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El valor de un Premio Nobel de la Paz

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Editorial

El Premio Nobel de la Paz nunca ha sido un adorno. A lo largo de más de un siglo, ha distinguido a quienes, aun desde la vulnerabilidad o la adversidad, han defendido la dignidad humana por encima del poder. Nombres como Martin Luther King Jr., Nelson Mandela o Liu Xiaobo recuerdan que la fuerza moral puede abrirse paso incluso frente a sistemas diseñados para silenciarla.

En nuestra región, Óscar Arias y Juan Manuel Santos recibieron el Nobel por abrir rutas de diálogo en medio del conflicto, demostrando que la paz no es pasividad, sino una decisión política y ética. Sus reconocimientos evidenciaron que incluso en sociedades atravesadas por la polarización es posible apostar por la negociación, la reconciliación y la reconstrucción institucional.

Cuando este galardón recae en quienes enfrentan circunstancias adversas, su significado se amplifica: se convierte en un respaldo moral internacional y en la afirmación de que la vía cívica —serena, firme y no violenta— sigue siendo la más digna y eficaz para transformar realidades.

Portar un Nobel de la Paz implica un compromiso: defender la verdad, resistir sin odio y anteponer el bien común a cualquier interés particular. Para los países que viven en la incertidumbre, ese mensaje recuerda que la dignidad puede ser reprimida, pero no borrada; y que la paz auténtica comienza siempre con la valentía ética de quienes se niegan a renunciar a ella.

https://www.analitica.com/el-editorial/el-valor-de-un-premio-nobel-de-la-paz/