Entrampado en su retórica de guerra
Humberto García Larralde
El fascismo sólo entiende la lucha política como una guerra. En su ideario no tiene cabida la búsqueda de consensos para aprobar políticas por medio de la negociación. Sus adversarios no son tales sino enemigos, contra quienes se exacerban las pasiones para asegurar su derrota en cualquier contienda, sea política, social o de calle.