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Opinión

«Todo en exceso es malo». Esta expresión tan usada en el mundo del deporte o la nutrición parece que puede aplicarse también al ámbito de la seguridad ciudadana. Al menos esta es la conclusión a la que llegó Acceso a la Justicia al revisar la evolución de los cuerpos policiales venezolanos desde el año 2000 hasta 2018 y el impacto que han tenido en el control de la criminalidad.

En el informe titulado Visión panorámica del sistema policial en Venezuela (2000-2018), que la organización elaboró a lo largo de 2019, se concluyó que si los índices delictivos, en particular el número de homicidios, no se ha reducido sensiblemente en el país durante el período bajo estudio no es por falta de policías sino por la ausencia de unos bien formados, capacitados y dotados para cumplir su función.

En la investigación se afirma que Venezuela padece desde 2006 de «hipertrofia policial», es decir, el país cuenta con muchos más uniformados de los necesarios, pero ellos no son capaces de cumplir de manera eficiente su labor.

En el documento, de noventa páginas de extensión, se lee lo siguiente:

«Así, se pasó de un total de 114.463 funcionarios policiales en 2006 a más de 175.000 para inicios de 2017. Esto significa que el pie de fuerza policial ha tenido un crecimiento aproximado de 53% en ese lapso, incrementándose la tasa de encuadramiento policial 128 puntos más, para llegar a 557 policías por cien mil habitantes, 207 puntos por encima del estándar internacional»,

Debe aclararse que este dato aparece hasta 2017 porque ha sido imposible conseguir cifras oficiales para 2018. De hecho, en el informe se destaca la opacidad de la información pública y la dificultad de acceder a ella.

Sin embargo, el aumento en el número de agentes policiales no se ha traducido en una reducción significativa de los índices delictivos ni en una mejora en la percepción de la seguridad por parte de la ciudadanía. Así, en el reporte se recordó que en 2016 Venezuela alcanzó una tasa de homicidios de 70,1 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a las cifras suministradas por el Ministerio Público en 2017. Estos datos ubicaron al país como el segundo más peligroso del mundo.

En la investigación se toma nota de la disminución en el número de homicidios registrada en los últimos años, pero se advierte que la misma es «coyuntural» y que «no afecta la tendencia general».

Lo que debió ser y no fue

En el reporte se hace especial mención a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), organismo creado por la Constitución de 1999 y cuyo diseño fue uno de los principales logros de la Comisión para la Reforma Policial (Conarepol), que el Gobierno del fallecido Hugo Chávez puso en marcha en 2006, tras escándalos como el ajusticiamiento de un grupo de estudiantes universitarios en el barrio Kennedy de Caracas o el secuestro y posterior asesinato de los hermanos Faddoul a manos de agentes policiales.

«El caso de la PNB es emblemático, en apenas seis años (2009-2015) alcanzó un número aproximado de 14.739 funcionarios», dice el informe, en el cual, sin embargo, se denuncia que:

«para llegar a esas cifras no se cumplen con estándares mínimos de selección, ni capacitación, y posteriormente se hace cuesta arriba llevar una supervisión y control eficiente de esos miles de jóvenes armados, que son sacados a la calle después de un tiempo de formación que resulta insuficiente».

Lo anterior explicaría por qué tantos integrantes de la PNB aparecen mencionados en crímenes.

Sin fondos

Acceso a la Justicia en su informe también indagó sobre los recursos con los que cuentan los cuerpos de seguridad para hacer su trabajo y halló que los mismos han venido reduciéndose indeteniblemente desde 2013.

Además, en los últimos años, entre 90% y 97% de los fondos otorgados para organismos como el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) o la PNB se destinan al pago de nóminas, con lo cual hay muy poco margen presupuestario para mantenimiento de patrullas, dotación de uniformes, entrenamiento, armamento, entre otros muchos elementos fundamentales para que estas instituciones cumplan con sus funciones cabalmente. El estudio elaborado por un equipo de expertos en la materia puede ser consultado en su versión completa, haciendo clic aquí.

¿Y a ti venezolano, cómo te afecta?

La inseguridad es una de las principales preocupaciones de los venezolanos y una de las razones por la que millones han dejado el país en los últimos cinco años. Solo en 2019 la violencia criminal se cobró más de 16 mil vidas, de acuerdo al Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). Todo esto a pesar de que en el país hoy hay más policías que a principios de siglo.

La ausencia de cuerpos policiales con miembros bien formados, entrenados y dotados con los medios técnicos necesarios explica por qué la criminalidad sigue campeando en el país, poniendo en riesgo la vida y las propiedades de millones de personas, y limitando las posibilidades de desarrollo, por cuanto la delincuencia, entre otros aspectos, ahuyenta potenciales inversores extranjeros.

Enlace a la Nota:

https://www.accesoalajusticia.org/la-policia-es-mas-que-su-uniforme-el-caso-venezolano/

Enlace al Informe:

https://www.accesoalajusticia.org/wp-content/uploads/2020/05/Informe-sobre-desempeño-sistema-policial-venezolano-2000-2018-1.pdf

Enlace al Resumen Ejecutivo

https://www.accesoalajusticia.org/wp-content/uploads/2020/05/Resumen-ejecutivo-del-informe-sobre-policías-2000-2008.pdf

 4 min


​José E. Rodríguez Rojas

En líneas generales los países de Europa y Asia están reiniciando sus actividades laborales. En América Latina, Colombia y México han dado pasos en este sentido. En nuestro país Conindustria y Consecomercio han planteado la necesidad de actuar en esta misma línea. Sin embargo el gobierno decidió prolongar la cuarentena, en lo cual parece haber influido la crisis de combustible y probablemente la poca confianza del régimen en sus cifras de contagio, que le hace prever que la pandemia se complicará. Los economistas han sido particularmente críticos con esta decisión la cual condena a los ciudadanos y a las empresas al colapso.

Los países en Europa y Asia están reiniciando sus actividades laborales. Las implicaciones de la cuarentena sobre el desempleo han obligado a estos países a tomar esta decisión a pesar de que las cifras de contagios siguen siendo elevadas. El reinicio de actividades viene acompañado de la continuación de las llamadas medidas de bioseguridad: uso obligatorio de las mascarillas, lavado o desinfección de manos y el distanciamiento social.

En América Latina varios países han dado pasos en el mismo sentido. El gobierno de México anunció que reiniciarán actividades en algunas áreas, entre las cuales destaca la producción de partes de vehículos, que forma parte de una cadena integrada a la producción de vehículos en los Estados Unidos. Colombia también ha comenzado a reiniciar las actividades en la industria manufacturera y en la construcción. En estos últimos países la cuarentena ha hecho estragos en la economía informal incrementando el desempleo y la pobreza, lo cual es un acicate adicional para la flexibilización de la cuarentena debido al elevado peso de la economía informal en sus economías.

En Venezuela la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria) ha exhortado al gobierno para que, de forma progresiva, inicie el proceso de restitución de la actividad empresarial en el país. El organismo señalo que el “estado de alarma” decretado en el mes de marzo ha acelerado el deterioro que ya venía presentando el sector manufacturero. Señala también que entre los efectos de la cuarentena destaca la paralización casi total de la industria, con la consiguiente pérdida de miles de empleos agravando la situación de hambre y necesidad por la que atraviesa un elevado porcentaje de la población venezolana. En abril el presidente de Consecomercio propuso levantar el confinamiento de forma gradual para que el resto de los sectores económicos se incorporen de manera progresiva.

Los planteamientos de los industriales y comerciantes parecen haber tenido repercusión en el gobierno. El ministro Tareck El Aissami anunció que el gobierno planeaba flexibilizar la cuarentena en algunos sectores considerados no esenciales, lo cual parecía indicar que Venezuela avanzaría en la misma línea de Colombia y México. La posición del ministro chocaba con las de otros relevantes miembros del tren gubernamental quienes habían manifestado que si la cuarentena se levantaba podía haber un repunte de los contagiados por el virus, echando por tierra los esfuerzos que el gobierno había hecho para controlar la pandemia. Al final el gobierno optó por prolongar la cuarentena por 30 días más.

La decisión del gobierno no luce coherente con las bajas cifras de contagio que el mismo gobierno presenta. Así lo afirma el diputado y economista José Guerra quien planteó que la medida no tiene que ver con el coronavirus pues las cifras de contagiados dadas por el gobierno son muy bajas. Señaló además, que la decisión de prolongar la cuarentena tiene que ver con la crisis de combustible, pues la economía se encuentra paralizada por la restricción impuesta por ésta.

Una razón adicional que debe ser considerada, además de la señalada por Guerra, es la poca confianza que el gobierno tiene en sus cifras de contagiados. El régimen parece estar consciente que las cifras de contagio son superiores y que el problema puede agravarse, como lo ha indicado la Academia de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales. La Academia ha señalado que en las cifras oficiales hay un subregistro que oscila entre 63 y 95% y que las cifras de contagiados se elevarán en las próximas semanas.

Los economistas han sido particularmente críticos con la decisión de alargar la cuarentena, por sus implicaciones sobre las empresas. Asdrubal Oliveros de Ecoanalítica señaló que “esto es tan grave como la pandemia”. Señaló Oliveros adicionalmente que “mantener paralizada la economía en medio de la peor depresión económica de nuestra historia y sin un Estado capaz de ofrecer algún estimulo, condena a los ciudadanos y a las empresas al colapso. La cuarentena debe empezar a levantarse”.

Profesor UCV

 3 min


Víctor Rago A.

Las autoridades universitarias y algunos profesores parecen estar especialmente preocupados por el cumplimiento de la actividad académica en las condiciones impuestas por la cuarentena. Se preguntan constantemente qué forma podría adoptar, sobre todo en el aspecto docente, y qué habría que hacer para impartir clases, ya sea con el propósito de reanudar los períodos lectivos inconclusos, ya para terminarlos si solo les faltaba la evaluación final o poco menos e incluso para iniciar nuevos semestres. Y lo que preocupa a las autoridades también se lo plantean al conjunto de los profesores, al menos allí donde se han creado grupos a través de las redes sociales que permiten cierto grado de comunicación.

Como parece lógico suponer, lo que pueda hacerse, sea lo que fuere, debe tener una calidad académica equivalente a lo que se hacía antes de la suspensión de actividades. Así que responder a aquella pregunta requiere como paso previo verificar la disponibilidad de medios para la eventual implementación de la opción sucedánea, es decir, la telemática. Es bueno recordar que las modalidades de enseñanza presencial y a distancia tienen sus propias lógicas y estándares de desempeño, por lo que no se trata de reducir la segunda a los parámetros de la primera. Por calidad equivalente entiendo que los resultados formativos alcanzados a través de una u otra de tales modalidades deben ser comparables y no diferir significativamente.

Un rápido vistazo a los recursos tecnológicos y las condiciones de trabajo hogareño permiten concluir que no aseguran la equivalencia a que me refiero, independientemente de cuál haya sido el nivel de calidad del régimen presencial (podemos presumirlo bastante alejado del ideal pedagógico y en galopante disminución a lo largo de los últimos años por causas consabidas). La pésima conectividad a la red, los constantes cortes de electricidad, el penoso estado de los servicios básicos, la depauperación salarial, las cortapisas de la cuarentena y el impacto anímico de la crisis nacional (agudizado a ritmo creciente por la incertidumbre y las sombrías expectativas del porvenir que transmiten los anuncios deliberadamente fragmentarios del gobierno nacional), todos ellos son factores que obligan a examinar con detenimiento el propósito de desarrollar una actividad académica alterna digna de tal nombre. Subrayo, por cierto, que con excepción de la cuarentena los factores mencionados condicionaban ya la existencia concreta de los profesores universitarios antes de la eclosión de la pandemia, que actúa como un empeorador eficaz.

¿No puede, entonces, hacerse nada en absoluto? ¿Habrá que resignarse a la inactividad hasta que en algún indefinido momento del futuro la situación recobre la normalidad (a adquiera una nueva)? ¿O será por el contrario posible cumplir una actividad académica con garantía suficiente de calidad aun en condiciones de indigencia material e inestabilidad subjetiva como las actuales? Proponérsela a todo trance representa un voluntarismo ingenuo, tal vez estimulado por cierto sentimiento de culpa que nos conduce a recriminarnos (manía de autoflagelación frecuente en el medio académico) no estar haciendo lo suficiente por los alumnos, la institución, la sociedad...

Claro está, siempre resultará conveniente mantener la comunicación con los estudiantes de los cursos a nuestro cargo y con aquellos otros con los que tengamos algún vínculo institucional o personal. Será útil, pues, cultivar un contacto que sin perder de vista las circunstancias extraordinarias en que tiene lugar sirva para restablecer en alguna medida la relación docente abruptamente quebrantada. Se tratará por fuerza de una comunicación limitada y parcial a causa de los factores citados, pero que podría permitir a una escala variable según los casos tratar asuntos relativos a las asignaturas y otros aspectos del desenvolvimiento académico.

¿Cabría, no obstante, aspirar a algo de mayor alcance? Recientemente, en una rara demostración de sentido de la realidad y de repentino discernimiento de sus incumbencias, el Consejo Universitario aprobó (sesión del 29 de abril) una importante propuesta formulada por los consejos académicos del Sistema de Educación a Distancia (SEDUCV) y del Sistema de Actualización del Profesorado (SADPRO). Se trata de un conjunto de consideraciones y de recomendaciones, derivadas de una política institucional de alcance general -debida más a los esfuerzos emprendidos en aquellos espacios técnicos que al imperceptible impulso de la alta dirección universitaria- para encuadrar y prestarle fundamento a “la compleja tarea de concretar salidas que movilicen desde el ámbito de la EaD [educación a distancia] actividades académicas...” en las condiciones presentes (la cita extraída del documento que los promotores consignaron ante el Consejo Universitario). Esta propuesta ofrece en mi opinión la importante ventaja de acotar un campo razonablemente claro en contraste con las vagas exhortaciones de las autoridades, alusivas a una especie de imperativo pedagógico algo incorpóreo y por lo mismo librado a la interpretación del altruismo docentista.

Si bien el objetivo estratégico de SEDUCV y SADPRO es el desarrollo de la educación a distancia para hacer de la UCV una institución «bimodal», las recomendaciones que contextualizan ese objetivo son meridianamente claras con relación a las posibilidades efectivamente existentes en las circunstancias del momento: por una parte, evaluación de la dotación tecnológica y las capacidades humanas en cada espacio académico y conciencia de la especificidad de cada uno, de lo cual dependerá la oferta de actividades posibles, y por la otra consenso de los participantes para evitar la vulneración de derechos, sobre todo en el caso de los alumnos.

Nada de esto desde luego puede tener carácter obligatorio y no supondría más beneficio que el inmediato obtenido de su realización. Como es previsible, no todos los alumnos podrán participar en la misma proporción e incluso algunos se verán privados de la oportunidad de estas interacciones sustitutivas, así como habrá también profesores que no estarán en condiciones de proponerlas. De allí que cuanto se emprenda no podría constituir requisito para la futura actividad académica «normalizada» ni tendría efectos administrativos, a no ser que algún espacio académico particular cuente con las condiciones óptimas, lo que en la contingencia en curso representaría una excepción no generalizable.

Fuera de lo apuntado – y destaco que dadas las circunstancias no es poca cosa- otro aspecto merecedor de atención se relaciona con la amplia y sistemática oferta de actividades de «alfabetización digital» impulsada desde SADPRO-SEDUCE. La respuesta que ha encontrado en el profesorado de la UCV (e incluso en el de otras universidades) pese a los múltiples obstáculos es un indicio inequívoco del interés extendido en el cuerpo académico por adquirir conocimientos y destrezas informáticas destinadas a ensanchar el horizonte didáctico. Tan necesario como atender a los alumnos resulta este estado de necesidad de un sector nada desdeñable del profesorado. La ratio institucional tendría que repartir su obligación gestora a partes iguales entre aquello y esto para que la iniciativa profesoral individual encontrara conveniente acomodo en su sintonía con ella.

Por último, hay otra tarea insoslayable planteada por la situación que el país confronta en esta hora problemática. Como miembros de una comunidad intelectual que se define por su propósito cognoscitivo y su vocación deliberativa, difícilmente podríamos encontrar justificación para eludir la obligación de reflexionar sobre el estado del país y la universidad, analizar las causas que lo han producido y debatir acerca de perspectivas y eventuales soluciones a cuyo diseño y ejecución tenemos que contribuir activamente. Tales cuestiones son también susceptibles de tratarse con los estudiantes en la forma limitada ya descrita, pero comprometen sobre todo la responsabilidad profesoral y deberían por lo tanto configurar una agenda concreta que otorgara sentido y dimensiones más o menos definidas a las preocupaciones de autoridades y sectores sensibilizados de la planta académica.

Cómo mantener el metabolismo basal de la universidad en una cuarentena de duración indeterminable (desde el ejecutivo nacional no dejan de reiterarlo aviesamente) ha de formar parte del interés de las autoridades. Pero sin monopolizarlo puesto que hay otros asuntos relevantes que también deberían merecer los desvelos del equipo rectoral y los decanos. Por ejemplo, ejercitarse aunque sea un poco en la prefiguración de las modalidades de inserción de la institución en el país sobreviviente de la cuarentena o durante las fases de su mitigación gradual. Semejante ejercicio, no es una veleidad futurológica, tampoco una distracción para sobrellevar el enclaustramiento, sino algo que guarda estrecha relación con la cada vez más necesaria y siempre postergada reflexión sobre la propia universidad.

¿Que las calamidades nacionales y su repercusión sobre la universidad hacen inoportuno el autoexamen y el debate sobre la naturaleza de la institución y su sentido real en el mundo contemporáneo? ¡Todo lo contrario! La oportunidad se insinúa propicia cuando con toda evidencia aquel proceso ha resultado impracticable en los largos y soñolientos períodos de «normalidad» institucional. Sin embargo, no parece haber agenda alguna que recoja estos temas. Las autoridades no están formulando proposiciones constructivas. Ni siquiera están al menos reconociendo la dificultad de hacerlo dada la complejidad de los asuntos en juego. Tampoco están estimulando su discusión en los diferentes espacios universitarios en los que el profesorado y otros sectores de la comunidad ucevista pudieran practicar sus habilidades analíticas y contribuir así a la búsqueda de salidas que como mínimo pudieran contraponerse a la improvisación, la ineptitud y la duplicidad gubernamental, dispuesta por lo visto a prolongar el confinamiento sanitario mediante su transmutación en cuarentena política.

En lugar de atarearse obsesiva y convencionalmente por la continuidad de las rutinas institucionales (un reflejo más de la simulación de «normalidad» de que en el pasado han dado muestras), las autoridades tendrían que asumir su papel de actores fundamentales -cualidad, ay, inherente a los cargos directivos- y contribuir a gestar una atmósfera acogedora para la movilización de las energías intelectuales de la institución. Por su parte los sectores más activos, comprometidos y conscientes del profesorado también deberían hacerlo, como iniciativa no necesitada de más aliento que el que le infunde la propia convicción. Sería sin duda una demostración de integridad y entereza en el seno de una institución que ofrece –con respetables pero escasas salvedades- cada vez menos signos de vitalidad.

Mayo 2020

 7 min


El conflicto abierto al cual apuesta el régimen de Maduro desde el 2017, su llamado permanente a la lucha armada, a la preminencia del Ministerio de la Defensa y la casi completa militarización del espacio social venezolano, hablan inequívocamente de la gran debilidad y soledad que acusa el régimen soportado por el cubanismo y de espaldas a las demandas prescritas y pospuestas de los venezolanos, que mantiene a la mayoría de los venezolanos en estado de Calamidad Político Social. Toda esta realidad crea un ambiente de la explosión social. El grueso de los venezolanos de las clases C, D, E y F son menos que grupos marginales que luchan por subsistir, pero aun así son conscientes y verifican la inmensa debilidad de quienes siendo gobierno no han sido capaces de responder como tal, pero si como un Estado Cuartel. Estado Cuartel en contra de la ciudadanía.

El gobierno ordena ejercicios armados, organiza toma policial en los barrios, controla avenidas y carreteras, impone cadenas de radio y televisión, ahoga con propaganda el espacio radiofónico y televisivo para promover acciones armadas contra otros Estados, pero no hace ni sabe Política. La política le es extraña, por cuanto ella demanda de ciencia, tolerancia, perseverancia, ética y realismo socio-político. Un gobierno debe ser político, en consecuencia, emplear su burocracia estatal, pero este gobierno se diluye en maniobras armadas, anuncios fraudulentos y fintas de imaginarias acciones desmentidas ya por el venezolano sufrido, harto y a punto… de la Explosión Social responsabilidad del régimen militarista.

El régimen y su acólitos muestran una marcada tendencia al empleo de la violencia para disimular el Resquebrajamiento, que sigue y crece como reacción de un organización cerrada, piramidal, donde se privilegia al delator, al caporal, y al comisario político. Pero aun así, la violencia y abuso que afecta a lo interno del cuerpo armado, muestra la descomposición interna y refiere la falta de mando y comando, enorme inoperatividad por culpa de de quienes a cada momento son llamados y proclaman una operación armada, lo que muestran su gran debilidad militar. El régimen ignorante y quienes le están cercanos a la toma de decisión, desconocen que si no hay logística es imposible la táctica y la estrategia, que son las que hacen posible la guerra.

La guerra o violencia a la cual está atado el régimen muestra su brutal debilidad e incapacidad para accionar políticamente, no obstante logra imponer mensajes pero nunca acciones y, por incapaz, se olvida que la guerra es ciencia y requiere de política y estrategia, en consecuencia, obligatoriamente de un Poder político y un mando militar que sepa de táctica. Este régimen grotesco y farsante carece de ambos. La guerra, combate o confrontación bélica, demanda d una gran moral y don de mando, y todo que se ha negociado está ausente en su formación y accionar habida cuenta que ellos son una revolución. Revolución como Estado excepcional de defensa que vive un conflicto abierto y sin sentido estratégico para la nación venezolana.

La debilidad del régimen es harto notable, es equivalente a su permanente provocación a la guerra, que no puede ejecutar por cuanto está cercado internacionalmente… además que otea una explosión social, porque la sociedad en su mayoría le es adversa y desprecia el Estado Cuartel. Ese Estado Cuartel que está enjuiciado por ser parte de carteles de la droga. El régimen está cercado por el mundo, es despreciado por la mayoría de los venezolanos, su condición político internacional es de inmensa debilidad, en consecuencia, su morisqueta hacia la guerra y por la guerra constituye -desde ya- un descalabro cercano a la locura.

La política como ciencia del poder y la estrategia como norma de la guerra se impondrá como arte para gobernar, el Estado Cuartel de Maduro sucumbirá ante la sociedad democrática. Sociedad democrática que es la base y razón central de quienes juran como gobierno y la revolución se distancia por su ideología e incapacidades para de pronto asumir por ignaros: que pueden llamar a la violencia y mucho menos a la guerra. La guerra como choque natural o violencia, para obligar a un enemigo no ocurrirá en Venezuela. La sociedad venezolana democrática tiene claro que este régimen bufón está de salida, por incapaz y retrogrado pero además, por cobarde y corrupto que ha conseguido compañeros de camino torpes e irresponsables, que todavía no comprenden que la guerra es del Estado. Venezuela aspira un Estado de orden y de paz en el siglo XXI y jamás los amagos de GUERRA de unos ilusos revolucionaros incapaces y corruptos.

Director CSB-CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 12 de mayo de 2020

 3 min


A principio de este año la Red Agroalimentaria de Venezuela, como parte de su proyecto de seguimiento de la situación de la agricultura y la alimentación en nuestro país, decidió iniciar un conjunto de actividades entre las cuales incluyó un estudio preliminar, concluido en abril 2020, que tituló “Capacidades para la innovación tecnológica agroalimentaria en la Venezuela de hoy”.

Dicho estudio contó, como todo lo que se intenta averiguar en este momento que vivimos, con la casi absoluta carencia de fuentes públicas de información confiables, lo que obligó a la consulta de algunas individualidades en la búsqueda de visiones que permitieran la construcción de una imagen lo más próxima posible a la realidad.

A continuación, se presenta un conjunto de resúmenes y sugerencias sobre los distintos aspectos tratados que condujeron a una conclusión general que también incluiremos en esta apretada síntesis de lo encontrado. El trabajo completo puede ser consultado en el vínculo electrónico que se incluye al final..

  1. La innovación tiene que asumirse como un proceso de adopción de cambios que conduce a la transformación de las formas como se hacen las cosas, sustentado en conocimientos generados como producto de la investigación, el desarrollo tecnológico y la actividad productiva misma. En consecuencia, la interacción entre los ámbitos mencionados y sus actores, es una condición no solo deseable sino indispensable.
  2. En las condiciones que atraviesa el país actualmente, la innovación tecnológica no es preocupación política del poder ejecutivo nacional y si bien los actores involucrados en cada una de las cadenas de valor que constituyen el sector agroalimentario reconocen su importancia, es muy poco lo que pueden adelantar sin el concurso gubernamental.
  3. Lejos de poder hablar de una institucionalidad, en el sector agroalimentario prolifera un número muy considerable de organizaciones que más que contribuir a su solidez lo complica en funcionamiento, dando pie a una multiplicidad de decisiones que, en el caso de las gubernamentales, acompañadas de frecuentes silencios administrativos, entraban su accionar.
  4. La simplificación organizacional del sector gubernamental, su conducción civil técnicamente apoyada y la coordinación efectiva entre los actores del sector privado deben permitir la consolidación de un sistema eficiente que facilite las decisiones apropiadas. La existencia de al menos 12 ministerios con competencias sobre el sector y de más de 250 empresas en manos del gobierno se han demostrado incapaces de solventar las necesidades agroalimentarias de la población venezolana.
  5. La militarización de la gerencia oficial del sector, lejos de favorecer su ordenamiento, ha acentuado el parcelamiento del mismo y la competencia por poderes que son ejercidos a la voluntad de turno.
  6. Es de destacar, que la sanidad agrícola y la garantía de la inocuidad de los alimentos está seriamente comprometida por la falta de apoyo técnico y económico que atraviesa el órgano gubernamental obligado a velar por este aspecto importante, que se agrava por la conducción del mismo con criterios dogmáticos, alejados de la ciencia, que le impiden cumplir adecuadamente con sus responsabilidades.
  7. Los viejos problemas relacionados con la salud animal y vegetal se han agravado, y el inevitable surgimiento de nuevos carece de respuesta apropiada en términos del momento en el que se toman las decisiones y la capacidad funcional para implementarlas. La adecuación del funcionamiento del INSAI a las necesidades actuales y la dotación de recursos para cumplir con su muy importante papel resultan una prioridad urgente e ineludible.
  8. El abandono de la responsabilidad del Estado de cofinanciar la investigación científica y tecnológica como lo dicta la correspondiente ley, tal y como ocurre tanto en muchos países del mundo desarrollado como en los que intentan la búsqueda seria del mismo, ha dejado a las universidades y centros de investigación sin ninguna capacidad para cumplir con esa importante parte de sus obligaciones, limitándolas a adelantar precariamente sus responsabilidades docentes, siendo estas cada vez más difíciles de satisfacer apropiadamente.
  9. Si a esto agregamos la depresión profunda que experimentan los sectores productivos y la carencia de recursos económicos para atender otra cosa distinta a su sobrevivencia, tendremos una visión muy completa del retroceso que ha sufrido la enseñanza superior, así como la ciencia y la tecnología en la Venezuela de estos años recientes.
  10. La enseñanza universitaria de carreras vinculadas a lo agroalimentario está en manos de universidades consolidadas en el tiempo, tanto las llamadas autónomas como las experimentales, a las cuales se han unido toda una nueva oferta de oportunidades de estudio que superficialmente dan la impresión de garantizar el desarrollo de los talentos humanos requeridos a lo largo de toda la geografía nacional. Es de destacar la aparición de la figura de Universidades Experimentales Politécnicas Territoriales para cobijar a los antiguos institutos universitarios de tecnología y a los colegios universitarios, y a esta se suma la de las Universidades Alma Mater.
  11. Este complejo entramado organizacional requiere una revisión detallada destinada a recuperar la institucionalidad universitaria sin con esta intentar abandonar la muy importante formación a nivel técnico, erradicando la intención de acabar definitivamente con la Universidad, suplantándola con un modelo que cobijado bajo el manto de “inclusión” y la “desconcentración territorial” pretende sustituir calidad académica por cantidad de cursantes, dejando de lado el inmenso esfuerzo que hay que realizar para mejorar radicalmente las etapas educativas previas en las que incluimos, sin ninguna duda y con mucho énfasis, la educación pre escolar.
  12. La revisión realizada señala la existencia de al menos 22 carreras largas (4 o 5 años de estudio, en 20 organizaciones) y 19 carreras cortas (3 o menos años de estudio, en 30 organizaciones) relacionados con el sector agroalimentario a lo largo y ancho de todo el país. A los tradicionales títulos de Ingeniero Agrónomo y Médico Veterinario en los últimos años se han agregado todo un conjunto de nuevas titulaciones que por sí solas no permiten determinar la formación que recibieron los que se gradúan en ellas, añadiendo a la diferenciación entre organizaciones que impone el mercado laboral a la hora de incorporar personal a su nómina, la innecesaria duda que impone el nombre de la carrera.
  13. Al revisar la situación de los postgrados nacionales se detecta el mantenimiento de la tradicional oferta existente, pudiendo decirse que en cuanto a Especializaciones, Maestrías y Doctorados, en el papel, las oportunidades de formación avanzada están disponibles Esta oferta que es competencia de las universidades, ha sido extendida a determinados centros gubernamentales de investigación que en términos generales comparten con las universidades las mismas dificultades y consecuencias de las mismas.
  14. Algo que merece señalamiento particular es la proliferación en los últimos años de los llamados Diplomados, los cuales son ofrecidos inclusive por organizaciones que no están facultadas legalmente para cumplir funciones educativas, Sus contenidos y duraciones son muy variables y han tenido una gran demanda por las facilidades para cursarlos a pesar de su costo. La tendencia ha ido disminuyendo lo que suponemos atribuible a la situación económica que prioriza otros gastos ajenos al crecimiento profesional.
  15. En términos generales y basado en la información recibida, las instituciones universitarias y centros de investigación comparten las siguientes realidades, cuando comparadas con las que vivían hace aproximadamente 10 años:
  16. El personal de profesores y/o investigadores ha quedado reducido a un 47% debido a jubilaciones, renuncias, abandonos de los cargos y desinterés en concursar por nuevas plazas. Las bajas remuneraciones y la emigración del personal más joven y calificado son los disparadores de esta realidad, de la que no escapa el personal técnico y el de servicios.
  17. Los estudiantes de pregrado han disminuido aún más drásticamente, representando hoy un tercio (34%) del que cursaba hace unos años. Es realmente impresionante visitar campus universitarios donde el bullicio estudiantil es prácticamente inexistente. Las razones son fundamentalmente económicas, cuya precariedad a nivel de las familias venezolanas obliga a los jóvenes a buscar trabajo dentro y fuera del país.
  18. En cuanto a los cursantes de postgrado hoy la cifra nacional debe ser muy inferior al 40% de los de antes y a esto hay que añadirle que los que persisten lo hacen en su mayoría a dedicación parcial, cumpliendo exclusivamente con la carga académica correspondiente a las asignaturas obligatorias de los correspondientes programas, postergando indefinidamente el comienzo del componente investigación.
  19. Las organizaciones carecen de planes propios de becas y las existentes son de montos tan irrisorios que hacen imposible el subsistir estudiando si se depende exclusivamente de ellas. A esta condición hay que añadir la perdida de los servicios de transporte que prestaban las organizaciones por el deterioro y no reposición de las unidades destinadas a tal fin, así como el muy importante cese de los servicios de comedor, así como los de medicina y odontología para los estudiantes.
  20. Los laboratorios para docencia e investigación están muy deteriorados, desmantelados por el robo, desactualizados en cuanto a equipamiento y carentes de las sustancias y reactivos indispensables para su funcionamiento.
  21. El trabajo de campo, indisolublemente ligado a la investigación agrícola, está prácticamente interrumpido desde hace años por falta de vehículos apropiados e insumos para el establecimiento de ensayos, sin olvidar la carencia de recursos para cubrir los gastos implícitos en toda movilización. Lo poco que se está haciendo se adelanta con al apoyo financiero de los productores agrícolas, individualmente, a través de organizaciones creadas por los gremios o con aportes de empresas privadas vinculada al ramo.
  22. Las bibliotecas que permanecen activas se han convertido en salas de lectura de materiales viejos en cuanto a su fecha de edición y sin las renovaciones, desde hace muchos años de las revistas científicas y tecnológicas que les permitían a estudiantes, profesores e investigadores mantenerse al día.
  23. El robo continuado de equipos de computación y del cableado telefónico, unido a las interrupciones frecuentes de la energía eléctrica, mantienen incomunicadas a muchas de las organizaciones, incomunicación que impide satisfacer parcialmente, con la búsqueda en internet, la necesidad de información actualizada.
  24. Las limitaciones señaladas, soportadas desde hace muchos años, han disminuido considerablemente la realización de investigación nacional, lo que unido a la falta de intercambio con lo que sucede en otras realidades mundiales, ha disminuido notablemente la capacidad de apoyo al sector agroalimentario de parte de las organizaciones llamadas a generar conocimiento ajustado a nuestras realidades.
  25. La difusión de lo poco que se ha hecho en los últimos años se ha reducido totalmente, dado que las reuniones científicas y profesionales han interrumpido su periodicidad, la más reciente se realizó hace 2 años (Sociedad Venezolana de Ciencias del Suelo), mientras que las gremiales encuentran cada vez más difícil cumplir con la establecida para las suyas.
  26. Las revistas científicas y tecnológicas han abandonado su presentación en papel, todas han migrado al formato digital y de las 14 que fueron revisadas, solo una está “al día” en cuanto a su publicación (Bioagro de la UCLA).
  27. Usualmente el interés de los productores y de la agroindustria de contar con apoyo tecnológico para la mejora de sus capacidades, los ha impulsado y sobre todo en momentos coyunturales, a crear figuras jurídicas a través de las cuales identifican problemas prioritarios que cuando tienen que ver con investigación se apoyan usualmente en las capacidades existentes en universidades y centros de investigación gubernamentales. Este tipo de asociación entre intereses privados y capacidades públicas se ha demostrado eficiente en la mayoría de los casos y es un modelo que debería institucionalizarse.

Sugerencias

Todas ellas redactadas con un carácter muy general, merecen un detallado desarrollo particular que no tiene cabida en este momento; por lo tanto, nos limitaremos a señalar someramente algunas recomendaciones.

a. Adelantar un inventario detallado y regionalizado de aquellas organizaciones venezolanas que tienen dentro de sus obligaciones la realización de investigación científica y tecnológica con posibilidades de servir de apoyo al sector agroalimentario, con miras a integrarlas cooperativamente dentro de este.

b. Estimular en todas las organizaciones con potencial para contribuir a la innovación tecnológica, una política tendente al mantenimiento operativo de fuentes digitales de información que incluya una descripción concreta de su misión, las actividades que realizan y/o servicios que ofrecen, sus productos y un directorio del personal con el que cuentan para su desempeño. La transparencia de la información es generadora de confianza.

c. Facilitar el encuentro entre los diversos actores de las distintas cadenas de valor que constituyen el sector agroalimentario nacional con miras a inducir la construcción de agendas consensuadas de trabajo, en las que estén incluidas actividades de investigación científica o tecnológica cuando necesarias, así como de formación del personal involucrado en las mismas.

d. Universidades y centros de investigación, actores privados funcionales de las cadenas de valor y el ente gubernamental designado deben constituir el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Sector Agroalimentario.

e. Es indispensable reducir el número de ministerios con atribuciones sobre el sector agroalimentario y regresar a mentalidades civiles con formas de actuación cónsonas con las mismas, la conducción del ente que se considere el llamado a ejercer la representación de las políticas de gobierno.

f. La Sanidad Agrícola debe recuperar la independencia de criterio en cuanto a las decisiones que tome su ente de adscripción y de no poder hacerlo valer en lo que a recomendaciones técnicas se refiere, dejar sentada su posición en salvaguarda de los intereses generales del sector.

g. El financiamiento de las actividades vinculadas a la ciencia y la tecnología deben contar con el apoyo financiero del Estado venezolano, El sector privado debe estar fiscalmente obligado a contribuir, pero definitivamente su representación debe participar en la asignación de los recursos que aportan, velando por su apropiada utilización.

h. Las universidades, sin comprometer su autonomía de decisión y como actor importante, deben integrarse decididamente a los esfuerzos cooperativos con el sector productivo privado, no solo en lo relativo a las necesidades de investigación, sino atender la demanda que en cuanto a formación de talentos humanos pueda este llegar a plantear.

i. En este esquema de cooperación, los postgrados se convierten en un instrumento vital ya que la necesidad de generar tesis como requisito de graduación, le confiere un calculado potencial de generación de conocimientos. Apoyarlos en sus necesidades instrumentales, garantizarles estudiantes mediante la oferta de becas a dedicación completa y dotarlos de recursos para adelantar sus líneas de investigación debe ser una política clara en próximas administraciones gubernamentales.

j. Para que las universidades y centros de investigación puedan cumplir con sus obligaciones es indispensable remunerar convenientemente a su personal, recuperar sus capacidades operativas, contar con acceso a información científica y técnica de vanguardia y dotarlas de medios para difundir eficientemente lo que producen en términos de conocimientos.

k. En un futuro inmediato las carencias de personal docente y de investigación deberán ser encaradas con planes atractivos para que nuevas generaciones se incorporen a esta actividad importante, los cuales deben no solo ofrecer remuneraciones competitivas sino oportunidades de desarrollo personal. Mientras, reincorporar personal jubilado, seleccionado por su capacidad de aporte real, es una posibilidad que de hecho ya se asoma tímidamente.

l. Vinculado al literal anterior, es importante realizar un inventario (no solo en el sector agroalimentario) de aquellas individualidades que abandonaron el país, identificando que hacen y donde están, con miras a tenerlas como referencia de consulta e inclusive contar con ellas para eventuales actuaciones en nuestras organizaciones. No es descabellado pensar en la posibilidad de diseñar programas específicos de recuperación de talentos venezolanos, como ya se han hecho en otros países, que unidos a contrataciones internacionales, nos permitan recuperar capacidades en corto plazo y comenzar el desarrollo de las generaciones de reemplazo.

m. La imposibilidad cierta de recuperar todas las bibliotecas en todas las universidades y centros de investigación ni siquiera en el mediano plazo, obliga a pensar en la creación de un Centro Nacional de Información y Documentación al cual se pueda acceder, desde cualquier rincón nacional, en la búsqueda de conocimientos bibliográficos disponibles en formato digital.

n. Dentro de este aspecto se debe rescatar las capacidades de las organizaciones y de las individualidades para difundir el resultado de su trabajo. Estimular la realización de eventos para la presentación de resultados y el intercambio de opiniones es importante, así como apoyar la publicación de revistas científicas y divulgativas, dotándolas no solo de recursos financieros sino de apoyo profesional en lo relativo a su edición. Estas acciones potenciarían las posibilidades para la innovación.

Conclusión

En las actuales circunstancias es absolutamente irreal, contar exclusivamente con las capacidades disponibles en el país, tanto humanas como de instalaciones, para lograr el apoyo tecnológico que demandará una agricultura y un sector agroalimentario integrado, acorde con lo que está siendo puesto en práctica en el resto del mundo e inclusive en países vecinos. El esfuerzo futuro tendrá que ser importante, aunque solo nos propusiéramos regresar a los niveles en los que nos encontrábamos a finales de los años 90 del siglo anterior.

Alcanzar lo que demandan los tiempos para tratar de cubrir, parcial y localmente, la necesidad de alimentos y otros productos derivados de la actividad agrícola implicará una política de Estado clara, que identifique las responsabilidades de los distintos sectores, estimule los consensos y vele por el cumplimiento de los acuerdos. Esa política dentro de las formas de actuación del régimen militarizado actual parece no tener cabida.

En lo inmediato debemos estar preparados para depender cada vez más de lo que podamos importar, mientras que la sinergia entre actores y el diseño de planes de acción consensuados tengan la oportunidad de establecerse, lo que requerirá un marco político democrático que devuelva al Estado a su papel de garante de los derechos de todos y permita que la interacción entre los distintos agentes vaya encontrando la vía hacía la consolidación de un sector agroalimentario nacional adecuado a nuestras realidades ecológicas, económicas y sociales.

Sabemos lo que hay que hacer, lo que falta es ponerlo en práctica.

Ver trabajo completo en

http://redagroalimentaria.website/Dispon%20Demas/Innovación%20tecnológica%20sector%20agroalimentario%20NV.pdf

 14 min


Antonio Di Giampaolo

LA CIENCIA EN EL BANQUILLO (59)

A mediados del mes pasado una resolución conjunta de los Ministerios de Ciencia y Tecnología y de Salud estableció lineamientos para la investigación relacionada con la pandemia de la COVID-19 ante lo cual la comunidad científica venezolana reaccionó condenando que las autoridades intenten regular áreas de investigación sin garantizar financiamiento para líneas específicas que fueron establecidas.

La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales a través de modelos matemáticos presentó pronósticos sobre el curso de la Covid-19 en Venezuela estimando la probabilidad de más de un millar de casos por día, a partir del mes de junio. El estudio provocó la amenaza gubernamental de investigación bajo el argumento de promover alarma en la población. Los académicos rechazaron la intimidación oficial ratificando el contenido del documento y alertando que sin la realización de pruebas suficientes de PCR, resultaba improbable el comportamiento aplanado de la curva de la pandemia.

En el país a pesar que diversos centros tienen la capacidad para realizar los PCR solo el Instituto Nacional de Higiene y adicionalmente un laboratorio móvil instalado en Táchira están habilitados oficialmente para realizar las pruebas moleculares de hisopado. La medida supone centralizar y limitar la capacidad de diagnóstico confiable sobre la COVID-19. La inmensa mayoría de las pruebas que se practican en Venezuela son los test en sangre, o pruebas rápidas, cuyo nivel de confiabilidad ha sido cuestionado por la Organización Mundial de la Salud.

Desde los tiempos de la inquisición numerosos académicos, investigadores, científicos y pensadores fueron objeto de persecución y algunos terminaron trágicamente en la hoguera, el patíbulo, la cárcel o el destierro según los casos, muchos de ellos por sus convicciones religiosas o políticas. En Venezuela a la lista de comunicadores y médicos que han sido objeto de persecuciones y detenciones arbitrarias, durante la cuarentena, se suma la amenaza de investigación contra los miembros de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.

Una situación, por cierto, muy diferente a la que ocurrió con el “London Imperial College” que tras la divulgación de su modelo matemático los investigadores no sólo no fueron amenazados y perseguidos sino por el contrario fueron escuchados, y su aporte sirvió, aunque tardíamente, para el cambio de estrategia de Inglaterra en torno a la tesis de la inmunidad natural. Quiera Dios que los académicos venezolanos no terminen en el banquillo de los acusados y ojalá también que los pronósticos no resulten acertados. Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CrónicasDeCuarentena (59)

PLATAFORMA “ACTIV” CONTRA LA COVID-19 (58)

Una interesante noticia sobre el combate contra la pandemia ha sido divulgada recientemente. La Fundación de Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos ha puesto en práctica una plataforma colaborativa denominada “ACTIV” cuya estrategia fundamental es acelerar los resultados de los esfuerzos mundia​les en torno a intervenciones terapéuticas y vacunas covid-19. La iniciativa ha incorporado a administraciones gubernamentales, académicos, centros de investigación y empresas farmacéuticas. La propuesta ha desatado polémicas pues Francia rechazó que una de las empresas adheridas a ACTIV compartiera información privilegiada con agencias gubernamentales de norteamericana, entre tanto China condenó una acusación de espionaje científico por parte Estados Unidos señalando que por el contrario es China el país que está a la vanguardia mundial en tratamientos terapéuticos y ensayos clínicos sobre una vacuna contra la pandemia. Resulta evidente que el gigante asiático no se integrará al proyecto.

La complejidad de la emergencia sanitaria global supone retos a los cuales la humanidad no se había enfrentado. El epidemiólogo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Norteamérica es un ferviente promotor de la idea y sostiene que una sola vacuna no será suficiente para terminar con el nuevo coronavirus. La Agencia Europea de Medicamentos se adhirió a la plataforma colaborativa a la que se han incorporado más de una decenas de empresas de la industria farmacéutica mundial, además de prestigiosas universidades e investigadores de varios laboratorios.

A la fecha, según reportes oficiales unas trescientas mil personas han fallecido a consecuencia de la COVID-19. Es pues un asunto de vida o muerte establecer una instancia de coordinación entre diferentes equipos de investigación de los proyectos en ejecución. La OMS ha revelado que hay en curso, a nivel mundial, más de un centenar de trabajos de investigación en torno a vacunas contra el nuevo coronavirus y al menos una decena están en la fase de ensayo clínico. En pleno desarrollo también se encuentran una diversidad de experimentos sobre tratamientos terapéuticos.

La plataforma colaborativa ACTIV intenta abordar la necesidad de conjugar esfuerzos, evitar la dispersión de recursos y economizar tiempo en la batalla contra reloj para combatir la Covid-19. La complejidad de la situación permitirá no solo el intercambio valioso de información entre equipos de investigación que desarrollan líneas de trabajo similares en materia de tratamientos terapéuticos o ensayos clínicos de posibles vacunas. La utilidad de la iniciativa radica también en que eventualmente, a la vuelta de unos meses, se requerirá activar la capacidad instalada de plantas de producción de medicamentos en diversos lugares del mundo para elaboración masiva a gran escala más de siete mil millones de dosis. La idea también podría allanar el espinoso camino sobre polémicos temas como los derechos de autor, las licencias y las patentes entre los científicos, las empresas y los institutos gubernamentales que se incorporen a la plataforma.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CrónicasDeCuarentena (58)

LA EXTENSIÓN DE LA CUARENTENA (57)

En el Palacio de Miraflores se ordenó la prórroga del Decreto de Estado de Alarma que extiende, por treinta más la habilitación de medidas y acciones en el marco de la Covid-19. Lo que ya era un secreto a voces terminó por confirmarse. En la práctica la cuarentena continúa y las restricciones a las actividades denominadas no esenciales siguen vigentes. La ciudadanía de manera inerme está a merced de las decisiones y ejecutorias de las autoridades.

En ningún otro lugar la pandemia se conjuga con la peligrosa combinación de una confrontación institucional, el conflicto político y la crisis social. Mientras el foco sigue puesto en la Covid-19 los grandes problemas nacionales siguen sin resolverse. La compleja criminalidad, y la atención de las enfermedades crónicas y el resurgimiento de las endémicas, que por ahora causan más muertes que la pandemia, siguen incólumes. La prolongada cuarentena constriñe al confinamiento a la inmensa mayoría de la gente, sin estar contagiada, lo cual la somete a la angustia de la sobrevivencia. Es indiscutible que el remedio puede terminar siendo peor que la enfermedad. Se hace indispensable que la colectividad aprenda a vivir con el nuevo coronavirus. El país debe entrar en la etapa de la normalidad relativa, vigilada o controlada.

La pandemia muestra un comportamiento moderado en nuestro país ya que el número de casos oficialmente reportados en Venezuela no alcanza al medio millar, la relación de pacientes recuperados es de 2 a 1 y el saldo de personas fallecidas es de una decena. La narrativa gubernamental, en torno a la enfermedad, se nutre de la comparación de las estadísticas con otras latitudes en las cuales la situación es particularmente dramática y conmovedora.

Es oportuno acudir también a la comparación con otras latitudes para evaluar la dimensión real de la situación. Hay países en donde las ayudas sociales, durante la pandemia, constituyen cientos de dólares o de euros para las familias. La comunicación telefónica o el internet no se interrumpe de manera intermitente. La mayoría de los ciudadanos no tienen que lidiar con la escasez de agua, los cortes de luz o la falta de gas. En ningún otro país la restricción en la distribución y el suministro de combustible es un condicionante para la movilidad. Resulta evidente que la extensión de la cuarentena responde a motivaciones distintas a la pandemia misma. Una explicación posiblemente sea que en el Palacio de Miraflores sepan algo que el común de la gente desconoce.

¡Amanecerá y veremos!
@ADIGIAMPAOLO

#CronicasDeCuarentena (57)

PRECIOS DE LOS ALIMENTOS EN LA PANDEMIA (56)

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura reportó en su informe estadístico de abril sobre un descenso en el índice de precios internacionales de un conjunto de rubros alimenticios, hasta niveles correspondientes a enero del año 2019, como consecuencia de la pandemia. La FAO explica que la medición recoge el impacto reciente de la COVID-19 en la formación de los precios finales de diversos productos. La variación general supone una reducción ponderada de 3,4% con respecto al mes de marzo.

En el grupo de los cereales indica la FAO el precio del arroz registró un leve incremento por las restricciones en la comercialización particularmente desde Vietnam y otro tanto ocurrió con el trigo por el agotamiento de los cupos de exportación de Rusia, pero el maíz por ejemplo registró un descenso significativo atribuido a la menor demanda de piensos y combustibles a base de etanol. Los aceites vegetales de palma, soya y canola vieron decrecer su valor aunque no así en el de girasol. El precio de los productos lácteos tales como mantequilla, leche entera y descremada también registraron caídas por la reducción de la actividad industrial y de la restauración, si bien el queso acusó un leve repunte por una disminución estacional en la producción en Nueva Zelanda. El informe refiere que el precio de la carne también registró una caída motivado a la disminución de los procesos productivos. Finalmente también el valor de la azúcar decayó debido a que el descenso en el precio de los combustibles provocó un aumento de la oferta de caña de azúcar originalmente destinada a la producción de etanol.

En nuestro país la situación es diametralmente opuesta. Los precios de los bienes y servicios han sufrido una variación vertiginosa. En marzo, cuando se impuso la cuarentena, los artículos de la canasta alimentaria para un grupo familiar promedio, según datos del Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores, sumaba casi veinte millones de bolívares y entonces se requerían, cuarenta salarios mínimos para cubrirla. El Banco Central reportó que en marzo el índice de precios al consumidor, registró una variación de 13,3%, aunque la gente ve crecer y duplicar el valor de los bienes y servicios. La Comisión de Economía de la Asamblea Nacional hizo público su reporte estadístico correspondiente al mes de abril en el que la inflación ascendió 80%, en plena cuarentena.

Las distorsiones económicas, el descenso en los niveles de productividad, el desenfrenado gasto público, la devaluación, y los costos asociados al encarecimiento del transporte mercancías por la escasez de gasolina, tienen su impacto en la formación de precios. El gobierno anunció una política de regulación sobre 27 productos de la cesta alimentaria indexada a la variación de la tasa oficial de cambio que fija el Banco Central. Una evaluación del comportamiento del valor de los artículos, en particular de alimentos perecederos, como huevos, carne, pollo y queso confirma que el plan ha resultado insostenible de cumplir.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CronicasDeCuarentena (56)

 8 min


Con voz propia

Sosteníamos al inicio de la peste china que el apadrinado usurpador hace Pandemonio a la Pandemia. Y recientes hechos, entre los cuales resalta el espectacular intento de invasión marítima, me llevan a reiterar la opinión.

Varios factores hacen hipotética la multidivulgada operación que circense montaron en la bahía de Macuto. Llegaron a repetición en exóticos lugares como Chuao y Colonia Tovar. ...“Y vendrán otros”. Tan obcecado están con su hegemonía que el usurpador propone el premio Pulitzer.

Pretensión de compararla con Batalla de Carabobo, utiliza al prócer Negro Primero y en fidelidad castrista la imitación con Playa Girón, también llamada Bahía de Cochinos, de Cuba.

En la madrugada del indicado día, 8 aviones A-26 bombardearon aeropuertos militares. Pese a esbozadas acciones y al apoyo de EEUU, resultó vencida en 65 horas con 100 muertos y 1.189 presos.

Parodia resulta la conección. Acomodando números, cifran 8 asesinatos y 24 presos.

Aparecen personajes como el cuestionado gobernador de Aragua, Gral. Rodolfo Marco Torres, que ordenó toque de queda en Colonia Tovar, y el grotesco allanamiento de la Iglesia. Desafía odios de hermanos Jorge y Delcy Rodríguez -recuérdese amenaza de vengar muerte en tortura del padre-.

Esta operación junto con la pandemia, la aprovechan para opacar la crisis, que en abril se manifestó en 716 protestas censadas por el Observatorio de Conflictividad.

Afrontan rebeliones militares, motines carcelarios, como el de Guanare, bandas delictuales de Petare, que Maduro atribuye a la DEA, ejecuciones, detenciones arbitrarias y torturas.

Imputan a EEUU, pero Trump advierte que de ser así, no enviaría un grupo sino un ejército. De frente sí están rusos, que vinieron a sumarse al patrullaje y escudriñamiento aéreo para capturar a mercenarios.

G/F Padrino López, Mindefensa, acusa detención en Río Orinoco de 3 lanchas abandonadas, con emblemas de la Armada de Colombia, que el vecino país había dado por desaparecidas.

Incursión Macuto se asemeja más a El Cocal de los Muertos, más conocido como Machurucuto, del 8 de mayo 1967.

Tal acción se inició con 4 guerrilleros cubanos y 4 venezolanos, de quienes sobreviven Héctor Pérez Marcano y Eduardo Ortiz Bucaram. Accidente de lanchas obligó a sumarse custodios, y completar 24. Ellos fueron apresados y uno ejecutado.

El 24 de julio 1966 irrumpió Luben Petkoff, por playas de Túcacas, con 14 militares cubanos, entre quienes destaca el héroe de la revolución, Arnaldo Ochoa, después fusilado por tráfico de drogas

Ya en elecciones de 1963 las FAN decomisaron en Paraguaná 4 toneladas de armas enviadas de Cuba. También incautaron otras 3 remesas.

Lo no logrado con esas injerencias, se lo dio la llamada revolución bolivariana.

EEUU acusa a Cuba de infiltrar unos 20 mil agentes en fuerzas de seguridad, incluida guardia presidencial. Reafirma revelación de Raúl Castro en abril del 2019: casi la mitad de los enviados a la guerra de Angola.

Por si se dudara la orientación el mismo Chávez anunció que promoción del Curso de Comando y Estado Mayor de la FAN del 5 de 2005 tendrá de padrino dictador cubano; el que según el ex comandante del Ejército Carlos Julio Peñaloza, ayudó con armas y asesoramiento al Caracazo.

Supra conocidas son las sumisiones, como izar la bandera cubana en los cuarteles. Iguales los rechazos, como el del General Ángel Rivero, quien contundente reprochó a su compañero de promoción, Padrino López.

En líneas generales cuando se defiende la dignidad que identificó a nuestra FAN por la democracia, se les califica de ultra derecha. Deplorable es la aptitud silente de quienes se dicen adversarios del régimen.

Al MARGEN

Que la migración venezolana no llegue al millón, según las estima el apadrinado paisano Maduro, incrementa incredulidad del régimen. Censo de 14 de los principales países anfitriones, acusa 5.093.987 para marzo, mes del inicio del coronavirus.

jordanalberto18@yahoo.com

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