensa Pública.

Acceso a la Justicia, en su rol de observatorio venezolano de la justicia, ha contabilizado y organizado cronológicamente las 97 sentencias del TSJ en contra de la AN en un cuadro bajo los siguientes rubros: su fecha y número, su contenido, el órgano usurpador de su función, el tipo de derecho violado o afectado y el link a la explicación de la decisión del TSJ.

De las 97 decisiones que el TSJ ha dictado hasta el momento, la primera fue en diciembre de 2015, en el mismo mes de la elección de la AN, aun habiendo vacaciones judiciales. Mediante esta decisión, el TSJ en su Sala Electoral suspendió cautelarmente la elección de los diputados del estado Amazonas, quitándoles cuatro diputados a la AN (tres de oposición), lo que hasta ahora ha mantenido (más de tres años después) y dio lugar posteriormente a su tesis del desacato de la AN, que es lo que ha impedido a este órgano que sus decisiones tengan fuerza jurídica desde su misma elección.

Entre diciembre de 2015 y 2016 el TSJ dictó 38 sentencias en contra de la AN, porque esta siguió sesionando y emitiendo actos jurídicos, incluso varias leyes, a pesar del golpe de la sentencia de 2015, e incluso, trató de cumplir con lo establecido por ella, pero el TSJ nunca se dio por satisfecho en ese aspecto.

A año siguiente (2017), el TSJ dictó 33 sentencias contra la AN, desconociendo acto por acto emanado del Parlamento. En 2018 el TSJ dictó 12 sentencias. Fueron menos que en el año anterior porque al instalarse la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en agosto de 2017, esta tomó en buena medida el rol del TSJ. Además, al haberse verificado una rebelión popular y apegarse a los artículos 333 y 350, la propia AN, al persistir su desconocimiento por el TSJ, no dictó tantos actos jurídicos como el año anterior.

En el año en curso, el TSJ ya ha dictado para principios de mayo 14 sentencias en contra de la AN, desconociendo además al presidente encargado de la República, Juan Guaidó, y todos sus actos jurídicos.

En el material organizado por Acceso a la Justicia, que puede ser consultado por cualquier ciudadano en este enlace, se pueden encontrar por ejemplo las sentencias 155 y 156, que en su momento causaron escándalo internacional, las cuales desconocieron la inmunidad parlamentaria y disolvieron a la AN como Poder.
Aunque estas sentencias fueron revocadas poco después, se mantuvo la usurpación de funciones de la AN. Acceso a la Justicia explicó en su momentoque en realidad estas “aclaratorias” eran un maquillaje: la Asamblea ha seguido intervenida y disminuida. Es prueba de ello que, por ejemplo, en esa oportunidad no le devolvieron su potestad constitucional y legal de aprobar la constitución de empresas mixtas en materia de hidrocarburos, lo que en efecto ha venido haciendo el Ejecutivo Nacional desde entonces con la consecuencia, entre otros, de venderle acciones de PDVSA a empresas rusas.
En ese cuadro también se encuentran las últimas sentencias contra los diputados de la AN.
¿Y a ti venezolano, cómo te afecta?

Con la aniquilación de la AN por parte del TSJ queda anulada la soberanía popular y el derecho al voto en Venezuela, que son elementos clave para la existencia de una verdadera democracia. Además, al actuar según los deseos y órdenes del Ejecutivo Nacional, el Poder Judicial pierde su razón de ser, ya que no puede fungir como un árbitro imparcial en un conflicto ni puede controlar al poder, que son sus funciones fundamentales, y no legalizar o amparar lo que se hace desde el poder del Estado contra el ciudadano, como lo ha hecho el TSJ, sobre todo, desde diciembre de 2015.

Lo más grave es que sin democracia y sin un Poder Judicial independiente, los venezolanos no tenemos la posibilidad real de exigir el cumplimiento efectivo de nuestros derechos y, por ello, frente a la ineficiencia actual del Gobierno e incluso el abandono por su parte de la función pública, las autoridades no responden ni resuelven; es más, sólo nos amedrentan y con el aval del sistema de justicia.

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